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Parte I
Tomado de CÓDIGO CIVIL VENEZOLANO / Emilio Calvo Baca
Publica Abg. Rafael Medina Villalonga
La importancia capital de esta figura jurídica nos insta a publicar estas
enseñanzas de doctrina y jurisprudencia que algunas luces pueden arrojar para la
mejor comprensión de este derecho que, con el simple transcurrir del tiempo legal
puede conducir a obtener el derecho de propiedad; y que nos da derecho a retener la
cosa poseída o a reclamar su devolución por vía del Interdicto Restitutorio o a exigir el
cese de la perturbación (amparo) por vía del interdicto del mismo nombre.
DOCTRINA. –
“En nuestro ordenamiento legal la posesión se considera como un hecho.
Gramaticalmente no debe confundirse “poseer” con “tener” o posesión con
tenencia. La posesión consiste en un poder ejercido por alguien que tiene una
cosa para sí, ya sea en custodia (depósito) o en garantía del cumplimiento de
una obligación a favor del poseedor (prenda, anticresis) o que la tiene con el fin
de usarla o de explotarla económicamente, con independencia de la intención del
poseedor de considerar ese bien como propio. Son poseedores: el propietario, el
arrendatario, el depositario, acreedor prendario o anticrético, el comodatario, el
usufructuario, el usuario. Para nuestra ley posesión es “una relación de hecho
entre la persona y la cosa con el fin de su utilización económica”.
JURISPRUDENCIA. -
“De la definición denuestra ley positiva se ve que la tendencia misma a
que se refiere reviste los caracteres de un hecho sui generis, un hecho que por
sí solo de nacimiento a determinados derechos, un hecho que por su propia
virtud tiene una secuela de consecuencias y al cual la ley concede acciones
específicas que lo salvaguarden. Por otra parte, no consiste sólo la posesión en
la mera tenencia. Permitir que los testigos afirmen el derecho de la posesión es
convertirlos en jueces y en las acciones posesorias convertirlos con el carácter
de sentenciadores únicos e inapelables sobre la materia del litigio. Toda
jurisprudencia niega esa teoría. – Sent.17-2-28, M.1929, Pag.199”.