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MONSANTO
*»
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}
Contenido
Prefacio
Capítulo 1
El rol de la ecofisiología de cultivos en la intensificación de la
producci ón agrícola.
F.H . Andrade '
Capítulo 2
Desarrollo fenologico y su respuesta a temperatura y fotoperíodo.
.
V.O. Sadras' M . Ferreiro , F Gutheim y A.G. Kantolic2
'
Capítulo 3
Crecimiento y rendimiento comparados.
Femando H. Andrade y V íctor O. Sadras F. H. Andrade\ L . A . N . Aguirrezabal 1 y R .H. Rizzalli 1
Coordinadores de edición
Capítulo 4
Al. Mercedes Rebaudi
Diseño y autoedición Densidad de plantas y espaciamiento entre hileras.
C .R.C. Vega y F. H. Andrade '
'
i
Susana Lobato
Obra original de tapa
Capítulo 5
-
E.E.A. INTA Balcarce F.C.A. U.N.M. P.
Centro de investigación
Fecha de siembra y rendimiento de los cultivos.
F.H. Andrade' y A .G. Cirilo3
Impreso en Argentina en Producciones Gráficas Sirio
en el mes de Septiembre de 2002. Capítulo 6
Requerimientos hidricos.
Queda prohibida la reproducción total o parcial Ffl A . l. Della Maggiora 1 , J .M . Gardió!2 y A.I. Irigoyen1
de este libro, por
cualquier medio, salvo permiso escrito
concedido por los editores .
l v
.
Capítulo 7
I.S.B.N.: 987-521-047-1 Efectos de la sequía sobre el crecimiento y rendimiento de los cultivos.
F.H . Andrade' y V.O Sadras 1
í
I
L r
' ii
Capítulo 9 Soja, girasol y maíz son los cultivos estivales más importantes
Diagnóstico de la fertilización
. de la Argentina. En la década del 90 , los tres cultivos combinados
Echeverr ía
S. A. Uhart y H E . promediaron un área sembrada de 12 millones de ha por año. Un
mercado interno reducido sumado a una gran producción determina
un enorme saldo exportable y convierten a estos granos y sus
Capítulo 10 derivados , en particular los oleaginosos , en una de las principales
Bases para el manejo de malezas . fuentes de ingresos para el país .
F. Bedmar . J.J Eyherabide y E .H . Satorre La comparación de cultivos es una herramienta útil, aunque poco
explotada en general. El grupo de investigación de cultivos de la Unidad
t Integrada en Balcarce ha aplicado este método con singular éxito en
Capítulo 11
estudios de ecofisiolog ía. En este libro tratamos de extender la
Plagas de los cultivos de girasol, maíz y soja .
comparaci ó n entre cultivos a diversos aspectos que incluyen su
A . M . Vincim y H A . Alvarez Castillo
' '
ti
MS thP°
^
Ca anunciando
hambrunas generalizadas, tal como lo hiciera
¿Cuánto habr ía que aumentar la producción agrícola para que
A US 60 el pasac 0,
. n Gra Un * Ehrlich concluyó que el aumento de la 1
en el 2050 i) se mantenga la producción energética por habitante actual
nlCI° problema sin solución y que alimentar a 6000 millones
I
HP personas (poblaci
compnyrf wrineS
í
,
ón actual) era en la práctica imposible.
de a dbcada del 60, la tasa de crecimiento relativo
en los paí ses más desarrollados con dietas ricas y/o saldos exportables
y ii) se alcance, a través de la agricultura, la mínima energía requerida
por habitante para una dieta apropiada en países menos desarrollados?
isminuir hasta llegar actualmente a
valores inferiores al
3. Posibilidades de aumento de la producción El área bajo producción agr í cola aument ó considerablemente
durante el siglo pasado y durante la primera mitad del actual. Durante
Como ya lo habí amos señalado, cuando hace unas décadas el siglo pasado se increment ó, bá sicamente, en los EE.UU. y en Rusia,
experiment ábamos un crecimiento exponencial que parec í a no y durante la primera mitad de este siglo aumentó en Asia, en América
desacelerarse , aparecieron pron ó sticos negativos sobre las Latina y en la ex - Unión Sovié tica (Buringh y Dudal, 1987). A partir de
posibilidades futuras de alimentar a la población humana ( Brown, 1974; la década del ’ 60, la superficie total cultivada se mantuvo relativamente
.
Ehrlich 1975). estable. La Figura 3A presenta la evolución del área cultivada en el
Como muchas otras veces antes , los pronó sticos no se mundo con trigo, ma í z, soja y girasol durante los últimos 40 años. Sólo
cumplieron. Si la tasa de crecimiento de la población en aquellos años Ja superficie cultivada con soja y girasol mostró un marcado incremento
era alta ( 2.1% por año), la tasa promedio de aumento de la producción en el per í odo analizado.
de alimentos entre 1960 y 1995 fue más alta todav í a ( 2,5% anual) Existe un área potencial cultivable de alrededor de 33 millones de
( Figura 2 ). Aquellos pron ó kilómetros cuadrados. De ese total, el 59% es pobremente productivo,
sticos negativos no estimaron
adecuadamente los cambios tecnológicos que se produjeron en las el 27% medianamente productivo, y el 14% altamente productivo (Norse
últimas décadas. .
et al., 1992; Buringh y Dudal 1987; Tabla 2) . De los 33 millones de
Analizaremos a continuación los aumentos de la producción kilómetros cuadrados potencialmente cultivables, hoy se aprovechan
agr í cola en las últimas dé unos 15 millones que corresponden a las tierras alta y medianamente
cadas y los má rgenes que existen para
incrementarla, a trav é s de sus dos componentes principales: la productivas. Por lo tanto, existe margen para aumentar la superficie
superficie de tierra bajo
producción y el rendimiento por unidad de
agr í cola, pero en tierras pobremente productivas que requerir ían de
10 11
?
Tabla 2: Superficies de tierras por categorías (en km ).
altos insumos y cuidados.
o 300
. Figura 3B). Contrariamente , para el girasol y la soja , el aumento en la
S 200 producción se debió en mayor medida a una mayor superficie cultivada
o 100
( Figura 3). A ún así , los rendimientos de soja crecieron de 1,1 a 2,2 t
2 G¿
0 temo
ha 1 y los de girasol de 1 a 1.3 t ha ’ en el per í odo analizado.
1960 1970 1980 1990 2000 Estudios realizados para estimar el progreso gené tico en
A ño potencial de rendimiento en las últimas dé cadas indican que los
rendimientos potenciales de maí z se incrementaron entre 0,7 y má s
de 1 qq ha ' año 1 en EE.UU. y Argentina ( Russell, 1986; Duvick, 1984;
Í
unidad m ! ár a sembrada total (A), de los rendimientos promedio por
6
Andrade et al., 1996) y los de trigo entre 0,3 y 0,5 qq ha año en
1 1
Capitulo 1
otros agroquí micos el, riego , la mecanizaci ón , la adaptaci ón do los con la calidad del ambiente. Por otro lado Russell 1986 . ( ) encuentra
de producci n ( Andrade 1998 a ) . El materiales no só lo presentan mayor potencialidad de
cultivares a los ambientes ó que los nuevos
producci ó n sino
espectacular aumento de rendimiento en los principales cultivos a partir rendimiento y mejor respuesta a nuevas t écnicas de
de los a ños 60 ( revolución verde ) se debió, principalmente, a la también mayor estabilidad del rendimiento a travé s de
ambientes.
conjunci ón de tres innovaciones con una fuerte sinergia : a ) Entonces, es posible combinar alto potencial de producci ó n en buenos
disponibilidad de fertilizante nitrogenado relativamente barato, b ) mayor ambientes con tolerancia a estré s moderado . Esto es m á s dif í cil para
potencial de rendimiento de cultivares que además, en trigo y en arroz, condiciones de estr é s severo debido a que la adaptaci ó n a estas
presentan genes de estatura reducida que permiten disminuir el vuelco situaciones exije un alto costo energ é tico. En este sentido es mucho
por hacer ; es estudiar el funcionamiento de los
asociado con altas dosis de fertilizantes, y c ) nuevos herbicidas que lo que resta necesario
en los ambientes espec í ficos de inter é s e identificar cuales
hacen posible la difusión de estos cultivares, inherentemente pobres cultivos
competidores con las malezas ( Evans, 1997). Esto indica la importancia son las caracter í sticas más deseables para esa interacción genotipo
de la interacción entre mejora gené tica y pr á cticas de manejo ambiente determinada ( Richards, 1987).
apropiadas.
¿Hasta que punto es factible aumentar los rendimientos ? Cada
año, a cada hectárea de tierra en el partido de Balcarce llegan 25,5 Tabla 3: Flujo energético en la producción de maí z.
millones de megajoules de radiación fotosint é ticamente activa. La
energí a contenida en los granos de maíz que se cosechan en una
hectárea de alta producción del partido representa apenas un 0.8% Energí a ( MJ ha 1 año ' ) %
de la energí a que llegó a dicha superficie en un año. Considerando el
Rad total incidente 53.175. 000 100
rendimiento promedio del partido, dicho valor cae a 0,3% ( Tabla 3; 25.524.000 50 100
Rad. fotosint éticamente activa ( RFA )
.
Andrade 1998a ). Estos datos dan una idea muy grosera de lo poco Rad. interceptada ( RFA )
eficiente que es el sistema de producción y de las posibilidades que ciclo corto 8.200.000 15 30
existen para mejorarlo. El optimismo se basa en la baja eficiencia ciclo intermedio 10.000. 000 19 38
energética de la producción que podría ser aumentada mejorando i) la Energía en biomasa total
(maíz de alta producción)
eficiencia con la que los cultivos interceptan la energí a solar incidente, ciclo corto 400.000 0.80 1.60
ii) la eficiencia de conversión de RFA interceptada en biomasa y iii) la ciclo intermedio 470.000 0,90 1.80
partición de biomasa entre destinos de interé s comercial y el resto de Energí a en grano
la planta ( Andrade. 1998a ). ( maí z de alta producción)
ciclo corto 180.100 0,34 0.70
Por un lado, el potencial gené tico de rendimiento de nuestros 213.300 0.40 0.80
ciclo intermedio
cultivos va a aumentar, ya que se espera que las tendencias observadas Mejores productores sin riego 122.300 0.23 0.46
en las últimas décadas se mantengan ( Productores medios sin riego 76.500 0.14 0.28
Heichel, 1982; Wittwer, 1983;
RRI. 1993). La mejora varietal puede
también contribuir al aumento
e ren miento a trav és del aumento
'
como la sequí a, las temperaturas
en la tolerancia genética a estreses
extremas, los suelos ácidos o
14 15
de insumos y de
tecnologí a puede incrementar
i
* anlicación brechas entre rendimientos reales y potenciales . Según Salvador
( 1995 ) en algunos cultivos las pé rdidas atribuidas a este motivo
ascienden hasta 40%. Norse et al. (1992) estiman que se pierden 1.000
variedades mas millones de toneladas anuales de productos agr í colas por estas
Estos últimos rendimientos son estimadores de
adversidades , s ó lo durante el ciclo de cultivo. Igualmente , la
íoTteThoTdeToducci
140 qq ha ’ para ma í
ón que el ambiente determina y rondan los 100-
z. 80 qq ha ’ para trigos duros y 50 60 qq ha ' manipulación y el almacenamiento de granos son á reas donde hay
mucho para mejorar. Se han estimado perdidas en almacenamiento
para soja y girasol ( Muchow et al., 1990 Abbate
; et al.. 1994 : Andrade. por insectos y /o hongos de hasta 3 ( Mohammad et al., 1988) , 7
.
1995 Andrade et al. 1996). Para Balcarce . la eficiencia tecnológica
con que se cultiva el ma íz (cociente entre el rendimiento real promedio .
( Chebanova 1987 ) y 25% ( Sukprakarn. 1985 ). También se pierde
calidad en el almacenamiento ( Sudesh et al., 1993 ).
y el de alta producció n ) es de alrededor de 0 , 36.
En general para todo el mundo, hay grandes posibilidades de
Tambié n puede cerrarse la brecha entre los rendimientos incrementar la producción en las tierras má s productivas a travé s de la
obtenidos bajo secano por los productores má s avanzados y los tecnologí a y el potencial genético, sin necesidad de ejercer demasiada
rendimientos promedio, debido a que una importante proporción de la presi ón en las á reas m á s suceptibles a la degradaci ó n. La
producción mundial se basa en t écnicas agr í colas antiguas y no intensificació n de la producción en las zonas m á s aptas para la
apropiadas. Las t écnicas de la revolución verde aun no han sido agricultura es la mejor solución para satisfacer la creciente demanda
adoptadas por má s del 50% de los productores agricolas del mundo de alimentos manteniendo los ecosistemas naturales remanentes y la
( Solbrig. 1995 ). En Balcarce. los mejores productores de maí z obtienen biodiversidad ( Avery, 1997; Solbng, 1999) . Existe un gran potencial
rendimientos de alrededor de 75 qq ha 1 mientras que el rendimiento para aumentar la producción agr í cola mundial ( alrededor de quince
promedio del partido es de 50 qq ha \ Adem á s , el rendimiento promedio veces ) ( Andrade et al., 1998a y b) por lo que ser í a posible satisfacer
mundial de maí z es de 40 qq ha ' , valor muy inferior a los rendimientos los requerimientos de alimento de la población mundial en el futuro
obtenidos bajo secano en pa íses desarrollados como EE . UU. y Francia manteniendo a la vez la biodiversidad y cuidando los recursos y el
(80 qq ha ) ( Andrade. 1998a ) . Estos últimos duplican los promedios
'
á
'' ,
de polinizaci n abierta
,05 6 60 ° obsoleta, se obtienen mejores degradados y erosionados. En paí ses donde el nivel
tecnológico de la
^
cul ivos comerciales con híbridos producción agr ícola es mayor, los principales
con manejo
rn np modernos, pero problemas surgen del
deficiente. uso indiscriminado de biocidas y fertilizantes que produce r
Las adversidades biol una seria
ógicas son también responsables de las contaminación ambiental y del mal uso del riego que produce p
érdidas
16
17
de tierras por salimzacion. racional y seguro de los crecientes insumos y adoptar t é cnicas
Es necesario, por un lado, mejorar los techos do producción y la conservacionistas.
adaptación de los cultivos a las condiciones especificas del ambiente
a trav é s del mejoramiento gené tico , y por otro, cerrar las brechas
existentes entre los potenciales gen é ticos de producción y los </> 80
rendimientos reales , hacer un uso eficiente y adecuado de los msumos.
co
y alcanzar una producción sostenible, a trav é s del manejo. 60
producción ¡8 20
§
Como ya se indic ó , la producción agr í cola del mundo est á 5
creciendo e intensificándose como consecuencia , principalmente, de
un marcado incremento en el uso de insumos y de mejores materiales
genéticos. Es de esperar que este proceso continuo en zonas de buena <f>
aptitud agr í cola durante los pr ó ximos años . Esto se debe a un numero -a
ro
de factores t écnicos , sociales y económicos que convergen para eo
justificar esta tendencia. Entre ellos se encuentran el aumento de la
<1)
demanda en cantidad y calidad de alimentos y fibra; la posible caída TJ
18
19
i
Scanned with CamScanner
Capítulo 1
fines. El conoci-
La ecofisiología de cultivos contribuye a estos y
les y de agua y iii) los efectos de deficiencias hídricas nutricionales
miento de los procesos y mecanismos determinantes
del crecimiento constituyen la base para un manejo efi-
sobre el crecimiento vegetal,
y del rendimiento de los cultivos en nuestros ambientes
es necesario
ciente y sustentable de la fertilizaci ón y del agua disponible . Una ade-
para aumentar la producción de manera sostenible. ya que nos orienta
cuada disponibilidad nutricional desde el momento en que los nutrientes
en la elección de las practicas de manejo mas apropiadas brinda in-
,
son requeridos en altas cantidades asegura un ó ptimo estado fisiológi-
formación para un manejo eficiente y adecuado de los insumos, y guía en los momentos decisivos para la determinaci ó n del ren-
co del cultivo
al mejorador en la selección de genotipos de mayor potencial de rendi- dimiento. Adem á s, la mayor respuesta a incrementos en la disponibili -
miento y mas adaptados al ambiente. Por lo tanto, la intensificación de dad de agua se observa durante dichos momentos . Estos conceptos
la producción no solo consiste en aumentar el uso de insumos, sino se presentan en los Capítulos 6, 7, 8 y 9.
V
^
que incluye también la profundización del conocimiento del cultivo. Finalmente, conocer los procesos y mecanismos que determinan
El ciclo del cultivar es el principal factor a tener en cuenta para el crecimiento y el rendimiento de los cultivos nos asiste en la evaluación
adecuar el cultivo a la oferta ambiental de una determinada localidad, y manejo de las adversidades biológicas, temas que se tratan en los
caracterizada por la temperatura , el fotoper í odo. el periodo libre de Capí tulos 10, 11, 12, y 13.
heladas, la distribución de las precipitaciones, etc. En el Capitulo 2 se La revolución verde ha tenido un enorme impacto en la producción
describe el desarrollo fenoló gico del maíz, el girasol y la soja y los de alimentos. Hoy estamos a las puertas de otra gran innovación en la
factores que lo controlan. Necesitamos también conocer los procesos agricultura , la biotecnolog í a ( Herdt , 1995). Se espera que la
y mecanismos que determinan el crecimiento y el rendimiento de estos biotecnologí a pueda contribuir en tres grandes áreas: a) disminuir la
cultivos. Si conocemos cuales son los per í odos má s cr í ticos para la dependencia de agroquí micos peligrosos para el ambiente a través
determinación del rendimiento podemos, a través del manejo, optimizar del uso de variedades transgénicas, como sojas RR tolerantes al
el estado fisiológico del cultivo en dichos momentos. Estos per í odos glifosato y maí ces BT que expresan proteí nas de Bacillus thuringiensis,
se detallan y discuten en el Capí tulo 3. de acción insecticida; b ) la mejora y diversificación de la calidad
La ecofisiología de cultivos nos orienta también en la elección alimenticia de los productos agr ícolas: y c ) el aumento del potencial de
de las pr ácticas de manejo más apropiadas. Saber que el ambiente rendimiento y su estabilidad. Las dos primeras contribuciones de la
térmico y radiativo fija un techo de producción que no podemos superar biotecnologí a, por involucrar uno o pocos genes y relaciones causa-
con el agregado de fertilizantes y riego es un concepto muy ú til cuando efecto más o menos lineales, ya son una realidad. En contraste, por
se desea transferir un paquete tecnológico de una región a otra. Para involucrar mecanismos gené ticos y fisiológicos mucho más complejos,
un manejo agronómico adecuado es necesario también conocer, por de fuerte interacción con el ambiente, la mejora del potencial de
ejemplo, que i ) la respuesta del crecimiento y el rendimiento a la rendimiento y su estabilidad utilizando herramientas biotecnológicas
variación en la densidad de plantas y en la fecha de siembra difiere está algo má s distante. Es aquí donde se vislumbra otro aporte de la
entre los cultivos, Ií) la densidad recomendada varía en función del ecofisiología de cultivos, ya que por estudiar el funcionamiento de los
ambiente, y iii) la respuesta del rendimiento a la reducción de la distancia cultivos en relación con la productividad y el ambiente, contribuye a i)
identificar caracteres claves para rendimientos altos, estables y
I
entre hileras es directamente proporcional al incremento de radiación
interceptada durante los perí odos más crí ticos del cultivo. Estos y otros eficientes y ii) explicar la interacción de dicho car ácter con el ambiente.
conceptos de manejo agronómico racional se detallan en los Capí tulos Por lo tanto, es necesario el trabajo interdisciplinario entre
bioteenólogos, mejoradores y ecofisiólogos en la tarea de incorporar
Por otro lado, información sobre i) la dinámica de acumulación caracteres deseables a nuestros cultivos.
de nutnentes en las plantas, ii) los requerimientos de
nutrientes minera-
20 21
i
.
T O Riordan F. Praderie Compiled by
M. Brennan (Eds). Based on a Conference
. .
held in Vienna Austria November 1991 . .
Cambridge University Press London,
Desarrollo fenológico y su respuesta a
R.U.
Perry, M. W., y M.F. D Antuono. 1989. Yield improvemen
'
1920s- 1980s. Iowa State J. Res. 61: 5-34. En el ciclo de vida de una c élula , ó rgano , planta o cultivo
Sadras, V.O., y F.J. Villalobos, 1994. Physiological characteristics related to yield transcurren dos tipos de procesos simultáneos e interdependientes: el
improvement in sunflower ( Helianthus annus L.). En: G.A. Slafer (Ed.). Genetic
improvement of field crops. Marcel Dekker. New York.
crecimiento y el desarrollo. El crecimiento involucra aumento de tamaño
Salvador, C. 1995. Productos fitosanitarios, producción de alimentos y medio ambiente. ( á rea , volumen , masa ) mientras que el desarrollo es la sucesión
.
Conferencia mundial de la Ingeniería y la alimentación. Bs.As., Argentina 18-21 progresiva de estados diferenciados fisiológica y/o morfológicamente.
.
de Septiembre Consejo Profesional de Ingeniería Agronómica. Por ejemplo, desde su iniciación en un meristema , una hoja pasa por
Slafer, G.A., y FH. Andrade. 1989. Genetic improvement in bread wheat ( Triticum una serie de estadios bien diferenciados fisiológicamente . En un
aestivum) yield in Argentina. Field Crops Res. 21:289 pp.
Solbrig, O.T.1995. Propuesta para el siglo XXI. Conferencia mundial de la Ingenier ía
principio, la capacidad fotosintética de la hoja es baja con relación a
.
y la alimentación Bs.As., Argentina. 18-21 de Septiembre, 1995. Consejo los requerimientos de crecimiento , para el cual depende de la
Profesional de Ingeniería Agronómica. importación de carbono de hojas más viejas. En contraste , una hoja
Solbrig, O.T.1999. Observaciones sobre tecnología y desarrollo agrícola. Actas 7o completamente desarrollada es una exportadora neta de carbono.
Congreso Nacional de Asociación Argentina de Siembra Directa. Mar del Plata, Hacia el final de su ciclo, la hoja entra en un proceso de senescencia
Argentina. Agosto de 1999. pp. 41 51. - que involucra la degradación ordenada de las estructuras que la
Solbrig, O.T. 2001. La agricultura argentina del futuro: entre la productividad y la
conservación. Actas 9o Congreso Nacional de Asociación Argentina de Siembra constituyen (e.g. cloroplastos, membranas) y la movilización a otros
Directa. Mar del Plata, Argentina. Agosto de 2001. pp. 27-33. órganos de nutrientes liberados en este proceso (e .g. nitrógeno).
.
Sudesh, J., A C Kapoor, y S. Ram. 1993. Available carbohydrates of cereal grains as Del mismo modo que con la hoja , estructuras a niveles de
affected by storage and insect infestation. Plant Foods for Human Nutrition 43: organización menores (e . g. células) y mayores (e.g. planta entera)
- .
45 54
tienen patrones de desarrollo y crecimiento típicos los cuales están
.
Sukprakam, C 1985. Pest problems and the use of pesticides in grain storage in
«
Bases para el manejo del maíz, el girasol y la soja. Editores: F.H. Andtefc
Sadras. EEA INTA Balcarce - Fac. de Ciencias Agrarias UNMP - .
;
crecimiento foliar
fenológicos de maíz, girasol y soja, indicando los efectos de temperatura -
senescencia foliar
y fotoperíodo y enfatizando aquellas etapas cr íticas en la determinación
del rendimiento. Los patrones fenológicos descriptos en este capítulo
FACTORES
proveerán un marco de referencia para analizar las respuestas de los AMBIENTALES íodo
agua fotoper estrés
cultivos al manejo (Capítulos 4, 5), estreses bióticos (Capítulos 10- oxígeno (e.g. agua, nitrógeno)
sI
I
5
2. Definiciones y conceptos básicos ESTADO f
% 2 l 5 5 2 2 2 2 2 0
26 ¿fe*
Wv
.
,'
Las Figuras 1 (maíz), 2 (girasol) y 3 (soja ) resumen los estado cambio es más gradual y coexisten en el tiempo meristemas vegetativos
de desarrollo de estos cultivos, dan una
idea de las relaciones e t
y ponen de relieve los efectos de los fact 6^ ° y reproductivos . En esta especie hay variedades determinadas ,
desarrollo y crecimien to semideterminadas e indeterminadas (Bernard, 1972), pero en todas
ambientales más importantes sobre el desarrollo según se dis » r® * ellas el primer signo de la entrada al período reproductivo es el cambio
en las secciones 3-5. de estado de un meristema axilar mientras que el ápice permanece
veqotativo durante un per íodo má s o menos prolongado; ésto hace
masa por grano
que en una misma planta se diferencien simultáneamente hojas y
CRECIMIENTO Y
COMPONENTES DEL número de plantas +
granos
número de a * órganos reproductivos.
RENDIMIENTO
núnjro de hojas
crecimiento foliar
masa por grano
senescencia foliar . CRECIMIENTO Y
-
i ÜJ
<
iB —
senescencia foliar
> s
-
i i o
es, ace FACTORES
agua fotoperiodo
ESTADO 5
i8 i C AMBIENTALES
ir |
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oxigeno
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1
GIRASOL FIN FASE JUVENIL
TIEMPO
ESTADO
I 1I
2
S Í 2 S 2 S 2 S S S S
j í»
Figura 2: Estados de desarrollo del girasol,
y efectos de los factores ambientales m
relaciones entre desarrollo y crecimiento
ás importantes sobre estados críticos. La
^ W V
i
V1« V12 VI*
TIEMPO
temperatura afecta todas las fases
de desarrollo y se ha omitido intencionalmente en SOJA
la figura . Una escala arbitraria
se usó para la duración de cada fase, i.e. las distancias
entre estados no indican
duración.
Figura 3: Estados de desarrollo de la soja, relaciones entre desarrollo y crecimiento y
2.2. Hábito de crecimien
to efectos de los factores ambientales más importantes sobre estados crí ticos. La
temperatura afecta todas las fases de desarrollo y se ha omitido intencionalmente en
Ma í z , girasol y soja .
la figura . Una escala arbitraria se uso para la duración de cada fase i.e . las distancias
son cultivados por sus estructuras entre estados no indican duración.
reproductivas . Resulta
cr ítica , como consecuencia , la transición del
estado vegetativo,
producen hojas
durante el cual los meristemas de los vástagos El hábito de crecimiento y la forma de transición al estado
y tallos, al estado reproductivo tienen consecuencias importantes para la adaptación de
menstemas pasan a producir reproductivo, durante el cual los
, estructura s reproductivas. En ma í z y los cultivos a estreses ambientales (Loomis y Connor, 1996). El periodo
larffAr< fSPeC ^ S de crecim
ent0 determinado, la transición es marcada:
' de floración prolongado de los cultivos indeterminados permite la
oue el “^ eslructuras vegetativas cesa en el momento en
ema apical se
transforma en reproductivo. En soja, el
compensación por la pérdida de flores o frutos causado por un estrés
transitorio. En contraste, los cultivos determinados son mucho más
29
..
. «rendios breves e intensos de estres al carecer de cardinales (Hammer et al., 1982; Grimm et al., 1994). La Tabla 1
Ersrrssssrvurrs,:s
Ioo
presenta a modo de ejemplo las temperaturas base para la fase
siembra-emergencia de una serie de cultivos. Puede verse una notable
crecimiento vegetativo al reproductivo t ípica de las especies diferencia entre cultivos invernales y estivales. Los valores en la Tabla
determinadas representa una estrategia óptima que maximiza la 1 deben ser tomados como orientativos, más que como “constantes
partición hacia granos y la tasa de aumento del í ndice de cosecha. En especí ficas”. En efecto, existen diferencias ¡ntraespecíficas importantes
cultivos indeterminados, cada floro inflorescencia adicional va asociada e incluso diferencias que dependen del método de c álculo utilizado.
con una nueva hoja y una nueva porción de tallo que la soporta. As í, la Materiales de maíz y girasol adaptados a nuestra zona de producción
cantidad de material vegetativo aumenta con el rendimiento. La tienen Tb menor. Además, los valores de Tb son, por ejemplo,
superposición de crecimiento vegetativo y reproductivo en plantas normalmente mayores cuando se determinan en experimentos de fecha
anuales, no obstante, no restringe mayormente el rendimiento de los de siembra que cuando se determinan en ambientes controlados
cultivos ya que una vez iniciado el llenado de los granos, éstos se (Villalobos and Ritchie, 1992).
convierten en un destino prioritario restringiéndose el crecimiento
vegetativo ( Egli y Legget, 1973). ro A
A s|
O
2.3. Desarrollo y temperatura <u
T3 2
C 3
Dos estados fenológicos o “fenoestados" delimitan una fase O <D
TJ
O
fenológica . Así hablamos, por ejemplo, de la fase siembra - emergencia, 23 <D
antesis - madurez o siembra - madurez . La duración de una fase , =
O
U
9CTJ!
habitualmente medida en d í as, depende de la temperatura.
Normalmente, la relación entre duración de una fase y temperatura no
es lineal (Figura 4 A). Por este motivo, se prefiere caracterizar la duración Temperatura
de una fase a través de su inversa (Figura 4B). Esta función inversa
de la duración se llama tasa de desarrollo y su unidad es dia 1 Figura 4: Respuesta idealizada a la temperatura de a) duración de una fase fenológica
'
. La y de b) su inversa, la tasa de desarrollo.
linealización que surge de usar la tasa de desarrollo permite definir
tres temperaturas cardinales (Figura 4B). La temperatura Tabla 1: Temperatura base (Tb) y tiempo térmico para la fase siembra-emergencia
í base (Tb) es
la temperatura a la que la tasa de desarrollo es de una serie de especies cultivadas. Adaptado de Angus et al. (1981).
cero (Ritchie y NeSmith,
1991); para que haya desarrollo la temperatura
debe ser mayor a Tb.
La tasa de desarrollo aumenta linealmente
con temperaturas entre Tb
y To ( temperatura óptima) y vuelve
a declinar - má s o Especie Tb (°C) Tiempo térmico (°C dia)
linearmente - en el rango entre To y la temperatura máxima, menos
Tm. Si la
temperatura ambiente es inferior a
AunoS' 56
i" " ,
Tb o superior a Tm, el desarrollo
6 6 y la duración de la ase
ende a ser infinita.
trigo
cebada
2,6
2.6
78
79
Aunque el desarrollo prácticamente
planta no se ve "
se detiene la supervivencia de la
necesariamente comprometida cuando es expuesta a
avena
lenteja
soja
2, 2
1.4
9,9
91
110
71
temperatura varios grados por
debajo ma í z 9,8 61
distintas fases fenológicas pueden de Tb o por encima de Tm. Las girasol 7.9 67
tener diferentes temperaturas
30 31
Se han desarrollado modelos cuantitativos para estimar la pueden generalizarse en un modelo sencillo (Figura 4), las respuestas
duración de distintas fases fenológicas. Los modelos más sencillos, al fotoper í odo son mucho má s complejas y var ían con la especie y el
limitados para su aplicación al intervalo de temperaturas entre Tb y To, estado de desarrollo (Figura 5). Las siguientes definiciones, aunque
utilizan el concepto de tiempo t érmico definido como la suma de la simplificadas , son suficientes para el aná lisis de las respuestas
diferencia entre la temperatura media diaria ( T) y la temperatura base fotoperiódicas en este capítulo. Una planta tiene una respuesta de día
correspondiente a la fase: corto si no florece (respuesta absoluta o cualitativa) o se demora en
florecer ( respuesta cuantitativa) si el fotoperíodo se encuentra por
tiempo térmico = £ (T - Tb) encima de un valor cr í tico ( Roberts y Summerfield, 1987) (Fe, Figura
5 ) , rec íprocamente una planta de día largo es aquella que no florece o
Nótese que T se refiere a temperatura del aire o del suelo según se demora en florecer si el fotoperíodo est á por debajo de un valor
corresponda a procesos que afecten la parte aérea o subterránea del cr í tico. En algunas especies, como la soja, se ha determinado la
cultivo. La Tabla 1 muestra el tiempo térmico requerido para completar existencia de un segundo umbral fotoperiódico por sobre el cual la
la fase siembra - emergencia para una serie de cultivos. Este modelo tasa de desarrollo no se ve afectada (Fee, Figura 5).
predice que la emergencia de un cultivo de soja ocurrir á 14 dí as La existencia de una fase “juvenil”, en la cual las plantas no
después de la siembra si la temperatura es de 15 C , i.e. 70,5/( 15 - responden al fotoperíodo, merece destacarse como uno de los aspectos
9.9) , mientras que llevar á s ólo 7 días si la temperatura es 20 °C. fundamentales de la respuesta fotoperiódica que es compartido por
Como discutimos antes , existe una considerable variabilidad las tres especies bajo estudio. La existencia de una fase insensible al
intraespecífica para el desarrollo fenológico por lo cual los par ámetros fotoper íodo ha sido demostrada en soja y ma íz, y contamos con
de estos modelos, Tb y el tiempo t érmico requerido para cumplir la evidencia indirecta de la existencia de esta fase en girasol. Al finalizar
fase, pueden variar entre cultivares. la fase juvenil, las plantas entran en una fase “inductiva” en la cual la
También debemos tener en cuenta al utilizar un modelo de este iniciación del estado reproductivo se adelanta o se demora de acuerdo
tipo que existen supuestos que limitan su aplicación. Algunos de estos a las condiciones fotoperiódicas durante esta fase. En la fase inductiva
supuestos son explícitos , como la condición Tm > T > Tb mencionada el ma í z y la soja se comportan como especies cuantitativas de días
antes, y otros implícitos que deben ser juzgados en cada caso. Un cortos y el girasol tiene una respuesta cuantitativa de día largo. La
importante supuesto en el caso ilustrado para la emergencia , es que respuesta de la floración al fotoperíodo en girasol es complicada, sin
el agua es suficiente y no excesiva para la imbibición de la semilla , su embargo, por una respuesta de día corto entre iniciación floral y antesis
germinación y crecimiento inicial de la plá ntula. Tambié n, debe (Connor y Sadras, 1992).
enfatizarse que el modelo de tiempo t érmico es ú til como herramienta El fotoper í odo tambi é n ejerce influencia sobre eventos
para el análisis cuantitativo de las respuestas de las plantas a la , reproductivos posteriores a iniciación floral. En maíz se han citado
temperatura, pero no describe los procesos bioló gicos involucrados, efectos fotoperiódicos sobre el desarrollo normal de estructuras
i.e. las plantas no responden al tiempo térmico sino a las condiciones reproductivas ( Andrade et al., 1996). En girasol, algunos genotipos
t érmicas a las que se hayan expuestas en cada momento de presentan una respuesta de día corto entre iniciación floral y floración
su ciclo.
(Connor y Sadras, 1992). En soja, los efectos fotoperiódicos son
- —-
2.4. Desarrollo reproductivo y fotoperíodo importantes durante todo el ciclo (Raper y Kramer, 1987, Grimm et al.,
1994 ).
En las tres especies, la transformación de los
meristemas al
no sói a ia p »
° "
con las respuestas a la temperatura que
32 33
en los campos de la
A pesar de notables progresos recientes
con el desarrollo
fisiologí a, la genética y la bioquímica relacionados
comprensi ón acabada de
reproductivo, todavía estamos lejos de una nivel de planta entera.
particular al
tí )
los procesos involucrados, en
0)
O
"
Existen sin embargo , modelos predictivos más o menos complejos
c que combinan respuestas foto y
termoperiódicas para girasol, soja y
o ; Villalobos et al„ 1996).
maí z (Kiniry, 1991; Grimm et al.,1994
•
o
2 P1 + 4
o pi
o 2.4. Otros factores que afectan el desarrollo
, calidad de luz,
La disponibilidad de agua y nitr ógeno
o
5 =
c rica de CO y radiaci ón solar son otros factores
• o Girasol concentración atmosfé 2
8 que pueden afectar el desarrollo de los cultivos . Los efectos de estos
insignificantes en comparaci ón con la
TS factores son generalmente
C
án tratados en
temperatura y el fotoper í odo y por esta razón no ser
g P1 + 3 , alguno de estos factores
este cap í tulo. En algunos casos, sin embargo
agua para la
puede asumir un papel fundamental, como lo es el del
c P1 .
0)
agua , que no permite
fase siembra - emergencia: tanto la escasez de
que inhibe la germinación
la imbibición de la semilla, como el exceso,
ó n de 02 en el suelo
indirectamente por la reducción en la concentraci
pueden ser críticas en esta fase.
3. Maí z
' .
tiempos requeridos para iniciación floral en
F gura basada en Kiniry (1991),
En estas ( guras, la temperatura se
Villalobos
condiciones de fotoperíodo más favorables.
et al. (1996) y Summerfield et al. (1993).
considera constante.
35
34
Capítulo 2
Bajo condiciones ambientales adecuadas , cuando la semilla La etapa inductiva culmina cuando el ápice inicia la diferenciación
absorbe entre el 30 y 40% de su peso en agua , se inicia el proceso de de las espiguillas estaminadas de la inflorescencia masculina quedando
germinación que involucra la activación de enzimas hidrolí ticas de las definido el número final de hojas. La duración de la fase juvenil, el
reservas seminales. La emergencia de la radí cula se ñ ala fotoperíodo cr ítico y la sensibilidad fotoperiódica dependen del cultivar.
macrosc ópicamante la germinación. Ésta es seguida por el crecimiento Dado que el fotoper íodo depende de la latitud y de la época del año, la
del coleóptilo junto con la plúmula , seguido por las tres o cuatro ra íces combinación de sitios , fecha de siembra y cultivares darán lugar a un
seminales laterales. Finalmente, el mesocótilo se extiende acercando rango de patrones fenológicos dependientes, en parte, del control
la extremidad superior del coleóptilo a la superficie del suelo, hasta fotoperiódico del desarrollo reproductivo. Por ejemplo, la duración de
que la planta emerge, alcanzando el estadio . De acuerdo con los la fase siembra- iniciación floral en cultivos de Dekalb 4F91 en Balcarce
VE
supuestos discutidos en la sección 2.3 , y asumiendo que no hay aument ó de 280 °C d para siembras en septiembre a 310 °C d para
mayores restricciones para la germinación y emergencia, e.g. reducida siembras en diciembre, y la variación en fotoperíodo dio cuenta de un
impedancia mecánica , adecuada humedad, se puede predecir 60% de la variación en la duración de esta fase ( Andrade et al., 1996).
el tiempo
de emergencia de un cultivo de maíz
considerando un requerimiento Potencialmente, cada yema axilar puede dar origen a una espiga.
de 61 °C dí a por sobre una Tb de 9,8 C (
“ Tabla 1). Una vez que el Sin embargo, debido al fenómeno de dominancia apical (Cline, 1991),
coeoptio emerge y recibe radiación solar, la panoja interfiere con el desarrollo de los primordios de espigas en
detiene su crecimiento al
so óm Lue90, las hojas los 6 a 8 nudos superiores de la planta. Así la primera espiga viable
SmiL\ ? 6'
& e Ptl
; de embrionarias atraviesan la
normalmente se observa alrededor de esta posición nodal. El mismo
°
la planta ° ° °^ esta manera prosigue el desarrollo de
tipo de relación de dominancia apical hace que la primera espiga
En el momento de emergencia, el diferenciada (o la primera y segunda en híbridos prolíficos) inhiba el
meristema apical se encuentra
36 37
ás básales. La rí gida no suficiente para la fijación de los granos. Así, la ventana para la
desarrollo de las espigas ubicadas en nudos m
relación jer árquica entre panoja y espiga, entre espigas , y entre flores fijación de granos abarca unos 20 días centrados en floración (Tollenaar,
dentro de una espiga son importantes en relación con la susceptibilidad .
1977; Hall et al., 1981; Kiniry y Ritchie 1985; Cirilo y Andrade, 1994;
del maíz a condiciones adversas. Una de las manifestaciones más .
Otegui et al. 1995).
En R . el óvulo está casi completamente cubierto por las glumas
fuertes de esta relación entre órganos es la protandria que se magnifica
en condiciones de estr é s y que se asocia con la reducción de la y glumelas. es blanco en el exterior y su material interno es claro con
granazón. escasa cantidad de fluido. El vástago que sostiene la espiga y las
Al igual que en el meristema apical, una vez iniciada la fase
,
vainas que la rodean alcanzan su m á ximo tamaño entre R y R ? (cuaje).
reproductiva en los meristemas axilares cesa la generación de El cuaje constituye una fase de activa división celular, en la cual se
estructuras vegetativas, en este caso de las vainas ( chalas ) que generan las c élulas endospermá ticas del grano.
En R „ los granos son blancos y se asemejan a una ampolla
cubrirán a la espiga. Poco después de que el meristema axilar pasa al
estado reproductivo, queda definido el número de hileras de espiguillas debido a que el endosperma y su abundante líquido interno son claros.
El embrión, con su radí cula, coleóptilo y primera hoja diferenciada,
por espiga; la diferenciación de las espiguillas progresa a una tasa de
puede observarse al disectar cuidadosamente el grano. Gran parte
1 espiguilla por hilera cada 7,7 °C d. hasta una o dos semanas antes
del grano ha emergido de las glumas y glumelas, las cuales alcanzan
de la emergencia de los estigmas. En ese estado se determina el
su m á ximo tama ño. Por otro lado , los estigmas adquieren una
número potencial de flores y consecuentemente el número potencial
coloración oscura y comienzan a secarse. Durante R ? los granos inician
de granos por espiga.
la segunda fase del período de llenado denominada de llenado efectivo
Dos o tres días antes de la emergencia de los estigmas, cuando
o de crecimiento lineal, en la cual se produce una gran acumulación
la última ramificación de la panoja es visible, se alcanza el estadio VT
de almidón.
y se inicia la liberación del polen. Este proceso se extiende durante
Aproximadamente 20 días luego de la floración se inicia el estadio
una o dos semanas, comienza en el eje principal y finaliza en las
R 3, de grano lechoso. Los granos se encuentran en la fase de
ramificaciones b á sales de la inflorescencia. En VT las plantas
crecimiento lineal, son amarillentos por fuera y su líquido interno es
pr ácticamente alcanzan su má xima altura y má xima área foliar. La
blanquecino lechoso debido a la continua acumulación de almidón. El
floración femenina, estado R 1 consiste en la emergencia de los
f
crecimiento de los granos se debe principalmente a la expansión y al
estigmas a través de las vainas que recubren la espiga. El momento
llenado de sus células con almidón ya que las divisiones celulares se
en que ocurre la emergencia de estigmas con relación a la liberación
han completado casi en su totalidad. Estreses en R 3 afectar án
del polen depende del genotipo, del ambiente y de la interacción entre
principalmente el peso final de los granos y, aunque en menor medida
ambos. Situaciones de estr és acentúan el desfase entre la emisión
que en los estadios reproductivos anteriores , el número de granos.
del polen y la emergencia de los estigmas (protandria) afectando el
número de granos fertilizados, el componente del rendimiento má s
Una reducción de la capacidad fotosint ética durante este período puede
importante. Bajo condiciones favorables que mejoran la sincronía entre
ser parcialmente atenuada por la movilización a los granos de
floración masculina y femenina, la totalidad de los óvulos de una carbohidratos acumulados en el tallo (Duncan et al., 1964; Hanway,
r espiga
es polinizada en 2 ó 3 dí as. La fertilización de los óvulos; ocurre 1969; Uhart y Andrade , 1991; Kiriny et al., 1992; Andrade y Ferreiro,
aproximadamente 24 horas después de la polinización y los estigmas 1996) . Si la disponibilidad de asimilados es muy escasa puede
detienen su crecimiento luego de la fecundación. adelantarse la madurez fisiológica.
.. ..
tSpnaJ?° PHeS
polen viable
,
D fante la antesis se determina el número
^ total de óvulos
aquellos que no ueron alcanzados por un grano de
ahi0 degeneran
Alrededor de 25 días luego de la floración, los granos alcanzan
el estado R 4 de grano pastoso. Debido a la continua acumulación de
almidón en el endosperma el fluido interno se vuelve pastoso. Hacia la
y mueren. La fecundación es necesaria pero
38 39
mitad de R , el ancho del embrión se extiende a través de más de la este capítulo tendremos en cuenta ambos aspectos Figura 2).
(
mitad del ancho del grano y hacia el final de este estadio el grano
comienza a secarse en la parte superior, lo cual produce la típica 4.1. Estados vegetativos
hendidura. En ese momento se ha completado la diferenciación de
hojas embrionarias y raíces seminales laterales. Luego de la siembra, bajo condiciones ambientales óptimas, los
Aproximadamente 40 días después de la floración comienza el granos absorben agua y movilizan las reservas cotiledonares. En primer
estado R 5, de grano dentado. En este momento el marlo y las cubiertas t é rmino , la radí cula atraviesa las cubiertas seminales; luego , el
seminales han adquirido un color rojo oscuro y todos o casi todos los hipocótile se alarga hasta llegar a la superficie del suelo y los cotiledones
granos presentan hendidura. Los granos pierden humedad desde la emergen. Finalmente, la implantación se considera completa cuando
parte superior, donde se genera una pequeña capa blanca de almidón aparece la primera hoja verdadera .
de consistencia sólida, hacia la base. Esta capa aparece luego de la La temperatura tiene un papel importante en la velocidad con
dentición como una linea atravesando el grano cuando es visto desde que se produce la germinación. En Balcarce, se determinó para híbridos
de adaptación local que la semilla requiere 20 C d sobre una
®
el lado opuesto al del embrión y a medida que madura avanza hacia
su base. temperatura base de 8 ,5 ®
C para la aparició n de la rad ícula. Luego, la
La madurez fisiológica, RB, corresponde al má ximo peso seco emergencia ocurre con una acumulación de 50 9C d sobre la misma
de los granos. Normalmente, las hojas y las vainas de la espiga han Tb. Estos valores son cercanos a los calculados por Angus et al. (1981)
senescido, aunque el tallo aún puede permanecer verde. La capa de en Australia ( Tabla 1). La temperatura base mencionada, puede ser
almidón ha avanzado completamente hacia la base del grano y menor en semillas que, por causas genéticas o ambientales, tienen un
comienza la formación de una capa de absición marr ón o negra, mayor contenido de ácido linoleico ( Sadras y Villalobos, 1994).
generada como consecuencia del necrosamiento de los haces Villalobos et al. ( 1996) desarrollaron un modelo empírico para predecir
vasculares que conectan los tejidos maternos con los del grano. El el tiempo de emergencia de cultivos de girasol que tiene en cuenta,
estrato de absición indica que se ha interrumpido el pasaje de además de la temperatura, el efecto de la profundidad de siembra.
asimilados entre la fuente y los destinos reproductivos. Este proceso Luego de la emergencia, se suceden los estadios V,, V2, V3, Vn,
ocurre en forma progresiva desde los granos superiores de la espiga donde n indica el número de hojas verdaderas mayores de cuatro
hacia los inferiores. centímetros de longitud. Las tasas de aparición y expansión de las
Dependiendo del genotipo, el tiempo térmico entre floración y hojas dependen principalmente de la temperatura y pueden también
madurez fisiológica varía entre 600 y 900 °C d (Tb = 8 °C). Para dos ser afectada por déficits hídricos o de nitrógeno ( Villalobos y Ritchie,
híbridos comúnmente utilizados en Balcarce (Dekalb 4F91 y Dekalb 1992; Sadras y Trápani, 1999). En su modelo de desarrollo, Villalobos
636) este período varió entre 828 y 927 °C d, dependiendo de la fecha et al. ( 1996) utilizan las siguientes temperaturas cardinales para la
i de siembra y el año (Cirilo, 1994). Los granos deben perder humedad ' tasa de aparición de hojas: Tb= 4°C, To= 28°C y Tm= 40°C.
hasta un contenido del 15-13% para ser almacenados.
4.2. Estados reproductivos
4. Girasol
42 43
Ú
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Capítulo 2
En la siguiente descripción fenológica se considera, a menos Bajo condiciones ambientales adecuadas , la germinación
que se indique lo contrario, una especie de crecimiento indeterminado, comienza cuando la semilla ha absorbido el 50% de su peso en agua.
de grupo de madurez III y se toma como referencia la escala de En primer lugar, la ra í z primaria se elonga e incrementa su grosor,
desarrollo descripta por Fehr et al. ( 1971) y por Ritchie et al. ( 1982), luego el hipoc ótile se extiende dirigiéndose hacia la superficie del suelo
(Tabla 3). Esta escala distingue dos etapas principales, una vegetativa y empuja los cotiledones y el epicótile. Las raíces laterales comienzan
( V) y otra reproductiva ( R ) . Sin embargo, como toda escala basada en a crecer desde la raí z principal y finalmente, los cotiledones emergen
la morfología externa de la planta, incluye dentro de las etapas V a alcanzado el estadio VF. Con posterioridad a la emergencia, el hipocótile
eventos reproductivos tempranos; además, y a diferencia de los dos se endereza desde la posición arqueada y cesa su crecimiento cuando
cultivos precedentes, la generación y aparición de estructuras los cotiledones se expanden. Luego, la emergencia y el despliegue de
vegetativas y reproductivas se superponen durante parte del ciclo de hojas unifoliadas indican el inicio del estado Vc cuando el meristema
vida, como se ejemplifica en la Figura 3. apical queda expuesto. Posteriormente aparecen las hojas trifoliadas,
sucediendose los estadios Vn.
Tabla 3: Estados de desarrollo de la soja de acuerdo a la escala de Fehr et al. ( 1971, En V 2 las raí ces laterales proliferan rápidamente en sentido
1977). Algunos estados clave, e.g. R 5, pueden describirse con más detalle usando horizontal abarcando los 15 cm superficiales de suelo y generalmente
décimos de unidades de la escala (e.g. R S 1 ó R55).
son infectadas por Bradyrhizobium japonicum. Esta bacteria causa la
formación de nodulos radicales, en los cuales habita y fija nitrógeno
atmosf érico en forma activa. El número de nodulos y la cantidad de
Estados de desarrollo nitr ó geno fijado aumentan hasta aproximadamente R 5 y luego
decrecen.
Vegetativos
En la axila de cada hoja existen yemas que pueden desarrollar
VE Emergencia ramas , racimos florales, o permanecer inactivas. Cada ramificación
vc
V
Cotiledonar
1o nudo
produce hojas trifoliadas, nudos, yemas axilares , flores y vainas
similares en naturaleza a las del tallo principal. El número y longitud
V2 2o nudo
V3 3o nudo
de las ramas depende del genotipo y de las condiciones ambientales.
Vn N° nudo Durante el crecimiento vegetativo, la yema apical del tallo principal
%
generalmente domina sobre las yemas axilares. Si la yema apical es
Reproductivos destruida, sin embargo, las laterales comienzan a crecer y la planta
R
puede ramificar profusamente. Esto confiere gran capacidad al cultivo
comienzo floración
R, floración en nudo n-1 de soja para recuperarse de daños al meristema apical y, bajo ciertas
r5 vaina de 5 mm de longitud en nudo > n - 4 condiciones, cultivos dañados pueden superar en rendimiento a cultivos
R. vaina de 20 mm de longitud en nudo n - 4 intactos ( Tayo, 1980). La importancia de meristemas inactivos como
R
R
.. comienzo llenado grano en nudo > n - 4
semillas verdes de tamaño máximo en nudo > n - 4
una “reserva” que permite a los cultivos reiniciar su crecimiento luego
de daño por insectos u otros agentes es discutida en el Capítulo 12.
R. comienzo de madurez
madurez plena La temperatura tiene marcados efectos sobre la tasa de desarrollo
en las fases vegetativas del cultivo. La Tabla 1 presenta la Tb y el
tiempo té rmico para la fase siembra- emergencia en soja calculados
45
.
por Angus et al (1981). Según los
experimentos descriptos por Jones frena la diferenciación de estructuras
, caracterizado a través de la tasa diferencia un racimo floral y
et el ( 1991) el desarrollo vegetativo foliares (Caffaro y Nakayama , 1988 ). En las indeterminadas, aún bajo
con temperaturas entre
de formación de nudos, se acelera linealmente condiciones fuertemente inductivas , el meristema apical mantiene por
8 y 30 °C. La temperatura base de 8 C es cercana a la de 7.8 °C
má s tiempo su capacidad de generar
hojas (Caffaro et al., 1988) .
emergencia - floraci ón ( Jones et al., 1991). la
propuesta para la fase El fotoper í odo también tiene efectos importantes sobre
La mayoría de los genotipos presentan una corta fase juvenil florales en cada uno de los sitios
diferenciación de las estructuras
fotoper í odo ( Shanmugasundaram perí odo de
durante la que no responden al y reproductivos de la planta , aunque existe un breve
Tsou, 1978). Generalmente se asume que esta fase se extiende hasta insensibilidad previo a floraci ó n ( Rt ) cuya duraci ón est á gobernada
la expansión de las hojas trifoliadas (Shanmugasundaram y Lee, 1981) por la temperatura (Updhayay et al . 1994 ). La respuesta fotoperi ódica
pero su duración, tanto en tiempo como en relación a la expansión con una alta variabilidad genot í pica que ha llevado a la
on soja cuenta
foliar, parece ser un carácter dependiente del genotipo ( Collison et al., ón de las variedades en grupos de madurez de acuerdo a
clasificaci
grupos
1993). En general, puede considerarse que la duración del per íodo sus requerimientos para alcanzar el estado Rr Se distinguen 12
juvenil depende de la temperatura, durando aproximadamente 8 días de madurez que van desde el “00 hasta
” el “ X ”. A medida que se
a temperaturas óptimas ( entre 30 y 35 C, Grimm et al., 1993). Luego incrementa el numero grupal aumenta la sensibilidad al fotoper íodo y
de la etapa juvenil, comienza una “fase inductiva”, que se extiende disminuye el fotoperíodo cr í tico , i.e . el fotoper í odo bajo el cual el nú mero
hasta la aparición del primer meristema reproductivo axilar. La duración de dí as a floración es mínimo (Summerfield y Roberts, 1985). Existen
de la fase inductiva depende principalmente del fotoperíodo, mediante también genotipos insensibles al fotoperíodo ( Shanmugasundaram,
una respuesta de días cortos (Figura 5). 1981), en los cuales la fecha de floración depende solamente de la
temperatura media (Hadley et al., 1984 ); sin embargo, en la mayoría
5.2. Estados reproductivos de los genotipos la floración se retrasa con aumentos en la duración
del día, dentro de un amplio rango de condiciones fotoperiódicas Un .
La entrada a la fase reproductiva en soja está caracterizada por período relativamente prolongado de insensibilidad o baja sensibilidad
el cambio de estado de un meristema axilar; posteriormente, la que retrasa la floración en ambientes con fotoper íodos cortos fue
diferenciación floral progresa en los restantes meristemas de la planta descripto en la línea PI- 159925 (Hartwig y Kiihl, 1979). Este carácter
y, cuando alcanza al meristema apical, cesa la diferenciación de hojas está gobernado por unos pocos genes recesivos. Si bien el car ácter
(Thomas y Raper, 1987). El ritmo con que progresa el cambio floral diferencial de esta línea es generalmente denominado « juvenil largo»,
dentro de la planta depende principalmente de las condiciones Cairo et al. ( 1995) han encontrado que el retraso de su floración bajo
fotoperiódicas: bajo condiciones de día corto el cambio del meristema fotoperíodos cortos se debe a una menor sensibilidad durante la fase
apical se produce pocos días después de finalizado el período juvenil ,postinductiva más que a una diferente duración del período juvenil, ya
y, como consecuencia, el tallo principal puede tener menos de 10 nudos. que la iniciació n floral a nivel meristemá tico fue observada
( Thomas y Kanchanapoon, 1991). Puesto que cada nudo es un sitio simult áneamente en isolí neas con y sin el carácter juvenil largo. Un
potencial de rendimiento, el retraso del momento de iniciació floral y
n valor muy bajo del fotoperíodo umbral por encima del cual la floración
del cambio del meristema apical bajo condiciones de día
largo resulta resulta retrasada ( inferior a 11,5 hs) es tambié n responsable del
de significativa importancia para el logro de
adecuados rendimientos. fenómeno de retraso de la floración bajo fotoperíodos cortos en líneas
Una caracter í stica genot ípica importante que
también controla el con carácter juvenil largo (Summerfield et al., 1993). Este alelo también
numero de nudos que se diferencian en el tallo principal es el hábito tiene efectos retardantes sobre el desarrollo post -floración. La suma
e crecimiento (Sección 2.2). En
las variedades determinadas, una de los efectos previos y posteriores a floración determinaron que el
vez que a inducción floral
alcanza al ápice, el meristema terminal ciclo de emergencia a madurez fuera de 152 días para líneas con
46 47
terminal de estos cultivares no difiere de la de las axilares. La hasta R „ . cuando la mayoría de las hojas han ca ído de la planta. Tanto
fecundación ocurre poco antes de la apertura de las flores ( Peterson el cambio de color como la absición foliar comienzan en los nudos
et al., 1992) y algunos días después se observan pequeñas vainas en inferiores y continúan en los estratos superiores de la planta donde se
los racimos. El estadio R 3 es alcanzado cuando alguno de los cuatro encuentran las hojas má s jóvenes. Debe destacarse, sin embargo,
nudos superiores del tallo principal con una hoja completamente que existen condiciones bajo las que el cultivo puede mantener hojas
desarrollada sostiene una vaina de 5 mm de longitud. Situaciones y/o frutos verdes hasta los últimos estadios del ciclo; estas condiciones
desfavorables para el crecimiento del cultivo durante R 3 pueden reducir están generalmente asociadas a aumentos en la relación fuente/destino
el número de vainas. Sin embargo, las pérdidas en este estadio pueden causados por estreses bióticos, hídricos o nutricionales.
ser compensadas por la producción de nuevas flores y frutos una vez El per í odo m á s cr í tico del desarrollo en t é rminos de la
aliviado el estrés. Por ejemplo, cultivos de soja en Balcarce no sufrieron determinación del rendimiento, se inicia alrededor de R 3 - R 4 y se
pérdidas de rendimiento importantes aún creciendo bajo dé ficit hídrico extiende hasta R 6. El subper íodo comprendido entre R 45 y R 55 es
durante el período RrR . ( Andriani et al., 1991). especialmente cr í tico pues la floración se completa y las vainas y las
R 4 se inicia cuando la planta posee una vaina de 20 mm de semillas pequeñas pueden abortar bajo condiciones ambientales no
longitud en alguno de los cuatro nudos superiores sobre el tallo principal adecuadas. Situaciones desfavorables durante el per íodo comprendido
con una hoja completamente desarrollada. Las vainas crecen entre R 6 y Rfí r> pueden acortar el período de llenado y disminuir el peso
r ápidamente y las semillas comienzan a desarrollarse. Luego de la de las semillas afectando el rendimiento. Por el contrario, condiciones
fecundación, la semilla atraviesa una fase de divisiones celulares sin adversas entre R65 y R 7 producen efectos de menor magnitud pues
acumulación detectable de materia seca, la cual finaliza cuando el las semillas ya han acumulado una gran proporción de su peso seco
embrión alcanza el má ximo número de células cotiledonares (Egli et total.
al., 1981). Generalmente cuando comienza el per í odo de llenado A diferencia de maíz y girasol, para los cuales el fotoperíodo
efectivo las vainas ya han logrado su máximo tamaño. sólo afecta el tiempo a floración, en soja la sensibilidad al fotoperíodo
El estado R se alcanza cuando una vaina situada
5 en alguno de continúa por el resto del ciclo y, más aún, tiende a acentuarse al
48 49
Jt
Scanned with CamScanner
Capítulo 2
acelerarse el desarrollo con días cortos (Raper y Kramer, 1987, Grimm Cada dí a de retraso en la emergencia del cultivo luego del 15/11
et al., 1994). Las duraciones de las fases floración - comienzo de significó, en promedio, una reducción del rendimiento de 22 kg ha 1.
'
crecimiento de los granos (R, - R 5) y comienzo de crecimiento de los Esta reducción se debió en parte al fotoper í odo corto característico
granos - madurez ( R 5 - R 7) dependen de las condiciones fotoperiódicas de fechas tardí as que acelera el desarrollo reproductivo (Tabla 4); la
prevalecientes (Grimm et al., 1994) . Procesos importantes como el floración precoz tiende a limitar el número de entrenudos, el área foliar
cuaje de frutos (Jones et al., 1991) o el llenado de las semillas ( Morandi maxima el establecimiento de los destinos y la acumulación de materia
,
et al., 1990) también son afectados por el fotoperíodo. A ún más, y en seca en la semilla. Además, la etapa vegetativa se acorta por las altas
claro contraste con maíz y girasol, para algunos cultivares de soja temperaturas. Los resultados de estos experimentos también ilustran
(grupos l- V) en algunos ambientes el tiempo floración - madurez puede las diferencias en el tiempo requerido para alcanzar floración en
ser más influido por el fotoper í odo que por la temperatura . La cultivares de distintos grupos de madurez y la mayor sensibilidad de
temperatura nocturna óptima para las etapas reproductivas está en los grupos mayores ante cambios en la fecha de siembra.
un rango de 21 a 27 °C. El establecimiento de vainas se retarda con En experimentos realizados a campo con variedades de los
temperaturas inferiores a 22 °C y cesa por debajo de 14 C (Jones et
C
50
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Ú
Scanned with CamScanner
2. Crecimiento de hojas y ra
íces
! Capítulo 3
2.1. Intercepción de la radiación Figure 1 Relación entre tasa de crecimiento . . del cultivo y radiación interceptada
_
° ' ' °
ciertos valores, un incremo
cambios insignificantes en la
S m lar en el IAF
se corresponde con Figura 2: Relación entre proporción interceptada de la radiació5n ..incidente y el í ndice
de
proporción de radiación de á rea foliar para los tres cultivos. Datos calculados en base a coeficientes
interceptada.
El coeficiente de extinció
neometncas y ópticas de la
.. .
n var í a dependiendo do las propiedades
.
canop a entre las que se destaca el ángulo
OQ ( Aguirrezábal
hojas fue afectada
. 1989) . En cambio, en maí z, la tasa de aparición de
cuando se aplicaron diferentes temperaturas a la
aue presentan las h0jas con
tomar valores entre 0.3 en
les y 1 5 en canopias planó
al 1993) Cuanto mayor es
. .
respecto a la vertical. Este coeficiente puede
canop as erectóf las, con hojas cas vertica -
filas con hojas cas horizontales ( Nobel et
el coeficiente de extinción, mayor es la
base del tallo donde
njendo constante
diferente posici
explicar por qu
(
é
ón
la
pr
como
á
de
se encontraba el punto de crecimiento) mante-
temperatura
los
cticas
la
á
que
pices
siembra
pueden
con
.
de la parte aérea (Salaberry 1992). La
en estas especies permite también
provocar menores temperaturas
rastrojos en superficie suelen pro-
unidad de area foliar ( Figura 2). del suelo tales
proporción de luz que intercepta cada ó n de las primeras etapas del per íodo vegetativo en ma íz,
n interceptada es convertida en longar la duraci
La eficiencia con que la radiació .
del genotipo (metabolismo pero no en girasol
biomasa ( ec) depende de características
energé tica de la biomasa, El área de hojas de la planta es función del número de hojas y del
fotosint é tico. coeficiente de extinción, calidad
tama o final de las mismas. En general la velocidad con que aparecen
ñ ,
etc.) y del ambiente ( temperatura, nutrici
ón mineral, disponibilidad de
.2 y 3.2 de este las hojas est á principalmente determinada por la temperatura, y es poco
agua , etc.) ( Gardner et al., 1985). En los puntos 2.1
capí tulo y en los Cap í tulos 5 , 7 y 8 se describen estos efectos. afectada por el estado hídrico y nutricional de la planta. Por su parte, el
per íodo de aparición de hojas finaliza previo a la floración en plantas de
hábito de crecimiento determinado como el ma í z y el girasol y continúa
2.1.1. Generación del sistema de intercepció n de luz ( hojas)
luego de la floración en plantas de hábito de crecimiento indeterminado
Las hojas del girasol cultivado constan de una lámina de forma
como las sojas adaptadas al sudeste bonaerense .
La expansión foliar es afectada en gran medida por la disponibi-
generalmente acorazonada (Seiler, 1997) y un pec íolo. Los primeros
lidad í drica ( Capí tulo 7) y nutricional (Capítulo 8). Una reducción de la
h
tres a cinco pares de hojas son opuestos mientras que las hojas supe-
radiación interceptada no afecta la tasa de expansión de hojas ya
riores se disponen de manera alterna. En soja, el primer par de hojas .
emergidas (Tardieu et al. 1999), pero si la de hojas que aún no son
verdaderas es simple ( unifoliado) y se dispone de manera opuesta, .
visibles ( Granier y Tardieu Com. personal). En condiciones hídricas y
apareciendo en el nudo posterior al de los cotiledones. Las hojas que
minerales favorables, la velocidad de expansión foliar es función direc -
aparecen posteriormente son compuestas ( trifoliadas), alternas y dis -
ta de la temperatura , mientras que la duración de dicha expansión es
puestas de manera dística ( Venturi y Amaducci, 1986) . En maí z , las
función inversa de la temperatura. Las temperaturas base durante el
hojas son lanceoladas y se disponen de manera alterna ( Ritchie y
per í odo de crecimiento vegetativo son aproximadamente 8 C para el
Hanway, 1996).
Las hojas se desarrollan a partir de primordios que aparecen so -
.
ma í z (Cirilo y Andrade 1992), bastante inferiores para el girasol (< 5 C ,
bre el meristema caulinar. Luego de la emergencia de la plántula, el
Goyne et al., 1989) y de 6 a 10°C para la soja ( Wilkerson et al. 1985; .
Brown. 1960; Hesketh et al., 1973). Las prácticas de manejo, como
meristema se encuentra sobre la superficie del suelo en el girasol y en
la soja y ligeramente por debajo de la superficie del suelo en el ma í z . , densidad de plantas y fecha de siembra afectan marcadamente el área
Debido a estas diferencias en la posición espacial de los ápices , la foliar por planta. En los capítulos 4 y 5 se discuten en detalle estos
velocidad de aparición de hojas es afectada por el ambiente aéreo en efectos.
girasol y soja mientras que en maí z también es afectada por el ambien - Hacia la madurez del cultivo las hojas decaen en un proceso lla-
te edáfico, al menos hasta que los entrenudos comienzan a Alongarse mado senescencia monoc á rpica . Este proceso esta bajo un control
y el ápice se eleva por encima de la superficie del genético muy fino, de modo que la degradación y movilización de com-
suelo (Capí tulo 2). Así puestos foliares sigue secuencias espec í ficas ( Thomas y Stodart, 1980,
hnLe ? ° ^ * *
mP raS0 a velocidad de aparición
temP ' ^
oeraUiraHp 3 o
’
, de primordios y de
m e d i o en ue crec an las ra íces tuvo una
^
20 C y la temperatura del aire fue la
misma (20
Thomas, 1992; Thomas y Smart, 1993; Thomas y Sadras, 2001). Fac-
tores ambientales como baja radiación, baja relación rojo/rojo lejano de
60 61
SSSSSzsrES
des pueden contribuir a
y en particular del girasol
la rapida senescencia foliar de las oleaginosas,
aun en cultivos sin sí ntomas macroscópicos
lacapacidad de macollar, la misma se expresa en baja medida en los
cultivares sembrados actualmente. Como consecuencia principalmente
de la estructura de
má s bajos que
etal. . 1977 ;
los
su canopia, el ma í z posee coeficientes de extinción
del
Rawsonetal
girasol y de la soja ( Williams et al., 1968; Pepper
., 1984; Zaffaroni y Schneiter, 1989) por loque
13). para interceptar una misma proporción de ra -
( Sadras et al., 2000b; Capitulo necesita m á s area foliar
terminal es generalmente má s rapida en soja, incidente . Esto explica también que el IAF cr í tico “ para el
44
La senescencia diació n
en maíz. Un menor coeficiente de que para los otros dos cultivos (Figura 2).
intermedia en girasol y más lenta maíz sea mayor
ón de luz en el canopeo y mayor Los coeficientes de extinción var ían a lo largo de la estación de
extinción que permite mejor distribuci
bá sales posiblemente contribuye a crecimiento. El maíz presenta valores de alrededor de 0,3 al comienzo
relación rojo/rojo lejano en estratos
la senescencia más lenta del ma z
í . El ranking de tasa de s < ncscencia, de su ciclo ( Williams et al., 1968) alcanzando valores de 0,5 a 0,8 en
¡ e. soja > girasol > maíz, coincide con el ranking del contenido proteico etapas mas avanzadas ( Pepper et al., 1977; Sivakumar y Virmani, 1984;
de la semilla. Esto es consistente con
observaciones emp í ricas que Bonhomme et al., 1982; Arguissain , 1990). Por otro lado, el coeficiente
enfatizan el rol de las hojas como sitios de reserva de nitrógeno reduci - de extinción del girasol es superior a 1,5 a comienzos de su ciclo y
de los granos ( Sadras et al., disminuye hasta valores cercanos a 1 al aumentar su á rea foliar ( Rawson
do que es esencial para el crecimiento
.
1993; Sadras et al. 2000a; Sinclair y de Wit , 1975; Sinclair y Sheehy, et al., 1984 ; Zaffaroni y Schneiter, 1989) . Las variaciones en el coefi-
granos retarda la senescencia foliar ciente de extinción de los tres cultivos a lo largo del ciclo pueden ser
1999 ) . De hecho, la remoción de
1989 ; Ho et al ., 1987 ; Lindoo y Noodén, explicadas , al menos en parte, por diferencias en la inclinación foliar
en soja y girasol (Ho and Below,
cereales , sin embargo, la predominante en hojas insertas en diferentes estratos ( y que aparecen
1977; Sadras et al., 2000a). En ma í z y otros
que la senescencia foliar de plantas sin por lo tanto en diferentes etapas del ciclo de la planta). Esto se eviden-
respuesta es menos clara ya
cultivares , pero se acelera en otros (Crafts- cia en girasol, donde las hojas inferiores ( las má s cercanas a los
espiga se retrasa en algunos
. et al. (2000a) cotiledones ) poseen una inclinación má s pró xima a la horizontal que
Brandner y Poneleit. 1987 ; Thomas y Smart , 1993 ) Sadras
ó gicas de las diferencias en senescencia en- las superiores ( Sinoquet y Andrieu, 1993). Así por ejemplo, para los
discuten las causas fisiol
que Thomas y Sadras ( 2001 ) es- datos presentados en la Figura 3, donde el coeficiente de extinción de
tre cereales y oleaginosas , mientras
peculan sobre las causas evolutivas de la senescencia foliar, y sobre
.
la canopia fue de 1,3 el correspondiente al estrato má s cercano al tope
de la canopia fue 0,25 mientras que el del más cercano a la superficie
sus consecuencias ecológicas.
del suelo fue 1 ,5.
Las canopias planófilas permiten interceptar más luz con un me-
2.1.2. Extinción de luz en la canopia
nor í ndice de area foliar, tal como ya fue expuesto. Sin embargo, la
Las hojas del maíz se disponen en ángulos agudos con respecto , distribución de la luz en diferentes estratos del canopeo es menos fa -
a la vertical (canopia erectófila) mientras que las del girasol se dispo- vorable que en canopias erectófilas. En soja y girasol, los dos estratos
nen en forma horizontal (canopia planófila). La canopia de la soja es superiores de hojas ( 0,6 a 1 de altura relativa ) interceptaron una alta
algo má s dif í cil de caracterizar ya que si bien sus hojas tienden a dispo - proporción de la radiación incidente; mientras que en el ma í z la distribu-
nerse en diferentes inclinaciones ( Lemeur, 1973), muchas variedades ción de la radiación en el perfil fue má s pareja (Figura 3). Una distribu-
poseen la capacidad de ramificar, lo que permite una mejor intercep - ción m á s pareja de la radiación en el perfil del canopeo posibilita una
ción de la luz por obtener una mejor mayor eficiencia de conversión de radiación interceptada en biomasa
distribución de las hojas en el es-
Pa n el 9 rasol cultivado las hojas se insertan ya que disminuye la saturación lumínica en estratos foliares superiores
*° '
; o mismo ocurre en sobre un único vás -
el maí z, ya que si bien posee potencialmente V aumenta la iluminación, y por ende la fotosí ntesis en los inferiores.
62 63
Jk
Scanned with CamScanner
Capitulo 3
, ofiripnte de extinción logrados a través de modifica
Cambios en el coenc
hgn sido obtenjdos a través del mejora
- 2.2. La captación
de agua y nutrientes minerales
ciones de la ncll c
'° -
'
miento genético cí as
dos en arroz (Donald
esta caracterí stica en
y ^,
en varias especies, destacándose los obteni-
Ham 1983). Existe variación genética para
^ eestu £jiadas Asi por ejemplo
.
Un manejo eficiente de los cultivos requiere que lo
dan generar un sistema
radical que permita cantar ,
agua y los nutrientes minerales. La movilidad de Un
, mos pue’
,
nICIentemente
, nutr entes en el
^
0
, °
c s¡ o o o lado , los nuevos h íbridos de maí z son ge- relacionada con la arquitectura del sistema radical mi
í . ^
,
neralmente más erectos
ro
que los
0 8- 1 0
antiguos
A
. tud y la
órdenes
las ra
ci ón
íces
.
la
posici
de
(Agu
ó
.
n
r rez
arquitectura
en
ramificaci
á
e
del
espacio
et al
sistema
de
)
ra
radical
íces
ón) que con el peso seco o con
bal .
. 1993 . Como
de
es
ma í
desarrollan
z afr
9 a V
9
,
S
'
9
0
dlferen es
°,,
COn
a ,
tal de
nua-
permi e
explicar las diferencias de los tres cultivos 6 en o61| echamiento de
" ^
>
ro 0 6- 0 8
ó
k
- los recursos edáficos.
§ 04- 06
=
2T
ro Grasol 2.2.1 . Generaci ó n del sistema de cantar í an e a~9ua Y nutrientes
^
0 2- 0 4 M3 IZ minerales ( ra í ces )
Soja
0 0- 02
En el girasol, el sistema radical se encuentra constituido por un
o 05 1 15 2
eje principal o ra í z primaria, preformada en el embrión, y por ramifica -
IAF por estratos ciones. Las ramificaciones de la raíz primaria (ra í ces secundarias) son
numerosas en cercan í as del cuello de la planta y disminuyen
drá sticamente a 15 cm del mismo (Izquierdo, 1998). Las ra í ces secun -
B darias pueden alcanzar una longitud similar a la de la raíz primaria. Las
0, 8- 10 ramificaciones de orden superior (ra íces terciarias y cuaternarias) son
> numerosas pero cortas ( Aguirrezábal y Tardieu, 1996). Por lo tanto, la
ro 06- 0 8
Sí colonización de nuevas zonas del suelo es realizada principalmente a
trav é s del alargamiento de la ra í z primaria y de las ra í ces secundarias.
D 0 4- 0 6
Girasol
EI crecimiento de las ra í ces terciarias y cuaternarias permitir í a explorar
%
02-0 4 Maíz las zonas del suelo ya colonizadas y tendr ían por lo tanto un rol impor -
Soja tante en la absorción de nutrientes poco móviles en el suelo (por ejem -
00-0 2
plo el P).
0 05 1
prtíafaTraícl'serndafariue
Proporción de radiación interceptada
y e^ ^
-
e 10 15 cm
64 65
La densidad de longitud de ra í ces ( Lr) var ía con la ontogenia y con Figura 4 : Profundidad de la raí z más profunda a los 15 dí as después de la germinación
de plantas de maí z , girasol y soja creciendo sin deficiencias de agua ni de nutrientes,
la profundidad del suelo ( z) en función de la f órmula exponencial
.
en un suelo con baja resistencia a la penetración ( Izquierdo N., datos no publica -
^^ r oexPq donde L0 representa la longitud de raíces para z =0 y q el
^
gradiente. La longitud de ra íces se reduce exponencialmente con la
dos).
^
S me 0S Sensible a estas señales, se ge-
ñera una mavo a
S
'rteS " des a cosecha fueron de alrededor de 8; 6.7 y 30 plantas por m 2
para ma í z, girasol y
ponibilidad de energía pam
el°í Carbohldratos de reserva y mayor dis-
°.
s ja respectivamente. Ensayos conducidos en la EEA Balcarce sin limitaciones
hidricas ni nutricionales. Las barras verticales indican los errores est ándar
(
un aumento en la relación
raí z/tS"' "* *6 0
* ra CeS' qUe produce
' '° Datos adaptados de Andrade ( 1995).
68 69
á
Scanned with CamScanner
Capitulo 3
. ”Imtama
di
«
ser más planófilo necesita menos área foliar para
nirasol D0r
Droporción de radiación incidente que el maí
53S?
(seccion a. ; semb,arse 9
eneralmerT Ten,
z
la
S efmáry *
tener menor temperatura base de creci
-
ue la so .
(Capilulo 2) tiene
cocciones
term cas
más favorables para la aparición y expansion de sus hojas al comienzo
Hp .
Ia pstación d6 crecimiento .. .
En su fecha de siembra óptima y con densidades apropiadas, los
tres cultivos alcanzaron el 95% de intercepción de radiación, que posi-
bilitó las má ximas tasas de crecimiento. No obstante, fue el ma í z el que
mantuvo la máxima cobertura por mas tiempo, presentando un porcen
taie de intercepción cercano al 95% hasta cerca de madurez fisiológi-
-
ca Por el contrario, el porcentaje de intercepción del girasol cayó
marcadamente durante su fase reproductiva. Las hojas de girasol pier - Radiación interceptada (MJ m )
‘
'
las primeras etapas
llenado de granos Por
' dVr ^ "
9 0
,
lneal subestima los valores de ec en
y sobreestima os mismos en el
ventaja comparativa del maí z en relación a la ec durante este peno o
fue la composición de la biomasa reproductiva. El grano de maí z tiene
un alto porcentaje de carbohidratos (84,5%) , el grano de girasol un a o
que implica que
porcentaje de aceite (46,5%) y proteína (alrededorde 20%), y semila
ciclo, sino que fue más alta
ura 6). de soja un elevado porcentaje de proteína (36%) y de aceite (
Con un gramo de glucosa se sintetizan 0,83 g de carbohidratos, so
0,33 g de aceite y 0,41 g de proteína (Penning de Vries et al., 1
o).
^.
necesitaron alrededor de 1,39, 2,22 y 1,93 g de glucosa para producir
-
70
A 71
, respectivamente. Sinclair y de
g de grano de maí z, girasol o soja Wit de materia seca
( 1975) calcularon valores semejantes . Entonces, producir 1 g de grano 3 3 producción
de girasol es mucho más costoso, en términos energé ticos, que pro-
ducir una cantidad similar de grano de ma íz. Esto explica , al menos en
La producción de materia seca aérea fue aproximadamente 22.5 .
13 5 y 12.0 t ha ’ para ma z girasol y soja, respectivamente. Valores
í ,
parte, la caí da en la ec del girasol a partir del llenado de aquenios, cuan- similares so encuentran la literatura para ma í z ( Williams et al., 1968;
en
do comienza la síntesis de aceite ( Figura 6). Por otro lado, el maíz no . .
Muchow et al. 1990) girasol (Cox y Jolliff , 1986; Trápam et al., 1992) y
presenta variación en calidad energética de la materia seca producida soja ( Cox y Jolliff,
1986) conducidos bajo riego.
a lo largo de su ciclo ( Varlet Grancher et al., 1982). La ec de la soja fue La Figura 7 muestra la evolución de la materia seca aé rea a lo
má s constante que la del girasol a lo largo de su ciclo a pesar de la largo del ciclo para los tres cultivos. Al comienzo de sus respectivas
mayor calidad energé tica de la semilla respecto del material vegetativo. estaciones de crecimiento, el girasol y el ma í z acumularon materia seca
Esto es debido , en parte , a su hábito de crecimiento indeterminado que mas rápidamente que la soja. Las tasas de crecimiento de cultivo me-
superpone en gran parte de su ciclo el crecimiento vegetativo con el didas desde los 40 hasta los 80 días despué s de la emergencia fueron
30 ± 1.2. 31 ± 1.4 y 18 ± 0,8 g m dí a para el ma í z, el girasol y la soja ,
1
reproductivo.
Los equivalentes glucosa requeridos para la producción total de respectivamente. Estas diferencias en los patrones de acumulación de
biomasa fueron 3046; 2155 y 1872 g m para el ma í z , el girasol y la biomasa pueden explicarse por diferencias en intercepción de radia -
soja, respectivamente. Las eficiencias de conversión expresadas como ción y en ec . La baja tasa de la soja fue consecuencia de su baja ec
gramos de equivalente glucosa por MJ de RFA interceptada fueron 3,71 mientras que el alto valor mostrado por el girasol ( similar al de ma í z ) se
para el ma í z; 3,08 para el girasol y 2,6 para la soja. Estos valores son debió a alta eficiencia fotosintética y alta intercepción de radiación.
independientes de la composición de la biomasa y difieren debido a
diferencias en eficiencia fotosintética y en estructura de cultivo. c'T 3000
La posición erectófila de las hojas de maí z permite una distribu- E
g 2500
ción más pareja de la radiación en el perfil del canopeo, lo que acarrea, E
o
°
.
O
una vez alcanzado el IAF cr í tico, ventajas para la fotos í ntesis a nivel de 2 2000
CD o
cultivo, y por lo tanto para la ec. La disminución del coeficiente de extin-
¡B 1500 8
ción en un cultivo de ma í z con IAF=5 produjo aumentos de alrededor de
30% en la tasa de crecimiento (Duncan et al., 1967; Pepper et al., 1977).
0) O
A
? A A
m 1000 O A
Ademá s, el maí z, por poseer metabolismo fotosint é tico C 4, no presen - o
<L> A
o
ta fotorrespiración detectable (Hesketh, 1963) lo que significa un ritmo *
ni
500 A
fotosint ético entre un 30 a un 40% mayor que los de especies C 3 como <1>
0
ro
la soja (Laing et al., 1974) . El girasol, a pesar de ser una planta planó fila 2 0 50 100 150
y C 3, tuvo eficiencias de conversión muy altas durante el período
vegetativo ( 2.73±0.2 g MJ 1 ). Es una especie C 3 de alta eficiencia Dí as después de emergencia
fotosint ética ( Hesketh. 1963) basada en i) una elevada concentración y Figura 7: Acumulación de materia seca aérea en función del tiempo desde la emer -
gencia para ma í z (cí rculos); girasol (cuadrados); y soja (triángulos). Las barras ver -
actividad de ribulosa 1- 5 difosfato carboxilasa, la enzima responsable t óales indican EE .
Para más detalles del cultivo ver la leyenda de la Figura 5. Datos
de la fijación del C en el proceso
ai ° ^ '° ^
Sadras 992)
?
3
02
SÍ t S ,de la fotosíntesis y ii) una difusión
carboxi ación (CETIOM, 1983; Connor y
adaptados de Andrade ( 1995).
72 73
74
.
^ 75
Capitulo 3
reproductivas en crecimiento.
Este valor cae a 0,5 para la soja y a valo-
los cultivos con alto porcentaje de aceite en
res aún inferiores para
Penning de Vnes , 1974; Sinclair y de Wit , 1975).
semilla como el girasol (
de cosecha son función del número de
El rendimiento y el índice
granos fijados por unidad de
.
superficie y en menor medida, del peso
describen los procesos determi-
individual del grano. A continuación se
componentes del rendimiento.
nantes de ambos
k 76
•
77
78 79
^
|gnada
mero de granos también debe ser considerada. La duración de esta a estructuras reproductivas durante dichas etapas (Echarte
etapa es bá sicamente función de la temperatura en ma í z y girasol. Por
lo tanto, expresar la tasa de crecimiento o la
radiación interceptada por
unidad de tiempo t érmico mejora la predicci
ón del número de granos
iL 80 81
4.2. Llenado de granos nte importante de reservas de asimilatos en los tres cultivos
400
soja. Es una etapa de gran actividad
temperatura, y desde R, a R,en
el número de ceiulas en los granos
°°°
O o
C7)
mitotica en la gue se determina £ 300
í y cotiledonares en soja y girasol) y la canti- O
( endospermaticas en ma z do reserva en las cé-
ó n de sustancias
dad de organelas de acumulaci Guldan y Brun, 1985). El 200
lulas (Egli et al.. 1981; Reddy y Daynard . 1983 ; O)
° A A A A
de reserva determinan el peso po- TJ
oA
numero de células y de organelas y por el ambiente du- 100
por el genotipo
tencial del grano y esta afectado
rante esta etapa ( Frey. 1981 ; Jones et al. .
1985
por
; Egli et
restricciones
al ., 1989
f í
)
sicas
. El
al
Q-
0
%
peso potencial también puede estar limitado
0 20 40 60 80 100
volumen de la semilla (Egli et . al. 1987 ; Miceli et al ., 1995 ) .
en forma lineal y Días
Luego, en una segunda etapa , el grano crece
peso ( Figura 11 ) . El n úmero de células
acumula la mayor parte de su
lo que el incremento en peso se debe a
en el grano no cambia, por
. Esta etapa se puede caracteri- del tercio inferior de la espiga de maíz, de la periferia del capitulo de girasol y de
aumentos en el tamaño de las mismas
de crecimiento del grano . La duración tercio superior de la canopia de soja. Los EE se presentan en la Figura 12.
zar por su duración y por la tasa
final del
efectiva del llenado se define como el cociente entre el peso Finalmente, durante la tercera etapa, la tasa de crecimiento del
del durante la etapa lineal de
grano y la tasa de crecimiento mismo
grano disminuye hasta llegar a cero. Esta etapa es de duración variable
acumulación de peso Johnson( y Tanner , 1972 ) . La tasa y duraci ón del
, y el momento en el cual los granos dejan de acumular materia seca se
periodo de llenado presentan alta variabilidad genética (Carter y Poneleit denomina madurez fisiológica (Egli, 1998). Los granos dejan de crecer
el
1973: Egli et al., 1978; Daynard et al., 1971) y son afectadas por
). debido a mecanismos internos o a que la planta deja de proveerles
ambiente ( Egli, 1998, Andrade y Ferreiro, 1996; Cirilo y Andrade, 1996 asimilados o nutrientes (Egli, 1998; Andrade y Ferreiro, 1996).
La tasa de crecimiento del grano está fuertemente correlacionada con La Figura 12 muestra la evolución del peso del grano para las tres
el número de c élulas y organelas de acumulación de reservas en los especies en función de la fuente fotosintética durante el llenado. La tasa
cotiledones o en el endosperma (Egli et al., 1981; Guldan y Brun 1985; . de crecimiento del grano de maí z no fue afectada por modificaciones
.
Reddy y Daynard 1983; Jones et al., 1996). El carbono necesario para de fuente durante el per í odo de llenado efectivo ( Andrade y Ferreiro,
el crecimiento de las semillas proviene de la fotosí ntesis, y en menor 1996) debido a que este cultivo posee suficientes
medida de la removilización de reservas. Los niveles de reservas car-
bonadas en tallo var í an en función de la disponibilidad de fuente
reservas disponibles para suplir la escasez de fotosíntesis ( a y
fotosinté tica durante el llenado de los granos. En general, bajas relacio-
Andrade, 1991; Daynard et al., 1969). La tasa de crecimiento del grano
se asoció directamente con la temperatura (con un aumento e
: “¡“n !
,
nes uente destino durante el llenado producen mayor removilización
r ® s del all y inores contenidos de reservas carbonadas
día por cada
grado de incremento en la temperatura media en re
•
°
rganos en la madurez. Los azúcares
solubles en tallo son
26°C') mientras que la
duración del período efectivo del llenado ue
82 83
. .
capí tulo ( Andrade y Ferreiro 1996; Dosio et al. 2000). La duración del
llenado fue también afectada por tratamientos que modificaron la canti- o
0 20 40 60 00
dad de radiación interceptada por planta ( Dosio et al. 1997 ). Altas tem- 100
O)
60
50
40
Girasol
| .
que en maí z, produce un mayor peso de granos. 30
-oi
En soja, la dinámica de acumulación de materia seca en el grano o 20
fue también afectada por la disponibilidad de asimilados por planta du- ()
0
/
10
CL I
rante el llenado (Figura 12). Cambios en la provisión de asimilados du- 0
rante el perí odo de crecimiento de las semillas afectan la tasa y pueden 0 10 20 30 40 50
afectar también la duración del per í odo de llenado de granos ( Andrade y 250
.
Ferreiro 1996; Egli, 1998). Egli y Crafts Brander ( 1996) también men- A A A
cionan que la tasa y la duración del llenado son afectadas por la capa - 200 Soja A
cidad fotosint ética del cultivo. Por otro lado, en soja, la duración del A A i A á
150
llenado depende del fotoperíodo (Major et al, 1975 ) y la tasa de llenado A
es función de la temperatura (Egli y Wardlaw, 1980). 100 A A
84
85
alta superposición entre el periodo de fjb. de ciclo largo o modernos de alta capacidad de fijar
La soja presenta una c tas híbridos de llenado de granos cobra mayor importancia en la
ción de vainas y el de llenado
de las semillas apitulo 2) y alta estabi
>
mero
comportamiento diferente. Ante una re -
de granos por espiga o aquenios llenos
f n 87
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Valentmuz . OR S A Uhart. F H Andrade . y C R. Vega. 1996 Numero de granos en agr ícolas . A través de estas pr ácticas, el productor puede asegurar la
maí z, igirasol y soia y radiación interceptada por planta Actas del Vil Congreso obtención de coberturas vegetales adecuadas previo a los momentos
Argentino de Meteorologí a y Vil Congreso Latinoamericano e Ibérico de Meteoro- crí ticos para la determinación del rendimiento ( Capí tulo 3).
logía Bs As Argentina pp 39-40 La densidad optima para un cultivo (número mínimo de plantas
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.
Vega C F. Andrade VO Sadras y S Uhart. 2000 . Seed number as a function of rendimiento por unidad de superficie es m á s estable en soja y girasol
growth a comparative stud'/ m soybean sunflower and maize Crop Sci 41: 748-
, . que en ma í z Estas diferencias responden a la capacidad de las plantas
fm 754
Vega C ., F Andrade, y VO. Sadras 2001. Reproductive partitioning and seed set
para crecer y particionar materia seca hacia los órganos de interés
efficiency in sunflower soybean and maize Field Crops Res : 72: 163 175. *
económico ante variaciones en la disponibilidad de recursos por
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Wilkerson G G J W Jones. K J Boote. y K J Mishoe 1985 Soygro V 5.0: Soybean
*
En este capí tulo se analizan los efectos de la densidad de plantas
crop grow and yieid model Internal report y el espaciamiento entre hileras sobre el
.
Gainsville Florida USA , 220 pp rendimiento y sus
Williams. WA RS Loomis, WG Duncan A
. .
Dorvrat . y A F Nunez I960 Canopy
architecture at various population densities and the qrowth and grain yield of com. respuesta del
.
componentes ecofisiologicos y numéricos Ademá s,
se
discute la
Crop Sci 8 303- 308
rendimiento a cambios en la densidad de plantas y en el
espaciamiento entre hileras ante situaciones de
7 al ,!
,
Yorke J S . y G R Sagar 1970
Sy em f Pisum
* ° sativum
Distribution of secondary root growth potential m Hi
Can J Bot 48 699- 704
* hidrica y nutricional y de manejo.
diferente disponibilidad
" ,
E
! Schne er 1989 Water use efficiency and light interception on
sermdwarl and standard " ,
height sunflower hybrids grown n different row
arrangements Agron J
81 831- 836 Bases para el manc¡o del maíz, el girasol y la
soja Editores : F. H. Andrade, y VO.
Sadras • ¡NTA BalcarceFac.
de Ciencias Agranas UNMP
96 97
y/
Las Figuras 1 y 2 muestran el efecto de la densidad de plantas 0 K' p m
sobre la evolución de la intercepción de la radiación y la acumulación o 40 80 120
de materia seca en cultivos regados y fertilizados en Balcarce. Dentro
de los rangos estudiados, incrementos en el número de plantas por *
c
9
100
!<»:
. p tn 1
de 30; 5,6 y 8,5 plantas m ? en soja , girasol y maíz , respectivamente, <
O 0
permitieron lograr valores de intercepción de radiación del 95% que 01
0 40 80 120
c
se asociaron con altos valores de producción de materia seca
( Valentinuz et al., 1995). La acumulación de biomasa y la intercepción 100
de radiación respondieron de manera similar ante variaciones en la 80
c
densidad de plantas (Tabla 1), confirmando la estrecha asociación que
60
existe entre estas variables (Shibles y Weber, 1966). Soja
Al comparar los tres cultivos, se observa que en soja y girasol se 40 A n .7 p m *
alcanzan altos valores de intercepción de radiación a ún con bajas ± . o.i p m •’
A '55.5 p ni
20
densidades . Con 7,7 y 1 , 4 plantas m 2, de soja y girasol,
respectivamente, se alcanzaron valores de intercepción de radiación 0
cercanos al 90%. En contraposición, el ma í z se destaca por su 0 40 80 120
incapacidad para ajustar su superficie foliar ante cambios en el número Días desde la emergencia
de plantas por m? ( Tetio- Kagho y Gardner, 1988a). Es por ésto que el Hgura 1: Evoluci ón de la intercepción de la radiación fotosintéticamente activa
ma í z es el cultivo que presenta la mayor respuesta en t é rminos de expresada como porcentaje de la incidente en ( A ) maí z (DK 636), (B) girasol (DK
cantidad de radiación interceptada y materia seca producida frente a G100) y ( C ) soja ( Asgrow
3127). Los cultivos fueron sembrados en fecha óptima y
aumentos en la densidad (Tabla 1). crecieron en condiciones no limitantes de agua y nutrientes durante 1994/95 en
Balcarce. Datos de Valentinuz et al. (1995). El error estándar varió entre 2.0 y 6.0 en
Las variaciones en densidad de plantas
só lo afectaron la ,
ma Z en re 1.7 y 4,0 en girasol; y entre 2,5 y 4.2 en soja.
’
*
98 99
N
_ 1200
pm '
2.2
MJ m'
482c
g m?
1183b
g MJ i
2,45ab
E B
OI MAIZ 8.7 836b 2400a 2,87a
n
800 16.7 1021a 2112a 2,07b
Girasol,
a 1.4 p ni
1.4 478b 919b 1,92a
400
o B V» p i
"
Q 10.2 pm
GIRASOL 5.6 671a 1397a 2,08a
2 10,2 698a 1441a 2,06a
0
0 50 100 150 7.7 624c 741b 1, 18a
SOJA 30, 4 766b 974a 1,27a
1500 55,3 803a 967a 1,20a
100
101
. .
1Qac
(Cardinal etaL 19
cambio, el IAF varia
.
jderab
. .
K» Sadras y Hall 1988 Wells 1991 . En maíz, en
. ; )
|emente en respuesta a la
muy poco ante cambios en el espacio
densidad
10
8
A
* 0.8
1.0
debido a que el A
,
O
t a) 1968; Cox, 1996).
disponible por
, ,
e principal mecan smo que
6
O
0.6
En 9
rfí í ap canooeo (Sadras y Hall. 1988: Aguirrezábal et
4 0.4
regula la
-
al 1996) - Ante ® fn la densidad, el AFP en girasol es el
,as tasas y no en la duración de la expansi 2
•*
Maí z
0.2
,! ,,
resultado de
Valent¡nuz (1996) midió tasas de expansión
?dií'
ón
0 0.0
0 ar
Te
foliar de 6.6 2 cm
6 y 21 para densidades de 10.3 y 1.4 p
|ado ja senescencia foliar aumenta con
<
0 5 10 15 20
respectivamente
incrementos en la densiMa plantas
M debldo a ta mayor atenuación
10
B
1.0
>
SrS ,.
1 lejano de la radiación 8
o
CU
^
ni 0.8
o
q
,
En so a la regulació n del IAF y
peo
del AFP
(Rosseaux et a . 1996).
ante variaciones en la
3
CTJ
o 6 V a*
Girasol
06
cu
significativas
9
Í .
niantas responde a aumentos o disminuciones
en la ramificación y. por ende, en el número de nudos y
de ho por planta En Balcarce. Valent nuz (1996) encontró para
variedades indeterminadas, que el numero de ramificaciones aume to
hasta 6 veces y el de nudos totales por planta hasta 4 veces, cuando
o
"O
o
o
-O
c
4
0
* *
0.4
02
0.0
-o
5T
tu
o 3 6 9 12
la densidad se modificó desde 55 a 7,7 plantas m S i m i l a r m e n t e, en
soja determinada, Carpenter y Board ( 1997) encontraron incrementos 10 1.0
de casi el 600% en la materia seca de ramas por planta en respuesta c
a la disminución de la densidad desde 23 a 7 p m 8 0.8
En ma í z, la escasa regulación del á rea foliar por planta ante
6 06
modificaciones en la densidad (Tetio-Kagho y Gardner, 1988a) se debe
a que la tasa de expansión foliar y el número de hojas son relativamente 4 Soja J 04
estables. Asimismo, la mayor ía de los genotipos mejorados presentan
baja capacidad de macollaje (Doebley et al., 1997). 2 0.2
En resumen entonces, la alta plasticidad vegetativa del girasol y
la soja explica la menor disminución de la
de la producción de biomasa cuando el número
intercepción de radiación y
0
0 15 30 45
*
60
0.0
102 103
J
Scanned with CamScanner
Capítulo 4
sobre el rendimiento
2.2. Efectos de la densidad de plantas
3000 A
El rendimiento en granos depende, no sólo de la cantidad de
ón
biomasa producida sino también de la proporci de ésta destinada a 2000
las estructuras reproductivas ( Gifford et al., 1984 ; Evans, 1994). Bajo Ma í z
6
densidad óptima puede ser mayor que aquella que garantice la en 1200
intercepción total de radiación en los per íodos crí ticos mencionados O
c
(Duncan, 1986).
E 800
Ante variaciones en la densidad de plantas, el rendimiento por T3
C
m es más estable en soja ( Wells, 1991; Carpenter y Board, 1997) y
2 O
girasol (Steer et al., 1986; Villalobos et al., 1994) que en ma íz ( Andrade o 400
104
105
300b 3932b 77a 2842a bed, 1960; Tetio - Kagho y Gardner, 1988b; Thompson y Fenton, 1979).
1.4
GIRASOL 5,6 336a 7873a 43b 1361b En Balcarce , el incremento en número de granos por planta ante
10,2 322a 8669a 37c 839c disminuciones de la densidad a un cuarto de la óptima fue mayor para
la soja, intermedio para el girasol y menor para el ma í z ( Tabla 2), por lo
284a 1662b 171a 210a
que el número de granos por unidad de superficie se redujo más en
7.9
SOJA 30,4 300a 163a 62b
maí z y en girasol que en soja en respuesta a dicho tratamiento (Tabla
1841b
55 ,3 38c
2). Por otro lado, aumentos en la densidad de plantas por encima de
341b 2152a 159a
la recomendada pueden reducir el número de granos por unidad de
superficie en ma í z pero no en girasol y soja (Tabla 2). Esto se explica
por marcadas reducciones en el número de granos por planta en aquel
Letras distintas indican diferencias significativas (P<0,05) entre densidades dentro de cultivos para cultivo.
cada arto El peso de granos depende de las condiciones ambientales a la
que est á expuesta la planta durante el llenado ( Egli, 1994b; Andrade y
Ferreiro, 1996) . No obstante, ante cambios en la densidad, este
Estas tendencias coinciden con las observadas en numerosos segundo componente del rendimiento presenta escasa variación en
estudios en diferentes ambientes. Así , en soja , se observaron escasas soja ( Valentinuz et al., 1995 ; Board et al., 1995), intermedia a baja en
variaciones en el rendimiento en densidades comprendidas entre 3 y maíz ( Tollenaar y Daynard, 1978; Kiniry et al., 1990) y muy alta en
60 p rrr 2 (Egli, 1988; Valentinuz girasol ( Gaines et al., 1974; Villalobos et al., 1994). En los ensayos de
et al. , 1995; Baigorri , 1997). Para
diferentes zonas en Argentina , Baigorri ( densidad de plantas conducidos en Balcarce, el peso de los granos se
1997) recomienda densidades
en re y 36 p m 2. En girasol,
estudios realizados en el centro- sudeste mantuvo muy estable en soja y fluctuó entre 37 ( alta densidad) y 77
que el rendim ento varía poco en el rango de 3,5 mg ( densidad baja) en girasol ( Tabla 2). En maí z, disminuciones en la
bargo exririol -
ah 6t al 1982b Aguirrez
baroo, expenencias en
'
ábal et al., 1996 ) . Sin em
^
-
,
ensidad de 8,7 a 2,2 p m 2 se asociaron con incrementos en el peso
ae 0S granos de 17%
localidades con alta radiación, óptimo riego y en promedio ( Vega , 1997) .
106 107
, ,.
n an
a 1t>orto en la medida
que los recursos para la planta
< ,1993. ^°
2.2.2. Mecanismos que determinan la estabilidad del rendimiento mcreme .
es ( stephenson 1981; Heithold et al.. 1986; Jiang y
son mas , bosetal..
Vl ia i 1
1994). Entonces, el principal factor asociado
En las tres especies, la estabilidad
del rendimiento frente a Eg de rendimiento no es el número de flores iniciadas
con' variaciones
|
(Ruget , 1989 ; Villalobos et al., 1994; Valentinuz et al. 1995; o de sus individuos
ser caracterizado a través de indicadores
girasol tasas de crecimiento. La Figura 5 muestra la
Connor y Hall, 1997; Otegui , 1997 ). dinámicos como las
un nú mero de flores por espiga relativamente relación entre el numero de granos final por planta (NGP) y las tasas
El maíz presenta
mayor prolificidad ante disminuciones crecimiento por planta ( TCP ) durante el per í odo cr í tico de
constante, pero puede presentar de
en densidad (Otegui, 1995;
Andrade et al., 1996). determinació n del rendimiento . Tres caracter í sticas contrastan entre
por capítulo aumenta con la las especies bajo estudio : los umbrales de crecimiento mínimo para
En girasol, el número de flores
por planta a medida que la densidad granos las pendientes de las relaciones y la presencia o ausencia
r
2l disponibilidad de recursos
fijar ,
. Villalobos et al. ( 1994) observaron de un plateau en el NGP en situaciones de alta disponibilidad de
disminuye (Steer et al., 1986 )
por capítulo que fluctuaron entre
incrementos en el número de flores tamaño pequeño) y 152% (en recursos por planta.
corto y En soja , el número de granos por individuo está asociado directa
12% (en cultivares de ciclo de 10
largo y gran tamaño) al disminuir la densidad y linealmente con la TCP. Además, como se discutió anteriormente, el
cultivares de ciclo DKG - 100 disminuciones
.
a 0,5 plantas m En Balcarce y para
? el h íbrido ,
2 produjeron aumentos en el número de
crecimiento de esta especie presenta una gran respuesta al aumento
en la disponibilidad de espacio y recursos. El hecho de que las plantas
en la densidad de 11 a 1 ,4 p m
, 1996). La gran plasticidad de soja no manifiesten un plateau en la producción de granos a altas
flores cercanos al 116% ( Valentinuz explica la estabilidad de su TCP sugiere, entonces , que existe equilibrio entre la plasticidad
reproductiva de este híbrido en particular
densidad (Figura 4). vegetativa y reproductiva . En bajas densidades , aumenta
rendimiento ante la disminución de la por planta se modifica significativamente el número de granos potenciales y disminuye el
En soja, el número de granos potenciales potenciales
, nudos reproductivos aborto de flores ( Valentinuz, 1996). A medida que la densidad aumenta,
a través del número de ramificaciones reproductivo ( Jiang y Egli, el crecimiento y el número de granos por planta disminuyen como
por rama y vainas potenciales por nudo
1993; Board y Tan, 1995). Bajo óptimas
condiciones de crecimiento consecuencia de una menor oferta de recursos por individuo. El bajo
granos potenciales puede umbral mínimo de crecimiento por planta para producir granos en soja
en Balcarce, se observó que el número de 2.
56 y 8 p m (cercano a 0,1 g 1
aumentar hasta 230% al variar la densidad entre que los que y los muy bajos
d ) contribuye a explicar la estabilidad del rendimiento
m ás granos
Sin embargo, las plantas producen de cultivo,
niveles de esterilidad en repuesta a importantes
finalmente pueden mantener en condiciones 109
Capitulo 4
^
granos por espiga ante disminuciones en el
similares e’ntre
*isKSFTCF ^úf eron observadas por Egli ( gs)
^ 6
' '"
ón entre el numero de granos por planta y i,
0 68
eneinumc ro de puede ser el resultado del relegamiento decrecimiento
por Plan ,^ la espiga
lbuclón de asimilados por estar sujeta a la dominancia apical
En girasol, la relaci en la dis rl ( Capitu|0 3). En consecuencia, el maíz presenta un
TCP alrededor de
muy bajas densidades
floración es curvilineal ( Figura 5 A pesar de que 6n
el girasol manifiesta una
).
gran capacidad
de
f
,
de la Pano ^ |mien 0 por planta para la producción de granos (
*
alto
cercano
en el nú mero de granos potenciales
crecimiento, aumento fijados y granos potenciales ( Vannozzi et al.
y en |a umtfn9 d ’ , mtensidad
a1
para el
|.
híbrido DK 636).
con que disminuye la TCP como la distribución
ito
relación entre granos , 1991), la presencia de un plateau indica Tann s de plantas en la población deben tenerse en cuenta al
1985; Zaffaroni y Schneiter reproductiva que puede deberse a | de taman0 |||dad de ) cu|t¡Vo en respuesta al aumento de
TCPaifm ? 0
'
6 recursos P r
° Planta disminuye debido a incrementos
P r encima de un óptimo, la pendiente de la relación
n a significativamente, indicando abruptas reducciones
asociaron con incrementos en el peso de los granos de 23% y 9% en
Plantas con una y dos espigas, respectivamente ( Vega, 1997).
110
111
1600
1200
800
400
4000
o B
Q-
(/>
3000 Tamaño relativo de planta
o
c
2 ro 2000
O) £ B Figura 6: Peso relativo del grano en funció del tamaño relativo de la planta para
a> co n
-o
maíz, girasol y soja . Los diferentes tamaños de planta se lograron en base a variacióneS
Q
1000 Girasol **
en la densidad. Datos adaptados de Capristo, 2000.
P
<D
E
13 0
3
sistemas de producción
que están sometidos a sequías progresivas
v , 1983; Aguirrezábal et al., 1996) (Figuras 7B y
medida del agua de reserva en 1 et al.. 1981. Cetiom
severas y que dependen en gran el
8 B ) . En localidades
con baja capacidad productiva , donde los
suelo (Capí tulo 7). rendimientos csperables son medios a bajos , el rendimiento no es
La disponibilidad de recursos modifica marcadamente |a por cambios en la densidad dentro de un amplio rango.
y Gardner, 1983). En buenos afectado
respuesta a la densidad en maíz Gardner
(
rendimientos de ma í z se obtienen con
ambientes, los mayores elevadas
escasa plasticidad que muestra la planta en 1200
densidades debido a la
de baja oferta ambiental,
bajas densidades. En cambio, en condiciones 800
la densidad de plantas óptima es sensiblemente menor ( Figuras 7 y
400
8) . Cuando los recursos son limitantes , la tasa de crecimiento por planta
alrededor de floración es baja y , por ende , la proporción de individuos o
dentro del cultivo que sufre aborto de espigas y de granos puede ser
alta (Figura 5). Esta situación puede ser prevenida con el uso de una
menor densidad de plantas que aumente la disponibilidad de recursos E 600
deficC'^ ,
. .
.
En girasol sin deficiencias (negros CETIOM, 1983); con deficiencia
oaerada ( grises Aguirrezábal et al. 1996; Robinson et al. 1980); y deficiencia
b|ancos Robinson et al.,1980; Holt and Campbell, 1984). En soja sin
-.
.
? lkla
ambiente (Zubnsky
Zubñ
d ® nsidad óptima tambié varía en función de
. n ,0S
encias (negros Carpenter y Board, 1997), con deficiencias moderadas durante
,
Robinson et al., 1980; Smith , °
y Zimmerman, 1974; S de crecimiento finales ( grises ) y severas durante los per í odos de
crecfStad
rT1|ento
tempranos (blancos; Moore 1991). .
114 115
P
ión personal) . En contraste con
observar reducciones del rendimiento
en ambientes pobres. Esto se
1600
1200
haaa destinos reproductivos
explicapo
rquejapartioondepor ^
aumentos en la densidad como ocurre 800
^
en maí z. 400
En cultivos de girasol conducidos en localidades con alta
ios es conveniente E
capacidad productiva, riego, y sin problemas sanitar m
1993) ( Figura 7C). En estas situaciones, al aumentar la densidad 2.3.2. Densidad óptima y
fecha de siembra
la
plantas mejora la cobertura del cultivo en las etapas críticas para
determinación del rendimiento y la cantidad de nudos reproductivos Cambios en la fecha de siembra están asociados con variaciones
(Duncan, 1986; Egli, 1988). Similarmente, Baigorri (1997) recomienda en a temperatura
' en el fotoperíodo y en la radiación a las que están
116 117
á
expuestos los cultivos. Estos factores afectan las tasas de desarrolin y el cierre del canopeo antes de los
de crecimiento de los cultivos
(Capí tulos 2 y 5). Por ello, la
fech3 de productivos donde estadios
reproductivos cr í ticos está má s comprometido. Considerando
siembra puede modificar la respuesta del rendimiento del maíz, 9airasol una
y soja a la densidad de plantas. ' densidad optima en siembras tempranas de 30 p m 2, Baigorri (1997)
sugiere que, en cultivares de ciclo corto ( grupo III) sembrados
Retrasos en la fecha de siembra en maí z generalmente acelera 1
más el crecimiento que el desarrollo durante las etapas vegetativas tardíamente, la densidad sea incrementada en 35-50% en ambientes
de buena aptitud y
en 65 - 70%, conjuntamente con el uso de
Ésto resulta en plantas de mayor tamaño en floración (Cirilo y Andrade distanciamientos entre .
surcos de 35 a 52 cm en ambientes de baja
1994a ; Capítulo 5) . Ademá s , el per í odo critico del cultivo para |a' calidad.
determinaci ón del rendimiento ocurre en momentos de menor En la bibliograf ía, se han descripto interacciones significativas
irradiancia respecto de siembras más tempranas (Cirilo y Andrade entre fecha de siembra y la respuesta del girasol a la densidad de
la
1994b) lo que reduce la tolerancia al aumento de la densidad de plantas' plantas ( Prunty. 1981; Miller et al., 1984; Sunderman et al., 1997). En
Consecuentemente, la densidad óptima para rendimiento disminuyes el Capitulo 5 se presentan más detalles sobre las prácticas de manejo
medida que se retrasa la fecha de siembra del cultivo de maíz en a ajustar ante variaciones en la fecha de siembra.
ambientes templados, a diferencia de lo esperado para otros cultivos
como trigo, girasol y soja. 2.3.3. Densidad y cultivares
En cultivos de maíz regados y fertilizados en las regiones sudeste
y sur de la provincia de Buenos Aires, Cirilo y Andrade ( datos no En ma í z, la respuesta a la densidad de plantas presenta
publicados) encontraron una significativa interacción entre densidad variabilidad genética. En general, híbridos de ciclo corto, con menor
de plantas y fecha de siembra. En siembras tempranas ( septiembre) área foliar por planta presentan mayor densidad óptima. Por otro lado,
se halló una clara respuesta positiva del rendimiento al aumento en la el mejoramiento gené tico ha contribuido a aumentar la tolerancia a
densidad de plantas entre 2 y 11.4 plantas m 2, mientras que en tardías altas densidades de plantas ( Russell, 1986). Esto puede estar
(noviembre) se encontró un óptimo en 5,7 plantas m ?. En secano, las relacionado con cambios en las relaciones entre NGP y TCP ( Tollenaar
siembras tempranas de maíz permiten reducir la incidencia de probables et al., 1992; Echarte et al., 1998) y con una menor variabilidad entre
déficits hí dricos al anticipar el per íodo más susceptible del cultivo plantas ( Tollenaar y Wu, 1998). Por otro lado, los materiales prolíficos
( floración) hacia momentos de menor demanda atmosférica de agua y presentan generalmente m á s estabilidad del rendimiento ante
mayor reserva de humedad en el perfil del suelo (Capítulo 7). Esta disminuciones en la densidad ( Sarquis, 1998).
circunstancia constituye un factor adicional de tolerancia a la densidad En girasol, también se recomiendan mayores densidades cuando
de plantas en siembras anticipadas en secano. se siembran cultivares de ciclo corto y de menor área foliar ( Villalobos
En forma inversa a lo que ocurre en maíz, retrasos en las siembras et al., 1994 ) . Similarmente , los cultivares de girasol presentan
de girasol y soja aceleran má s el desarrollo que el crecimiento diferencias en su plasticidad reproductiva, y como se mencionara
vegetativo , por lo que disminuyen la biomasa y posiblemente la anteriormente, éste es un factor a tener en cuenta, especialmente en
cobertura de cultivo al inicio del período crítico para la determinación ambientes muy productivos, donde bajas densidades pueden afectar
del rendimiento (Goyne et al., el rendimiento a través de limitaciones en el número potencial de granos
1989; Board y Hall, 1984). El uso de
ensidades altas en soja, especialmente en cultivares de ciclo corto, por unidad de superficie.
6 d ® minuir los
' efectos depresores de las fechas de siembra Los cultivares de soja de mayor longitud de ciclo, mayor altura
al ' í'rle'
f qqo IAF y la cobertura del cultivo (Boquet, 1990; Savoy et
e ® perable
de planta o mayor
tendencia al vuelco tienen densidades óptimas
menores (Baigorri, 1997).
aumento HP ? asimismo, encontrar mayor respuesta al
densidad en siembras tardías en ambientes poco
118
119
del suelo durante los per í odos cr í ticos para la determinación del durante las etapas cr íticas de determinación del número de granos
rendimiento (Shibles y Weber, 1966). Asimismo, al distribuirse má s por unidad de superficie en distintas localidades de la Provincia de
eficientemente el área foliar ( menor superposición de hojas dentro de Buenos Aires. En estos ensayos, la respuesta del rendimiento del maíz,
la lí nea y mejor cobertura del espacio entre líneas) , se mejora la el girasol y la soja a la reducción de la distancia entre hileras fue i)
cantidad de radiación interceptada y. por ende, la producción de inversamente proporcional al porcentaje de radiación que el cultivo
biomasa (Capítulo 3). Un espaciamiento más equidistante, además, intercepta con hileras anchas en los momentos cr í ticos para la
reduce el índice de área foliar requerido por el maí z , el girasol y la soja determinación del numero de granos por unidad de superficie ( Figura
para interceptar el 95% de la radiación solar (IAF crítico) por aumentar 9 ) y ii) directamente proporcional al incremento de radiació n
el coeficiente de extinción de la luz en el canopeo (Flenet et al., 1996).
Como ejemplo, la reducción del espaciamiento entre hileras de 100 a
_
interceptada en dichos momentos ( Andrade et al., 2001).
20
f
Sin embargo, para condiciones sin estr
el periodo de crecimiento reproductivo
és hídrico importante durante
, el principal factor determinante
^'9uradistanci
de la
9: Relación entre la
espaciada
entre h ,eras V , a radiación interceptada lograda con las hileras
respuesta porcentual del rendimiento en grano a la reducción
122
k
Scanned with CamScanner
Capítulo 4
124 125
k
Scanned with CamScanner
Capítulo 4
.ZuSalT
, 1978 ). que la de los otros cultivos a la
la floración y el llenado de granos (Robinson
En condiciones en las que la superficie
del suelo se encuentra
^
densidad ? ,
recursos Por Planta alrededor de floración (por altas
^ ^?
ye 113 60 función del ambiente, del
angostas del cultivo y de manejo
es aproximadamente igual en hileras
. , de uso del agua debr
, cultivar
Sin embargo me ¡o a la eficiencia
disminuye la proporción de agua perdida '
por P en re hileras puedenr
i
5 06 producción la reducción de la distancia
'
60
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(Capí tulo 6). e
a cobertura
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total
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k 126 127
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1. introducción
En los cap í tulos previos se present ó información sobre el
crecimiento y desarrollo de los cultivos y sobre los períodos más críticos
para la determinación del rendimiento de los mismos. Se ha analizado,
para cada cultivo, la determinación del número de granos por unidad
de superficie y del peso de los mismos, variando según el caso, la
importancia relativa de cada componente. Los cultivos se deben
manejar de forma tal que los per íodos más crí ticos para la determinación
del rendimiento ocurran en momentos con condiciones favorables para
el crecimiento. Los productores cuentan con dos elementos claves
para ajustar la ocurrencia de dichos per íodos cr í ticos a cada ambiente:
el ciclo del cultivar y la fecha de siembra.
En el presente capí tulo se analizan los efectos de la modificación
de la fecha de siembra sobre el desarrollo, el crecimiento y el
rendimiento del ma í z, el girasol y la soja. Se discuten además, las
prácticas de manejo más adecuadas en función de la fecha de
siembra.
2. Desarrollo y crecimiento de los cultivos
-
actores tienen una fuerte influencia sobre
e os cultivos (Cap el crecimiento y el desarrollo
í tulos 2 y 3). Por esto, al variar la fecha de siembra,
,0 ar ,
od¡f¡Can as cor) d c ones
°• * * ^* ° ''
de a estaci n
ambientales a las que es expuesto el
crecimiento, por lo que se afecta su
rencímiento potencial °
. Este efecto es mayor cuanto mayor es la latitud.
,
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Balcarce- Fac
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o
co Fecha de siembra (días después del 1 de sept .)
“
O
03
CU
Figura 2 : Rendimiento en grano ( 14% de humedad) de ma í z (círculos ) , girasol
( cuadrados) y soja ( triángulos) en función de fecha de siembra expresada como dí as
Dias desde 1o de Septiembre
después del 1 ro de Septiembre . Híbridos DK 636 (maí z) y DK G100 (girasol) y cultivar
Asgrow 3127 (soja) cultivados en Balcarce sin limitaciones de agua ni de nutrientes y
con 8.5; 6.7; y 30.0 plantas m ? a cosecha, respectivamente. Los EE son 24.6 y 22,6
Figura 1: Evolución de los valores diarios de radiación total incidente, temperatura g m ? para comparar fechas de siembra en maí z y girasol, respectivamente; y 19.0 y
media del aire y fotoper íodo, durante la estación de crecimiento de cultivos estivales, 10.0 g m para soja temprana y tardía, respectivamente. Datos adaptados de Andrade
en Balcarce. En las barras horizontales se indican los momentos de siembra (S), (1995).
emergencia ( E ), iniciación floral (I), floración ( F) y madurez fisiológica (MF) para
.
siembras tempranas ( 1) y tardías ( 2) de maí z (M DK 636) y soja (S, Ax 3127). Se
grafican los promedios decádicos de 3 campañas: 1989/90, 1990/91 y 1991/92. 2.1. Desarrollo
138 139
.
acortamiento
.
estrecha asociación con la temperatura.
y la floración
muestran una fotosintética
. _ El etecto
totoDeriodico y la velocidad de desarrollo atérmico prevalece
atment
.
cuando a siembra se retrasa (Ma¡or eta
et al , 1994). 1975;Boabomm ..
oración siempre «
,
ón de biomasa
2.2. Producci
c 100 del cultivo provocado por el retraso de
•o El acortamiento del ciclo
o el aprovechamiento de la radiación solar, a pesar
2 embra reduce
o 80 intensidad de radiación se incrementa al avanzar la estación
H nue la
el solsticio estival (Figura 1). Sin embargo, el aumento en la
m hacia
£<D
60
velocidad de emergencia y de expansión de las hojas al atrasar la
P> siembra , permite un r ápido establecimiento de un canopeo eficiente
0) 40 para interceptar la luz incidente durante la etapa vegetativa (Cirilo y
Andrade . 1994; Hussain y Pooni, 1997). En siembras tardí as, los
E
O)
o 20 cultivos demoran unos 20 a 30 dí as menos en alcanzar la máxima
i0 intercepción que los de siembra temprana (Figura 4). Este efecto le
Q
0 permite, al cultivo sembrado tarde, compensar parcialmente el menor
número de dí as de aprovechamiento de la oferta radiativa.
0 20 40 60 80 100 120 140
En zonas templadas, las temperaturas medias diarias al comienzo
Fecha de siembra (d ías después del 1 de sept) y/o al final de la estación de crecimiento son frecuentemente limitantes
para la fotosí ntesis de los cultivos aquí considerados. El efecto de la
Figura 3: Dí as desde emergencia a floración para maí z (círculos) y girasol (cuadrados)
modificación de la fecha de implantación del cultivo sobre la eficiencia
y desde emergencia a R 5 en soja ( triángulos) en función de la fecha de siembra
expresada como días después del 1ro de Septiembre. Híbridos DK 636 (maíz) y DK de conversión de radiación interceptada en biomasa (ec) es mayor
G100 ( girasol) y cultivar Asgrow 3127 ( soja) cultivados en Balcarce sin limitaciones cuando m á s var í a la temperatura durante el ciclo y cuanto más
adaptados
de agua ni de nutrientes y con densidades de plantas apropiadas. Datos dependiente de esta variación sea la fotosíntesis. Para maí z en
de Andrade (1995). Balcarce , la ec durante el per í odo vegetativo se incrementó de 3,3 a
4,2 g MJ al atrasar la fecha de
siembra entre Septiembre y Diciembre,
fisiológica es ste aumento en ec está asociado con la
La duración del período de floración a madurez temperatura media del per í odo
cultivos (Ploschuk y |• n rade et al., 1993 a) ya que
función inversa de la temperatura para todos los las temperaturas de la primavera son
, 1996) y directa del mi antes Para la
. fotos íntesis. En el girasol, se observaron menores
Hall, 1995; Connor y Hall, 1997; Cirilo y Andrade sembrada tarde, ,
fotoperíodo en soja (Major et al., 1975). Así
el desarrollo reproductivo durante el llenado
, en soja
de semillas es acelerado
la que es expuesta ^
Í
pubnC OdneS
^°
fotos teS S del
* ,
en eC entre laS dist ntas echas de siembra ( Andrade, no
St SG puede deber a Que a temperatura óptima para la
__ de los fotoperíodos cortos a ' raso es menor que a de maí z (20°C vs. 27°C;
como consecuencia
dicha etapa (Major et al., 1975; Weaver et
al., 1991). Por otro
'
de
lado, en
llenado
Capítul ^' * *
durante la fase
maíz y girasol tardíos, las bajas temperaturas limitaciones de fuente
aunque
tienden a alargar dicho período,
141
Capítulo 5
para cultivos bajo riego de maí z , girasol y soja sembrados temprano (sí mbolos siembra permite una eficiente captación de los elevados niveles diarios
manejo óptimos y en hileras a 0, •
e radiación
y tarde ( sí mbolos vac íos), con densidades y
Ma í z DK 636 sembrado a mediados de Septiembre y de Noviembre ; girasol DK incidente en el período vegetativo, que son convertidos
sembrado a mediados de Septiembre y fines de Noviembre; y soja AX 3127
sem ra materia seca con alta eficiencia. Esto determina una alta tasa de
a principios de Noviembre y fines de Diciembre. El error est á ndar
salvo en los muéstreos finales de maí z y girasol. Datos adaptados de
fue inferior
Bodrero ,
a j
198o, Nacimientoy Pooni 1997).
del cultivo antes de la floración (Cirilo y Andrade, 1994;
,
Cirilo y Andrade. 1994; Andrade. 1995: y Andrade, no publicados.
143
i 142
cí o siembras tard
ías reducen la tasa de crecimiento después
^
embaf
Sin on en maíz y girasol y durante el llenado de granos en soja
de ia f ora s bajOS va|ores de radiación incidente diaria y a la menor
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1
meses
de
de atraso
70 a 100 kg ha por día de retraso desde fines
siembras
en la siembra
1
<D
8000
6000 r ss
rWvz
Girasol
cultivo de soja , el atraso de un mes y medio en
fecha óptima , produjo una disminuci ó n en el n
la
ú
siembra
mero de
a partir
semillas
de la
por
conducidos
ro 4000
BSoja
metro cuadrado del 24%. Estos datos surgen de ensayos
i/>
en Balcarce bajo riego y fertilización ( Andrade, 1995). Efectos negativos
E
03
o
co
2000
k 146 147
k 148 149
Capitulo 5
150 151
íoH« 0dUCtÍV de os
la siembra desplaza el oer
rendimiI! ° '
las bajas temperatu as yv alta humedad hacia el fin del
(Clarke et al. . ^
ciclo
rtante entonces la elección del cultivo El retraso de y soja hacia momento * men lrePr °
r dación y
con buen compo ,
san tario para siembras tard de
cultivares cultivos de maíz , girasol
lo que el potencial de 9rano de estos
ranas,|as bajas temperaturas delas. Por el
í temperatura , por reduccio es en el
contrario, en siemor generalmente disminuye debirtn
tres cultivos granos fijados por unidad de
, "
~
Dlantas. demoran la germinació comienzo
del ciclo pueden da
,,
las etapas iniC a es u , ny
expon endolo al ataque de dilatan numero de
enfermedades, por ioq es necesario el empleo de plagas y
semilla sana y de de los , segS >
incidencia de otras plagas n se paw (enot ógico y
y cultivares segíú .
6. Comentarios finales
^ c insectos cr
La Tabla
ticos
1 resume los efectos del retraso en la fecha de
sticas del cultivo durante
siembra
el período de crec
sobre las caracter la respuesta del mismo a prácticas de manejo
í
mZnZ
reproductivo y sobre
Las siembras tard í as resultan en i) menores tiempos
floración; ii) altas tasas de crecimiento del cultivo durante hasta
¡ su etapa
vegetativa; ii) bajas tasas de crecimiento del cultivo durante el Bibliograf í a
periodo
reproductivo, iv) menor duración del per íodo de llenado de granos
en . 1985. Effects of planting date on two soybean cultivars
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R . Scarafoni
Densidad óptima =?
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159 157.
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soybean cultivars responses ro
0p
STSSíSíp MO .
.= =
unidad de área o su equivalente en lamina de agua por
. ,
área (Burman et al. 1983).
puede absorber para diferentes condiciones de humedad edá f de tiempo (Hatfield, 1990) .
estado de crecimiento y cobertura vegetal (Gardner et al. intervalos
Los ímetros
Iis son muy costosos por lo cual no son de utilización
. 1985)
La demanda evaporativa de la atmosfera r"
freC Ü nte
v en la mayor ía de los casos se deben usar mé todos
evapotranspiración potencial ( ETP ) o de referencia ( ETdenominada
) • se puede °itivos. Uno de ellos
es la determinación de la variación en el
3 del suelo ( VA ) a travé s del tiempo, para aplicar un
agua
cubierta por un,
representar por la tasa de ET de una superficie
ma naje de
3Mace
= Precipitación + Riego ± VA - Drenaje).
. de ET ET
gram í nea de altura baja (8 a 15 cm) y uniforme, en (
que cubre totalmente el suelo y que no tiene limitaci
crecimiento activo balance al cálculo peri ódicas de la humedad del suelo por
de mediciones
ón de am Se requiere
.
( Doorenbos y Pruitt 1977). La ET real ( ETR ) es la
cantidad de aqua* etodn qravimétrico o combinado
con el de dispersión de neutrones.
para c á lculos de ET en intervalos de siete
Esta forma se recomienda
perdida hacia la atmosfera desde el suelo y desde las
plantas en
determinadas condiciones meteorológicas , de disponibilidad
en el suelo y de crecimiento del cultivo ( Hatfield 1990). La ET
.
de aqua
de un
dí as o mayores
í
determinación
.
de
(
la ET
. .
Hatfield
de
,
los
1990
. y es
)
cultivos que
el m é todo utilizado para la
se comparan en el presente
cultivo libre de enfermedades , que se desarrolla en una superficie capitulo, tal como lo describen Della Maggiora et al. ( 1997).
extensa, sin limitaciones de agua y nutrientes y que logra el Existen m é todos indirectos para estimar ET basados en datos
rendimiento
potencial, se denomina evapotranspiración maxima ( ETM) y representa meteorol ó gicos . Entre ellos se encuentran desde los más simples que
.
el requerimiento de agua de un cultivo ( Hillel 1990); es afectada tanto consideran pocas variables y totalmente emp í ricos, hasta los más
por las caracter í sticas del cultivo como por las del clima y suelo, por lo complejos con una sólida base f í sica. En general, no todos son válidos
cual se debe medir para cada region y cultivo. para diferentes regiones climáticas y requieren calibración local.
Las caracter í sticas del cultivo se pueden cuantificar con un
coeficiente de cultivo ( Kc ) y las del clima por la ET,. Multiplicando ambos 3. Factores meteorológicos que afectan la evapotranspiración
términos se puede obtener el requerimiento de agua del cultivo como
ETM = ET x Kc ( Doorenbos y Pruitt 1977).. La radiación solar es la principal fuente de energía para que se
La cantidad de agua usada por un cultivo est á relacionada con produzca la evaporación, cambio de estado del agua de líquido a va -
la producción de materia seca total ( MS) y con el rendimiento. El por. Es necesario también que exista una diferencia de presión de
cociente entre MS y la ET se denomina eficiencia de uso de agua vapor entre la hoja y el aire, la cual es función de la temperatura de la
( EUA > y se puede expresar como g de MS kg de agua o kg de MS hoja y del aire y de la humedad relativa del aire. La circulación de aire
’ provocada por el viento y la turbulencia del aire dentro y encima de un
ha mm ' de agua. Se aplica tanto para materia seca total como para
'
rendimiento. La rec íproca de la EUA representa otra forma de expresar cultivo son los principales mecanismos de remoción de vapor de agua.
el requenmiento de agua como ET MS en g de agua por g de MS o m3 Si hay viento, la evaporación puede continuar aún después de la puesta
de agua por kg de MS ( Gardner et al., 1985). del sol, mientras que en condiciones de calma, en general cesa en
La ET se puede medir o estimar aplicando diferentes ausencia de radiación solar (Hillel, 1990).
procedimientos . El método patrón es el uso de Iisímetros que consisten El m é todo de Penman ( 1948), que combina los principales
en columnas aisladas de suelo, con propiedades f ísicas y químicas factores que gobiernan las pérdidas de agua, como la radiación solar,
similares a las de los alrededores, en los cuales se instala el cultivo de temperatura, humedad del aire y velocidad del viento, permite estimar
interé s. En el lis ímetro se puede determinar el cambio en el contenido
de agua del suelo a través de un sistema hidráulico (variaciones de
*a ETo. Es un método semiempírico que en general presenta buen
comportamiento para distintas regiones climá ticas y ha resultado
presión) o de pesada . Midiendo la cantidad de agua incorporada por adecuado para las condiciones de Balcarce según la evaluación
precipitaciones y riego y las pérdidas por drenaje, se determina la ET. comparativa con otros métodos (Della Maggiora, 1996).
Los sistemas más modernos permiten mediciones precisas en cortos La ET0 en Balcarce es má xima en los meses de diciembre y
159
158
MA í Z
6
Fase Descripción
Siembra 19/10 11/10 10/10
Emergencia 28/ 10 18/10 21/ 10
vf
E 4 V, 6 h expandidas 7/12 40 23/11 36 1/12 41
E Vr Panojamiento 15 / 1 79 1/1 75 9/ 1 80
19/1 83
. 6/1
R Estigmas 80 15/1 86
ñ 2
Media 1971- 92
-
1993 94
1994 - 95
R Madurez fisiol. 23/3 146 14/3 147 15/3 145
1995 - 96 GIRASOL
0 Fase Descripción
Siembra 22/10 21/10 18/10
A Emergencia 29/ 10 27/10 31/ 10
B, 8 ’ h/4 cm de Ion. 4/12 36 23/11 27 28/11 28
E Bot ón floral 13/ 12 45 7/12 41 7/12 37
Figura 1: Evolución de la evapotranspiración de referencia F Com. de floración 10/1 73 2/1 67 3/1 64
( ET 0) durante la estación Fin de floración 17/1 80
de crecimiento de cultivos de verano en Balcarce. Valores 13/1 78 12/1 73
diarios. M2 Madurez fisiol. 17/2 111 8/2 104 19/2 111
! SOJA
4. Evapotranspiración má xima de ma í z, girasol y soja
Fase Descripción
Siembra 9/ 11 8/ 11 13/ 11
En este punto se discute la evolución de la ETM a través de la VE Emergencia 19/11 15/11 21/11
estación de crecimiento y su relación con la ET , así como la variación
*""
4 nudos 18/ 12 29 16/12 31 26/12 35
0 I
.
entre años y entre cultivos Se presenta un ejemplo de un cultivo
R,
Com. de floración
Com. de fruct .
29/12 40 26/12 42 10/1 50
(girasol) en una campaña agrícola, un cultivo (maíz) en tres campañas 27/1 69 13/1 59 26/1 66
s Com. Ll. granos 7/2 80 24/1 72 15/2 86
y los tres cultivos en una campaña. 1 , Madurez fisiol. 16/3 117 7/3 112 18/3 117
Como la ETM depende del estado fenológico del cultivo, cuya
fecha de ocurrencia es variable entre a ños debido sobre todo a i
variació n en temperatura (Capí tulo 2), se presenta en la Tabla 1 la 4.1. Evolución de la ETM en la estación de crecimiento
evolución fenológica de los tres cultivos en los tres períodos de ensayo.
El patrón estacional de ET de un cultivo sin limitaciones de agua
Y nutrientes ( ETM) est á relacionado con el crecimiento y desarrollo y
160 161
75 y 94 DDE la ETM de a ,
27 mas alia en 1993 94 que en 19S
- °
a la ma n
£ e 3
1 °" *“*
S-
el cultivo creció y fue cubriendo el suelo, la ETM se «
?icfdP í 2° °°"
llegando a valores hasta un 40 % mayores alrederinr
incrementó,
'
superando a la ET desde el tiempo en que logro 06 Vap r
interceptar el 80% de Los valores mas altos de radiación y de dé nra
la radiación, poco despué s de la emergencia del bot ón en í comnia
má ximos valores de ETM se produjeron mientras se
intercepción superior al 90%. Durante esta etapa la ETM super
floral. Los
mantuvo una
ocurridos durante este período 1994 - 95 as
de crecimiento del cultivo, justifican las diferencias
3
'
aSmayorestasas
ó a la
ET . aproximadamente en un 30%. Luego , el cultivo fue perdiendo hojas
rápidamente ( Capitulo 3) y la ETM fue inferior a la ET 10
0
. 1993 - 94
8 1994 - 95
r 10 "U 1995 - 96
~o
E E 6
E 8 E
c 4
o 6
o
LU 2
Q. 4
¡?
(T3 0
2
o
O, 0 20 40 60 80 100 120 140 160
> 0
LU
0 20 40 60 80 100 120 140 160 Días desde emergencia
Dias desde emergencia
Figura 2. ETM de un cultivo de girasol. Dekalb G- 100. desarrollado en 1995-96 en
. .
Figura 3: Evolución de la ETM de un híbrido de maí z Dekalb 636 en tres campañas
agrícolas en Balcarce. Se utilizó el método de balance indicado en la Figura 2. El
Balcarce y ET0 según el mé todo de Penman ( 1948). Los valores de ETM fueron error est ándar de la media osciló entre 0.01 y 0,45 mm (n 3).
calculados por medio del balance de agua (ETM= Precipitación+Riego± VA -Drenaje)
=
a partir de medidas de humedad de suelo, gravimé tncas entre 0 y 0.1 m y con sonda
de neutrones entre 0.1 y 1.6 m. El error estándar de la media varió entre 0.01 y 0.5
mm ( n=3) .
162 163
*
.
.
otros cultivos y está expuesto a distintas condiciones de demanda correspondientes a maí z y soja similares entre SL LOS valores de ETM
atmosf érica en aquellos momentos. Mantuvo durante el ciclo valores estacional están dentro del orden de los informados por o ros autores,
de ETM cercanos a ET y sólo ligeramente superiores entre R y R
, 6 para rendim entos similares de maí z (Hattenforf el aL 1988 . .
( IRFA > 80 %; Capí tulo 3J ).
(
,
Schneekloth et al., 1991; Lamm et al 1995; Becerra et aU99&K 9> ¡
^
Reicosky y Heatherly (1990) representaron
en forma esquemática la evoluci
ón de la ET de soja, mostrando un (Gómez et al., 1991; Quaglietta Chiaranda y Mon
- *
et al., 1987; Foroudetal., 1993; Quaglietta Chiarandá y D Andna, 1994)\.
164 165
-
E
E
600 Soja Los Kc resultantes
de la relación ETM/ET0, var ían ampliamente
r u l t i v o s , debido a diferenc
ias en la altura , rugosidad,
~ de las hojas, grado de cobertura y de exploración
400 caracter í sticas ópticasde la canopia a la transpiración, variando también
- del suelo y resistencia
a través de la estación de crecimiento (Hillel, 1990).
m
200 en un cultivo dado
, la relación ETM/ET0 aumenta desde valores
Para un cultivo anual
bajos en la emergencia
hasta alcanzar sus má ximos cuando logra la
0 A
decrece a medida que el cultivo madura y
má xima cobertura , y luego d de plantas, la disminución
o 20 40 60 80 100 120 140 160 muere (Figura 2). El aumento en la densida en la fecha de siembra
y el atraso
del espaciamiento entre hileras
Días desde el 18/10 reducen el tiempo necesa rio en alcanza r el m á ximo Kc (Cap í tulos 4 y 5).
y soja obtenidos
f En la Tabla 3 se comparan Kc de maíz, girasol
se produjeron los
Figura 5: ETM comparada de cultivos desarrollados durante el ciclo agrícola
1994-95 durante los per í odos inicial y final, en los cuales
inicial y final, la
en Balcarce. El primer punto de cada curva corresponde al valor
acumulado entre la valores m í nimos , y Kc m á ximos. En el per í odo
emergencia y el comienzo de las mediciones de humedad, estimado como ET x ,
0 Kc evaporación es el principal componente de la ET y los valores de Kc
y los restantes según el método de balance descripto en la Figura 2. Los lluvias o riego y
cultivares son gobernados por la frecuencia y magnitud de las
.
utilizados son los mismos de la Figura 4 excepto para soja que es Asgrow 3127.
por la ET (Doorenbos y Pruitt, 1977). Durante el desarro llo má ximo,
los valores dependen de las caracter í sticas propias del cultivo . En los
Tabla 2: Duración media de la estación de crecimiento y ETM media y máxima para tres cultivos, el comienzo del per íodo con Kc > 1 ( ETM > ET 0
) coincidi ó
aproximadamente con el 80 % de IRFA y se correspo ndi ó con valores
tres cultivos y tres campañas agrícolas (1993-94, 1994-95 y 1995-96) en
Balcarce .
de índice de área foliar (IAF) de alrededor de 2 para girasol, 4,5 para
ma í z y 3 , 5 para soja ( Valentinuz , 1996 ) . Rachidi et al. ( 1993)
Duración media ETM < •> presentaron similares relaciones entre IRFA e IAF para girasol. Howell
del ciclo, días et al . ( 1998 ) hallaron para ma í z valores de IAF entre 4 y 5
Media diaria Má xima Media correspondientes a las má ximas tasas de ET.
estacional • media diaria estacional De los tres cultivos , girasol tuvo el Kc má ximo má s elevado ( 1,32),
(mm día 1) (mm día )
’ ( mm día )
’ que se mantuvo durante un 9% ( 10 dí as) de la estación de crecimiento
*
Maí z
y presentó un período de 30 días (27 % de la estación de crecimiento)
147 ( 1) 4.1 ( 0.09) 7.6 ( 0,18)
Girasol 109 (2)
599 (7) con Kc >1 (Tabla 3) . Similares Kc máximos fueron hallados por otros
autores (Hattendorf et al., 1988; d’ Andria et al., 1995, y Tyagi et al.,
4.6 (0.13) 8.0 (0,14) 500 (7)
Soja 117 ( 1 ) 4.0 (0,05) ( 0,22)
7.6 454 ( 7)
2000) en el per í odo comprendido entre botón floral y fin de floración
m Los valores de
ETM fueron calculados por medio del balance de agua (ETM= del girasol. Maí z tuvo un per íodo más largo (40 días) que girasol con
Precipitación+Riego±VA±Drenaje) a partir de medidas de
gravimétricas entre 0 y 0.1 m y con
humedad de suelo. Kc>1, aunque con má ximos más bajos (1,24) (Tabla 3). Otegui (1992)
sonda de neutrones entre 0.1 y 1,4 m. obtuvo Kc de ma í z ligeramente inferiores en el per íodo de prefloración
Los números entre paréntesis son el error estándar de la
media para n=9 (3 campañas ( 1,21 y 1 ,16) en dos años de experiencias en Balcarce. El período con
x3 s
repeticione ) .
Kc más altos se produce a partir del panojamiento y durante las 2-3
167
168 169
values Agron J. 78: 483- 487. • 1048 Natural evaporation from open water, bare soil and grass. Proc.
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9
173
1. Introducción
175
el papel de las
- sino qu
incluyen hormonas que, como el ácido abscícico
^,,
pero no perfectamente, en las teorías actuales sobre
encuadren bienhormonas en el crecimiento y desarrollo,de las p
RA
an as -
plantas
las deficiencias hídricas son pronunciadas y/o
en la planta una situación de estrés hidrico que
duraderas, se genera
Se propone en este
contexto que las raíces serían non
P -
C6S de
,,
perc bir
afecta su normal suelo per se o alqún otro ramh et aaes
funcionamiento. De persistir el estrés, sobre todo el estudi > hídrico del , ° 6
"
Prop
, ¿USoad
. íbi,N, dMn
durante estados la deshidrate 6n
Col suelo asociadas con
críticos, el rendimiento se reduce.
En este capitulo se analizan comparativamente
la sequía del maí z, el girasol, y la soja,
componentes ecofisiologicos del rendimiento
las respuestas a
tomando en cuenta los
hidráulica ,mayor
Luego de un breve ,
resistencia
aunque intenso
señales hidráulicas y químicas fueron vrist í^
mecánica, menor d spon 0 c ad de fosforo,
^ L
s como m f
¡Erar;
( Capí tulo 3) . Se
consideran brevemente los mecanismos involucrados en
la percepción
por parte de las plantas del estado h í drico del
Luego de un breve análisis de algunos caracteres
suelo y la atmósfera.
modo consistente
normalmente una buena reserve H
esalZnzaJ? ^ 90 de las
el suelo tiene
.
1983) Experimentos en Balcarce mostraron una mayor velocidad de
recientes. avance del frente de extracción de agua en cultivos de ma í z y soja
sometidos a déficits hí dricos, en comparación con los testigos regados
3.1. Fenología (Dardanelli et al., 1991, Otegui, 1992).
Para que una estrategia basada en sistemas radicales profundos
Como discutimos en el Capítulo 2, el patrón fenológico del cultivo de resultado es necesario que a) el cultivo dependa de las reservas de
es el carácter más importante para su adaptación a un ambiente dado, agua del suelo, b) la exploración radical no esté limitada por factores
L
y en particular para su adaptación a ambientes adversos. Los cultivos físicos o químicos del suelo, c) la disponibilidad de agua en profundidad
178
179
^
jas ventajas de explotar
sucesivos
ac ísfcas
las caracie educascom esta estrategia
y el patrón de lluvias dependerán de
de
Begg y Turner, 1976; Chimenti et al., 1996). Existen dudas, sin embargo,
acerca del papel del potencial de turgencia sobre el crecimiento
requeridas ún que no se den todas cada sitio. En ( Passioura. 1992).
para el éxito de una estrategia las
condiciones
basada en sistemas El ajuste osmótico también puede contribuir al mantenimiento
profundos. radiales de la fotosíntesis a bajos potenciales de agua, retrasar la senescencia
Las leguminosas y el girasol presentan
que las gram íneas ( Hamblin y menor densidad follar y mejorar la supervivencia de flores (Turner, 1997). Más allá de
,
Tennant. 1987). Sin embargo, de raíces los mecanismos involucrados , existe una correlación positiva entre
desarrolla sistemas de raíces más profundos el girasol
presenta gran capacidad de que el maí z y la aiuste osmotico y rendimiento en condiciones de deficiencias hídricas
extracción de agua del suelo ( soja v en trigo ( Morgan, 1986; Morgan, 1995) y en sorgo (Turner, 1997).
Sadras . 1992 ) ( Figura 4 en Cap í Connor y
tulo 3 ) . Bremner et al . (
encontraron que el girasol extrajo dos
a tres veces más agua
1986) 3.4 . Control de la transpiración
segundo metro de profundidad que
el sorgo durante un ciclo de
desde el
Cox y Joliff ( 1986) encontraron que sequía. Los cultivos regulan el consumo de agua a través de distintos
el girasol extrajo más agua
estratos profundos que la soja, por lo que de mecanismos cuya importancia relativa var ía con la especie
y el estado
aquel cultivo fue mucho ontogénico. Los principales mecanismos que reducen la transpiración
menos afectado que la soja por déficits hí
dricos severos y progresivos. son:
Estos resultados demuestran la capacidad
del cultivo de girasol para
extraer agua desde estratos profundos
de suelos sin limitaciones para a ) Reducció n de la superficie foliar. Esta reducción se debe
la exploración radical.
primariamente a la menor expansión y /o a un aumento de la
senescencia foliar ( sección 4.1.1). En el caso de la soja, una menor
3.3. Ajuste osmótico
tasa de producci ó n de hojas tambi é n puede contribuir a
disminuciones en el área foliar de cultivos bajo estré s. La reducción
El ajuste osmótico es el principal
mecanismo de tolerancia a la del área foliar es uno de los principales mecanismos de reducción
deshidratación. Resulta de la acumulación de solutos en de transpiración en las tres especies consideradas.
las c élulas
de tejidos expuestos a estrés hídrico u otros estreses b) Reducción de la conductancia estomá tica. La soja y el maí z tienen
. Existe variación
intraespecí fica en la capacidad de ajuste osmótico de una mayor sensibilidad estomática que el girasol, lo que les permite
girasol (Chimenti,
1991; Robertson et al., 1990; Planchón, 1990; Chimenti regular, dentro de ciertos lí mites, la pérdida de agua ( sección 4.1.2).
y Hall, 1993),
ma í z ( Sharp et al., 1990; Sobrado, 1990; Premachandra et al., 1989; c)* Movimiento foliar. Existen dos tipos de movimiento foliar:
Chimenti et al., 1996) y soja ( Turner y Jones, 1980). Esta variación paraheliotr ópico y diaheliotr ópico. El primero reduce la intercepción
podría ser explotada en programas de mejoramiento para de radiación, el segundo la aumenta y ambos pueden ser afectados
tolerancia a
sequí a en particular en ambientes con sequías cuyo momento de por estr és hí drico. Girasol y soja muestran estos tipos de movimiento
ocurrencia es err ático (Sadras, 1987). foliar (Berg y Hsiao, 1986). Movimientos paraheliotr ópicos permiten
El ajuste osmótico posibilita el mantenimiento total o parcial de a los cultivos reducir la intercepción de radiación, y en consecuencia
la presión de turgencia celular y, por lo tanto, contribuye a la continuidad el consumo de agua, de un modo temporario, sin p érdidas de área
del crecimiento en situaciones de sequía (Hsiao et al., 1976; Turner, foliar. En girasol, las hojas se posicionan verticalmente,
1986). En casos en que el ajuste osmótico contribuye al mantenimiento disminuyendo la radiación interceptada, mientras que en soja las
del crecimiento de las ra í ces, los beneficios de este mecanismo incluyen hojas exponen su env é s m á s piloso que su cara adaxial,
la posibilidad de acceso a zonas húmedas del suelo (Hsiao et al., 1976; disminuyendo la radiación interceptada. La importancia de este
181
(0
100
-- Maí z
• Girasol
•••• Soja
énfasis en respuestas generales al estrés, •
las especies bajo estudio.
ilustradas con ejemplos de
</>
<D
C
* % •
</>
O
l%%\
4.1. Biomasa o \ ••••
-
Li
0
El consumo de agua y el crecimiento de
los cultivos se reducen
-1.0 -2.0 -3.0 -4.0
cuando el contenido hídrico del suelo en Potencial agua de hoja (MPa )
la zona explorada por las
raíces se encuentra por debajo del 40 -60
% del agua útil (Shaw, 1988; Figura 2: La expansión foliar ( A) es más sensible a déficits hídricos que la fotosíntesis
Muchow y Sinclair, 1991: Dardanelli et al.,
1991). Los valores m á s ( B ) . Las variables dependientes ( expansión, fotosí ntesis ) se midieron en plantas
bajos de este rango corresponden a i)
situaciones previas a floración, estresadas y se expresan como porcentaje de lo medido en controles bien regados.
en las que las raí ces crecen en profundi La magnitud del dé ficit hí drico es mayor cuanto menor el potencial agua de la hoja.
dad explorando estratos Adaptado de Boyer ( 1970a ). Nota: estos datos fueron obtenidos en condicion
húmedos, y ii) bajas demandas atmosf es
éricas. Sadras y Milroy (1996) controladas, por lo cual las respuestas relativas de las dos variables dependientes
analizan en detalle los factores asociados
con la planta, el suelo y la pueden considerarse válidas
en general pero deben tomarse con precaución en
atmósfera que afectan este umbral de
respuesta. comparaciones con plantas en condicion
es de campo. Por ejemplo, el estudio de
La disminución en la producción de biomasa Boyer indica que la expansión foliar del girasol cesa a - 0.5 MPa cuando
en cultivos condiciones de campo indican que la tasa de expansión de plantas estresadas puede
.
estudios en
sometidos a estr é s hí drico puede deberse a i) una
reducción en la mantenerse a un 40% de testigos regados aún a potenciales de - 1.2 MPa ( Sadras et
intercepción de radiación y/o ii) una disminuci
ón en la eficiencia de
conversión de radiación interceptada en biomasa
( ec) (Cap í tulo 3). La
reducción en radiación interceptada ante deficien 4.1.1. Area foliar e intercepción de radiación
cias hí dricas es
consecuencia de una menor tasa de expansión
de hojas y/o una mayor
senescencia foliar. Por otro lado, la reducción
en ec se debe a una Reducciones de área y/o peso foliar en situaciones de sequía
fueron documentadas en girasol (Cox y Joliff, 1986; Connor et al.,
182
L 183
^^ ^ .
de sequ í a severa; aunque se han observado ca í das en ec en Figura 3: Evolución del índice de área foliar del ma«- V
184 185
££££ ^minado
promedios de dos años de ensayos en Balcarce Adaptado son
de Andriani et al (
1991).
FTPA
La disminución de la ec ante estrés se explica por í
ca das en la
tasa de fotos í ntesis por unidad de á rea foliar Figura 4 Relación entre el índice de cosecha y la fracción de agua transpirada después
debida a factores
estomáticos y no estomáticos (Boyer, 1970b: Farqhuar
y Sharkey, 1982; de antesis en girasol (FTPA ). El í ndice de cosecha est á corregido de acuerdo al
Kramer, 1983). Las respuestas de los estomas al déficit contenido de aceite en el grano y la transpiración está corregida según el déficit de
hídrico varía presión de vapor antes y después de antesis. De Sadras y Connor (1991).
notablemente entre las tres especies en estudio. El ma í
z es, de los
tres cultivos, el que presenta la mayor sensibilidad
estomática (Boyer, El ma í z , sin embargo, por su alta susceptibilidad a estreses
1970b; Bennett et al., 1987; Morizet y Merrien, 1990)
la conductividad estomática del girasol es poco sensible
. Contrariamente, alrededor de floración que puede reducir notablemente el cuaje de
a los déficits granos , puede apartarse de este modelo, como discutimos má s
hí dricos, especialmente en preantesis (Cox y Jolliff
, 1987; Blanchet et
al., 1990; Li, 1990; Sadras et al., 1993c ). adelante. En el caso de soja, cabr í a esperar algún tipo de relación
Consistente con estas general entre partición de uso de agua e IC, pero no contamos con
diferencias en sensibilidad estomática, Cox y Jolliff (1987) demuestran
una mayor sensibilidad en la fotosíntesis de soja que datos que permitan evaluar esta hipótesis. Más aún, sequías durante
de girasol en etapas reproductivas tempranas pueden aumentar el índice de cosecha
respuesta a déficits hídricos.
• en soja con respecto al testigo regado ( Andriani et al, 1991).
4.2. í ndice de cosecha
4.3. Período crítico y componentes del rendimiento
Passioura (1976) demostró experimentalmente que el índice de
cosecha (IC) del trigo es proporcional a la fracción de agua transpirada Reducciones en intercepción y eficiencia en el uso de la radiación
por las plantas en el per íodo postantesis , i.e. FTPA
= transpiración
desde antesis a madurez/transpiración emergencia-madurez. En un
,
como consecuencia del estrés hídrico reducen las tasas de crecimiento
de os cultivos. Por ejemplo, sequías de un mes de duración inducidas
P r exclusión de lluvias con coberturas plásticas en suelos profundos
trabajo posterior, Sadras y Connor (1991) elucidaron las razones
fisiológicas que explican esta relación, que sería de
° Balcarce redujeron las tasas de crecimiento un 15% en maíz y un
validez general 30% en soja ( Andriani et al., 1991; Otegui, 1992). El efecto de esta
para especies de crecimiento determinado
. La relación entre IC y FTPA
187
,
de plantas
indica oue la reducción en el cuaje de granos se deber í a
no directamente relee onados con la disponibilidad de
a menos que la translocación a los granos se
Boyle et al.,
granos como
(Schussler
1995). En girasol,
estresadas
a mecanismos
carbohidratos,
fotosint
afect
2
á
ética
ndose
, se acelera la senescencia
temprano) afectan
y Laing . 1966
el peso del
). Sequ
grano
principalm
ías
ente
durante el
el
y se reduce h
en consecuencia el peso de los ara
numere
periodo
en maíz y tienen poco ,
1975 En
a „
n
*
ñe
elc
odeí í
efectoJ
d
°
®
y Rs Cenado
7
^
(Shaw
reducen
0bre el número de
deb do a que su
é f,'
,
s
--
f 'm' actón total,
~
Pherson )
Pt al 1993a) Ademas de efectos
viera afectada (
Sadras granos ( Boyer y Macfijación del número de am n, C erra entraqo el
directos del bajo potencial agua, ventana critica para
llenado nZal ¡¡"
alteraciones en las relaciones hormonales también podrí an
el cuaje de granos en plantas estresadas (Sadras et .
incidir sobre
al , 1993a).
periodo de llenado, la sequíay en
.
granos adomá s Ce su peso cometo a
Estado fisiológico 9
Crecimiento alrededor de
Per íodo foliar
> floración
vegetativo ASIMILACION p
ec i TOTAL Tí c
- O)
Destinos
Floración - A reproductivos E
n
RENDIMIENTO
QJ
cr
9
re
<D
O
c
Figura 6: Resumen del efecto del estrés hí drico sobre los componentes del rendimiento
en maíz en función del estado fenológico del cultivo al momento de ocurrencia. DAF E
es duración de área foliar, ec es eficiencia de conversión. <1)
cr
En soja , deficiencias hídricas al comienzo de las etapas
reproductivas disminuyen el área foliar y la ec, y aumentan el aborto Consumo relativa
de estructuras reproductivas. El aborto puede ser compensado total o
parcialmente por la fijación de nuevos frutos, má s granos por fruto, y/
o por la producción de semillas más pesadas una vez aliviado el estrés
( Andriani et al., 1991). Nuevamente, la disminución del tamaño de la
fuente fotosintética reduce el rendimiento de la soja en la medida que
el cultivo sea afectado en la etapa má s crí tica posterior a R (Capí tulo 3).
4
En casos de sequía durante el llenado de granos, cae la tasa
corresponden a un periodo de aproximadamen
o el llenado de granos (
(1990) .
. y Merrien y Grandin
1977)) ”
B). Datos de Doorembos y Pru tt ((19
"
190 191
192 193
60
1993a )
No obstante, este cultivo es
que se presentan en
observn on la disminuci
del í ndice
la
ó
de
n
floraci
del n
ó
ú
cosecha
n y
sensible a las deficiencias hídricas
mero
(
en el llenado (Figura 5). Esto se
y peso de granos, concentración
Blanchet et al. 1990; Hedge , 1988;
combinaciones de largo de al. 1985 ; Merrien y Grandin , 1990) . En estos casos,
ciclo y fecha de siembra en las que la floración c i 77 Hall et
coincidía con el periodo icspuestas de alrededor de 7 kg de grano ha ' por mm
de sequía, eran las que presentaban los se encontraron
menores í ndices de cosecha .
y rendimientos ( Andrade y Uhart . datos no publicados de agua consumirla
). Esto refuerza
los conceptos presentados en el Capí Por otro lado, situaciones de deficiencia hídrica moderada pueden
tulo 2 acerca de la importancia
del patr ón fenologico como un car ácter clave
para la adaptación de constituir una ventaja para el cultivo desde el punto de vista sanitario,
los cultivos a ambientes desfavorables. aspecto que constituye la principal limitante para su producción en el
Contrariamente a lo observado alrededor de la floración, sudeste de la provincia de Buenos Aires ( V. Pereyra, comunicación
el estrés se produce en etapas vegetativas o en el cuando personal) . Esta hipótesis es consistente con las relaciones entre
el efecto sobre el rendimiento es sensiblemente
llenado de granos, rendimiento y precipitaciones encontradas por Magrin et al. ( 1998)
menor ( Shaw, 1974; ( Sección 8) .
Figura 5).
194 195
4000
-
recientes de Calviño y *
Sadras ( 1999 ) y Sadras et al. ( 1999) confirman, que el
este cultivo depende de la disponibilidad de agua rendimiento de
durante las etapas § 2000
reproductivas avarzadas para las localidades
de Tandil y Pergamino -o
Las deficiencias hidncas de enero en Balcarce
. coincidentes con cr
etapas reproductivas tempranas redujeron la o
,
intercepci ón de radiación,
la ec y e¡ cua e de vainas Sin embargo, no se 80 120 160 200 240
observaron disminuciones
significativas en e re ^ d miento debido a que el
cultivo siguió fijando Consumo de agua (mm )
vainas . fijo mas granos por fruto y produjo
granos mas pesados una
vez aliviado e 1 estres hacia fines de enero (
Andriani et al.. 1991). El Figura 9 Rendimiento en grano del cultivo de soja en función del consumo
de agua
índice de cosecha aumento ya que a falta
' de agua redujo el crecimiento
vegetativo sin l egar a afectar el rendimiento
durante el periodo comprendido entre R 4 y R 6.3. Cultivos de soja conducidos
con
'
et al.. 1991 ). Estas respuestas reflejan
significativamente ( Andriani maneio Optimo y adecuada fertilización en Balcarce durante dos
campañas agr í colas:
la plasticidad de plantas de 1986 -87 ( sí mbolos vacíos) y 1987- 88 ( símbolos llenos) . Se establecieron relaciones
crecimiento indeterminado ante situaciones de lineales con pendientes de alrededor de 10 kg/ha por mm y R ’ de 0.97 y 0, 99 para la
estres temporario primera y segunda campaña , respectivamente . Información adaptada de Dardanelli
discutidas en e! Capitulo 2. En efecto, ensayos
conducidos en Balcarce et al . (1991).
muestran un periodo entre primera y ultima flor del
27 / 12 al 18/2
í Baigorri y Andrade , datos no publicados ).
Como ya se comentó, las
sequí as tempranas pueden reducir el
rendimiento en la medida que el 5. Lluvias y producción de cultivos en la región pampeana
cultivo no se pueda recuperar y esto resienta
su estado fisiológico en
etapas posteriores mas cr í ticas.
L.
^
Magrin et al. ( 1998) analizaron series históricas de rendimiento
Tanto las sojas de crecimiento determinado como de maí z, girasol y soja en la región pampeana y su relación con el
indeterminado
muestran buena plasticidad reproductiva. Sin
( 1993) encontraron mayor
.
embargo Kantolic et al. patr ón de lluvias. Para caracterizar las lluvias utilizaron conceptos
tolerancia a sequí a en etapas reproductivas relacionados con el fenómeno ENSO, El Niño -Oscilación del Sur. En
tempranas en soja de hábito de crecimiento
autoras compararon los rendimientos de dos isolí
indeterminado Estas. su análisis, diferencian años Niño, años Niña y años neutros. En los
neas de soja , una de años Niño, anomal í as en la precipitación comienzan a manifestarse
crecimiento determinado y otra de crecimiento indeterminad en entre Setiembre -Octubre en el N de la región pampeana y entre
o
situaciones de buena disponibilidad hí drica y de sequ í a en etapas Octubre - Noviembre en el SE y centro. En Noviembre - Diciembre se
reproductivas tempranas. En intensifica la anomalí a con una alta probabilidad de precipitaciones
condiciones de sequí a moderada , las íJ
plantas de crecimiento determinado superiores a lo normal en Córdoba , casi la totalidad de Santa Fe, La
tuvieron una reducción de
rendimiento del 31% mientras que las indeterminadas mantuvieron su Pampa , N y SO de Buenos Aires. En años Niña, la señal también
rendimiento al mismo nivel que los controles bien provistos de agua. comienza en Setiembre-Octubre en el norte de la región pero se
extiende r ápidamente y en Noviembre -Diciembre y en Marzo- Abril, la
mayor parte del área registra elevado riesgo de precipitaciones
nferiores a las normales. La Tabla 2 muestra la respuesta de los
'
196
197
.
,
198 199
i
Scanned with CamScanner
Capítulo 7
por el estado
atmosférica y sequías cuyo momento de ocurrencia es errático (
Sadras granos por metro cuadrado está limitado
1987) . En este caso, la opción de las siembras invernales no número de cultivo alrededor de la floración y no por la cantidad mtai 3
significaría
una ventaja . Sin embargo, el adelanto de la fecha de fisiológico del de superficie .
siembra para
conseguir una mayor proporción del crecimiento total en un per de flores
diferenciadas por unidadefectos beneficiosos de incrementar
íodo En soja se han
encontrado
y acortar distancia entre hileras ante situaci **
de menor demanda atmosférica podría contribuir a la ón
econom
agua del cultivo y reducción de los efectos del estrés hidrico.
ía del la densidad
de plantas
cultivo cuyo ciclo normalmente
(Capitulo 4). En este ,
estudio de simulación. Sadras y Hall ( 1987) muestran que el
En un de estros hidrico .
que el del maíz y glrasol es más común
hidrico del cultivo de girasol puede reducirse con fechas de
estrés comienza mas tardamente
de agua estivales afecten el área foliar !
siembra que las deficiencias , n. Por otro lado , la soja mantiene partición de
anticipada ( agosto vs octubre) en una proporción de años que
con un inicio adelantado de las lluvias primavero - estivales.
coincide intercepción de rad ació
biomasa a órganos
reproductivos aún con bajas tasas de crecimiento
un
detalSedara
El acortamiento del ciclo del cultivar puede contribuir a , frente a situaciones de estrés hídneo *
evitar por planta . Por lo tanto a alcanzar una mejor
que la floració n coincida con momentos de alta probabilidad
deficiencias hídricas. No obstante, ciclos mas cortos que los adaptados
de mayor densidad de plantas
sin afectar la partició
posibilitarí
n a crecimiento reproductivo. Más
hile
las
as
sobre
en la
en siembras tempranas presentan menor potencial de rendimiento
y es punto y sobre el efecto del
espaciamiento entre
menor estabilidad del rendimiento ante estrés en el período vegetativo.
En el Capí tulo 5 se presenta información detallada acerca del efecto
de la variación en la fecha de siembra y en el ciclo del cultivar sobre el
crecimiento y rendimiento de los cultivos.
^
tolerancia a sequí a se presentan en
200 201
,
que en labranza convencional ( Rizzalli. 1998).
Las respuestas a la practica del barbecho son mayores cuanto
fuera
*
encontrarse en numerosas
.
Vanschtlfgaarde 1994 ;
publicaciones (Siewar
Bouwer , 1994).
má s profundo es el suelo y cuanto menos proporción de la demanda
de agua del cultivo es cubierta por las precipitaciones durante el período 7. Conclusiones
de siembra a madurez.
El ranking general de tolerancia a sequí a, i.e. girasol>soja>maíz Los cultivos estivales están expuestos
a sequí as errá ticas, de
que se originan por una combinación
(Tablas 2 y 3) se altera cuando la escasez de agua deriva de suelos intensidad y duración variables
cantidad total de lluvia, largos
someros. En estas condiciones, la soja aparece como el cultivo más de factores atmosf éricos ( e.g escasa
.
) y ed á ficos (e.g. tosca cercana
tolerante ( Figura 10 ) debido a su prolongado periodo de fijación de perí odos entre lluvias, altas temperaturas
vainas que le permite aprovechar mejor las lluvias ocasionales. Estos a superficie). Dependiendo de la intensidad , duraci ón y momento de
resultados refuerzan la idea de que buena parte de la tolerancia del .
ocurrencia las sequí as pueden tener efectos ( a) positivos sobre
girasol a la sequía se debe a su sistema radical profundo. algunos cultivos , cuando los daños causados en t é rminos de reducción
de crecimiento son más que compensados por un mejor estado
sanitario, ( b) neutros o, en el otro extremo ( c ) devastadores , con
1
pérdidas de rendimiento casi totales. Las mayores disminuciones en
08 ocurren
el rendimiento se producen cuando los dé ficits h í dricos
06 •alrededor de la floración del maí z y del girasol. En general, el girasol
E 04 es má s tolerante a la sequ í a que los otros cultivos ( Tabla 3 ) .
Contrariamente , el maí z es altamente susceptible a las deficiencias
£
CU
02
de agua en floración, cuando el cuaje de granos puede ser reducido
o severamente. En contraste con maí z y girasol, el rendimiento de la
0 05 1 15 soja es más afectado por el estrés hidrico en etapas reproductivas
Profundidad de suelo (m) avanzadas debiendo a su hábito de crecimiento indeterminado una
relativa tolerancia a la sequí a en floración. La Tabla 3 muestra un
Figura 10: Efecto de la profundidad del suelo sobre el rendimiento de cultivos en resumen del comportamiento de los tres cultivos frente a la sequía,
campos de producción en Tandil. El déficit hidrico durante la estación de crecimiento
explico entre el 43 y 90% de la variación en rendimiento. Adaptado de Sadras y ' ndicando las estrategias que presentan para reducir sus efectos y los
per í odos de mayor suceptibilidad.
.
Calviño ( 2001 ) . Los modelos ajustados fueron Maí z: y=0.10+0.76x r =0.60; Girasol
y =0.32+0.54 x. r =0,61; y soja: y=1,1( 1 - e' ' '), r =0.67.
i 202 203
Regulación de
Sup. foliar
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Res. 20: 65- 80 con un uso eficiente de insumos.
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Zmselmeier. C . . M E. Westgate y R.J. Jones. 1995. Kernel set at low water potential Este capí tulo tiene como finalidad proporcionar conocimientos
does not vary with source/sink ratio in maize. Crop Sci. 35: 158 - 163. bá sicos sobre los requerimientos nutricionales de los tres cultivos y
sobre la oferta del sistema suelo, que son de utilidad para orientar la
toma de decisiones en la pr áctica de la fertilización. Se presenta en
primer lugar la relación entre la nutrición mineral y el crecimiento y
rendimiento de los cultivos, con énfasis en el efecto de la disponibilidad
de nitr ógeno ( N) y f ósforo ( P) sobre el estado fisiológico de los cultivos
en los momentos cr í ticos para la determinación del rendimiento. Luego
se describe la dinámica de acumulación de nutrientes a lo largo del
ciclo, en cultivos de ma í z, girasol y soja conducidos bajo riego y sin
limitaciones nutricionales en el partido de Balcarce. Se presentan los
requerimientos de los nutrientes esenciales en función del nivel de
productividad. Finalmente, se cotejan estos requerimientos con la oferta
por parte de los suelos de aptitud agrícola de la región pampeana
argentina.
A fin de satisfacer estos objetivos se integraron resultados de
ensayos de campo conducidos sin limitaciones hídricas ni nutricionales
y experiencias de laboratorio efectuadas en la EEA Balcarce. Estos
fueron contrastados y complementados con literatura nacional e
internacional.
Bases para el manejo del maíz, el girasol y la soja. Editores: F.H. Andrade y V.O.
Sadras. EEA INTA Balcarce-Fac. de Ciencias Agrarias UNMP
210 211
212 213
2
¡75
0.2
03
La disminución en el tamaño de las hojas ante deficiencias c 0 i
nutricionales se debe a menores tasas de expansión más que menores <S)
O
o 0 2 4 6
duraciones del perí odo de expansión foliar. Esta disminución en la LL
2
tasa de expansión de hojas puede reducir la velocidad de aparici n Nitrógeno foliar específico (g m )
ó de
hojas en gramíneas. La expansión foliar es afectada en mayor medida
que la fotosíntesis por unidad de área de hoja ante deficiencias de N
(Trápani y Hall, 1996; Sadras y Trápani, 1999). El valor de NFE en el Figura 2: Tasa de expansión foliar (cuadrados) y fotosíntesis foliar (círculos) para
cual la tasa de expansión foliar comienza a disminuir es r distintos niveles de nitrógeno foliar específico en girasol (Trápani y Hall, 1996).
mayor que
aquel en el cual la tasa fotosint ética se ve afectada. De igualI manera
los valores de NFE que producen cero expansión foliar son mayores
.
que los que producen cero fotos íntesis. La Figura 2 muestra estos La Figura 3 muestra la evolución del
de la radiación incidente y la eficiencia de conve
de
porcentaje
efectos para el girasol. Mayor sensibilidad de la expansión foliar que
interceptada en biomasa para cultivos de maí z creciendo conctóan
distintas
de la fotosíntesis a la deficiencia de N puede deducirse para maíz a
partir de datos presentados por Muchow (1988), Uhart (1995) y Muchow
y Sinclair (1994).
disponibilidades de N. Las deficiencias del nu ríen
dos componentes fisiológicos del crecimiento en os
Una buena disponibilidad nutricional, espec mente de
tivos.
desde lostos
^
Deficiencias de P y de otros nutrientes también disminuyen el
crecimiento de los cultivos a través de reducciones en el desarrollo y
expansión foliar (Cromer et al., 1993) y en la fotosíntesis foliar a
momentos en que los nutrientes son requendos en a as
(aproximadamente 25 días después de
^
pa a N) aseguran
i) un buen crecimiento foliar que pos b l ta al cult vo emergencia ^
. ." ' cantees
ajcan
«
saturación lumínica (Jacob y Lawlor, 1991). Igual que lo explicado para
N, la expansión foliar es más sensible a la deficiencia de P que la tasa
de fotosíntesis por unidad de área de hoja.
rápidamente cobertura total y mantenerla y ) una
conversión de la radiación interceptada en biom e) cjc|0 ^
214 215
/
/ deC
r |o
'
dpJlenado (Capítulo 3). Esta información es útil a la hora de tomar
a
c 40
/ sobre manejo de la fertilización en cuanto a momento, for-
'ecisiones
2
Q. 20 / ma v fuente . de las estructuras reproductivas
s Los requerimientos nutricionales
odo de llenado de granos son satisfechos por absorción
5
c o durante el per í
per íodo y por removilización de los mismos
o durante este
40 80 120 de nutrientes
(Cregan y Van Berkum, 1984; Swank et
D í as desde emergencia desde estructuras vegetativas
1995a). La removilización de nutrientes
I 1982 ; Uhart y Andrade
,
3000
y
£
B
desde partes vegetativas a los granos en crecimiento es incrementada
• poi i ) deficiencias
nutricionales durante el llenado, ii) limitaciones de
•••
O)
216 217
C
400
300
maíz; CETIOM (1983), en
Hanway y Weber (1971) y Venturi y Amaducci (
nutricionales.
A
1984
A
t
A
girasol;
) en soja para
cul
A
O
. - r
S
Tabla
"
g ( Sinclair y de
1
^
0984 ) Hageman
( ^
1985 )
(j
y Merrien
Capítulo 8
/
condur 'idos
'< bajo
‘
z
100
A
O
* COv -
ent < en
>
(
^
|CU|aron Como el cociente entre la cantidad del nutriente en grano y la
parte aérea a la cosecha Nótese que las acumulaciones máximas de
nutmmtos durante el ciclo no son guales
¡ a las medidas en la cosecha . El c álculo del
0 k
A O
¡C de la soja no incluyó a las hojas caídas.
0 50 100 150
D í as después de emergencia
Cultivo Rendimiento N total N en P total P en ICN ICP
grano grano
Figura 4: Acumulación de N en parte aérea en
función del tiempo para cultivos de kg ha- i
ma í z (cí rculos ); girasol (cuadrados); y soja (triángulos)
conducidos bajo riego y sin
limitaciones nutricionales en Balcarce . Híbrido SPS 240 de ma íz
sembrado a mediados Ma í z 13000 300 208 54 40 0.69 0,74
de octubre con un densidad de 85.000 pl ha 1 a cosecha
Híbrido DK G100 de girasol
.
Girasol 4400 200 104 21 17 0,61 0,82
sembrado a mediados de octubre con densidad a cosecha de
58.000 p ha \ Variedad Soja 4600 338 244 31 19 0.78 0.83
Asgrow 3127 de soja inoculada y sembrada el 22 de
noviembre con una densidad de
300.000 pl ha a la cosecha. La floración comenzó a los 70, 75
1
*
y 35 dí as de la
emergencia para ma í z , girasol y soja , respectivamente . Las
barras verticales indican
el error estandard (EE).
5. Diná mica de la acumulación de f ósforo y de otros nutrientes
El índice de cosecha de N (ICN), fue de 0,69, 0,61 y 0,78 para La Figura 5 muestra la acumulación de P a lo largo del ciclo de
maíz, girasol y soja, respectivamente (Tabla 1), por lo que el rastrojo los cultivos. El maí z acumuló más de 50 kg ha 1 de P, mostrando tasas
dejó en el suelo entre el 22 y 39% del N total en parte aérea en la m á ximas de acumulación de 0.9 kg ha 1 d \ El girasol y la soja
cosecha, según el cultivo. La soja acumuló 244 kg ha 1 de N en grano, registraron valores má ximos de acumulación de algo más de 20
un 17% más que el maíz a pesar de que su rendimiento fue un 65% kg P ha 1 para el primero y de 30 kg ha 1 para la segunda. Las tasas de
inferior. La elevada exportación de N del sistema en la soja, es producto acumulación de P fueron de 0,37 ± 0,02 kg ha 1 d 1 (R 2=0,98) para
de la alta eficiencia de removilización del nitrógeno vegetativo (Cregan ambos cultivos, aunque ésta se mantuvo por más tiempo en la soja,
y van Berkum, 1984) y de un buen nivel de fijación biológica durante el originando las diferencias en absorci ón total mencionadas
llenado de semillas (Imsande, 1989; González, 1994). El crecimiento precedentemente. Hanway (1962), Aldrich y Leng (1974) , Lubet y Juste
reproductivo de la soja es altamente demandante en nitr ó geno, (1985), en maí z; Sfredo et al. (1985) en girasol , y Hanway y Weber
requiriendo 20 mg de N por cada gramo de asimilados que fluye hacia ( 1971) en soja mostraron curvas de acumulación de P similares a las
I
las estructuras reproductivas, a diferencia del maíz que sólo necesita aquí presentadas, para cultivos sin limitaciones hídricas ni nutricionales.
218 219
60
menos móvil en la planta (Grundon, 1987).
50 macronutriente
cuanto a los micronutrientes, las
mayores acumulaciones en
lFn
40 corresponden al cloro y las menores al molibdeno. Los
.c planta
en general (salvo el cloro) son inmóviles en la planta,
micronutrientes
-
O)
30
removilizan en gran medida desde las partes
CL por lo que no se
20 %
^ a los granos en crecimiento, y una parte importante de lo
vegetativasvuelve al suelo con los rastrojos. Olson y Sander
10
informadn sobre!
.
absorbido
.
A
0 ,
Mong l et al. ( 1987) y
Blarney et al. (1997) presentan
de macronutrientes secundados V
0 50 100 150 acumulacon y d stribucon de soja.
Días después de emergencia micronutrientes en las plantas maíz, girasol y
6. Requerimientos de nitrógeno y f ósforo
Figura 5: Acumulación de P en parte aérea en función del tiempo para
maí z (c írculos); girasol (cuadrados) y soja ( triángulos), conducidos en
cultivos de En experimentos conducidos en Balcarce, las acumulaciones
Balcarce, bajo kg de N
negó y sin limitaciones nutncionales. Cultivares, fechas de siembra y
densidades de de N en parte aérea por tonelada de grano fueron 23, 45 y 73
plantas similares a los presentados en la Figura 4. Barras
verticales indican el EE. para maí z , girasol y soja , respectivamente . Por otro lado , las
Datos de maí z extra ídos de Fontanetto (1993).
acumulaciones de P en parte aérea por tonelada de grano fueron 4,2;
4.8 y 6,7 kg de nutriente para maíz, girasol y soja, respectivamente.
En maíz, el alto nivel de absorción de nutrientes fue acompañado por
A diferencia de lo observado para N, las tasas diarias de una gran producción de grano, lograda gracias a una cobertura
acumulación de P en parte aérea alcanzaron valores altos y sostenidos sostenida y a altas eficiencias de conversión de radiación en biomasa
después de los 40 días de la emergencia. La mayor demora en alcanzar y de partición de biomasa a grano (Capí tulo 3). La soja present ó
las máximas tasas de acumulación de P podría deberse a que este requerimientos de N y P por unidad de rendimiento muy superiores
nutriente llega a la superficie de las raíces por difusión. Un buen J producto de una elevada acumulación de nutrientes y de una baja
crecimiento de las raíces, mayores temperaturas de suelo y buena producción de biomasa total y de semilla (Capítulo 3). El girasol, a
disponibilidad hídrica en los horizontes superficiales permiten maximizar pesar de su menor requerimiento total de N y P, requiere altas
la absorción de este nutriente (Barber, 1984). cantidades por tonelada de grano, lo que refleja su baja producción
Los índices de cosecha de P fueron superiores a los encontrados da grano en términos de biomasa (Capítulo 3). Los requerimientos de
para N y alcanzaron valores de 0,74, 0,82 y 0,83 para maíz, girasol, y N por unidad de rendimiento se asocian directamente con el porcentaje
soja (Tabla 1). Las fracciones que vuelven al suelo con el rastrojo | de proteína en grano, que ronda el 10, 18 y 40% para maíz, girasol y
variaron entre 17 y 26% para los distintos cultivos.
fl soja , respectivamente (Cirilo y Andrade, 1998; Aguirrezábal y Pereyra,
Otros nutrientes presentan curvas de acumulación similares a 1998; Weilenmann y Suárez, 1998).
las presentadas para N y P. De los macronutrientes Estos datos podrían estar sobrevaluados de existir consumo de
restantes, el K es
el acumulado en mayor cantidad por los cultivos, seguido
Mg y el S. El índice de cosecha de estos nutrientes es
por el Ca, el 1
- •ojo de nutrientes. Los requerimientos nutricionales por unidad de
rendimiento en grano aqu í presentados son aceptablemente
los del N y P, por lo que la mayor parte de lo
más bajo que j coincidentes con otros reportados en la literatura para distintos niveles
absorbido por la planta
vuelve al suelo con el rastrojo. De estos macronutrientes, mayor índi- de producción ( Hanway, 1962; Deckard et al., 1973; Robinson, 1973 a y
el o; Aldrich y Leng, 1974; Venturi y Amaducci, 1984; Lubet y Juste, 1985;
ce de cosecha corresponde al S y el menor
al Ca que es el
220 221
500
'
Rendimiento (kg ha )
400
222 223
224
'^ °
^ ,
pa a estas situaciones, las can-
ciclo de cultivo varían entre me-
225
s
de 11.100 kg ha ’ de
de 4.500 kg ha ’ de
226 227
.
la absorción de N- NO pero alcanza su maxima expresión en
de granos. Durante esta etapa, estimula la fotosíntesis neta
favorece la duración del área foliar y aumenta el peso y la
llenad
del cultiv^
^*
8 2. Fosforo
fica de P, no es posible efectuar un
ción de N de los granos (Imsande. 1998). concentr Fn cuanto a la oferta edá
La disponibilidad de N en el suelo regula la magnitud de la an ' s
, milar al realizado con N debido a las características de la
biológica, principalmente hasta los estadios reproductivos, pero 3
fijacid 1 de este nutriente
en el suelo (Halstead y McKercher, 1975;
fuentes deben complementarse para lograr rendimientos m amb 9 dinf "'i r 'r ;on 1986) . De todas maneras, la determinación de la cantidad
( Imsande 1998 ). La aplicación de altas dosis de N a la
áximoJ ^'
rt p xtraible por el
método de Bray y Kurtz I ha probado ser un
siembra inhibe
la nodulacion de las plantas. Sin embargo, dosis reducidas (15
í ndicador apropiado la disponibilidad para los cultivos (Berardo et
de
al 1980 ; Darwich. 1990).
a 20 kg
ha ’) no inhiben la FBN y en muchas situaciones producen
en materia seca total y en rendimiento, particularmente en incrementos S Entre Ríos y el centro- sudeste de la provincia de Buenos Aires
tempranas, labranza cero o reducida y en zonas templado - frí
siembras 8 son las á reas con menores contenidos de P en los suelos. No obstante,
FBN puede aportar entre el 25 y 84% del N acumulado por el
as. Lai los contenidos de este nutriente han disminuido en los suelos de toda
la cosecha ( Gonzalez. 1994 ) . Cuanto menor es la disponibilidad
cultivo a la region pampeana como consecuencia de la intensificación de la
edafico, mayor es el porcentaje aportado por la FBN. Sobre esta ú
de N agricultura desde la década de 1980 (Montoya et al., 1999). Estudios
influyen factores como el genero, la especie, las cepas, y la
ltima en Balcarce indican una elevada residualidad de P en los suelos
cantidad agr ícolas ( Berardo, 1994), por lo que no se requiere la adición de
de rizobios presentes , las condiciones f í sicas del suelo, la disponibilidad
cantidades elevadas de dicho nutriente para satisfacer las demandas
hídrica, la presión de ox í geno, etc. (Purcell y King. 1996; González et
de los cultivos. Ensayos de campo con maí z han permitido definir la
al., 1998 ) . En Argentina se citan aportes de la FBN entre 30 y 42% del
relación entre el contenido de P disponible en el suelo y el incremento
N total absorbido por el cultivo (González, 1994; Alvarez et al., 1995).
en rendimiento por el agregado de P (Garc ía et al., 1997) . Para cubrir
Si bien la cantidad de N mineralizada por los suelos de Balcarce es los requerimientos de cultivos de ma í z con rendimientos de 8.000 y
alta, de ninguna manera llega a inhibir la nodulacion de la soja, que se 13.000 kg ha 1 se requerirían concentraciones superiores a las 15 y 20
produce porque B. japonicum ha sido introducido por inoculación de la
semilla o bien porque ya est á naturalizado en el suelo. Sin embargo,
.
ppm de P respectivamente. Estos valores superan los normales en la
zona ( 7 a 10 ppm; Darwich, 1983; Echeverría y Ferrari, 1993) por lo
el N del suelo impone restricciones a la eficiencia de la fijación biológica, que ser í a necesario recurrir frecuentemente al agregado de fertilizantes
determinando que solamente entre el 20 y 30% del N acumulado en el fosforados. Sin embargo, en los últimos años, se han incrementado
rendimiento biológico del cultivo proceda de la FBN. Esta proporción las concentraciones de f ó sforo disponible en muchos campos de
esta afectada además por la disponibilidad hídrica; un cultivo sin Balcarce, por el mayor uso de fertilizantes, particularmente en el cultivo
restricciones de humedad durante la etapa crítica de llenado de granos de papa ( Echeverr ía, 1997).
puede fijar entre 60 y 80 kg N ha 1 y generar diferencias en el Los requerimientos de P de cultivos de girasol con rendimientos
rendimiento entre 700 y 900 kg ha 1 con respecto a la soja no nodulada potenciales son muy inferiores a los de maí z (Tabla 2). Ademá s, esta
(González , 1994 ). En ciclos con ligero déficit h ídrico durante la etapa especie presenta una elevada micorrización espontánea en nuestra
de llenado se pueden esperar incrementos de 500 kg ha 1 de grano, zona ( Pic ón, 1988), lo que provoca que suelos con niveles de P
con un aporte por FBN del orden de 50 kg N ha . Sin embargo, cuando i disponible de 10- 13 ppm puedan cubrir los requerimientos de cultivos
’
el dé ficit hí drico ocurre al principio del ciclo y se compromete la ¡ con rendimientos superiores a los 2.500 kg ha 1 de rendimiento
instalación del sistema nodular, el aporte disminuye aún más y puede j (Gandrup, 1997).
dejar de ser significativo. Una situación intermedia a las ya comentadas se presenta para
el cultivo de soja, puesto que para cubrir los requerimientos de cultivos
228 229
231
230
Capitulo 8
et al. ( 1997).
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Diagnóstico de la fertilización
S A uhart y H.E.
Echeverría
1. Introducción
239
Capítulo 9
sspasSSSSS S suelos tno húmedos o muy secos, en donde la difusión del mismo
.
cQn pH inferj0r a 5,5 y con Al libre presentan muy
las más jovenes. es escasa ,
' .
is
y necrosis en sus márgenes. Deficiencias conclorosis
de Mo en soja pueden
idéntico síntoma. Deficiencias de N
son frecuentes en suelos
causar presentar una
inundados o arenosos o por el aporte de gran fríos, apical En soja , el primer síntoma lo constituye la presencia de un
cantidad de residuos de
alta relación C /N. Las funciones del N en
la planta incluyen la formac
moteado amarillento en los bordes de las hojas básales. Si la
de clorofila y proteí nas , por lo tanto, el ión deficiencia persiste, el moteado se extiende al resto del borde de la
diagnó stico de la deficiencia
N puede realizarse por medio de de hoja generando una clorosis má s o menos continua. Estos síntomas
la determinación del conten
clorofila en hojas y de N en distintos órganos ido de son seguidos por necrosis que se extiende por el resto de la hoja. La
de la planta. Las bondades
de estos métodos, junto con los an aparición de síntomas de deficiencia de K es favorecida por suelos
álisis de formas minerales de
suelos , ser án discutidas más adelante . N en compactados, muy húmedos, arenosos o muy secos. La deficiencia
El P. al igual que el N , es un elemen de K es acentuada ante estrés hídrico.
to móvil dentro de la planta El Ca es inmóvil en la planta por lo tanto los primeros síntomas
por lo que los síntomas de su
deficiencia aparecen primero en las de su deficiencia aparecen en las hojas jóvenes. En maí z, la escasez
hojas maduras. Su deficiencia genera
en hojas y tallos bá sales, reduce
tonalidades morado o purpúreo de Ca impide que las hojas puedan desplegarse y origina plantas
el crecimiento de las plantas, atrofiadas. En soja, las yemas terminales se tornan necróticas y el
disminuye la traslocación de asimila
dos y aumenta el contenido de tejido internerval clorótico. Además, plantas deficientes en Ca nodulan
azúcares en hojas y tallos de ma
í z. La tonalidad mencionada es pobremente ( Sinclair, 1993). La deficiencia de Ca es muy poco
dependiente del híbrido y puede
desaparecer cuando la planta llega a frecuente en ma í z y se ve favorecida en suelos con pH menor a 5,5,
floración, pero la disminución en
tamaño persiste cuando la de textura arenosa, bajos en materia orgánica y con altos contenidos
disponibilidad de P es baja. En girasol
y soja, la deficiencia de P provoca de Mg y K.
retrasos en la floració n y madure
z, plantas de menor porte y en El Mg es un componente esencial de la clorofila y su deficiencia
general un color verde intenso
en las hojas. En soja se afecta la nor - inhibe también la fijación de N en soja. En general, el primer signo de
mal fijación biológica de N por
Bradyrizobium japonicum ( Sinclair, 1993). deficiencia de Mg lo constituye la presencia de bandas clor óticas
En girasol se generan plantas
con necrosis internerval con zonas de internervales, las que luego originan manchas cloróticas. Las hojas
apariencia acuosa que
evolucionan hacia una necrosis similar a la básales toman una coloración rojiza o púrpura y si la deficiencia es
producida por algunas
enfermedades. Los síntomas de deficiencias severa las puntas y bordes se tornan necróticos. La deficiencia de Mg
de P en girasol son poco
visibles aun con rendimientos disminuidos se produce en suelos intensamente lavados, ácidos y arenosos o ante
un 40% por escasez de
este nutriente ( Hunter et al., 1988) y,
adicionalmente, pueden confundirse aplicaciones abundantes de fertilizantes amoniacales o potásicos.
con *
enfermedades fúngicas como Alterna los síntomas provocados por La deficiencia de S provoca tonalidades verde-amarillentas en
ría helianthi, Septoria helianthi y
Verticilium dahliae (Capí tulo 13)
. Deficiencias de P son frecuentes en '
as hojas con una leve clorosis internerval. Debido a la menor movilidad
de este nutriente en la planta con respecto al N, la clorosis provocada
240 «É?
241
orgánica. ma 1 .. das
/ ar , / á por rotura de tallos, ca í da de capí tulos (corte de
El Zn es un nutriente poco móvil en los vegetales. En maíz, los C
* , , a| llenado del capí tulo y adelantamiento de la madurez
sí ntomas de deficiencia de Zn comienzan en la base de las hojas CR
1 | rnr v y Chapman. 1982
). Suelos con un uso agrícola intensivo, bajos
. pH elevado, texturas gruesas y condiciones
¡
jóvenes, extendiéndose posteriormente hacia as puntas originando I V H M A T E R I A orgácon deficiencias
nica
de B en estos cultivos.
bandas mternervales cloróticas. Las puntas de
' as hojas generalmente de sequí a se asocian
poco frecuentes
,
en marí z y girasol , no
z reducido debido Deficiencias de Mo son
permanecen verdes. Las plantas de ma í tienen porte
metabolismo del N y la fijación de N por B
al menor desarrollo de los entrenudos. A menos que la deficiencia sea obstante en soja afectan el
de deficiencia se asemejan a los de N y
muy severa , el ma í z se repone a la deficiencia de Zn. En soja, las japomcum Los s í ntomas
probablemente se originan en la reducción de la utilización del N an-
plantas son de menor altura y las hojas presentan clorosis y necrosis
tes que por deficiencia del
Mo per se. La deficiencia afecta la fijación
entre las nervaduras. La floración es reducida y los granos fijados muy ño de los granos; ademá s afecta la
de destinos reproductivos y el tama
escasos y tardan en madurar. La deficiencia de Zn es favorecida en los granos. Deficiencias de Mo son
nodulacion y el contenido de N de
suelos alcalinos , arenosos y muy meteorizados. La pr áctica del meteorizados.
favorecidas por suelos de pH á cido y muy
encalado y la generosa fertilización con P favorecen la aparición de
deficiencias de Zn.
La deficiencia de Mn en maí z es muy poco frecuente debido a 3. Diagnó stico de deficiencias de nitrógeno
los bajos requerimientos de este cultivo. La soja por poseer mayores
requerimientos suele presentar deficiencias de este nutriente que 3.1. Balance entre la oferta y demanda del nutriente
generan clorosis entre las nervaduras de coloración verde intensa .
Deficiencias severas de Mn pueden provocar ca í da de las hojas, El diagnóstico de los requerimientos de elementos móviles en el
mientras que sí ntomas de deficiencias moderadas pueden desaparecer suelo como el N y el S puede ser establecido analizando el balance
.
a lo largo de la estación de crecimiento Suelos de pH elevado o entre la demanda y la oferta del nutriente en el sistema suelo-planta
(Meismger, 1984 ) ( para má s detalles consultar el Capítulo 8). Para ello
arenosos con alto contenido de materia orgánica y Fe favorecen la
deficiencia de Mn. se debe cuantificar la cantidad de nutriente disponible a la siembra del
El Cu es un nutriente poco móvil en los vegetales. La deficiencia cultivo y el aporte de la fracción orgánica del suelo durante el ciclo.
de Cu es poco frecuente en ma í z. Provoca clorosis en las hojas má s Adem á s, se debe determinar la magnitud de las pérdidas desde el
jóvenes cuyas puntas pueden necrosarse. Deficiencias de Cu son suelo por volatilización, desnitrificación y lixiviación. A pesar de los
% trabajos realizados hasta el presente (Farquhar et al., 1979, Nieder
et
favorecidas en suelos con muy altos contenidos de materia orgánica y
elevado pH. . .
al. 1989 Sainz Rozas et al., 1997, Ta y Weiland, 1992), no se cuenta
En maí z y soja es poco frecuente observar deficiencias de B no . con información que permita cuantificar la magnitud de estas pérdidas
para diferentes ambientes de la región pampeana.
obstante, su deficiencia provoca retraso en el inicio de la etapa
reproductiva y plantas con porte reducido, en particular en el tercio Una alternativa ante la imposibilidad de determinar las pérdidas
superior. La sintomatología se produce en tejido joven debido a que el del sistema es considerar la eficiencia con que cada una de las fuentes
B es poco móvil en los vegetales. Por el contrario, el ma í z es muy de N es aprovechada por los cultivos (proporción del nutriente
sensible a los excesos de B, lo que provoca necrosis en el borde de disponible que es absorbido por el cultivo). Esto puede ser determinado
las hojas. El girasol es una especie con altos requerimientos de B. Los en forma directa con el empleo de isótopos estables de N ( ,5N) o en
242
l 243
1
3.2. Determinaciones en planta Z
0
3.2.1. Curvas de dilución 0 5 10 15 20
1
Biomasa aérea (t ha )*
244 245
de diagnóstico es
también promisorio para este cultivo. línea representa el modelo propuesto por Merrien (1992).
El diagnóstico de deficiencias a través de “curvas
de dilución" no
ha sido desarrollado para soja.
3.2.2. Concentración de nitrógeno en diferentes órganos de la
planta
1.0
t
<D
¡E o * 8 o d
o
a: crí tica, que se define como la concentración que se re
0.6 & .
caí da en el rendimiento del 10% o cuando aparecen Mas visibles
, de deficiencia y ii) el de rango de suficiencia, que se
rango de concentración desde la crítica hasta e pun
0.4 produce toxicidad por exceso del elemento en la p an a ( °
jones
’
0.60 0.70 0.80 0.90 1,00 1998) . De acuerdo al momento del ciclo en que se a9
el tipo de análisis puede ser útil para decidir las neces dade de
^ '
IEN
fertilización durante la estación de crecimiento o bien ev ua ,
Figura 2: Relación entre el rendimiento
( IEN) de cultivos de girasol
relativo (R0/Rfert) y el índice de estrés de N
.
(Díaz Zorita y Duarte 1998). R 0 y Rfert representan el
rendimiento del testigo y del tratamiento
fertilización para el próximo cultivo
.
En maí z la ho que envuelve !
. ^ " ..
..« ^
si hubo deficiencias o excesos de N, con el ob]etivo de replan
« Amano más f
I
con el agregado de 40 (círculos) y fertilizado, respectivamente. Tratamientos
80 (cuadrados ) kg N ha 1 . *
comúnmente utilizado para el análisis de nu
determinación en tallo y en grano tambié n an
n e la
utilizados para 1
I
246 247
ón de nitrato en tallo
monitorear la nutrición nitrogenada del cultivo. En tal sentido la 3.2.3. Concentraci
concentración critica de N en hoja en V 6 y a los 15 días prefloración
F , ma í z la concentraci
fue de 2.8% y de 2.4%, respectivamente , en tallo a los 15 días ón de nitrato en la base de los tallos tiende
prefloracion fue de 1,3% y en tallo y en grano a la cosecha fue de 0 35 ontarse linealmente
cuando la dosis de fertilización supera a
y 1,2% de N . respectivamente (Figura 4 ) ( Uhart . 1995). El rango de
3 inC
innecesaria para alcanza r los rendimientos má ximos ( Binford et
con información sobre umbrales
suficiencia de N en hoja en momentos cercanos a la floración, es 2 75
.
a 3,5 % ( Olson y Sander 1988; Benton Jones. 1998).
preliminares obtenidos en Pergamino coinciden con los
Resultados
umbrales
^
3
"
1992 ) Actualmente
crí ticos o de suficiencia
requiere ser validada (
de
se cuenta
nitrato
Herfurt h et
en
al.,
base de tallo desde V6 a R 3 que
1997, González Montaner et al.
ser í a útil para estimar la oferta de N edá fica en
.
mencionados ( Melgar et al., 1997) . 1997 ) Este método
En girasol, la última hoja expandida es el ó rgano m á s é s h í drico o de algún otro nutriente.
ausencia de estr
comunmente utilizado para el análisis de tejido. Los umbrales cr í ticos La determinaci n de la concentraci
ó ón de nitrato en la porción
z permite diagnosticar los
por debajo de los cuales existen deficiencias de N son 5,2% en R
1 basal del tallo de ma í z en la madure lo del cultivo, puesto que
.
( Hocking y Steer 1983), y 4.0% en R 5 (Blarney et al., 1987). En grano
eventuales excesos de N durante el desarrol
la oferta como la
a la cosecha , el umbral critico es 2,6% ( Blarney et al., 1987) . refleja todos los factores que influencian tanto
amente el status
En soja , la concentración de N en la lámina de la última hoja demanda de N. Esta prueba permite evaluar adecuad
los niveles de exceso,
trifoliada completamente expandida al inicio del periodo de fijación de de N del ma í z en el rango que va del óptimo a
menor sensibil idad
vainas, ha sido utilizada con fines de diagnóstico. Para dicho c Organo, ya que en los niveles de deficiencia presenta
el rango de suficiencia de N es de 4 ,3 a 5,5% ( Small y Ohlrogge, (Blackmer y Mallarino, 1997). La interpre taci ó n de las concen tracione s
1973).
en la Tabla 1 . En la
de nitrato en la base de los tallos se presenta
misma se indica, cualitativamente , la probabilidad
de respuesta del
rendimiento a una elevació n de la disponib ilidad de N durante el
o 1
> desarrollo del cultivo de ma í z . Resulta dos similare s fueron obtenidos
0, 8 en Balcarce Herfurth
( et al., 1997 ) , lo que pone de manifie sto la utilidad
o 0 ,6
de este método para determinar excesos de N durante el ciclo del
c
<D
cultivo.
E 0 ,4
TD labia 1 : Categor í as de concentración de nitrato en la base de los tallos de ma íz en
c
© 0.2 madurez ( Adaptado de Blackmer y Mallarino, 1997 y Herfurth et al., 1997).
£T ’
0
Categoría Respuesta a N Concentración Rendimiento relativo
1 1,2 1.4 N- NOj (ppm)
N en grano a cosecha (% )
Baja Elevada < 250 60
Marginal 250-700 90
Escasa
N) ( Uhari, 1995)
**
, ,
l m ac ones
" . nutricionatesTexcepto
Wdfica ni
Óptima
Exceso
Nula
Nula
700- 2000
> 2000
96
98
248 249
no destructiva et contenido
ó
cultivo
n
(
de N
Wolfe
en
et
hoja
al 1
v Dor in 130 0 refleía
onm ci
-
O rv
O^
8 *
-
t
8 fioo o ©o
Í o fertilización ubicado en 43.3 unidades SPAD con un error de predicción
5
a: 0.8 o s" de la respuesta de 26 %. Este error fue disminuido utilizando el índice
v
¡
Postfloración ( Sainz Rozas y Echeverría, 1998) Por lo tanto . , este
250 251
mé todo es promisorio para monitorear la nutrición ninitrogenada del 3.3 Determinaciones en suelo
cultivo en estadios posteriores a V 6.
Estudios desarrollados en el SE bonaerense en girasol
muéS 331 concentración de nitrato en presiembra
.
baja (González Montaner et al , 1995) o aceptable ( M.
Redolatti ^
pers .) asociación entre la respuesta a la fertilizació ’
determinaciones de clorofila en hoja . En soja no se dispon
n v ’
í" Esta determinación se basa en la evaluación del contenido de
entre 60 y 120 cm, a la siembra del
nitrato en el suelo a profundidades
información sobre este método de diagnóstico. ^ e de cultivo . El nitrato en presiembra es una medida del N mineral residual
por mineralizaci ón durante el barbecho, por lo que
y del generado
resulta de utilidad cuando la lixiviaci ón de nitrato en el período previo
a la siembra no es de magnitud y la mineralizaci ón en el período pos-
tenor a la siembra no es importante ( Bock et al., 1992) . Esta
determinaci ó n es utilizada en regiones subh úmedas de EE.UU. (Bundy
et al.. 1992 ) y de la región pampeana ( Novello et al., 1985; Gambaudo
c n Pp
&
.. .
los rendimientos máximos se ón nitrogenada
I alcanzan con
concentraciones n¡irato en suelo en preescardillada que 3.4 Recomendación de fertilizaci
. ^ parado
varían entre
y
12 25
Sv En Balcarce se ha
deter minad o
24 ppm en los primeros 30cm de profundidad un um-
métodos de diagnóstico
discutidos permiten establecer
,'ai
b e
2TO0> correspondiendo los menores valoras a (García
umbrae i, y separar sitios con y
para
sin
el
probabl
norte
e respuesta a la fertilización
de la Provincia de Buenos
cultivos de secano ejemplo ,
ov mtrogen'
' N ha < disponible (inicial +
^ ^ ^^
di umbra | dg UQ kg
Aires, se ha sugerjd ^del cual no se producen incrementos en el
0
as
fertilizante) por encima., 1997). Para establecer las dosis a utilizar en
rendimiento (Ruiz et al se predice respuesta es necesario ajustar
los ambientes donde
á? » estimar el aumento medio de rendimiento ante
S 100
’ funciones que permitan
variaciones de las variables
diagnóstico consideradas. En general la
de respuesta a la fertilización es
S3
seca i P es cercano al
60% y, por lo tanto, la probabilidad de respuesta al
contenido del nutriente extraí do del suelo por un método p es cierta. Baja concentración corresponde a un
analítico agregado de
laboratorio (Corey, 1987). Esta etapa generalmente se
dos pasos: uno exploratorio en condiciones de invernáculo
desarrolla en* rendimiento %, y a una respuesta
relativo entre el 60 y 80 muy
bable La concentración media es aquella en la que el rendimiento
por otro en condiciones de campo. En el primer paso, es posible
un gran número de suelos y de métodos de extracción .
ívaS relativo varia entre 80 y 95%, y la
m
respuesta es probable. En la categoría
á ximo y la probabilidad de respuesta
se evalúa la capacidad de suministrar P del suelo y, por
De esta forma alta el rendimiento es cercano al
lo tanto es escasa, y finalmente , en la categor ía muy alta no hay respuesta al
resultados son independientes de la especie utilizada como í los de la categor í a baja es posible establecer
Para los suelos de aptitud agr ícola del sudeste ndice agregado de P. Dentro
bonaerense se ha
determinado que el método de extracción de P disnnmhip subdivisiones en función de la amplitud del rango de concentración de
niwoioQ HP P en oarticular Dara maí z ( Echeverría v García, 1998).
258 259
de deficiencias de potasio
5 Diagnó stico
250
-C
O) 200 Menos 5
El K es un elemento poco móvil en el suelo y su manejo es simi-
5a 7
o 150 7.1 a 9
5?
" - 9 1 a 11
,
lar al del P. La
disponibilidad para los cultivos se estima a partir del
100 11.1 a 13
oo 13.1 a 16 contenido de K en la solución del suelo y mayoritariamente por el K
16.1 a 20
intercambiable Eckert , 1994). La relación entre el rendimiento del
^ 50 (
cultivo y los niveles de K intercambiable en el suelo permiten determinar
umbrales de respuesta a la fertilización potásica. Los mismos son muy
j? 125 similares para los tres cultivos en estudio y se ubican entre 100 y 120
O) Menos 4 ppm, cuando la capacidad de intercambio catiónica (CIC) del suelo es
4.1 a 6
6.1 a 8 de 10- 15 meq/100g. Cuando la CIC es mayor los umbrales se elevan
9 75
S?
8.1 a 11 a 150- 170 ppm (Olson et al., 1982; Lewis et al., 1991; Dahnke et al.,
“ " 11.1 a 16
có 1981; Olson y Sander, 1975, citado por Baigorri et al., 1998).
25 Como en el caso del P, la recomendación de fertilización variará
2.5 según los criterios para realizar la interpretación de los resultados de
análisis de suelos. En la Tabla 3 se presentan las cantidades de K a
aplicar al cultivo de maíz en función del K intercambiable, cuando se
2 desea reponer la exportación efectuada por el cultivo (mantenimiento
O)
Menos 4
4.1 a 6 o suficiencia) y cuando se pretende en tan solo una o dos campañas
o 100
6.1 a 8 elevar r ápidamente la concentración de K ( rápida reconstrucción y
8.1 a 11
- 11.1 a 15 mantenimiento). Para girasol se recomiendan dosis de K de 50 kg
ha ' cuando el suelo presenta niveles de 50 a 100 ppm de K y de 70 kg
ha ’ cuando se registran niveles en suelo menores a 50 ppm (Dahnke
Rendimiento (t ha 1)
* -
et al, 1981).
El agregado de fertilizantes potásicos en suelos con niveles
medios o altos de este nutriente y valores medios a bajos de Mg y P
pueden deprimir la oferta de estos dos últimos nutrientes, debido a la
Figura 8: Recomendación de fertilización con 18-46-0 ó 0- 46-0 para cultivos de maíz,
girasol y soja de diferente rendimiento en
interacción negativa existente entre K y Mg-P.
en el suelo (ppm) ( función de los contenidos de P disponible La concentración crítica de K para maíz, medido en la hoja de la
Echeverr ía y Garc ía. 1998).
espiga en panojamiento, se ubica en 1,9% (Melstead et al., 1969).
La determinación de la Para girasol, medido en la hoja expandida más joven en botón floral,
para monitorear el concentración de P en planta es de utilidad se ubica en 2,4% (Blarney et al., 1987). En soja, el rango de suficiencia
estado nutricional de los cultivos y como diagnóstico
para el cultivo siguiente se ubica entre 1,7 y 2,5%, medido en la lámina de la última hoja trifoliada
, sin embargo, la
imposibilidad de subsanar en
completamente expandida al inicio del periodo de fijación de vainas
260 261
'
4MÉ
JC
información sobre valores cr í ticos en tejido vegetal para: Zinc (13 ppm
última hoja expandida, R 2, Blarney et al, 1987), Mn ( 40 ppm, última , TEA = trietanolamina, AB = bicarbonato
DTPA = ácido dietilen triamino penta acético
ácido clorhídrico, Mehlich III = ácido
.
hoja expandida, R 2, Blarney et al 1987) , Cu (3,7 ppm, última hoja de amonio , Mehlich = I á cido sulf
n í
ú rico
trico +
+
EDTA +nitrato de amonio .
expandida , R 2. Blarney et al, 1987) y Fe ( 107 ppm, hojas 5 y 6, R 5.1, acético+fluoruro de amonio+ácido
Merrien et al. 1986). de nutrientes obtenidos por análisis
Tabla 5: Concentraciones o rangos de suficiencia
El girasol es particularmente sensible a la falta de B, siendo los floración, en hoja trifoliada superior expandida
de tejidos en hoja de la espiga de ma z en
í
umbrales de deficiencias en tejido vegetal de 34 ppm ( última hoja de soja previo a fijación de vainas y en grano de
girasol en la cosecha Datos de
Sander (1988).
expandida en R 5.1, Blarney y Chapman, 1982). Los análisis de plantas, .
Blarney et al (1997); Mengel et al. (1987) y Olson y
desde 30 dias desde la emergencia hasta la floración, pueden presentar
variaciones importantes debido a la heterogeneidad entre híbridos en Micronutriente Maí z Girasol Soja
la acumulación de B (Blarney y Chapman. 1982; Dí az Zorita, 1997).
Para los cultivos en general, excesos de B resultan t ó xicos 1. ppm
33 50-350
disminuyendo el crecimiento y rendimiento. Sin embargo, el girasol es Fe 20- 50
relativamente tolerante a excesos de B pudiendo acumular hasta más 14 21-100
Mn 20- 150
de 500 ppm en tejido foliar, aunque es recomendable no exceder las 48 21- 50
Zn 20- 70
dosis de fertilización de 1,5 - 2 kg B ha 1 para evitar efectos negativos 10- 30
13
sobre las futuras cosechas (Blarney y Chapman, 1982; Dí az Zorita, Cu 3- 15
1997). 14 21- 55
B 4-20
6 1- 5
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272 273
^^
Perdida de rendimiento respecto malezas perennes
% chinchilla, ep densidades en detrimento de otras especies de,
Girasol
Rango
4 - 78
Promedio
inCre
2nde
|l mayor tamaño (Papa, 1998; Bedmar, 1999
; Eyherabide
Ma í z 38 2000).
29- 97 cultivos de girasol,
Soja 65 , malezas anuales y perennes que invaden
27- 100 76 Tabla 2: Principales .
_ sudeste bonaerense
maíz y soja del
Nombre científico
Hay algunas evidencias que sugieren Nombre vulgar
que los sistemas de
labranza pueden modificar sensiblemente esas p Malezas anuales
érdidas. Así en cultivos
de soja en siembra directa, la reducción
de rendimiento observada
osciló sólo entre 25 y 50% (Eyherabide
.
1997). Sin embargo, para el
caso del maíz en siembra directa las pérdidas debidas a Capín
Gramíneas
Echinochloa crusgalli
las malezas Cola de zorro Setaria spp.
no habr ían diferido de las observadas en la Tabla 1 (
Bedmar, 1996; Pasto cuaresma Digitaria sanguinalis
Bedmar, datos no publicados). En el caso de girasol, se han
encontrado
para la zona de Balcarce, disminuciones de 57% en Latifoliadas
el ciclo 1997/98 Abrojo chico
( Bedmar, datos no publicados). Xanthium spinosum
Chamico Datura ferox
La importancia de las especies maleza puede ser determinada Chinchilla Tagetes minuta
por el costo económico de su control, la magnitud de su potencial de Enredadera Polygonum convolvulus
daño o la frecuencia de su aparición en los sistemas cultivados. La Mostacilla Rapistrum rugosum
presencia de la maleza est á fuertemente determinada por el ajuste Nabo Brassica campestris
Nabón Raphanus sativus
entre su ciclo de crecimiento y el del cultivo y por características tales Quinoa Chenopodium album
como una alta tasa reproductiva, alta tasa de ocupación del área o Sanguinaria Polygonum aviculare
dispersión, elevada habilidad competitiva respecto del cultivo, etc. En Verdolaga Portulaca olerácea
el sudeste bonaerense, varias malezas invaden y alcanzan altas Yuyo colorado
Amaranthus quitensis
densidades en los cultivos estivales. Entre las especies anuales, se
destacan un reducido número de gramíneas en contraste con la mayor Malezas Perennes
Cebollin Cyperus rotundus
variedad de latifoliadas identificadas ( Tabla 2). Entre las malezas Cyperus esculentus
perennes, cebollín ( Cyperus rotundus y C. esculentus ), gramón y sorgo Enredadera perenne Convolvulus arvensis
Gramón
de Alepo ( Sorghum halepense ) han sido indicadas entre las cinco Sorgo de Alepo Cynodon dactylon
especies más perjudiciales del mundo (Holm et al., 1979) y son Sorghum halepense
i
274 275
En general, se pone gran atención a la evaluación de métodos tales como chamico y trigollo , o como cuerpos extraños
terapéuticos para el control do ' as malezas v son escasos los
malezas reducciones del valor comercial. Ocasionalmente , la
intentos
de introducir nuevos elementos on .i toma de decision y acción contra i de malezas al final del ciclo de un cultivo dificulta , encarece
PresC ' 1- es impide su cosecha ; la presencia de yuyo colorado o quí noa
'as mismas Por eHo. este capitulo tiene como objetivo analizar las
bases ecof siolog cas cue regulan a interacción cultivo - maleza e
-
ntroduc r algunos concertos generales que contribuyan a incorporar
nuevos elementos en e desamo o de t ácticas y en la planificación de
'’
rnmentado.
*
^
' ' ' nto de cosecha de un cultivo de soja produce el efecto
Vm
v. v
’
estas como
son comunes
y enfermedades
has plagas
hospedantes . As í el
a cultivos y
barrenador del
i / as sirviendo
estrategas de lucha contra las malezas . ,
taHcfde\
y >
ma í z suele hospedarse en plantas de sorgo de Alepo y
papa en plantas de Solanum sisymbriifolium ( Butzonich et al.,
el virus
2. Efecto de las malezas sobre los cultivos hospedantes no- cultivados de insectos que atacan los
1984 : Otros
Las malezas rueden afectar a los cultivos de diversas formas. cultivos se presentan en el Cap í tulo 11 .
11 presencia de malezas en el barbecho de los cultivos afecta a
La competencia cor nutrientes, agua y luz es uno de los efectos más
importantes cc ° oc oes ae as malezas sobre las plantas cultivadas. los mismos a trav é s de la dificultad que puede ocasionar para la
> preparación de la cama de siembra y a la explotación de recursos. Por
5 r emcargo. tame en perjudican a los cultivos i ) contaminando el
producto ccsecradc y o sminuyenao su valor comercial, n) dificultando
ejemplo, la presencia de malezas como gramón en lotes de producción
obliga al aumento del número de labores, incrementando los costos.
a cosecha * u ) aumentando el nesgo de incidencia de plagas y
,
t
Pobremente documentada. En los sistemas cultivo-maleza, sin dudas,
i
del producto cosechado. En ciertos casos, la presencia de semillas de
a competencia
es el mecanismo más difundido y el que ha recibido
276
S77
limitantes , como agua y nutrientes o agua y luz (Mortensen y Coble, Nutrientes. Un adecuado suministro de nutrientes es necesario
1989). Los factores de competencia pueden interactuar entre si en la para un buen crecimiento de los cultivos (Cap í tulo 8). La competencia
competencia entre cultivos y malezas , produciendo efectos que no por nutrientes constituye un aspecto importante de la interacción entre
pueden ser explicados por cada factor de manera independiente malezas y cultivo y generalmente está asociada con la dinámica del
( Wilson. 1988a ). agua , pues éstos se absorben en solución y se mueven en el suelo
278 279
hueven.
5?*'
culi
de deficiencia de nitrógeno 8 t:
'
con elevada infestación de malezas en
( Aldrich, 1984; Capí e
caso de los nutrientes poco móviles como tulo 91
el fósforo, que se
en el suelo principalmente por O)
281
280
Capítulo 10
^
que los
al., 1993), afectando su producción de biomasa y
competencia por luz genera respuestas adaptativas de
rendimiento. La maduración tard
ía un 20% mientras
ón temprana fueron reducidos un SV
6
FOrd
, "
y P easa t
los - de maduraci de la de a planta
entre ellas se reduce la relación raíz/tallo (Brouwer, 1966) cultivos
la relación area foliar /peso foliar ( Blackman, 1956). Estos
y aumenta expresaron que las caracter ísticas
(1994 ) .
pueden proveer
al maí z la habilidad de comneT ^ efectiva ente
—
aumentar í an las posibilidades de supervivencia de las cambios
hoias anrh 9fa Cantidad
altas con * VC
°" "
.,
. Plantas ,
contra las malezas horizontalmente pueden rea 3 penetración
sombreadas, aumentando la intercepción de radiación.
evidencia, sin embargo, de que muchas de estas respuestas pueden
plantas
Existe de hojas orientadas
de la luz a n vel
.
del suelo Una reducción de
la i ' SUperflcle del
originarse antes de que se establezca competencia por luz debido
capacidad de las plantas para detectar tempranamente a sus
a la
malezas y e C eC m en
,
í ,
suelo disminuir ía , entonces
°
, la germinaci
de PW
ó n
PeroZZ:TJZ2
de ai
del rendimiento
de girasol Sea ampSango
un
^
0
condiciones de mediana de
incrementar la intercepci produc tividad 100
ón de la 1200
trav és de una mayor radiación en las
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°“ , , 1000
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nutr clónales , ^
na pueder croduc
a ora la olar a de
aumentos en la densid
ir
recuas
Campbell 1984 r
ad por enema de
'
35000 planta ,
<D
E
o
800 60
1992: Valentinuz. incrementos en el rendimiento (
^
•O M
1996 ) lo cual permitir Andra de et ai o e c
intercepción de la
ventaja competitiva
radiación en las etapas a su vez
ía
aSntart
sobre las malezas. iniciales e incrementar la
(/) O)
400
40 a:
284
285
portel°?
3,5 veces la , S
producción de biomasa de las
malezas, debido a la
reducción de la* aceleración deldurante la etapa vegetativa (Andrade 1995 rw , 5)
„,
temperaturas °
.
competitividad del cultivo. A conclusiones
,
las plañías fueron de gran
.
parecidas llegaron
Schreiber ( 1989). quienes encontraron que
en hileras separadas 25 cm el yuyo cuando la soja se
Légere
colorado produjo menos sembró
,
En l caso del ma
And do. 1995; Andrade
í
posibilidades compensaun
z ,
s
.
e al. 1996) presentando me ares
'
la siembra de girasol en Bal m
'
que cuando se la sembró a 76 cm
surcos si bien es una practica adoptada
. El manejo de la distancia biomasa
en el cultivo de soja , entre las malezas produjeron
. Al alrasar
menor impacto en el rendimiento £
de las malezas lo CUalí
,
ol
.
ha sido citada en maí z. En tal sentido, también que se roduio la densidad y la cobertura "!
' ?
á ’efS
Teasdale ( 1995) determin recursos ( Finura 91 F I
í Je
siembra directa de ma í z , que reducciones ó, en condiciono su captura de
en la distancia entre
implicarían que las medidas de con ro se
' beSa sT
de 76 a 38 cm con un aumento de la
dosis reducidas en un 25% de
similares controles de malezas y .
Atrazina + Metolaclor produjeron
convencional (76 cm, densidad normal y
rendimientos que el tratamiento
La elección del cultivar también puede
hileras
densidad de plantas y aplicando
. ^ ^.
la épocades Pmhr
maleza (Chandler, 1977
*
m )ra constituye un importante factor que altera
rnmSlf ^
5® ® 0 ® debldo a Que influye en el desarrollo del
J,
malezas (Stoller y Wax 973
IQTT; Ol
® Composición cual
V cuantitativa de las
'
g , Le ulzamon et al., 1980). Por lo tanto,
9
® ener un efecto sobre la competencia cultivo-
ver, 1978). En el sudeste dé Buenos Aires, ,
3.3. Per íodos críticos de competencia
^
cultivo (fecha de ¡
de jas m smas no afecte su rendimiento. El PCTA
variedad, densidad sistema de labranza) siembra, ^ posterjor
^
determinarán la forma en 6 se podr á esperar para aplicar herbicidas o
h ista qué momento
,
que la relación progresara en el ciclo del 10rt postemergencia sin sufrir pérdidas
cultivo y sus
consecuencias mecánicas de
sobre el rendimiento. Las especies comienzan a feal ar labores
^
'
capturar recursos de rendimiento , mientras que el PCTE expresa durante
desde la emergencia. En etapas tempranas, cuando sig cativas las labores mec ánicas que se
las plantas son to tiempo se deber
á n extender
aun muv pequeñas, pocos recursos son utilizados ( o qu é per í odo de residualidad m ínimo debería
densidades sean muy elevadas) y estos dif ícilmente sean
salvo que las realicen en el cultivoque se aplique en presiembra o preemergencia
insuficientes poseer un herbicida
para satisfacer la demanda combinada del cultivo estos conceptos se podría, entonces,
embargo, a medida que las plantas crecen los recursos
y las malezas, Sin del cultivo. Teniendo en cuenta
manejo m á s racional de las malezas evitando labores
por las malezas aumentan y los efectos de su reducci
capturados realizar un
ón pueden ser innecesarias fuera del período adecuado o aplicaciones de herbicidas
irreversibles o sólo parcialmente compensados por el cultivo
fuera desmalezado. La capacidad de compensación depende
si éste con demasiada residualidad.
de los El periodo que puede permitirse la presencia de las malezas en
procesos afectados en el cultivo y de la naturaleza del
recurso o factor un cultivo ( PCTA ) o que éste debe permanecer libre de ellas (PCTE) y
de competencia . Si al eliminar la maleza el recurso está
inmediatamente las consecuencias que éstas tienen sobre el rendimiento dependen,
disponible para el cultivo ( por ejemplo , luz ) la capacidad
de como se mencionó, de las características estructurales y funcionales
de la población de malezas, del cultivo y de las condiciones ambientales.
compensación aumenta ; pero, si el recurso no est á disponible para
el
cultivo ( por ejemplo, nitr ó geno retenido en los tejidos o agua del suelo
La duració n del PCTA est á estrechamente relacionada con la
transpirada por la maleza) la capacidad de compensación se reduce
y disponibilidad de agua y nutrientes; en tal sentido, el estrés hídrico o
depender á de la dinámica de esos factores en el sistema (distribución
nutricional durante el ciclo disminuye el tiempo que el cultivo puede
de lluvias o de mineralización). tolerar la competencia temprana de las malezas (PCTA). Esto
El período del ciclo del cultivo en que la presencia de la maleza, significaría tener un umbral de control más temprano, a partir del cual
reduce el rendimiento del cultivo fue denominado “período crítico’* de las malezas que emergen con el cultivo deberí an eliminarse para
competencia y fue introducido por primera vez por Nieto et al. ( 1968). conservar la humedad del suelo y nutrientes, y minimizar las pérdidas
Este per í odo refleja la etapa del ciclo del cultivo que deber í a de rendimiento. Por el contrario, la competencia por luz es determinante
permanecer libre de malezas para que no se produzcan pérdidas del tiempo que un cultivo deberá permanecer libre de malezas (PCTE),
significativas en el rendimiento. Este concepto debe ser diferenciado el cual dependerá de las tasas de elongación y desarrollo del área
del que se refiere al per í odo crí tico de supervivencia de la maleza, es foliar de las malezas en relación al cultivo (Weaver et al., 1992). El
decir, aquella etapa del ciclo de vida de la maleza en la que un girasol, debido a la disposición planó fila de sus hojas, a su r ápido
tratamiento de control ser í a m á s eficaz (Radosevich y Holt 1984; . crecimiento inical, y a su gran capacidad de exploración del suelo,
.
Ghersa et al. 1990) . También debe diferenciarse del per í odo critico entre otras características (Capítulo 3), presenta mayor habilidad
para la formación del rendimiento en ausencia de malezas (Capí tulo 3). competitiva que la soja. Por lo tanto, en aquel cultivo, la necesidad de
A partir del concepto de per íodo cr í tico para el control de malezas control de las malezas desde la emergencia es por un período más
se desarrollaron los conceptos de período crí tico de control tardí o
(PCTA ) para representar el má ximo período de tiempo que un cultivo ? girasol
° * Asi ismo, cuando las malezas no son controladas inicialmente,
tolerar ía durante más tiempo su presencia.
puede convivir con las malezas desde su siembra o emergencia sin Los períodos críticos de control pueden variar también con la
288
289
.
fenología y el crecimiento de la maleza y sus consecuencias, de la
interacción con la fenologí a y el crecimiento del cultivo.
4 (Sibuga y Bandeen. 1978 ) *
6 ( Knake y Slife . 1969) *
2- 4 ( Bedmar. 1991)
girasol LaTabl
presiembra o preemergente mas allá del estado de 7
hojas, Periodos de controlyen Nuevam ^ '°l asvanac
period s
°' n
aproximadamente 25 a 30 días desde emergencia (Figura
4B) . de competencia temprana tardía en girasol
per íodos se Pvni
6
° '
duraci ón de estos P diferentes
observada enambienta
la
° f
rea,izados
les , características de las y
m i Zas
el cultivo y
condiciones de rendimien considerada F
7 ,
to
la perdida
distintos per íodos de comoetenrí
i°base a esfadosS
considerando °
,
fenologicos del girasol determina
9a hoja mientras
que e PCTE osea
ron aue el
Le
PPTA
1980).
Temprano 4-6 .
(Johnson 1971) 6- 7 (Catuilo et al.. 1983)
( PCTE ) 3 ( Bochicchio y Arregui,1974) 2 ( Bedmar et al. , 1983)
I
*
a ras qUe 61 Penodo de c mPetencia temprana se extendió hasta
|a ' °
292 293
o
c
6tal
, ^
Pnnc paimente
En(re as vanabies reproductivas afectadas se encontraron
el número de semillas por capítulo y en menor medida
el pes; '( e 1000 aquenios (Bedmar et al., 1983; Catullo et al., 1983;
)
E
O
\-1971) En todos los casos, el grado de disminución se vio
c;
a:
incrementado con el aumento del período de convivencia malezas-
cultivo.
9
ra
o
c
d)
E Días de competencia desde la emergencia
QJ del girasol
cr
^ ^
cultivo, registr ándose en situaciones extremas reducciones del 65 a
o temprana en °?
Tgp|a
soja resultan muy variables (Tabla s debido a las
294 295
,, ,
—-
de madurez (Capí PCTA
también diferencias para competir
con las malezas entre 2) . EJ
tulo !?
8 l nea de siembr a los
emergente en la í la 1988/89,lo que e q u i v a l *ó
a 9 di
^
i a os m s >s estadios
35 en
mismo grupo de maduración (
Burnside, 1972; 1979). cultivares en 1986 /87 y aque cuando compitieron en toda superficie, mientras
Tabla 5: Periodos de competencia temprana
y tardía en soja.
de
que
desarrollo
desmalezando solamente
v ai
la linea "
5 1<
i/)
m
*
Periodo de
competencia
Momento de referencia 9 8
ro
6
Siembra c
Emergencia O (/>
( semanas)
c o
cu ) O
Tardí o 3 ó 2 - 4 (Burnside, 1979)(<,) E
4 (Barrentine. 1974) b> -o </)>
( PCTA) 1 a 3 (Staniforth y Weber, 1956) '
5-6 (Henry y Bauman, 1989
0
)
3 (Eyherabide. CL. ~O
datos no publicados) &
Temprano
12 (Barrentine, 1974)(b>
(PCTE) Días con malezas
0-4 (Van Acker et al.,1993) w
.
6 (Eyherabide 1989)
(/)
* Según cultivar; w según año; (c )
según densidad de la maleza.
9 JÜ
s ro
Tal como se expresó anteriormente, las malezas afectan E
de manera SJ c
diferente a los cultivos y en soja adquiere importancia la disminución O ift
del área foliar que ocasionan las malezas según se encuentren o no c o
0) g>
en el surco y según el período en que compiten (Figura 7). E vi
a
o
* >
Los períodos de competencia en este cultivo han sido calculados en O
c
0)
base a per í odos de tiempo o preferiblemente de crecimiento. cr -o
£
Eyherabide y Cendoya (en prensa) determinaron en soja sembrada a
70 cm en Balcarce, para pérdidas del 2,5% de rendimiento, un PCTA
de 6 días para el año 1986/87 y 28 dí as para 1988/89, aunque ello Dias sin malezas
correspondió a estados de desarrollo entre V y
?
para ambos ciclos. de las malezas, solamente en
Las diferencias en los períodos de tiempo se debieron principalmente
a las condiciones meteorológicas imperantes durante los experimentos.
obtenido pot el testigo sin malezas.
Con respecto a los per í odos de control temprano, el mismo autor
determinó para esas campañas e iguales porcentajes de pérdida un
lapso de entre 49 y 51 días, respectivamente, lo que correspondió a
periodos cr í ticos
1986/87. El momento
de control temprano (PC )
funciones exponenciales.
* *£££%*» **»“
la emergenc
de referencia es
•
>
cujtivo. Datos ajusta P
296 297
4 . Manejo de malezas
permitiendo el replanteo de estrategias de manejo (Satorre y
malezas , 1992; Ghersa et al.. 1997).
La tecnologí a de herbicidas como Benecñ Arnold
perjuicios que causan las malezas , ha
forma de contrarrestar | Varios trabajos han considerado la dinámica poblacional de
concentrado la atención H0s malezas de los cultivos de maíz, girasol y soja como base
productores, investigadores,
extensiomstas y profesionales
esta tecnolog í a ha tenido un impacto
enorme en la productividad
los cultivos, la aparición de los primeros
SV*
7' '
a 9U
"el diseño de estrategias de manejo. Por ejemplo, Fernández (1991)
correlaciones morfomé tricas entre atributos de
busco establecer subterráneas de gramón para
herbicidas indujo a pensar estructuras aéreas y referir a estados
la posibilidad de descansar exclusivamente
en su aplicaciónv aún
erradicar a las malezas. E ! tiempo demostr ó que 22 blacionales de la maleza. En particular, observo que la longitud de
eran razonables en un contexto económico
esos objetivos n
y ecológico; a pesar dai
2 estolones no resultó un buen indicador del estado poblacional de la
desarrollo de herbicidas, las poblaciones de maleza pues estaba fuertemente condicionada por la población de
reducidas al ritmo esperado y. el uso continuado
malezas no fueron opá gulos vegetativos y su distribución en el perfil. Recientemente,
de biotipos de malezas resistentes y. en algunos
condujo a la aparición Satorre et al. ( 1996) relacionaron la emergencia y el establecimiento
del riesgo de contaminación. Frente a esta problem
casos, al aumento de gram ón a la salida del invierno con las unidades t érmicas
tradicional de 'control" de malezas fue paulatinamente
ática , la idea acumuladas por la maleza sobre una temperatura base de 8 °C. En el
reemplazada mismo estudio esos autores sugirieron que el consumo de resen/as
por la de “manejo de malezas. El manejo de las
"
malezas en los cultivos de las estructuras vegetativas durante la brotación de gramón, junto a
no se limita a la aplicación de herbicidas sino que integra
los resultados su baja eficiencia de utilización para la generación de nuevas
de estudios sobre la ecolog í a de malezas en el diseño
de estrategias estructuras determinar ía que durante el establecimiento temprano, el
má s eficaces y eficientes de control (Ghersa et al., 1997
). El manejo gramón atravesar í a un per íodo crí tico para su supervivencia alrededor
de malezas involucra trabajos que aportan conocimientos
en areas de las 240- 270 unidades térmicas acumuladas. Al ser integrada esta
tales como dinámica de semillas en el suelo; emergencia, información a pr ácticas postemergentes en girasol y maí z se logró
fisiología,
crecimiento y reproducción de las malezas , interacción entre malezas aumentar la eficacia del control respecto de otros tratamientos (Satorre
y cultivos, reconocimiento y distribución de malezas, además de et al., 1997; Tassara et al., 1996). Similarmente, en sorgo de Alepo se
adaptación y evaluación de t écnicas para controlarlas (Thill et al., 1991). han propuesto y evaluado exitosamente estrategias para su manejo y
Las bases ecológicas de la dinámica poblacional buscan poner control en cultivos de girasol y soja, sustentadas en aspectos relevantes
en evidencia aquellos aspectos que hacen de una maleza una de la maleza ( Van Esso y Ghersa, 1993; Tassara et al., 1996).
población exitosa , a fin de neutralizarlos . Existen al menos tres La integración de aspectos de la dinámica poblacional de las
aproximaciones al estudio de la dinámica poblacional orientadas a malezas , del conocimiento de las bases de su interacción con el cultivo
contribuir con información para el manejo de malezas: i) estudios • y de las herramientas de control ha conducido también a la idea del
demogr á ficos, ii) estudios mecanísticos; y iii) estudios de largo plazo. manejo integrado de malezas (MIM). El manejo integrado de malezas
Los primeros describen los procesos que determinan el crecimiento es una tecnologí a que hace uso de todos los métodos disponibles y
de la población en términos de número de individuos, permitiendo compatibles con la calidad del ambiente para mantener las poblaciones
identificar los estados del ciclo de vida y los procesos de mayor de malezas en niveles por debajo de umbrales de daño económico.
relevancia en la poblaci ón. Los estudios mecan í sticos buscan En este concepto, los aspectos de manejo de poblaciones son sólo
establecer sólidas relaciones funcionales entre las variables una parte de los elementos incluidos en el manejo integrado. Este
ambientales y los procesos cruciales intentando predecir la ocurrencia último, incorpora además, control biólogico en sus distintas formas.
el
de los mismos. La escala de largo plazo es la aplicada para evaluar el
éxito de los programas de manejo y comprender la dinámica de las
,
S wanton y Weise (
1991) incorporan al manejo integrado algunos de
os s¡Quientes elementos: prácticas de labranza; cobertura del suelo
298
i 299
,
recursos mecá
enlre un 50 y 70% el nicos
uso de
aun podiendo
a quo las
realzar la
raíces de las
rebrotes ,J S
á
' 2adas del suelo
deP,
que trabajo p ovoquen
^^
logren una cobertu ,
sombreado y la conse
de( suelo a fin de
a humedad; aplicación de
favorecer el plántulas
ón o que am
'° ' ,
¿ZSmu su
fertilizantes una rápida desecaci »
" “ “ "
de manera que afe a'
>
cultivo. •dentificación de las especies de malezas previo a la aplicación de
productos de postemergencia o conocer la historia del lote cuando se
Control mecá nico . El control mec á nico se refiere a
la aPüquen herbicidas al suelo (presiembra o preemergencia) permitirá
intervención sobre las malezas con alguna herramienta que las dañ e seleccionar más adecuadamente el activo a utilizar.
301
300
2 ) La evaluación de las
condiciones ambientales que enredadera perenne - una de
posteriores a la aplicación, los Se debe tener en cuenta
y el sistema de cultivo empleado
equipos y tiempos
operativos
, posibilitar
á tomar
previas
v
disponibles ,
aS
yy
ivas m
T V-
ás frecuent
controlada qu í
es en
micamen
nuestro
te en el
sistema de producción- no
cultivo de girasol (Bedmar,
acertadas y oportunas. decisiones
"^rVde
3) Las dosis a aplicar deben ser
Pue por ello, deber ía descartarse su siembra en lotes con invasiones
las 1 “*
Recordar que el ahorro de dosis suele recomendadas y probadas. SeVer le esta maleza a no ser que pueda ser controlada en los
resultar en controle barbecho. Tampoco existen herbicidas postemergentes
o deficientes, lo que redundará en s
una competencia con el parciales
(
302 303
-~ na dtspcsictón planófila de
sus hojas, de ¡ Simposio internacional de alta producción de ma í z : 69- 77. Bahí a Blanca
tasa
^ jnicia
-
rac «da exploración del perfil alta
^- ^ ^
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311
310
1. introducción
Los cultivos de girasol, ma í z y soja son afectados por diversas
plagas desde la siembra hasta la cosecha . Algunas de é stas ,
probablemente por coincidir en un mismo período de desarrollo -
primavera - verano - son compartidas por los tres cultivos y otras , al
menos, por dos de ellos.
Obviamente, una descripción de todas las plagas de estos cultivos
está fuera del alcance de é ste capítulo por lo tanto consideraremos
aquellas plagas cuyas poblaciones causan una disminució n
significativa del rendimiento todos los años (plaga clave); aquellas
cuyas poblaciones espor ádicamente crecen en forma explosiva
llegando a producir daños importantes (plaga ocasional) y aquellas
que no causan daños significativos pero que tienen la posibilidad de
alcanzar el nivel de plaga clave u ocasional (plaga potencial). En este _
marco se tratan las plagas que afectan a estos cultivos tanto en el
sudeste bonaerense , donde algunas adquieren relevancia
ocasionalmente ( Rachiplusia nu, Agrotis Ípsilon, Peridroma saucia),
%
como en otras zonas del país donde muchas son de carácter endémico
( Diatraea saccharalis, Nezara viridula).
El objetivo de este capítulo es reseñar las plagas teniendo en
cuenta su incidencia según el estado de desarrollo de la planta (Figura
1)
^ considerando aspectos taxonómicos y biológicos de la plaga,
daños que causa y
estrategias de manejo.
313
Estado de desarrollo Plaga aspee 0 semejante, presentan abundantes pelos gris oscuro, con
Mosca de la semilla
Girasol Maí z
Soja
de
tintes '
aman os Se 0bservan en abundancia en la tierra
ovip0nen en los surcos de siembra. Al nacer
recién
Siembra
removida. < °^
a
Chicharnta
Isocas cortadoras vas amarine „
¿podas y aguzadas anteriormente, penetran lar -
las
por
^
plántula la
Gusano blanco
Hormiga negra común
zona germll
£
^ semj a destruyen completamente el embrión o lo
oste último caso emerge una planta deforme. Pueden
Paloma turca dete
ser al"!
< '
( ( tadas también, las raicillas y los cotiledones. El estado
l larval
Sobre
Liebre CuiQEPd ,
| ,nqa durante 15 a 20 días y es la única fase del desarrollo que
SC pr 0 < >
usté ocasiono danos (Quintana, 1964). Las lanzas empupan en el suelo y
Sobre
Gusano del tullo del girasol entre k r . / y 10 dí as emerge el adulto el cual puede reinfestar el lote
tallo
Gusano barrenado» del tallo
en caso de siembras escalonadas. La lanza es, además, un activo
Barrenador menor del tallo
Vegetativo
Barrenador del tir óte agente de difusión de bacterias y hongos que aceleran la
Isoca medidora del girasol descomposición de los tejidos vegetales (Quintana, 1964; Damilano y
Sobre Chinche del girasol Brugnom , 1980). El periodo huevo- adulto varia entre 30 y 40 días
ho|a Isoca militar tardí a dependiendo de la temperatura (Neira y Echave, 1995). Las bajas
Isoca de las leguminosas temperaturas que retardan la germinación de la semilla como asi
Gusano barrenador del tallo también el alto contenido de materia orgánica de los suelos favorecen
Sobre Barrenador del brote la acción de esta plaga.
Reproductiva
capitulo
yo
Isoca medidora del girasol —
Isoca de las leguminosas Estrategias de manejo. El control es meramente preventivo, ya
espiga Polilla del girasol que el daño es irreversible. Por lo tanto, es conveniente evitar sembrar
y /o Isoca de la espiga de maíz
en suelos fríos y recordar que el alto contenido de materia orgánica
vaina Chinche verde
Chinche de la alfalfa — favorece el desarrollo de esta plaga, por lo cual debe considerarse en
Cotorra dichas situaciones el tratamiento de las semillas con insecticidas.
2.2. Chicharrita
Figura 1: Plagas que afectan a los cultivos de
girasol, maí z y soja en sus distintos Delphacodes kuscheli Fennah (Insecta, Homoptera: Delphacidae)
estados de desarrollo.
2. Siembra a plá ntula Descripción, biología y daños. Esta chicharrita cobró importancia
del Mal de Río Cuarto (MRC), enfermedad
2.1. Mosca de la semilla
Delia platura Meig. ( Insecta , Diptera: Anthomiidae)
ciclo agrícola!996/97(Vincini et al.,
Descripción, biología y daños. Esta mosca es una plaga de la
semilla recién sembrada que ante ataques intensos puede obligar a
efectuar resiembras, si bien su comportamiento es err ático ( Vincini y
Sisti, 1984). Los adultos, más pequeños que la mosca doméstica pero
Mal de rio Cuarto (MRCV) que no Pte
lo cual es imprescindible
para que
la presencia e
alcance al vegetal hospedan e,
*
El agente causal del MRC es un« ¡«» denominado virus de
*
*
vector
mecá ca po
anima
„,
(chic iam a)
' ' ’
p kuscheli la única
-
314 315
,.
ser variada , siendo los machos de color negro con las carenas de 1999).
su _
Virla
ic bonaerense , en ensayos con distintas épocas de siembra
En « ,ideste agr í cola 1997/98, se registró baja incidencia del MRC
frente, vertex , tégulas y campos laterales del pronoto de color
blanco
marfil. Por su parte las hembras son de color pajizo claro. Para
dUfíin el
ciclo
identificación hay que tener en cuenta el rostro, que sobrepasa
su
las eP 105 ú
m nicos susceptibles sembrados a fines de octubre y principios
En los maí ces sembrados desde mediados de diciembre
coxas del segundo par de patas, las tres carenas frontales amarillentas, dC nt re
)
una mancha negra en el pterostigma de las alas anteriores y presencia la incidencia del MRC fue muy baja, a pesar de que la
en adelante
de un espolón tibial o calcar en el tercer par de patas ( Remes Lenicov ,nr Abundancia del vector coincidió con el período susceptible de
y Tesón, 1978) .
Las hembras de Delphacodes kuscheli encastran de 3 a 25 huevos
Ss siembras ( Vincini et al.,1999. Durante el ciclo 1999/2000 la
incidencia también fue baja ( Sánchez et al., 2000 ).
,
por d í a , en la vaina de las hojas o en la epidermis del tallo de las n kuscheli cuenta con enemigos naturales en sus distintos estados
plantas que busca para alimentarse . Al cabo de 8 a 16 días, desde el
momento de la puesta , nacen ninfas que miden aproximadamente 0,3
mm. Unos 25 a 30 días más tarde, las ninfas completan su desarrollo
y pasan al estado adulto. Para entonces se reproducen activamente.
de desarrollo. Se han determinado
armatus ( Ashmead) y
Mymaridae ) , de
Anagrus
ninfas y
flaveolus
adultos :
Waterhouse (Hymenoptera:
Elenchus
Pseudogonatopus chilensis Olmi (Hymenoptera: Dryinidae)(Virla,
.
par á sitos de huevos: Anagrus
tenuicomis ( K rby ) y
1993).
Una hembra puede poner entre 180 a 220 huevos a lo largo de toda
su vida , de los cuales son viables entre el 50 y el 70%. Esta especie Estrategias de manejo. El MRC es una enfermedad cuyo
.
desarrolla de tres a seis generaciones en el año ( Virla y Remes Lenicov, desarrollo e importancia depende principalmente de los vectores
1991). infectivos que llegan al cultivo del maí z, por lo cual su manejo debe
o
La Chicharrita se encuentra en cultivos de avena y trigo y en malezas basarse en disminuir el inoculo inicial, disminuir la tasa epidémica
circundantes, en toda la región central del paí s (Tesón et al., 1986).
" *
^ "«
disminuir e tiempo de exposterón
Tan pronto como se alimenta de una planta enferma adquiere el virus Para el insecto: Debido a que la «nMae ' ial está en
y queda infectiva durante toda la vida. De modo tal que cuando se el martelo
alimenta de plantas de maí z, inyecta saliva con part ículas de virus y
relación directa con la densida P
tenderá a disminuir las poblacio ) as ^
formas macr ópteras
transmite la enfermedad al vegetal. El maíz es má s susceptible a la responsables de la diseminación e @n el majZ.
enfermedad cuando se encuentra al estado de coleoptile - primera Para el inoculo: Si bien no se c n0 aenotipos resistentes, Y
hoja. Cuando el insecto vector se alimenta durante este estadio, es °
cultivares tolerantes que no presen a tac¡.ones importantes apes
,
Q para el mane|0
posible que se infecten entre el 65 y 70% de las plantas. Si el insecto de estar invadidos por el virus, or
se alimenta de plantas de cinco hojas, la enfermedad se observará
enfermedad, una medida eficiente utilización de cultiva
entre el 20 y 35% de las plantas, que mostrarán síntomas leves ( March ig ).
tolerantes (March et al., 1997; Cos a
*
et al., 1997). • 97
En el área endémica, se ha desarr s¡stema de predica
Cuando una planta de maíz se encuentra infectada con el virus MRC,
la l ámina foliar se arruga y en el env é s de las hojas se aprecian
°
presiembra basado en variables c i ¿ticas y el potencial d® .
la C '?
arnta
’
medido indirectamente a través del nivel DObiacional
P de
'
316 317
,
Só(Q cuando |a disminución de la competencia
2.3. Isocas cortadoras de altos '
fofTipr . mo on
e desarrollo de la planta (Cardinali et al 1985;.
Agrotis maló fida (Guen.) Gusano áspero ocurre 1990)
Agrotis í psilon (Hufg.) Gusano grasiento Sosa.
vt•
año a año, probablemente afectada por
Agrotis annexa ( Troit . ) Gusano graneado abundancia varía ódegicas
La , especialmente las lluvias. Estas
meteorol
Porosagrotis gypaetina Guen. Gusano pardo ias condiciones oviposición o causar la sobresaturación del suelo y
la
Peridroma saucia Hubber. Gusano vanado pueden afectar
larvas a salir a la superficie durante el día quedando
,
(Insecta . Lepidoptera: Noctuidae) forzar a las los predadores y parasitoides (Sosa ,1990) .
n de
expuestas a la acció
Descripci ón , biología y da ños. Se denominan isocas cortadoras
a un complejo de especies de lepidópteros cuyas larvas tienen como Especies univoltinas
hábito cortar los vegetales, generalmente de noche. Los adultos son spero). Esta isoca presenta a partir
mariposas nocturnas, poco vistosas , grisáceas o parduzcas, de 3 a 4 Agrotis malófida (Gusano á
una amplia banda dorsal verde amarillenta,
del segundo estadio
cm de envergadura alar. Las hembras, según las especies, pueden
seguida de bandas laterales beige a verdoso oscuro. El tamaño del
poner desde 500 hasta cerca de 2000 huevos ( Rizzo et al., 1992 ; Villata mm de largo por 9 mm de
y Ayassa, 1994) . Algunas son univoltinas ( una generación al año) y cuerpo es variable, alcanzando 50 a 60
larvales ( Villata y Ayassa ,
otras multivoltinas (más de una generación al año ) ( Margheritis y Rizzo, ancho . Frecuentemente tiene siete estadios
ña escondida en el suelo o
1965; Aragón, 1983 y 1985; Putruele . 1988; Rizzo et al, 1992 y 1995; 1994) Pasa el invierno como larva peque
su desarrollo, comienza
Villata y Ayassa, 1994 ; Cap et al., 1995). Las orugas , durante el día, restos de rastróos. Al llegar la primavera activa
estados fenológicos.
permanecen arrolladas en espiral, ocultas bajo tierra, cascotes o la a alimentarse y ataca los cultivos en sus primeros
Pasan el verano como prepupas, enterradas a
pocos centime ro
broza, que las protegen de la desecación. Por la noche salen para
la superficie del suelo para transformarse en pupa
en el mes de mar .
alimentarse, cortando o podando las plántulas. Los ataques comienzan cico. iven
según las especies, por manchones o frentes. Las orugas cortan las Los adultos emergen en otoño y comienzan un nuevo
tallos óe maeza
plantas pequeñas casi al ras del suelo o por debajo de la superficie del 10 a 15 dias y las hembras desovan en hojas y
rastrojos , colocando grupos desordenados de 50 a , '
mismo, dejando la plántula cortada sin posibilidad de recuperación, lo
totalizando entre 1000 y 1600 (Rizzo et al., 1995). Luego
e un P
que en muchas oportunidades obliga a resembrar. La pérdida de
plántulas es menor en ma í z pues el meristema apical se encuentra
«
íie incubación (3 a 5 dias, a 22-23 C; o 9 a 10
dí as, a 16 C) se .
debajo de la superficie del suelo (Cap í tulo 2). Debido a que sólo salen
por la noche, muchas veces no se sabe a que atribuir la destrucción
produce el nacimiento de las larvas que miden de 1 a mm
y se protegen bajo la broza ( Villata y Ayassa, 1994 y Rizzo et al .
.
iw»l -
de las plántulas , que aparecen cortadas a lo largo del surco. Para de esta
aS ísocas
, i
^
°
especie que atacan al girasol corre po den a los ú
la oruga , la cual puede hallarse en la última planta cortada o en la gg
pr ó xima planta sana a dos o tres centímetros de profundidad ( Vincini y desarrollo y son gris oscuras o Q area dorsa
Sisti, 1984) . Debido a su hábito de cortar 2 ó 3 plantas seguidas afectan diferencia mayormente del resto de c ‘ s alargadas y
la distribución de las mismas en la línea de siembra, generando mayor de los nances por una sene de
Recién nacidas miden cerca de 2 m de 35 a a» mm de
crecimiento vegetativo en las plantas adyacentes a las fallas, que si
319
318
Capítulo 11
^
cuatro dí as. Después de 22 a 26 dí as de incubación nacen
las
las que se comportaran como cortadoras al llegar al cuarto larva
° de plantas por daños en base del tallo.
da
la
satisfa;'
se deberá resembrar. Cuando el daño se ha
ones se pueck a la aplicación de cebos tlocalizad
ó xicos el
plántulas. Este daño es especialmente cr í tico para el maí z (Capí tulo
ci a debe ser :ie unos 10 m de ancho, 4 ). Durante el per íodo vegetativo consumen tanto las hojas como las
as plantas sanas que cerdean a! manchón ( Vincini y Sisti. 1984sobre i ra í ces. A partir de seis hojas el daño se restringe a las raíces pero en
)
este momento la planta ha adquirido un desarrollo radical que le permite
.
2.4. Bicho torito o candado Gusano blanco sobrevivir ( Alvarado.1979).
O 'cboderus abdenjs St jrm
Estrategias de manejo. Para un control cultural hay que tener
Insecta. Coleóptera : Scarabaeidae
en cuenta el origen del lote , la fecha de siembra y el estado de
Descnpc ¡on. oioiogia y da ños . Los adultos son
i desarrollo de las larvas. Sí la siembra es temparana las plántulas
escarabajos quedar í an expuestas al ataque de las larvas lo que no ocurrirí a si éstas
negros oe 2 c ^ de longitud. Los machos poseen unas prolongaciones
ya han alcanzado el estado de prepupa. Otro aspecto a tener en cuenta
en a ca ñe ooster or de a cabeza y anterior del prot órax , que forman
es que el nivel poblacional disminuye con sucesivos años de labranza
un gancho o candado . Tanto as hembras como los machos aparecen ( Alvarado et al. 1980).
soore a s ^ cerLcie de sue ! o desde noviembre hasta enero. Las Si bien postergar la fecha de siembra puede disminuir los daños
hen“ c 'as fecundadas realizan vuelos cortos y hacen cuevas pequeñ por gusano blanco no hay que olvidar que ello puede incrementar el
as
ae 10 a 15 de profundidad, preferentemente en suelos duros, daño del gusano barrenador del tallo ( Diatraea saccharalis ) , reduce el
.
compactos ^crres et al . 1976 ) y en la profundidad
de las mismas rendimiento potencial del cultivo ( Capí tulo 5) y aumenta la probabilidad
depos ta° os nuevos ( esf éricos y blancos ) que luego de un per
íodo de sequí a en floración ( Cap í tulo 7).
ce ircubac on oe unos 7 a 10 dí as dan lugar a larvas en forma de “C" El nivel cr í tico que justifica control es de 4 larvas m 2, para lo
( Aivaraoo . 1979 ). Las larvas se conocen
como gusanos blancos: cual se recomienda un muestreo previo a la siembra. Quince días
oresema'' a cabeza casta ña y el cuerpo blanco lechoso con el último antes se toman no menos de 13 muestras, de 25 x 50 cm de lado y 30
seg^ e ^ to acdomina oscuro debido a la acumulación de tierra en la cm de profundidad por lote de 50 hectáreas ( Alvarado. 1986). De ser
ca ñe final del tracto d gestivo . Durante su desarrollo pasan por tres necesario el control quí mico, los insecticidas deben incorporarse
al
estadios ¡ anuales, se alimentan de raíces ocasionando los mayores
da ños a partir del tercer estadio que generalmente ocurre a partir de
;
i
suelo, entre 8 -10 cm de profundidad, como mínimo diez días antes de
la siembra ( Alvarado, 1979). El tratamiento de semillas con insecticida
la segunda quincena de marzo ( Alvarado.1979) . Hacia fines de octubre, en ensayos experimentales ha sido auspicioso (Alvarado et al., 1980).
según las temperaturas, entran en un per í odo de poca actividad donde
se observan cambios en su aspecto externo ya que evac úan el tracto , 2.5. Hormiga negra común
intestinal, se tornan fl á ccidas y dejan su caracter í stica forma de *'CT Acromyrmex tundí Guérin
Es el per í odo de prepupa. Luego se transforman en pupa para dar ( Insecta, Hymenopte
ra: Formicidae)
lugar al adulto. En los estados de prepupa , pupa y adulto no se
alimentan ( Alvarado. 1979) . Tienen una generación al año. Descripción , biología y daños. Son insectos sociales que viven
Las praderas son el reservorio natural de las larvas, por lo que el en colonias conocidas como hormigueros; cada hormiga nace para
daño es importante cuando el cultivo sucede a una pastura ( Alvarado cumplir una función determinada. Así están las reproductoras (reina y
et al., 1980 ). Los daños son mayores en las primeras etapas de zángano) y las encargadas del hormiguero: jardineras,
)
desarrollo del cultivo. Durante la pre -emergencia, las larvas pueden soldados,
cargadoras y podadoras. Estas ú ltimas , provistas de fuertes
alimentarse de las semillas recién sembradas o cuando éstas mandíbulas, son las que se dedican a cortar los vegetales en trozos
comienzan a germinar, reduciendo en consecuencia el stand de Pequeños f áciles de llevar. Cuando las hormigas encuentran algún
322
323
324 325
nr
,
Descripción, biología y daño
nues ro Pais es muy importante
'
. Esta plaga, de reciente aparición
en los cultivos de soja, ya
que
puede extenderse hasta unos 40 días, ocurriendo de 3 a 4 generaciones
en el año (Costilla y Coronel, 1998 y Doucet et al„ 1998).
La densidad poblacional de este nematode aumenta durante la
3 m® rmas
en los rendimientos a ún con baja densidad
Dnhia
326
^ .
na u presencia
se detectó a fines del año 1997 en cu
estación del cultivo, por lo que las variedades de ciclo largo dan lugar
327
epidermis del tallo en los tejidos más tiernos. Nacen de ellos peque
ñas
larvas blanquecinas y minadoras, que realizan galer ías en
los tallos
( Baigorri et al., 1998). tanto hacia arriba como hacia abajo del punto de entrada.
Ataca las plantas de girasol a partir de los 30 a 40 cm
Los ntomas de los danos vanan con el tamaño y desarrollo de
sí de altura
las poblacion es, desde una ligera disminución en el crecimiento de |as El daño se localiza, principalmente, a una altura de 6 -7 cm, del
suelo
plantas hasta enanismo y marcada clorosis ( Costilla y Coronel, 1998) y con menor frecuencia entre los 30- 35 cm ( Losada, 1973). Inicialme
nte
el daño se manifiesta con la aparición de un pequeño punto
Como respuesta al ataque del nematode las c élulas del cilindro vas- oscuro
acompañado de un ligero abultamiento y la presencia de
cular se fusionan dando lugar a estructuras ( sincitios) que interrumpen un exudado
el flujo de agua y nutrientes; el rendimiento puede disminuir hasta un : resinoso. Si se efectúa un corte longitudinal del tallo en correspondencia
.
90° o ( Doucet et al. 1998).
con ese abultamiento, se encuentra una caverna de diámetro
y de 25 a 30 mm de largo. Tambié n se han observado pequeñ
variable
Este nematode se caracteriza por tener una gran variabilidad os
orificios, a más de 30 cm del suelo, que no presentaban abultamie
genética y ante una presión de selección su comportamiento puede nto
y que se relacionaban con galerías de 2 mm de diámetro y 12 a 15
ser modificado , de modo tal que plantas resistentes, cultivadas cm
( de largo en las que se han encontrado hasta 2 y 3 larvas (
continuamente , pueden comportarse como susceptibles por la Losada,
1973). Éstas, al completar su desarrollo, se ubican próximas al
formación de nuevas razas en la población (Costilla y Coronel, 1998). agujero
de salida y empupan durante unas 2 semanas dando lugar
Entre sus hospedantes se encuentran varias especies de a la
emergencia del adulto. Este díptero tiene varias generaciones
leguminosas : poroto ( Phaseolus vulgaris ) , tr ébol ( Trifolium spp. ) , arveja al año
y, a medida que van naciendo, los adultos van reinfestando la planta
( Pisum sativum). alfalfa ( Medicago sativa ) , melilotus ( Melilotus spp.) , en la parte más tierna, por lo cual las últimas generaciones
caupi ( Vigna sinensis ) y lupinos ( Lupinus sp. ) (Costilla y Coronel, 1998). pueden
afectar a pecíolos y capítulos.
Los tallos con gran cantidad de galer í as se debilitan y son
Estrategias de manejo. La clave consiste en limitar la densidad fácilmente quebrados por el viento y aunque esto no ocurra, igualment
poblacional antes de la siembra, disminuyendo al má ximo el número e
se produce un daño importante por disminución del potencial fisioló
de huevos y larvas insfestantes presentes en el suelo ( Doucet et al., gico
de la planta, principalmente por dificultades en la circulación. Además
1998). Los métodos de control disponibles incluyen; rotación de cultivos, 1 los orificios efectuados por esta plaga, generalmente son vía de entrada
,
uso de cultivares resistentes, diversas pr á para hongos y bacterias que ocasionan la podredumbre de la médula
cticas culturales y control
químico mediante nematicidas, siendo lo cual magnifica el daño.
los dos primeros los de mayor
aplicación ( Baigorri et al.,
1998).
Estrategias de manejo. En parcelas experimentales conducidas
3.2. Sobre el tallo por Losada (1973) el porcentaje de plantas quebradas, en distintas
variedades, estuvo entre 2,1 y 16,4%; los ensayos de control mediante
3.2.1. Gusano del insecticidas no demostraron efectividad debido a la dificultad que se
tallo del girasol
¡Insecta
( fÍT? rTyZa
D
9
, íptera
: Agromyz
cunctan
°ides Blanch.
presenta cuando las larvas ya están en el interior del tallo. Si bien
naturalmente est á controlada por numerosos parasitoides (De Santis
idae ) et al., 1976), una buena alternativa serí a la resistencia genética.
labranza reducida
porque los suelos
.
Ayassa 1994). También son hospedantes: cañ
mam y poroto .
az
°
Estrategias de manejo. Es una plaga de dif í cil control y los
^
r 90,
* u y » in
sueltos y con menor humedad favorecen el desarrollo tratamientos son de tipo preventivo ya que una vez que la larva est á
de esta plaga. entre el túnel y la planta no se la puede controlar. Los tratamientos
Las larvas no logran construir el t únel en suelos húmedos (
Aragón et
al.. 1997) y pueden morir cuando las lluvias son deben estar dirigidos a las partes bajas de las plantas para matar lar -
abundantes. Las vas que a ún no penetraron en el suelo y pueden hacerse con
noches frescas y con rocío impiden el normal desarrollo
del ciclo (Sosa insecticidas fosforados utilizando abundante caudal de agua (Sosa e
e Imwinkelried. 1990) .
Imwinkelried, 1990; Aragón et al., 1997).
En cultivos de soja sembrados despué s del trigo, especial
mente
cuando no llueve, con ba)a humedad y altas
temperaturas , el daño 3.2.4 . Barrenador del brote
puede ser elevado. La combinación
de suelos arenosos, sequía y Epinotia aporema Wals.
siembras tardí as ofrecen condiciones excelentes para
el desarrollo de (Insecta , Lepidoptera: Tortricidae)
la plaga. Si el ataque ocurre en plantas peque
ñas, éstas se amarillean,
pierden vigor, se marchitan y
finalmente se secan. Los ataques son en Descripción , biología y daños. Es una plaga importante en el
manchones y es frecuente encontrar tres o cuatro cultivo de soja ya que daña desde brotes hasta semillas (Rizzo y Saini,
plantas con síntomas
graduales de da ñ o, una 1989) y se encuentra en todas las zonas del paí s donde se cultiva
con ataque reciente , las siguientes
marchitándose y la última muerta ( esta leguminosa ( Aragón et al.,1997). El adulto es una mariposa
Sosa e Imwinkelried, 1990).
Las plantas adultas , lignificadas pequeña, 13 a 15 mm de expansión alar, con una tonalidad castaño
, pueden ser afectadas
parcialmente en su grisácea. Las alas, cuando está en reposo, se disponen paralelas al
base por las larvas que, si bien no llegan a matarlas,
dañan los tejidos abdomen.
de sostén. Aunque la planta forma una callosi a
alrededor de la herida, esto Las hembras depositan grupos de huevos, entre la pilosidad
que la debilitan. no impide la entrada de hongos y bacteria
En estas condiciones el viento y los laboreos de los brotes jóvenes. Son muy pequeños, claros, ovalados y dif íciles
quiebran con
facilidad y terminan volcándose (Sosa e Imwinke n .
de localizar (Morey, 1972; Rizzo y Saini,1989) Despué s de cinco dí as
..
, . Puede
,
,
1990, Aragón, et al
., 1997).
a acar plantas de
ca < et al., 1985) . maí z de 45 y hasta 60 cm de a u^
de incubación nace la larva , verde clara, con la cabeza y el escudo del
pronoto negros. A medida que crece, el cuerpo se torna verde oscuro
y la cabeza castaña. Cuando la isoca está próxima a empupar se torna
En el sudeste bonaerense, en cultivos e
334 335
Y vainas. Es
común encontrar racimos de flores unidos por hilos de seda y también
vainas pegadas entre s í, con la larva entre medio o bien dentro de
Se dan generaciones sucesivas o superpuestas durante el cultivo
por lo cual la reinfestación es muy probable y constituye siempre un .
alguna de ellas consumiendo granos ( Villata 1994 ; Aragón et al., 1997).
peligro latente durante el periodo vegetativo ( lannone. 1987) . La ultima El per í odo desde plena floración a grano lleno es el de mayor
generación de la plaga se desarrolla en alfalfa durante mayo y junio. sensibilidad al ataque del barrenador, donde el daño al 90% de las
Se estima que sufre una alta tasa de mortalidad, dado el bajo nivel de plantas y 20% de las vainas, significó una pérdida en el rendimiento
ataque con que se inicia la primera generación en la primavera siguiente del 57%. La acción adversa de la plaga en el segundo período
( Aragón et al.. 1997) . reproductivo de la soja ( grano lleno a maduración) redujo los
Los daños son ocasionados por las larvas en todos sus estadios .
rendimientos sólo un 2% ( lannone y Parisi 1978).
El número de granos por vaina y de vainas por planta, son los
de desarrollo . Recién nacida se alimenta de la epidermis, de los
primordios foliares y de los brotes terminales. Como en este momento componentes del rendimiento más afectados por este insecto ( lannone
los folí olos están muy pr ó ximos, comienza a unirlos con finas sedas, y Parisi, 1978) . La altura de la planta y de las primeras vainas
acartuchandolos y protegiéndose dentro de ellos para alimentarse. disminuyeron marcadamente por los efectos de la plaga durante la
Mientras esto sucede los brotes se mantienen verdes ( Villata y Ayassa, etapa de crecimiento. Cuando el ataque se produjo en la etapa
1994). Posteriormente la larva migra hacia la axila de la hoja y comienza reproductiva se verificó una disminución del contenido de aceite en
a barrenar el tallo, rama o brote, introduciéndose y sellando la entrada los granos ( lannone y Parisi, 1978).
con sus excrementos. La perforación puede dirigirse en cualquier Cuenta con numerosos hospedantes entre las leguminosas, y
sentido, inclusive barrenando peciolos ( Villata y Ayassa, 1994; Aragón se lo ha hallado en alfalfa ( Medicago sativa L.), porotos ( Phaseolus
et al..1997 ) . Cuando esto ocurre, los brotes y hojas acartuchados vulgaris L.), haba ( Vicia taba L.) (Morey, 1972), lenteja ( Lens culinaris
comienzan a secarse. Este es el signo elocuente del ataque del insecto Medick.), garbanzo ( Cicer arietinum L.) ( Villata y Ayassa, 1994), maní
y a su vez marca el momento en el que el daño es irreparable y todo ( Arachis hypogaea L.), tr ébol rojo ( Trifolium pratense L.) y soja, siendo
tipo de control ineficiente ( Villata y Ayassa, 1994) . esta última la más apetecible (Parisi e lannone, 1978).
Ataca preferentemente los brotes terminales de la planta de
soja durante el período vegetativo retardando el crecimiento ya que, Estrategias de manejo. La infestación del lote comienza por los
al perderse la dominancia apical, la planta produce brotes laterales bordes, lo cual es muy notorio en aquellos que lindan con forrajeras
(Capí tulo 12). Como consecuencia de ello disminuye la altura de la leguminosas porque éstas son una fuente importante de infestación
planta y por ende la altura de inserción de las primeras vainas ( lannone ( lannone y Leiva, 1995). En la región pampeana los ataques pueden
y Parisi, 1979). Esto tení a importancia en la cosecha mecánica del darse desde fines de diciembre hasta abril. Los ataques de enero y
.
cultivo con maquinaria típica de los años 70 ya que al disminuir la febrero se producen en cultivos de primera época de siembra en estado
distancia de las vainas con respecto al suelo, aumenta la posibilidad vegetativo, pero disminuyen a medida que el cultivo entra en la etapa
de que las mismas queden en el rastrojo al
no ser alcanzadas por la
I be floración y fructificación. En los cultivos de segunda época de
plataforma colectora ( Parisi e
lannone , 1978; 1979 ) . Esto es siembra, las mayores infestaciones se producen en marzo y abril,
probablemente menos importante
con las plataformas actuales con pudiendo provocar daños severos en brotes, flores y fructificaciones
capacidad para cosechar mucho ( Aragón et al., 1997).
más cerca del suelo. Ataques a
336 337
Si bien los hábitos dG las larvas dificultan el contacto con el y con hilos de seda tejen un capullo dentro del
.
insecticida (Pansi e• lannone 1978 . los insecticidas sistemicos
)
de 7 a 10 dí as emerge el adulto dando lugar a
cual empuDan l
[
permiten lograr un control eficiente ( Aragon et al.. 1997 ) . Algunos una nueva generadón
En girasol las isocas comen las hojas respetando
cultivares han presentado resistencia al barrenador por no preferencia es intenso pueden dañar las hojas las nervadura
o antixenosis ( lannone y Leiva . 1995 ) .
si el ataque
cal del tallo y en algunos casos hasta el capitulo (
interiores *
la parte aoi
Cuenta con enemigos naturales parasitos : Apanteles Vincim y Sisti 1983)
Una isoca puede consumir de 45 a 50 cm ’ de á
piceotrichosus Bl .. Apanteles lesbia Bl. y Campoletis grioti ( Bl.) rea foliar en todo su
t u l'* larval y el 80 — 90 o de é sto
¡ as chinches Onus,
.
lo consumen luego de superar
iGamundt 1985 ): predadores : ara ñ as y especies mm de longitud ( Sosa, 1986). En el Capitulo 12 los 15
Nabisy Geocons ( Molinari.1987 : lannone y Leiva. 1995 ) y patógenos:
respuestas del girasol a la defoliación en
se discuten las
distintos momentos del ciclo.
virus de Granulosis ( VG ) Baculovirus . el cual produjo una mortalidad F s > i defoliadora má s común de la
media de las larvas del 29% ( entre 11 a 50%) . De estas el 46% murieron
en los primeros estadios y el 54 o durante el ultimo , manifestando
.
region pampeana ( Aragon et al. 1997). La
soja en la zona núcleo de la
mayor parte del daño es
producido por la isoca de ultimo estadio la cual puede
hábitos barrenadores en menor proporción ( 10 %) que acartuchadores consumir unos
100 cm de hoja de soja ( Gamundi y
y o enruladores ( 90%) (Diez y Dí az, 1992).
Buhmman . 1983 ) . En
oportunidades también se alimenta de brotes y
flores ( Villata y Ayassa,
1994 ). Los danos son má s graves en el per í odo
comprendido entre
3.3. Sobre las hojas R 2 y R 6 ( Cap í tulo 3) . La planta puede soportar
densidades de isocas
due consuman hasta un 20% del á rea foliar sin producir
3.3.1. Isoca medidora del girasol importantes en el rendimiento e incluso ataques de la
mermas
isoca hacia fin
Rachiplusia nu (Guen.) de ciclo pueden acelerar la madurez favoreciendo la
cosecha.
( Insecta . Lepidoptera: Noctuidae )
Descripci ón, biolog í a y daños. En diciembre o enero las isocas Estrategias de manejo. Para detectar la presencia de isoca
que se alimentan de alfalfa o tr ébol se transforman en mariposas y medidora se recomienda revisar el cultivo periódicamente a partir
de
vuelan al girasol ( uno se sus alimentos óptimos. Pereyra.1995) o soja la segunda quincena de diciembre, recorriendo el lote en diagonal
ya
donde co ocan los huevos. La manposa que mide 30 a 35 mm. presenta
'
'as a as antenores castañas oscuras con bandas más claras, y se
que el ataque se concentra, generalmente, en el medio del
lote y la
mayor ía de las veces no llega a afectar los bordes, por lo que se corre
distingue por tener una mancha plateada en el tercio inferior. Las alas el riesgo de no ser advertida desde afuera. La presencia de isocas
ocstenores son castañas con los margenes oscurecidos. Coloca entre chicas y huevos, conjuntamente con las isocas grandes, indica que la
300 y 500 huevos en la cara inferior de la hoja , en forma aislada, que plaga est á en plena evolución y será mayor el peligro de daño.
miden menos de 1 mm de diámetro, son semiesf éricos, blancos y %
Se sugiere efectuar tratamientos de control cuando la defoliación
estrados ( Margheritis y Rizzo . 1965 ) . Luego de un per í odo de alcance un nivel del 20% y se compruebe la presencia de 5 a 7 isocas
ncubac ón. de 2 a 8 días, nace la isoca la cual se reconoce f ácilmente
.
por a - orrr a en que se desplaza, como si midiera
un arco juntando a cade oosterior de su cuerpo con
el terreno al formar
mayores de 15 mm , por planta . Para esto, deben hacerse 4 ó 5
estaciones de muestreo por cada lote de 20- 30 ha, y en cada estación
la anterior, la que observar entre 6 y 10 plantas ( Aragón, 1996). Como es una especie
a * e /*er ce ^ a e permite avanzar. Esto se debe a
-
oe esour ceoos %¡sas patas). Es verde con
totalmente desarrollada mide 35 mm. En el sudeste
ce' odo ar /a se cumple en 20 días
que sólo tiene 3 pares
bandas claras en el dorso;
bonaerense el
muy sensible el control quí mico resulta efectivo aún con dosis muy
reducidas ( Aragón et al., 1997). Se han probado numerosos insecticidas
de diversos grupos quí micos, varias formulaciones del insecticida
( Safto, 1979
en enero y 23 d ías en febrero biológico Bacillus thuringiensis (a partir de Quintana, 1961) e inhibidores
). Las larvas, al final de
su desarrollo, acartuchan la hoja de la síntesis de quitina. Estos insecticidas selectivos han resultado
339
estos enemigos llegan a controlar hasta un 70 % de la población ( Sosa, 3.3.3 . Isoca militar tardía , Isoca cogollera del ma í z, Cogollero
1986 ) . Las isocas afectadas se reconocen f á cilmente porque Spodoptera frugiperda ( Smith)
disminuyen su actividad y en algunos casos dejan de alimentarse. (Insecta, Lepidoptera: Noctuidae)
Algunas toman una coloración pardo oscura, quedan r í gidas y en
posición casi vertical apoyadas sobre los tres pares de espuripedios. Descripción , biología y daños . Es una especie polifitófaga que
Entre los predadores se cuentan Enopsis connexa ( Germ .) puede atacar los cultivos de maíz. Se la denomina militar tardía porque
( Quintana , 1961 ) y Chrysoperla Ianata ( Banks) . Pueden ser parasitadas suele atacar en amplios frentes al igual que la militar verdadera , pero
.
por los microhimenopteros : Campoletis grioti Blanch. Casinar í a plusiae mas tarde que esta ( Vincim y Sisti, 1984 ) . En el norte del pa í s se la
.
( Blanch. ) Cotcsia sp. ( Molinari, 1987) y Litomastix baker í Howard. Esta .
conoce como cogollero siendo allí la plaga más importante del maíz
última ha controlado hasta un 75% de la plaga en el sudeste .
( Willink et al. 1993) . Los adultos son mariposas de 35 a 45 mm de
bonaerense (Manetti. 1993). El dí ptero Voria ayerzai (Blanch.) (Molinari, envergadura alar, con el primer par de alas gris oscuras con
1987) y los entomopatogenos Entomophtora gammae (hongo) y el puntuaciones blancas y oscuras y con bandas transversales onduladas.
virus de la poliedrosis nuclear ( VPN R , nu ) han ocasionado una Las hembras fecundadas oviponen má s de 1000 huevos, en 4 ó 5
mortalidad del 7% de la población ( Diez et al., 1992) . veces, generalmente de noche y en forma de bandas cubiertas de
escamas en el envés de las hojas. De estos huevos, entre 1 y 3 dí as
3.3.2. Chinche del girasol ( Campos , 1970; Rizzo y La Rossa , 1993) nacen larvas blanco -
Polymerus ocellatus (Sig.) verdosas con una línea dorsal más oscura. Durante el estado larval
( Insecta. Hemiptera: Miridae) los colores de esta isoca no son constantes, pudiéndosela confundir
en muchos casos con la isoca militar verdadera. Se la diferencia de
Descripción. biologí a y daños . Se detectó por primera vez en el ésta porque presenta un dibujo blanco en forma de “Y" invertida en la
paí s en girasoles del sudeste bonaerense ( Quintana, 1974). Es una cabeza. Presentan seis estadios larvales durante un per í odo de 18 a
pequeña chinche, de 4 a 5 mm de largo por 1.5 a 2 mm de ancho, muy 24 dí as tras los cuales empupan bajo tierra, dentro de una camarita
activa, que se encuentra frecuentemente en el cogollo de las plantas qu&construyen a pocos centímetros de profundidad. El ciclo completo
de girasol. En los estados nmfales se asemejan a los pulgones pero, con temperaturas de 27 a 30 gC se cumple entre 30 y 39 días (Cam-
estas chinches son de movimientos rápidos. Los pos, 1970; Rizzo y La Rossa. 1993) . En condiciones controladas (269C)
machos son oscuros
y las hembras son verde amarillentas. se obtuvieron hasta diez generaciones y un período de vida de 17 a
É stas desovan sobre la planta
encastrando los huevos en los pec í olos y tejidos tiernos. Causan daño 20 dí as para los adultos ( Valverde et al., 1995). Esta especie es
al picar e inyectar saliva tó
xica en las hojas jóvenes ocasionando la marcadamente caníbal a partir del tercer estadio ( Rizzo y La Rossa,
necrosis de los tejidos . A
medida que las hojas crecen, las zonas 1993).
necrosadas se agrandan y el tejido
afectado se seca y cae, quedando Esta plaga ataca al cultivo de maíz en cualquier momento de su
onflc os qye parecieran hechos por insectos estado vegetativo y el daño lo pueden ocasionar, según Willink et al.
'
masticadores, por lo cual el daño
suele ser atribuido a isocas.
( 1993), actuando como cortadoras, defoliadoras o cogolleras según
el estado en que se encuentre la planta. Estos investigadores han
341
342 343
químico se dispone de margenes del capí tulo y se extiende luego hacia el centro del mismo.
Estrategias de manejo. Para el control que aparecen sobre
es de Bacillus thuringiensis Se puede detectar por las telas y detritos marrones
numerosos insecticidas inclusive
et al.. 1997). Los
formulacion
insecticidas selectivos , como los
inhibidores el capitulo y los orificios en las br á cteas ( Vincmi .
y Sisti 1983). En
Aragon m á s avanzados de madurez se observa una fina red de hilos
'
su eficacia al controlar más del estados
de la s í ntesis de quitina , demostraron debajo de la cual se
de seda entremezclados con excremento
s
haber sido aplicados (Diez y
80°: de la población a los tres d as de
í
perforados con las semillas totalmente
encuentran los aquemos ,
Gamundi. 1995 ). consumidas o roídas en su extremo inferior y vanas ( Sosa. 1990). En
En la zona sojera y en el marco del manejo integrado de plagas campo cada larva puede consumir un promedio de 6.6
condiciones de
es preponderante considerar la acción de los enemigos naturales. semillas Gamundi
( et al.. 1985 ) . En algunas zonas girasoleras del centro
Dentro de ellos, los entomopat ó genos son importantes reguladores y norte del pa í s esta plaga ocasiona p é rdidas de importancia
de las poblaciones . El hongo Nomuraea rileyi Farlow ha controlado
( ) s,
habiéndose registrado en siembras tardí as, con fuertes infestacione
el 40 y 70 o - de las larvas de Anticarsia en cultivos de primera y segunda disminuciones en el rendimiento del 30 - 60 % (Sosa . 1990 ). En el
é poca respectivamente ( Diez y Gamundi 1995 . ) . El Baculovirus
centro y norte del país se encuentran otras especies
de la polilla del
anticarsia ( VPN ) produjo una mortalidad pr ó xima al .
100% entre los
girasol: Homoeosoma electellum (Hulst . ) y Homoeosom a hemrichi
11 y 14 dí as despué s de aplicado , si bien el consumo foliar comenzó Pastr.
a disminuir a partir de los 6. 7. 4 y 8 dí as en larvas infectadas en los
estadios 2. 3. 4 y 5 respectivamente ( Diez et al.. 1991 ). También es de Estrategias de manejo. Para la prevención de esta
plaga hay
considerar la acción entomófaga de los pará sitos ( Campoletis grioti que se atrasan las siembras los
que tener en cuenta que a medida
Bl.) y predadores ( Calosoma argentmense. Chrysopa lannata ( Banks), ataques son mayores Por otra . parte las variedades son
nte
m
por
ás
el
y las chinches Podisus mgrispinus (Dalí .) y Podisus nigrolimbatus ; susceptibles que los híbridos (Gamundi , 1979 ) probableme
.
Molinari. 1987) de las cuales se ha registrado en promedio un consumo corto per í odo de floraci ón de estos últimos
. Una floració n uniforme
diario de 1.24 larvas por individuo (Molinari, 1989). disminuye la oportunida d de infestación de la plaga, ya que la mayor
día de la apertura del
oviposición (73%) se produce hasta el sexto
día (Teetes y Randolph,
4. Sobre órganos reproductivos botón floral, ocurriendo el máximo al tercer
1969).
4.1. Polilla del girasol
Homoeosoma vmciniae Pastr. 4.2. Isoca de la espiga de ma í z
.
(Insecta Lepidoptera:
Pyralidae) Helicoverpa zea (Bod.) (= Heliothis)
( Insecta, Lepidoptera: Noctuidae)
, ,
de expansión alar y son pardo olivá
el primer alimento de las lar
*
reC én nacidas - Es as alcanzan unos 25 Desovan sobre los estigmas, que serán
mm de longitud v se 11 '
aCt Vas en re 14 y 22 días (Gamundi
b comido , penetran
vas al nacer, las cuales, luego de haberlos Las larvas totalmente
en la
. .
et al. 1979) tienen la '
Za oscura y el cuerpo amarillo verdoso en espiga para alimentarse de los granos .
•
a parte ventral. con cinco líneas longitudinales
marrones dispuestas
345
344
desarrolladas miden 35 mm de largo. El color general del cuerpo es únicos de 55 a 105 huevos en dos o tres posturas, de varias hileras y
viriable present ándose ejemplares amarillentos , parduscos, rosados en una sola capa. Los huevos son cilindricos, amarillentos y con el
v alqunos verdosos. Todas presentan como caracterí stica una franja opérenlo blanco nacarado. Luego de 5 a 10 dí as de incubación nacen
blanca lateral zigzagueante . Una vez completado el ciclo larval de 21 las ninfas castañas brillantes , que se alimentan de restos de los huevos
dí as perforan la chala, se deian caer al suelo, se entierran y empupan y tienen hábitos gregarios hasta el tercer estadio. A partir de éste son
dentro de pequeñas camaritas, y al cabo de 19 dí as emerge el adulto oscuras, brillantes, con cuatro manchas amarillo anaranjado en el
( Rivera et al.. 1988 ) . El ciclo completo demanda un promedio de 42 dorso del abdomen, y máculas blancas a los lados (Rizzo, 1968).
días. En la pampa húmeda tienen hasta tres generaciones anuales, Tienen cinco estadios ninfales y hasta el tercero son f áciles de confundir
siendo la pupa su forma de resistencia invernal. con otros insectos, especialmente vaquitas ya que su apariencia no
se asocia con la de la chinche adulta. El estado ninfal dura entre 25 y
Estrategias de manejo. Debido a que las siembras tardí as son 60 dí as, según la temperatura. La longevidad del adulto es variable;
las más afectadas, para evitar los daños es aconsejable sembrar en en verano viven aproximadamente un mes, mientras que los que han
la fecha óptima recomendada ( Cap í tulo 5). El control químico debe llegado a adultos en otoño, viven de 4 a 5 meses y son los que se
realizarse antes de que las larvas se introduzcan en la espiga. Si bien i refugian en las cortezas de los árboles y arriban a los cultivos en la
es dif ícil, se recomienda hacer un tratamiento cuando emerge el 5% primavera . Puede desarrollar de 3 a 4 generaciones anuales La .
.
de los estigmas y otro a los 7 días (Bimboni 1976 ; Szczesny y Huarte, chinche posee un aparato bucal picador suctor con el que extrae
1993) . Los piretroides han resultado particularmente efectivos (Cucchi sustancias de los vegetales.
.
et al. 1984 ). Es más afectado el maí z dulce y los daños, generalmente, En soja las ninfas de primer y segundo estadio no alcanzan a
predominan en los bordes del cultivo. penetrar la vaina, mientras que la ninfa de quinto estadio produce
Se ha comprobado un canibalismo intenso, adémas de la acción má s picaduras que el adulto y en los granos ya formados produce
predadora de las vaquitas ( Hipodamia convergens Guerin, Eriopis depresiones ( Gamundi, 1989) . El daño que ocasionan varía de acuerdo
connexa (Germ.) y Adalia bipunctata (L.)) y del parasitismo de un díptero al momento de ataque. Si es temprano y las semillas de tamaño menor
endopar á sito ( Siphona sp.) ( Rivera et al., 1988) . o igual a 3 mm de diámetro, produce su aborto, o “vaneo" (Gamundi,
1989). Cuando el daño ocurre durante el llenado de las semillas, les
4.3. Chinche verde producen deformaciones y manchas, las cuales quedan contraídas o
Nezara viridula L. chuzas. Las vainas que contienen semillas atrofiadas se deforman
(Insecta, Hemiptera: Pentatomidae) quedando prendidas a la planta, la que tiene una reacción fisiológica
•extrema de retención foliar, que se prolonga hasta las primeras heladas
Descripción, biología y daños. Es una especie polifitófaga, de (Erejomovich, 1980).
amplia distribución en el pa í s, que
hasta la década del setenta se la En maíz , se alimenta de los granos en desarrollo, especialmente
citaba como plaga de hortalizas y a en estado lechoso y pastoso, produciendo una transformación del
partir de entonces se la encuentra
como plaga en cultivos extensivos endosperma vitreo a almidonoso. El daño se localiza con mayor
soja; en ésta ha llegado a
afectando sorgo, girasol, maí z y
adultos miden de 14 a 15 mm
ser una plaga primaria (Bimboni, 1989). Los intensidad en la parte superior de la espiga. El efecto sobre la calidad
O con una franja
de largo y son verde esmeralda uniforme del grano es mayor en semilla para multiplicación, ya que disminuye
y el
ocre transversal en la parte
anterior del tórax. Pasan considerablemente la energía germinativa, el poder germinativo
entrpTa formaci ó n de
^Jarasca °
3 estado adult por espiga en
0 refugiados en la
corteza de los árboles, vigor de la planta. Más de una chinche
lu9ares de at> rigo. En primavera grano disminuye el poder germinativo por debajo del 90 % , m í nimo
refuqios
9 yv las hembras salen de sus íbridos e
desovan, sobre los vegetales, formando grupos establecido para la comercialización de las semillas de h
347
^
Qn <> o entre el 70 y ( Aragón et al„ 1997) y las chinches predadoras Pod /sus n
90 de parasitismo ( Liljesthr
Trichopoda giacomelli (Bl.),
óm y Cameá n, 1992 ) , y el d íptero (Spin.), Podisus nigrispinus (Dalí .) y Geocoris spp. ( 1
parasitoide casi específico de sus ninfas
y adultos con un 407
«o de parasitismo (
Molinari, 1989) que ocasiona la
348 349
A,
4.5. Cotorra del ave en los nidos. Si bien la dificultad radica en la ubicación H
Myfopsitta monacñus monachu$ (Bold. ) .
estos, a partir de 1979 se ha dado ha conocer un método para PI *
qu í mico, de má xima simplicidad y mínimo
iAves. Psittaaformes:
Psittacidae
' control nesgo para el operario
en 6 ' que se utiliza grasa mineral mezclada con insecticida , la cual por
Descripción. p ’Ologia y daños . Las cotorras o catitas son más medio de un cepillo aplicador, unido al extremo de una pértiga se
.
b en peque ñas, de unos 27 cm de
predominando el verde vivo, en el dorso ,
largo y plumaje colorido,
con
' a guras plumas azuladas
coloca en la base de la boca del nido ( Walpen. 1979). Es importante
tener en cuenta que
.
. . .el control quí
.
. . . . mico, en caso de ser necesario,
en ! a a as mientras que el vientre y los flancos son grisá ceos. Poseen debe superar el ámbito local e involucrar grandes superficies rcomo ~
* K £?S 2 rir
»
. ::
saccharalis ( F.) en el cultivo de maí z. INTA. Carp.Prod Veg Maíz W. Diatrao|*
4 pp
Dagoberto. E., Parisil. R., y N. lannone. 1980 Dinámica poblacional de
. 24 S f
Diatraea
saccharalis ( F ) (Lepidoptera: Phyralidae) y de sus enemigos naturales
.
288 En El cultivo de la soja en Argéntea
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Método de lucha IDIA 277: 54- 64 mor fologicas de los herbívoros más importantes del ma í z , soja y girasol.
Esta información es esencial para la identificación de las plagas
, primer
requisito para su manejo . Tambié n se describen aspectos relevantes
del ciclo biológico de las plagas principales - otro elemento básico
para un manejo efectivo.
Los danos que las plagas causan a los cultivos pueden analizarse
"
desde distintas perspectivas. Una de ellas es la perspectiva “fitoc éntrica
( 1993 ) . Este enfoque resalta los
según el t é rmino de Baldwin
,y a
mecanismos de adaptación que permiten a las plantas sobrevivir
los cultivos producir rendimientos redituables , a ú n bajo la enorme
presión que significan un gran número de artrópodos
y otros animales
que dependen de las plantas para su propia supervivencia .
Otra perspectiva para enfocar las relaciones entre cultivos y
á ticos de simulaci ón.
herbí voros es la que deriva de modelos matem
para cuantificar las respuestas
Estos modelos , originalmente creados
de los cultivos a factores abióticos, pueden extenderse para
incorporar
ó genos y herb í voros.
efectos de factores bióticos, viz. malezas , pat
modelos
As í , se han desarrollado “interfaces " para relacionar
de estreses abióticos.
convencionales de cultivos con uno o más grupos
son útiles para
Para construir estas interfaces se aplican principios que de estos
plagas Uno
comprender la relación del cultivo con sus
.
clasificados según
principios es la consideración de grupos de especies ,
358 359
perdida de area foliar, ya sea una oruga de lepidoptero, un patógeno Tabla 1 Mecanismos de resistencia a herbivoría en plantas suoerior
et al. ( 1999). ^ Adaptado de
o inclusive una tormenta de granizo, podr í an considerarse dentro de Sadras
un mismo grupo desde el punto de vista de su efecto principal sobre el
cultivo. Siguiendo este razonamiento. Boote et al. ( 1983) consideran Mecanismo
Nivel de Efecto Ejemplo
siete grupos de agentes por sus efectos en los cultivos. Johnson ( 1987) Organización
reúne a patógenos y herb í voros en solamente dos categorí as.
Este capitulo tiene dos objetivos . Primero , delinear los Planta Escape y La planta evita el 1. Hoja okra en algodón,
mecanismos de adaptación a herb í vora en plantas y cultivos. Segundo defensa daño, a través de confiere resistencia a
escape lenológico arañuela.
describir las clasificaciones de Boote et al. ( 1983) y de Johnson ( 1987). o defensas 2. Ácidos hidroxámicos
De este modo, ampliaremos los conceptos generales presentados en morfológicas en trigo, confieren
el capitulo anterior, y dejaremos planteados los principios necesarios o químicas. resistencia a pulgones.
para interpretar las respuestas de los cultivos a plagas y enfermedades
utilizando las t écnicas de análisis de crecimiento descriptas en el Tolerancia Luego de dañada, .
1 Activación de yemas
la planta se recupera axilares y ramificación
Capitulo 3. total o parcialmente. luego de pérdida de
yema apical en soja, tomate
2. Adaptaciones a herbivor í a y algodón.
2. Reservas de C y N
que contribuyen al rebrote
Hay hechos que por obvios dejamos de considerar a pesar de de alfalfa y gramíneas
su importancia. El car á cter sé sil de las plantas , y su consecuente forrajeras.
vulnerabilidad a estreses bióticos y abioticos. se incluye en esta
categor í a de obvio e importante ¿ C ómo hace una planta - incapaz de Población Tolerancia Luego del daño, 1. El crecimiento de las
se producen cambios plantas sobrevivientes
moverse para buscar protección - para sobrevivir en un mundo poblado puede, en grado variable.
en las relaciones entre
por tantas especies de insectos, la mitad de los cuales depende de llenar" los espacios
vecinos que sufren
plantas vasculares para su supervivencia ( Panda and Khush, 1995) ? daño diferencial. vacantes luego de la muerte
La respuesta a esta pregunta está en una serie de mecanismos Estos cambios de plántulas vecinas.
pueden permitir 2. Muchas especies,
de resistencia, esquematizados en la Tabla 1. Las plantas pueden, en incluido el maíz, liberan
principio evitar el daño a través de dos grandes grupos de mecanismos: un mejor uso de
recursos a nivel del compuestos volátiles en
escape y defensa. Cuando estos mecanismos fallan, la supervivencia cultivo. respuesta al daño. Otras
y producción de las plantas depende de mecanismos de tolerancia. plantas no dañadas de la
población producen
defensas inducibles en
scape y defensa. El escape se basa en patrones fenológicos respuesta a estos
que acen que el momento crítico del cultivo no coincida con los picos compuestos.
pob.acionales de la peste. El uso de cultivares
de ciclo corto es un
caso especial de escape fenológíco que se ha explotado
con éxito en
s sfemas de cultivo. Escape fenológico es constituyen un grupo
' , el principal carácter Las defensas morfológicas y químicasherbivor í a. Las plantas
^
35 dl erencias en resistencia a
/
55 “* .
» de p era V
“ -
mosquitas ( Contarinia
ano en
importante de mecanismos de resistencia a
cuentan con una amplia gama de defensas
algunas de las cuales
son
361
360
con
(
terias relacionadas producen proteínas que
°¡ticamente sobre otros grupos de insectos.
,
Tabla 2 ^fCC miento
de insectos alimentados con hojas de soja
Capitulo 12
. Se comparan un
actúan
presentes en la planta, o inducibles, que son producidas luego de un +P + Micorriza +P +Micorriza P + Micorriza
est ímulo, e.g. daño por insectos, patógenos o mecánico. La expresión
de las defensas depende no solo del genotipo sino también de las Hcliothis zea
81 44 27 34 17 42
condiciones ambientales . Para ¡lustrar la complejidad de las Pl 227687
Davis 228 100 21 25 8 17
interacciones involucradas en la expresión y efectividad de defensas,
la Tabla 2 muestra las respuestas de dos especies de lepidópteros a Spodoptera
dos cultivares de soja según hayan sido inoculadas o no con micorrizas. frugiperda
161 124 21 23 17 8
Las larvas , sobre todo las de H. zea, (Capí tulo 11 ) crecieron mucho Pl 227687
148 157 19 21 0 0
mejor en cv Davis que en Pl 227687. El efecto negativo de la inoculación Davis
con micorrizas sobre el crecimiento de las larvas fue notable. Las
poblaciones de larvas alimentadas con plantas inoculadas tuvieron
de
mayor mortalidad, tardaron m á s en llegar al estado de pupa , y
El caso de cultivos Bt sirve para ¡lustrar dos temas. Bpnmero
produjeron pupas má s livianas que aquellas alimentadas con plantas
ellos es la importancia de la investigación basics y ,
ji
sin micorrizas. Los mecanismos involucrados en estas respuestas son
desconocidos, pero la respuesta particular de cada combinación cultivar
x especie de insecto x nutrición/micorriza subraya la complejidad de
las relaciones entre plantas e insectos.
establecer y mantener grupos Interdisciplrnanosi
hecho , muchos de los principios y leen cas «M
de plantas transgénicas eran, hace no mu
, »» ^
*****
hjolóaicas que con
Las defensas químicas tienen un atractivo particular en la relativa relacionados con aspectos básicos de as cien . de
ndQ g|
simplicidad de su base gené tica. Así, el manejo de uno o pocos genes sus aplicaciones. El segundo aspecto a e manejo de plagas
es en muchos casos suficiente para introducir una defensa particular plantas Bt es el de la vulnerabilidad de sis
es conveniente
en un cultivo, como lo ejemplifica el caso del ma í z Bt. En este caso, se basados en uno o pocos elementos. Para is
cujdadoso de
ha conseguido introducir en el genoma de la planta de maí z el gen de repasar algunas enseñanzas que quedan ^ ^Las estrategias
.
una bacteria Bacillus thuringienis , que codifica
una proteína con
insecticidas como herramienta del mane) plagas sobre la
propiedades insecticidas. Los maíces ( y algodones de manejo que enfatizari el control quim tienen Luna
sintetizan toxinas de B. thuringienis han sido
y papas) que
base de un grupo reducido de msec norma |mente
mejorar sus defensas contra lepidópteros. En
transformados para
corta vida útil por que la selección
favoreciendo individuos et
nuestro caso, los maíces g atacada (Forrester
Bt ofrecer í an una plataforma sobre la cual resistentes dentro de la población iaraa lista de insecticidas
para el manejo del barrenador del
en e pa í s (Capítulo 11). Otras
construir mejores estrategias
tallo, una de las principales plagas al., 1993). Comenzando con el DDT h V . de prodUcción por
el
formas de B. thuringiensis y especies que se han vuelto inútiles en algunos algunos de
desarrollo de poblaciones resistentes.
remarcar que
362 363
los mecanismos fisiológicos que confieren a un insecto resistencia a Bt que tienen por
ob
|f extender la vida útil de esta
tecnoloqía sobre
un producto quí mico, también resultan efectivos con otros productos la base de algunos de los principios de resistencia de
insectos
dando lugar a “resistencia cruzada" ( Tabla 3) . El desarrollo de este Es importante destacar la generalidad del principio impl í cito
en
tipo de resistencia cruzada es obviamente una complicación adicional la discusión anterior cualquier estrategia que tenga un efecto negativo
,
ya que la exposición repetida a un insecticida puede tornar inservible sobre la población de insectos involucrada, tiene el potencial de actuar
al insecticida en cuestión, pero también a otros productos reduciéndose como una fuerza selectiva . Consecuentemente, las estrategias de
así las opciones para el control de la plaga . escape y defensa son, al menos en teor ía , poco estables desde el
punto do vista ecológico. Esto est á sustentado en teor í as y evidencia
Tabla 3 Los insectos tienen una gran capacidad para desarrollar resistencia a productos emp í rica en el caso de defensas quí micas. Aunque mucho menos
t ó xicos En algunos casos, desarrollan resistencia cruzada, i.e. resistencia a más de
un grupo químico. El grupo de ciclodienos incluye dieldnn. endrin. aldrin y endosulf án. frecuente, existe también evidencia empí rica sobre el efecto selectivo
Adaptado de Forrester et al. ( 1993). de estrategias de escape . Un caso interesante de insectos que
desarrollan “resistencia" a una estrategia de escape es el del gusano
de las ra í ces del ma í z en el centro de EE.UU. ( Karlen. 1994). En un
Especie Resistencia a
Piretroides Ciclodienos sistema de monocultivo, el gusano alcanza una densidad de daño
económico en un 30% de los años. En contraste, en rotaciones maíz/
Culex qumquefasciatus Si No soja , el umbral sólo fue superado en un 1% de los años. No es
Heltcoverpa arm í gera ( Asia ) Sí No sorprendente , entonces , que la rotación maí z/soja se halla extendido
Helicoverpa armí gera ( Australia ) Si Sí masivamente como una herramienta para el control de esta peste. Sin
Musca domestica Sí No
Eriatis vitella Sí
embargo, una vez que la rotación maí z /soja cubrió una superficie
Sí
Spodoptera littoralis Si- Sí importante , se encontr ó que aparec í an gusanos que tení an una
diapausa de dos años, en lugar de lo habitual, que era un año! Vemos
DDT Ciclodienos entonces como una estrategia que tiene un efecto negativo sobre el
Battella germánica No Si- insecto , al privarlo de su hué sped cuando el adulto emerge luego de
Drosophila melanogaster Sí Sí
Aedes aegypti Si- Sí la diapausa normal de un año, actúa sobre la población modificando
su estructura y favoreciendo tipos con una diapausa extendida que se
ajustan a la nueva rotación.
Pensemos entonces, si la exposición frecuente a insecticidas
genera este tipo de respuesta poblacional en muchos
insectos ¿Qué Tolerancia . Los mecanismos que permiten a las plantas evitar el
suceder á con el uso continuado de cultivos Bt ? La
respuesta es que daño están lejos de ser perfectos. Es entonces casi inevitable que las
finalmente, muchas de las poblaciones de lepidópteros a las cuales plantas se encuentren en algún momento de su vida con algunagente
est á dirigida la toxina , terminar án desarrollando
resistencia. De hecho, que las dañe , sea este biológico (hongo, bacteria, msec o
existen registros de lepidópteros
resistentes a la toxina Bt en paí ses ( granizo, fuego, viento). La supervivencia y producción
como China, donde formulaciones de
insecticidas basadas en la toxina están entonces muy estrechamente ligadas a su P
Bt han sido usadas durante años recuperarse luego del daño.
. Por esta razón, se propone el uso
usan |Q 8 t érrninos
lvos
! ^ P r ex ensión cualquier estrategia similar basada en Para describir estos mecanismo
nnpSl\ " , ° ',° como nasfizales.
el de pas
q m CaS ~ COm una
Platatorma Para sistemas de manejo “tolerancia" o "compensación" y en casos
de
quilcos ,, trhUnT ° r0S elementos culturales ( e. simplemente “ rebrote”. Es en los pas iza ^^
quí micos. A
As¡ se han desarrollado
,
g. rotaciones) y
estrategias para el mane o de cultivos cultivadas donde resulta m á s evidente
¡
la importanciaa de
estos
364 365
"? 6 0 Iue9
su fitness As existen dos visiones encontradas de las relaciones
"'
"
°°
20 67° o defoliación
-
© o
CL o
0 -
0
^l fionnnnno QO 0 0
^ 20 40 60
Perdida de area foliar ( % )
^
80 100 Un gran número de caracteres contribuye a la
.
plantas dañadas (Belsky et al. 1993: Rosenthal y
recuperación de
Kotanen
menstemas
1994).
inactivos ,
.
i
Uno de los más importantes es la presencia de el
que constituye una reserva de estructuras capaces de reiniciar
. Rosenthal et
crecimiento luego de la pérdida de meristemas activos estrategia de
erodes ^ ,oo,
8801 como una función del grado
de defoliación al. ( 1995) y Sadras ( 1998) discuten el papel de la
^
"’ rp nmenfos
° de meristemas en la
)
—-
4
, “
wi 3900 57
resistencia al barrenador del tallo de maíces
cultivados y silvestres.
tasa de fotosí ntesis
Reservas de carbono y nitrógeno y el aumento de lainvolucra os en
~ r¡srsr-
a de ohac|ón completa en este estadio. del follaje remanente son otros caracteres
^ " U
siqnrfica sólo un per-
"
reducaór dé rprri m
& perdlda de rendimiento. En comparación, la ,ccu
estado m mas avanTJT °
eS m3 S Severa cuando
á s avanzado poniendo el daño ocurre en un
, la compensa
* *
en relevancia la importancia del de rendimiento (Figura 1). En ocasiones
,
366 367
incompleta, y se generan p oérdidas significativas de rendimiento (Figura do papa afectados por enfermedades fúnqicas 9 88 1996
1). La tercera posibilidad e cll|llvos donde el rendimiento
aumenta apICes ’ >V
! vegetativos
cultivos de algodón con una pérdida diferencial ae i Z "
como consecuencia 0 tenomeno conocido como . compensación poblacional es
(Sadras 1996
).
es muchP más f ácil encontrar casos
sobrecompensacion y
. 0 pcr0 casos en los cuales el dañ
Ia particularmon^
el caso de daño letal causado por insectos del suelo yv 'Pa 9^
' en T 6
por ñ
,
^
de perdidas de rendimiento
semillas y plantillas (Capítulos 11 y 13) Más aun .
o enosde
o positivo no .
974; Harris 1974). La °
es neutro
respuesta que se alcance e sistema cultivo - plaga particular mecanismo que opera cuando hay mortalidad en estad tfmpranos^
depende de: dol cultivo.Un aspecto importante de este fenómeno
niantasT 3
.
rendimiento asociada con una é p rdida de
• Caracter í sticas de la planta, tales como capacidad para acumular
do
, ,. . , «
patr ón do distribuci n
ó de dañ o. La rendl
reducción de rn'emSm? ' 6
intraespec í fica que podr í a explorarse en selección y mejoramiento Podemos esperar que la compensación poblacional dependa
( Sadras y Fitt . 1998). de la Plasticidad de plantas individuales, y por ende de su capaaSad
• Caracterí sticas de la plaga, incluidas el momento, intensidad, para utilizar los espacios vacíos que dejan sus vecinos muertos De
duración y tipo de daño. La importancia de la intensidad y momento .
acuerdo a lo discutido en el Capítulo 4 cabe esperar que este
de ocurrencia del daño se ilustra en las respuestas del girasol a mecanismo sea mas efectivo en soja que en maíz, con una respuesta
defoliación (Figura 1). intermedia del girasol. Para tener una idea de la magnitud de esta
• Factores ambientales ( e.g. temperatura) que afectan tanto a las respuesta, la Tabla 5 muestra respuestas de cultivos de girasol a la
plantas como a los herbí voros. perdida de plantas en distintos momentos de su ciclo. Vemos por
•Tiempo disponible para el crecimiento luego del daño (Oesterheld y ejemplo que el cultivo puede absorber casi sin reducción en rendimiento
McNaughton, 1991: Sadras. 1995). La duración de la estación de una pérdida de 25% de plantas aún en V7- V11.
crecimiento, frecuentemente determinada por la temperatura en su
relación con la fenologí a del cultivo (Capí tulo 2) es una determinante Tabla 5: Pérdidas de rendimiento en girasol (%) en función del grado de la pérdida de
clave del grado de compensación alcanzado en cada caso. plantas o perdida de capí tulos en dos estados de crecimiento. Experimentos realizados
en Balcarce con el híbrido Dekasol 3900. Densidad: 5.7 plantas m *. Adaptado de
Pedraza et al. ( 1998).
Respuestas poblacionales. Normalmente el patr n
ó de distribución
espacial de herbívoros y patógenos no
es uniforme. Esto hace que se
genere da ñ o diferencial, que a su vez Estado Tipo de daño
cambia las relaciones entre
individuos en el cultivo. La pérdida o dañ
o de estructuras vegetativas Pérdida de 25% plantas Pérdida de 25% de capí tulos
en un individuo van generalmente
r á pido de sus vecinos no da
asociados con el crecimiento más
ñados. Esto es una consecuencia de lo 7 hojas 20
2
d,
que Crawley ( 1983) llama Floración 30
promueve la comnpnco, . Una stensjón en la competencia que 12
daño vegetativo y es
vecino no dañado. Este fenó ^ P°r ^ crecim'ento diferencial de un del cultivo. En
demostrado empíricamentP comPensación poblacional fue
muchos sistemas, incluyendo cultivos
368 369
resultado de daño diferencial que afecta órganos reproductivos pueden Con esta clasificación, los autores proponen acoplar los
tener un efecto negativo sobre la población. En plantas de crecimiento
indeterminado como soja, la pé rdida de órganos reproductivos puede
de msectos
efectos de
o patógenos a modelos de simulación. Para
un insecto defoliador, el modelo debería cuanwES
reducir el á rea
favorecer el crecimiento vegetativo . Entonces, una planta que no ha en forma proporcional al daño. La
foliar del cultivo reducción
sido dañada puede verse perjudicada en su relación de competencia fotos í ntesis asociada
con menor área foliar se traslada luego en
a un
con una vecina que es más competitiva por que a ) sufrió da ño menor crecimiento y potencialmente a un rendimiento menor. La idea
reproductivo, b) continua con un crecimiento vegetativo más vigoroso, de clasificar los agentes causales de daño en un número limitado de
viz. mayor altura , má s follaje, má s ra í ces, y por consiguiente tiene c) categorías es buena en principio. Debemos reconocer, sin embargo,
una mayor capacidad para captar recursos . Este fenó meno de algunas limitaciones del método. Primero, los efectos de los insectos
reducción de rendimiento en plantas intactas como resultado de crecer son normalmente múltiples. Aunque puede haber un efecto dominante,
vecinas a individuos que sufrieron daño reproductivo severo cuenta e . g . los afidos succionan nutrientes, otros efectos pueden ser
con alguna evidencia empí rica en algodón ( Sadras , 1997) . Pedraza et igualmente importantes, e.g. algunos áfidos también pueden afectar
al. ( 1998 ) muestran otra faceta del mismo fenómeno en girasol ( Tabla la fotos í ntesis por daño a los cloroplastos. Así, un mismo insecto o
5). El cultivo que pierde 25% de sus plantas en V 7 se recupera sin patógeno podr í a ubicarse en más de una categoría. Segundo, hay un
reducción de rendimiento. En contraste cuando se pierden los capí tulos número de efectos, tales como el de insectos vectores de patógenos,
solamente, la pérdida de rendimiento se corresponde mucho más con que pueden ser importantes agronómicamente y no están cubiertos
la magnitud del daño, i.e. 25% menos capí tulos corresponden a 20% por estas categorí as. Por ejemplo, el barrenador del tallo (Capítulo 11)
menos rendimiento. En el caso de pérdidas de plantas enteras, las se ubicar í a en las clases 1 y quizás 6, pero una parte importante del
sobrevivientes pueden explotar los recursos liberados por la daño asociado con este insecto en maí z es el quebrado y vuelco. Si
desaparición de algunas de sus vecinas. En el caso de pérdida de fuese necesario, entonces, podr ían incluirse nuevas categorías que
cap ítulo se tiene la peor situación: se mantiene la competencia entre consideren por ejemplo, los efectos de insectos y hongos sobre la
las plantas, pero un 25% es estéril por el daño.
calidad del producto (Sadras y Felton, 2000).
Basado en los mismos principios, Johnson (1987) propone dos
3. Interface cultivo-plaga
categorí as de agentes: los que reducen la intercepción de radiación, y
los que reducen la eficiencia en el uso de la radiación. La lógica detrás
Con el objetivo de incluir los efectos de patógenos e insectos en
de esta propuesta está en el amplio desarrollo de modelos que utilizan
estas variables para cuantificar el crecimiento de los cultivos.
modelos de simulación, Boote et al. (1983) propusieron siete categorías: La
la e
1.Consumidores de tejidos, e.g. orugas defoliadoras. clasificación de Johnson es entonces consistente con a
análisis de crecimiento de los cultivos presentada en el Cap í tu o
2.Reductores de fotosí ntesis , e.g. royas. importante , ya que para
3. Aceleradores de senescencia, e. g. arañuelas, royas. clasificación de Johnson omite una categoría captura
ser consistente con los modelos basados en el concepto de
4.Reductores de radiación, e.g. hongos saprofitos.
5.Consumidores de savia, e.g. áfidos, chinches.
6.Reductores de turgencia , e . g. insectos de
vasculares.
raíces, pat ógenos
de recursos (van Emden y Hadley, 1994 ) , deber
también a los agentes que afectan el índice de cosec a
í a ® ner _ .
JeBoot
Utilizando técnicas de simulación y los principK y Hadley
0983) o sus derivados (Johnson, 1987; van Emde
) .
..
>
7.Reductores de la población, e.g. orugas
plántulas.
cortadoras, patóqenos de
* un numero de trabajos han investigado
pat ógenos sobre el rendimiento de los cu i
«majas del mé todo consiste en la posibilidad d
• ^ ^
|gs principales
investigar
370 371
interacciones complejas entre factores bióticos y abióticos, como especí ficos. La expresión de estos caracteres depende del genotipo v
ejemplifica la Tabla 6 donde se evalúan las perdidas de rendimiento esta fuertemente condicionada por el ambiente. Los caracteres aue
causadas por nematodes en sojas irrigadas y de secano. Los modelos ¡fectan negativamente a las poblaciones de plagas, como las defensas
son particularmente confiables en casos donde el tipo de daño químicas, son potencialmente menos estables que aquellos cuyos
dominante es claro y sencillo para simular, e . g. defoliación. La Tabla 4 efectos son neutros. Técnicos y productores que trabajan con algodón
muestra que el rendimiento de soja simulado con el modelo SOYGRO arroz , hort í colas y frutales conocen mejor los problemas de resistencia
se aproxima razonablemente al rendimiento medido en cultivos con derivados del uso intensivo de insecticidas o fungicidas.
Este no ha
distinto grado y momento de defoliación. sido el caso con los sistemas productivos tradicionales de la región
Debemos tener en cuenta, sin embargo, que los modelos de pampeana . Sin embargo, estos conceptos relacionados con la
simulación tienen limitaciones ( Boote et al.. 1996; Monteith. 1996; estabilidad ecológica del sistema cultivo-plaga serán de importancia
Passioura. 1973: Passioura. 1996 ). La precaución en el uso de modelos creciente con el desarrollo de nueva tecnología como el maí z Bt o la
debe ser aun mayor al tratar con insectos o pat ógenos debido a la soja RR La vida ú til de estas herramientas depender á en parte de
incertidumbre adicional agregada en la interface cultivo - peste, nuestra capacidad para comprender las razones por las cuales existe
generalmente ooco entendida ( Sadras y Felton. 2000 ). Detalles de un riesgo para el desarrollo de resistencia a Bten Diatrae sacharalis o
métodos , aplicaciones , ventajas e inconvenientes relacionados con resistencia a Randup en malezas de soja. Los conceptos de la interfase
modelos de simulación de cultivos y pestes pueden encontrase en en las que herbí voros y patógenos interactuan con los cultivos nos
Kropff et al. ( 1996 ) . Pinnschmidt etal. ( 1995 ). Rabbmge y Rijsdijk (1981), permiten utilizar las técnicas convencionales de análisis de crecimiento
Rossmg et al. ( 1992 ) . Rossmg y Heong ( 1997 ). Rossing y van de Wiel de cultivo para interpretar los efectos de cada plaga sobre el
(1990). Sadras y Felton ( 2000), van Emden y Hadley ( 1994). rendimiento.
Tabla 6: Rendimiento simulado de cultivos de soja afectados por nematodes que Bibliograf í a
reducen la longitud radical en 25 o 50% respecto a controles sin daño Adaptado de
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'° herbivory
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a' S and aphid Population of different size on
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Rossing. w M van Oijen. w van 96: 343 364
. ^^ - .
der Wert. L. Bastiaans y R. Rabbinge . . 375
374
Capitulo 13
Manejo de la sanidad
A. R. Escande
.
1 introducción
Bases para el manejo del maíz, el girasol y la soja. Editores : F.H . Andrade y V.O.
Sadras. EEA INTA Balcarce Fac. de Ciencias Agrarias UNMP
377
Capítulo 13
2 Diseñ0 de
O a
El
estrategias
diagnostico
la estrategia de
manej
'
de ntaneio de la sanidad de cultivo
^ .
agentes causales de las enfermedades
,
alteración de a modogé
para cada enfermedad modelo.
535
^
nesisSa *2*"* —
n dlchos efectos
. de
y ix)
STRESS
Síntomas ( 1)
P masara
Las enfermedades de las
» 1»« ,„ ,..
plantas son producto de una interacción
Efecto sobre
componentes del
rendimiento
. ,
os nenes
g de la planta y aquellos del patógeno que las ataca , Vuelco de Giborelia sp Pudnción de la base del Reducción del número de
^
p los Fusanum sp.
entre maí z por
Por lo tanto, es i
conocer que factores favorecen el desarrollo pudricion de Cephalosponum sp
tallo, marchitez
prematura de las hoias,
plantas, consumo de
tejidos, aceleración de la
como los distintos componentes de
de esa interacción y entender
la raí z y el Diplodia maydis vuelcode plantas senescencia foliar
(Tabla 1). Ademas, es necesario tallo Macrophomina phaseoh
rendirniento pueden ser aleotados vulnerabilidad de los cultivos para
consueta, pee hay etapas de mayor Mal de Rio
Cuarto del
Virus del Mal de Río
.
Reducción de la altura
Cuarto, i.e. Fijivirus de hojas con rajaduras
Reducción dela tasa
fotosmtética. alteración
“inoculoullaconsiderado
Te realteado elinteracciones
^
da las fuentes de maí z partículas esf éricas
óstico reconocidas
diagn , transversales , recortadas
y perdida casi total de las
dela morfogénesis
, ,
* ,°
^ de aS p antas Pueden afectar a uno o varios
capitulo que luego se
agrandan y pueden cubnr
todo el envés,
por aumento de la acidez
del aceite
71^fTn
^
6 65
?íl?^r
H (Capí ul 3) - Para a9ruPar a los efectos desorganización de los
eZcatear
comDonpn
° S CUltÍVOS Boote et a - (1983) definieron
tejidos internos quedando
n
?^ '° '
^- > ^! ^ , - ’ intactas las fibras
siete U ' Extendiendo
la clasificación original de
efectos importantes para Hoja VerticilHum dahliae Manchas necróticas entre Reducción del área
Boofe et al Par d3rHCUenta de 0 r0S
abigarrada nervaduras, con bordes foliar y de la intercepción
a as siguientes :
los cultivos v pnfo
foS, .tar
categorías i
bajo estudio se
de nÚmer de planfas '
Aducción de la
">
marchitez y .
cloróticos necrosis de los
márgenes de las hojas,
de luz. aceleración de la
senescencia, reducción
' °
quebrado
ón de la turgencia y de la
ticca aceleración de la senescencia foliar; iv) reducci del tallo del banda negra en el tallo,
lasa »0 girasol médula oscurecida y calidad por producción de
separada de la corteza, semillas pequeñas
marchitez prematura y
quebradura del tallo
379
378
Capítulo 13
. ^
f sp fac
S 0
tallo de la con el fallo,
sota
Diaporlhe phaseotorvm
peciolo
« |izo claro y
cenfro pi
reducción de la calidad mencionados, por lo que su inclusión en este
, al
agresividadXa ¿EZtZZZT"
triangulo en una pirámide. El patóaeno m orir
meridionals
fsp
ligeramente hundido y »
horde definido oscuro a
castaño violáceo, puntos
menor cantidad y Ser °
oscuros (picnidios) on.el resislente o susceptible, tolerante o sensible y e en un estado
interior de los cancros
Estos cancros se
extienden y afectan la
de menor o mayor vulnerabilidad (Tabla 3)
,
'
prematura de la planta capitulo se discuten los efectos de dichas variables soh i8 nferaccion
'
hospedante - patógeno. El conocimiento de estas relación65 65 unda’
Sí ndrome de Fusanum solam f sp
gfycme
Pudrición de raíz y
deterioro de nodulos
Reducción del área
foliar y de la intercepción
de luz. aceleración dela
mental para el desarrollo de estrateo9 c í df ^ tendíen es a ,
la muerte
repentina de
fiadores de nitrógeno, senescencia de las hojas, disminuir el daño por enfermedades
marchitez prematura y
reducción de la turgencia y
la sota repentina de las hoias
de la calidad 4.1. Fuentes de inoculo
en detalle más adelante.
( 1 ) Los síntomas se describen Como lo indicara Van der Plank (1963) en sus clásicos libros de
epidemiología, la multiplicación del inoculo se parece a la multiplicación
del dinero por el interés bancario. La cantidad de inoculo es proporcional
manejo de las enfermedades a la cantidad de inoculo inicial, al tiempo en que ese inoculo se multiplica
4. Epidemiología y
y a la tasa de multiplicación por unidad de tiempo. En enfermedades
ía de una enfermedad se monocíclicas como mal de Río Cuarto del maíz o la podredumbre
Para el estudio de la epidemiolog
con la planta, el patógeno y húmeda del capítulo del girasol la multiplicación del inoculo se pro-
deben considerar factores relacionados
duce una sola vez al año. En cambio, en enfermedades policíclicas
el ambiente (Figura 1).
Planta como el cancro del tallo de la soja, el patógeno produce numerosos
n de
ciclos de multiplicación durante el año. Esto motiva la utilizació
. El conocimiento de la fuente de
estrategias de manejo diferentes
inoculo, su dispersión e importancia permite reducir con
mayor eficiencia
los daños que causa la enfermedad (Tabla 2).
Ambiente
Patógeno
380
381
i
i
!
paia el desarrollo de
importancia del inoculo secundario
Tabla 2; Fuentes de inoculo e muy importante en todos los casos; la
obviamente
una epifitia. El inoculo primario es varia con la enfermedad. Dos términos que generalmente confunden al i
~°
.
importancia del inoculo secundario
r SOn los
resistencia y tolerancia. Las publicaciones de dos n S decadas de
Inoculo secundario Importancia
hacían referencia a estos términos como si fi p^n
atrás
°?
Enfermedad Inoculo primario
Fuente
Fuente
de susceptibilidad. En la acluaS
en
0SdeunaesMla
S
' 6 consideran
J°
Conidios producidos Baja
resistentes aquellas plantas que retrasan n ,
reLnra ',
Peritecio. micelio y
Vuelco del maí z
por pudncion de la
raí z y el tallo
clamidospora en restos
vegetales, en el suelo o en
semillas
sobre tallos enfermos,
contagio por contacto
entre raí ces sanas y
mientras que tolerancia se
invadidas (susceptibles) pero que no
para anee» s
nUaS Ón
Z
manifiestan sin?
QUe Ueron "
enfermas
indicada por sintomas) o que no sufren reducción S rendlr ento
Mal de Rio Cuarto
del maí z
Partículas del virus que se
mantienen y propagan en el
No existe Nula ( tolerancia agronómica). La Tabla 4 Dresenta i
resistencia o tolerancia genética de los cultivos P ^ a
0
parllas'enff ?l
,
insecto vector y en tejidos vivos enfermedades
de sus hospedantes indicadas en la Tabla 1.
No existe Nula
Pudncion húmeda Esclerocios en el suelo que
germinan y producen
Tabla 4: Valor relativo de la resistencia o tolerancia genética de los cultivos para cada
del capitulo del
girasol estructuras en forma de copa enfermedad.
(apotecios) en las que se
onginan esporas del hongo
í ascosporas)
No existe Nula Enfermedad Valor de la resistencia Valor de la tolerancia
Hoja abigarrada , Microesclerocios de V. dahhae
marchitez y liberados al suelo por la
descomposición de los restos de
Vuelco del maí z Alta ?
quebrado del tallo
del girasol cosecha
Mal de Rio cuarto Baja • prácticamente Alta
Conidios alfa dentro de Alta todos los cultivares son
Cancro del tallo de Peritecios en restos vegetales
que liberan ascosporas. picnidios producidos en susceptibles a la invasion
la so|a
Semillas contaminadas o los cancros por el virus
enfermas
Sí ndrome de la Clanndosporas en el suelo y en Conidios producidos Regular Podredumbre húmeda del capitulo
de girasol
Alta - ?
Tabla 5: Efecto de practicas culturales sobre la ocurrencia o el nivel de severidad de Cancro del Siembra sin labranza
enfermedades tallo de la
Favorece el desarrollo de
por deiar mas cancro del tallo
soja Cobertura de restos de cultivo inoculo en
contaminados Reduce los impactos de superficie
restos culturales y lluvia sobre los
disminuye la dispersion
del pat
ógeno
Epoca de siembra
Enfermedad Practicacuttural Efecto sobre la enfermedad Evita que coincidan los
estadios de mayor
vulnerabilidad de la planta
Vuelco por Densidad de siembra no muy alta Disminuye la probabilidad de quebrado de mayor probabilidad de con los Periodos
Fertilización con potasio
pudnción de del tallo Reduce la incidencia delaocurrencia de lluvias
la raí z y el Reducción de la compactaaon Disminuye la incidencia de quebrado def suelos con carencia de esteenfermedad en
tallo def ma í z del suelo tallo
Densidad de siembra no muy alta
Reduce la probabilidad de elemento
enfermedad
desarrollo de la
Cosecha temprana, apenas la Favorece el escape a la enfermedad Uso de cultivares precoces
humedad del grano lo permita Favorece el
Tratamiento químico de las semillas Elimina al escape a la enfermedad
Riego para evitar el estres por Reduce la incidencia del quebrado del patógeno do las semillas
Tratamiento quí mico del follajei Reduce la probabilidadde ingreso del
cincuenta dí as después de la tallo, el exceso de irrigación puede ser
patógeno y del
polinización perjudicial establecimiento de infección;
elimina inoculo secundario
Mal de Rio Siembra temprana Favorece el escape a la enfermedad al Síndrome de Rotaciones con maí z, sorgo y
Cuarto del no coincidir la mayor población del insecto Reduce la probabilidad de desarrollo do la
la muerte trigo
maí z vector y el envejecimiento del cultivo en el enfermedad y el inoculo del hongo en el suelo
repentina de Siembra sin labranza Favorece el desarrollo del síndrome quizas
que este se encuentra ( avena) con plantas la sota por favorecer la acumulación de agua en
lóvenes de maíz el
Tratamiento de la semilla con Disminuye la incidencia del mal de Rio suelo
Mejora del drenaje, rotura del Reduce la probabilidad de desarrollo de ta
insecticidas cuarto piso de arado y manejo del negó
Cultivo sin labranza Disminuye la incidencia del mal de Rio enfermedad
para evitar acumulación de agua
cuarto
., .
del tallo" es una de las
Importancia. La “Pudnción de
principales enfermedades del ma la Argentina
. La enfermedad
causa la muerte prematura de las p incrementa la probabilidad
del vuelco. La muerte prematura induce la proad cctón de espigas vanas
386 387
'
ne liuianos Aunque
de asegunda mitad
del ciclo del cultivo las que „
ocurren hacia el tl a|
eventualmente, clamidospora en restos vegetales, en el suelo o en
semillas. Los peritecios son negros, se encuentran en la superficie de
í, importantes Estas
cldo son las mas comunes que atacan cuando los tejidos
e ultimas pueden los tallos y pueden ser f ácilmente removidos con la uña . Estas
estructuras constituyen la fuente de inoculo primario . Conidios
ser pausadas por vanos
hongos del
tallo v raí z
,
com enzan a senecer . Sin embargo en la mayoría de los producidos sobre tallos enfermos pueden actuar como inoculo
comienzan a establecerse tardí secundario. Puede existir contagio por contacto entre raíces sanas y
casos estas enfermedadesmayores pérdidas de cosecha por laamente enfermas. Fusanum es un género que comprende a hongos habitantes
causando las rotura
' '
dei teto yelacamadode las
30% a las pérdidas que causa 6
plantas . Agrios ( 1997) estima entre 10 y
Sta pudrición. En l ¿i Argentina, Damilano
del suelo, pero la supervivencia en el suelo depende de la especie del
patógeno. Estos hongos también pueden causar tizón de la plántula
rdidas por vuelco de 15% en la zona de de trigo o cebada.
y Rossi (1967) estimaron p é
Pergamino ; en partidos del norte bonaerense se determinaron pérdidas
por vuelco entre 1 y 32% ( Mart í nez , et al., 1981 ) Factores que afectan la penetración y la patogénesis. No existe
suficiente conocimiento sobre la penetración del patógeno en maíz .
En la primavera , durante condiciones c á lidas y húmedas , las
Síntomas. Las plantas afectadas sufren marchitez prematura de
ascosporas son liberadas desde los peritecios y son diseminadas por
sus hojas, las que se secan y se tornan gris - verdosas, s íntomas
el viento hasta los tallos y espigas. Las ascosporas germinan y pueden
parecidos a los daños causados por helada. Los entrenudos afectados
penetrar directamente o a trav é s de heridas y causar infección.
se ablandan, su superficie externa toma un color entre crema y castaño,
Mart í nez ( 1980) cita que F moniliforme puede penetrar por las
mientras que internamente pueden presentar tonos rosados o rojizos.
Los entrenudos inferiores del tallo de plantas infectadas toman raí ces o por los entrenudos inferiores y que la penetración puede ser
consistencia esponjosa, debido a la desintegración de la mé dula, y
favorecida por el daño de barrenadores o de Meloidogyne incognita .
pueden ser aplastados con facilidad. Sólo los haces vasculares quedan La podredumbre del tallo causada por F. graminearum en la Ar -
intactos. Las ra í ces pueden presentar pudrición. Con frecuencia, los gentina es provocada por los conidios que se producen en grandes
hongos que causan pudrición de la base invaden la médula, presentan cantidades en la primavera (Mart ínez , 1980). Según Summerell et al.
(1990) el manejo del rastrojo afecta al sitio de penetración de F.
micelio o fructificaciones y están asociados con tallos débiles e incre-
mento del vuelco (Edwards et al., 1992). graminearum en el trigo. Cuando el rastrojo se mantuvo en la superficie
del terreno, sin mayor alteración, la penetración fue a través de la
Agente causal y fuentes de inoculo. Varios patógenos pueden corona y la región basal del tallo. Cuando el rastrojo fue incorporado al
causar pudrición de la ra íz y del suelo o fue quemado y se incorporaron los restos, la penetración se
tallo. Entre ellos se pueden listar produjo a través del escutelo, el internodio subcoronal y las partes
n £” ' ^-
G bere a Fusarium o Cephalosporium y a Diplodia maydis
mina Phase U Aquí
consideraremos especialmente a las
inferiores de la corona.
floración
enfermen ° ° -
Causadas P r especies de Fusarium (forma asexual de
La enfermedad es favorecida por tiempo húmedo en la
?TS y por sequí a en llenado de granos. En estas condiciones, la relación
! °°
Giberella baja,
en la Ament ^
aS de may r
distribución, incidencia e importancia fuente - destinos reproductivos durante el llenado de granos es e
o por lo que se produce una mayor removilización de sacarosa
desde
reproductivo Jcf f'
Pudrici
°
ó n P r Fusarium moniliforme ( esta
de G berella fujikuro¡) prevalece en zonas cálida tallo ( Cap í tulo 3). Esto predispone a la planta a la enfermeda
_
y secas. AaueiiaXUa ' reproducá enfermedad es más frecuente con alta densidad oye •
de siem r
asexual de G 7 \ eaCa
US8 da por F ¡
‘ 9ram nearum ( estado
esPecies muy cercanas a F. gramíneas tenor de nitrógeno o deficiencia de potasio en el sue
de
geno!neeHre
°°
son más frecuente P r
El Pató
r ura
Í
9 OneStemPladaS - . r
principalmente como peritecio, micelio y>
„ maduración temprana.
389
388
Caracter ísticas de pudriciones básales del ma íz causadas por 5.2. Mal de R í o Cuarto (MRC)
otros patógenos. La pudrición por D. maydis es
polic í clica y aparece
más frecuentemente en zonas frías y hú
tienen la medula castaña en los
medas. Los tallos enfermos Importancia. El mal de R ío Cuarto (MRC) es consideradola ,n
entrenudos inferiores, los cuales se enfermedad má s importante para el cultivo del ma í z en a r9e "
^ .
o an f ácilmente. Hacia el final
formación abundante de picnidios
del cultivo, es caracter í stica la (Lenardón , et al., 1999) . Laguna y Peed t 1 97) basá .ndose
g upan cerca de los nudos y que
del hongo que preferentemente se
se observan como pequeños puntos
.
trabajo de March et al . ( 1993) estimaron las perd das
minim
390 391
SS=S§is*pS
de Río Cuarto (Córdoba),
causadas por el MRC en el Departamento de dólares (1991/92). En
en un rango de 3 ( 1981/82) a 65
1996/97. la enfermedad afectó en
productoras de la Argentina causando
millones
gran escala a las principales regiones
perdidas por 120 millones de
5
,
^, '°
( Rodrí guezPardina et al., 1998). El virus dolMRr
7 Spp' ( r 9 )
.KtoT!?,
disminuyen ¡podenc a del MRC ( Laguna y Poco 1997 ). Se ha «i
aparición de micelio blanco del hongo en el frente
desarre ado un sistema de pronostico de ' a enfermedad que permite esto signo puede pasar desapercibido . El micelio
del capitulo a ,
predecir en pres emora la intensidad relativa esperada de MRC . La invada los te
' produce una o dos manchas crema a castaño
.
combinación de estas medidas constituye una estrategia interesante claro en el envesa
capitulo. Estas manchas son muy blandas ,
miden
para el manejo de la enfermedad de di á metro y posteriormente se agrandan pud alrededor de 5 cm
endo cubrir
enves del capitulo Al mismo tiempo los tejidos internos se todo el
6. Enfermedades del Girasol degradan
por la acción del patógeno. Sólo quedan intactas las tibras
al capitulo aspecto de escoba En estados avanzados
. lo que da
Las enfermedades del girasol de mayor importancia actual son de la
podredumbre y a medida que el hongo va consumiendo los tejidos
la pudno ón húmeda del capitulo por Sclerotinia sclerotiorum (PHC ) y del
vegetal, el micelio forma cuerpos irregulares, duros. negros o
la hoja abigarrada, marchitez y quebrado del tallo por Verticillium dahliae grises.
denominados esclerocios. Estos cuerpos son las estructuras de
(HAMO ) Enfermedades de importancia potencial son el
cancro del supervivencia del pat ógeno. Aunque ¡a mayor í a de los
esclerocios
tallo per PhomoDSis hehanthiy la muede del peciolo y mancha gris del miden uno o pocos cent í metros, también pueden cubrir porciones
talo oor Albugo tragcpogoms . Otras enfermedades causadas por extensas de los capí tulos y formar redes de vanos cent í metros de lado
hongos ( roya negra roya blanca, mildiu. mancha de la hoja por Alter-
nar í a o Septona. podredumbre de la base del tallo por Sclerotium Fuentes de inoculo. Los esclerooos pueden permanecer por largo
rolfsn o S bataticola. mancha del tallo por Phoma o Alternaría. tiempo en el suelo sin germinar, dependiendo de la profundidad a la
podredumbre de capitulo por Botrytis o Rhizopus )
(podredumbre
. por bacterias que se encuentren enterrados, la presencia de flora microbiana
de tallo y capitulo por Erwima carotovora. mancha antagónica y las condiciones de temperatura y humedad del suek).
ctorot ca de a hoja por Pseudomonas synngae. mancha oscura Cuando los esclerocios germinan pueden dar origen a micelio que
del
la|!o cor Xanthcmonas sp. ) y por virus ( mosaicos y
moteado clor ótico infecte la base de las plantas de girasol o de otras especies susceptibles
severo causados oor Potyvirus y anillos cloróticos conc éntricos ) son o a estructuras en forma de copa ( los apotecios) en los que se originan
ze menor ¡ mpodancia que la PHC o la HAMQ. Descripciones
detalladas las esporas del hongo ( ascosporas) . Estas ascosporas constituyen el
pueden encontrarse en Pereyra y Escande (
1994). inoculo primario y pueden ser llevadas por comentes de aire y alcanzar
los cap í tulos para reimciar un nuevo ciclo de infección. Esta enfermedad
6.1. Pudrición húmeda del capí tulo
.
es monocíclica pues sobre los capí tulos enfermos no se producen
ascosporas que constituyan inoculo secundario.
Importancia . La pudrición húmeda del capí
tulo causada por
Scferotm a sc erc * ;orum (Lib.) de Bary es la enfermedad Factores que afectan la penetraci ón y la patogé nesis . La
.
oe cu o de g, fasoi en el pais y la má s
má s importante enfermedad se inicia cuando las ascosporas alcanzan los capitu
La permanencia de agua lí quida sobre las flores v race a
^
temida por los productores. En
15e % se detectaron pérdidas totales en
' mas de 50.000 hectá reas germinación de las esporas del hongo y el desarrollo del tubo
°
del s údese Bonaerense y pérdidas del
50% de rendimiento en otras germinativo que penetra a las flores y coloniza los e|l( s
100.000 hectáreas. A esa pérdida se debe
» a ca .dad y del precio de la producci agregar la disminución de
ón por la presencia de cuerpos
Eventualmente, las inoculaciones por ascosporas ® '
también pueden afectar hojas y la parte media
' ^
395
-^
general densas sobre
en masas a
,
aparecen grupos de nncroesclerocos con del hongo hace que la .
germinación de los microesclerocios a partir de los cuales se generan
S iLamarque. 1985) . La colon «
medula se separe de la cortera
Sobre el exterior de la modula el hifas de infección. La penetración de las hifas del hongo se realiza a
través de las raicillas o la punta de raíces. El hongo alcanza los haces
honoo lorma muchísimos
mlcoesderocos microscópicos, irregulares,
oscuro y constituyen una caracter í stica xilematicos y produce conidios que se distribuyen en forma sistémica
aue en masa dan un color gris por toda la planta.
diaqnostica. El centro de la médula
generalmente permanece blanco.
m édula puede ser destruida y En GI cultivo, la GnfGrmGdad S6 manifissta 6n manchon6s dG
susceptibles la
En cultivares muy plantas que se secan anticipadamente en comparación con el resto
presentar finalmente un aspecto de
enriado. La evolución de los
) es de abajo hacia arriba de las plantas no afectadas. Según Agrios ( 1997) cuando Verticillium
síntomas y del signo ( microesclerocios son la marchitez aparece por primera vez en un lote causa síntomas suaves y se
(basí fuga). Otros sí ntomas asociados a la enfermedad
. presenta en manchones localizados. En los años subsiguientes, el
prematura y la quebradura del tallo incremento del hongo y la selección natural de cepas más virulentas
incrementa la severidad de los ataques y lo generaliza en el terreno.
Agente causal y fuentes de inoculo. En la Argentina la marchitez
,
por Verticillium dahliae Kleb. La susceptibilidad del cultivar, la virulencia del hongo y la
y el quebrado del tallo son provocados
monoc í clica . V. dahliae es un hongo poco concentración de inoculo en el terreno, son factores que condicionan
La enfermedad es
la gravedad de la enfermedad. Se reconoce resistencia y tolerancia
competitivo en el suelo. No obstante, los microesclerocios liberados
gené tica a la enfermedad en los híbridos cultivados en la Argentina
por la descomposición de los restos de cosecha le permiten sobrevivir
en suelo hasta 15 años ( Agrios. 1997) y constituyen el inoculo primario.
.
( Pereyra et al. 1997). Los factores que intervienen en la resistencia
son muchos. Algunos están relacionados con cambios anatómicos de
Bruñí ( 1970 ) demostró que una muy baja proporción de las semillas
de plantas muertas por V. dahliae pueden portar microesclerocios. los elementos conductores y con la formación de sustancias ocluyentes,
.
Incluso Bruñí ( 1970) confirmando los resultados de Sackston y Martens y otros se relacionan con cambios fisiológicos que afectan a la
producció n o germinación de esporas. Rava y Cabrera ( 1974
)
( 1957 ) , aisl ó al pat ó geno desde semillas sin microesclerocios inhibida
comprobaron que la germinación de esporas del patógeno era
producidas sobre plantas severamente afectadas por el patógeno. No , y que
obstante, la propagación por conidios adheridos a las semillas parece por la savia de plantas resistentes inoculadas por ví a radicular
de la inoculación
poco importante por que los conidios tienen corta vida ( Agrios, 1997). la capacidad de inhibición se generaba como resultado
No obstante la presencia de microesclerocios siempre se asocia a de las plantas con el patógeno.
semillas de mala calidad y no pudo ser detectada en semilla comercial.
integra o
Otras formas de propagación incluyen al viento, el agua superficial y Manejo. La estrategia para el manejo
hacia e P®
° .’
el suelo. Pegg ( 1974) cita a Green, quien indicó que los microesclerocios
no tienen dormancia innata ni requieren de
nutrientes exógenos para
enfermedad debe basarse en medidas dirigidas geno, e.g.
eg. uso de cultivares resistentes, y hacia el pat
ó
^ 399
398
401
400
abundantes picnidios, dentro de los cuales se desarrollan conidios - Fertilizar con potasio en suelos con deficiencias. Se considera que el
alfa que son distribuidos por golpes de gota de lluvia e infectan tejidos potasio es reciclado por el mijo y conferiría mayor resistencia al proximo
sanos . La producción de inoculo secundario y su di : ersión son cultivo de soja.
. Evitar alta densidad de siembra.
má ximas en periodos lluviosos. Este inoculo secundario que so produce
como consecuencia de la infección inicial en el cultivo es importante
, - Usar cultivares precoces para intentar escapar a la enfermedad.
. Eliminar al pat ógeno de las semillas mediante tratamiento quí mico.
para el desarrollo de la epifitia .
Esta medida es muy importante en areas libres de la enfermedad
Factores que afectan ¡a penetraci ón y la patogénesis. Entre 24 y para evitar la introducción del pat ó geno o donde se practica rotación
48 horas despué s de la inoculación, los conidios germinan. Si el tubo de cultivos y manejo del suelo para reducir el potencial de inoculo.
germinativo esta cerca de un estoma, el pat ógeno puede formar una Asperjar el follaje con benzimidazoles ( como metiltiofanato ,
estructura de fijación denominada apresorio y penetrar en hojas o tiabendazol o benomil) es recomendado en EE.UU. (Sinclair y
cotiledones a travé s del estoma ( Kulik, 1988). Backman. 1989).
La planta es mas vulnerable entre emergencia y floración. El
perí odo de incubación de la enfermedad oscila entre 15 y 20 días. Si 7.2. Sí ndrome de la muerte repentina
la planta es infectada en este periodo morir á en el estadio de
hinchamiento de las vainas . Si la infección se produce en floración, Importancia. El síndrome de la muerte repentina de la soja (SMR )
dif ícilmente la planta muera o vea comprometida seriamente su es una enfermedad de reciente aparición en el mundo. En nuestro
.
producción, a menos que el cultivar sea susceptible ( Yorinori 1996). paí s fue observada por primera vez en el norte de la provincia de
Algunas medidas culturales afectan a la enfermedad. La siembra
sin labranza favorece su desarrollo y el laboreo m í nimo lo incrementa
.
Buenos Aires en 1992 ( Ivancovich et al. 1994a). Es una enfermedad
de gran importancia potencial. En la Argentina se han estimado
levemente con relación al laboreo convencional ( Yorinori,1996). Alta pé rdidas superiores al 30% asociadas con una reducción del 20% en
densidad de siembra también favorece el desarrollo de la enfermedad. el peso de los granos (Ivancovich et al., 1994b).
reducir los impactos de lluvia que dispersan al patógeno. Las pérdidas casta ña
enfermedades tales como el cancro del tallo, la podredumbre
por cancro del tallo han sido reducidas significativamente en Brasil
cultivando mijo despué s de soja. La cobertura que ofrece el mijo del tallo o la podredumbre rojiza de la corona ( Roy . 199 )
’
a
corn
reduce los impactos de lluvia sobre los restos culturales, reduciendo esporulación de F. solani f. sp. glycines sobre las plantas
,
in e
*
la dispersion del patógeno. con la presencia de al menos algunas plantas con necrosis ya
y/o necrosis, ayudar í an a distinguir el SMR de otras enfermedades
- Evitar que coincidan los estadios de mayor vulnerabilidad de la planta del hongo a medios
con los per íodos de mayor probabilidad de ocurrencia
Balcarce parecería apropiado sembrar temprano para
de lluvias. En
confirmar el diagnóstico. La transferencia de partes
de cultivo y su purificación garantizan el diagnos *
,
co . . ^nía
i
lograr este n, la
Tres semanas después de la inoculaci ó ¡i
402 403
.
total del 50% de las raicillas laterales (Nelson et al. 1997). Los síntomas evidencias sugieren que el hongo entraría las raíces »„
Y ,a
en follaje pueden ser incitados independientemente de los s í ntomas El hongo puede colonizar raíces de plántulas de 2ó
colonización se restringiría al tejido cortical de la raí
V/fZZfdirecta
3
-
GS
en raí z , lo que sugiere la participación de fitotoxinas en la expresión
de síntomas foliares. Un polipeptido fitotóxico. de filtrado de cultivos tallo. Raramente se observan hitas en tejidos por enama d í la C r0na
de aislamientos que inducen el SMR . causo coloración castaña de
, , , ,
ran e los ú ímos es at s de c ecimien , * CSTi&° í
o en la medula; esto ocurre sólo mucho desoues de la n H
" "°
.
^
callos, necrosis en cotiledones y hojas escindidos y amarillamientos
retorcimientos y secado de cotiledones y hojas adheridos a plantas de 997 °
soja . Los aislamientos que no incitaban estos s í ntomas tampoco La severidad de la enfermedad se correlaciona positivamente
producían la toxina. Estos experimentos sugieren que la habilidad del con la densidad poblacional de Fusarium sotaní f . sp. glycine en suelo.
patógeno para causar los síntomas del síndrome de muerto repentina La severidad de los síntomas en las hojas y la pudrición de la raí z
depende , al menos en parte, de uno o má s de estos compuestos estuvieron asociados a mayor incidencia de plantas con esporulación
fitotó xicos ( Roy et al., 1997). .
del hongo ( Roy 1997b).
Fue muy estudiada la relación entre la enfermedad y el nema -
Agente causal y fuentes de inoculo. El SMR es causado por tode Heterodera glycines. El hongo puede invernar en quistes del nema -
cepas de Fusarium solani con pigmentos azules y tode donde generalmente se lo encuentra creciendo sólo dentro de
crecimiento lento
( Yang y Lundeen, 1997). La denominación quistes individuales, lo que indica escasa competencia por nutrientes
actual del hongo es F.
solani (Mart.) Sacc. f . sp. glycines form. nov. ( Roy
reside en el suelo y en restos de ra í ces , principalme
. 1997a). El hongo o espacio con otros microorganismos. En tales ambientes, la
probabilidad de sobrevivir el invierno puede ser mayor que libre en el
nte como
.
clamidosporas las cuales representan el inoculo primario
. No se conoce suelo o en restos de soja , donde la competición con otros
la importancia como inoculo secundario microorganismos le puede ser desfavorable. Incluso es posible que
de los macroconidios que son _
producidos en la base del tallo y los quistes provean una base de alimentación para la germinación de
la raí z principal. La mayor parte de
estos macroconidios se transforman clamidosporas y el crecimiento del hongo al comienzo o durante el
en estructuras de persistencia
( clamidosporas) que
constituyen el inoculo primario de posteriores desarrollo del cultivo. La enfermedad se está extendiendo en Argen-
.
cultivos Según Roy et al. ( 1997), durante
los últimos estadios de tina, Brasil y los Estados Unidos. Esta expansión puede ser debida,
crecimiento de la planta, se pueden en parte, al movimiento del patógeno en quistes colonizados (Roy et
observar clamidosporas en tejidos
corticales descortezados , y una
masa azul a azul - verde de al., 1997 ). La ocurrencia de H . glycines ha sido documentada en
macroconidios que pueden observarse Córdoba y Santa Fe durante 1997 (Baigorri et al., 1998).
sobre raíces infectadas cerca
de la línea del suelo. La esporulaci
ón sobre las superficies de ra íces La humedad del suelo afecta la incidencia de la enfermedad En .
está siempre asociada con
pudrición de la raí z y
es más frecuente el campo se observa mayor concentración de plantas con sí ndrome
durante o inmediatamente despué
el suelo. En la pudrición de
s de periodos de alta humedad en de muerte repentina cerca de canales o en partes bajas del terreno
sobre plantas son llevados
la raí z del poroto, los
conidios producidos con suelo más húmedo. La combinación de alta humedad en el suelo
,
y allí se convierten en
hacia el suelo por el agua de
lluvia o riego y bajas temperaturas durante la primera parte del crecimiento del cultivo
a
potencial. En soja se
clamidosporas, incrementando
observaron incrementos de la el inoculo pero con temperaturas altas durante la etapa reproductiva
son óptimas para la expresión de la enfermed ad . Alta hume
de
*a
.
en la cosecha Las
densidades de inoculo variaron densidad de inoculo
suelo durante el período vegetativo parece predisponer
a la planta ia
unidades formadoras de entre 1141 y 4399 tr
^^
*°T
la
colonia por g de suelo, enfermedad. Alta humedad en el suelo luego de . n delastoxin s
Pen
®
momento de muestreo con dependiendo del as
relación al estado del rante el desarrollo vegetativo favorece la diseminaci
ó
actores que afectan la cultivo. el
y la manifestación de síntomas foliares.
penetración y Despu é s e
patogénesis. Algunas
405
Capitulo 13
con insecticidas.
406 407
-
Agno <3 1997.Plant Pathology iv Ed. Acadermc Pre« 9, n e9 ' 635 PP
^^ ^^
,
"
C
In
' toh ente usados dura
esta etapa 8 12 d as
entre y í
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Agüero. M E V R Pereyra ES Laich y A R Escinde loo? c
, . " ' ° ,
,
humedad
Alta del
relativa frescas
aire Temperaturas ,, -
1 podredumbre húmeda del capitulo de girasol r Sclnm n SC 0r0 l0ni sobre í
, 06 la nridonca
,°
.. ^
el
“Maneto integrado de enlermedad debe basarse en alternativas dirigidas haca
esta
cult va es resistentes
hospedante ( n pocas
elecció de é
, para enlermedad
gue reduzcan la
de siembra
el rendimiento en grano y calidad comercial IX Conn9reso La ln amencano de
Fitopatolog aí Libro de Res úmenes , 2 t
.
7 pp
,
lavo ables la o acortamientodelcario mediante Agüero. M E., VR Pereyra I Santalla, y A .R Escande 1907»,
ambientes
probabilKtad de
decantes control biol geno.
) y hacael pató de
(retac ón uso do semilla esclerocos y
cultivos, sin de uso
90 r un lowCr
view and 011, acidity 'Phytopa -
head rot ( Sclerolinia scleroliomm) incidence on oil yleld °'
fungicidas o ógico)
PP
Condiciones favorables para la enfennedad .
amilano. A . y J.C. Rossi. 1967. Informe preliminar sobre la incidencia del vuelco en
Plantas entre emergencia y floración Si la planta es infectada en este periodo morir á en el el rendimiento de maí z cosechado en forma mecánica. Pergamino Estación Ex - .
perimental Agropecuaria. Informe T écnico N 59. 59 pp
9
estadio de hmchamiento de las vainas Si la infección se produce en floración, difícilmente la
planta muera o vea comprometida senamente su producción, a menos que el cultivar sea
susceptible Alta densidad de siembra lluvias abundantes
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Evitar la siembra sin labranza . Utilizar cultivos que favorezcan la cobertura de los restos
culturales para reducir los impactos de lluvia que dispersan al patógeno. Evitar que coincidan Umv., USA, 202 pp.
los estadios de mayor vulnerabilidad de la planta con los periodos de mayor
probabilidad de .
Escande. A S. Prioletta, y V R. Pereyra. 1997. Efecto de I/edicillium
porcentaje de aceite de las
dahhae Kleb
semillas en girasol
ocurrencia de lluvias En años con abundantes precipitaciones tempranas sobre el rendimiento en grano y el
para permitir el agotamiento de la fuente de inoculo
, retrasar la siembra
IX Congreso Latinoamericano de Fitopatología. Libro de
Resúmenes 218 pp .
carencia de este elemento Evitar alta densidad de siembra
intentar escapar a la enfermedad Eliminar al pat ógeno de
Fertilizar con potasio en suelos con
Usar cultivares precoces para Escande. A R ., M V. Pedraza. S. Ruffinengo. A. Palacio
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,
arado V manejar el neg Brindar
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nl
410 411
1. Introducción
.
a
c ) posibilitan el manejo de la cantidad y la calidad
de los productos manera de realizarlos. Con ello se podrán 0 rentabilidad
e ran
exportados del sistema de producción y
. de los residuos que se correspondan para lograr los objetivos
que se planteen y para que la mdus on de a <'je ios cultivos
cu en el
^
restituyen al suelo
íi .
6n 13 dinamiCa y C ntro1
°
d rectamente sobre eros<ón
'
de malezas , plagas y patógenos,
' V sobre las
propiedades del
,
sistema de producción contribuya al logro
En e presente capitulo se describe
eu
inserción de la
sudeste
suelo u
soja , el girasol y el maíz, en los sistemas
415
414
bonaerense.
dejadas por
niveles de rendimiento
relación
esos tres cultivos bajo condiciones
que pueden ser logrados en el
de
sudeste
cultivos I
X’ísxwissi'SiSSSHsS
fue ma í z y los mayores cuando fue soja (Figura
, 1 A). Sin embargo,
?
deSLtr renC aS
l" l0S rendimientos relativos pr á cticamente
desaparecieron cuando el cultivo fue
fertilizado con N (Figura 1B ) Los duración en Balcarce con y sin el agregado de nitró
* geno. oapi
416 417
.
Tabla 1: Cantidad y cal dad de residuos
y soja de diferentes rendimientos
aportados al suelo por cultivos de maí z, girasol
( Andrade et al.. 1995).
que los de soja produjeron el efecto inverso (Sánchez et
podr í a afirmar que, dadas sus características, los
al., 1998) Se
residuos de qirasol
provocarían un efecto intermedio.
Rendimiento Alto * Rendimiento Medio *
El efecto de los cultivos antecesores sobre la disponibilidad
de
N puede evaluarse a travé s de concentración de N-NO en
seudotallos
Maí z Girasol Soja Ma í z Girasol Soja
(
y fertilización, y que el
* Se supone que el rendimiento alto se alcanza con riego Tabla 2: Concentración media de N-NO # en seudotallos de trigo sin el agregado de N
con fertilización en condiciones de secano, es decir al estado apical de “doble arruga" (Unidad Integrada E.E.A. INTA - F.C. A . Balcarce,
rendimiento medio se alcanza
que los cultivos no sufren estres nutncional. datos no publicados).
•• se supone una concentración de C constante: 43%.
Concentración de N-NO ,
La disminución de los rendimientos relativos de trigo con los años Año Antecesores
de agricultura ( Figura 1 A ) estuvo directamente relacionada con la Soja Girasol Maí z
relación C / N de los residuos de los antecesores , siendo menores mg kg 1
1986 6.770 5.640
cuando el antecesor fue soja ( valores finales entre 75 y 90% del 3.283
1991 4.400 2.550 2.690
rendimiento má ximo) y mayores cuando fue ma í z ( valores finales 1994 9.820 4.620 2.590
alrededor de 50% del rendimiento má ximo) ( Figura 1 A ) . Las tendencias 1995 4.309 3.044 1.449
observadas deben ser atribuidas a las caracter í sticas de los rastrojos
en relación al momento de incorporación al suelo y a la duración del
barbecho . A pesar de que las parcelas de trigo luego de girasol y ma í z Travasso y Garay (1993) demostraron que para áreas con
presentaron duraciones promedio de barbecho ( 102 y 86 d í as, caracter í sticas edafoclim á ticas similares a las de Balcarce , el
respectivamente) mayores que las provenientes de soja ( 66 días), las rendimiento del trigo es más afectado por la disponibilidad de N que
bajas temperaturas que se registran durante el per íodo otoño -inviernal por la de agua , debido a la baja probabilidad de déficits hídricos durante
limitaron la descomposición de los residuos con mayor relación C/N . los per íodos cr í ticos del cultivo ( Lá zaro, 1996). En tales áreas , los
favoreciendo, por lo tanto, los procesos de inmovilización de N. Por su efectos del barbecho y del antecesor inmediato son los factores que
parte, el bajo volumen, la baja relación C /N y la elevada concentración más influyen sobre los rendimientos de trigo a través de su efecto
de N de los residuos de soja , habr í an provocado una mayor sobre la disponibilidad de N. En zonas en que la disponibilidad hidrica
disponibilidad de N para el trigo aún luego de un per í odo prolongado es el factor limitante del comportamiento de ese cultivo, toman
de agricultura convencional 1 . En una experiencia
en condiciones relevancia los distintos requerimientos y periodos de consumo de los
semicontroladas, se confirmó que los residuos de maí generaron
z antecesores y las probabilidades de recarga del perfil de suelo durante
inmovilización de N durante la mayor parte de
la experiencia, mientras el invierno. _ . .
En las Figuras 2A y 2B se muestra la variación de los rendimientos
con labranza convenaonal arado de ,.
re as rastra de discos, y rastra de
dientes o vibrocultivador. relativos de soja y girasol, a lo largo del ensayo referido
anteriormente
418 419
421
420
SSoC ne Sefec!
7) . | o del cul
^
agua para el cultivo estival siguiente toma
siembra es limitada y las
de crecimiento insuficientes
vTantecesor
sobre la d spon b l dad de
relevancia.
, ,, . .
la MO son también afectados por aquellas prácticas A
rotaciones y las labranzas se pueden manejar el
. través de las
momento, la cantidad,
la calidad, la forma de retorno de carbono al suelo, y los
factores que
influyen sobre su transformación. Se posibilita así la manipulaci
ón de
los procesos de sí ntesis y degradación de la MO del suelo.
En general, la cantidad de residuos retornados al suelo es el
factor má s importante en la dinámica de la MO (Larson et al., 1978;
Stevenson. 1986 ). Todas las acciones que, a lo largo de una rotación,
incrementen la cantidad de C devuelto al suelo ( alta frecuencia de
cultivos con gran volumen de rastrojo y/o sistema radical, fertilización,
riego, etc .) hacen que la tasa de ca ída de MO sea menor ( Figura 4) o
que inclusive haya una recuperación (Díaz Rosello, 1992; Peterson et
al., 1993; Studdert et al., 1997). Por otro lado, existe también una
relación entre la dinámica del C en el suelo y la calidad de los restos
_ 110
que se incorporan al mismo (Campbell, 1978, Stevenson, 1986) .
Materiales con relaci ón C / N m á s baja y / o mayor contenido de
£ compuestos solubles, hacen que durante el proceso de su
> 90 descomposición se fomente una mayor mineralización de la MO del
<TJ
a suelo. La frecuencia de aparición de soja , girasol y ma í z en la rotación
<D
70 incidir á sobre el contenido de MO del suelo, debido no sólo a la
o
c anteeesex T rigo contribución diferencial de residuos al sistema (Tabla 1), sino también
E
o
50 — —-
*
*A antecesor Soja
•D * antecesor Girasol
a la oportunidad e intensidad del laboreo que se asocia a ellos.
c B ) Con N
Q> antecesor Maí z
? 65
* 30
O
Nivel de materia orgá nica 11 años antes
1983 1985 1987 1989 1991 1993 1995
Año -8 60 X
Figura 3: Evolución de los rendimientos relativos (Rendimiento/Rendimiento Má ximo) c x
co
de maíz sobre maí z, girasol y soja como cultivos antecesores en un ensayo
de larga
XX
duración en Balcarce con y sin el agregado de nitrógeno. (Unidad S 55 X
Integrada E.E. A .
- .
INTA F.C A . Balcarce datos no publicados). (D
c
<D MO = -0 08 MS: 0 97 MS 2 77 r2 = 0.87
3. Incidencia del maíz, girasol y soja sobre el
orgánica del suelo
contenido de materia
^ 50
30 3.5 40 45 5.0 5.5 6.0 6.5
' 1
Materia seca de residuos superficiales (MS) ( t ha año )
Los efectos a largo plazo de los sistemas de
en gran medida, con el contenido de
cultivo se relacionan, Figura 4: Relación entre el contenido de materia orgánica en la capa arable de un
materia orgánica del suelo (MO). suelo Paleudol petroc álcico luego de 11 años de agricultura convencional y la cantidad
Consecuentemente, todas aquellas propiedades ( físicas de residuos superficiales devueltos por año ( promedio de los 11 años) por distintas
, bioquímicas
y biológicas) y mecanismos del secuencias de cultivos incluyendo trigo, soja, girasol y ma í z . Datos de Studdert y
suelo relacionados con la dinámica de
Echeverr ía ( 1999).
422 423
Echeverría , 1999).
d e
<D
" TMT - MT* GMT - MGT
para preparación de la cama de siembra y control mec ánico de malezas
ra 5.0 TGT-GTT GST- SGT
con épocas de mayor temperatura favorece la mineralización de la
45
TST - STT SMT- MST
.
MO haciendo que en la medida que se incremente la frecuencia de
cultivos de escarda, sea necesario emplear estrategias que garanticen
0 '•
mayor aporte de residuos para el mantenimiento de niveles de MO
4 8 12 0 4 8 12 0 4 8 12
Años de agricultura más elevados. Sin embargo, en siete años de agricultura convencional
soja cada tres
sólo las secuencias incluyendo uno o dos cultivos de
Figura 5 Variación estimada en el tiempo del contenido de
capa arable bajo condiciones de labranza materia orgánica de la años alcanzaron o estuvieron por debajo del nivel
de 5.6% (Figura 7) .
r ,
! ones ,
ncu¡ , ,
convencional sin fertilización nitrogenada y
t vos agrícolas. S: so a; M: maí z ; G: girasol; T: trigo. olazo y umbral sugeridos para iniciar un ciclo
de pastura que permita
.
^ tuddPrt y aprLoac
( Studdert
^
Echeverr í a. 11999). Las estimaciones fueron
Bartholomew y Kirkham ( 1960) y los par ámetros figuran realizadas con el modelo de
en la Tabla 3
*
recuperar el nivel original de MO (Studdert
rotaciones combinando trigo, girasol y
etal. 1997 ) El
maí z con no mas de dos cultivos Rodelas
425
424
de cultivos
íO labores culturales en estas secuencias. Por otro lado, las pendientes
de las rectas luego de seis años de actividad agrícola fueron mucho
más bajas y casi no hubo diferencia entre los grupos de secuencias
.
se mencionara con el trabajo de
Figura 8: Indice de estabilidad de Este resultado coincide, como ya ,
agricultura
Studdert et al. (1997) respecto a que a los seis años de
agregados de la capa arable de un
petrocálcico luego de 3 y 6 añ suelo Paleudol
os de agricultura continua convencional
estabilizó en un valor de equilibrio.
rotaciones de cultivos agr ícolas S : soja; M: con distintas
maí z; G; girasol; T: trigo. (Unidad Integrada luego de una pastura, el IEA se
E E A INTA - FC A Balcarce que en ese tiempo , el nivel de
. datos no publicados ). Estos autores también demostraron
428 429
una fracción lábil de la MO ( fracción liviana ) hab í a alcanzado también cobertura con rastrojos de. al menos, 30% de la superficie del suelo
un valor de equilibrio que significaba aproximadamente el 50 o del ( Blevins y Frye, 1993 ) , asociándose con una menor intensidad y
nivel al finalizar la pastura . Seis años de agricultura convencional agresividad del laboreo. Dicho valor ha sido aceptado como la mí nima
pueden haber hecho disminuir los contenidos de las fracciones lábiles cobertura que garantiza un aceptable control de la erosión en una
de la MO hasta niveles en que las diferencias entre grupos de amplia gama de situaciones (Unger y McCalla , 1980).
secuencias pueden no provocar grandes diferencias en la EA . La erosión es el proceso de degradaci ón de suelos con
consecuencias más graves sobre su capacidad de desarrollar su
función para la producción agropecuaria. Las condiciones fisiogr á ficas
(/)
O 100 y climá ticas del sudeste bonaerense son predisponentes para la
O)
V
Luego de 3 años
icuftivo de escarda
Luego de 6 años
••••••
O
.
ocurrencia de erosión hidrica ( Costamagna et al. 1984), aunque, en
A 2 cultivos de escarda con soja A su condición natural o bien bajo el manejo tradicional, los suelos de la
n 80
<u ? cultivos de escarda sm soia región ofrec í an cierta resistencia a la ocurrencia del proceso. No
T'
T3 obstante, la intensificación del uso agr í cola convencional de los suelos
re ( 0.99 )
u 60 del sudeste bonaerense , ha afectado su resistencia a la erosión a
( 0.90)
.o
A3
( 0.92 ) travé s de la disminución del contenido de MO (Echeverr ía y Ferrari,
1993) y del debilitamiento de su estructura, resultando en importantes
:
O)
40 (0.12 )
Q Q daños por dicho proceso (C.F. A ., 1995). Suelos ubicados en sectores
(0.97) W -O u' del paisaje con pendiente y expuestos (i.e. sin cobertura) a la acción
Y
O)
o
20
A - cr (0.73)
de las gotas de lluvias intensas, están sujetos a ser erosionados,
5 50 5 60 5.70 5 80 5 90 6 00 6.10 6 20 6 30 especialmente si sus propiedades f í sicas y biológicas est án alteradas.
Una estrategia fundamental de control de la erosión es proteger la
Materia orgánica (% ) superficie del suelo a trav és de cobertura, tanto por vegetación como
por residuos de cosecha , lo que puede ser manejado mediante la
Figura 9: Relación entre el contenido de materia orgánica de la capa arable de un selección de los sistemas de cultivo. A través de la elección de los
suelo Paleudol petroc álcico y el índice de estabilidad de agregados luego de 3 y 6 cultivos que integren las secuencias, se incidirá sobre el grado y el
años de agricultura continua convencional con distintas rotaciones de tres años de momento en que el suelo est é cubierto por vegetación, como así
cultivos agr í colas. (Unidad Integrada E.E.A . INTA - F.C . A. Balcarce, datos no
publicados) . Valores de R entre paréntesis. también la naturaleza y cantidad de residuos que queden sobre su
superficie luego de la cosecha. El sistema de labranza permite definir
5. Labranzas conservacionistas para maíz, girasol y soja qué cantidad, en qué momento y por cuánto tiempo esos residuos
permanecerán sobre la superficie del suelo. El logro de un porcentaje
e intensidad
Hasta el momento se ha discutido la incidencia de maíz, soja y de cobertura de al menos 30%, no sólo depende del tipo
las herramientas de labranza , sino también del tipo de residuo
girasol en sistemas de cultivo contemplando el laboreo convencional de uso de
presente sobre el suelo (Tabla 4). Asimismo, la eficiencia
con que la
del suelo. Las labranzas conservacionistas surgieron como una
ser mejorada con otras
alternativa para hacer frente a los problemas de degradación de suelo cobertura con residuos reduce la erosión puede
labores y la siembra respecto
asociados a las labranzas convencionales. Sin embargo, su adopción pr ácticas tales como la orientación de las
5 ) y todas aquellas pr á cticas que
significa cambios de importancia en la dinámica de a la dirección de la pendiente (Tabla
los procesos y cobertura por parte de los cultivos ,
mecanismos del sistema de producción. En términos tiendan a lograr una má s rápida entre
generales los
sistemas de labranza conservacionista son aquéllos ¡ e fecha y densidad de siembra, fertilización, espaciamiento
que dejan una
431
430
ííSo npmcf L ! , “ ' ¡ y el girasol, dada la de descomposición. Se produce asi una acumulación de MO en la
P Ul0 3|' 0 recen mei res Posibilidades capa superficial del suelo, especialmente en los primeros centí metros
de pro
- odstanle Para cualquiera de los tres°
cultivos, se hace
sus primeros estadios de
prola9ar
dr|°
° ^ suel duran e el barbecho y
°
, del perfil (Doran, 1980; Blevins et al., 1983), dinámica que también
está asociada con la cantidad y calidad de residuos retornados al suelo
(Havlin et al., 1990; Blevins et al., 1983). No obstante, la disminución
el empleo de
sistemas de labranza«
S de los niveles de MO en el tiempo bajo agricultura es directamente
433
434
435
a
_ 30
1986; Linn y Doran, 1984a, b).
(D 70000
§ 25 O
ru 'P
o 60000
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Fecha E Q)
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20000
— ^
— —- --
...O Desnudo 9 hs (med 17.4 °Q Desnudo 15 hs (med. 26,8°Q
. 10
SD + BR
SD
O)
*—
LC 10000
•••A • So|a 9 hs (med 17,2 Q ° Soja 15 hs (med. 25,0°Q SD + BR
5 0
Figura 11: Vanación de la temperatura del suelo a 5 cm de profundidad a las 9:00 y a
28 /10 02 / 11 07/11
las 15.00 de cada día del mes de noviembre en Balcarce bajo tres condiciones de 18/10 23 /10
cobertura: desnudo, bajo 4.500 kg MS ha 1 de residuos de soja y bajo 9.000 kg MS Fecha
ha de residuos de maíz. Los valores que figuran entre paréntesis son las medianas
del periodo (adaptado de Creus et al., 1998 y Rubinstein, comunicación personal). Figura 12: Relación entre la temperatura media del suelo a 5 cm de profundidad y la
emergencia de un cultivo de girasol desde su siembra ( S) hasta su plena emergencia
bajo tres condiciones de cobertura: desnudo (LC), con cobertura (SD) y con baja
Por los rastrojos sin enterrar y
la
menor remoción a
6 3
¡35° producido de labranza conservacionista,
cobertura en la linea de siembra (SD+BR ) (adaptado de Lavayén, 1997).
' ° dinsistemas S
^
3
tienen un alto imna K ámica de l s nutrientes. Los residuos
i
i !
m Esto
9Ufa 13 C ,°
61a 1996: Creus et al" 1998: Rubinstein
no só Produce un aumento
N de fertilizantes nitrogenados amoniacales o formadores de amonio
( la urea , por ejemplo) aplicados sobre la superficie del suelo. Los
del tiempo durantP ai mantienen Ias condiciones creadas por residuos de cosecha generalmente tienen una actividad ureásica
los residuos en superficiT
^T .
QUe tamblén significa que habrá
mayor
disponibilidad de sustrato rcarbonado para mantener una alta actividad
de los orqanismos J? descomPosición- Esto, junto con
mucho mayor que la del suelo. Además, son un obstáculo para la
llegada del fertilizante al suelo y generan pH alcalino durante el proceso
de descomposición. Todos estos factores fomentan la pérdida de N
dT
^
6
la mayor disponibilid ica , tienen una gran incidencia sobre
ídnra
437
436
1
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442
443
V. O. Sadras
'
Al comenzar el libro nos preguntamos si será posible sostener la
producción de alimentos necesaria para abastecer a la población
mundial de las pr ó ximas décadas. Luego de un análisis basado en
proyecciones de crecimiento de población, disponibilidad de tierra para
(
agricultura y distintos escenarios de producción, Andrade propone que
el objetivo no sería imposible de cumplir (Capítulo 1).
Hicimos énfasis en que, para alcanzar este objetivo, se requiere
ft I la convergencia de una serie de factores cient í ficos y tecnológicos
que permitan aumentar la productividad agr ícola. Destacamos también
que un aumento de la producción potencial, resultado de mejoras
tecnológicas, sólo puede convertirse en mejoras reales en un ambiente
t\ político propicio. Aunque no será sencillo aumentar la producción de
alimentos para satisfacer la demanda de las pró ximas décadas, un
problema aún mayor será asegurar que la mayoría de dicha población
tenga acceso a los beneficios de más y mejores productos agrícolas
(Evans, 1997).
Dentro de este contexto, el objetivo de nuestro libro es
necesariamente modesto. Asumimos que incrementar la producción
sirvexcesivo deterioro ambiental requiere, cada vez más, la participación
de agentes que tengan no sólo má s y mejor información sino también
una mayor capacidad para analizar cr í ticamente las posibles
consecuencias de cada decisión tomada en el manejo de los cultivos.
I En el esquema de la Figura 1, la agricultura es vista como una caja
negra en la cual un conjunto de recursos clave se combina y transforma
en productos relevantes. Este esquema sencillo nos sirve para resaltar
tres cosas. Primero, la necesidad de maximizar la eficiencia del sistema,
t
Bases para el manejo del maíz, el girasol y la soja. Editores: F.H. Andrade y V.O.
-
Sadras. EEA INTA Balcarce Fac. de Ciencias Agrarias UNMP
445
celulosa
herramientas de integración y de apoyo para la toma de decisiones
CBoote et al., 1996; Monteith, 1996; Passioura, 1973, 1996; Sadras y
^ Trápani, 1999; Sinclair y Seligman, 1996). Existen, de todos modos,
algunos ejemplos donde estas herramientas han sido utilizadas con
i
446 447
reaueridas Desde el punto de vista tecnológico , el análisis de Lloyd La adopción de una expresión de rendimiento que
incluya el
Evans nos muestra las posibles consecuencias de romper con moldes tiempo como factor, ya sea kg ha por dí a o por a ño o por ciclo de
1
de pensamiento establecidos. Evans ( 1993) muestra como los criterios rotación, nos exigiría un cambio radical en la forma de ver .
analizar y
de rendimiento han cambiado en el pasado, y propone el próximo manejar los cultivos. En contraste con la premisa actual de maximizar
cambio que de concretarse, significará una diferencia substancial en el rendimiento de cada cultivo individual, deberíamos plantear
sistemas
el manejo de sistemas de producción agr ícola , y un desaf ío para todos complejos donde el sacrificio de rendimiento de un cultivo individual
más
aquellos involucrados en la generación y el uso de tecnología podr ía justificarse por la inclusión de má s cultivos por unidad de tiempo.
agropecuaria. Es interesante destacar que el cambio cualitativo implícito en esta nueva
Cuando nuestros antepasados recogí an frutos, semillas y concepción del rendimiento es análogo a aquel que ocurrió al
pasar
tubérculos de plantas silvestres, especula Evans, el interés quizá s de rendimiento en granos por grano - criterio que exigía la maximizaci ón
estuviera, más que en el rendimiento, en la variedad y en la facilidad del rendimiento por planta - a kg de grano por hectá rea, que involucra
de cosecha, transporte y preparación de los alimentos recogidos. Desde un sacrificio de rendimiento por planta en favor del rendimiento por
los comienzos de la agricultura, sin embargo, el rendimiento pasó a unidad de superficie. Asociada con este cambio, la selecci ó n de
ser un atributo importante de los cultivos. Una vez que la siembra de i variedades por su rendimiento llevó al tipo de planta “comunal” de los
los cultivos se estableció como pr áctica habitual, el criterio de cultivos actuales (Donald y Hamblin, 1983).
rendimiento utilizado fue, muy probablemente, la relación del número Se cumplan o no estas especulaciones, este sumario del análisis
de granos cosechados por cada grano sembrado. Cuantos má s granos de Evans nos sirve para reflexionar sobre los cambios que son posibles
fueran requeridos para la pró xima siembra , menos alimento quedarí a en la medida en que seamos capaces de pensar más allá de los límites
disponible, y viceversa. Esta forma de rendimiento es la que se actuales.
encuentra en la Biblia, antiguos escritos romanos y medievales, y llega
a ser utilizada por Malthus como una metáfora del poder del incremento Bibliograf ía
geométrico en el aumento de las poblaciones. En la medida que la
tierra más apta para la agricultura fue hacié Boote. K .J., J. W. Jones, y N.B. Pickering. 1996. Potential uses and limitations of crop
ndose má s escasa o alejada
de centros urbanos, se llega al criterio actual models. Agron. J. 88: 704 - 716.
de granos por unidad de superficie de
del rendimiento: masa .
Donald C M., y J. Hamblin. 1983. The convergent evolution of annual seed crops in
tierra. Pero el análisis de Evans agriculture. Adv. Agron. 36: 97-143.
muestra que la expresión del rendimiento a
- kilos por hectá rea * -
la que estamos habituados .
Evans. L . T. 1993. Crop Evolution Adaptation and Yield. Cambridge Univ Press .
no es inmutable y que puede volver a cambiar. Cambridge: 500 pp.
¿Cómo mediremos el
rendimiento en el futuro? De acuerdo con
Evans, con la intensificación de la
agricultura, el rendimiento en el
. .
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Monteith. J. L. 1996. The quest for balance in crop modelling. Agron. J. 88: 695-697.
futuro incluir á el tiempo en su
producción tropical ya
formulaci ón. De hecho, en sistemas de .
Passioura J. B. 1973. Sense and non- sense in crop simulation. J. Aust . Inst. Agrie.
se expresa el rendimiento en kg ha 1 año 1, y Ios
*
Sci. 39: 181- 83.
mejoradores de arroz Passioura. J.B. 1996. Simulation models: science, snake oil, education, or engineering?
comienzan a pensar en términos de kg ha 1 día L Agron. J. 88: 690- 716.
nas’ cuatro cultivos de
^ 1
!
335 dí as rindieron 76,7 arroz sucesivos en un período de
.
kg ha 1 día \ o un total de 25,71 ha 1 en un año
.
Sadras V.O., y N. Trápani. 1999. Leaf expansion and phenologic development: key
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0 mas qu
® el r
écord mundial de producci y C. Hamel (Eds.) Physiological Control of Growth and Yield in Field Crops. Springer-
1 QQ7 \
.
intensivo n s a bre
esperar, este tipo de
ón de maíz (Evans,
sistema de producción tan
asegurar viabilidad en de problemas que deben resolverse para
* el largo plazo (
.
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N,
450