El

Puerco
Sabio
Marko Enero 2021

En números anterio- ciente por mi parte por el momento. Te dejo con la trans-
res nos hemos ocupa- cripción de la brillante exposición de Pablo Zanatta.
do del trabajo de
varios magos anti- EL TOQUE DE SKINNER
guos, todos ellos ma- por Pablo Zanatta
gos de escenasrio.
Hoy vamos a ver una El año que Michael murió,
parte de un mago más nuestro común amigo Ro-
cercano en el tiempo y ger Klause me mandó un
además profesional correo como respuesta a un
de la magia de cerca. pedido que yo le había he-
No se trata de un cho. Acá transcribo algunas
mago cualquiera sino de alguien que fue considerado líneas de este texto que yo
como uno de los mejores, sino el mejor, mago de close- atesoro entre mis papeles.
up de su época. Estoy hablando de Michael Skinner,
cuya foto puedes ver encabezando este artículo.. Querido Pablo,
Pablo Zanatta Acá te mando algunos he-
Hace unas pocas semanas mi querido amigo y gran cola- chos poco conocidos de
borador de esta revista, El Gran Bronzini, me envió una nuestro amigo Michael Skinner. Terminados sus estu-
grabación en la que el excelente mago argentino, Pablo dios, Michael dejó su pueblo, Rochester, cargó su coche
Zannatta nos habla sobre este sensacional mago que fue con pertenencias y se fue a Las Vegas. Trabó amistad
Michael Skinner. Apenas la escuché supe que tenía que con Daniel Cros, que fue durante mucho tiempo mago
publicarla aquí junto con material suplementario sobre residente del hotel casino Dessert Inn. Lavó copas, tra-
la magia de Michael Skinner pues, a diferencia de los bajó en la mesa de los casinos jugando con las fichas de
otros magos cuyos actos hemos estudiado en estas pági- la casa para atraer clientes y algún que otro trabajo.
nas, Skinner nos toca más cercano en el tiempo y su tipo Ahorró dinero para vivir un par de años y se fue al Cas-
de magia es el que presentamos hoy día. Además, como tillo Mágico y ahí trabó inmediatamente amistad con
irás viendo, hay importantes lecciones que podemos Vernon, rentó un departamento al lado y se convirtió en
aprender de un estudio de su trabajo. Pero esto es sufi- su compañero las veinticuatro horas del día. Cuando el

1
dinero se le terminó trabajo como demostrador en la
tienda de Joe Berg y en Hollywood Magic. Fue ahí don-
de perfeccionó muchas rutinas de su repertorio como la
Baraja Nudista, las Navajas, los Cubiletes de plástico de
Addams y La Copa y la Bola. Se convirtió en un favorito
actuante del Castillo Mágico y fue ahí donde el magnate
Steve Wynn se fascinó con su trabajo y lo invitó a ser el
mago residente del casino hotel Golden Nugget, trabajo
que mantuvo durante veintitres años.
Anécdotas legendarias sobre Michael cuentan sobre los
veintiocho shows que hizo durante toda una semana en
el Castillo sin repetir un solo efecto. Haber ganado dos
veces el Premio de la Academia como mejor mago de
cerca, haber actuado dos veces en el show de Johnny
Carson como invitado o haber sido inspirador para que
el escritor William Murray creara el personaje de su se-
rie de novelas, Shifty Lou Anderson, el mago detective.
Las actuaciones de Michael en la televisión se volvieron
legendarias y marcaron a todos los magos norteamerica-
nos de la época. En ellas vieron, entre otras cosas, hacer
por primera vez en televisión el Pop Out Move de Piet
Forton y El Empalme Invisible de Larry Jennings, tam-
bién el Trile, las Bolas de Esponja, Matrix, los pañuelos
de Slydini, La Carta en la Billetera, los Cubiletes con
Tazas de Café y las Cerezas.
Estas son algunas cosas de las que me escribió Roger y
ahora, para mí, la pregunta surge: ¿Qué veían los magos
en estas actuaciones? Bueno, según John Carney veían
al que él considera como el mejor prestidigitador en el
mundo. Un artista con un estilo natural para manejar los
elementos con movimientos minuciosamente coreogra-
fiados, cada transición, cada pausa, nada dejado al azar.
Todo lo que hacía Michael era hermoso, lento, con una
intención reflexiva, con una confiada articulación.
Dice John Racherbaumer que Michael afectaba, energi-
zaba, transformaba en forma sutil y silenciosa a todos
los magos. Yo tengo el orgullo de haber sido uno de
ellos, de haber compartido tiempo con él y haber sido
fascinado por su sola presencia. Esa es la cualidad de un
mago. Tanto en las actuaciones como en la vida cotidia-
na Michael irradiaba una compostura supernatural,
siempre erguido, siempre escuchando, atento a todo. Y
ante esa presencia, el espectador de su magia y cual-
quier interlocutor se desarmaba, en el mejor de los senti-
dos, claro, aceptando hondamente por un alma gentil
que irradiaba confianza.
Racherbaumer también aludió al trabajo de Michael
como una rara alquimia que suena como música, supon-
go, música de jazz.
Tuve el orgullo también de ser uno de los que compro-
baron cómo Michael guardaba en su billetera tarjetitas
escritas a mano con nombres de no menos de seiscientos
juegos que repasaba todos los días, analizándolos y me-
jorándolos y cuando finalizaba la lista comenzaba otra
vez. Nunca dejaba de estudiar su oficio y comparaba las
obras como si fueran diamantes que se aprecian mejor
en los pequeños detalles. Un hombre muy valiente que
enfrentó grandes problemas y a pesar de esa lucha fue
un bendecido por la vida al lograr un trabajo ideal, mu-
chos amigos y una multitud de espectadores agradeci-
dos.
Yo creo que la visión de Skinner se puede generalizar
como la incansable deconstrucción del método, las in-
terpretaciones totalmente refinadas, demostrativas de
una solemne y afable espiritualidad, la dramatización de
la acción, la búsqueda de la dimensión estética de la ma-
gia.
En relación a todo esto, él decía que el efecto tiene que
ser bello de mirar tanto como increíble. Michael enten-
día cuál era el efecto, cómo comunicarlo y cómo hacer
sentir que se había creado magia. Este es el arte real del
mago. Entonces a través del momento mágico, de la
pausa exagerada, de la tensión anticipatoria para lograr
el suspenso dramático... de estas maneras Michael nos
hacía sentir que el fenómeno no ocurrió por azar, que
fue el mago el que lo creó. Michael hacía un estudio de
cómo enfatizar estos momentos mágicos para que la ex-
quisita técnica quedara en la sombra.
Para terminar creo que nada mejor que citar a Vernon
refiriéndose a Michael con palabras de Leipzig: la gente
quiere sentir que fue engañada por un caballero. Nos
deja a todos el bello recuerdo de un mago con
mayúsculas, maravilloso, un alma sencilla y noble que
amó profundamente a la magia.
El excelente texto de Pablo Zanatta que acabas de leer
nos acerca al Michael Skinner mago y leyéndolo deteni-
damente encontraremos entre sus líneas enseñanzas ma-
gistrales. Vamos a intentar analizar lo que hacía este
mago. Por suerte lo podemos ver en acción gracias a
youtube.
2
En el primer video que te voy a poner aparecen tres ma-
gos analizando la actuación en televisión de un joven
Michael Skinner.
https://www.youtube.com/watch?v=w030IJinUBo
Te interesa saltar a los minutos siguientes:
4:05 -- Monedas de mano a mano
5:52 -- Cubiletes con tazas de café
8:13 -- Continuación Cubiletes con tazas
12:47 -- Trilero
16:51 --Ultimate Three Card Monte
22:24 -- Bolas de esponja
24:10 -- Producción 4 Ases -- Pop-out move
26:40 -- Mátrix
27:46 -- Nudos Slydini
30:48 -- Producción 4 Ases -- distintos métodos
Empalme invisible
36:22 -- Carta en la cartera
He separado la lista en tres secciones pues son tres ac-
tuaciones diferentes. La primera es en el célebre progra-
ma de la televisión Estadounidense "The Tonight
Show". En aquel tiempo el presentador era el famoso
Johnny Carson (quien había sido mago aficionado) pero
cuando se ausentaba tenía algún sustituto y en este caso
es el actor Tony Curtis.
Mira el primer truco: Monedas de mano a mano utili-
zando el conocido pase de Han Ping Chien. Normal-
mente este tipo de rutina consiste en varias fases en las
cuales se suele repetir el efecto básico pero Skinner no
hace esto sino que presenta una sola vez el efecto de ha-
cer pasar las monedas de una mano a la otra y viendo la
reacción del público quedo convencido de que no se ne-
cesita más: una vez parece ser bastante. La presentación
dura aproximadamente 51 segundos y he aquí la charla
que utiliza el mago:
Lo interesante de mi tipo de magia es que puedo llegar a
cualquier casa en cualquier momento y pedir prestado
lo que necesito, ya sea tazas de café o un cuchillo de
mesa, un vaso o una baraja. Voy a darle sun ejemplo de
eso ahora mismo con algunas monedas. (Saca las
monedas del bolsillo y las pone en la mesa). Estas son
monedas que no se ven a menudo. Son monedas de 50
céntimos "Liberty head" (Nota: Se trata de una moneda
estadounidense antigua que en la cara tiene el rostro de
una mujer que se supone que es la Señora Libertad).
Tengo seis de ellas, Joe, mira... Seis monedas y usaré mi
anillo. Voy a hacer esto muy despacio. El anillo va en mi
mano derecha. El anillo está en la mano derecha junto
con tres monedas. (Toma las tres monedas de la dere-
cha). Eso es tres monedas y el anillo en la derecha
(toma las tres monedas de la izquierda). Y solo tres mo-
nedas en la mano izquierda. Nada más en la mano iz-
quierda.
¿Qué tengo en la mano derecha, John? Tengo tres
monedas y el anillo. Mientras mantenga las manos
alejadas una de otra las monedas no se pueden mover
pero voy a hacer que todas se junten en una mano sin
acercar una mano a la otra con solo mover los
pulgares. Miren. (Mueve ambos pulgares). ¿Vieron
eso? (Abre la mano izquierda y está vacía. Abre la
derecha y deja caer las seis monedas sobre la mesa.).
Si analizamos esta charla vemos que es meramente ex-
positiva. No cuenta ninguna historia, no hay argumento
ni nada por el estilo, únicamente va diciendo lo que hace
y además con gran economía de palabras. DICE SOLO
LO JUSTO PARA REITERAR LO QUE EL PÚBLICO
ESTÁ VIENDO, seguramente con la intención grabar
en la mente de los espectadores los puntos fuertes del
truco. En esta circunstancia, las palabras de más solo di-
siparían la atención y la memoria del público.
Ahora fíjate lo que ocurre antes del clímax. El mago pri-
mero expone la situación usando la frase: "Mientras
mantenga las manos alejadas una de otra las monedas no
se pueden mover". Inmediatamente ANUNCIA LO
QUE VA A HACER, diciendo: "pero voy a hacer que
todas se junten en una mano sin acercar una mano a la
otra con solo mover los pulgares". Mediante la técnica
de decir lo que va a ocurrir, se evita que el clímax tome
por sorpresa al público y sabiendo este lo que va a ocu-
rrir fija más su atención con el resultado de que cuando
el clímax ocurre a pesar de esta vigilancia, el impacto es
mucho mayor.
El siguiente truco es una rutina de cubiletes pero usando
tazas de café, cerezas en lugar de bolas y un cuchillo de
mesa como varita mágica. Comprende solo tres fases y
la secuencia final que termina con la aparición de cargas
gigantes. Todo, tanto los escamoteos como las cargas,
está realizado con extrema limpieza y naturalidad pero
sobre todo, los efectos son muy claros y se entienden
perfectamente bien. De esta manera generan un impacto
3
mayor. Podemos darnos cuenta de que Skinner ha anali-
zado profundamente cuál es el "efecto" de cada fase y
teniéndolo él bien claro, es capaz de hacer que el públi-
co lo perciba con igual claridad y por ello cada uno ge-
nera una buena dosis de asombro. Esto va in-crescendo
hasta las cargas finales las cuales tienen entonces un im-
pacto sensacional.
El último truco de esta presentación es el Trilero, tam-
bién conocido como "mosqueta" en Argentina y "La
carteta" en Catalunya. Se trata de la versión clásica con
habilidad de manos, terminando con el recurso de la es-
quina doblada. Analizando la ejecución de Skinner casi
llegamos a la conclusión de que, si bien las fases inicia-
les de la rutina son sorprendentes, están ahí como prepa-
rando el clímax con la esquina doblada. Nota particu-
larmente la manera tan efectiva en que Skinner maneja
el final: no solo asombra al público sino que llama a ri-
sas por la sorpresa que genera el cambio mágico. Aquí
vemos que la sorpresa es utilizada para potenciar el fi-
nal, caso contrario al de las monedas de mano a mano en
que la sorpresa haría, con toda seguridad, que el final
quedara poco claro. Y es que no se trata de "reglas" in-
flexibles sino de analizar cada rutina y aplicando la in-
tuición, fruto de la capacidad artística y de la
experiencia, decidir qué es lo que cabe hacer, intentando
ponernos en el lugar de los espectadores.
Con el Trilero termina esta actuación televisiva de Skin-
ner, una de las que menciona Pablo Zanatta en su exce-
lente pieza sobre Skinner. Y aquí quiero exponerte uno
de los pilares de la magia de este artista. Skinner agrupa-
ba sus trucos EN GRUPOS DE TRES. Esto lo tenía he-
cho de antemano y así se aseguraa de que cada una de
sus actuaciones tuvieran siempre un comienzo claro, un
centro y un final, determinando así por adelantado que
cada presentación fuera a más hasta llegar al clímax.
Esta es una de las lecciones más importantes que pode-
mos aprender de este gran mago. No quiere decir, por
supuesto, que solo podamos presentar tres trucos cada
vez sino que independientemente de cuántos presente-
mos, estos deberían formar parte de conjuntos de tres
que ya tengamos formados de antemano en nuestro re-
pertorio. Podemos entonces presentar un conjunto de
tres seguido de otro conjunto de tres, otro más y así has-
ta completar el tiempo que pide la actuación. De esta
manera siempre podremos terminar en alto y llevar a
nuestro público paso a paso hasta un final efectivo.
Lo siguiente que aparece en el video que estamos estu-
diando es el "Ultimate Three Card Monte", un truco an-
tiguo que incluso se ha presentado con cartas gigantes y
al cual Skinner ha agregado una rutina que es genial por
lo simple. Solo son tres fases y aquí aplica la misma téc-
nica presentativa que usa en la rutina de cubiletes con ta-
zas de café: las dos primeras fases casi que existen solo
para preparar el camino de la tercera. Como cada fase,
incluso la última, es la repetición del mismo efecto, el
"final" lo pone Skinner verbalmente, con un comentario
gracioso.
Y esto nos trae a otro punto importante: Skinner no es un
mago cómico. Si bien dice aquí y allá alguna frase lige-
ramente cómica, ser cómico no es su meta. Si bien todos
sus trucos los presenta de una manera agradable, las ri-
sas que produce son, en su mayor parte, fruto del asom-
bro que genera su magia. De hecho, sus presentaciones
son muy simples en cuanto a charla se refiere, siendo
esta lo suficiente para dejar claros los puntos importan-
tes, recalcar lo que quiere que recuerde el público para
magnificar así el asombro y poco más. Su motivo prin-
cipal es hacer que el truco, es decir, el efecto mágico en
sí, brille y produzca el mayor asombro posible.
Lo anterior nos trae al concepto "truco". Todo arte tiene
una unidad de expresión. En la pintura esa unidad se lla-
ma "cuadro" o "pintura", en la escultura se llama "esta-
tua", en el cine se llama "película" y en la magia se llama
"truco". Nadie puede llamarse pintor si no puede mos-
trar por lo menos algunos "cuadros" de su autoría. Lo
mismo un escultor: si no tiene estatuas que mostrar en-
tonces no puede llamarse escultor. De la misma manera,
para que alguien pueda llamarse mago tiene que hacer o
presentar trucos y Mike Skinner, considerado uno de los
mejores magos de close-up que han existido es una clara
demostración de ello. Sus actuaciones consistién en el
sistema clásico de "un truco atrás del otro", eso sí, agru-
pados en conjuntos de tres, como ya se ha dicho, con el
fin de aprovecharlos para crear la mayor cantidad de
asombro posible, lo que al fin de cuentas, es el trabajo
del mago.
Para seguir hablando de trucos, ya Pablo Zanatta lo
menciona en su pieza: Skinner tenía un repertorio de
más de 600 trucos y fue famoso por ello. Hasta donde se
sabe este es el repertorio más grande que ha tenido mago
alguno y tal como lo dijo, Skinner los repasaba constan-
temente. Michael Skinner actuó 23 años en el Hotel y
Casino Golden Nugget y esta es una de las razones prin-
cipales por la que su repertorio estaba formado por tan
4
inmensa cantidad de trucos.Esto tiene lógica pues para
poder mantener un trabajo así durante tanto tiempo, es
esencial que el mago presente cada vez trucos diferen-
tes, no solo por los clientes que regresan con regularidad
sino también por la gerencia que si ve que el mago no
cambia sus shows empieza a ver factible la posibilidad
de despedirlo. Esto lo sé por experiencia propia pues
cuando en la década de 1980 me tocó trabajar siete días
por semana durante meses en clubes nocturnos, algunos
gerentes exigían el cambio de programa y el argumento
de que el público siempre era diferente no tenía validez
alguna para ellos.
Pero no fue solamente la reponsabilidad profesional de
Michael Skinner lo que le hizo desarrollar tremendo re-
pertorio. Steve Wynn, conocido magnate y promotor de
casinos, vio a Skinner actuar en el Magic Castle y lo
contrató como mago residente en el Hotel y Casino Gol-
den Nugget de Las Vegas. He aquí lo que ocurrió, según
las propias palabras de Michael Skinner:
Cuando él (Steve Wynn) me contrató me dijo: --Mike,
espero que nunca te seques. --Yo le dije, Steve, nunca
me voy a secar porque amo la magia, todavía es mi
hobby. Así es que constantemente estoy trabajando en
cosas nuevas, para él y para mi propio placer y para el
disfrute de los clientes regulares que vuelven una y otra
vez. Siempre quieren ver algo nuevo así es que siempre
los complazco.
Claro que actuar en el mismo sitio durante 23 años no
solo te da el incentivo para ampliar tu repertorio sino
también el lugar para ir presentando los trucos nuevos a
medida que los aprendes pero cuando Skinner dice,
"amo la magia" y "todavía es mi hobby" vemos que es-
tas son razones mucho más poderosas que la obligación
y responsabilidad profesional. Estas frases tienen mayor
fuerza viniendo de un mago profesional, un "obrero de
la magia", tal como llamaba un destacado mago aficio-
nado que conocí hace años. La inmensa mayoría de los
magos son aficionados. Los franceses dicen "amateur" y
los portugueses dicen "amador". Estos dos vocablos ex-
presan mucho mejor que "aficionado" lo que debería ser
un mago ídem. Siempre me ha parecido curioso, por de-
cir lo menos, que un "amador" de la magia solo sepa
presentar diez o doce trucos. Si uno "ama" la magia, lo
que más debería querer es "trabajar constantemente en
cosas nuevas", tal como dice Skinner. No ayuda en nada
anécdotas que se toman como ejemplares como la de
Devant cuando un joven mago le dijo que sabía hacer
cien trucos de cartas y preguntó a Devant cuántos hacía
él y Devant contestó autoritariamente: --Yo solo sé ha-
cer cinco, --lo cual la pseudo-autoridad mágica que cita
la anécdota explica diciendo: "más vale hacer cinco tru-
cos bien que cien trucos mal", asumiendo inmediata-
mente que el joven hacía mal sus cien trucos y también
ignorando otra premisa válida que es: "más vale hacer
cien trucos bien que solo cinco trucos por más bien que
los hagas".
Volviendo al trabajo de Michael Skinner, vemos que en
la otra actuación que aparece en el video, presenta dos
conjuntos de 3 trucos y un final:
Primer conjunto:
22:24 -- Bolas de esponja
24:10 -- Producción 4 Ases -- Pop-out move
26:40 -- Mátrix
Segundo conjunto:
27:46 -- Nudos Slydini
30:48 -- Producción 4 Ases -- distintos métodos
Empalme invisible
Final:
36:22 -- Carta en la cartera
Si cronometramos el tiempo de la actuación obtenemos
8 minutos y 35 segundos. En otras palabras, Michael
Skinner presenta 7 trucos en 8 minutos y 35 segundos.
Ya he escrito acerca del tiempo de actuación y cómo es
un factor fijo y que lo único que puedes variar tú es EL
LARGO DE LOS TRUCOS. Supón que a Skinner le
hubiesen pedido que actuara 9 minutos. En ese tiempo
podía haber presentado un solo truco de 9 minutos, dos
de 4 y medio, tres de 3 minutos, cuatro de 2 y cuarto o
cómo hizo él: siete de aproximadamente 1 minuto y
cuarto de promedio. El tiempo es el mismo pero la den-
sidad mágica en el caso de un solo truco es en el mejor
de los casos solamente una séptima parte de la densidad
mágica del caso en que se presentan 7 trucos en el mis-
mo periódo de tiempo. La diferencia puede ser mayor
pues en el caso de los trucos largos suele haber un solo
momento mágico mientras que los trucos más cortos
contienen varios puntos mágicos o sea que son multi-e-
fectos. Mira el caso de las Bolas de Esponja, el Mátrix,
Nudos Slydini, las Apariciones de Ases y el Empalme
Invisible. El único truco que hubiera sido de un solo
efecto (y que, de paso, es el más largo con 2 minutos y 4
segundos) y digo "hubiera" porque Skinner le agrega
como preliminar una breve secuencia mágico tipo Carta
Ambiciosa. En síntesis: en menos de 9 minutos el públi-
co ve una buena cantidad de magia.
5
No quiero decir que Skinner solo presentara trucos mul-
ti-efecto porque no es así (ver el truco de las Monedas de
una mano a la otra). Tenía muchos trucos de un solo
efecto pero al tener una presentación muy resumida, en
el tiempo total de la actuación llegaba a presentar mu-
chos más efectos mágicos que otro mago cuyo estilo
fuera la presentación más alargada de sus trucos. Me pa-
rece excelente la manera de Skinner de aprovechar el
tiempo al máximo para impactar al público con una alta
densidad mágica aunque eso signifique recortar ciertas
rutinas estándar, como los Nudos de Slydini de la cual
presenta solo dos fases y además de la forma más abre-
viada posible, con la charla mínimamente necesaria. La
comicidad del truco la genera automáticamente con el
asombro que causa. Podríamos decir que el efecto de los
nudos desvanecidos viene sorpresivamente pero eso se
aplica solo al primer nudo y aun así, el público intuye
que si el mago está haciendo un nudo tan apretado es
porque algo va a pasar con el mismo. La segunda vez,
como dije, ya no es sorpresa ya que es repetición de la
primera y aquí Skinner sabiamente termina su rutina,
habiendo logrado lo que seguramente quería lograr:
asombrar dos veces al público en el menor tiempo posi-
ble.
La charla de Skinner es mayormente expositiva y sirve
para dejar bien claro cada momento del truco y resaltar
los puntos imposibles para así generar mayor asombro.
Para continuar este estudio puedes mirar los siguientes
videos:
Rutina de navajas (1 minuto de duración):
https://www.youtube.com/watch?v=BWLgwxguX90
Anillo en la varita (35 segundos de duración)
https://www.youtube.com/watch?v=
TKoKbaIDjaA&t=1s
Este truco es precedido de un diálogo con el mago Ro-
ger Klause:
SKINNER: ...que yo considero uno de los efectos más
fuertes en la magia: el anillo en la varita. No conozco un
efecto más fuerte que este, Roger, porque si pides
prestado un anillo y una varilla prestada, el espectador
sujeta esa varilla prestada por ambos extremos y tú
metes su anillo en el centro mientras que él tiene
agarrados ambos extremos e inmediatamente le dejas
todo en sus manos entonces no tiene nada de qué
guiarse, no puede analizar el truco hacia atrás. Es un
impacto. No conozco ningún efecto que sea más fuerte
que ese.
KLAUSE: Estoy de acuerdo contigo, Mike.
SKINNER: Me quedo con ese truco entre todos los de-
más.
KLAUSE: Sé que era uno de los favoritos de Leipzig,
Charlie Miller lo usaba todo el tiempo, el Profesor en
Estrellas de la Magia tiene cinco o seis versiones.
SKINNER: Así es.
KLAUSE: Es maravilloso.
SKINNER: Maravilloso. Un efecto maravilloso.
KLAUSE: Es una de tus piezas características.
SKINNER: Bueno, sí, lo ha sido a lo largo de los años.
Hay más videos de Michael Skinner, si deseas seguir
viendo el trabajo de este mago. Ahora voy a explicarte
algunos de sus trucos y te recomiendo que los leas pues
son efectos muy buenos y prácticos y no del todo difíci-
les. Sé que te van a gustar.
Los fósforos de
Nelson Downs
Puedes ver a Michael Skinner presentar este truco en:
https://www.youtube.com/watch?v=
rqt7q4cScMo&t=82s
Este truco era uno de los favoritos del célebre Rey de las
Monedas, T. Nelson Downs. Uno de los magos que tam-
bién lo presentaba era Dai Vernon y explica la rutina de
Downs en su librito "Select Secrets". La rutina de Skin-
ner es diferente en varios detalles a la de Downs y es la
que te voy a explicar.
Skinner comienza con un pañuelo extendido delante de
él sobre la mesa y encima del mismo hay tres fósforos de
madera. En el anular izquierdo tiene puesto un anillo.
6
Toma ahora un fósforo de arriba del pañuelo con la
mano derecha y lo pone horizontalmente sobre la yema
de los dedos de la mano izquierda. Cubre entonces la
mano izquierda con la derecha abierta y al amparo de
esta, el pulgar izquierdo sujeta el fósforo contra la se-
gunda falange de los dedos índice y medio a la vez que
el anular y meñique izquierdos se apartan. El dedo me-
dio se dobla más pivotando el fósforo para que quede en
diagonal y entonces el pulgar izquierdo lo empuja de
manera que el extremo opuesto entre por debajo del ani-
llo por el dorso de la mano. El dibujo 1 muestra el inicio
de la acción y el 2 muestra su final.
Los centavitos
EFECTO: El mago pone en la mesa dos monedas de
medio dólar de plata a su izquierda y dos peniques de
cobre a su derecha. Toma las parejas de monedas con las
manos correspondientes y anuncia que todas se van a
juntar en la izquierda. Hace salir las de de plata de dicha
mano y entonces abre ambas manos y en vez de tener las
dos monedas grandes de cobre lo que tiene son dos mo-
nedas pequeñas (centavos estadounidenses).

EXPLICACIÓN: Antes de empezar el mago tiene los

dos pequeños centavos empalmados a la italiana, uno en
cada mano, según muestra el dibujo. En el regazo tiene
un pañuelo extendido.
1

Las parejas de monedas se sacan de un monedero y se

ponen en la mesa, cerca del borde, como muestra este
2 nuevo dibujo, las de plata a la izquierda y las de cobre a
la derecha.

Todo esto ocurre en segundos y cubierto por la mano de-

recha y cuando el fósforo esté metido bajo el anillo, de-
trás de dedo anular, la derecha hace un movimiento
hacia adelante como proyectando el fósforo sobre la
mesa y al hacerlo se aparta de la izquierda, dejando ver
esta vacía.
Las manos con las dos monedas pequeñas empalmadas
Lo anterior se repite con los tres fósforos y al final la a la italiana se ponen en el borde de la mesa con solo las
mano derecha toma la punta del pañuelo que está más primeras falanges de los dedos descansando sobre la
hacia el público y la lleva hacia atrás. La mano izquierda
se mete bajo este pliegue hasta quedar centrada bajo el
pañuelo y dobla los dedos dejando libre el extremo de-
lantero de los fósforos. La mano derecha agarra los tres
fósforos a través del pañuelo y tira de ellos, extrayéndo-
los del anillo. Se saca la mano izquierda de debajo del
pañuelo a la vez que se eleva la derecha sujetando los
fósforos a través de la tela. Entonces se deja caer uno
por uno los fósforos sobre la mesa para terminar.

7
misma, más o menos como muestra el dibujo anterior.
Esta es una posición muy natural y permite disimular
cualquier rigidez de los pulgares, producto del empalme
a la italiana. Skinner la usaba a menudo para disimular
empalmes de monedas, cartas y otros objetos.
La mano derecha toma las monedas de cobre deslizán-
dolas hasta el borde trasero de la mesa y se cierra conte-
niéndolas. Inmediatamente este puño cerrado se
descansa sobre la mesa, cerca del borde trasero de la
misma. Lo mismo hace la mano derecha con las mone-
das de plata.
El mago dice: --Dos monedas de cobre en mi mano de-
recha. Dos monedas de plata en mi mano izquierda.
Aunque ustedes no lo crean, las monedas de cobre de la
derecha...
El mago gira su puño derecho palma abajo, abriendo la
mano y golpeando las monedas de cobre sobre la mesa,
siempre cerca del borde trasero de la misma y en una po-
sición central con referencia al cuerpo del mago. La
mano derecha se retira hasta el borde de la mesa dejando
solo la primera falange de los dedos en contacto con la
misma para disimular el empalme a la italiana.
Apenas que el público haya visto nuevamente las dos
monedas de cobre sobre la mesa, la mano derecha avan-
za hacia ellas y finge tomarlas igual que antes, esto es,
deslizándolas hacia el borde trasero de la mesa pero esta
vez se deslizan de manera que caigan al regazo.
En el mismo momento en que la mano izquierda se des-
pega de la mesa (moviéndose hacia el cuerpo) y se cierra
para fingir que tiene las monedas, la mano derecha gira
sobre la mesa y golpea sus dos monedas en el punto en
que estaban las dos de cobre. Esto tiene que hacerse
todo a la vez de manera que el ruido de las monedas de
plata chocando contra la mesa ahogue el ruido de las
monedas de cobre al caer en el regazo sobre el pañuelo
que está extendido sobre el mismo formando una espe-
cie de servante..
La mano izquierda vuelve a tomar las monedas de plata
y ambos puños se mueven un poco más hacia el centro
de la mesa o en otras palabras, se alejan del borde.
La charla continúa sin pausa durante todo lo anterior:
--...se unirán a las monedas de plata en la izquierda,
una por una y muy rápidamente.
Ambas manos mueven su pulgar, aparentemente en un
gesto mágico pero en realidad es para mover las mone-
das pequeñas del empalme de la italiana al centro de la
mano.
Sin abrir el puño izquierdo, los dedos de dicha mano ha-
cen salir una de las monedas de plata por la parte supe-
rior del puño, entre pulgar e índice y después hacen salir
la segunda de plata.
--Aquí hay una moneda de plata que estaba en esta
mano. Aquí hay otra de plata que estaba en esa mano.
Pero, ¿saben algo? Cuando empecé me pareció que es-
taba usando penique ingleses.
Y aquí el mago abre ambas manos palma arriba y en vez
de los dos peniques, en cada una tiene una pequeña mo-
neda de centavo estadorunidense o en nuestro caso,
cualquier otra moneda pequeña a ser posible de cobre.
Tan importante como la ejecución del truco es la recogi-
da final de los elementos. El mago toma primeroy con la
mano izquierda las monedas que están visibles en la
mesa. Con la derecha toma el monedero (el cual se ha-
brá dejado apartado hacia la derecha de la mesa al prin-
cipio). Ambas manos van bajo el nivel de la mesa como
para guardar las monedas en el monedero y entonces se
aprovecha para tomar también las de cobre que están en
el regazo y meterlas también en el monedero junto con
las demás y así terminar y quedar limpio.
Pecepción engañosa
Este era uno de los trucos que usaba Michael Skinner
como final en algunas de sus actuaciones.
EFECTO: El mago toma doce cartas de la baraja la cual
es, digamos, de dorso azul. Saca ahora una carta de dor-
so de fantasía y sin mostrar la cara de la misma, la mete
en el paquete de cartas de dorso azul. Las cartas se po-
nen cara arriba y se mezclan un poco. Se pide a una es-
pectadora que intente sacar la carta con el dorso distinto
sin conocer cuál de ellas es por el lado de las caras. La
espectador saca una carta y el mago le pregunta si tomó
la de dorso diferente. La espectadora gira su carta dorso
arriba y se ve que tiene el dorso azul ante lo cual la es-
pectadora dice que no ha sacado la carta con el dorso
8
distinto. El mago inmediatemente gira ambas manos
mostrando los dorsos de las cartas que le quedan y todas
tienen dorso de fantasía, siendo la única "distinta" la de
dorso azul que tomó la espectadora.
EXPLICACIÓN: La baraja está preparada llevando en
su cara 11 cartas con dorso fantasía. Todas estas cartas
son de palos negros con la excepción de dos cartas de
Diamantes. La carta que está en posición No. 12 a partir
de la cara de la baraja y cuyo dorso es igual al del resto
de la baraja (rojo), es una carta de Corazón (digamos el
6 de Corazón).
En el bolsillo el mago tiene una carta de dorso fantasía y
de palo negro. Esta carta se sacará de dorso al público
cuando llegue el momento.
Me parece perfectamente factible presentar uno o dos
trucos previos usando esta baraja sin que se vean las car-
tas de dorso fantasía que están abajo.
Para iniciar el truco, gira la baraja cara arriba y di que
usarás solamente unas pocas cartas, digamos doce.
Cuenta una por una once cartas de la cara y al tomar la
No. 12 (cuyo dorso azul es igual al resto de la baraja),
úsala como pala para levantar las once cartas contadas
sobre la mesa. De esta manera, la carta de dorso azul
queda en el dorso del paquete y así, al girarlo cara abajo,
se verá un dorso igual al resto de la baraja y el público
asumirá que el resto del paquetito tiene el mismo dorso
azul que la carta que están viendo arriba de todo. El res-
to de la baraja lo giras dorso arriba y lo extiendes sobre
la mesa pero hacia la izquierda.
Saca la carta dorso fantasía del bolsillo sin dejar ver su
cara. Haz notar que el dorso es de fantasía y diferente al
resto. Inserta dicha carta por el centro del paquete como
muestra el dibujo de la derecha. Parecerá que metes una
carta diferente entre un paquete de cartas dorso rojo.
¡Piiii!
¡Piiii! el comodín chismoso
Esta es una espléndida rutina apta tanto para magia de cerca como para magia de sa-
lón.
EFECTO: Un espectador PIENSA cualquier carta, la saca de la baraja y la guarda en
su bolsillo. Muestras un Comodín y dices que va a leerle la mente al espectador y cap-
tará la carta que el espectador está pensando. El mago tiene entonces un diálogo cómi-
Iguala bien todas las car-
tas y corta para llevar al
centro la carta de dorso
azul cuya cara es 6 de Co-
razón. Di a una especta-
dora que intente sacar la
carta que tiene el dorso
DIFERENTE y extiende
las carta cara arriba para
que tome una, forzándola
a tomar el 6 de Corazo-
nes.
Hay una razón para usar una mujer en este caso y es que,
según asegura Skinner, al ver casi todas las cartas ne-
gras y una de Corazón cerca del centro y a la mano, ellas
se inclinarán por tomar dicha carta y así el forzaje será
muy fácil.
Cuando la espectadora toma el 6 de Corazón, separa por
el punto en que estaba dicha carta, quedándote cartas en
ambas manos y pregúntale si tomó la carta diferente.
Ella gira de dorso el 6C y viéndolo azul dice que no. En-
seguida se le responde: --¡Yo creo que sí! --y se giran
ambas manos mostrando que todas las demás cartas son
dorso fantasía. Las cartas se dejan desordenadas sobre la
mesa (y dorso arriba) con lo cual la transformación má-
gica será muy evidente.
Si quieres ver a Michael Skinner presentar este truco, he
aquí el enlace:
https://www.youtube.com/watch?v=rqt7q4cScMo
El truco empieza en el minuto 1:26. Este video contiene
otros efectos interesantes. Busca en youtube: "Michael
Skinner" y encontrarás más videos de este excelente
mago.
9
co con el Comodín y este le revela la identidad de la
carta elegida.
MATERIAL:
Una baraja ordenada en
rosario Si Stebbins u otro
o en orden mnemotécni-
co.
El estuche de dicha bara-
ja preparado recortándo-
le una ventanilla por
donde pueda verse el ín-
dice inferior derecho de
la carta de cara de la ba-
raja, ver dibujo de la de-
recha.
Un Comodín.
Un pito del tipo que se ocul-
ta en la boca y soplando
produce un pitido agudo.
Ver la ilustración.
PREPARACIÓN: Ten la baraja ordenada dentro del
estuche, el Comodín en el bolsillo del pantalón junto
con el pito.
PRESENTACIÓN: Comienza diciendo que en un
momento vas a pedir a todos los presentes que piensen
una carta cualquiera de la baraja y recuérdales que las
cartas pueden ser de dos colores: rojas o negras; que las
rojas pueden ser Corazones o Diamantes y que las ne-
gras puede ser Tréboles o Picas. Luego están los valo-
res. Las cartas pueden ser un As, un Dos, Tres, Cuatro,
etcétera hasta las figuras: Jota, Reina o Rey. Instruye al
público para que piense primero un color, luego un
palo y finalmente un valor para así componer mental-
mente una carta que solo conoce la persona que la está
pensando.
Anuncia ahora que se va a elegir una persona entre to-
das de una manera que asegure el más completo azar y
aquí utiliza el consabido recurso de ponerte de espal-
das y lanzar al público una bola para que la persona a
quien le caiga más cerca la tome y la lance a su ve hacia
donde quiera y esta segunda persona, que nadie podía
preveer, sea la que suba a escena.
10
Bueno, habiendo terminado con los preliminares, ya
está la persona en el escenario y le preguntas si está
pensando una carta. Cuando te responda que sí, dices
que para que no vaya a cambiar de idea durante el
transcurso del experimento, le vas a pedir que saque de
una baraja la carta que está pensando y que la guarde
en un bolsillo. Así la carta será como un comprobante
de su pensamiento.
Saca la baraja, extráela del estuche, deja este en la
mesa y di: --Aquí tengo una baraja y en ella está la car-
ta que usted está pensando. ¿Cuál de ellas es? Solo us-
ted lo sabe. Voy a mezclarlas para que desordenarlas
más de lo que ya están y así nadie, ni yo mismo, conoz-
ca el paradero de ninguna carta.
Dale una mezcla falsa total, por ejemplo, una Charlier,
y entonces di: --Voy a pasar las cartas revueltas ante
sus ojos y quiero que saque la carta que usted está pen-
sando pero no deje que nadie la vea. Yo voy a girar la
cabeza para otro lado.
Ve pasando las cartas de la izquierda a la derecha fren-
te a la mirada del espectador. Cuando este vea su carta
la tomará y guardará en el bolsillo y tú cortarás por di-
cho punto, llevando la parte superior abajo. En este
momento y gracias al ordenamiento, la carta de abajo
te dirá cuál es la carta pensada del espectador, es decir,
la que acaba de sacar de la baraja y ha guardado en su
bolsillo pero no la mires.
Ten la baraja cara abajo en la derecha y con la izquier-
da toma el estuche con el lado de la ventanilla para aba-
jo y mete la baraja en el mismo. Cierra la lengüeta y
entonces toma el estuche con los dedos derechos por el
extremo de la lengüe-
ta de manera que
cuando levantes la
mano la ventanilla
quede frente a ti y ha-
cia arriba y puedas
ver el índice de la
carta inferior y dedu-
cir por su palo y va-
lor, cuál es la carta
pensada por el espec-
tador. Por ejemplo, si
estuvieras usando el
rosario Si Stebbins y
ves el 4 de Picas, su-
mas 3 al valor (y obtienes 7) y avanzas un palo. Supo-
niendo que tus palos alternen Picas, Corazones,
Tréboles y Diamantes, la carta del espectador sería el 7
de Corazones, pero todo depende del sistema que uses.
Memoriza la carta pensada del espectador y descarta la
baraja y saca el Comodín del bolsillo, sacando oculto
el pito.
Muestra el Comodín y di que es un chismoso de marca
mayor y que no puede guardar un secreto. Entrégalo al
espectador y dile que le diga al oído el nombre de la
carta que está pensando en voz muy baja para que na-
die aparte del Comodín pueda oírlo pero que antes te
vas a girar para que no piensen que lees los labios o
algo así.
Tápate los ojos con ambas manos y gírate de espaldas.
Aprovecha entonces para meterte el pito en la boca con
la menor cantidad posible de movimiento. Con la len-
gua lo metes entre la mejilla y la encía para que puedas
seguir hablando.
Pregunta al espectador si ya le dijo la carta al Comodín
y cuando te diga que sí, di que ha habido personas que
en vez de decir la carta que están pensando y tienen en
el bolsillo, le han dicho una distinta al Comodín para
tomarle el pelo pero que eso es inútil pues este Como-
dín es muy pícaro y no solo sabe cuando le están min-
tiendo sino que tiene tal percepción que es capaz hasta
de adivinar la carta pensada.
Sin girarte de cara pon una mano tras el cuerpo y hacia
el espectador para que te ponga el Comodín en ella y
entonces llevalo a la altura de tu cabeza y di: --A ver,
Comodín, quiero que me digas el color de la carta que
este señor está pensando.
Lleva el Comodín a la oreja y finge escuchar. Finge
que el Comodín no ha dicho nada y di tú lo siguiente:
--¿No quieres hablar? ¿Qué es lo que pasa?
Vuelve a llevar el Comodín a la oreja y finge escuchar.
Esta vez el Comodín te habla al oído o más bien tú so-
plas por el pito y esto parece ser la voz del Comodín.
Después de dar un pequeño discurso de pitidos con in-
flecciones y tonos malhumorados, por fin termina y lo
retiras de la oreja. Dices entonces al público: --Este
Comodín. Dice que está cansado de que lo tutee. Quie-
re que lo llame de usted, que le dé el título de Señor y
que le pida las cosas por favor. Bueno. Si queremos
11
que trabaje voy a tener que hacerlo. Señor Comodín,
¿quiere usted decirme, por favor, de qué color es la car-
ta que está pensando este caballero?
Lleva el Comodín a tu oreja. Hay una pausa y final-
mente un solo pitido corto, como molesto. Retira el
Comodín de la oreja y di al público: --Dice que su carta
es roja. Bueno, Señor Comodín, si la carta es roja en-
tonces puede ser de Corazón o de Diamante. Digame
usted, Señor Comodín, por favor, ¿la carta que está
pensando este caballero es de Diamantes o de Corazón
Fíjate que dices de último el palo correcto. Esto es para
que le quede al público el ritmo de sus sílabas. Lleva el
Comodín a la oreja y ahora das un pitido por cada sila-
ba del palo. En nuestro caso es Corazón así es que son
tres pitidos, como si hablara. El público captará el palo
pero tú finges no captar y preguntas: --¿Diamantes o
Corazón?
Tres pitidos más como perdiendo la paciencia.
--No le entiendo, ¿Diamantes o Corazón?
Ahora el Comodín (o sea tú mismo) dice a punta de pi-
tidos: --¡Pi pi pi! ¡Pi pi pi! ¡Pi pi piiii!
Tú: --¡Ya entendí, ya entendí! Es de Corazón. No hace
falta que grite. Bueno, sabiendo ya que la carta es de
Corazón solo nos falta saber el valor. El Señor Como-
dín usualmente lo comunica a un pitido por número,
siendo la Jota once, la Reina doce y el Rey trece. Por
favor, Señor Comodín, ¿quiere usted tener la amibili-
dad de decirnos el valor de la carta que está pensando
este señor? (Al público) Contemos todos con el Señor
Comodín.
Llevas el Comodín a la oreja y el Comodín (es decir,
tú) da uno por uno, siete pitidos.
--¿Es un siete?
La pregunta es tonta por lo que el Comodín vuelve a
dar siete pitidos esta vez más rápido que antes.
--Está bien, está bien. Es el siete. De todas las cartas de
la baraja este señor está pensando el 7 de Corazón y
para comprobar que nuestro Comodín chismoso no nos
está tomando el pelo, voy a pedirle, caballero, que sa-
que la carta que tiene en el bolsillo y por primera vez
nos la muestre a todos.
 El espectador lo hace y el público se asombra. bajo y ahora el pito es agónico. Terminas lanzando los
trozos al aire.
Termina diciendo: --Ahí lo tienen. El Comodín chis-
moso ataca otra vez. Y para aquellos que crean que se Acompaña al espectador a su sitio y volver al escenario
trata de una pieza de electrónica japonesa... ¡No! Es un te giras de espalda al público y aprovechas para robar
simple Comodín. con la mano el pito de la boca y colorín colorado este
cuento ha terminado.
Y diciendo la última frase anterior rompes el Comodín
por la mitad y soplas secretamente el pito. Pones am- Aparte de la baraja, lo único que necesitas es el pito.
bas mitades juntas, rompes y otro pito más apagado. Algunas casas de magia los venden pero por si acaso,
Juntas todo y rompes otra vez pero costándote más tra- te pongo un enlace a continuación:
https://www.amazon.com/Squeaker-Shoes-Repair-Insert-Replace/dp/B01982MWWO/ref=
sr_1_1?dchild=1&keywords=mouth+squeaker&qid=1609125592&sr=8-1

ESCAPISTa
POR MAGICKEL

En el número de ene-
ro 2019, página 6, El
Puerco Sabio publi-
có un excelente y
práctico truco para
funciones infantiles
titulado "El conejo
viajero". Hoy publi-
camos una versión Los dibujos superiores muestran gráficamente el efecto
mejorada original tal como lo vendía la desaparecida casa Supreme Magic
del mago Magickel. de Inglaterra pero, por supuesto, no muestra el nuevo fi-
El efecto del truco nal cuando el mago saca el conejo completo del sombre-
original consiste en ro.
Magickel mostrar un papel mi-
tad negro y mitad Vamos a ver primero la preparación del papel. El primer
blanco el cual se doble verticalmente por el centro. El paso es tomar una hoja blanca tamaño folio, es decir, pa-
mago recorta con unas tijeras y al desplegar el papel se pel blanco normal para impresora y doblarlo por la mi-
ve que la parte negra es ahora un sombrero y la parte tad horizontalmente y luego verticalmente para que
blanca es un conejo con medio cuerpo asomado por la queden marcados los dobleces. Entonces, con una plan-
boca del sombrero. El mago arranca el conejo del som- tilla con forma de conejo que habremos preparado de
brero y doble este último varias veces, dándolo a tener a antemano, marcamos el contorno del conejo teniendo
un espectador. Ahora hace desaparecer el conejo y cuidado de no marcar más que la mitad en el área que
cuando se desdobla el sombrero se ve que el conejo ha está por encima del doblez horizontal del centro. Recor-
vuelto a aparecer asomado en el sombrero. Lo anterior tamos toda la silueta del conejo que se encuentra por de-
es el efecto original y ahora la mejora: El mago toma el bajo del centro del papel. Esto se muestra en la figura 1,
conejo por las orejas y lo saca del sombrero, saliendo un página siguiente.
conejo (de papel) entero con patas traseras, cola y todo.

12
 Figura 2

Figura 1

Corta ahora la mitad de otro folio y ponle goma por tres

bordes, como muestra la figura 2B. En el borde superior
solo se le pone una banda de goma de 1 cm de ancho y
en los bordes laterales dicha banda de goma o pegamen-
to tiene 3 cm de ancho. Esto se ve claramente en la fig. 2.

Esta media hoja de papel se pega en lo que sería la parte

de atrás del papel en que hemos medio recortado el co-
nejo y que se muestra en la Figura 1. De esta manera, la
parte entera del papel quedará doble. La figura 3 mues-
tra el papel por el lado de atrás con la media hoja adicio-
nal pegada.

Ahora tomamos un folio o página negra y la doblamos

por la mitad y se pega en el borde inferior de la parte su-
Figura 3
perior de la hoja preparada que muestra la figura 3. Para
que lo entiendas bien, mira la figura 4 en la página si-
guiente. una de sus caras el medio contorno del conejo. Cuando
marcaste dicho contorno usando la plantilla, habrás te-
Una vez pegada la hoja negra ponle pegamento en los nido el cuidado de hacer el trazo tenue para que no se
tres lados que muestra la figura 5 (página siguiente) y vea cuando muestras el papel al principio.
dóblala sobre su otra mitad formando así una especie de
sobre en cuyo interior estará la parte inferior del conejo El conjunto se dobla verticalmente por el centro mar-
que es la que está recortada. cando bien el doblez. Esto se muestra en la figura 6 en la
página siguiente.
El resultado final es aparentemente una hoja de papel
mitad negra y mitad blanca. La parte blanca tiene por

13
 Figura 6

gura 6. Toma las tijeras y corta el contorno del sombrero

en la zona negra haciéndolo por los bordes pegados para
Figura 4 que el sombrero resultante sea como un sobre cerrado
por sus bordes. Sigue cortando y esta vez en la zona
blanca cortas por el contorno tenue que marcaste. Esta
es la parte simétrica del conejo y debes recortarla en la
zona blanca QUE NO ESTÁ PEGADA para que al final

Figura 5
te queden separados el medio conejo y el conejo entero
cuya parte inferior está oculta dentro del sombrero. Su-
jeta bien ambas piezas para que no se separen. El resul-
tado se ve en la figura superior.

Deja las tijeras y después de mostrar el conejito en el

PRESENTACIÓN: Muestra el papel y dobla entonces
a lo largo de su eje central vertical, como muestra la fi-
sombrero, dóblalo hacia atrás justo por donde se une
con el sombrero. Marca el doblez y levanta solamente el
delantero, dejando oculto tras el sombrero la mitad del
conejo entero. Rasga el conejo visible y déjalo aparte.
Dobla entonces el sombrero y dalo a sostener. Toma el
medio conejo y hazlo desaparecer. Abre entonces el
sombrero de manera que se vea nuevamente el conejo
asomomado. Termina entonces sacando el conejo ente-
ro del sombrero.

14
 la magia de
el gran bronzini
Versión de El Gran Bronzini
En este artículo veremos un clásico moderno de nuestro
arte en versión de nuestro amigo y colaborador El Gran
Bronzini. Utiliza técnicas básicas que los magos ya do-
minan o deberían dominar.
EFECTO: Después de una breve fase previa en la cual
aparecen mágicamente bolas de esponja con las cuales
se ejecutan algunos efectos mágicos, las bolas van pa-
sando misteriosamente bajo el tazón, terminando con la
aparición asombrosa de dos frutas.
MATERIAL NECESARIO:
• 1 Tazón
• 4 Bolas de Esponja
• 1 Varita Mágica
• 2 Frutas
TÉCNICAS UTILIZADAS:
• Empalme en los dedos de las bolas
• Falso Deposito por empalme en los dedos.
• Adición secreta de bolas
• Carga secreta de bolas y frutas.
PREPARACIÓN:
1. Mete una fruta en el bolsillo trasero izquierdo del
pantaón y otra en el trasero derecho.
2. Mete dos bolas de esponja en el bolsillo trasero iz-
quierdo del pantalón.
15
El tazón y
las bolas
3. Las otras dos bolas las tienes donde te puedas apode-
rar secretamente de ellas al tomar la varita mágica con la
mano derecha.
PRESENTACIÓN: Comienza la rutina tomando la va-
rita con la mano derecha y a la vez tomas secretamente
las dos bolas de esponja la cuales ocultarás en la misma
mano en la cual tienes la varita. Deja entonces la varita
en la mesa y sigue los siguientes pasos:
1. Aparición de una bola en la mano izquierda.
La mano derecha toma pelusas imaginarias de la super-
ficie de la mesa y las finge depositar en la izquierda. En
uno de estos movimientos, los dedos izquierdos se cie-
rran robando una de las bolas de la derecha. Al cabo de
una pausa se abre la izquierda y ahí está la bola.
2. Duplicación de la bola.
Este es un conocido pase básico con bolas de esponja.
La mano derecha toma la bola que acaba de aparecer en
la izquierda y agrega secretamente la bola que tiene
oculta. Ambas manos se separan, cada una con una bola.
La ilusión que se quiere crear es que la única bola se ha
partido en dos bolas.
3. Bola de mano a mano.
Deja las bolas en la mesa para que el público las vea
bien. La derecha toma entonces una bola y hace un falso
depósito en la izquierda. Entonces la derecha (con una
bola oculta) toma la segunda bola de la mesa y se cierra.
Se ordena que la bola de la izquierda pase mágicamente
a la derecha. Se abre la izquierda y está vacía. Se abre la
derecha y ahí están las dos bolas juntas.
4. Desaparición de una bola.
La derecha toma una bola y hace un falso depósito en la
izquierda. Se abre la mano izquierda mostrando que la
bola ha desaparecido. Esta misma mano izquierda va al
bolsillo trasero izquierdo del pantalón, toma oculta una
de las dos bolas que están ahí y saca la otra visible en la
punta de los dedos. El efecto que se quiere crear es que
la bola que desapareció de la izquierda ha pasado al bol-
sillo trasero del pantalón y de paso se aprovecha para
cargar una bola en la izquierda.
En este momento hay dos bolas en el tapete sobre la
mesa y tienes una bola oculta en cada mano (en el em-
palme de los dedos).
5. La bola partida.
La mano izquierda toma una de las dos bolas de la mesa
y le agrega secretamente la bola que tiene oculta. Am-
bas juntas se apoyan sobre la mesa y poniendo el índice
sobre ellas, se mueve la mano hacia atrás como si cortá-
ramos la bola con el dedo. El resultado se ve en el segun-
do dibujo de abajo: la bola se parte en dos bolas.
¡Split!
2 bolas como 1
La situación en este momento es que en la mesa hay tres
bolas visibles y se tiene una oculta en la mano derecha.
II PARTE: El tazón
1. La mano derecha (con su bola oculta) agarra el tazón
(el cual está boca arriba) con los dedos adentro y la bola
apoyada contra la parede
interna del tazón el cual se
gira entonces boca abajo y
se deja sobre el tapete, car-
gando secretamente la
bola No. 4 bajo el mismo,
tal como muestra el dibujo
de la derecha.
16
2. Se coloca la varita bajo la axila izquierda.
3. La mano derecha toma una de las tres bolas del tapete
y realiza un falso depósito en la mano izquierda. La de-
recha (con la bola oculta) toma la varita mágica de deba-
jo del brazo izquierdo, toca el puño izquierdo y abre esta
última mano para mostrar que la bola ha desaparecido.
La mano izquierda levanta el tazón revelando la bola
que ha aparecido bajo el mismo. El tazón se deja boca
arriba sobre la mesa. Al mismo tiempo la mano derecha
deja la varita bajo el brazo izquierdo.
4. Repite el movimiento ilustrado en el último dibujo de
la columna anterior, girando el tazón sobre la bola que
acaba de aparecer bajo el mismo y agregando secreta-
mente la bola oculta en la mano derecha.
5. Toma una nueva bola, escamotéala como antes, le-
vanta el tazón con la izquierda para mostrar dos bolas
bajo el mismo. Igual que antes metes la varita bajo el
brazo izquierdo, la derecha voltea el tazón sobre las dos
bolas, agregando secretamente la que lleva oculta.
6. La mano izquierda toma la única bola visible de la
mesa y la lleva al bolsillo trasero izquierdo del pantalón.
La bola se deja ahí y se roba la fruta la cual se saca ocul-
ta en el empalme de los dedos.
7. La mano DERECHA levanta el tazón y revela las tres
bolas. El tazón se pasa a la mano izquierda cubriendo la
carga con el mismo. El tazón se deja boca abajo sobre la
mesa.
8. La derecha toma las tres bolas de la mesa y las lleva al
bolsillo trasero derecho del pantalón, las deja ahí y roba
la segunda fruta.
9. La mano derecha sale del pantalón, al mismo tiempo
la izquierda levanta el tazón dejando a la vista la primera
fruta pasando el tazón a la mano derecha que carga la se-
gunda fruta.
10. Se levanta el tazón y aparece la segunda fruta.
Y así termina esta excelente versión del clásico moder-
no del Tazón y las Bolas. Todos los pases necesarios ya
son conocidos y muchos magos ya los dominan por lo
que costará poco agregar esta rutina al repertorio.
 aplicaciones mágicas
Ferrán Homar
Nuestro suscriptor y colabora-
dor, Ferrán Homar, nos envió
un artículo muy interesante so-
bre aplicaciones (apps) mági-
Ferrán Homar cas para el teléfono móvil. Es
un tema sobre el que, personal-
mente, no tengo información así es que agradezco mu-
cho a Ferrán el envío de este artículo el cual apareció
en el número de agostso 2020, página 220.
Aquí publicamos la continuación del referido artículo
en la que Ferrán nos pone al día en relación con otra
aplicación mágica para el móvil.
Dando significado a la magia
por Ferran Homar
En el libro de H. Nelms Magia y presentación en el capí-
tulo I, página 15, habla de la magia del significado. Ex-
pondré una aplicación actual de un escrito de 1969
usando una aplicación de 2019.
Hay en el mercado muchas aplicaciones mágicas para
móvil. Ya he comentado algunas en otros artículos.
Mikael Montier creador de Magic Tricks tiene una en el
pack que permite introducir o sacar objetos del móvil.
Hay un detalle de la misma que no me gusta, y es que
cuando aparece el objeto en la pantalla esta muestra un
aspecto de resquebrajada. Al actualizarse el teléfono me
mostró sugerencias de otras aplicaciones del mismo de-
sarrollador, entre ellas está:
Objetos digitales - Digitals objects
La aplicación es de pago. El precio es asequible. Al ad-
quirir la aplicación ya puedes optar por diferentes obje-
tos: moneda china, de medio dólar cara o cruz, bola de
esponja, carta... pero además puedes crear algún objeto
tú mismo desde configuración de objeto. Yo me foto-
grafié mi tarjeta de crédito.
17
para el móvil
Cháchara para dar significado
Comento que cuando voy a comprar en algunas tiendas
se produce un diálogo más o menos de este estilo:
Dependiente: - ¿Como piensa pagar?
Yo - cliente: - Con el móvil.
Dependiente: - ¿Con qué aplicación? o No tenemos
este servicio.
Yo: - ¿No tienen VISA móvil? o ¿No tienen VISA?
Dependiente: - ¡Sí! ¡Claro!
Yo: - Pues, eso, la llevo en el móvil - saco el teléfono,
hago aparecer la VISA en él y la muevo por la pantalla...
Dependiente: - Pero nosotros necesitamos la banda
magnética.
Yo: - ¡Ah! ¡Perdón! - y extraigo la tarjeta del móvil.
Es muy interesante este tipo de magia y siempre está a la
mano pues todos tenemos teléfono móvil. Si te interesa
saber algo más, he aquí un video promocional de las
apps mágicas de Mikael Montier.
https://www.youtube.com/watch?v=vg69i_LGRuU
En el segundo 15 puedes ver el truco del que nos ha ha-
blado Ferrán en este artículo.
Si te interesa este tipo de magia puedes descargar el App
en Google Play o Apple Store y trae varios trucos gratis
y otros que tienes que comprar. También tienen versio-
nes profesionales que puedes adquirir y que te dan más
opciones, por ejemplo la que te dice Ferrán con el truco
"Digital Objects". La versión gratuita te permite solo
hacerlo con una carta elegida pero pagando puedes usar
algún otro objeto, tal como tu tarjeta de crédito para ha-
cer la rutina explicada.
 n d e
Sec ció
artomagia
Cuando vivía en Barcelona publiqué dos libros titulados "Colección cartomá-
gica 1" y "Colección cartomágica 2" las cuales contenían algunos trucos muy
buenos, la mayoría con poca o ninguna habilidad de manos. Estos libros no se
volverán a publicar y es una lástima que esos trucos queden en el olvido. Por
ese motivo voy a ir publicando aquí lo mejor de su contenido.

ser la sexta. Bueno, vamos a ver. Si fuera alguna de es-

tas dos el truco estará bien.

¿Cálculo o disparate? Ahora cuentas una, dos, tres,

cuatro, cinco, seis.... y la si-
guiente carta es una a la cual le
falta una cuarta parte y enton-
ces dices triunfante -¡y tres
cuartos!-- y girando la carta
que sigue, esa es justamente la
Comienza este truco diciendo que se trata de un efecto elegida.
de "calculismo, esoterismo, atletismo y reumatismo".
Una persona saca una carta y después de mirarla y mos- Todo es muy sencillo. Rompe
trarla a los demás espectadores, la devuelve a la baraja. una cuarta parte de un
Tú la cortas varias veces y entonces dices que para en- comodín y ponlo debajo de la
contrar la carta elegida hay que encontrar una carta guía. baraja. Gira cara arriba la séptima carta a contar por aba-
Vas a cortar y la carta que cortes no será obligatoria- jo pero antes la doblas un poco para poder cortar por ella
mente la carta elegida pero su valor indicará dónde está cuando llegue el momento. Da igual el valor ya que to-
la elegida. dos los cálculos que haces son puro disparate.

Cortas una vez más la baraja y misteriosamente cortas
por una carta que está cara arriba. Esta carta es un cuatro
(por ejemplo). Entonces la pones cara arriba sobre la
mesa y haces en voz alta los siguientes cálculos.
La carta es un cuatro. Cuatro por dos es ocho. A esto
hay que sumarle uno por la hora que se cambia en vera-
no así es que tenemos nueve. Nueve dividido entre la
raíz cúbica del número de la placa del coche de mi mu-
jer es.... déjame ver (aquí tiene mucho efecto contar con
los dedos). ¡Ya está ! Quiere decir que la carta elegida
está justamente a seis cartas y tres cuartos a contar de
arriba. ¿Esto no está bien, no? Me habré equivocado en
algún lugar. (Se finge repasar rápidamente toda a opera-
ción en el cerebro). No, a mí me sigue dando que la carta
está a seis y tres cuartos de arriba. ¡Ah, ya sé! Eso quiere
decir que puede ser la séptima... aunque también podría
Eso es todo. La derecha saca la mitad inferior de la
baraja a la vez que la izquierda se alarga hacia el
espectador para que ponga la elegida encima de la mitad
que tiene dicha mano. La mitad de la derecha se pone
entonces sobre la elegida. Se corta varias veces siguien-
do la posición de la carta cara arriba para dejarla final-
mente cerca del centro. Se corta ahora por dicha carta
(gracias al puente que se le ha dado) y esta aparece cara
arriba encima de la mitad inferior.
Deja aparte la mitad superior, toma la carta cara arriba y
déjala así mismo sobre la mesa. Haz los supuestos cál-
culos y termina el truco como ya se dijo.
Este truco lo puedes hacer al principio de la sesión y ter-
minando, descartas el Comodín mutilado, dejando la
baraja lista para continuar.

18

La carta pensada
Este truco lo puedes hacer a continuación del que expli-
qué anteriormente (¿Cálculo o disparate?). Aparte de la
preparación para aquel truco, la cual se hace abajo de la
baraja, arriba de la misma tendrás preparada una serie
de cartas según el siguiente sistema.
La preparación consiste en nueve cartas. Como clave
mnemotécnica usarás tu número de teléfono y así po-
drás recordar perfectamente tanto el valor como la posi-
ción de las cartas en la serie de nueve. Supongamos que
tu número telefónico fuera 6420-4165. Busca entonces
cartas con valores iguales a los del número:
6 - 4 - 2 - figura (0) - 3 - 4 - 1 - 6 - 5
Los palos solo importan en el caso de los números repe-
tidos, usando palos negros para la primera instancia de
cualquier número repetido y palos rojos para la segunda
instancia de cualquier número repetido. Usando el
ejemplo, el 6 y el 4 inciales son negros y el 6 y el 4 repe-
tidos son rojos.
Ordenadas las cartas anteriores se busca un 3 y se pone
en 5ta. posición, es decir, en el centro exacto de la orde-
nación, (ver dibujo siguiente). Estas nueve cartas van
arriba de la baraja.
Después de mezclar en falso ve pasando las cartas de
arriba, contándolas secretamente hasta llegar a nueve.
Entrégaselas a un espectador y pídele que piense en
cualquiera de ellas. Abre la baraja por la mitad para que
devuelva ahí todo el paquetito y al poner la mitad supe-
19
rior encima, guarda un break. Marca una pequeña pausa
y entonces corta la mitad de las cartas que están arriba
del break y ponlas sobre la mesa. Acto seguido corta to-
das las cartas hasta el break y ponlas sobre las que ya pu-
siste en la mesa y finalmente pon el resto de las cartas de
la mano encima de las que están en la mesa. El resultado
de este triple corte es que el grupo de nueve cartas (entre
la que está la que pensó el espectador) vuelve a quedar
arriba de la baraja.
Lleva la baraja tras la espalda, cuenta hasta la quinta
carta (3), gírala al revés dejándola en su sitio y corta la
baraja llevándola al centro. Pon la baraja bien igualada
sobre la mesa y pide al espectador que diga la carta
pensada. Apenas te la diga sabrás en que posición está
entre las adyacentes al 3. La primera posibilidad es que
sea el mismo 3. En este caso el milagro está servido y
solo tienes que extender la baraja y se verá el 3 cara arri-
ba en el centro.
Si fuera alguna de las cartas que están a los lados del 3
(la figura o el 4 rojo), anuncias, ANTES DE
EXTENDER LA BARAJA, que giraste una carta al
revés y la metiste justo a la izquierda (o a la derecha,
según sea) de la pensada.
Si fuera una carta más separada se revela contando hacia
cualquier lado (y este sistema permite anunciar de
antemano hacia que lado se contará) tres cartas
empezando la cuenta a partir del mismo 3 al revés o a
partir de la carta siguiente. Finalmente, si fueran las
cartas extremas, se anuncia antes de extender la baraja
que se deletreará el valor de la carta a izquierda o
derecha, según sea. Extiendes, se ve el 3 y se deletrea
T-R-E-S hacia el lado que convenga para revelar la carta
pensada.
La carta al número
PREPARACIÓN: Pon secretamente un 7 y un 6 arriba
de la baraja (el 7 es la carta superior) y debajo de la mis-
ma pon un 9 y un 8, siendo el 9 la carta de abajo de la ba-
raja.
PRESENTACIÓN: Mezcla en falso respetando la po- En síntesis, la carta elegida queda en octava posición a
sición de las cartas preparadas. Extiende las cartas de contar por arriba. Pide ahora que te digan un número en-
arriba y al hacerlo cuenta mentalmente siete cartas. Des- tre el 5 y el 10 y dependiendo de cual te digan harás lo si-
plaza hacia atrás la séptima (injog) y continúa exten- guiente:
diendo las cartas. Al hacerlo, dices al espectador: --Mire
usted que todas las cartas están cara abajo. --(Esto no
tiene nada que ver con el truco pero te permite contar las
siete cartas superiores).

Encuadra la baraja y levanta la carta injog por atrás con

el pulgar derecho. Inmediatamente guarda un break bajo
las siete cartas superiores con el meñique izquierdo. En-
tonces "rifflea" la baraja como muestra el siguiente di-
bujo, pidiendo al espectador que te diga "alto" cuando

SEIS: Afirma que sabías que dirían el 6. Ejecuta un do-

quiera y te detienes y cortas con la derecha por dicho
punto de la baraja, como muestra el dibujo de la siguien-
te columna para que el espectador tome la carta superior
del paquete de abajo.
Al cortar la mitad superior con la derecha, el pulgar de-
recho mantiene el break por el extremo trasero. Mien-
tras que el espectador está mirando la carta elegida,
acerca la mano derecha a la izquierda y deja caer secre-
tamente todas las cartas que están por debajo del break
encima de las de la izquierda. Hecho esto, en la derecha
te quedarán solamente las siete cartas que separaste las
cuales sostendrás para que no se note que solo tienes sie-
te cartas y que el público piense que sigues teniendo más
o menos la mitad de las cartas.
ble-lift y muestra que la carta de arriba en un 6. Pon las
dos cartas como una sola debajo de la baraja. Afirma
que su carta se pondrá mágicamente en la posición 6.
Cuenta hasta dicha carta y es la elegida.
SIETE: Muestra la de arriba (es un 7). Ponla debajo y
cuenta hasta la 7a carta (la elegida).
OCHO: Ejecuta "la carta corrida" deslizando hacia
atrás la carta de abajo (9). Saca y muestra el 8. Ponlo
abajo y cuenta hasta la 8a carta.
NUEVE: Saca y muestra la de abajo (9). Ponla encima
y cuenta hasta la 9a.

Haz que el espectador regrese su carta arriba del paquete
de la mano izquierda y pon las cartas de la derecha enci-
ma de la misma como si pusieras muchas más cartas.
Esta manera de ejecutar el conocido "bluff pass" es muy
buena ya que combina la elección de la carta con su re-
greso a la baraja o control.
Pesando los colores
Toma la baraja, ábrela ante tus ojos y ve separando los
colores, pasando las cartas rojas arriba. Esto lo haces a
la vista del público después de anunciarlo. Al final y
secretamente, pasa tres cartas negras sobre las rojas para

20
que queden encima de la baraja. Extiende ahora las
cartas frente al público mostrando que los colores están
separados (sin que se vean las tres negras de arriba).
Recuerda la séptima carta negra como carta clave.
Corta por la mitad, aparentemente separando los colores
pero en realidad roba cuatro cartas rojas detrás de todas
las negras. Pon ambas mitades de la baraja una al lado
de la otra y cara abajo sobre la mesa. Ahora mismo hay
sobre la mesa un montón cara abajo compuesto de cartas
rojas con tres negras arriba y un montón de negras con
cuatro rojas arriba. La séptima carta de este montón la
recuerdas y es tu clave.
A co negras el segundo espectador tiene cinco rojas y
B Teniendo en una mano las cartas negras que has
Refiriéndonos al dibujo superior, el paquete A consiste
en cartas rojas con tres negras arriba y el paquete B con-
siste en cartas negras con cuatro rojas arriba. En este pa-
quete, además, conoces la 7ma. carta negra y esa es tu
clave.
Gírate de espaldas y da las siguientes instrucciones a un
espectador: Pídele que tome una carta cara abajo de
¡Feliz año 2021! Comenzamos un nuevo volumen de El
Puerco Sabio esperando que termine pronto la pandemia
de Covid-19 que tanto nos ha afectado el pasado año. Se-
guiremos trabajando con el mayor optimismo para conti-
21
cualquiera de los dos montones y que la ponga cara aba-
jo frente a sí sobre la mesa. Entonces ha de continuar
tomando cartas una por una de un montón y del otro en
el orden que desee hasta que tenga siete cartas. Final-
mente pídele que mezcle dichas siete cartas.
Gírate cara al público y pon ambos montones cara arri-
ba. Pídele a otra persona que tome también siete cartas
combinándolas como le parezca de uno y otro montón.
Gírate nuevamente de espaldas mientras lo hace. Cuan-
do haya terminado pídele que ponga sus siete cartas cara
abajo.
Ponte de cara al público y comienza a tomar una por una
cartas negras hasta tomar la carta clave. Al hacerlo ex-
plica que las cartas negras son ligeramente más pesadas
que las rojas y que intentarás "pesar" las cartas y descu-
brir cuántas rojas y negras ha tomado cada espectador.
He aquí cómo lo haces: La cantidad de cartas negras que
tienes (incluyendo la clave) es igual a la cantidad de ro-
jas que tiene el segundo espectador. (P. ej. si tienes cin-
—restando dicho número de siete— dos negras).
tomado, pide que te ponga en la otra sus siete cartas y
finge sopesar ambos paquetes antes de anunciar la
cantidad exacta de negras y rojas que tomó. En relación
con las cartas del primer espectador, debido a la
preparación secreta del inicio, siempre tendrá tres
negras y cuatro rojas. Anuncia dichas cantidades
después de efectuar el mismo teatro que antes.
nuar publicando esta revista a pesar de que ha habido una
reducción significativa en la cantidad de suscriptores,
causada, sin duda por la dura situación económica por la
que estamos pasando muchos. Esta circunstancia confir-
ma que fue acertada la decisión de publicar digitalmente
El Puerco Sabio ya que este formato evita los gastos de
impresión y de envío. Gracias a este ahorro puedo seguir
publicando la revista. Gracias también a tu apoyo y el de
todos los que han renovado su suscripción para 2021.
El Castillo Mágico de Hollywood ha sido durante déca-
das algo así como una Meca para los magos del mundo.
Muchos son los que han tenido el sueño de actuar en di-
cho local y han invertido más dinero en viajar, hospedar-
se y comer que lo que han sacado en salario pero en la
vida hay sueños que no se cuantifican en dinero por lo
que parece comprensible la actitud de esos magos.
Hablo del Castillo Mágico porque el 4 de diciembre pa-
sado el periódico Los Angeles Times publicó un largo ar-
tículo en el que se divulgan escándalos de abuso laboral y
sexual en dicha institución. El artículo apareció a pesar
de que el Castillo Mágico se encuentra cerrado por la
pandemia y causó la renuncia de su gerente general,
quien tenía el mérito de haber sacado las cuentas del Cas-
tillo de los números rojos y transformarlo en un negocio
rentable que gana varios millones de dólares al año.
En el artículo recogen el testimonio de varias personas
que se han sentido agraviados de alguna manera en el
Castillo mágico, desde ex-empleados hasta magos, pa-
sando incluso por clientes. El artículo comienza hablan-
do de Ed Kwon, un mago coreano que desde jovencito
tuvo el sueño de actuar algún día en el Castillo. Cuando
lo visitó por primera vez hasta lloró y todo... Disculpen
un momento que tengo que disciplinar al puerco que se
está revolcando de la risa.
Bueno, continuemos. El caso es que el sueño de Kwon se
convirtió en una pesadilla (para él) cuando un miembro
importante del Castillo, cada vez que lo veía, se achinaba
los ojos con los dedos y le decía: --Chin hong chong, --y
chinerías por el estilo y al rato otros empezaron a mortifi-
car también al pobre coreano imitando un chino, cosa que
el coreano no aguantó y al final se sale de la magia y pre-
fiere meterse al ejército de Corea del Sur donde por lo
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menos todos tienen los ojos iguales y los problemas que
tendrá ahí serán, por lo menos otros, aunque esperemos
que no tenga que ver nada con ningún ojo.
Un poco más serio es lo de una ex-mesera a la que un
compañero de trabajo le manoseaba las tetas a cada rato e
incluso un día se le vino por detrás y le manoseó las par-
tes más importantes que tiene la mujer entre las piernas,
etc. Se quejó la pobre pero nadie le hizo caso.
También dice el artículo que en el Castillo Mágico hay
un sótano que es como un bar y ahí hay unas sillas que se
pelean los socios más veteranos pues desde ellas, cuando
baja alguna mujer con falda un poco corta, se les puede
ver hasta el apellido a las pobres. A las magas que actúan
en el Castillo alguna buena alma les advierte de este fe-
nómeno y ya saben ellas cómo tienen que bajar la susodi-
cha escalera para no perder la virginidad ópticamente.
También ocurre que si la maga está muy buena, hay so-
cios (magos) que le meten mano, haciéndose los tontos.
El autor del artículo es injusto, por lo menos en una oca-
sión, cuando culpa al Castillo Mágico del comportamien-
to de un mago en particular. Veamos... una mujer
llamada Andrea Kemp, asistió al Castillo para participar
en una fiesta navideña de su empresa. El mago la llamó
de voluntaria, le hizo elegir una carta y entonces le pidió
que se la sobara por las tetas (por fuera, claro). Ella dijo
que no y ¿qué hizo el mago? ¡Invadió su espacio perso-
nal! La pobre Andrea bajó llorando del escenario.
Este mago es un imbécil. El ejemplo típico de la escuela
de "carta forzada y diez minutos de bla, bla, bla". En este
caso el "bla bla bla" incluye supuestos "gags" como que
la espectadora se frote la carta por encima de los pechos.
Ese es el problema cuando el "mago" no tiene claro que
su principal oficio es asombrar y no hacer reír al público
a toda costa. Es un imbécil porque no se ha dado cuenta
de que está en una sociedad donde alguien se puede ofen-
der porque "invadas su espacio personal". Puede ser que
esto nos suene raro a nosotros acá pero si actúas "allá"
tienes que saber mínimamente los tabúes de dicha cultura
y ajustar tu trabajo en consecuencia. Se trata de una cul-
tura donde achinarte los ojos y decir "Ching hong chong"
a un mago oriental puede causar trauma tan fuerte que un
enamorado de la magia la repudie y prefiera meterse al
ejército. Hay cosas graves como que seas mujer y un
compañero te agarre la tajada por sorpresa pero igual-
mente hay que cuidarse de hacer ofensas más sutiles que
en otro lugar no tendrían ninguna consecuencia.