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CASOS PROFESOR Ángel-Santiago Martínez García Tutor de Derecho Procesal
CASOS PROFESOR Ángel-Santiago Martínez García Tutor de Derecho Procesal
referencia. Están elaborados teniendo en cuenta el manual de años anteriores, por lo que
conviene que lo cotejéis con el manual actualizado.
CASO PRÁCTICO Nº 1.
CUESTIONES:
Lo que se plantea es un conflicto de carácter social, dado que se parte del hecho
de que Don Benito ha cometido previamente un delito: le había sustraído con
anterioridad a Don Angel un anillo. Este conflicto también tiene un contenido de
índole subjetivo, dado que con esa conducta delictiva se ha afectado al derecho
de propiedad de Don Angel, que se ha visto privado de un bien de su propiedad
como es el anillo.
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CASO PRÁCTICO Nº 15.
Se trata de un caso verdaderamente difícil. Se trata de un supuesto muy especial: a un
Magistrado de la Audiencia Nacional le condenó el TS por prevaricación, y entre otras
penas, se le condenó a la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público
por tiempo de 15 años. Esta pena conlleva la expulsión de la Carrera Judicial.
CUESTIONES:
A) ¿Puede decirse que el indulto a que se refiere el auto reseñado de la
Sala 2ª del TS plantea un conflicto jurisdiccional?
El art. de la Ley Orgánica 2/1987, DE 18 DE MAYO, de Conflictos
Jurisdiccionales, dice que no pueden plantearse conflictos de jurisdicción a los
Juzgados y Tribunales en los asuntos judiciales resueltos por auto o sentencia
firmes, salvo cuando el conflicto nazca o se plantee con motivo de la ejecución
de aquéllos o afecte a facultades de la Administración que hayan de ejercitarse
en trámite de ejecución.
Por lo tanto, con motivo de la aplicación de un indulto sí cabe la posibilidad de
que se plantee un conflicto jurisdiccional.
Por una parte, cabe entender que el Auto sí planteaba un conflicto jurisdiccional,
dado que, por las razones que esgrimía, entendía que no se podía dar
cumplimiento a un indulto acordado por el Ministerio de Justicia.
Pero por otra parte, el Tribunal sentenciador tiene la competencia sobre el
control de la legalidad, en lo concerniente a los elementos reglados del acto de
indulto, y por ese control de la legalidad es por lo que considera que ya no cabe
el indulto de una pena, en un aspecto que ha sido completa e irreversiblemente
ejecutada.
En este caso el Ministerio de Justicia sí provoca ese conflicto, dado que pretende
que se indulte una pena que en el aspecto fundamental (echarle de la carrera
judicial) ya ha sido ejecutada, y cuyas consecuencias son irreversibles: para
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volver a ingresar en la Carrera Judicial tendría que volver a aprobar las
oposiciones, o seguir los demás cauces legales para poder ingresar, de nuevo, en
la carrera judicial, y el órgano competente en materia de ingreso en la carrera
judicial no son ni el TS ni el Ministerio de Justicia, es el Consejo General del
Poder Judicial. Así lo indica el art. 107 de la LOPJ, al decir que es competencia
del CGPJ la selección y el nombramiento de Jueces y Magistrados.
Por eso el TS dice que ya no puede indultarse esa pena, decisión con la que no
está de acuerdo el Ministerio de Justicia, y es por ello que el Ministerio de
Justicia planteó un Conflicto Jurisdiccional, al entender que el TS se estaba
negando a ejecutar un indulto.
B) ¿En qué argumentos se apoya el TS para mantener que no puede
indultarse la pena de inhabilitación especial?
Los argumentos en los que se basa el TS para mantener que no puede indultarse
la inhabilitación especial los he explicado anteriormente: la pena de
inhabilitación especial, en cuanto a la expulsión de la carrera judicial, ya había
sido ejecutada, y no cabe el indulto de una pena que ya ha sido ejecutada. Así se
desprende del art. 4 de la Ley de Indulto de 18 de junio de 1870, al exigir que se
trate de penas que todavía no haya cumplido el delincuente.
Para que la pena ejecutada se pudiera dejar sin efecto, se precisaría del concurso
del CGPJ, que es el único organismo que podría reingresar al Juez al que se le
ha dado de baja en el escalafón. Por eso el TS entiende que ya no se puede
indultar la pena, en ese aspecto en concreto. Sólo se podría aplicar el indulto en
otros "efectos complementarios de la pena de inhabilitación especial".
C) ¿A qué organismo se dirigió el TS?.
Al Ministerio de Justicia. El indulto teóricamente lo da el Rey. Así lo establece
el art. 62, i) de la Constitución, (por eso es un Real Decreto), pero en realidad lo
acuerda el Consejo de Ministros a propuesta del Ministro de Justicia. Es decir,
que quien lo tramita y quien realmente lo da, es el Ministerio de Justicia. Por eso
el TS se dirige al Ministerio de Justicia para decirle que esa pena, en ese aspecto
específico, ya no se puede indultar.
D) ¿Corresponde al Poder Ejecutivo acordar el reingreso de un Juez en
la carrera judicial o al CGPJ?
Como he indicado más arriba, no corresponde al Poder Ejecutivo (Ministerio de
Justicia), ni tampoco al Tribunal Supremo, acordar el reingreso de un Juez en la
carrera judicial, sino al CGPJ, que es el único que tiene facultades en esa materia.
E) ¿Está Integrado el Tribunal de Conflictos de Jurisdicción en el Poder
Judicial?
Sí, es un órgano colegiado para la solución de los conflictos entre Juzgados y
Tribunales y la Administración, contemplado en el art. 38 de la LOPJ, dentro del Libro
Primero de la Ley, relativo a la Jurisdicción, por lo que entiendo que sí forma parte del
Poder Judicial.
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CASO PRÁCTICO Nº 32.
Cuando existiera algún tipo de vinculación del Juez, ya sea con las partes o con
el objeto del litigio, serían nulos los actos procesales que se hubieran realizado,
si el Juez ha obrado bajo violencia o intimidación (art. 238.2 LOPJ), se podría
incoar un procedimiento para exigir responsabilidad personal al Juez o
Magistrado, y se impone su ABSTENCIÓN o su RECUSACIÓN, con las que se
pretende salvaguardar la imparcialidad del órgano jurisdiccional, a fin de que
aplique el Derecho objetivo al caso concreto, “desinteresadamente”.
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En el caso analizado se había producido una situación de indefensión meramente
formal: se había procedido a la sustitución de un magistrado por otro, y no le
había sido notificado a la parte.
Pero no se había producido una situación de indefensión en el sentido material,
dado que la parte no indicaba cuál era el motivo de Recusación que pretendía
alegar respecto al Magistrado Suplente que había sido designado, y es por ello
que no se estima vulnerado el derecho de defensa.
Esto se debe a que, para que proceda la invocación de una causa de recusación,
ha de concurrir alguna de las causas contempladas en el art. 219 de la LOPJ, y
en este caso no se decía que concurriera alguna de dichas causas.
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CASO PRÁCTICO Nº 33.
A) Determinar las razones por las que “ser denunciante” constituye una
causa de recusación.
El haber sido denunciante respeto de alguna de las partes (en este caso es más
bien, respecto del Letrado de una de las partes), puede implicar que el Juez o
Tribunal se haya creado ya un “prejuicio” con respecto a dicha parte, dado que
en un momento determinado ha tomado la iniciativa de denunciarle por haber
cometido un hecho que puede ser delictivo, y en este caso, lo que ha hecho el
Tribunal al haberse cometido el delito ante él (el Abogado no compareció al
Juicio y provocó la suspensión del Juicio, lo que puede constituir un delito de
Deslealtad Profesional contemplado en el art. 463 del CP), es Deducir
Testimonio de las actuaciones, a fin de que se inicie un procedimiento penal
contra el Abogado por el citado hecho.
Puede estimar alguna de las partes (en este caso el Abogado del acusado, y por
extensión el propio acusado), que el Tribunal se ha creado una cierta
animadversión hacia ellos por el hecho de haber acordado la “deducción del
testimonio”, y en consecuencia haber perdido la necesaria independencia e
imparcialidad a la hora de conocer del asunto.
Pero esa deducción de testimonio, que implica denunciar unos hechos que
pueden ser delictivos, constituye a su vez un comportamiento que, como antes
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dijimos, puede ser entendido por alguna de las partes en el sentido de que el
Tribunal se ha creado una cierta animadversión hacia ella por el hecho de haber
acordado la “deducción de testimonio”, y en consecuencia haber perdido la
necesaria independencia e imparcialidad a la hora de conocer del asunto. Ese es
el motivo por el que el Tribunal se tendría que haber abstenido.
Derecho aplicable
Arts. 219, 223 LOPJ, 259, 262, 52, 54 LECRIM.
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CASO PRÁCTICO Nº 34.
Se trata de dos Magistrados de la Sala de lo Civil y Penal del TSJ del País
Vasco, que ya fueron recusados en su día, y fueron apartados del procedimiento,
siendo admitida la recusación.
La parte recurrente alega ante el TS que, cuando el asunto fue conocido por la
Sala de lo Civil y Penal del TSJ del País Vasco, no se tenía que haber admitido
la recusación de los dos Magistrados, y para ello invoca el motivo de casación
del art. 851.6º de la LECriminal basado en que “haya concurrido a dictar
sentencia algún Magistrado cuya recusación, intentada en tiempo y forma, y
fundada en causa legal, se hubiese rechazado”.
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recursos previstos por la Ley, incluido el recurso constitucional de
Amparo ante el TC.
Si así sucediera, si el Juez tuviera alguna vinculación con las partes o con el
objeto procesal, cabe la aplicación de algunas medidas dirigidas a evitar los
efectos derivados de su actuación (claramente indebida) en ese proceso, como
es:
- la declaración de la nulidad de los actos procesales practicados por el Juez
bajo violencia o intimidación (art. 238.2 LOPJ).
- La incoación de procedimientos para exigir responsabilidad personal a los
Jueces y Magistrados.
Pero lo que está claro es que si el Juez tiene alguna vinculación con las partes o
con el objeto del proceso, lo que se impone es su ABSTENCIÓN o su
RECUSACIÓN, garantías procesales que intentan salvaguardar la imparcialidad
del órgano jurisdiccional a fin de que aplique “desinteresadamente “ el Derecho
objetivo al caso concreto.
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el mismo Juez al que se le encomendó ser el Instructor del Incidente de
Recusación (art. 227 LOPJ).
Sólo pueden recusar las partes formales, es decir, las que han comparecido como
tales en el proceso, y en todo caso, el Ministerio Fiscal, siempre y cuando deba
intervenir en el proceso por estar comprometido el interés público.
Derecho aplicable
Arts. 219 LOPJ; 54, 851,6 LECRIM.
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CASO PRÁCTICO Nº 41.
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Por lo tanto, con carácter previo a la deliberación y votación del recurso, se tenía
que haber comunicado a las partes la composición del Tribunal.
Arts. 24.2 y 117.1 CE; arts. 202, 203,2 y 219 y s.s. LOPJ.
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CASO PRÁCTICO que ya no existe en el libro (estaba en el libro anterior),
y que sin embargo cayó en septiembre de 2011.
Supuesto de hecho
CUESTIONES
Una de las Notas Esenciales del Derecho al Juez Legal, como derecho
fundamental, es que se trate de unos Jueces respetuosos con los principios
constitucionales de igualdad, INDEPENDENCIA y sumisión a la Ley,
independencia de la que en este caso carecía uno de los Magistrados de la Sala,
debido a la falta de imparcialidad provocada por haber conocido antes, en otra
instancia, de ese mismo asunto.
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Los Magistrados que componen un Tribunal han de gozar de
INDEPENDENCIA, pues dicha nota esencial, que forma parte del concepto del
Juez “predeterminado por la Ley y la Constitución”, viene a erigirse en la causa
legitimadora, a través de la cual la Jurisdicción misma se justifica, siendo
inaceptable que en un Tribunal pueda intervenir un Magistrado que no es
independiente, en la medida en que carece de IMPARCIALIDAD, habiéndose
infringido el art. 24.2 CE, donde se contempla el derecho al “Juez Legal” desde
una perspectiva positiva al indicar que “todos tienen derecho al juez ordinario
predeterminado por la ley”.
Por otra parte, se han infringido los arts. 202 y 203 de la LOPJ relativos a la
designación de Magistrados y Magistrados Ponentes, dado que es preciso
notificar a las partes la composición de la Sala, antes de proceder a la votación y
fallo de un asunto, a fin de posibilitar a las partes el que puedan alegar las
posibles causas de Abstención/Recusación que tengan contra alguno de los
miembros que lo van a componer, todo ello a fin de garantizar la imparcialidad,
como manifestación de la independencia de la que deben gozar los Jueces y
Magistrados y así erigirse en Juez legal imparcial.
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Caso 42 Lección 7. La Organización del Poder Judicial.
El Poder Judicial y las Comunidades Autónomas
Cuestiones.
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La estructura piramidal del Poder Judicial establece que la competencia para
conocer de los recursos contra las resoluciones dictadas por los órganos
inferiores corresponde al órgano "ad quem", que es en este caso la Audiencia
Provincial.
LEGISLACIÓN APLICABLE:
-Constitución Española de 27 de diciembre, de 1978, artículos 71.3, 102, 117.3,
123 y 152.1.
- Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial, artículos 57.1, 70, 72.2,
73.3, 80-83 y 85-89.
- Ley 38/1988 de 28 de diciembre, de Demarcación y Planta Judicial, artículos 3,
13-15, 32-38, y Anexos IV, V y VI.
- Real Decreto de 14 de septiembre de 1882, por el que se aprueba la Ley de
Enjuiciamiento Criminal, artículo 313.
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LECCIÓN 12. EL SECRETARIO JUDICIAL. La potestad ordenatoria y
resolutoria del Secretario.
CUESTIONES:
Entiendo que en este caso, la resolución que debió dictar es (como así se hizo),
una Diligencia de Ordenación.
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Las de constancia, certifican la existencia de un hecho o acto procesal.
Las de comunicación tienen por objeto poner en conocimiento de los
intervinientes en el proceso un acto del Tribunal.
Y las de ejecución, salvedad hecha de la jurisdicción voluntaria, ya han sido
instauradas por la Ley 13/2009, que confiere este proceso al Secretario con la
posibilidad de conocer el Juez de dichas resoluciones a través del nuevo
“recurso de revisión”.
Los recursos que caben contra estas resoluciones del Secretario son:
Contra las diligencias de ordenación y los decretos no definitivos, cabrá recurso
de reposición ante el propio Secretario judicial (arts. 451.1 LEC).
Contra el decreto resolutivo de un recurso de reposición, en los casos previstos
por la Ley, así como contra todos los decretos que pongan fin al procedimiento,
cabe un nuevo recurso devolutivo, denominado de “REVISIÓN” (denominación
impropia, pues se presta a confusión con el medio de rescisión de la cosa
juzgada, que también tiene esa denominación), que resolverá el tribunal
competente (art. 454 bis.1, párrafo 2º LEC).
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Si no pusieran término al procedimiento, se podrá reproducir la cuestión al
recurrir la resolución definitiva o en la primera audiencia o antes de dictar dicha
resolución definitiva (art. 454 bis.1, párrafo 1º LEC).
Derecho aplicable
Arts. 117 CE, 208, 245 y 246 LEC.
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LECCIÓN 18
Caso 112. EL PROCESO. CONCEPTO. NOTAS ESENCIALES.
A) Determine la naturaleza del conflicto que se presenta entre D.A. y D.B. y si pueden
dar solución al mismo de forma amistosa y privada.
El conflicto que se plantea es que el vendedor pretende que lo vendido es una cosa
cierta (la finca rústica X), independientemente de las posibles diferencias que pueda
tener su superficie en cuanto a metros cuadrados, por lo que pide se le pague el precio
pactado, mientras que el comprador considera que lo comprado es una finca de una
determinada superficie, pactándose una cantidad concreta por cada metro cuadrado (60
€), y dado que la compraventa no se ha perfeccionado, porque no se ha llegado a hacer
la entrega de la cosa, pretende la resolución del contrato.
Obviamente las partes pueden dar solución a su conflicto de forma amistosa y privada,
llegando a una forma de autocomposición.
B) De no ser posible la solución amistosa o si, aún siéndolo, no se logra, ¿qué vía
se les ofrece a D.A. y D.B. para solucionar el conflicto y a través de qué
instrumentos? ¿Qué diferencias presentaría la solución obtenida mediante la
intervención de un tercero con la obtenida a través de los Tribunales de
Justicia?
Si la solución amistosa no ha sido posible, sólo cabe la solución de la
heterocomposición, buscar a alguien “supra partes”, que sea el encargado de
solucionar el conflicto.
Puede ser mediante el arbitraje (siempre que las partes se hubieran sometido a ello
mediante un contrato de arbitraje), o puede ser mediante el sometimiento al proceso y
a la intervención del Juez.
Las diferencias entre una y otra solución entiendo que son pocas; los laudos arbitrales
gozan de los mismos efectos que las sentencias y tienen la ventaja de que suelen
emitirse en un periodo de tiempo más corto que las sentencias judiciales.
C) D.A. decide acudir a los Tribunales, ¿por medio de qué acto procesal
habría de hacerlo?
El acto procesal a través del cual debería acudir a los Tribunales es por medio de una
demanda, por medio de la cual ejercitaría su derecho de acción o de tutela (art. 24
C.E.).
Una vez presentada la demanda, y dentro del proceso, ambas partes gozan de todo un
conjunto de derechos y garantías de incidencia procesal, que se resume en el derecho
al "proceso justo o debido” (art. 24 C.E.), en el que el Tribunal estará en una situación
de supremacía, mientras que las partes están en una situación de enfrentamiento o
contradicción, con igualdad de armas.
D) ¿Estarán ambas partes asistidas de derechos de carácter constitucional o sólo
lo estará D.A. como demandante? Iniciado el proceso, ¿se generan
obligaciones para ambas partes o sólo para D.B. como demandado? Indique
cuáles sean dichos derechos y obligaciones de incidencia procesal.
Ambas partes están asistidas de derechos de carácter constitucional, y una vez
iniciado el proceso sí se generan obligaciones para ambas partes.
Arts. 17, 18, 24 y 118 CE, 247, 256.1, 328, 399, 496 LEC
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Caso 113.
El propietario del solar colindante, no vive allí, sino que vive en otro partido
judicial Z, y ha encargado a una empresa de construcción la realización de un
garaje en el solar, habiendo levantado una de las paredes a 1 metro de distancia
de las ventanas.
La madre del muchacho, que sí es mayor de edad, no está de acuerdo con esas
obras, que limitan las luces y vistas de la vivienda de su hijo y se oponen a la
construcción del garaje.
- Por una parte, está la cuestión del posible derecho de luces y vistas
(contemplado en el Código Civil en el ámbito de las servidumbres), de si
la vivienda de D.A. tiene derecho de servidumbre de luces y vistas sobre
la finca del vecino (caso en el que el dueño del solar –predio sirviente- no
puede construir a menos de 2 metros en vistas rectas.
- Por otra parte, está el hecho de que la casa ha venido teniendo esa
situación de hecho, una situación de posesión, ya que desde que la casa se
construyó se han venido poseyendo las luces y vistas sobre el solar del
vecino (independientemente de si se tiene derecho o no a tales luces y
vistas).
Cuestiones:
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vecino, o que al menos se le respete provisionalmente su posesión en tanto se
decide si tiene o no derecho de servidumbre.
Para actuar en juicio tiene que intervenir con su representante legal (que no es lo
mismo que la representación procesal –procurador-), que en este caso sería su
madre, que es quien ostenta la patria potestad (art. 8 LEC).
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indistintamente contra el propietario del solar que encargó la
construcción y el constructor, sólo contra uno de ellos o contra
ambos?
Arts. 117 CE, 6.1, 7.1 y 2, 8, 9, 50, 52.1, 63, 249.2, 250.1.6º, 251.5, 441.2 LEC
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CASO PRÁCTICO Nº 116. Lección 19 Principios inherentes a la
estructura del proceso.
Supuesto de hecho
D. A., que dice ser propietario de un reloj marca “C”, que adquirió por precio de
950 € y que se encuentra en poder de D. B., Alcalde de la localidad de su
domicilio, pretende que el mismo le sea entregado, a lo que D. B. Se niega.
Un proceso está presidido por el referido principio cuando a ambas partes, actor
y demandado, se les permite de forma efectiva acceder al proceso a fin de poder
hacer valer libremente sus respectivas pretensiones y defensas, mediante la
introducción de los hechos que las fundamentan, la práctica de la prueba, y en el
proceso penal, el derecho a ser oído con anterioridad a la sentencia.
Dicho libre acceso es una manifestación del derecho a la tutela judicial del art.
24.1 CE, que ha de ser efectiva. La efectividad se obtiene negativamente
mediante la declaración de ilegitimidad de toda clase de obstáculos que puedan
limitar o restringir la comparecencia de las partes en el proceso.
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El hecho de que no tenga el recibo de compra del reloj no le impide su derecho
de acceso al proceso, en los términos indicados. Problema distinto es la prueba
con la que contará a la hora de acreditar que el reloj es suyo, prueba que no
necesariamente ha de consistir en la factura, dado que existen otros medios
probatorios con los que acreditarlo.
Por lo tanto, el Juez no puede dictar sentencia sin oír a D.B., por muy claro que
vea desde el principio que el reloj es propiedad de D.A. Como ya hemos
indicado, se vulneraría con ello el principio de Contradicción, dado que
conforme al art. 24 CE no puede causarse indefensión a alguna de las partes (en
este caso se le causaría a D.B., al que se le condenaría a devolver el reloj sin
haber sido oído), y no puede ignorarse el derecho “a un proceso con todas las
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garantías”, de entre las que destaca la posibilidad de contradicción, la cual sería
claramente vulnerada si no se le oyera a D.B.
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Como ya hemos indicado antes, la condición de Alcalde de D.B. no le da
ninguna ventaja en el proceso. El principio de Igualdad de Armas en el proceso,
como manifestación del principio de igualdad (art. 14 CE), impide que
determinadas personas puedan tener privilegios procesales, y el Alcalde a estos
efectos es un ciudadano más.
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CASO PRÁCTICO Nº 118. Lección 19 Principios referentes al objeto
procesal. Principio Dispositivo.
Supuesto de hecho
D. A., es acreedor de D. B., por la cantidad de 3.000 €, como consecuencia de la
venta realizada de un vehículo automóvil de segunda mano.
A El Juez de Primera Instancia del partido judicial del domicilio de D.A.
tiene conocimiento, en virtud de otro procedimiento seguido entre las
mismas partes, de la existencia de la mencionada deuda. ¿Puede dicho
órgano judicial iniciar de oficio el procedimiento para condenar a D. B al
pago de la cantidad adeudada? ¿Quién puede ejercitar la correspondiente
acción en reclamación de dicha cantidad?
El principio dispositivo, en el proceso civil, impide que el Juez de Primera
Instancia, de oficio, pueda iniciar el procedimiento para condenar a D. B al pago
de la cantidad adeudada, y sólo puede ejercitar la correspondiente acción en
reclamación de la cantidad adeudada D.A, que es el acreedor, y por ello quien
está legitimado para ejercitar la acción, al ser el titular de la pretensión.
El principio dispositivo entraña un poder de disposición por las partes del
derecho de acción y del objeto del proceso. Su fundamento se encuentra en la
disponibilidad jurídico material de los derechos subjetivos en conflicto, de ahí
que dicho principio esté presente en todos los procesos en donde se discutan
relaciones jurídico-privadas (proceso civil y laboral), e incluso en aquellos de
Derecho público en los que puedan estar comprometidos derechos e intereses de
la titularidad de los particulares (proceso contencioso-administrativo).
El particular, en este caso D.A, es el titular del derecho o de la acción, dado que
a él (y sólo a él) es a quien le deben los 3.000 €, y es quien tiene el Poder de
Disposición sobre el derecho material, es decir, sobre la Acción. Nadie le puede
obligar a ejercitar sus derechos (interesar la tutela jurisdiccional).
El axioma jurídico “donde no hay actor, que no haya ningún Juez” o ne
procedat iudex ex officio, implican que en un procedimiento regido por el
principio dispositivo (como sería este caso) no puede el Juez de oficio entablar
un proceso entre las partes, y ante el nacimiento de un conflicto, las partes son
enteramente dueñas de acudir al proceso o de solucionarlo fuera de él,
acudiendo a fórmulas autocompositivas o al arbitraje.
B. Una vez iniciado el procedimiento en reclamación de la cantidad adeudada (3.000 €),
¿puede D.A solicitar se deje sin efecto el procedimiento y abandonar su petición?;
¿Puede D.B reconocer la existencia de la deuda y avenirse a su pago?; ¿pueden D.A y D.
B., una vez iniciado el procedimiento, llegar a un acuerdo fijando la deuda en la
cantidad de 2.500 €? Si se diesen alguna/s de las anteriores situaciones, ¿continuaría el
proceso su curso normal?.
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trataría de un desistimiento de la pretensión. De igual manera puede D.B
reconocer la existencia de la deuda y avenirse a su pago; se trataría de un
allanamiento a las pretensiones del actor. Del mismo modo, D. A y D. B pueden
llegar a un acuerdo, a una transacción, y fijar que la deuda es de 2.500 €, en
cuyo caso el proceso no continuaría y se terminaría el proceso anticipadamente,
aprobándose por el Juez la transacción a la que han llegado las partes.
En los procesos civiles regidos por el principio dispositivo, las partes, además
del ejercicio de la acción, son también dueñas de la pretensión procesal y del
proceso mismo, pudiendo disponer de él a través de toda una serie de actos que,
con la fuerza de la cosa juzgada (allanamiento, renuncia, transacción) o sin cosa
juzgada (desistimiento y caducidad), ocasionan la terminación anormal del
procedimiento, sin llegar a que se dicte sentencia.
C. Seguido el proceso su curso y llegado a la fase de sentencia, ¿puede el
Juez, atendiendo a la mala fe de D.B. y al tiempo transcurrido desde que se
contrajo la deuda, condenarle al pago de 4.000 € o a la devolución del
vehículo atendiendo a que D.B. al momento de dictar sentencia es
insolvente? En el supuesto de que D.B reconociera adeudar sólo 2.000 €,
¿puede el Juez estimar la demanda por cantidad inferior?
La respuesta es negativa en todos los supuestos que se plantean. Otra de las
características del principio dispositivo es la Vinculación del Juez a la
Pretensión, lo que implica que el Juez ha de ser congruente con respecto a la
pretensión del actor y la resistencia del demandado, no pudiendo incurrir en
incongruencia. La condena al pago de 4.000 € implicaría una incongruencia
supra petita, concediendo más de lo pedido. La condena a la devolución del
vehículo implicaría una incongruencia extra petita, concediendo una cosa
distinta a la solicitada por el actor. En el supuesto de que D. B reconociera
adeudar 2.000 €, el Juez no podría estimar la demanda por una cantidad inferior,
pues se trataría de una incongruencia citra petita, concediendo menos de aquello
a lo que se ha resistido el demandado.
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Arts. 19, 20, 21, 218, 399, 437, 465.5 LEC, 6.2 CC.
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CASO PRÁCTICO Nº 119. Lección 19 Principios referentes al objeto
procesal. Principio Dispositivo.
Supuesto de hecho
En los procesos civiles regidos por el principio dispositivo, las partes son dueñas
de acudir al proceso o de solucionarlo fuera de él, acudiendo a fórmulas
autocompositivas o al arbitraje. Esta regla vale para todos los procesos del
Derecho privado, con la sola excepción de los denominados por Calamandrei
“procesos civiles inquisitorios”, que son los relativos al estado civil de las
personas (procesos de familia, filiación e incapacitación), en los que, debido al
interés de la sociedad en obtener una certeza sobre tales cuestiones de estado,
puede intervenir y ejercitar las acciones el Ministerio Fiscal, y actuar en
sustitución de los menores.
Las partes también son dueñas de la pretensión procesal y del proceso mismo,
pudiendo disponer de él a través de toda una serie de actos que, con la fuerza de
la cosa juzgada (allanamiento, renuncia, transacción) o sin cosa juzgada
(desistimiento y caducidad), ocasionan la terminación anormal del
procedimiento, sin llegar a que se dicte sentencia.
No obstante, en los supuestos antes indicados como “procesos civiles
inquisitorios”, la parte no tiene la disponibilidad de la pretensión procesal, y la
renuncia a tal derecho o a tal pretensión puede ser declarada nula (art. 6.2 CC), y
reconocerse legitimación al Ministerio Fiscal en el proceso. En estos procesos
inquisitorios, las partes tampoco pueden ocasionar la finalización anormal y
anticipada del procedimiento.
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civil inquisitorio, excluido del principio dispositivo, tal y como acabamos de
exponer, siendo nula la renuncia a la acción.
Arts. 5, 19, 20, 21, 218, 399, 437, 465.4, 751 LEC, 6.2 CC.
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Caso Práctico nº 121. Principio Acusatorio.
Supuesto de hecho.
Cuestiones:
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que tiene dos manifestaciones: la “acusación popular”, cuando el querellante no
es el ofendido por el delito (se la conoce también como “acción popular”) y la
“acusación privada”, que es cuando el querellante sí es el ofendido por el delito.
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al principio acusatorio, que se encuentra implícito en el derecho constitucional a
un “proceso con todas las garantías”.
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judicial encargado del enjuiciamiento apreciar que los hechos son
constitutivos de un delito de hurto y condenar a la pena de 12 meses?;
¿puede condenar a pena superior a la solicitada por el Ministerio
Fiscal, al estimar que los autores hicieron uso de armas?
Esta vinculación implica que ha de existir una correlación fáctica (respecto a los
hechos) y una correlación jurídica.
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pretensión, en este caso referida al HECHO PUNIBLE, como consecuencia del
“derecho de defensa” y del derecho al “conocimiento previo de la acusación”.
Existirá una vulneración del principio acusatorio y del art. 24.2 de la CE cuando
la sentencia condene al acusado por un hecho punible que no haya sido objeto de
acusación, y con respecto al cual no se le ha permitido al acusado articular la
correspondiente prueba de descargo. Se trataría de una condena sorpresiva, por
unos hechos de los que no fue acusado, y por los que no se ha podido defender.
Derecho aplicable. Arts. 24.2, 124 y 125 CE, 15, 101, 105, 733, 790 LECrim.
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Caso Práctico nº 122. La estructura del proceso de declaración y del
proceso de ejecución.
Supuesto de hecho.
Cuestiones:
Dentro del proceso de declaración, las pretensiones que en este caso se están
ejercitando son declarativa y de condena: que se declare que D. B. le adeuda
1.200 € y que se le condene a abonar el citado importe a D. A.
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En el proceso civil, el acto de postulación más importante es la demanda, que
supone el ejercicio simultáneo del derecho de acción y de la pretensión, y allí es
donde D. A. deberá fundamentar su pretensión.
Un proceso está presidido por el referido principio cuando a ambas partes, actor
y demandado, se les permite de forma efectiva acceder al proceso a fin de poder
hacer valer libremente sus respectivas pretensiones y defensas, mediante la
introducción de los hechos que las fundamentan y la práctica de la prueba.
Dicho libre acceso es una manifestación del derecho a la tutela judicial del art.
24.1 CE, que ha de ser efectiva. La efectividad se obtiene positivamente
mediante la obligación del órgano jurisdiccional de poner “ab initio” en
conocimiento de la parte pasiva la existencia del proceso, la cual tiene lugar
mediante la “citación personal” para los actos que tengan por objeto el
emplazamiento o comparecencia del demandado.
Por lo tanto, con que una de las partes solicite que “se abra el procedimiento a
prueba”, es decir, que se abra la fase de prueba dentro del proceso, el Juez estará
obligado a hacerlo, posibilidad de solicitar la apertura del procedimiento a
prueba que no sólo la tiene el actor, D.A., sino que también puede ser solicitada
por el demandado D.B., dado que el proceso se rige por los Principios de
Contradicción y de Igualdad de Armas.
Por muy claro y sencillo que le haya podido parecer al Juez el asunto, y la
evidencia sea muy notoria, la última fase del Proceso de Declaración dentro de
la estructura del proceso, es la Fase de Recursos, ya que frente a la resolución
judicial que ponga fin al proceso de declaración, la parte que se sienta
perjudicada por el pronunciamiento de la Sentencia, dispone de un conjunto de
actos (que en el libro se denominan de “postulación”), que son los RECURSOS,
a través de los cuales se puede obtener una revisión de la resolución dictada, ya
sea por el mismo órgano judicial que la dictó, o ya sea por otro superior (que es
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lo más frecuente), todo ello con la finalidad de aumentar las garantías de que las
resoluciones judiciales se adecúen a la justicia.
Siendo firme una sentencia por no caber ya contra ella recurso alguno, no por
ello finaliza el Proceso. Habrá finalizado la Fase de Declaración, pero no se
termina allí el Proceso. Lo que ocurre es que si D.B. no procede a dar
cumplimiento de forma voluntaria a aquello por lo que ha sido condenado (en
nuestro caso, a abonar a D. A. 1.200 €), se iniciará el Proceso de Ejecución,
dado que el derecho a la tutela judicial efectiva (art. 24 CE) no se agota con la
resolución del conflicto, dictándose sentencia por el órgano judicial, sino que tal
derecho se extiende a la ejecución de las Sentencias en sus propios términos,
dado que a los Jueces y Tribunales les corresponde también HACER
EJECUTAR LO JUZGADO (art. 117 CE), adoptando las medidas oportunas
para que el fallo de la sentencia sea cumplido.
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Caso 124. LA ESTRUCTURA DEL PROCESO DE DECLARACIÓN
Cuestiones. Respuestas.
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No se puede condenar a Don B al pago de una cantidad superior a la solicitada,
porque estaríamos ante una sentencia incongruente por supra petita (otorgar más
de lo solicitado). Las sentencias deben ser congruentes con las demandas;
obligación cuyo incumplimiento podrá dar pie a la parte perjudicada a impugnar
la sentencia.
Establece el art. 218 de la LEC: “Las sentencias deben ser claras, precisas y
congruentes con las demandas y con las demás pretensiones de las partes,
deducidas oportunamente en el pleito. Harán las declaraciones que aquéllas
exijan, condenando o absolviendo al demandado y decidiendo todos los puntos
litigiosos que hayan sido objeto del debate”.
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Caso 131. PROCESOS ORDINARIOS, ESPECIALES Y SUMARIOS.
Cuestiones. Respuestas.
A) ¿ A qué tipo de proceso deberá acudir D.A., ordinario, especial o
sumario?; ¿a qué clase de proceso declarativo?
La demanda presentada lleva aparejada una acumulación de dos acciones (art.
438,33º LEC): una acción perteneciente al ámbito de los procesos especiales
(pag. 290 del otro libro), que se tramita por el juicio ordinario (art. 249.1.6
LEC), que es la de reclamación de las rentas adeudadas; y una acción
perteneciente al ámbito del proceso sumario, que se tramita por los trámites del
Juicio verbal (art. 250.1.1º LEC), que es la de desahucio por falta de pago de las
rentas.
Al tratarse de dos acciones acumuladas, conforme al art. 438.3.3º de la LEC, se
tramitan por el Juicio Verbal. En todo caso entiendo que se trata de un proceso
especial arrendaticio.
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