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2023-2026
Aplica lo trabajado 35 %
Muestra conocer lo trabajado en la unidad, comprenderlo y saberlo aplicar en un contexto.
Sintetiza y prioriza 25 %
Con buen criterio, considerando la importancia y las repercusiones de las propuestas.
Adecúa a realidad 20 %
Realismo y aplicabilidad.
Adecúa a audiencia 20 %
Genera implicación, persuade, está correctamente expresado.
En 2014 había una niña llamada María que estaba paseando
por el campo cuando, de repente, se encontró un oso. Ella,
asustada, no sabía qué hacer. Entonces, ella decidió salir
corriendo. Cuando ya llevaba unos minutos corriendo, se dio
cuenta que el oso era más rápido que ella y, entonces, pensó
una alternativa: esconderse detrás de una piedra.
Escojo esta película para hablar en profundidad de María Belón, una de las tantas
protagonistas reales de la tragedia. Ella nos da una lección de vida cuando afirma
que hay que estar siempre preparados para lo imprevisible y,
sobre todo, para afrontarlo con todo tu cariño.
Quiero destacar su solidaridad, su fuerza y la de su hijo mayor para llegar
a un hospital abarrotado de gente devastada por el fenómeno y, aún así, ayudar,
Nos demuestra una gran paciencia cuando sabe que miles de familias han muerto
Y, aún así, se aferra a la última posibilidad de volver a reunirse con la suya.
Vanuatu: un archipiélago que se hunde en el mar.
https://www.youtube.com/watch?v=1rLcVOZ6bL8
https://www.youtube.com/watch?v=w-MNyR7CNgo
https://www.youtube.com/watch?v=2SJt-OJ1uVU
https://www.youtube.com/watch?v=Hp5BSbk4lM0
Lc 16, 19-31 Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada día.
Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de
saciarse de lo que caía de la mesa del rico. Y hasta los perros venían y le lamían las llagas.
Sucedió que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán. Murió también
el rico y fue enterrado. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los ojos y
vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritando, dijo: “Padre Abrahán, ten piedad de mí
y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me
torturan estas llamas”. Pero Abrahán le dijo: “Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida,
y Lázaro, a su vez, males: por eso ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado.
Y, además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que los que quieran
cruzar desde aquí hacia vosotros no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí hasta nosotros”.
Él dijo: “Te ruego, entonces, padre, que le mandes a casa de mi padre, pues tengo 5 hermanos:
que les dé testimonio de estas cosas, no sea que también ellos vengan a este lugar de tormento”.
Abrahán le dice: “Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen”. Pero él le dijo: “No, padre
Abrahán. Pero si un muerto va a ellos, se arrepentirán”. Abrahán le dijo: “Si no escuchan a Moisés
y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto”».
«Que los seres humanos destruyan la diversidad biológica en la creación divina; que
los seres humanos degraden la integridad de la tierra y contribuyan al cambio
climático, desnudando la tierra de sus bosques naturales o destruyendo sus zonas
húmedas; que los seres humanos contaminen las aguas, el suelo, el aire. Todos estos
son pecados». Porque «un crimen contra la naturaleza es un crimen contra nosotros
mismos y un pecado contra Dios». (LS 8, citando al Patriarca griego Bartolomé).
Hoy el pecado se manifiesta con toda su fuerza de destrucción en las guerras, las
diversas formas de violencia y maltrato, el abandono de los más frágiles, los ataques
a la naturaleza. (LS 66)
218. Recordemos el modelo de san Francisco de Asís, para proponer una sana relación
con lo creado como una dimensión de la conversión íntegra de la persona. Esto implica
también reconocer los propios errores, pecados, vicios o negligencias, y arrepentirse de
corazón, cambiar desde adentro. Los Obispos australianos supieron expresar la
conversión en términos de reconciliación con la creación: «Para realizar esta
reconciliación debemos examinar nuestras vidas y reconocer de qué modo ofendemos a
la creación de Dios con nuestras acciones y nuestra incapacidad de actuar. Debemos
hacer la experiencia de una conversión, de un cambio del corazón»[153].
219. Sin embargo, no basta que cada uno sea mejor para resolver una situación tan
compleja como la que afronta el mundo actual. Los individuos aislados pueden perder
su capacidad y su libertad para superar la lógica de la razón instrumental y terminan a
merced de un consumismo sin ética y sin sentido social y ambiental. A problemas
sociales se responde con redes comunitarias, no con la mera suma de bienes
individuales: «Las exigencias de esta tarea van a ser tan enormes, que no hay forma de
satisfacerlas con las posibilidades de la iniciativa individual y de la unión de particulares
formados en el individualismo. Se requerirán una reunión de fuerzas y una unidad de
realización»[154]. La conversión ecológica que se requiere para crear un dinamismo de
cambio duradero es también una conversión comunitaria.
117. La falta de preocupación por medir el daño a la naturaleza y el impacto
ambiental de las decisiones es sólo el reflejo muy visible de un desinterés por
reconocer el mensaje que la naturaleza lleva inscrito en sus mismas estructuras.
Cuando no se reconoce en la realidad misma el valor de un pobre, de un embrión
humano, de una persona con discapacidad –por poner sólo algunos ejemplos–,
difícilmente se escucharán los gritos de la misma naturaleza. Todo está conectado. Si
el ser humano se declara autónomo de la realidad y se constituye en dominador
absoluto, la misma base de su existencia se desmorona, porque, «en vez de
desempeñar su papel de colaborador de Dios en la obra de la creación, el hombre
suplanta a Dios y con ello provoca la rebelión de la naturaleza».
118. Esta situación nos lleva a una constante esquizofrenia, que va de la exaltación
tecnocrática que no reconoce a los demás seres un valor propio, hasta la reacción de
negar todo valor peculiar al ser humano. Pero no se puede prescindir de la
humanidad.