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28 / SOCIEDAD EL PAÍS, miércoles 4 de enero de 2006

Futuro ¿Cómo empaquetar del modo más eficaz esferas del mismo tamaño, es decir cómo hacer un montón
de naranjas o de balas de cañón de manera que ocupen el mínimo espacio? El problema, formulado por Johannes Kepler,
tiene por fin demostración, lograda con una combinación de herramientas matemáticas y de ordenadores.

La demostración de la conjetura de Kepler


Un matemático logra desentrañar un problema planteado por el genio alemán hace cuatro siglos
ANTONIO CÓRDOBA BARBA las ciencias experimentales, por
nnals of Mathematics, La conjetura de Kepler cuanto la verificación de la parte

A posiblemente la me-
jor revista matemáti-
ca del mundo, ha pu-
blicado el pasado no-
viembre la demostración obtenida
por Thomas Hales de una famosa
conjetura formulada por Kepler
¿Cuál es la manera más eficiente
de empaquetar esferas del mismo tamaño?

Se trata de un empaquetamiento periódico


que, en cristalografía, recibe el nombre de
red cúbica centrada y que aparece ilustrado
en la manera habitual como disponen los
NIVEL 2
Tres esferas

NIVEL 3
NIVEL 1
Una esfera
informática hay que hacerla con
los criterios con los que se valida
un experimento, pero no con los
tradicionales de las matemáticas.
Annals es una centenaria revis-
ta bimensual editada en Princeton
(EE UU) conjuntamente por la
Seis esferas
hace cuatro siglos. Que el autor fruteros la oferta de manzanas y naranjas. Universidad y el Instituto de Estu-
del problema sea un afamado NIVEL 4 dio Avanzado. Los requisitos para
científico y que haya transcurrido El problema fue sugerido por un marino que 10 esferas aparecer en sus páginas son muy
tanto tiempo en resolverse lo ase- deseaba estimar el número de balas de estrictos: ha de tratarse de un resul-
cañón que almacenaban los buques NIVEL 5
meja al Último Teorema de Fer- tado relevante demostrado con téc-
enemigos en su cubierta. 15 esferas
mat, con el que también compar- nicas originales. No es de extrañar
te la sencillez de su enunciado; el que publicar en Annals sea objeto
tener una historia rica en resulta- del deseo para los matemáticos y
dos parciales, incluyendo varias VISTA SUPERIOR que traten de lograrlo con sus re-
demostraciones falsas o incomple- sultados mejores.
tas; el que Hales, como hiciera NIVEL 5 NIVEL 4 NIVEL 3 NIVEL 2 NIVEL 1 La demora entre la llegada y la
Wiles en el caso del Fermat, haya publicación de un artículo oscila
dedicado más de seis años a perfi- en torno a los dos años, pero ése es
lar la solución y, además, el haber un dato que Annals comparte con
sido publicadas ambas demostra- otras revistas, que no son ya tanto
ciones en los Annals. un instrumento de comunicación,
¿Cuál es la manera más eficien- puesto que los resultados circulan
te de empaquetar esferas del mis- antes por la red, sino una garantía
mo tamaño? En esta pregunta, en- de calidad. Ésa es ahora la princi-
gañosamente sencilla, radica el pal razón de ser de las mejores re-
enigma propuesto por Kepler. Es EL PAÍS vistas. Pero éstas son una minoría;
claro que al disponer bolas en el la mayoría tienen criterios mucho
espacio quedarán siempre intersti- hexágonos, con los que se puede más relajados: tanto, que sus publi-
cios y un empaquetamiento denso teselar el plano. En el espacio las caciones son con bastante frecuen-
minimizará el volumen que resta celdas de la red cúbica centrada cia un mero y prescindible ruido.
fuera de ellas. Un ejemplo notable son dodecaedros rómbicos. La cel- A diferencia de la demostra-
se construye disponiéndolas ini- da local más densa, sin embargo, ción del Teorema de Fermat, que
cialmente sobre un plano, tangen- es el dodecaedro regular, pero con ha requerido el fecundo ingenio
tes entre sí y formando hileras in- ella, como bien saben los cristaló- matemático contemporáneo, creo
tercaladas, que crean una densa grafos, no se puede teselar el espa- que la prueba de la conjetura de
capa sobre la que podemos apilar cio. Esta discrepancia entre la solu- Kepler, sin desmerecer con ello el
las nuevas esferas colocándolas en- ción óptima local y la global es trabajo de Hales, hubiera podido
tre cada tres tangentes de la forma- una de las razones por las que el llevarse a cabo hace siglos de ha-
ción inicial. Iterando con cuidado problema de Kepler ha resultado ber contado con los medios de
este procedimiento, arriba y abajo tan difícil. cálculo que tenemos ahora a nues-
de la primera capa, obtendremos El artículo de Hales consta de tro alcance. ¿Significa esta demos-
un empaquetamiento periódico unas 120 páginas de matemáticas tración que estamos en el umbral
que, en cristalografía, recibe el convencionales. Pero depende de de una nueva era en la que las
nombre de red cúbica centrada y un programa informático que ana- máquinas se encargarán de probar
liza cerca de 5.000 casos residua-
les, para los que hay que optimizar
El desafío involucra funciones de más de 200 variables.
Después de varios años de trabajo
¿Estamos en el umbral
todas las maneras la comisión de expertos a quienes de una nueva era en la
posibles de disponer Annals encargó la revisión del ar- que las máquinas
tículo ha tirado la toalla, sintiéndo-
bolas en el espacio se incapaz de escudriñar todos los probarán los teoremas?
detalles en un tiempo razonable;
tarea que han comparado con la
que aparece ilustrado en la mane- de cotejar, uno por uno, la veraci- los teoremas? ¿Son los matemáti-
ra habitual como disponen los fru- dad de todos los datos del listín cos una especie en extinción?
teros la oferta de manzanas y na- telefónico de Nueva York. Empe- Sinceramente creo que la res-
ranjas. Es fácil calcular su densi- ro, el comité ha llevado a cabo el puesta es un rotundo no, aunque
dad (0.74…), que Thomas Hales número adecuado de comproba- sea un lugar común afirmar que el
ha demostrado ser insuperable: no ciones para poder sostener su fe ordenador es un instrumento valio-
importa cómo llenemos el espacio en la corrección de la prueba con, sísimo, una ayuda casi imprescindi-
con esferas, la densidad será siem- según dicen, un 99% de probabili- ble, en la investigación actual. Pe-
pre menor o igual que la alcanza- dad. Pero, ¿es eso suficiente? ro es posible, y yo diría que muy
da por la red cúbica centrada. Una demostración matemática deseable, que las máquinas se en-
El problema fue sugerido a Ke- es una cadena de razonamientos, carguen en el futuro de tantos desa-
pler por un marino que deseaba a veces muy larga, que nos llevan rrollos rutinarios y tantas demos-
estimar el número de balas de ca- Johannes Kepler. desde una hipótesis de partida has- traciones clónicas que mantienen
ñón que almacenaban los buques ta una tesis de llegada y que es ocupados a demasiados matemáti-
enemigos en su cubierta. Pero en que había que atacar porque esta- húngaro Fejes Toth encontró la susceptible de ser engarzada por cos quienes, incansables, publican
1611 no podían imaginar que el ba ahí, como dijo E. Hillary sobre respuesta correcta, que resultó ser todo aquel que posea el tiempo y obviedad tras obviedad. Llenando
diseño de buenos empaquetamien- la escalada del Everest. El desafío la versión bidimensional de la red el entrenamiento adecuados. Pero sin cesar, con mutuas referencias,
tos haya resultado ser ahora tan es tremendo, casi de vértigo, pues cúbica centrada. Pero en tres di- éste no es el caso de la prueba de el registro de esa grotesca casa de
relevante en la tecnología de la in- involucra todas las maneras posi- mensiones es mucho más difícil: Hales. El dilema de Annals es tre- citas que tiene su sede en Filadel-
formación, tanto para enviar seña- bles de disponer bolas en el espa- en un empaquetamiento, cada esfe- mendo y su solución ecléctica qui- fia. Liberados por las máquinas,
les por un canal ruidoso sin perder cio: ¿cómo empezar siquiera seme- ra tiene asociada una celda de in- zás no satisfaga a muchos: publica podrían estos artistas, siguiendo el
calidad, como en los códigos que jante tarea? fluencia, formada por los puntos la parte que se ajusta al arquetipo buen ejemplo de Wiles y Hales,
nos garantizan la fidelidad del so- Si se tratara sólo del caso perió- del espacio que están más cerca de tradicional, pero añade un comen- dedicar sus esfuerzos a resolver
nido de un disco compacto. dico, entonces la escalada es más su centro que de los de las restan- tario editorial advirtiendo de que problemas realmente difíciles e in-
Nosotros podemos bromear fácil y el gran Gauss, a mediados tes esferas. El cociente entre el vo- la prueba depende de un progra- teresantes que tengan luego cabi-
también con la perspicacia de los del siglo XIX, ya pudo realizarla. lumen de la esfera y el de su celda ma que aparecerá en otra revista da en Annals of Mathematics.
fruteros, pero ello nos distraería También podemos rebajar la di- de influencia es la densidad local especializada en computación.
de la cuestión importante, es decir, mensión y hacernos la pregunta del empaquetamiento. Resulta Los editores señalan que estamos Antonio Córdoba Barba es catedrático
del gran desafío a la mente huma- análoga para círculos del plano: que, en dimensión dos, las celdas ante un caso de aproximación de de Análisis Matemático (Universidad
na que planteaba la conjetura, a la en torno a 1960, el matemático de mayor densidad local son las matemáticas a la práctica de Autónoma de Madrid).

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