Buenos Aires, Argentina

Lunes 11 de diciembre de 2023

Con este diario
la edición digital
del Suplemento
Innovación & Derecho
AÑO LXXXVII Nº 231 TOMO LA LEY 2023-F ISSN: 0024-1636 - RNPI: 5074180

Doctrina

75º Aniversario de la Declaración Universal

de Derechos Humanos
Alfonso Santiago
Miembro titular de la Academia de Derecho y Ciencias Sociales de Buenos
Aires y director de su Instituto de Derecho Constitucional. Abogado y doctor
en Derecho (UBA). Catedrático (Univ. Austral). Miembro correspondiente de la
Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de Madrid.
Luciano Ruhl
Abogado (Univ. de Concepción del Uruguay). Magister en Magistratura y De-
recho Judicial (Univ. Austral). Magister en Derecho (LL.M.) (Univ. Austral).
Magister en Derecho del Trabajo y Relaciones Laborales Internacionales
(UNTREF).

SUMARIO: I. Introducción.— II. Antecedentes de acuerdos a nivel mundial.— III. La Carta de Naciones Unidas.— IV. La Comisión de Derechos Humanos.— V. La Segunda Confe-
rencia de Naciones Unidas en México 1947: el pensamiento de Jacques Maritain.— VI. El aporte de los países latinoamericanos.— VII. El rol de Charles Malik.— VIII. Firma de la
Declaración.— IX. El texto de la Declaración Universal.— X. Impacto y valor de la Declaración Universal de Derechos Humanos.— XI. Conclusiones.

“No basta con hablar de paz. Uno debe
creer en ella. Y no es suficiente con creer. Hay
que trabajar para conseguirla” (Eleanor
Roosevelt) (*)
I. Introducción
El 10 de diciembre de 1948 la Asamblea
General de las Naciones Unidas reunida en
París aprobó la “Resolución 217 A”, mun-
dialmente conocida como la Declaración
Universal de Derechos Humanos. Este año
se cumplen 75 años de esta proclama uni-
versal de protección de los derechos funda-
mentales de las personas humanas, sin dis-
tinción de pueblos o naciones, por el solo
hecho de serlo y poseer una igual e inviola-
ble dignidad.
Se trata de la concreción del primer man-
dato encomendado por la Carta de Naciones
Unidas de 1945, a la Comisión de Derechos
Humanos, de redactar una carta de recono-
cimiento de derechos fundamentales a nivel
global.
La fecha nos invita a conmemorar uno
de los mayores logros históricos en el reco-
nocimiento expreso de los derechos funda-
mentales, que sentó las bases para que en
las décadas subsiguientes se celebraran más
de setenta tratados en materia de derechos
humanos. Al igual que la Declaración Ame-
ricana de Derechos y Deberes del Hombre del
mismo año (1), se trata de un acontecimiento
de superlativa importancia para el origen y
posterior desarrollo del Derecho Internacio-
nal de los Derechos Humanos (2).
II. Antecedentes de acuerdos a nivel mundial
La Conferencia de San Francisco, cele-
brada entre el 25 de abril y el 26 de junio de
1945, dio como fruto la Carta de Naciones
Unidas, firmada por 50 países el 26 de junio
de 1945. Como veremos, este acuerdo in-
ternacional de alcance global no solo sirvió
Especial para La Ley. Derechos reservados (Ley 11.723)
(*) Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos
de las Naciones Unidas entre 1946 y 1951.
(1) Cfr. SANTIAGO, Alfonso - RUHL, Luciano, “A 75
años de la Declaración Americana de los Derechos y De-
beres del Hombre”, ED, diario del 14-IX-23.
(2) Cfr. SANTIAGO, Alfonso, “El Derecho Interna-
como elemento constitutivo del organismo
internacional que lleva su nombre, sino que
consagró la inminente necesidad de contar
con una declaración de derechos que tras-
pase la frontera de cada país y marcó el ca-
mino de cómo llevarla a cabo.
Sin embargo, la confluencia de voluntades
a un nivel trasnacional no encuentra su ori-
gen en dicha Carta, sino que, como bien lo
sintetiza Del Toro Huerta:
“Antes de la Carta de las Naciones Unidas
existían ya elementos de internacionaliza-
ción de algunos aspectos de los derechos
humanos, entre los que sobresalen: los
primeros Convenios de Ginebra de 1864, y
de La Haya de 1899 y 1907, sobre heridos y
enfermos en tiempos de guerra, junto con
la denominada Cláusula Martens que remi-
te a los principios de derecho humanitario,
derivados de la costumbre, y a las exigen-
cias de la conciencia pública; las medidas
internacionales para la prohibición de la
esclavitud (por ejemplo, las disposicio-
nes previstas en el Tratado de Paz de París
de 1814, el Congreso de Viena de 1815, la
Convención de Saint-Germain-en-Laye de
1919 y la Convención Internacional para la
Abolición de la Esclavitud y la Trata de Es-
clavos de 1926); los sistemas de protección
de minorías religiosas desarrollados en los
tratados de Westphalia (1648), los previstos
por el Congreso de Viena de 1815, o los es-
tablecidos en los tratados de Berlín de 1878.
De igual forma, concluida la Primera Guerra
Mundial, el Pacto de la Sociedad de las Na-
ciones estableció diferentes disposiciones
con contenido humanitario, entre ellas las
relacionadas con las condiciones laborales,
lo que impulsó el establecimiento de la Or-
ganización Internacional del Trabajo (OIT);
el régimen de mandatos que prohibía la es-
clavitud, protegía la libertad de conciencia
y religión y procuraba un trato equitativo a
poblaciones indígenas; la protección a los
refugiados y el establecimiento de un siste-
cional de los Derechos Humanos: posibilidades, pro-
blemas y riesgos de un nuevo paradigma jurídico”.
Persona y Derecho, (60), 91-130, (2018). https://doi.
org/10.15581/011.31732
(3) DEL TORO HUERTA, Mauricio Iván, “La Declara-
ción Universal de Derechos Humanos: un texto multidi-
mensional”, Colección del Sistema Universal de Protec-
ma de protección de minorías nacionales,
que no se reflejaría posteriormente ni en la
Carta de Naciones Unidas ni en la Declara-
ción Universal. Asimismo, fueron también
relevantes los Convenios de 1933 y 1938,
Relativos al Estatuto Internacional de los
Refugiados y los Convenios de Ginebra de
1937, Relativos a la Prevención y Represión
del Terrorismo” (3).
Además de tales convenios, sirve recordar
que “entre 1928 y 1947 existió un gran mo-
vimiento de ideas en torno a los derechos
humanos a partir, entre otros, de los traba-
jos de la Academia Diplomática Internacio-
nal; de la Unión Jurídica Internacional; de la
International Law Association; de la Grotius
Society; de la Conferencia Interamericana
de Juristas; del Instituto Americano de De-
recho Internacional y, particularmente, del
Instituto de Derecho Internacional, a partir
de su Declaración de Derechos Internacio-
nales del Hombre, adoptada en la sesión de
Nueva York de 1929” (4).
No podemos pasar por alto que la Carta
de Naciones Unidas encontró las bases de su
gestación en declaraciones, conferencias y
pactos contemporáneos, celebrados durante
la Segunda Guerra Mundial. Estos preceden-
tes inmediatos a la Carta de 1945 merecen
ser brevemente abordados (5).
- Declaración de los Aliados: Acuerdo del
Palacio de Saint James: el 12 de junio de
1941, los representantes de 14 países aliados
se reúnen en el Palacio de Saint James (Lon-
dres) y firman esta declaración con la que se
proponían trabajar conjuntamente en clima
de guerra y de paz.
El artículo 3º del acuerdo reza: “Que la
única base verdadera de la paz duradera es
la colaboración de los pueblos libres en el
mundo en el que, liberados de la amenaza
de la agresión, puedan disfrutar de la segu-
ridad económica y social; y esa es su inten-
ción de los Derechos Humanos, Fascículo 2, Comisión
Nacional de Derechos Humanos, México, recuperado en
https://www.corteidh.or.cr/tablas/r29901.pdf.
(4) Ibídem.
(5) Para acceder a una línea cronológica de estos even-
tos, puede consultarse la síntesis disponible en https://
www.un.org/es/about-us/history-of-the-un/1941-1950.
LA LEY A.I.
(Análisis Inteligente)
by TR + Microsoft Copilot
Continúa el A.I. en p. 2
¿Cuáles son los 5 puntos principales de esta
doctrina?
1. El 10 de diciembre de 1948 la Asamblea
General de las Naciones Unidas reunida en
París aprobó la “Resolución 217 A”, mundial-
mente conocida como la Declaración Univer-
sal de Derechos Humanos. Este año se cum-
plen 75 años de esta proclama universal de
protección de los derechos fundamentales de
las personas humanas, sin distinción de pue-
blos o naciones, por el solo hecho de serlo y
poseer una igual e inviolable dignidad.
2. La Declaración Universal es una muestra
sublime de civilización, uno de los aconteci-
mientos que ponen de manifiesto la grande-
za del espíritu humano, una expresión que es
motivo de orgullo para la conciencia ética de
la Humanidad.
3. La dignidad es la piedra elemental sobre
la que se asienta la vida de la persona, como
individuo y como integrante de una comu-
nidad. Abarca, con términos amplios, una
importante paleta de aspectos de la realidad
individual y social, y apunta esa protección al
logro de una vida dotada de digno bienestar.
4. La Declaración sirvió como puntapié ini-
cial para diversos tratados internacionales en
materia de reconocimiento de Derechos Hu-
manos y para internalizar sus disposiciones
en las cartas magnas de numerosos países de
todas las regiones del mundo.
5. Los actuales conflictos armados en el
plano internacional compelen a tener más
presente que nunca la Declaración Universal
de Derechos Humanos, para que la dignidad
humana no sea jamás pisoteada, los derechos
humanos no sean imposibles, y que las nacio-
nes trabajen por conseguir la paz.
¿Cuál es el tema jurídico debatido?
El origen y el desarrollo del Derecho Inter-
nacional de los Derechos Humanos. El artículo

CORREO
ARGENTINO FRANQUEO A PAGAR

CENTRAL B CUENTA N° 10269F1

2 | Lunes 11 de diciembre de 2023
Continuación del A.I. de p. 1
explica cómo surgió la idea de una declara-
ción universal de derechos humanos después
de la Segunda Guerra Mundial y se elaboró
el texto de la Declaración Universal de Dere-
chos Humanos de 1948, con la participación
de diversos actores y fuentes de inspiración.
Cita el preámbulo de la Carta de Naciones
Unidas, que reafirma “la fe en los derechos
fundamentales del hombre, en la dignidad y
el valor de la persona humana, en la igualdad
de derechos de hombres y mujeres y de las
naciones grandes y pequeñas”. Analiza la es-
tructura y el significado de la Declaración, que
reconoce los derechos individuales, sociales y
colectivos de todas las personas, así como sus
deberes. Destaca que la Declaración “no es un
tratado internacional, sino una resolución de
la Asamblea General de las Naciones Unidas”,
pero que tiene un valor jurídico, simbólico,
cultural y ético como “la Carta Magna de toda
la humanidad”. Afirma que la Declaración “es
un instrumento vivo y dinámico, que debe ser
interpretado y aplicado de acuerdo con las
circunstancias históricas y culturales de cada
época y lugar”, y “requiere de una constante
renovación del compromiso de los Estados,
las organizaciones internacionales, la socie-
dad civil y los individuos con su vigencia y
efectividad” .
¿Dónde encontrar más información en línea
sobre el tema?
Día de los Derechos Humanos 2023
Este artículo conmemora el 75º aniversario
de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos.
La Declaración Universal de los Derechos del
Hombre: proyecciones y desafíos en la filoso-
fía contemporánea
Este artículo de Patricio L. Bertolini explo-
ra la relación entre la Declaración y el pen-
samiento filosófico de Jacques Maritain, uno
de los intelectuales que contribuyó a su ela-
boración. El autor examina las ideas de Mari-
tain sobre la dignidad humana, la ley natural,
el pluralismo y la democracia, y su influencia
en la concepción de los derechos humanos
como universales e indivisibles.
ción, de trabajar juntos, con otros pueblos
libres, en la guerra y en la paz hasta el final”.
Se trató del primer paso para la posterior
creación de las Naciones Unidas.
- Carta del Atlántico: El 14 de agosto de
1941, el presidente de Estados Unidos,
Franklin Delano Roosevelt, y el primer mi-
nistro del Reino Unido, Winston Churchill,
propusieron una serie de principios para la
colaboración internacional con el objetivo
de mantener la paz y la seguridad mundial,
principios “sobre los cuales ellos fundan sus
esperanzas en un futuro mejor para el mun-
do y que son comunes a la política nacional
de sus respectivos países”.
El documento, firmado “en el Océano”, du-
rante la reunión mantenida a bordo del aco-
razado Prince of Wales, reconocen la libre
elección de forma de gobierno de cada país
(art. 3º), el acceso a igualitario al comercio y
a las materias primas (art. 4º), la necesidad
de colaboración internacional para lograr el
progreso económico y social (art. 5º). Final-
mente, la carta es elocuente al declarar que
la paz buscada “permitirá a todos los hom-
(6) Como puede apreciarse, no hay aquí mención ex-
presa de los derechos humanos como base del nuevo or-
den a constituirse luego de la Segunda Guerra Mundial.
Esta idea provendrá, como luego veremos en apartado V
de este artículo, de los países latinoamericanos.
bres navegar sin trabas sobre los mares y los
océanos” (art. 7º), y que “...todas las nacio-
nes del mundo, tanto por razones de orden
práctico como de carácter espiritual, deben
renunciar totalmente al uso de la fuerza.
Puesto que ninguna paz futura puede ser
mantenida si las armas terrestres, navales o
aéreas continúan siendo empleadas por las
naciones que la amenazan, o son suscepti-
bles de amenazarla con agresiones fuera de
sus fronteras, consideran que, en espera de
poder establecer un sistema de seguridad
general, amplio y permanente, el desarme
de tales naciones es esencial...”.
- Declaración de las Naciones Unidas: El
1 de enero de 1942, representantes de 26
naciones aliadas que lucharon contra las
Potencias del Eje se reúnen en la ciudad de
Washington para reafirmar su apoyo a la
Carta del Atlántico mediante la firma de esta
declaración.
En su motivación, las naciones reunidas
manifiestan estar “convencidos de que es
esencial obtener una victoria absoluta sobre
sus enemigos para defender la vida, la liber-
tad, la independencia y la libre profesión de
cultos, así como preservar los derechos hu-
manos y la justicia, tanto en su propio suelo
como en otras tierras, y estando en el pre-
sente empeñados en la lucha común contra
fuerzas bárbaras e inhumanas que tratan de
subyugar al mundo”.
El documento contenía el primer uso
oficial del término “Naciones Unidas”, pro-
puesto por el presidente estadounidense
Roosevelt.
- Declaración o Conferencia de Moscú:
El 30 de octubre de 1943 en la ciudad de
Moscú, los gobiernos de la Unión Soviéti-
ca, el Reino Unido, Estados Unidos y China
reconocen “...la necesidad de establecer, a
la mayor brevedad posible, un organismo
internacional de carácter general basado en
los principios de soberana igualdad de todo
estado amante de la libertad, y dispuesto a
recibir en su seno a todos esos estados, gran-
des y pequeños, para el mantenimiento de la
paz y la seguridad internacional...”.
La declaración pone de relieve “...los crí-
menes horrendos, ejecuciones colectivas y
demás atrocidades cometidas por las fuer-
zas de Hitler en muchos de los países que
estas han invadido y de los cuales comien-
zan a ser expulsadas”, y aseguran el futuro
juzgamiento de funcionarios, subalternos
alemanes y afiliados al partido nazi que sean
responsables de las atrocidades cometidas.
Por último, se realiza una fuerte adver-
tencia, al postular con énfasis que “Los que
hasta ahora no han manchado sus manos
en sangre de seres inocentes, deben de tener
cuidado de no mezclarse en las filas de los
culpables, puesto que con toda seguridad las
tres potencias aliadas los perseguirán hasta
el último rincón de la tierra y los entregarán
a sus acusadores para que se haga justicia”.
- Conferencia de Teherán: el 1 de diciem-
bre de 1943 se reunieron en la capital de Irán
el presidente de los Estados Unidos, el pri-
mer ministro de Gran Bretaña y el premier
de la Unión Soviética, a fin de corroborar los
objetivos de la Conferencia de Moscú.
Entre sus palabras, se destacan las de “...la
suprema responsabilidad que descansa en
nosotros y en todas las Naciones Unidas de
construir una paz que lidere la buena vo-
luntad de todos los habitantes del mundo
y de excluir el azote y el terror de la gue-
(7) https://historia.nationalgeographic.com.es/a/
conferencia-yalta-inicio-guerra-fria_16289.
(8) Polonia fue convocado pero firmó dos meses des-
pués.
(9) Anna Eleanor Roosevelt (1884-1962): fue una acti-
rra por muchas generaciones”, y el deber
de “...buscar la cooperación y activa parti-
cipación de todas las naciones, grandes y
pequeñas, cuyos pueblos estén dedicados
en pensamiento y corazón, como nues-
tros propios pueblos, a la eliminación de
la tiranía y la esclavitud, de la opresión y la
intolerancia. A ellos los recibiremos, si así
deciden hacerlo, en una nueva familia de
Naciones Democráticas”.
- Conferencia de Dumbarton Oaks o Con-
versaciones de Washington de la Organiza-
ción de Paz Internacional y Seguridad: Du-
rante dos períodos de sesiones que se pro-
longan desde el 21 de septiembre hasta el 7
de octubre de 1944 en la mansión de Dum-
barton Oaks, situada en Washington, Esta-
dos Unidos, el Reino Unido, la URSS y Chi-
na acuerdan los objetivos, la estructura y el
funcionamiento de la organización mundial.
Se trata del primer proyecto de lo que se-
ría la ONU, en tanto aquí se proclamó que
“Debería establecerse un organismo inter-
nacional con el nombre de Naciones Uni-
das”, cuyas metas deberían ser “Mantener
la paz y la seguridad internacionales; y con
este fin, tomar medidas colectivas efecti-
vas para la prevención y eliminación de las
amenazas a la paz y la supresión de actos
de agresión u otros quebrantamientos de
la paz, y para lograr por medios pacíficos
el ajuste y la solución de controversias in-
ternacionales que pudieran derivar en que-
brantamientos de la paz”.
A su vez, se hace foco en la necesidad de
fomentar la amistad y cooperación entre las
naciones, con miras a fortalecer la paz uni-
versal, presentar un frente común a las pro-
blemáticas humanitarias, y a los problemas
económicos y sociales.
Además de individualizar los potenciales
cuerpos principales del organismo interna-
cional propuesto, la Declaración de Dum-
barton Oaks promueve la apertura para que
todas las naciones “amantes de la paz” ten-
gan la oportunidad de ser miembros, y con-
sagra como principio fundamental, la igual-
dad soberana de los Estados.
- Conferencia de Yalta: El 11 de febrero de
1945, tras las reuniones de Yalta, el presiden-
te estadounidense Roosevelt, el primer mi-
nistro inglés Churchill y el Secretario Gene-
ral soviético Stalin se reunieron en el contex-
to mundial de la inminente caída del “Tercer
Reich” (o tercer imperio), y la necesidad de
decidir el destino del mundo.
En lo que nos concierne, aquí los prota-
gonistas manifiestan su determinación a
establecer una “organización general in-
ternacional para mantener la paz y la se-
guridad” (6).
Sin embargo, la conferencia pasó a la his-
toria como la reunión desencadenante en
la Guerra Fría, por las discrepancias en las
negociaciones de las peticiones de los re-
presentantes de Estados Unidos y el Reino
Unido, frente a las del máximo referente de
la Unión Soviética. Vale agregar que el 2 de
febrero de 1945, un par de días antes de que
tuviese lugar el encuentro en Yalta, Roo-
sevelt y Churchill se habían reunido en La
Valetta, la capital de Malta, con el objetivo
de acordar una postura común frente a las
posibles peticiones de Stalin (7).
III. La Carta de Naciones Unidas
La Carta de las Naciones Unidas se firmó el
26 de junio de 1945 en San Francisco, al ter-
vista, política y escritora estadounidense, Primera Dama
de los Estados Unidos entre 1933 y 1945, nombrada dele-
gada ante la Asamblea General de las Naciones Unidas
en 1946 por el Presidente de los Estados Unidos, Harry
S. Truman. Fue la primera Presidenta de la Comisión de
minar la Conferencia de las Naciones Unidas
sobre Organización Internacional, y entró en
vigor el 24 de octubre del mismo año.
El tratado internacional, fruto de la Con-
vención de San Francisco, que inició el 25
de abril de 1945, reunió a representantes de
50 Estados (8), para debatir principalmente
la necesidad de restablecer y mantener un
clima de paz y seguridad internacional, fla-
grantemente comprometido por las dos gue-
rras mundiales.
Resulta ilustrativo acudir al preámbulo
de la Carta de Naciones Unidas, donde los
pueblos reunidos se declaran resueltos “...a
preservar a las generaciones venideras del
flagelo de la guerra que dos veces durante
nuestra vida ha infligido a la Humanidad su-
frimientos indecibles, a reafirmar la fe en los
derechos fundamentales del hombre, en la
dignidad y el valor de la persona humana, en
la igualdad de derechos de hombres y mu-
jeres y de las naciones grandes y pequeñas,
a crear condiciones bajo las cuales puedan
mantenerse la justicia y el respeto a las obli-
gaciones emanadas de los tratados y de otras
fuentes del derecho internacional, a promo-
ver el progreso social y a elevar el nivel de
vida dentro de un concepto más amplio de
la libertad...”
En palabras del actual Secretario General
de la ONU, António Guterres: “Al final, todo
se reduce a valores. Queremos que el mundo
que hereden nuestros hijos venga definido
por los valores consagrados en la Carta de
las Naciones Unidas: la paz, la justicia, el
respeto, los derechos humanos, la tolerancia
y la solidaridad”.
En su Capítulo IX: Cooperación interna-
cional económica y social, la Carta proclama
que “con el propósito de crear las condicio-
nes de estabilidad y bienestar necesarias
para las relaciones pacíficas y amistosas
entre las naciones, basadas en el respeto
al principio de la igualdad de derechos y al
de la libre determinación de los pueblos, la
Organización promoverá: (…) c. el respeto
universal a los derechos humanos y a las li-
bertades fundamentales de todos, sin hacer
distinción por motivos de raza, sexo, idioma
o religión, y la efectividad de tales derechos
y libertades”.
Este artículo es una muestra inequívoca
de la relevancia otorgada por los países sig-
natarios a los derechos humanos, como base
elemental para la paz y el bien común.
La Carta de Naciones Unidas no solo sig-
nificó la creación de la mayor organización
internacional de nuestro planeta, sino que
consignó expresamente en su artículo 68 que
“El Consejo Económico y Social establecerá
comisiones de orden económico y social y
para la promoción de los derechos humanos,
así como las demás comisiones necesarias
para el desempeño de sus funciones”.
Con ello dio paso a la creación de una Co-
misión de Derechos Humanos, con miras de
lograr la consagración de una carta de dere-
chos fundamentales.
IV. La Comisión de Derechos Humanos
La Comisión de Derechos Humanos esta-
ba integrada por 18 miembros de diversas
formaciones políticas, culturales y religiosas.
Eleanor Roosevelt (9) presidió el Comité
de Redacción de la DUDH; y sobre ella con-
sideramos pertinente resaltar su figura por
el impacto que revistió en el panorama glo-
Derechos Humanos, cargo que ejerció hasta 1951, no
obstante lo cual continuó en dicha Comisión como repre-
sentante de los Estados Unidos hasta 1953. Tuvo un rol
sumamente activo en la tarea de equilibrar las tensiones
entre el Este y el Oeste, en miras de lograr la redacción y

bal de los derechos humanos y en la lucha
incansable por lograr una Carta Magna de
alcance universal.
En palabras de U. Thant, secretario general
de las Naciones Unidas entre 1961 y 1971:
“En los primeros días de Naciones Unidas
Eleanor Roosevelt fue dentro de ellas una
figura cardinal, y esto por la razón de que
se acercó más que nadie a la encarnación
verdadera de los ideales y fines que animan
por lo general a los pueblos del mundo. Su
personalidad, su valentía moral, su gene-
rosidad, la devoción por su obra que la ani-
maba, todo ello la puso en una clase aparte,
en una posición única donde gozaba de una
confianza y un respeto universales (…) Su
trabajo paciente e incansable como Presi-
denta de la Comisión de Derechos Huma-
nos y del Comité de Redacción de la Decla-
ración constituyó un factor principalísimo
de la forma y sustancia que esta asumiera.
Fue ella la que, al presidir en abril de 1946
la primera sesión de aquel, propuso que se
redactara esta ley fundamental en forma
de declaración o manifiesto a la que debía
seguir convenciones que obligaran legal-
mente a los estados a respetar los derechos
enunciados (…) En un mundo en que los
derechos humanos se ven todavía posterga-
dos y negados, es oportuno que recordemos
que Eleanor Roosevelt abrigó el sueño y la
esperanza de que la Declaración de Dere-
chos Humanos se convirtiera un día en la
Magna Carta de toda la humanidad” (10).
Junto a ella se encontraban René Cas-
sin (11), de Francia, quien redactó el primer
proyecto de la Declaración, el Relator de la
Comisión, Charles Malik, del Líbano, el Vi-
cepresidente, Peng Chung Chang, de China
nacionalista, y el Director de la División de
Derechos Humanos de Naciones Unidas,
John Humphrey, de Canadá, quien preparó
la copia de la Declaración.
Comenta Cecilia Recalde en su tesis doc-
toral que “el contenido de la Declaración
tampoco fue de fácil consenso en atención
a las distintas ideologías de los integrantes
del Comité de Redacción. Eleonor Roose-
velt recuerda en sus Memorias algunos in-
tercambios de opiniones entre Chang, de
China, Humphrey, de Canadá y Malik, del
Líbano en estos términos: ‘...El Dr. Chang
era un pluralista y mantenía de una manera
encantadora que existía más de un tipo de
realidad concluyente. La Declaración, decía,
debería reflejar ideas que no se identificaran
únicamente con el pensamiento occidental
y el Dr. Humphrey tendría que saber aplicar
un criterio ecléctico. Su comentario, aunque
dirigido al Dr. Humphrey, en realidad estaba
dirigido al Dr. Malik, quien no tardó en repli-
firma de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
En 1968, se le concedió de manera póstuma el Premio de
las Naciones Unidas en la Esfera de los Derechos Huma-
nos.
(10) Discurso pronunciado por el Secretario General
de Naciones Unidas en el homenaje internacional que se
rindiera en Nueva York a la memoria de Eleanor Roose-
velt el 21 de octubre de 1963.
(11) René Cassin (1887-1976): fue un jurista y juez naci-
do en Bayona (Francia), que formó parte de la Comisión
de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Es consi-
derado por muchos como el principal inspirador de la re-
dacción de la Declaración Universal de 1948. Fue miem-
bro del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, el que
presidió entre los años 1965 y 1968. y en 1968 recibió el
Premio Nobel de la Paz por una vida dedicada a los de-
rechos humanos, la paz y la justicia, y por su rol predo-
minante en la redacción de la Declaración Universal de
Derechos Humanos.
(12) RECALDE, María Cecilia, “El desarrollo huma-
no como tarea del Congreso de la Nación: la noción ac-
tual de prosperidad en la Constitución Nacional”, Tesis
de Doctorado. UCA, Facultad de Derecho, 2016, http://
bibliotecadigital.uca.edu.ar/repositorio/tesis/desa-
rrollo-humano-tarea-congreso.pdf [Fecha de consulta:
7/10/2023]
car explicando detenidamente la filosofía de
Tomás de Aquino. El Dr. Humphrey se sumó
con entusiasmo al debate, y recuerdo que en
un momento dado el Dr. Chang sugirió que
tal vez convendría que la Secretaría dedicara
algunos meses a estudiar los fundamentos
del confucianismo!, cfr. The Autobiography
of Eleanor Roosevelt, Da Capo Press, New
York, 1992, p. 316...” (12).
El trabajo de la Comisión en la redacción
de una declaración mundial de derechos
humanos estuvo complementado por la opi-
nión de intelectuales de todo el globo.
Según afirma Pallares Yarur, en contribu-
ción al enriquecimiento y formulación de la
Declaración Universal, “en abril de 1947, casi
un año y medio antes de la aprobación de la
DUDH, la UNESCO había enviado un cues-
tionario a filósofos e intelectuales de todas
las culturas, en el que les preguntaba si era
posible lograr un consenso global acerca de la
existencia, fundamento y contenido de los de-
rechos humanos (Auger, 1949: 227-232)” (13).
Prosigue el autor, recordando que “en esta
conocida interpelación de la UNESCO a un
ilustre cuerpo de sabios (pensadores, políti-
cos y filósofos), participaron destacados in-
dividuos de la época, como Edward Hallett
Carr (presidente de la comisión), Aldous
Huxley (escritor y filósofo británico), Pierre
Teilhard de Chardin (paleontólogo y filóso-
fo francés), Bertrand Russell (matemático y
filósofo británico), Benedetto Croce (histo-
riador y político italiano), Salvador de Ma-
dariaga (diplomático y escritor español),
Rabindranath Tagore (poeta filósofo hindú),
Mahatma Gandhi (político y pensador hin-
duista) y Jacques Maritain. Cada uno dio su
respuesta a la encuesta enviada por el britá-
nico Julian Huxley a través del cuestionario
de abril de 1947” (14).
Como resultado de ello, “en julio ya había
recopilado las respuestas y preparado un
resumen sobre ellas, que pusieron a disposi-
ción de los redactores de la Declaración (…)
En noviembre, organizó su Segunda Confe-
rencia Internacional en la Ciudad de México
y correspondió a Jacques Maritain pronun-
ciar el discurso inaugural, el 6 de noviembre
de 1947. Ahí explicó que la organización de-
bía aspirar solo a conseguir convenios prác-
ticos, pero eficaces, en lugar de pretender
lograr acuerdos teóricos antes de iniciar sus
trabajos” (15).
V. La Segunda Conferencia de Naciones
Unidas en México 1947: el pensamiento de
Jacques Maritain
En cumplimiento al programa de 1947 de
la UNESCO, se celebró en la ciudad de Mé-
(13) PALLARES YARUR, P., “Una introducción a la re-
lación entre Jacques Maritain y algunos redactores nu-
cleares de la DUDH”, en Revista OpenInsight, 15 (2018),
p.178., citado en BERTOLINI, Patricio L., “La Declaración
Universal de los Derechos del Hombre: proyecciones y
desafíos en la filosofía contemporánea”, Pontificia Uni-
versidad Católica de Valparaíso, Chile. Recuperado en
https://maritain.cl/wp-content/uploads/2021/02/De-
claracion_Universal_PLB-1.pdf.
(14) Ibídem.
(15) Ibídem.
(16) “We meet at an extremely grave moment in world
history, a moment when, confronted by international ten-
sion and growing antagonisms, the dangers of which it
would be vain to belittle, vast sections of public opinion
are running the risk of allowing themselves to be obses-
sed by the spectre of catastrophe and of surrendering to
the belief that war is inevitable. The anguish of the peo-
ples breaks all bounds. In this world, crushed beneath
the burden of post-war distresses and under the leaden
weight of rival economic, political and ideological inte-
rests, shall not those consecrated to word of the mind,
those who feel the responsibility of such a mission, give
voice to the primitive instinct for preservation, to the im-
mense longing for peace and liberty, and to repudiation
of misery and death, which, despite a strange passivity
xico la “Segunda Conferencia: Conferencia
General de la Organización de las Nacio-
nes Unidas para la Educación, la Ciencia y
la Cultura”. A dicha reunión, llevada a cabo
entre el 6 de noviembre y el 3 de diciembre
de 1947, asistieron 37 Estados miembros y
27 organizaciones no gubernamentales in-
ternacionales.
Vale compartir parte de las fervientes pa-
labras del filósofo francés del Siglo XX, Ja-
cques Maritain, en el discurso de apertura
de la conferencia, ya que entendemos que
marcan con claridad tres puntos:
I) las razones contextuales que hacían
imperiosa una declaración de alcance uni-
versal;
II) las dificultades de obtener una carta de
derechos con proyección mundial;
III) dónde debemos buscar puntos comu-
nes para lograr ese cometido.
En las palabras reproducidas el 6 de no-
viembre de 1947, consideramos que des-
tacan las que refieren al contexto, al decir
que:
“Nos encontramos en un momento ex-
tremadamente grave de la historia mun-
dial, un momento en el que, enfrentados
a tensiones internacionales y a antagonis-
mos crecientes, cuyos peligros sería vano
menospreciar, vastos sectores de la opi-
nión pública corren el riesgo de dejarse
obsesionar por el espectro de la catástrofe
y de rendirse a la creencia de que la guerra
es inevitable. La angustia de los pueblos
rompe todos los límites. En este mundo,
aplastado bajo el peso de las angustias de
la posguerra y bajo el peso de plomo de los
intereses económicos, políticos e ideoló-
gicos rivales, los consagrados a la palabra
de la mente, los que sienten la respon-
sabilidad de tal misión, ¿no darán voz al
primitivo instinto de conservación, al in-
menso anhelo de paz y libertad, y al repu-
dio de la miseria y la muerte, que, a pesar
de una extraña pasividad más parecida a
la desesperación que a la fuerza del alma,
agitan las profundidades ocultas de las
mentes de los hombres? ¿No proclama-
rán que la resignación ante el desastre es
la peor de las locuras, que el miedo y sus
reflejos, cuando se ceden, atraen el peli-
gro más temido, que cuanto más dramáti-
ca es la situación de los pueblos, y cuanto
mayor es la claridad de visión que se exige
a los hombres de Estado, tanto más vigo-
rosamente debe denunciarse la idea de la
inevitabilidad de la guerra como una ren-
dición fatal de la inteligencia y la dignidad
humana? (16).
more akin to despair than to strength of soul, stir the hid-
den depths of men´s minds? Shall they not proclaim that
resignation to disaster is the worst of all follies, that fear
and its reflexes, when yielded to, attract the very danger
most dreaded, that the more dramatic the situation of
the peoples, and the greater the clarity of vision deman-
ded of statesmen, the more vigorously must the idea of
the inevitability of war be denounced as a fatal surrender
of human intelligence and dignity?”. El documento origi-
nal puede encontrarse en “Records of the General Con-
ference of the United Nations Educational Scientific and
Cultural Organization”. Second Session, México, 1947.
Vol. I. “Proceedings”, Paris 1948: https://digital.archives.
unesco.org/en/collection/governing-documents/detai-
l/71afd892-962f-11e8-8718-d89d6717b464/media/6d-
5f2b86-f719-8169-1b86-8a7bf8e32a3d.
(17) “At first sight there is something paradoxical about
UNESCO´s task, since it implies intellectual agreement
between men whose views of the world, of culture and
even of knowledge are different and even opposed. We
must, I think, look this paradox in the face: it is but an ex-
pression of the serious malaise prevailing in the intellec-
tual world of our time. Modern thought has been likened,
not without reason, to a Tower of Babel. Never, indeed,
were minds so profoundly, so sorely divided. As human
thought becomes broken up into more and more specia-
Lunes 11 de diciembre de 2023 | 3
En cuanto a las dificultades del cometido
de las Naciones Unidas, el filósofo señala
que:
“A primera vista, la tarea de la Unesco tiene
algo de paradójico, ya que implica un acuer-
do intelectual entre hombres que tienen vi-
siones del mundo, de la cultura e incluso del
conocimiento diferentes e incluso opuestas.
Esta paradoja no es más que una expresión
del grave malestar que reina en el mundo in-
telectual de nuestro tiempo. El pensamiento
moderno ha sido comparado, no sin razón,
con una torre de Babel. Nunca las mentes
han estado tan profundamente divididas.
A medida que el pensamiento humano se
fragmenta en departamentos cada vez más
especializados, se hace más difícil compren-
der las filosofías implícitas por las que cada
uno de nosotros está influenciado. Doctrinas
y creencias místicas, tradiciones mentales y
escuelas de pensamiento entran en conflic-
to, sin que ni siquiera sea posible para una de
ellas comprender lo que las otras intentan ex-
presar; la voz de cada una es un mero sonido
para sus compañeros de camino. Digamos lo
que digamos, no hay bases comunes para el
pensamiento especulativo; ya no tiene lengua
común. En estas circunstancias, ¿cómo ima-
ginar un acuerdo de voluntades entre hom-
bres reunidos precisamente para llevar a cabo
una tarea intelectual común, hombres que
proceden de los cuatro puntos cardinales del
planeta y que no solo pertenecen a culturas
y civilizaciones diferentes, sino que pertene-
cen a asociaciones espirituales y escuelas de
pensamiento antagónicas? ¿Debe un organis-
mo como la Unesco ceder y abandonar toda
declaración de ideas y principios comunes, y
contentarse con recopilar documentos y en-
cuestas, datos objetivos y estadísticas? ¿O, por
el contrario, debe intentar establecer una con-
formidad artificial de las mentes y fijar un de-
nominador doctrinal común que, en el curso
de los debates, podría disminuir y finalmente
desaparecer por completo?” (17).
En respuesta a esta incógnita, Maritain
concluye que “la solución, creo, debe bus-
carse en otra dirección. Porque, como he
dicho al principio de mi discurso, el objeti-
vo de la Unesco es un objetivo práctico, el
acuerdo entre las mentes puede alcanzarse
espontáneamente, no sobre la base de ideas
especulativas comunes, sino sobre ideas
prácticas comunes, no sobre la afirmación
de una misma concepción del mundo, del
hombre y del conocimiento, sino sobre la
afirmación de un cuerpo único de creencias
para orientar la acción. Sin duda, esto es
poco, pero es el último recurso del acuerdo
intelectual. Es, sin embargo, suficiente para
permitir que se emprenda una gran tarea, y
sería mucho cristalizar este cuerpo de con-
vicciones prácticas comunes” (18).
lized departments, it becomes more difficult to appre-
hend the implicit philosophies by which every one of us
is influenced willy-nilly. Doctrines and mystical beliefs,
mental traditions and schools thought conflict, without
its being even possible for one of them to understand
what the others are trying to express; the voice of each y
mere sound to its fellow-travelers on the road. Dig as we
may, there are no common foundations for speculative
thought; it has no longer any common tongue. In these
circumstances, how can we imagine and agreement of
minds between men who are gathered together precisely
in order to accomplish a common intellectual task, men
who come from the four corners of the globe and who not
only belong to different cultures and civilizations, but are
of antagonistic spiritual associations and schools of thou-
ght? Is an organism like UNESCO to give in and abandon
any declaration of common ideas and common princi-
ples, and to content itself with compiling documents and
surveys, factual data and statistics? Or should it, on the
contrary, attempt to establish an artificial conformity of
minds and to fix upon a common doctrinal denominator
which would be likely, in the course of discussion, to dimi-
nish and finally disappear altogether?”.
(18) “The solution, I think, must be sought in ano-
ther direction. Because, as I said at the beginning of my
speech, the goal of UNESCO y a practical goal, agree-
4 | Lunes 11 de diciembre de 2023
VI. El aporte de los países latinoamericanos
Además del incansable trabajo de la Co-
misión de Derechos Humanos, de la opinión
brindada por los sabios interpelados, del
aporte filosófico de Jacques Maritain en el
deslinde de la difícil tarea que Naciones Uni-
das tenía por delante, no podemos soslayar
la labor de los países latinoamericanos en la
consagración de una carta de derechos hu-
manos a escala global.
En efecto, en la iniciativa, inspiración y
final aprobación de esta Declaración Uni-
versal han tenido un lugar relevante los
países latinoamericanos. Señala al res-
pecto Mary Ann Glendon, profesora de la
Universidad de Harvard y exembajadora
de los Estados Unidos ante la Santa Sede:
“Después de la Segunda Guerra Mundial,
la idea de que entre los objetivos de las Na-
ciones Unidas pudiera incluirse la tutela
de los derechos humanos estaba muy lejos
de la mente de las grandes potencias. En el
borrador de la respuesta, los derechos hu-
manos solo se citaban una vez y de forma
accidental. La cuestión podía considerar-
se casi cerrada, pero, dos meses antes de
la Conferencia de San Francisco, que se
tuvo en abril de 1945, algunos miembros
de las delegaciones latinoamericanas ha-
bían participado en un encuentro del or-
ganismo predecesor de la Organización
de los Estados Americanos (OEA) en Cha-
pultepec (Ciudad de México), en el ámbito
del cual se invitó a los participantes en la
Conferencia de San Francisco a esforzarse
por incluir una declaración transnacional
de los derechos de la Carta de las Nacio-
nes Unidas. La decisión tomada en México
tuvo una amplia repercusión. Con ocasión
de la Conferencia de fundación de las Na-
ciones Unidas, el grupo latinoamericano y
caribeño constituía el bloque más amplio
de naciones, veinte entre cincuenta” (19).
Los países latinoamericanos participa-
ron activamente en la génesis de la Decla-
ración Universal de los Derechos Huma-
nos, aportaron como antecedente inme-
diato el texto de la Declaración Americana
que se anticipó seis meses a la Declaración
Universal y contribuyeron con un buen
caudal de votos para la aprobación final
del Documento.
La también llamada Declaración de Bogo-
tá fue el preludio de la Declaración Univer-
sal de los Derechos Humanos, de diciembre
de 1948. A través de la individualización ex-
presa de derechos, vino a completar, para la
comunidad americana, una reconocida de-
ficiencia de la Carta de las Naciones Unidas,
de 1945; la que, si bien reconocía fórmulas
sobre derechos humanos, blindaba, en po-
tencial desmedro de los derechos funda-
mentales, la soberanía nacional de las gran-
des potencias (20).
ment between minds can be reached spontaneously, not
on the basis of common speculative ideas, but on com-
mon practical ideas, not on the affirmation of one and the
same conception of the world, of man and of knowledge,
but upon the affirmation of a single body of beliefs for
guidance in action. No doubt, this is little enough, but it
is the last resort of intellectual agreement. It is, neverthe-
less, enough to enable a great task to be undertaken, and
it would be much to crystallize this body of common prac-
tical convictions”.
(19) GLENDON, M.A., “La aportación de los países de
América Latina a la Declaración Universal de los Dere-
chos Humanos”, L’Osservatore Romano, edición del 23-
5-08. Mary Ann Glendon también pone de manifiesto
este decisivo aporte en dos claros artículos. En el prime-
ro de ellos, titulado Un mundo nuevo: Eleanor Roosevelt
y la Declaración Universal de Derechos Humanos, la au-
tora relata el activismo de los países latinoamericanos
en la Reunión de San Francisco de 1945, en el cometido
de lograr una Carta de Derechos Humanos (recuperado
el 1 de agosto de 2023 en https://www.corteidh.or.cr/
tablas/31641.pdf). El segundo, bajo el título “El crisol
olvidado: influencia latinoamericana en la idea de los
VII. El rol de Charles Malik
En el avance cronológico de lo que fue la
aprobación de la DUDH, debemos destacar
el rol protagónico de Charles Malik, inte-
grante de la Comisión de Derechos Huma-
nos y relator de la misma.
Este filósofo y diplomático libanés no solo
fue miembro de la comisión y redactor de la
declaración, sino que ocupó un papel cen-
tral en lograr que el borrador de la DUDH
llegara a la Asamblea General de Naciones
Unidas, en diciembre de 1948.
Previo a ser sometida a votación ante la
Asamblea General, el borrador debía obte-
ner la aprobación en el Consejo Económico
y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC) y
en el Comité de Asuntos Sociales, Económi-
cos y Culturales (CESCR) —conocido como
“Comité Tres” —. Ello en un contexto mun-
dial de tensión por la ruptura de las relacio-
nes entre la Unión Soviética y el bloque de
occidente, en plena vigencia del bloqueo de
Berlín, una de las primeras manifestaciones
de la Guerra Fría.
En 1948 Charles Malik fue elegido pre-
sidente del Consejo Económico y Social
(ECOSOC) y el “Comité Tres”, donde tuvie-
ron lugar los debates más importantes sobre
la Declaración Universal. En ese cargo tuvo
participación activa para lograr contrarre-
loj la aprobación del borrador de lo que a la
postre sería la Declaración Universal de De-
rechos Humanos.
En palabras de Rainer Huhle, Malik fue
uno de los defensores de la universalidad
del documento, y “...describió la Declaración
Universal como ‘una poderosa, sonora, clara
y unánime declaración de las Naciones Uni-
das (…) no de un filósofo aficionado ni de un
jurista con buena fe (…) sobre lo que perte-
nece a cada ser humano por su condición
de humano’. La descripción queda abierta
intencionadamente para que pueda ser in-
terpretada según el derecho natural o como
resultado de un acuerdo: ‘El mensaje no pro-
viene de un determinado sistema legal, de
una determinada religión, de una determi-
nada cultura política, ni de una determina-
da filosofía de vida. El mensaje proviene del
conjunto de perspectivas de todos los siste-
mas, religiones, culturas y filosofías...” (21).
Para él, el proyecto político de redactar
un documento como esta Declaración, sig-
nificaba “un intento por restaurar el sentido
de responsabilidad, autenticidad y personal
dignidad del ser humano individual” (22).
Y es que si bien “la DUDH es una decla-
ración de principios. Incluso como tal no
es perfecta. Y no es perfecta porque no es
la creación de una sola persona. Si a Platón,
Santo Tomás o Leibniz le hubieran asignado
derechos humanos universales”, destaca la importante
participación latinoamericana en la Comisión de Dere-
chos Humanos de 1948, como el grupo más grande en
las Naciones Unidas, para posibilitar la votación ante la
Asamblea General del borrador que se convertiría en la
Declaración Universal de diciembre de ese mismo año
(artículo publicado en la revista Persona y Derecho de la
Universidad de Navarra, Vol. 50 (2004), ps. 103-123, re-
cuperado el 1 de agosto de 2023 en https://dadun.unav.
edu/handle/10171/14481). En el mismo sentido, puede
verse el trabajo de Paolo CAROZZA, “From Conquest to
Constitutions: Retrieving a Latin American Tradition of
the Idea of Human Rights”, Human Rights Quarterly, vol.
25, 2003, p. 281.
(20) El art. 2.7. de la Carta de las Naciones Unidas tex-
tualmente establece que: “Ninguna disposición de esta
Carta autorizará a las Naciones Unidas a intervenir en los
asuntos que son esencialmente de la jurisdicción interna
de los Estados, ni obligará; a los Miembros a someter di-
chos asuntos a procedimientos de arreglo conforme a la
presente Carta; pero este principio no se opone a la apli-
cación de las medidas coercitivas prescritas en el Capí-
tulo VII”.
la tarea de elaborar un documento de este
estilo, hubieran logrado una construcción
casi perfecta, lógica y estéticamente adecua-
da. La ausencia de perfección racional se ve
compensada por su alcance universal” (23).
En torno a este defensor de la dignidad
humana y de la libertad de conciencia y pen-
samiento, se ha dicho que “en el deseo por
alcanzar convenios prácticos para honrar la
dignidad compartida con otras personas, y en
su compromiso por seguirlos, Malik reconocía
la huella, tanto del deseo común de una vida
auténtica, como de una manifestación de la
naturaleza humana compartida” (24).
Es oportuno destacar que, a partir de una
intervención en el seno de la redacción del
relator de la Comisión Charles Malik, se hizo
hincapié en el término “persona” y no “indi-
viduo”, palabra repetida en numerosas ocasio-
nes en el documento. A él también le debe-
mos la influencia ejercida en la Comisión en
tren de lograr una Declaración que tienda al
equilibrio entre el individualismo y el colecti-
vismo.
Tal fue la importancia del Charles Malik
en la Declaración Universal de Derechos
Humanos, que fue elegido para presidir la
Comisión de Derechos Humanos entre los
años 1951 y 1952.
VIII. Firma de la Declaración
El 10 de diciembre de 1948 se sanciona la
“Declaración Universal de Derechos Huma-
nos”, cuyo preámbulo proclamaba que “la li-
bertad, la justicia y la paz en el mundo tienen
por base el reconocimiento de la dignidad
intrínseca y de los derechos iguales e inaliena-
bles de todos los miembros de la familia hu-
mana”, y en su art. 1 establecía que “todos los
hombres nacen libres e iguales en dignidad y
derechos”. Cabe recordar que la Declaración
Universal sobre los Derechos Humanos re-
sultó aprobada en la Asamblea General de la
ONU por 48 votos a favor, con la abstención
de ocho países: los seis del bloque soviético
(totalitarismo marxista), más Arabia Saudita
(fundamentalismo islámico) y Sudáfrica, en
donde entonces existía el régimen de “apar-
theid” (totalitarismo racista) (25).
Carlos Villán Durán ha sostenido que de
estas ocho abstenciones, siete “...se pueden
considerar ampliamente superadas tras el fin
de la guerra fría en 1989, lo que facilitó la ad-
hesión plena de los Estados pertenecientes al
entonces bloque socialista a los valores repre-
sentados por la DUDH y el fin del régimen del
apartheid en el África Meridional (26).
Sin embargo, “...fue muy significativa la
abstención de Arabia Saudí, pues expresó de
esa manera sus reservas a la DUDH, dictadas
por la tradición cultural musulmana en ma-
teria de religión y de vida familiar. Tal absten-
(21) HUHLE, Rainer, “Charles Habib Malik (1906
- 1987) Líbano”, recuperado en https://www.mens-
chenrechte.org/es/2008/09/29/charles-habib-ma-
lik-1906-1987-li%C2%ADbano/#:~:text=Malik%20
describi%C3%B3%20la%20Declaraci%C3%B3n%20
Universal,por%20su%20condici%C3%B3n%20de%20h-
umano%E2%80%9C., traducción del alemán de Álvaro
Martín Martín.
(22) MALIK, Charles Habib, “Human Rights and Re-
ligious Liberty”, The Ecumenical Review, vol. 1, núm. 4,
1949, p. 404. cit en PALLARES YABUR, Pedro de Jesús,
Un acuerdo en las raíces. Los fundamentos en la Declara-
ción Universal de Derechos Humanos. De Jacques Maritain
a Charles Malik, Universidad Nacional Autónoma de Mé-
xico - Instituto de Investigaciones Jurídicas, Serie Doctri-
na Jurídica, núm. 906, México, 2020.
(23) MALIK, Charles Habib, “Human Rights and Reli-
gious Liberty”, cit., p. 405.
(24) PALLARES YABUR, Un acuerdo en las raíces. Los
fundamentos en la Declaración Universal..., cit.
(25) Para Javier Roldán Barbero, estas abstencio-
nes “...revelaban la fractura Este-Oeste y, en concreto,
la disidencia del bloque soviético respecto a este códi-
ción se refuerza hoy con la presencia de 57
Estados en la Organización de la Conferencia
Islámica, que suscribieron la Declaración de
El Cairo sobre los Derechos Humanos en el
Islam, de 5 de agosto de 1990, algunas de cu-
yas disposiciones son de difícil compatibili-
dad con el DIDH” (27).
Más allá de las abstenciones, no hay que
restarle importancia a la inexistencia de vo-
tos negativos, pues hubiese minado en cierto
modo la pretendida universalidad del docu-
mento.
IX. El texto de la Declaración Universal
La temática amerita un enfoque particulari-
zado del texto, centrado en lo que podríamos
clasificar como cuatro puntos cardinales de la
Declaración:
A) El preámbulo; B) los derechos indivi-
duales (arts. 1º a 21º); C) los derechos socia-
les (arts. 22º a 30º); y D) los deberes (arts. 1º,
28º y 29º).
IX.1. Preámbulo
Al adentrarnos en el contenido de la De-
claración Universal de Derechos Humanos,
debemos necesariamente principiar su abor-
daje con las consideraciones que preceden a
la individualización de los treinta puntos que
conforman su articulado.
El preámbulo de la Declaración nos per-
mite conocer no solo sus motivaciones, sino
también los valores y principios que signan
el documento, al mismo tiempo que posibi-
lita descubrir las aspiraciones de la carta de
derechos (28).
In extenso, el segmento preambular reza:
“Considerando que la libertad, la justicia
y la paz en el mundo tienen por base el reco-
nocimiento de la dignidad intrínseca y de los
derechos iguales e inalienables de todos los
miembros de la familia humana; consideran-
do que el desconocimiento y el menosprecio de
los derechos humanos han originado actos de
barbarie ultrajantes para la conciencia de la
humanidad; y que se ha proclamado, como
la aspiración más elevada del hombre, el ad-
venimiento de un mundo en que los seres hu-
manos, liberados del temor y de la miseria,
disfruten de la libertad de palabra y de la li-
bertad de creencias; considerando esencial que
los derechos humanos sean protegidos por un
régimen de derecho, a fin de que el hombre no
se vea compelido al supremo recurso de la re-
belión contra la tiranía y la opresión; conside-
rando también esencial promover el desarro-
llo de relaciones amistosas entre las naciones;
considerando que los pueblos de las Naciones
Unidas han reafirmado en la Carta su fe en los
derechos fundamentales del hombre, en la dig-
nidad y el valor de la persona humana y en la
go de valores tildado de ser de rostro occidental, más
atento desde luego a los derechos civiles y políticos
que a los económicos, sociales y culturales reivindica-
dos por el comunismo” (ROLDÁN BARBERO, Javier, en
PRONER, Carol H., OLASOLO C., VILLÁN DURÁN G. &
RICOBOM C. B. (Coord.), “70º Aniversario de la Decla-
ración Universal de Derechos Humanos. La Protección
Internacional de los Derechos Humanos en cuestión”.
Recuperado en https://www.corteidh.or.cr/tablas/
r37948.pdf.
(26) VILLÁN DURÁN Carlos, “La obligatoriedad Jurí-
dica de la Declaración Universal”, en PRONER, Carol H.,
70º Aniversario, cit.
(27) Ibídem.
(28) Héctor Gros Espiell, Vicepresidente de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, ha sostenido que
el preámbulo de la DUDH está dotado de una grandeza
conceptual y política de la que la Declaración Americana
de Derechos y Deberes del Hombre carece. En GROS ES-
PIELL, Héctor, “Declaración Americana: raíces concep-
tuales y políticas en la historia, la filosofía y el derecho
americano”, recuperado en https://www.corteidh.or.cr/
tablas/R06857-2.pdf.

igualdad de derechos de hombres y mujeres; y
se han declarado resueltos a promover el pro-
greso social y a elevar el nivel de vida dentro de
un concepto más amplio de la libertad; consi-
derando que los Estados miembros se han com-
prometido a asegurar, en cooperación con la
Organización de las Naciones Unidas, el respe-
to universal y efectivo a los derechos y liberta-
des fundamentales del hombre; y considerando
que una concepción común de estos derechos
y libertades es de la mayor importancia para
el pleno cumplimiento de dicho compromiso;
La Asamblea General proclama la presente
Declaración Universal de Derechos Humanos
como ideal común por el que todos los pueblos
y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto
los individuos como las instituciones, inspi-
rándose constantemente en ella, promuevan,
mediante la enseñanza y la educación, el res-
peto a estos derechos y libertades, y aseguren,
por medidas progresivas de carácter nacional e
internacional, su reconocimiento y aplicación
universales y efectivos, tanto entre los pueblos
de los Estados miembros como entre los de los
territorios colocados bajo su jurisdicción”.
La transcripción tiene por finalidad dejar
en evidencia la riqueza moral que posee el
preámbulo de la Declaración. Una riqueza
que pregona por la libertad, la justicia y la paz,
y lo hace consciente de que esas metas solo
pueden ser logradas cuando la dignidad in-
trínseca de los miembros de la familia huma-
na está asegurada.
La igualdad entre las personas, la libertad
de expresión y creencias, y la promoción de
relaciones de amistad entre las naciones, son
metas a las que apunta el documento, en tren
de evitar futuras atrocidades como las sufridas
en la primera mitad del siglo XX.
Finalmente, se proclama la DUDH como
un ideal común para los pueblos y naciones,
quienes deben promover el respeto a los dere-
chos fundamentales consagrados, y asegurar
por medidas progresivas en el marco nacional
como en el internacional, la efectividad uni-
versal de los mismos.
El preámbulo sirve como fuente de inter-
pretación del documento, y también como
directriz del comportamiento, ya que implica
mandatos de acción y de omisión (29).
Con este prefacio se da paso a la enumera-
ción de los artículos que conforman la Decla-
ración Universal.
En el texto de la Declaración cabe distin-
guir los primeros veintiún artículos referidos a
derechos individuales (arts. 1-21) y los nueve
restantes referidos a derechos sociales (arts. 22-
30). Ellos constituyen la base y fundamento de
un nuevo modelo de convivencia nacional e
internacional que se propone, centrada en la
igual e inviolable dignidad de la persona hu-
mana. Se da origen así, a una nueva era jurídica
que se prolonga hasta nuestros días (30).
IX.2. Los derechos individuales
Los primeros veintiún artículos de la De-
claración constituyen un amplio y particula-
rizado despliegue de derechos individuales.
El vasto alcance de protección de la persona
humana está dado, en gran medida, por la
certera individualización de derechos funda-
mentales insoslayables.
A diferencia de lo que ocurre con la Decla-
ración Americana de Derechos y Deberes del
Hombre, la DUDH acierta en explayarse sobre
el contenido de los Derechos que tutela, en lu-
(29) Cfr. SAGÜÉS, Néstor Pedro, “Derecho Constitu-
cional”, Astrea, Buenos Aires, 2017, t. 1, p. 281.
(30) Cfr. SANTIAGO, Alfonso, “La dignidad de la per-
sona humana”, Ábaco, Buenos Aires, 2022, Cap. I.
(31) Para un estudio pormenorizado y actualizado
del tema, ver SANTIAGO, Alfonso, “La dignidad de la
persona humana. Fundamento del orden jurídico na-
gar de formular una consideración específica
de cada uno de ellos, delimitando en mayor
medida que la primera el alcance de la protec-
ción que pregona.
Vale aclarar que escapa al objeto del pre-
sente agotar el tratamiento de los derechos
enunciados por la DUDH, en tanto la finali-
dad perseguida es aportar una mirada concre-
ta y concisa sobre la mayoría de los derechos
enumerados, intentando encontrar puntos
entre estos.
- La dignidad como derecho fundamental
(art. 1º)
Podríamos decir que la finalidad principal
del documento es la dignificación de la per-
sona, ya sea a través del reconocimiento de
derechos y libertades individuales, mediante
la consagración derechos sociales, con la es-
pecificación de un comportamiento fraternal
y con determinados deberes, o bien, para es-
tablecer compromisos entre las naciones de
todo el mundo, en pro de crear condiciones
favorables a la efectividad de esa dignidad.
Ríos de tinta se han escrito sobre esta temá-
tica elemental sobre la que se apoya el orde-
namiento legal y constitucional de cada país, y
en la que se asienta también el orden jurídico
internacional, y el cometido de este acápite
se limita a exponer nociones básicas sobre la
cuestión (31).
La dignidad de la persona humana puede
ser caracterizada como: universal, personal,
igual, eminente, intrínseca e inherente, sus-
tancial y originaria, inviolable e intangible,
indisponible e irrenunciable (32).
La dignidad es la piedra elemental sobre la
que se asienta la vida de la persona, como in-
dividuo y como integrante de una comunidad.
El impacto del instrumento sobre la dignidad
es claro. Abarca, con términos amplios, una
importante paleta de aspectos de la realidad
individual y social, y apunta esa protección al
logro de una vida dotada de digno bienestar.
Esta amplitud requiere de suma prudencia
y responsabilidad por parte de quienes tienen
a su cargo reconocer, interpretar y aplicar el
derecho, a fin de no incurrir en extralimitacio-
nes o pasividades que, en definitiva, decanten
en su frustración.
Este es principio máximo del Derecho In-
ternacional de los Derechos Humanos, posee
un fundamento ontológico, y no es un obse-
quio ni una recompensa; resulta indiferente
si el portador de esa dignidad sabe o no que
la posee, viene ínsita con la hominidad de la
persona (33).
Se ha dicho con sobrados motivos que la
dignidad humana cumple tres graves funcio-
nes: 1) fundamenta el ordenamiento jurídico
positivo, para el cual sirve como medida de su
validez; 2) orienta la creación e interpretación
de las normas; y 3) es fuente integradora de
lagunas (34).
La inherencia de la dignidad a la condición
humana implica, necesariamente, su inde-
pendencia del reconocimiento expreso en
una carta de derechos nacional o internacio-
nal. Sin embargo, la realidad indica que el res-
peto y la satisfacción de los derechos huma-
nos que se encuentran bajo el amplio espectro
de la dignidad, obtienen un mayor manto de
protección cuando existe una consagración
expresa de dicho principio como norte máxi-
mo al que apunta todo el ordenamiento.
cional e internacional”, Ábaco, Buenos Aires, 2022.
(32) SANTIAGO, Alfonso, “La dignidad de la persona
humana...”, cit., ps. 69-71.
(33) GIALDINO, Rolando E., “Derecho internacional
de los derechos humanos”, Abeledo Perrot, Buenos Ai-
res, 2014, ps. 5-6.
(34) Ibídem, p. 22.
Si un país contrae obligaciones internacio-
nales de respeto y aseguramiento de la digni-
dad de las personas que se encuentren bajo su
órbita, se sujeta a no incurrir en acciones que
impliquen en algún modo una violación a esa
dignidad, y asume también el deber de adop-
tar medidas activas tendientes al logro de ese
fin. El incumplimiento verificado conllevará
inexorablemente la responsabilidad interna-
cional del país.
Si, en cambio, la obligación no se postula
en el marco de un tratado internacional, que
muestre como contracara a su inobservan-
cia la responsabilidad internacional, y se la
formula como una declaración conjunta de
voluntades de distintas naciones del mundo,
también ello cristaliza un aporte enorme en
resguardo de la dignidad humana. Tan así es
que, como veremos al analizar el valor jurídi-
co de la DUDH, la proclamación de una carta
de derechos con votos favorables de naciones
de todas partes del globo implica la exteriori-
zación de un entendimiento común intercon-
tinental de condiciones básicas que hacen a la
existencia de una vida digna.
Hay derechos elementales que no deben ser
transgredidos, y cuya protección debe buscar-
se fervientemente, si no queremos repetir lo
oscuro de nuestra historia, y reincidir en las
atrocidades que signaron a las dos primeras
guerras mundiales.
La paz mundial, el bien individual y el bien
común solo son posibles cuando partimos de
la base de la irrenunciable dignidad humana.
El derecho a la vida (art. 3º)
El derecho a la vida es considerado como
uno de los derechos más fundamentales, en
tanto la existencia de la persona es el presu-
puesto del goce de los demás derechos.
Se ha dicho con claridad que, conforme a la
jurisprudencia de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, el derecho a la vida “...im-
pone al estado nacional tanto deberes negati-
vos (no atentar arbitrariamente contra la vida
de nadie), como positivos, a saber: a) ‘todas las
medidas apropiadas’ para proteger, respetar y
preservar el derecho a la vida de los habitantes
(‘Comunidad Xámok Kásek, 189); b) estable-
cer un marco normativo que disuada cual-
quier amenaza al derecho a la vida, producida
por agentes públicos o privados, y c) desarro-
llar un sistema de justicia capaz de investigar,
castigar y dar reparación por la privación de
la vida cometida por agentes estatales o par-
ticulares,, todo ello dentro del marco de un
régimen práctico y efectivo (‘Zambrano Vélez’,
79 a 81; ‘Niños de la calle’, 144; ‘Masacres de
Ituango’, 129, etcétera). Si hubiera impunidad,
ello implica una violación al deber de prevenir
(‘Velázquez Rodríguez’, 175)” (35).
Cabe asignarle a este derecho la dimensión
más amplia, es decir, aquella que refiera a una
vida con dignidad, lo que resulta congruente
con el derecho al bienestar reconocido en el
art. 25 de la misma DUDH.
Para Quiroga Lavié, este derecho “no solo
se refiere a la protección de la mera existen-
cia biológica de la persona, también supone
la tutela de una existencia digna (material y
espiritual) y, por ende, tiene múltiples ma-
nifestaciones que abarcan cada momento
de la vida, desde su comienzo hasta su final.
Tiene como correlato dos deberes: el negati-
vo de abstenerse a atentar contra la vida por
los particulares o el Estado (…), y el positivo
en sus dos aspectos: por obligaciones de dar
(35) SAGÜÉS, Néstor Pedro, “Derecho Constitucio-
nal”, cit., T. 3, p. 72.
(36) QUIROGA LAVIÉ, Humberto, “Derecho Constitu-
cional Argentino”, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2009, T. I,
p. 136.
(37) SAGÜÉS, Néstor Pedro, “Derecho Constitucio-
nal”, cit., T. 3, p. 318.
Lunes 11 de diciembre de 2023 | 5
a través de la provisión de prestaciones que
la aseguren, también por particulares (fami-
lia y sociedad) y por el Estado, y por obliga-
ción estatal de hacer...” (36).
De tal manera, la vida de bienestar que pro-
mueve la Declaración involucra prestaciones
básicas que deben ser aseguradas por el Esta-
do; salud, vestimenta, alimentación, vivienda
y educación, aparecen como los primeros as-
pectos elementales para aproximarnos a una
existencia digna.
Una interpretación textual, lógica y teleo-
lógica de este artículo lleva a la protección de
la vida de toda persona desde la concepción
hasta la muerte natural, tutelando también el
derecho del grupo más vulnerable de todos: el
de las personas por nacer.
El derecho a la igualdad (art. 1º, 2º, 7º)
El tutelaje de la igualdad en la DUDH se
encuentra exteriorizada de tres maneras: en
términos generales (art. 1º), como no discri-
minación (art. 2º), y como la equiparación de
todas las personas ante la ley (art. 7º).
La primera de ellas conecta con la dignidad
y los derechos. Todas las personas son iguales
en dignidad y en derechos, por tanto, no hay
sujetos “más dignos” y sujetos “menos dig-
nos”. No se establecen órdenes jerárquicos en
materia de dignidad o de derechos fundamen-
tales, y esto se justifica por una razón básica:
ningún ser humano puede imponerse sobre
otro so pretexto de un “mayor rango” de digni-
dad; el sometimiento y desconocimiento de la
dignidad de las personas bajo el —demente—
discurso de una supuesta superioridad, fue el
motor impulsor de las inhumanidades lleva-
das a cabo en la Segunda Guerra Mundial.
En refuerzo a este pensamiento, es dable
aportar que “La igualdad ante la ley es pre-
sentada por la Corte Interamericana como un
‘principio fundamental’, sobre el que descansa
todo el andamiaje jurídico del orden público
nacional e internacional, incluso aplicable
a cualquier Estado, independientemente de
que haya firmado o no compromisos interna-
cionales, puesto que configura una regla de
ius cogens, o derecho imperativo, tanto para
los estados como para los particulares (OC18,
101). Deriva directamente de la unidad de na-
turaleza del género humano y es inseparable
del a dignidad esencial de la persona. Por ello,
es incompatible con el trato privilegiado a un
grupo considerado como superior o con el
comportamiento hostil hacia un sector juzga-
do como inferior (OC 4/84, 55)” (37).
Deviene necesario recordar las palabras de
Jacques Maritain, en la Segunda Conferen-
cia de la UNESCO, en México, 1947, al decir
que “...debido a la igualdad esencial de los
hombres, los prejuicios raciales, de clase o
de casta y la discriminación racial constitu-
yen una afrenta a la naturaleza humana y a
la dignidad personal y una amenaza crucial
para la paz (38).
Para los Estados, la protección del dere-
cho a la igualdad engloba obligaciones ne-
gativas, consistentes en no incorporar en el
ordenamiento jurídico nacional cláusulas
discriminatorias, y positivas, que versan
sobre las acciones a tomar ante situaciones
discriminatorias o inequitativas existen-
tes (39).
También es oportuno acudir a la Proclama-
ción de Teherán, en la Conferencia de 1968,
donde se postuló que: “es preciso lograr que
(38) “...that because of the essential equality of men,
racial, class or caste prejudices and racial discrimina-
tion are an affront to human nature and to personal
dignity and are a crucial threat to peace”.
(39) Ibídem.
6 | Lunes 11 de diciembre de 2023
los pueblos del mundo se den cuenta cabal
de los males de la discriminación racial y se
unan para combatirlos. La aplicación de este
principio de no discriminación, consagrado
en la Carta de las Naciones Unidas, la Declara-
ción Universal de Derechos Humanos y otros
instrumentos internacionales en materia de
derechos humanos, constituye una tarea ur-
gentísima de la humanidad, tanto en el plano
internacional como en el nacional. Todas las
ideologías basadas en la superioridad racial
y en la intolerancia deben ser condenadas y
combatidas”.
Que todas las personas sean iguales en dig-
nidad y derechos conlleva un entendimiento
humano distinto al que podemos encontrar
en la época en países como Arabia Saudita
(fundamentalismo islámico) y Sudáfrica (se-
gregación racial por el régimen del “Aphar-
teid”). En el primero, los derechos en función
del género de la persona están lejos de ser
igualitarios, con un rol de la mujer relegado
al servicio del hombre; en el segundo, la raza
aparece como el límite que impide lograr la
equiparación entre todos los individuos. No
por nada, ambos países se abstuvieron en la
votación de la DUDH.
La libertad (art. 1º, 3º, 4º, 5º, 13º, 16º, 18º,
19º, 20º)
La Declaración Universal protege la libertad
con una amplitud de enfoques, tales como:
libertad en términos generales (art. 1º); liber-
tad y seguridad (art. 3º); libertad como pro-
hibición de esclavitud (art. 4º); libertad como
prohibición de torturas (art. 5º); libertad de
traslado y circulación (art. 13º); libertad de ex-
presión y acceso a la información (art. 19º); y
libertad de reunión y asociación (art. 20º). La
Declaración no se agota en esta enumeración,
sino que tutela además la libertad de pen-
samiento, conciencia y religión (art. 18º), que
aquí tendrá un abordaje independiente.
Este derecho fundamental aparece en tér-
minos generales como la aptitud para actuar
conforme la voluntad, dentro del marco de
respeto a los derechos ajenos; esto último,
con base en que la libertad no es ilimitada,
sino que debe ejercerse en comportamiento
fraternal hacia los otros. La libertad, en tér-
minos negativos, se correspondería con la
ausencia de obstáculos o impedimentos.
Sin embargo, el articulado de la Declaración
no solo se ocupa de la libertad física, sino
que en su amplio espectro tutela la libertad
intelectual y también la moral.
Incorporamos la seguridad en este acápite
en tanto entendemos que la seguridad pú-
blica es un presupuesto para el libre ejercicio
de los derechos sin perturbaciones. El Estado
debe cumplir un rol preventivo y represivo en
materia de delincuencia, para que las liberta-
des no sean ilusorias.
Siguiendo a Gelli, la libertad de expresión
constituye uno de los derechos sustantivos,
naturales e inalienables de la persona, a lo que
agrega que “integra, por ello, el haz de dere-
chos-facultades, de la primera generación
del constitucionalismo desarrollado en el si-
glo XIX, que los reconoce anteriores al Estado
y manifestación de la libertad más profunda
de la criatura humana a expresar y comuni-
car —o no hacerlo— ideas, pensamientos,
(40) GELLI, María Angélica, “Constitución de la Na-
ción Argentina”, La Ley, Buenos Aires, 2018, T. I, p. 165.
(41) Ibídem, ps. 165-166.
(42) Recordemos el cuerpo de leyes alemanas deno-
minado “Leyes de Núremberg” de 1935. En ellas, se de-
terminaba la necesidad de identificar la ascendencia
racial de todo habitante de Alemania, para luego aplicar
las medidas civiles aberrantes en contra de todo el pue-
blo judío. Estas medidas se proyectaban en: la prohibi-
ción de contraer matrimonio con alemanes; poseer ciu-
dadanía alemana; ocupar cargos públicos; entre otras
tantas. Básicamente, se apuntaba a deshumanizar me-
diante la discriminación al pueblo “no ario”, con miras a
opiniones, críticas y, hasta donde la misma
persona lo determine, el núcleo de su propia
interioridad...” (40).
Es que “...la libertad expresiva contiene un
valor adicional, pues, además de fortalecer
la libertad y la dignidad personales, favorece
el descubrimiento de la verdad en cualquier
ámbito y materia, mediante la práctica del li-
bre debate. Así pues, la segunda justificación
de la libertad expresiva es de tipo social. Se
basa en el provecho de la libre controversia
para alcanzar la verdad sobre toda cuestión,
y en cómo se fortalecen las ideas cuando es-
tas deben someterse al juicio crítico de los
contradictores. Como lo señalara J.S. Mill, hay
una gran diferencia en creer que una idea es
verdadera porque no ha podido ser refutada
cada vez que se la puso a prueba y suponer
que, como es verdadera, no debe permitirse la
posibilidad de su refutación (41).
Libertad de pensamiento, conciencia y reli-
gión (art. 18º)
La DUDH consagra la libertad de manifes-
tar, practicar y enseñar la religión o creencia,
en público o privado, a lo que le incluye el de-
recho a cambiar de religión o de creencia.
La libertad religiosa es, probablemente, uno
de los derechos más transgredidos antes y du-
rante la Segunda Guerra Mundial (42). La per-
secución sufrida por millones de seguidores
del judaísmo sigue siendo una de las páginas
más lúgubres de la historia de la humanidad.
Era imperioso que la Declaración reivindi-
que este derecho fundamental, en la amplitud
y de la manera que lo hace. La dignidad de la
persona, sin la garantía de poder practicar su
religión o creencia, no puede considerarse
respetada.
En palabras de Jacques Maritain durante la
ya citada Segunda Conferencia de México de
1947: “...que los hombres de diferentes credos
y diferentes asociaciones espirituales deben
reconocer mutuamente sus derechos como
conciudadanos en la comunidad civilizada;
que, por el bien común, es deber del Estado
respetar la libertad religiosa y la libertad de in-
vestigación...” (43).
Vale rememorar aquí que, en el marco de la
redacción por parte de la Comisión de Dere-
chos Humanos, Malik propuso una referencia
expresa a Dios en el artículo 1º, pero fue Cassin,
seguido por otros miembros de la Comisión,
quienes no siguieron la propuesta, bajo el argu-
mento de que ello podría entorpecer la acep-
tación universal del documento. Precisamente,
la libertad religiosa en los términos propuestos
por la Declaración Universal busca establecer
un terreno donde todas las creencias puedan
ser sostenidas y ejercidas sin mayores ataduras
que los demás derechos, libertades y deberes
consagrados en el mismo documento.
El derecho en cuestión “no se limita a pro-
teger la exteriorización religiosa de una creen-
cia en forma individual o con otros; también
implica la facultad de asociación religiosa en
comunidades de ese tipo, la prohibición de
ser obligado a profesar un culto determinado
o culto alguno, y, correlativamente, la autono-
mía en la elección de una creencia religiosa o
para no aceptar ninguna” (44).
naturalizar progresivamente la idea de su exterminio.
(43) “...that men of different creeds and different spi-
ritual associations must recognize mutually their rights
as fellow-citizens in the civilized community; that, for the
common good, it is the duty of the State to respect reli-
gious liberty and freedom of research...”
(44) QUIROGA LAVIÉ, Humberto, cit., p. 220.
(45) Misa del 12 de agosto de 2020. El resumen y ex-
tracto pueden consultarse en: https://www.vaticannews.
va/es/papa/news/2020-08/catequesis-papa-francis-
co-audiencia-general-12-agosto-2020.html#:~:tex-
t=El%20Santo%20Padre%20afirm%C3%B3%20que,-
de%20Dios%20Uno%20y%20Trino.
Cabe acudir a las palabras del Papa Francis-
co al recordar, citando la Constitución Pasto-
ral Gaudium et spes del Concilio Vaticano II,
que “la dignidad humana es inalienable, por-
que ha sido creada a imagen de Dios”, funda-
mento de toda la vida social y determina los
principios operativos. En la cultura moderna,
“la referencia más cercana al principio de la
dignidad inalienable de la persona es la De-
claración Universal de los Derechos del Hom-
bre”. El Santo Padre afirmó que “los derechos
no son solo individuales, sino también socia-
les, de los pueblos y de las naciones”; el ser hu-
mano en su dignidad personal es un ser social
creado a imagen de Dios Uno y Trino (45).
El articulado busca, alzando la bandera de
la libertad en el plano de las creencias, que los
pueblos del mundo se desprendan de la into-
lerancia que tanto daño les ha hecho.
Al decir de John Stuart Mill “los grandes es-
critores a los cuales debe el mundo la libertad
religiosa que posee han afirmado la libertad
de conciencia como un derecho inviolable y
han negado, absolutamente, que un ser hu-
mano pueda ser responsable ante otros por su
creencia religiosa.” (46).
En el reconocimiento de este derecho
fundamental de la libertad religiosa encon-
tramos otro escollo para la aceptación de la
DUDH por parte de algunos países que se
abstuvieron en la aprobación del documen-
to. Como se referirá al abordar el impacto del
documento, sería incompatible con las ba-
ses mismas del fundamentalismo islámico
tolerar otra religión o creencia, y menos aún,
admitir el cambio de una religión hacia otra.
Derecho a la personalidad jurídica (art. 6º)
Está vinculado con la dignidad de la perso-
na, con la identidad, y con el derecho natural
de ser sujeto de derecho, titular de derechos y
deberes. Han existido a lo largo de la historia
negaciones de este derecho, siendo los escla-
vos y muertos civiles los casos más caracterís-
ticos (47).
Conforme lo expone Sagüés: “el derecho a
la personalidad jurídica es inherente al ser hu-
mano y no puede ser derogado en ningún mo-
mento por el Estado (…) Este debe crear las
condiciones que permitan su ejercicio, espe-
cialmente, en casos de personas y grupos en
situación de vulnerabilidad, marginalización
y discriminación, para lo cual debe agilizar los
procedimientos de registro civil que permitan
expedir los documentos de identificación de
las personas...” (48).
Consideramos que la personalidad jurídica,
la identidad y la nacionalidad (consagrada en
el art. 15º de la DUDH) forman un trípode en
el que: la primera posibilita ser sujeto de dere-
cho y deberes; la segunda permite a la perso-
na “ser uno mismo” y “no ser confundido con
los otros, y puede ser entendido en el sentido
de conservar lo que uno ha sido (modo está-
tico) o como el derecho a asumir nuevas con-
diciones o a cambiar las actuales (modo diná-
mico) (49); y la última, da nacimiento a dere-
chos y obligaciones cívicas de participación
en la sociedad, al mismo tiempo que implica
la pertenencia a una determinada comunidad
e identifica al ser humano con determinados
valores propios de esa sociedad.
(46) STUART MILL, John, “Sobre la libertad”, Bibliote-
ca de los grandes pensadores, Barcelona, España, 2004,
ps. 65-66, Traducción de Pablo de Azcárate.
(47) SAGÜÉS, Néstor Pedro, cit., T. 3, ps. 113-114.
(48) Ibídem, p. 114.
(49) Ibídem, p. 115.
(50) “Artículo 25. Protección Judicial:1. Toda persona
tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier
otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales compe-
tentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos
fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la
presente Convención, aun cuando tal violación sea come-
tida por personas que actúen en ejercicio de sus funciones
Recurso judicial efectivo (art. 8º)
El reconocimiento expreso de derechos
debe estar necesariamente acompañado de
herramientas que permitan, ante su transgre-
sión, el cese de su inobservancia, la recom-
posición de la situación a un estado anterior
o el resarcimiento por el daño sufrido. Para
ese objetivo es indispensable contar con un
recurso judicial sencillo y efectivo que ampare
a las personas ante actos violatorios de sus de-
rechos fundamentales.
Este derecho presupone el acceso a la justi-
cia y el derecho a ser oído, pero no de cualquier
forma, sino con proyecciones de efectividad
de la intervención del órgano judicial. Esto
no solo implica que la decisión que dirima la
cuestión deba ser adoptada por un organismo
competente, independiente e imparcial, sino
que sea atendida en tiempo razonable, con
miras a que no se produzca un daño irrepara-
ble o se incurra en un pronunciamiento sobre
un conflicto devenido abstracto.
El artículo 25º de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos expone con clari-
dad nociones relativas a lo que implica un re-
curso judicial efectivo (50) y el fallo de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos en el
Caso Cantos Vs. Argentina (51) es ilustrativo
respecto de la extensión de este derecho fun-
damental.
Así, en el párrafo 52 se señala que: “el ar-
tículo 25 de la Convención también consagra
el derecho de acceso a la justicia. Al analizar
el citado artículo 25 la Corte ha señalado que
este establece la obligación positiva del Es-
tado de conceder a todas las personas bajo
su jurisdicción un recurso judicial efectivo
contra actos violatorios de sus derechos fun-
damentales. Y ha observado, además, que la
garantía allí consagrada se aplica no solo res-
pecto de los derechos contenidos en la Con-
vención, sino también de aquellos que estén
reconocidos por la Constitución o por la ley.
La Corte ha señalado, asimismo, en reiteradas
oportunidades, que la garantía de un recurso
efectivo “constituye uno de los pilares básicos,
no solo de la Convención Americana, sino del
propio Estado de Derecho en una sociedad
democrática en el sentido de la Convención”,
y que para que el Estado cumpla con lo dis-
puesto en el artículo 25 de la Convención no
basta con que los recursos existan formal-
mente, sino que los mismos deben tener efec-
tividad, es decir, debe brindarse a la persona
la posibilidad real de interponer un recurso
que sea sencillo y rápido. Cualquier norma o
medida que impida o dificulte hacer uso del
recurso de que se trata constituye una viola-
ción del derecho al acceso a la justicia, bajo la
modalidad consagrada en el artículo 25 de la
Convención Americana” (52).
En igual sentido, el fallo de la CIDH en el
caso “Forneron e Hija vs. Argentina” (53), nos
aporta luces en torno a la noción de plazo ra-
zonable, al explicar en un párrafo 66 que: “El
derecho de acceso a la justicia debe asegurar
la determinación de los derechos de la perso-
na en un tiempo razonable. La falta de razo-
nabilidad en el plazo constituye, en principio,
por sí misma, una violación de las garantías
judiciales. En ese sentido, la Corte ha conside-
rado los siguientes elementos para determi-
nar la razonabilidad del plazo: a) complejidad
oficiales. 2. Los Estados partes se comprometen: a. a ga-
rantizar que la autoridad competente prevista por el sis-
tema legal del Estado decidirá sobre los derechos de toda
persona que interponga tal recurso; b. a desarrollar las
posibilidades de recurso judicial, y c. a garantizar el cum-
plimiento, por las autoridades competentes, de toda deci-
sión en que se haya estimado procedente el recurso”.
(51) Sentencia de 28 de noviembre de 2002, TR LALEY
AR/JUR/3416/2002.
(52) Recuperado en https://www.corteidh.or.cr/docs/
casos/articulos/seriec_97_esp.pdf.
(53) Sentencia del 27 de abril de 2012, TR LALEY AR/
JUR/27523/2012.

del asunto; b) actividad procesal del interesa-
do; c) conducta de las autoridades judiciales, y
d) afectación generada en la situación jurídica
de la persona involucrada en el proceso” (54).
Debido proceso (arts. 9º, 10º y 11º)
Lawrence Tribe (55), citado por Eduardo
Oteiza (56), explica que “...es posible justifi-
car la idea de debido proceso como un valor
intrínseco, ya que confiere a los individuos o
grupos contra los cuales las decisiones guber-
namentales operan la chance de participar
en el proceso en el cual esas decisiones son
tomadas; esa oportunidad significa un reco-
nocimiento de la dignidad de las personas
que participan de dicho proceso. El debate
procesal representa un valor de interacción
humana en el cual la persona afectada expe-
rimenta al menos la satisfacción de participar
en la decisión que vitalmente le concierne y la
expectativa de recibir una explicación de las
razones sobre la decisión que la afecta. El indi-
viduo pasible de coacción no es manipulado,
sino que es partícipe de un diálogo en el que
se lo trata de convencer —así como él trata de
convencer de la posición contraria— sobre la
procedencia del acto de coacción”.
Esta reflexión recuerda en gran medida a las
enseñanzas de Nino, al referir que “...hay dos
justificaciones principales de la necesidad de
interponer un proceso contra la privación de
un bien y el individuo que es objeto de ella:
la primera, que este autor favorece, aduce un
valor intrínseco en el hecho de que el indivi-
duo pasible de coacción no sea simplemente
manipulado, sino que sea partícipe de un diá-
logo en el que se lo trata de convencer —así
como él trata de convencer de la posición
contraria— sobre la justificabilidad del acto
de coacción. Ello implica respetar la dignidad
de la persona, considerándola capaz de valo-
rar y participar de la búsqueda conjunta de la
verdad” (57).
Prosigue el autor sosteniendo que “el otro
enfoque del debido proceso le adjudica un
valor instrumental, como un mecanismo ade-
cuado para asegurar que las leyes sean aplica-
das en forma imparcial y ecuánime” (58).
Para finalmente concluir que “en realidad
los dos enfoques se complementan mutua-
mente y reflejan diversos aspectos que hacen
al debido proceso central en la democracia
liberal: por un lado, el hecho de que un acto
que puede implicar, prima facie, la infracción
de un derecho debe hacerse con los máximos
recaudos de que se den las condiciones que lo
hacen justificable; por el otro, la circunstan-
cia de que en la justificación de ese acto de
coacción debe participar el individuo que es,
o puede ser, destinatario de él... también en la
discusión sobre la procedencia de la privación
en el caso particular” (59).
Se ha postulado que de una comparación
entre la Declaración Americana de Derechos
y Deberes del Hombre y la Declaración Uni-
versal de Derechos Humanos, surge que el
debido proceso defendido por esta última se
encuentra dotado de mayor especificidad y
nitidez, a la hora de traslucir el concepto de
igualdad de las partes en disputa y las nocio-
nes de independencia e imparcialidad (60).
Si pensamos en el debido proceso desde
esta mirada, o desde una visión sustantiva,
(54) Recuperado en https://corteidh.or.cr/docs/ca-
sos/articulos/seriec_242_esp.pdf.
(55) En su famosa obra American Constitutional Law,
2º ed., Mineola, The Foundation Press, New York, 1988,
ps. 666 y ss.
(56) OTEIZA, Eduardo, “El debido Proceso”, en ARA-
ZI, Roland (et al), Debido Proceso, Rubinzal-Culzoni,
Santa Fe, 2003, ps. 7-8.
(57) NINO, Carlos S., “Fundamentos del Derecho
Constitucional”, Astrea, Buenos Aires, 2017, ps. 446-
447.
(58) Ibídem.
podemos denotar con qué flagrancia esta re-
gla fue violentada durante las atrocidades co-
metidas contra las víctimas de los dos conflic-
tos bélicos mundiales del siglo XX.
El debido proceso como reconocimiento de
la dignidad humana implica estar dotado de
su universalidad, inherencia e irrenunciabi-
lidad. Muestra de ello es que los altos líderes
nazis tuvieron acceso a este derecho funda-
mental, en los mundialmente conocidos Jui-
cios de Núremberg.
Matrimonio y familia (art. 16º)
Consideramos que el derecho a contraer
matrimonio y formar una familia constituye
una manifestación de la libertad, al hacer foco
en el consentimiento. Es la posibilidad —y no
la obligación— de llevar a cabo este proyecto
lo que lo caracteriza como una libertad en la
elección de vida.
Más allá de ello, siendo la institución fami-
liar uno de los núcleos fundamentales que
mueven a la sociedad, la DUDH pone énfasis
en su protección.
La tutela de este derecho se refuerza por su
vinculación con la libertad, la igualdad y la no
discriminación. Por ello se establecen un mar-
co irrestricto de ejercicio, que desconoce dife-
rencias de raza, nacionalidad y religión.
El consentimiento, como elemento confor-
mante de la voluntad (además, libre e inten-
cionada), ocupa un rol central en el recono-
cimiento de este derecho.
El enfoque de personas iguales en raza y
libertad de consentimiento explica también
por qué regímenes como los de Sudáfrica
(“Apartheid”) y Arabia Saudita (Fundamenta-
lismo Islámico) no adscribieron a propuestas
como la que aquí analizamos.
Derecho a la propiedad (art. 17º)
Se trata de un derecho fundamental básico,
fuertemente vulnerado durante la Segunda
Guerra Mundial. El pueblo judío fue despoja-
do de todas sus pertenencias y expulsados de
sus hogares, en el desarrollo del plan del régi-
men nacionalsocialista; dicha circunstancia
despierta la necesidad de reafirmar la propie-
dad como derecho, tanto en el plano indivi-
dual como colectivo, y prohibir toda privación
arbitraria de ella.
Gelli afirma que la Corte Suprema de Justi-
cia de la Nación expandió el derecho de pro-
piedad más allá de los límites de los derechos
reales, y en el precedente “Bourdieu c/ Mu-
nicipalidad de la Capital” (61), sostuvo que el
término “propiedad” conforme el orden cons-
titucional argentino, “...comprende todos los
intereses que un hombre puede poseer, fuera
de sí mismo, fuera de su vida y de su libertad
y se integra con todos los derechos que tengan
un valor reconocido, ya sea que surjan de las
relaciones de derecho privado o de actos ad-
ministrativos” (62).
La propiedad intelectual, como creación de
producciones científicas, literarias o artísticas,
también es tutelada por el artículo 27 de la
DUDH, a tenor de lo cual los intereses mate-
riales y morales de sus autores se encuentran
bajo el manto de protección del documento.
(59) Ibídem.
(60) OTEIZA, Eduardo, cit., p. 10.
(61) Fallos 145:307 (1925).
(62) GELLI, María Angélica, cit., T. I, p. 348.
(63) Fallos 247:646 in re “Fernández Arias c/Poggio”
(año 1960), en esp. Consid. 22. Criterio que fue reite-
rado numerosas veces por el Tribunal (Fallos 314:595,
entre otros) y que mantiene también después de la re-
forma constitucional de 1994 (Fallos 325:428, entre
otros); citado en RECALDE, María Cecilia, cit.
(64) Cfr. SANTIAGO, Alfonso, “El derecho constitu-
cional de las políticas públicas”, LA LEY, 2015-F, 699,
IX.3. Derechos sociales
Derecho a la seguridad social (art. 22º)
El artículo en cuestión proclama que “Toda
persona, como miembro de la sociedad, tiene
derecho a la seguridad social, y a obtener, me-
diante el esfuerzo nacional y la cooperación
internacional, habida cuenta de la organiza-
ción y los recursos de cada Estado, la satisfac-
ción de los derechos económicos, sociales y
culturales, indispensables a su dignidad y al
libre desarrollo de su personalidad”.
Entendemos necesario hacer un correla-
to de este artículo con el anterior artículo 67,
inciso 16 de la Constitución Nacional de Ar-
gentina (actual artículo 75, inciso 19), pues
encuentra sus semejanzas.
Traemos a colación en este punto que el ar-
tículo 75, inciso 19 de la Constitución Argenti-
na, establece en cabeza del Estado (Congreso)
el “Proveer lo conducente al desarrollo huma-
no, al progreso económico con justicia social,
a la productividad de la economía nacional, a
la generación de empleo, a la formación pro-
fesional de los trabajadores, a la defensa del
valor de la moneda, a la investigación y al de-
sarrollo científico y tecnológico, su difusión y
aprovechamiento”.
A partir de ello, podemos recordar lo afir-
mado por la Corte Suprema de Justicia de
la Nación Argentina en el caso “Fernández
Arias”, al decir que “...es falsa y debe ser des-
echada la idea de que la prosperidad general,
buscada a través de los medios del artículo 67,
inciso 16, de la Constitución Nacional, cons-
tituye un fin cuya realización autoriza a afec-
tar los derechos humanos o la integridad del
sistema institucional vigente. El desarrollo y
el progreso no son incompatibles con la ca-
bal observancia de los artículos 1º y 28 de la
Constitución Nacional, sino que, por el con-
trario, deben integrarse con estos, de modo tal
que la expansión de las fuerzas materiales y
el correlativo mejoramiento económico de la
comunidad sean posibles sin desmedro de las
libertades y con plena sujeción a las formas de
gobierno dispuestas por la Ley Fundamental.
Porque, para esas normas y esa conciencia,
tan censurables son los regímenes políticos
que niegan el bienestar a los hombres como
los que pretenden edificarlo sobre el despre-
cio o el quebrando de las instituciones” (63).
Hay que destacar que el entendimiento del
orden económico constitucional ha mutado
de un “Estado de Bienestar” hacia un “Esta-
do subsidiario”, dentro del cual “...el concepto
de bien común político nos permite dar a las
políticas públicas el lugar que realmente les
corresponde en el diseño político y constitu-
cional de un Estado: no solo vivimos unos con
otros para protegernos unos de otros y pre-
servar nuestros derechos sino, fundamental-
mente, para crear las condiciones de vida en
común que nos permitan nuestro despliegue
como personas. El bien común político, de
modo más amplio y pleno que la mera pro-
tección de los derechos humanos, es el fin del
Estado y de toda comunidad política” (64).
Derecho al trabajo, descanso y vacaciones
(arts. 23º y 24º)
La DUDH expande una protección concre-
ta sobre los derechos laborales, al establecer
TR LALEY AR/DOC/3151/2015, citado por FLORES, Ál-
varo Bautista, “La cláusula del progreso a 25 años de la
reforma constitucional”, Revista de Derecho Público: a 25
años de la reforma constitucional de 1994-II, 2019-2, Ru-
binzal-Culzoni, Santa Fe, p. 446.
(65) Artículo periodístico del medio SIPSE, de fecha
18 de enero de 2018, recuperado en https://sipse.com/
mundo/notas-especiales-industria-textil-trabajo-es-
clavitud-negocio-trabajadores-personas-sipse-noti-
cias-282491.html.
(66) Ilustra este triste ejemplo el crudo testimo-
nio de Narseen Sheikh, superviviente de trabajo in-
Lunes 11 de diciembre de 2023 | 7
como derecho fundamental el acceso a un
trabajo, en condiciones equitativas y satisfac-
torias.
El aseguramiento de condiciones mínimas
de trabajo constituye una manifestación clara
de la dignidad inherente a la persona.
También se garantiza un salario igual por
igual trabajo, con la protección puesta en la
igualdad y no discriminación de las personas
trabajadoras. Este salario debe ser suficiente
para solventar los gastos mínimos indispensa-
bles para una existencia digna de quien traba-
ja y su núcleo familiar.
Para aportar herramientas en la lucha de
los derechos de los trabajadores, se exterioriza
como derecho la posibilidad de fundar sindi-
catos y afiliarse a ellos, en miras de defender
los intereses del personal laboral.
Para adentrarnos sobre el acápite del des-
canso, debemos recordar que en los orígenes
de la era industrial, el trabajo en las fábricas
era realizado en condiciones inhumanas;
aunque, en rigor de verdad, no debemos ir tan
lejos en el tiempo para poner de relieve que
estas condiciones son un hecho actual con el
que convive, en muchos lugares del mundo, la
persona trabajadora.
La industria textil es un claro ejemplo con-
temporáneo de trabajo inhumano, no solo por
las condiciones en las que se realiza, sino tam-
bién por el insignificante salario abonado. No
por nada esta industria, que emplea en condi-
ciones inhumanas a millones de personas, ha
sido llamada “esclavitud moderna” o “el nue-
vo disfraz de la esclavitud” (65) (66).
El descanso laboral posee un doble prisma.
Por un lado, tiene en cuenta que las capacida-
des físicas e intelectuales de los seres humanos
no son inagotables, y por esta razón requieren
interrupciones en las jornadas laborales. Tra-
bajar de continuo, jornada tras jornada, sin
descanso alguno, conlleva con mucha segu-
ridad una eventual enfermedad derivada de
la fuente de trabajo que se traduzca en una
futura incapacidad laboral, o un desmedro
intelectual que se convierta en el actualmente
llamado síndrome de “burnout” (67).
A partir de esto, podemos entender que
el descanso no solo debe tomar la forma de
pausas dentro de la misma jornada de trabajo
(para alimentación, distención, o recupera-
ción de energía), sino que más fundamental-
mente debe incluir un descanso mínimo entre
el tiempo que termina una jornada y comien-
za la siguiente.
Con antelación a la Declaración Universal de
Derechos Humanos, esta materia vinculada con
la jornada laboral y sus limitaciones fue regulada
por el Convenio de la Organización Internacio-
nal del Trabajo Nº 1 del año 1919.
Como segundo enfoque del descanso la-
boral, y aquí también podemos incluir a las
vacaciones, el derecho fundamental apunta a
posibilitar a la persona que trabaja el goce de
los demás aspectos de la vida personal y fami-
liar. Dedicar tiempo a la familia, a la amistad,
al desarrollo personal, al ocio o diversión, y
a la cultura (entre muchos otros aspectos de
la vida), es solo posible si la persona posee
tiempo para dedicarlo a esos fundamentales
fantil en una fábrica clandestina de Nepal, dado a El
País, recuperado en https://elpais.com/planeta-fu-
turo/2023-01-02/la-otra-cara-de-la-industria-textil-
me-sangraban-los-dedos-pero-me-obligaban-a-se-
guir-trabajando.html.
(67) Este agotamiento ha adoptado nuevas formas a
partir del surgimiento de otras formas de trabajo, tales
como el trabajo remoto, lo que ha despertado la nece-
sidad de aparición de nuevos derechos laborales, como
el derecho a la desconexión.
8 | Lunes 11 de diciembre de 2023
aspectos de la humanidad; una jornada labo-
ral sin descansos o sin posibilidad de tiempos
libres, implica un trabajo inhumano que co-
loca al ser humano en el lugar de engranaje
o recurso, pero no le reconoce el carácter de
persona (68).
Para Ambesi, “el texto contiene un conjun-
to de derechos laborales que, a diferencia de
otros, ha superado el debate en torno a su
exigibilidad. Se ha estimado que los mismos
tienen un carácter vinculante para todos los
Estados Miembros. Asimismo, el autor desta-
ca El Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Políticos (PIDCyP) y el Pacto Internacional
de Derechos Económicos, Sociales y Cultu-
rales (PIDESC), como los instrumentos de
referencia sobre la materia en el marco de las
Naciones Unidas (69).
El reconocimiento del derecho fundamen-
tal a un trabajo digno, realizado en condi-
ciones apropiadas en las que se reconozca el
descanso y las vacaciones, guarda coherencia
con la importancia que le asigna la propia De-
claración al resto de derechos que tutela (dig-
nidad, libertad, igualdad, familia y desarrollo
personal, entre muchos otros).
Derecho a la educación (art. 26º)
El artículo reconoce el derecho a la edu-
cación, la que debe ser gratuita, y obligatoria
en su nivel elemental. Aparece la educación
como vehículo para el desarrollo pleno de la
personalidad humana, y en enriquecimiento
en la comprensión de los derechos huma-
nos y las libertades de las personas; además,
conspira para favorecer la tolerancia entre los
distintos grupos étnicos y religiosos, y para el
mantenimiento de la paz.
La educación es primordial, tanto para la ex-
plotación de las capacidades humanas, como
para la realización de la persona en su proyec-
to de vida. Lograr la educación de una persona
implica además la inserción de ese individuo
en la sociedad. A su vez, la formación de una
sociedad educada maximiza las posibilidades
del goce del plexo de derechos reconocidos en
la DUDH y minimiza los riesgos de una socie-
dad intolerante respecto de otra.
Por otra parte, la educación constituye una
fuente del progreso social y configura un re-
quisito básico para el ejercicio correcto de los
deberes (elegir representantes del pueblo) y
los derechos cívicos (participar en el gobier-
no), aquí reconocidos.
IX.4. Los deberes (artículos 1º, 28º y 29º)
Los derechos y las libertades son los gran-
des protagonistas de la Declaración Universal
de 1948, sin embargo, en el texto hay alusiones
claras a los deberes, como límites y contracara
de esos derechos.
La primera consideración entorno a los
deberes la podemos encontrar en el compor-
tamiento que se espera de toda persona (y,
agregamos, de todas las naciones), y esto es el
comportamiento fraternal del artículo 1º.
(68) Recordamos aquí el nombre de un libro del autor
laboralista Mario E. Ackerman, titulado “Si son humanos,
no son recursos”.
(69) AMBESI, Leonardo J., “Constitución, ley y derecho
del trabajo: el sistema jurídico laboral en la teoría y en la
práctica”, Ed. La Ley, Buenos Aires, 2017, p. 39 y ss.
(70) GIALDINO, Rolando E., cit. p. 37.
(71) Ibídem, p. 39.
(72) La evidencia de esta afirmación podemos en-
contrarla en el preámbulo de la Declaración Ameri-
cana de Derechos y Deberes del Hombre, que en cada
uno de sus párrafos alude a los deberes o al compor-
tamiento fraternal. In extenso el texto preambular
reza: Todos los hombres nacen libres e iguales en dig-
nidad y derechos y, dotados como están por naturaleza
de razón y conciencia, deben conducirse fraternalmen-
te los unos con los otros. El cumplimiento del deber
de cada uno es exigencia del derecho de todos. Dere-
Al respecto, se ha dicho que el precepto del
comportamiento fraternal con la mención a
seres dotados de “razón y conciencia”, recogió
la propuesta formulada por Peng Chung Chang
durante el proceso de elaboración, cuyo obje-
tivo era dar cuenta de la noción china de “sen-
timiento de que existen otros hombres” (70).
Se ha escrito al respecto que “el ideal del
ser humano libre cobra, entonces, por vía de
la fraternidad, una mayor hondura, rectius: su
natural calado. Se trata de la persona libera-
da del temor de la miseria, pero también del
egoísmo, de la indolencia hacia el prójimo, del
veneno que instila, inter alia, el perverso libe-
ralismo individualista, todo lo cual compone
una pócima deletérea que nos ha agredido, y
que continúa haciéndolo en esta hora quizás
con mayor gravedad...” (71).
El trato fraternal al que referimos se proyec-
ta sobre los Estados, es decir, más allá de los
individuos. Sostenemos esto, ya que, si bien
las decisiones de una nación dependen, en
última instancia, de la voluntad de las perso-
nas que la dirigen, los Estados asumen com-
promisos a nombre propio, que deben ser
respetados aunque varíe la dirigencia. Ante su
inobservancia, son también los Estados quie-
nes tendrán responsabilidad internacional.
Al abordar el punto de los deberes, la verdad
obliga a reconocer que fue por el esfuerzo de
los países de América Latina y de los partici-
pantes socialistas, que se incluyeron los de-
beres que dan forma al art. 29 de la DUDH; y
es interesante notar cómo el preámbulo de la
Declaración no tiene ninguna alusión a ellos.
Lo puesto de relieve demuestra que su inser-
ción no formó parte de una idea original del
documento, sino que fue el resultado de una
lucha de naciones que le asignaban cabal im-
portancia a los deberes (72).
Si bien el artículo 28 DUDH se presenta
como un derecho, podemos considerar que
opera también como un deber concreto: el
deber de establecer un determinado orden
social dentro de las fronteras nacionales, así
como en el plano trasnacional, para formar
un campo fecundo para la efectividad de los
derechos y libertades.
Es en este punto que consideramos perti-
nente referirnos al concepto de personalismo
solidario como postura antropológica respec-
to del bien común. Esta mirada, pretende en
su concepción armonizar la persona humana
con los grupos sociales y el Estado, ya que la
persona y la sociedad en la que vive y se desa-
rrolla, son inseparables (73).
La persona es social tanto por indigencia, ya
que necesita de los demás para satisfacer sus
necesidades, como por plenitud, ya que solo
se realiza acabadamente en la interacción, la
comunicación y el servicio de los demás. El
actuar junto con los otros no es algo sobreaña-
dido sino plenamente connatural al ser huma-
no. Sin embargo, la acción social debe seguir
siendo acción de la persona que toma parte en
ella sin diluirse en el todo (74). Por ello, si bien
cada persona concreta es principio, sujeto y
chos y deberes se integran correlativamente en toda
actividad social y política del hombre. Si los derechos
exaltan la libertad individual, los deberes expresan la
dignidad de esa libertad. Los deberes de orden jurídi-
co presuponen otros, de orden moral, que los apoyan
conceptualmente y los fundamentan. Es deber del
hombre servir al espíritu con todas sus potencias y re-
cursos porque el espíritu es la finalidad suprema de la
existencia humana y su máxima categoría. Es deber
del hombre ejercer, mantener y estimular por todos
los medios a su alcance la cultura, porque la cultura
es la máxima expresión social e histórica del espíritu.
Y puesto que la moral y buenas maneras constituyen
la floración más noble de la cultura, es deber de todo
hombre acatarlas siempre.
(73) SANTIAGO, Alfonso, “El concepto de Bien Común
en el sistema constitucional argentino. El personalismo
solidario como techo ideológico de nuestra Constitu-
fin de las instituciones sociales, como sostie-
ne Santo Tomás de Aquino: “el hombre tiene
un destino personal más allá de la comunidad
política a la que no pertenece según todo él y
según todo lo suyo” (75).
Las disposiciones del artículo 28 fueron rea-
firmadas por la Conferencia Mundial de Dere-
chos Humanos de Viena de 1993, al proclamar
que “13. Es indispensable que los Estados y las
organizaciones internacionales, en coopera-
ción con las organizaciones no gubernamen-
tales, creen condiciones favorables, en los pla-
nos nacional, regional e internacional, para
el disfrute pleno y efectivo de los derechos
humanos. Los Estados deben eliminar todas
las violaciones de los derechos humanos y sus
causas, así como los obstáculos que se opon-
gan a la realización de esos derechos”.
Los artículos 28 y 29 han sido denomina-
dos por René Cassin como “el frontispicio de
la Declaración Universal” (…), y Gros Espiell
ha señalado que “[u]tópica o no, esta forma
de considerar la cuestión es de capital im-
portancia, no solo teóricamente, sino incluso
con un enfoque práctico, porque la utopía ha
sido y es, en ciertas condiciones históricas,
un motor insustituible del progreso y la evo-
lución política, ideológica, económica, social
y jurídica de la humanidad” (76).
La implementación de un orden social e in-
ternacional, del artículo 28, para hacer efecti-
vos los derechos y libertades reconocidos, se
vincula con la puesta en marcha de los dere-
chos, cuestión que ocupa un rol central en la
agenda del Derecho Internacional de los De-
rechos Humanos.
Es que “el problema, todo el problema, se
centra en la puesta en marcha de los Derechos
Humanos, su aplicación, su cumplimiento;
problema que intuyó célebremente René
Cassin, quien tituló su conocida obra La De-
claración Universal y la puesta en marcha de
los derechos del hombre. De otro modo, come-
teríamos el escarnio de prometer derechos
de los que nadie goza, auspiciar beneficios
lejanos de toda lejanía, preparar a los espíritus
para un banquete de la vida al que no serán
invitados jamás. Forjaríamos así lo más des-
preciable: derechos imposibles” (77).
Por otra parte, se ha señalado que “las ra-
zones que nos ayudan a explicar este rol tan
modesto de los deberes del ser humano en la
Declaración Universal de los Derechos Hu-
manos son, en primer lugar, el individualismo
liberal en el que se inspira, individualismo
que pone el acento fundamentalmente en
los derechos del individuo en detrimento de
cualquier consideración sobre los deberes; en
segundo lugar, el contexto en el que surge la
propia Declaración, contexto marcado por los
horrores cometidos contra los derechos hu-
manos durante la Segunda Guerra Mundial.
Estos horrores hicieron que, a la hora de ela-
borar la Declaración, el objetivo esencial fuese
tratar de proclamar un catálogo lo más amplio
posible de derechos humanos. Por último,
otra razón venía motivada por los excesos que
habían cometido los Estados fascistas, Esta-
ción”. Colección, (12), 239-316. Recuperado en https://
erevistas.uca.edu.ar/index.php/COLEC/article/view/713
(74) Ibídem.
(75) Ibídem.
(76) GÓMEZ ISA, Felipe, “Los artículos 28 y 29 de la
DUDH: desigualdad, deberes y enfoque estructural de los
Derechos Humanos”, en CAROL PRONER... 70º Aniversa-
rio de la Declaración Universal..., cit., ps. 209-210.
(77) HERRENDORF, Daniel, “Tratado Internacional de
Derechos Humanos: filosofía de los derechos fundamen-
tales”, Ed. La Ley, Buenos Aires, 2013, t. I, p. 819.
(78) Ibídem.
(79) GROS ESPIELL, H., “La Declaración Americana”, cit.
(80) GARCÍA MAYNEZ, Eduardo, “Diálogos Jurídicos”,
Porrúa S.A., México, 1978, p. 27.
(81) “We all know that, if peace is to be prepared in
the thoughts of men and in the minds of the nations,
it can only be done if those minds come to a profound
dos que habían puesto un énfasis especial en
la promoción de los deberes del individuo ha-
cia la comunidad. Todas estas razones, entre
otras, llevaron a que se tratase de minimizar
al máximo el papel de los deberes en el texto
de la Declaración, como antídoto ante futuras
tiranías y excesos por parte del poder...” (78).
Vale poner de relieve que “La Declaración
Universal siguió las líneas generales del pro-
yecto de la Comisión de Derechos Humanos.
Se introdujeron, sin embargo, varios cambios
a propuesta de delegaciones latinoamericanas,
el más significativo de los artículos fue la modi-
ficación del Art. 29, a iniciativa del delegado del
Uruguay, Justino Jiménez de Aréchaga, quien
recoge una idea contenida en el artículo XXVII
de la Declaración Americana...” (79).
Una vía eficiente para que los derechos con-
sagrados no queden a mitad de camino, y se
conviertan en una mera carta de intenciones,
es la imposición de deberes que velen por su
afianzamiento. En palabras de García May-
nez: “no es posible conceder un derecho a una
persona si al propio tiempo no se impone a
otra o a otras el deber de observar la conducta
que hace posible el ejercicio y cabal satisfac-
ción de las facultades de aquella” (80).
Jacques Maritain señala con elocuencia
que “...todos sabemos que, si se quiere pre-
parar la paz en el pensamiento de los hom-
bres y en la mente de las naciones, solo podrá
hacerse si esas mentes llegan a la convicción
profunda de principios como los siguientes
que una buena política es ante todo una po-
lítica justa; que cada nación debe esforzarse
por comprender la psicología, el desarrollo y
las tradiciones, las necesidades materiales y
espirituales, la dignidad personal y la voca-
ción histórica de los demás pueblos, porque
cada nación debe tener presente no solo su
propio interés, sino el bien común de la fami-
lia de las naciones; que este despertar de la
comprensión mutua y de la conciencia de la
comunidad civilizada, aunque requiera una
especie de revolución espiritual, en vista, por
desgracia, de los hábitos seculares de la his-
toria humana, es una necesidad para el bien-
estar público... (…) que el ser humano tiene
una dignidad en la que se funda el bien de la
comunidad y que, en su propio interés, debe
respetar, y que como ser humano, como ser
cívico, como ser social o trabajador, tiene de-
rechos fundamentales y deberes fundamen-
tales...” (81) (82).
X. Impacto y valor de la Declaración Univer-
sal de Derechos Humanos
Consideramos que la cuestión del presente
acápite merece ser dividida en tres segmentos
puntuales: A) El impacto en términos gene-
rales; B) el valor jurídico y obligatoriedad del
documento; C) su valor simbólico, cultural y
ético.
X.1. El impacto de la Declaración Universal
en términos generales
La Declaración Universal de Derechos Hu-
manos, con notables y profundas repercu-
conviction of principles such as the following: that a
good policy is first and foremost a just policy; that every
nation must endeavour to understand the psychology,
development and traditions, the material and spiritual
needs, the personal dignity and historic vocation of
other peoples, because each nation must keep in mind
not only its own interest, but the common good of the
family of nations; that this awakening of mutual unders-
tanding and of the consciousness of the civilized com-
munity, though it requires a sort of spiritual revolution,
in view, alas, of the age-old habits of human history, is
a necessity for public welfare... (…) that a human being
has a dignity on which the good of the community is
founded and which, in its own interest, it must respect,
and that as a human being, as a civic being, as a social
or working being, he has fundamental rights and funda-
mental duties...”.
(82) “Segunda Conferencia...”, 1947, cit.

siones culturales, éticas, políticas y jurídicas,
tenía como antecedentes inmediatos la cruel
experiencia de las dos guerras mundiales y
de los regímenes totalitarios que gobernaron
durante las décadas anteriores algunos países
europeos.
Mediante ese documento los Estados nacio-
nales y los propios organismos internaciona-
les se comprometían ética y jurídicamente a
aceptar como base de la convivencia humana,
tanto interna como externa, el principio de la
dignidad humana y el respeto de los derechos
intrínsecos e inviolables que de ella dimanan.
La Declaración Universal es una muestra
sublime de civilización, uno de los aconteci-
mientos que ponen de manifiesto la grande-
za del espíritu humano, una expresión que es
motivo de orgullo para la conciencia ética de
la Humanidad (83).
Este documento inicial motivó más tarde
la firma de otras Convenciones y Tratados,
dando así origen a lo que se ha dado en lla-
mar el Derecho Internacional de los Derechos
Humanos, tal vez la transformación más pro-
funda de los sistemas jurídicos de la historia
occidental reciente, cuyos efectos aún no se
han puesto total y plenamente de manifiesto.
De las primeras simples Declaraciones de
1948 (primero, la Declaración Americana de
los Derechos y Deberes del Hombre y, pocos
meses después, la Declaración Universal sobre
los Derechos Humanos), se pasó en años pos-
teriores a Pactos que contenían compromisos
jurídicos más firmes por parte de los Estados
Entre ellos, cabe mencionar especialmente el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Po-
líticos y el Pacto de Derechos Económicos, So-
ciales y Culturales, ambos de 1966’. También,
se firmaron Convenciones regionales como la
Convención Europea de Derechos Humanos,
de 1950, y la Convención Americana sobre De-
rechos Humanos, de 1969, que crearon órganos
específicos para el juzgamiento de la violación
a los compromisos de los Estados. Además,
se promovieron muchas otras Convenciones
específicas o sectoriales sobre determinados
temas de la problemática iushumana, entre
las que se puede mencionar: la Convención
sobre la prevención y la sanción del delito de
genocidio (1948); las cuatro Convenciones de
Ginebra sobre Derecho Internacional Huma-
nitario (1949), destinada a proteger a las per-
sonas que no toman parte en las hostilidades;
la Convención sobre la Eliminación de todas
las formas de Discriminación Racial (1965);
la Convención sobre la Eliminación de todas
las formas de Discriminación contra la Mujer
(1979), la Convención contra la Tortura y otros
Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degra-
dantes (1984); la Convención de los Derechos
del Niño (1989); la Convención sobre los Dere-
chos de las Personas con Discapacidad (2006);
y otros muchos documentos internacionales
en materia de Derechos Humanos, nuevos o
complementarios de los anteriores, que pro-
gresivamente fueron elaborados por los orga-
(83) Ha afirmado el Papa Benedicto XVI que la De-
claración Universal de los Derechos Humanos “fue el
resultado de una convergencia de tradiciones religio-
sas y culturales, todas ellas motivadas por el deseo co-
mún de poner a la persona en el corazón de las institu-
ciones, leyes y actuaciones de la sociedad, y de consi-
derar a la persona humana esencial para el mundo de
la cultura, de la religión y de la ciencia. Los derechos
humanos son presentados cada vez más como el len-
guaje común y el sustrato ético de las relaciones inter-
nacionales”, Discurso ante la Asamblea General de las
Naciones Unidas, 12-IV-08.
(84) “El derecho global, al rescatar la noción de per-
sona -viviente humano- preserva el paradigma racional,
romano y cristiano, alejándolo del voluntarismo legalis-
ta, propio de un positivismo agónico. Lejos del cientifi-
cismo matemático que enaltece la Ilustración el derecho
global apuesta por una renovada ciencia del derecho sin
reduccionismos, anclado en una ética, de la que ya no es
protagonista el Estado, artificialmente laico, sino cada
persona considerada en su dimensión espiritual. El de-
nismos internaciones y han ido entrando en
vigencia mediante su ratificación por parte de
los estados nacionales”. Tras la caída del muro
de Berlín en 1989 y el surgimiento de una nue-
va ola democratizadora a partir de la década
de 1990, el Derecho Internacional de los De-
rechos Humanos ha experimentado un nuevo
impulso global.
Con el paso de los años, el Derecho Inter-
nacional de los Derechos Humanos se ha ido
convirtiendo en nuevo ius commune, ius gen-
tium o lex universalis, un nuevo orden públi-
co internacional, un derecho global (84), sin
fronteras (85), con una clara fuerza de pene-
tración y transformación de los propios orde-
namientos jurídicos locales (86). Del mismo
modo que el derecho constitucional ha ido
permeando y modificando los distintos sec-
tores de la legislación interna, hoy el Derecho
Internacional de los Derechos Humanos está
también transformado el derecho constitu-
cional e interno de los Estados. Este proceso
produce, en términos políticos, un claro tras-
paso de soberanía de los Estados nacionales
en favor de entidades supranacionales.
La determinación y protección efectiva de
los Derechos Humanos no solo es asumida
desde el ámbito nacional, sino que se recono-
ce una clara y creciente competencia de la co-
munidad y de los organismos internacionales
para intervenir en esta materia (87).
Desde el punto de vista antropológico, ante
la solicitud de opinión formulada en 1947 por
la ONU a la Asociación Antropológica Ame-
ricana (AAA), sobre la Declaración Universal
de los Derechos Humanos, los especialistas
anglosajones de la época plantearon cuestio-
namientos sobre la universalidad de los dere-
chos humanos (88).
En ese momento, predominaba cierto re-
lativismo cultural, en mérito al cual se consi-
deraba a las culturas como sistemas holísticos
con diferentes creencias, valores, prácticas y
símbolos. A partir de ello, postulaban que los
estudios etnográficos no respaldaban al indi-
viduo como unidad social más importante, y
sostenían que, en lugar de apoyar nociones de
universalismo, debía promoverse una filosofía
de la tolerancia (89).
Esta postura antropológica sufrió drásticas
transformaciones, como puede evidenciarse
a partir de las Declaraciones sobre Derechos
Humanos de la misma Asociación Antropo-
lógica Americana en 1999 (90), reafirmada y
ampliada por la Declaración del año 2020 (91),
para finalmente reconocer: la universalidad
de los derechos humanos; la inherencia de
los derechos humanos a la propia condición
de persona; que estos derechos esenciales no
son creados por las leyes, sino solo reconoci-
dos y protegidos por estas; finalmente, que
la concepción de la diversidad cultural es un
derecho universal, y no un impedimento para
expandir derechos fundamentales sobre la fa-
milia humana.
recho ha de ser un instrumento más en el diálogo de las
civilizaciones, no una imposición unilateral que menos-
cabe la gran herencia cultural de otras regiones del mun-
do. Será también un factor clave en las relaciones poder
global”, Domingo, Rafael, “Derecho y razón. Reflexiones
de un jurista con ocasión del Discurso de Benedicto XVI
en Ratisbona”, en ARANDA, Antonio (Ed.), “Identidad
cristiana. Coloquios universitarios”, Eunsa, Pamplona,
2007, p. 230.
(85) Como afirma Alfredo Vítolo (con remisión a TEI-
TEL, Ruth, “Comparative Constitutional Law in a global
age”, 117 Harvard. Law. Review. 2570, 2004), “el derecho
internacional de los derechos humanos comienza a ope-
rar, en estos tiempos, como un régimen constitucional no
escrito para un orden global”.
(86) Había profetizado Hans Kelsen en 1934 que “en
la misma medida en que el Derecho Internacional pene-
tre en los dominios reservados hasta ahora a los órdenes
jurídicos nacionales, reforzará su tendencia a regular
directamente la conducta de los individuos (…) Parale-
lamente, se irán formando órganos centrales encarga-
La Declaración significó, sin lugar a dudas,
un punto de referencia para el futuro enten-
dimiento de la dignidad humana.
En este sendero, resulta oportuno acudir a
la Declaración y Programa de Acción de Vie-
na elaborado luego de la Conferencia Mun-
dial de Derechos Humanos convocada por la
ONU y celebrada en Viena en 1993, en tanto
reconoce que: “todos los derechos humanos
son universales, indivisibles de interdepen-
dientes entre sí. La comunidad internacional
debe tratar los derechos humanos en forma
global y de manera justa y equitativa, en pie
de igualdad y dándoles a todos el mismo peso.
Debe tenerse en cuenta la importancia de las
particularidades nacionales y regionales, así
como de los diversos patrimonios históricos,
culturales y religiosos, pero los Estados tienen
el deber, sean cuales fuesen sus sistemas po-
líticos, económicos y culturales, de promover
y proteger todos los Derechos Humanos y las
libertades fundamentales”.
Otro de los enfoques que le podemos asig-
nar a la DUDH en materia de impacto es la
clara reivindicación de derechos flagrante-
mente violados durante la Segunda Guerra
Mundial y la dignidad humana como funda-
mento universal de los Derechos.
Al respecto, “la antropología ha reconocido
procesos en los cuales los derechos humanos
son planteados como el vehículo de diversas
reivindicaciones a través del encuadre de es-
tas dentro de un discurso cada vez más globa-
lizado, como la politización de las luchas por
la emancipación hawaiana con base en los
derechos culturales, el caso de las minas bo-
livianas y, de manera más cercana, el enlace
zapatista entre cultura y resistencia” (92) .
La postulación de tales derechos como
esenciales tiene un designio concreto: asegu-
rar el respeto de la dignidad humana
Para Maritain:
“Hay que considerar ahora que la ley natu-
ral, y la luz de la conciencia moral en nosotros,
no prescriben solamente hacer o no hacer
ciertas cosas; reconocen asimismo derechos,
en particular derechos vinculados a la misma
naturaleza del hombre. La persona humana
tiene derechos por el hecho de ser una perso-
na, un todo dueño de sí y de sus actos, y que
por consiguiente no es solo un medio, sino
un fin; un fin que debe ser tratado como tal.
La dignidad de la persona humana: esta frase
no quiere decir nada si no significa que por la
ley natural la persona tiene el derecho de ser
respetada y, sujeto de derecho, posee dere-
chos. Cosas hay que son debidas al hombre
por el solo hecho de ser hombre. La noción
de derecho y la noción de obligación moral
son correlativas; ambas descansan sobre la li-
bertad propia de los agentes espirituales; si el
hombre está obligado moralmente a las cosas
necesarias para la realización de su destino, es
porque tiene el derecho de realizar su desti-
dos de la creación y aplicación de las normas jurídicas”,
“Teoría Pura del Derecho”, Eudeba, Buenos Aires, 1981,
p. 203.
(87) Los párrafos que preceden son extraídos de
SANTIAGO, Alfonso, “El Derecho Internacional de los
Derechos Humanos: posibilidades, problemas y ries-
gos de un nuevo paradigma jurídico”. Persona y De-
recho, (60), 2018, 91-130. Recuperado en https://doi.
org/10.15581/011.31732.
(88) https://humanrights.americananthro.or-
g/1947-statement-on-human-rights/.
(89) Cfr. ESTÉVEZ, Ariadna - VÁZQUEZ, Daniel
(coord.), “Los derechos humanos en las ciencias sociales:
una perspectiva multidisciplinaria”, Flacso México, Méxi-
co, 2010, ps. 200-201.)
(90) https://humanrights.americananthro.or-
g/1999-statement-on-human-rights/.
(91) https://americananthro.org/news-advoca-
cy/2020-statement-on-anthropology-and-human-ri-
ghts/.
(92) BROKMAN HARO, Carlos, “Antropología y dere-
Lunes 11 de diciembre de 2023 | 9
no; y si tiene el derecho de realizar su destino,
tiene derecho a las cosas necesarias para ello.
La noción de derecho es aún más profunda
que la de obligación moral, porque Dios tiene
un derecho soberano sobre las criaturas y no
tiene obligación moral hacia ellas (aunque se
debe a sí mismo el darlos, lo que es requerido
por la naturaleza de aquellas)” (93).
El Papa Pío XII escribió en la encíclica Sum-
mi Pontificatus que “...es cosa averiguada que
la fuente primaria y más profunda de los ma-
les que hoy afligen a la sociedad moderna bro-
ta de la negación, del rechazo de una norma
universal de rectitud moral, tanto en la vida
privada de los individuos como en la vida po-
lítica y en las mutuas relaciones internaciona-
les; la misma ley natural queda sepultada bajo
la detracción y el olvido” (94).
El norte de la DUDH es proclamar esa mo-
ral universal, para establecer puntos en co-
mún en el marco internacional, con miras a
contrarrestar los padecimientos que azotan a
los pueblos del mundo, en dirección hacia la
paz y el bien común.
X.2. Valor jurídico y obligatoriedad
Se ha sostenido con fundamentos que el
hecho de enunciar los derechos, libertades y
garantías mediante una Declaración Univer-
sal eleva su estatuto al nivel de una verdad
inmanente.
Es que, en una posición que compartimos,
“de alguna forma, y más allá de lo que se
pueda decir en cuanto a su valor jurídico, su
cumplimiento o efectividad, creemos que los
DDHH vienen a tocar una fibra muy íntima en
las personas, y a hacer eco de voces ancestra-
les, inconscientes, que resuenan y vibran con
esa melodía como si fuese propia, y que de al-
gún modo los interpela (95).
Hay que destacar que, dos décadas después
de la Declaración Universal de Derechos Hu-
manos (96), fue firmada la Proclamación o
Conferencia de Teherán, que tuvo participa-
ción de 120 Estados, y esta contiene en su pro-
clamación que “la Declaración Universal de
Derechos Humanos enuncia una concepción
común a todos los pueblos de los derechos
iguales e inalienables de todos los miembros
de la familia humana y la declara obligatoria
para la comunidad internacional”, a la vez que
“exhorta a todos los pueblos y gobiernos a
consagrarse a los principios contenidos en la
Declaración Universal de Derechos Humanos
y a redoblar sus esfuerzos para ofrecer a todos
los seres humanos una vida libre y digna que
les permita alcanzar un estado de bienestar fí-
sico, mental, social y espiritual”.
Se ha considerado al documento como de
puro alcance moral, pero que la naturaleza
jurídica de sus disposiciones ha sido alterada
a partir de la práctica generadora de normas
consuetudinarias de derecho internacional,
que han dejado así de ser meras disposi-
chos humanos”, recuperado el 2 de agosto de 2023 en
https://www.corteidh.or.cr/tablas/r28612.pdf.
(93) MARITAIN, Jacques, “La ley natural o derecho
natural”, transcripción de las secciones 3 a 6 del capítu-
lo II, del libro Los Derechos del Hombre y la Ley Natural, de
1942, recuperado en http://www.jacquesmaritain.com/
pdf/09_FP/06_FP_DerNat.pdf
(94) La Carta Encíclica Summi Pontificatus, fue pu-
blicada el 20 de octubre de 1939, con el contexto del re-
ciente comienzo de la Segunda Guerra Mundial, menos
de dos meses antes. Texto recuperado en https://www.
vatican.va/content/pius-xii/es/encyclicals/documents/
hf_p-xii_enc_20101939_summi-pontificatus.html
(95) MAFFIOLETTI CELEDÓN, Francisco, “El valor
simbólico de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos”, en PRONER, Carol, 70º Aniversario de la De-
claración Universal..., cit., ps. 247-248.
(96) La Proclamación o Conferencia de Teherán
fue firmada el 13 de mayo de 1968. Texto completo en
https://documents-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/
N68/958/84/PDF/N6895884.pdf?OpenElement
10 | Lunes 11 de diciembre de 2023
ciones de una resolución desprovista per se
de carácter vinculante para pasar a formar
parte de las normas consuetudinarias inter-
nacionales de alcance general, alcanzando
algunas de sus disposiciones auténtico valor
imperativo (97).
Sin embargo, resulta ineludible afrontar que
el consenso universal acerca del contenido de
los derechos humanos alcanzado por medio
de la Declaración Universal sobre los Dere-
chos Humanos pareciera estar parcialmente
puesto en riesgo en algunos sectores del mun-
do islámico (98) (99).
La Declaración Islámica Universal de los
Derechos Humanos, elaborada en 1981 por
el Consejo Islámico de Europa con sede en
París; la Declaración de El Cairo sobre De-
rechos Humanos del Islam, proclamada por
la Organización de la Conferencia Islámica;
y la Carta Árabe de los Derechos Huma-
nos (1994), muestran notables diferencias
respecto del contenido de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, en
materia de libertad religiosa, igualdad de
derechos entre hombres y mujeres y alcance
asignado a la libertad de expresión. Incluso,
en la declaración de El Cairo se llega a afir-
mar que “el Islam es la religión natural del
hombre” y se prohíbe el proselitismo hacia
los musulmanes señalando que “no es lícito
someter a ninguna forma de presión o apro-
vecharse de su eventual pobreza o igno-
rancia para convertirlos a otra religión o al
ateísmo”. También la libertad de expresión
es reconocida “dentro de los límites de la ley
islámica” (100).
Como bien señala Motilla, los Derechos
Humanos en las declaraciones islámicas tie-
nen un exclusivo fundamento teológico y no
se basan “no en un supuesto Derecho natural,
como normas impresas por Dios en la natura-
leza humana en el modo en que se entiende
en la tradición católica, sino en el Derecho
revelado por Dios a su Profeta”. Eso hace que
las disposiciones de la sharía o ley islámica
predominen siempre sobre el contenido de
los Derechos Humanos reconocidos en los
documentos internacionales. No se admite
en esta concepción islámica de los derechos
humanos, a diferencia del cristianismo, un
ámbito específico de autonomía de lo tem-
poral, de exclusiva competencia de la razón
natural (101).
Lo que resulta indiscutible es que la De-
claración sirvió como puntapié inicial para
diversos tratados internacionales en materia
de reconocimiento de Derechos Humanos, y
para internalizar sus disposiciones en las car-
tas magnas de numerosos países de todas las
regiones del mundo.
Al respecto, se ha exteriorizado que “en
las reformas recientes de los sistemas cons-
titucionales latinoamericanos existe una
tendencia generalizada hacia la internacio-
nalización del Derecho Constitucional, me-
diante la adopción de fórmulas en las que
la jerarquía constitucional es permeable, en
mayor o menor grado, a instrumentos inter-
nacionales. Así, procesos constituyentes han
introducido pautas en torno a las cuales se
ha reconocido especial prevalencia a instru-
(97) FALEH-PÉREZ, Carmelo, “Las dimensiones...”,
cit., ps. 133-134.
(98) Para profundizar en el análisis de la actual pro-
blemática entre derechos humanos e islamismo, remi-
timos a la obra colectiva, Motilla, Agustín (ed), “Islam y
Derechos Humanos”, Trotta, Madrid, 2006
(99) SANTIAGO, Alfonso, “El Derecho Internacio-
nal...”, cit.
(100) Ibídem.
(101) Ibídem.
(102) SAGÜÉS, María Sofía, “Constitución y tratados
internacionales: control de convencionalidad y diálo-
go jurisprudencial en el marco constitucional argenti-
no”, Revista de Derecho Público: a 25 años de la refor-
ma constitucional de 1994-II, 2019-2, Rubinzal-Culzoni,
mentos internacionales de derechos huma-
nos, previéndose su jerarquización, constitu-
cional o bien supra legal” (102).
Tales acuerdos sirvieron para lograr ma-
yores precisiones en diversos derechos, y
para conferir, principalmente, el carácter de
obligatoriedad de las disposiciones exterio-
rizadas por la Declaración Universal. Así, la
sujeción a los pactos, tratados, acuerdos y
convenios en el plano internacional, signifi-
có, por un lado, la exigibilidad de respeto de
los derechos humanos de los particulares, y
por el otro costado, la responsabilidad inter-
nacional del Estado como consecuencia de
su inobservancia.
Para finalizar, es menester traer al caso que,
aun cuando los derechos humanos reconoci-
dos por la DUDH pasaron a una etapa de obli-
gatoriedad con la inclusión de sus disposicio-
nes en tratados y demás pactos, su aplicación
en el derecho interno de las naciones suscrip-
toras no es unívoca, sino que ha incurrido en
evidentes mutaciones (103).
X.3. Valor simbólico, cultural y ético del do-
cumento
Para Villán Durán, “...la DUDH es el primer
instrumento de alcance universal en el que
se sientan las bases de la indivisibilidad e in-
terdependencia de todos los derechos (eco-
nómicos, civiles, culturales, políticos y socia-
les), al reconocerlos con el mismo grado de
convicción y la misma necesidad de protec-
ción (104) (105).
Aún al día de la fecha la Declaración sigue
teniendo notoria importancia, no solo por
ser uno de los primeros instrumentos inter-
nacionales en materia de derechos humanos
y libertades fundamentales con alcance uni-
versal, sino también porque le corresponde
el mérito de haber dado precisión y desarrollo
a las algo inciertas referencias preambulares
y disposiciones que la Carta de las Naciones
Unidas introdujo en esa materia (106).
No hay que perder de vista que “...la rea-
lidad social avanza de manera mucho más
rápida que el derecho, por lo que, cuando se
propone alguna estrategia o método para la
resolución de una necesidad, esta ya se ha
modificado, incorporándose a ella nuevas
aristas. Sin duda la evolución de las socie-
dades, y en su conjunto de la sociedad in-
ternacional, continuará siendo rápida y sin
control, con lo que se presentarán nuevos
retos para la protección real y efectiva de los
derechos humanos. Sin embargo, la globa-
lización y las tecnologías de la información
y de las comunicaciones no solo facilitan el
desarrollo de nuevas problemáticas, sino
que, de igual manera facilitan la evolución
y complementación de los principios y va-
lores base de los derechos humanos. De-
bemos considerar la DUDH como un do-
cumento vivo, sujeto a la interpretación y
la incorporación de nuevos criterios, por lo
que la positivización de los derechos huma-
nos no debe entenderse como una camisa
de fuerza limitante, sino más bien como un
piso mínimo del cual debemos partir, hasta
lograr el efectivo cumplimiento de los de-
rechos de la colectividad, sin pisotear los
Santa Fe, p. 148.
(103) A tal efecto, se recomienda la lectura del reco-
rrido por diversas etapas de la aplicación de los instru-
mentos internacionales de derechos humanos en Argen-
tina, desde una etapa de “desuso”, con tránsito en otra de
“uso” con jerarquía supralegal, y otra posterior de “uso”
con jerarquía constitucional, para pasar por una etapa de
“abuso”, y finalmente otra de equilibrio y diálogo entre
las jurisdicciones. En MANILI, Pablo Luis, “El derecho in-
ternacional de los derechos humanos en la jurispruden-
cia de la Corte a 25 años de la reforma constitucional”,
Revista de Derecho Público: a 25 años de la reforma cons-
titucional de 1994-II, 2019-2, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe,
p. 71 y ss.
(104) Ello más allá de la problemática que describe el
derechos del individuo, parte del todo, faci-
litándose así, la comprensión de los enfren-
tamientos entre el multiculturalismo y los
derechos humanos” (107).
Es oportuno recordar aquí las palabras
del Papa Francisco con motivo de la reunión
celebrada en Roma el 10 y 11 de diciembre
de 2018 para la Conferencia Internacio-
nal sobre el tema “Los derechos humanos
en el mundo contemporáneo: conquistas,
omisiones, negaciones”, organizada por el
Dicasterio para el Servicio del Desarrollo
Humano Integral y por la Pontificia Univer-
sidad Gregoriana, con motivo del 70 ani-
versario de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos y del 25 aniversario de
la Declaración y del Programa de Acción de
Viena. Allí, el Sumo Pontífice aporta con cla-
ridad que “a través de estos dos documentos,
la familia de las Naciones quería reconocer
la igual dignidad de cada persona humana,
de la cual se derivan derechos y libertades
fundamentales que, por estar enraizados en
la naturaleza de la persona humana —una
unidad inseparable de cuerpo y alma—, son
universales, indivisibles, interdependientes
e interconectados. Al mismo tiempo, en la
Declaración de 1948 se reconoce que “toda
persona tiene deberes respecto a la comu-
nidad, puesto que solo en ella puede desa-
rrollar libre y plenamente su personalidad”.
En el año en que se celebran aniversarios
significativos de estos instrumentos jurídi-
cos internacionales, resulta oportuna una
reflexión profunda sobre los fundamentos
y el respeto por los derechos humanos en
el mundo contemporáneo, una reflexión
que espero sea premisa de un compromiso
renovado en favor de la defensa de la dig-
nidad humana, con una atención especial
por los miembros más vulnerables de la co-
munidad. En efecto, observando con aten-
ción nuestras sociedades contemporáneas,
encontramos numerosas contradicciones
que nos llevan a preguntarnos si verdade-
ramente la igual dignidad de todos los seres
humanos, proclamada solemnemente hace
70 años, sea reconocida, respetada, protegi-
da y promovida en todas las circunstancias.
En el mundo de hoy persisten numerosas
formas de injusticia, nutridas por visiones
antropológicas reductivas y por un modelo
económico basado en las ganancias, que no
duda en explotar, descartar e incluso matar
al hombre. Mientras una parte de la huma-
nidad vive en opulencia, otra parte ve su
propia dignidad desconocida, despreciada
o pisoteada y sus derechos fundamentales
ignorados o violados” (108).
Si nos posicionamos en el valor ético que
ha despertado la DUDH, podemos acudir a
las incógnitas que presenta uno de sus re-
dactores, Charles Malik, respecto a que “...di-
cho proyecto implicaba sentar las bases para
que la persona recuperara su horizonte de
vida personal y digna. En efecto, en agosto
de 1948 —unos meses antes de la aproba-
ción de texto— el libanés publicó un artículo
donde resumía el reto intelectual, la gesta
moral, que implicaba el documento. Según
su punto de vista, no solo se trataba de lograr
acuerdos prácticos...” —aquí, agregamos, le
aporta un adicional a la posición presentada
por Jacques Maritain en la Segunda Confe-
autor durante el período de la Guerra Fría.
(105) VILLÁN DURÁN, Carlos, “La obligatoriedad ju-
rídica de la Declaración Universal”, en PRONER, Carol,
70º Aniversario de la Declaración Universal, cit., p. 115.
(106) FALEH-PÉREZ, Carmelo, “Las dimensiones del
universalismo de la Declaración Universal de los Dere-
chos Humanos”, en 70º Aniversario…, cit., ps. 129-130.
(107) ZAMORA VALDEZ, Carlos, “Declaración Univer-
sal de los Derechos Humanos y alternativas al multicul-
turalismo”, en 70º Aniversario…, cit., p. 127.
(108) https://www.vatican.va/content/francesco/
es/messages/pont-messages/2018/documents/pa-
pa-francesco_20181210_messaggio-diritti-umani.html;
parte de estas consideraciones, y la problemática siem-
pre vigente en torno a los derechos humanos, fueron
rencia de 1947 en México—, “...sino que tras
ese proceso político, subyacía el debate sobre
la verdad que se requería para que la perso-
na despertara y resolviera su inquietud por
lograr una existencia auténtica. En concreto,
señaló cuatro preguntas filosóficas latentes
en los debates prácticos sobre los derechos;
a saber, ¿qué es el hombre, es solo animal y
solo debe resolver necesidades materiales?
¿Cuál es el lugar de la persona en la sociedad
y en qué modo es posible estar orientado ha-
cia ella, pero sin ser absorbida por la comu-
nidad? ¿Cómo se relaciona la persona con el
Estado? ¿Qué cualidades debe tener la ley y
por qué motivos vincula a la conciencia? Y
por último, ¿a qué comunidades intermedias
la persona le debe su lealtad, y por qué su
respeto por ellas edifica tanto al Estado como
su propia personalidad?” (109).
XI. Conclusiones
La Declaración Universal de Derechos Hu-
manos constituyó la piedra angular del Dere-
cho Internacional de los Derechos Humanos a
nivel mundial. A 75 años de su firma, celebra-
mos el hito histórico y le rendimos homenaje,
pero también aprovechamos la ocasión para
adentrarnos en distintos acápites que consi-
deramos relevantes para comprenderla.
Tal como lo mostramos, la Declaración
Universal fue fruto de trabajosos acuerdos,
conferencias y pactos, que se celebraron en
plena Segunda Guerra Mundial, como estra-
tegia común de los Aliados para poner fin al
conflicto bélico. Estos puntos de conexión en-
tre los representantes de las naciones aliadas
desembocaron en la suscripción de la Carta
de las Naciones Unidas, tratado internacional
que no solo creó el organismo internacional
que lleva su nombre, sino que fijó entre sus
objetivos la redacción de un documento uni-
versal de derechos humanos.
A partir de ello, nos introducimos en el tra-
bajo realizado por la Comisión de Derechos
Humanos de Naciones Unidas, y en el proce-
so de redacción del borrador que a la postre
sería la Declaración Universal de Derechos
Humanos.
El abordaje del texto de la Declaración nos
condujo a formular consideraciones en torno
a su preámbulo, a detenernos en los derechos
individuales y sociales reconocidos, y a hacer
énfasis en los deberes sucintamente enuncia-
dos en el documento.
Finalmente, analizamos el impacto que
tuvo la Declaración Universal en panorama
internacional, al igual que el valor que cabe
asignarle desde el punto de vista jurídico, sim-
bólico, ético y cultural.
Con el recorrido plasmado en las páginas que
preceden, podemos concluir que el proceso
previo a la Declaración demuestra el esfuerzo
compartido y la complejidad de lograr acuer-
dos en escala mundial. Su gesta comprueba la
trabajosa labor de producir un documento do-
tado de la mayor universalidad posible. El texto
final incorpora los derechos individuales, los
derechos sociales y los deberes. La trascenden-
cia del documento radica en haber sido la llave
que abrió al mundo las puertas del Derecho
volcadas también en la Carta Encíclica Fratelli Tutti del
Santo Padre Francisco, del 4 de octubre de 2020, cuyo
texto completo puede ser consultado en https://www.
vidanuevadigital.com/wp-content/uploads/2020/10/
FRATELLI-TUTTI_espanol.pdf
(109) PALLARES YABUR, Pedro de Jesús, “Un acuerdo
en las raíces. Los fundamentos en la Declaración Univer-
sal de Derechos Humanos. De Jacques Maritain a Charles
Malik”, Universidad Nacional Autónoma de México - Ins-
tituto de Investigaciones Jurídicas, Serie Doctrina Jurídi-
ca, núm. 906, México, 2020, citando a MALIK, Charles
Habib, “What are Human Rights?”, The Rotarian, vol. 73,
núm. 2, agosto de 1948, ps. 8-10

Internacional de los Derechos Humanos, con-
sagrando a la igual e inviolable dignidad de la
persona humana como base y fundamento del
orden jurídico y político, tanto nacional como
internacional. Se trata de un patrimonio de la
humanidad que ha de ser respetado, valorado
y preservado, sin excepciones ni interpretacio-
nes que lo desvirtúen.
Más allá del aniversario que nos convoca,
los actuales conflictos armados en el plano
Jurisprudencia
Cuidado personal
de los hijos
Fallecimiento de la progenitora. Alcances.
Falta de legitimación de los abuelos.
1. - Salvo supuestos de pérdida o privación
de la responsabilidad parental, que no
se verifican en el caso, los abuelos y las
abuelas no se encuentran legalmente
habilitados para discutir o, cuando me-
nos, compartir el régimen de cuidado con
el padre o la madre, incluso en el supues-
to de muerte de alguno de ellos; el ejerci-
cio queda concentrado en la persona del
progenitor sobreviviente.
2. - Por razones de parentesco o derivado
de un interés afectivo legítimo, quienes
se encuentran a cargo de personas me-
nores de edad deben permitir la comu-
nicación de ellas con sus ascendientes;
pero si se deduce oposición fundada en
posibles perjuicios para la salud física o
mental de los interesados, el juez debe
resolver lo que corresponda y establecer,
de proceder, el régimen de comunicación
más conveniente, de acuerdo con las cir-
cunstancias.
CNCiv., sala C, 09/05/2023. - B., C. A. I. y
otro c. E. A., E. M. s/Cuidado personal de los
hijos.
[Cita on line: TR LALEY AR/JUR/93426/2023]
Costas
Se imponen al apelante vencido.
2ª Instancia.- Buenos Aires, mayo 9 de
2023.
Considerando: I) Las presentes actuacio-
nes son recibidas en esta sede con el objeto
de que el tribunal entienda en el recurso de
apelación articulado por la señora C. A. I. B.
y el señor E. M. K., abuela y abuelo mater-
nos de B. E. K., contra la decisión emitida el
6 de noviembre de 2022 por la señora jueza a
cargo del trámite de la causa, por intermedio
de la cual, al admitir el planteo de falta de
legitimación que dedujo el padre de la niña,
E. M. E. A., cuyo trámite y sustanciación esta
Sala habilitó en su pronunciamiento del 8 de
julio de 2021, la juzgadora rechazó la legiti-
mación de los abuelos para reclamar el cui-
dado personal de su nieta de manera com-
partida con el padre de ella y les impuso las
costas del procedimiento.
En apoyo de tal temperamento, la señora
magistrada expuso que, dentro del régimen
del Cód. Civ. y Com. de la Nación, el ar-
tículo 648 dispone que el cuidado personal
comprende los deberes y facultades de los
progenitores referidos a la vida cotidiana del
hijo y que la disposición del artículo 649 del
mismo ordenamiento establece que el cui-
dado personal puede ser asumido por un
internacional nos compelen a tener más pre-
sente que nunca la Declaración Universal de
Derechos Humanos. Para que la dignidad hu-
mana no sea jamás pisoteada. Para que los de-
rechos humanos no sean imposibles. Para que
las naciones trabajen por conseguir la paz. Y
para que nunca más se repitan las atrocidades
mundiales de la primera mitad del siglo XX.
Cita on line: TR LALEY AR/DOC/2966/2023
progenitor o por ambos. Entendió que los
abuelos carecían de legitimación para instar
la acción de régimen de cuidado personal de
los nietos.
II.a) En el memorial de los apelantes, debi-
damente respondido por el padre de la niña,
luego de expresar que no mediaba hasta el
momento una oposición fundada del padre
en los términos del artículo 555 del Cód. Civ.
y Com. de la Nación, los abuelos manifiestan
que, aunque la norma aplicable reconoce a
los progenitores el mismo derecho al cuida-
do personal de los hijos en función del inte-
rés superior del niño, sin embargo, nada dice
en forma expresa para el supuesto en el cual
la madre “no está, y si es el padre el que im-
pide el contacto con quienes serían la conti-
nuación de la madre”. En esta situación par-
ticular, como la madre de la niña, hija de los
reclamantes, ha fallecido, los abuelos mater-
nos solicitan continuar la frecuencia, diná-
mica, cuidado y responsabilidad “respecto
de la vida de su nieta, ocupando el lugar de
la hija”. Exponen que el foco de la atención
debería colocarse en el derecho de B. de
mantener el vínculo con su familia mater-
na, que, según afirman, el padre impide de
manera caprichosa colocando a la pequeña
en medio de un conflicto de lealtades que ha
generado la pérdida de un tiempo comparti-
do irrecuperable.
II.b) En su contestación, el progenitor de
B., señor E. M. E. A., expone que los recu-
rrentes confunden la esencia del régimen de
cuidado personal de los hijos con el esque-
ma de comunicación al que pueden acceder
los abuelos, que nada tiene que ver con el
primero. Asevera que los apelantes admiten
que el cuidado de los hijos corresponde a sus
progenitores, pese a lo cual, sin fundamento
legal, entienden que en ese ámbito los abue-
los pueden ejercer los derechos que corres-
pondían a su hija, madre de la niña. El padre
se remite a lo expuesto en el mismo sentido
por la Sra. Defensora de Menores de primera
instancia y afirma que, en un marco como el
referido, la recepción del planteo impugna-
torio sería contrario al orden público y a toda
la sociedad.
Respecto de la imposición de costas, en-
tiende que es claro que la solución se rige
por el principio objetivo de la derrota.
III. Según se observa del escrito inaugural,
los promotores de este proceso manifesta-
ron que interponían esta demanda “de cui-
dado personal de nuestra nieta [...] fruto de
la unión de nuestra hija K. B. N. y E. M. E. A.”
(cfr. apartado I).
Allí expresaron que, con fecha del 28 de
julio de 2013, se produjo el fallecimiento de
su hija N. y que desde entonces intentaron
mantener el contacto con su nieta sin pautar
días fijos, sino con la sola premisa de estar el
mayor tiempo posible con ella.
Señalaron asimismo que las visitas siem-
pre se mantuvieron bajo la modalidad y du-
ración que el padre estipulaba y que consi-
deraban fundamental aclarar que B. jamás
Más información
Ariza Clerici, Rodolfo A. - Martínez, Lean-
dro A., “El sistema interamericano de de-
rechos humanos y su incidencia en materia
penal”, LA LEY 17/11/2023, 1, TR LALEY AR/
DOC/2821/2023
Maraniello, Patricio, “El derecho a la sa-
lud y la cooperación internacional”, LA LEY
09/11/2023, 9, TR LALEY AR/DOC/2782/2023
había podido pernoctar en la casa de ningu-
no de ellos, ya que el padre no lo permitió.
Explicaron que las limitaciones impues-
tas por el padre determinaron que, desde la
muerte de la madre de B., las posibilidades
de compartir y construir una relación fluida
y enriquecedora de abuelos-nieta fueron ín-
fimas.
Bajo ese contexto y el fracaso de los innu-
merables intentos de acercamiento que efec-
tuaron, con el solo propósito de continuar el
vínculo con B. frente a las negativas y obs-
táculos puestos por su padre, los demandan-
tes reclamaron que la nieta pueda ejercer su
derecho al contacto con los abuelos mater-
nos y que se permita a los abuelos ejercer
el rol de tales, porque impedirlo afectaría lo
establecido expresamente en el artículo 555
del Cód. Civ. y Com. de la Nación como tam-
bién en varios pactos internacionales que
protegen el derecho de las personas mayores
como los derechos de los niños.
Bajo ese enfoque, en el apartado III de
la presentación inicial propusieron el régi-
men de cuidado personal que entendieron
adecuado, que incluyó, por mencionar las
premisas más significativas: i) un cuidado
personal alternado, y ser notificados por la
escuela u otros centros de todas las activi-
dades de B., de todos los festejos y eventos
del colegio, institutos, academias, etcétera,
para poder acompañarla; ii) concurrir a los
festejos de cumpleaños o cualquier situa-
ción que la involucre en un festejo; iii) es-
tar fehacientemente avisados de cualquier
situación que involucre a B., sus vacacio-
nes, cambios de domicilio, situaciones vin-
culadas a su salud, etcétera; iv) habilitar
encuentros cada fin de semana por medio,
quedándose a dormir en casa de la abuela;
v) compartir 15 días de vacaciones de vera-
no y una semana en las vacaciones de in-
vierno, y; vi) transcurrir con toda la familia
materna una de las fiestas de fin de año, el
día del niño y la Semana Santa.
IV.a) En función de las pretensiones plan-
teadas, debe señalarse que, de acuerdo con
nuestro régimen legal, la responsabilidad
parental es el conjunto de deberes y dere-
chos que corresponde a los padres sobre la
persona y bienes de los hijos para su pro-
tección, desarrollo y formación integral
mientras sea menor de edad y no se haya
emancipado (art. 638) y que dicho régimen
comprende la titularidad y el ejercicio de la
responsabilidad parental, el cuidado perso-
nal del hijo por los progenitores y, eventual-
mente, la guarda otorgada por el juez a un
tercero (art. 640). Según el diseño de nuestro
ordenamiento sustantivo, para lo que ahora
concierne, el ejercicio de la responsabilidad
parental corresponde a los padres en caso
de convivencia como también en el supues-
to en el que ella cese, a menos que, por vo-
luntad de los progenitores o por decisión
judicial, el ejercicio se atribuya a uno solo de
ellos en interés del hijo o asuma otras mo-
dalidades; solo en caso de muerte, ausen-
cia por presunción de fallecimiento, priva-
ción de la responsabilidad o suspensión del
Lunes 11 de diciembre de 2023 | 11
Libro recomendado
Tratado de Derecho Constitucional y Conven-
cional de Derecho de Familia y de las Perso-
nas
Autora y Coordinadora: María Zuñiga Basset
Directores: Úrsula Basset - Alfonso Santiago.
Edición: 2022
Editorial: La Ley, Buenos Aires
ejercicio de un progenitor, el otro quedaría
habilitado para ejercerla (art. 641, inc. a, b
y c). También se reconoce que, en interés
de los hijos y por razones suficientemente
justificadas, los progenitores convengan la
entrega del ejercicio parental a un pariente
(art. 643). Incluso, en el caso excepcional de
la privación o suspensión de la responsabili-
dad parental o de su ejercicio por uno de los
progenitores, el otro continúa ejerciéndola,
salvo que, en beneficio e interés del niño, se
inicien los procesos correspondientes para
la tutela o adopción, según la situación par-
ticular (art. 703).
IV.b) Por su relación con la controversia
planteada, asimismo debe ser apuntado que,
por razones de parentesco o derivado de un
interés afectivo legítimo (artículos 529 y ss.
del Cód. Civ. y Com. de la Nación), quienes
se encuentran a cargo de personas menores
de edad deben permitir la comunicación de
ellas con sus ascendientes, pero si se dedu-
ce oposición fundada en posibles perjuicios
para la salud física o mental de los interesa-
dos, el juez debe resolver lo que correspon-
da y establecer, de proceder, el régimen de
comunicación más conveniente, de acuerdo
con las circunstancias (art. 555).
IV.c) La familia es el elemento natural y
fundamental de la sociedad y debe ser pro-
tegida por la sociedad y el Estado (art. 16.3
de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos; art. 6 de la Declaración America-
na de los Derechos y Deberes del Hombre;
art. 17 de la Convención Americana de De-
rechos Humanos; art. 23.1 del Pacto Inter-
nacional de Derechos Civiles y Políticos; y
art. 10.1 del Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales; art. 14 bis
de la CN), tanto que los Estados asumen el
compromiso de respetar el derecho del niño
a preservar las relaciones familiares de con-
formidad con la ley sin injerencias ilícitas
(cfr. art. 8.1 de la Convención sobre los De-
rechos del Niño) como también el deber de
promover la interacción familiar y social de
la persona mayor teniendo en cuenta a to-
das las familias y sus relaciones afectivas (cfr.
Art. 12.c.iii de la Convención Interamericana
sobre Protección de los Derechos Humanos
de las Personas Mayores).
Las prescripciones citadas traducen la
consagración del principio de protección de
la familia y su unidad.
Al respecto, aunque la Ley 26.061 de Pro-
tección Integral de los Derechos de los Ni-
ños, Niñas y Adolescentes, luego de consa-
grar la prevalencia del interés superior del
niño frente a otros intereses legítimos (art. 3;
íd. art. 3 de la Convención sobre los Dere-
chos del Niño), establece que la familia es
responsable en forma prioritaria de asegurar
a las niñas, niños y adolescentes el disfrute
pleno y el efectivo ejercicio de sus derechos
y garantías, no obstante, puntualiza que, en
particular, es al padre y a la madre a quienes
incumben las responsabilidades y obligacio-
nes comunes e iguales en lo que respecta al
cuidado, desarrollo y educación integral de
sus hijos (art. 7) y reconoce la preservación
12 | Lunes 11 de diciembre de 2023

de sus relaciones familiares, aunque de con-
formidad con la ley (art. 11).
V.a) Por lo tanto, producto de nuestro di-
seño legal, la titularidad como el ejercicio
de la responsabilidad parental correspon-
de a ambos padres y, a falta de uno, al otro
(cfr. Mizrahi, Mauricio L., “Responsabilidad
parental. Cuidado personal y comunicación
con los hijos”, Astrea, ps. 244 y ss.).
De las previsiones de base legal, constitu-
cional y convencional mencionadas surge
que, frente a cualquier otro tipo de cuida-
do, se reconoce la prioridad que asiste en la
crianza de los hijos a la persona de los pa-
dres, en la de ambos o, en ausencia de uno,
en la del otro. En efecto, respecto de los ni-
ños y las niñas, el padre y la madre tienen
el deber preferente de cuidarlos y, producto
de ello, gozan del correlativo derecho de
ejercer el régimen derivado de la parentali-
dad libre de toda injerencia de terceros, in-
cluidos otros parientes, aunque deban ha-
cerlo favoreciendo la vida familiar y social
del niño y permitiendo la interacción con
los parientes significativos (cfr. Basset. Ú.,
en “Tratado de Derecho Constitucional y
Convencional de Derecho de Familia y de
las Personas”, AA. VV., LA LEY, T. III, capítu-
lo XLV, ps. 404 y ss.).
V.b) Salvo supuestos de pérdida o priva-
ción, que no se verifican en esta situación,
los abuelos y las abuelas no se encuentran
legalmente habilitados para discutir o, cuan-
to menos, compartir el régimen de cuidado
con el padre o la madre, siquiera en una si-
tuación como la indicada en el memorial,
puesto que, incluso en el supuesto de muer-
te de alguno de ellos, el ejercicio queda con-
centrado en la persona del progenitor sobre-
viviente.
V.c) En cuanto al régimen de comunica-
ción que sin las precisiones indispensables
se toca en el memorial, debe destacarse
que la correspondiente solicitud se encuen-
tra en trámite en el marco del Expte. CIV
61.020/2020, caratuladas “B., C. A. I. y Otro
c. E. A., E. M. s/régimen de comunicación”,
cuyas constancias compulsamos de manera
virtual a través de programa Lex 100, por lo
que en dicho ámbito deberá dirimirse todo
aquello relacionado con el contacto preten-
dido por los abuelos maternos con su pe-
queña nieta.
VI. En función de lo expuesto, debe ser
ahora señalado que la legitimación es un
presupuesto de la pretensión, pues determi-
na quienes están autorizados para obtener
una decisión de fondo sobre las pretensio-
nes formuladas en la demanda (cfr. Devis
Echandía, “Nociones generales de derecho
procesal civil”, p. 283). La legitimación no
comprende un requisito formal, sino una
cualidad sustancial que concierne, en de-
finitiva, a la titularidad de la relación jurí-
dica que se encuentra debatida en el juicio
(cfr. Palacio, Lino E., “Derecho Procesal Ci-
vil”, Abeledo-Perrot, T. VI, ps. 132/133), con
prescindencia de la fundabilidad de la pre-
tensión (cfr. CSJN, Fallos: 310:2943), por lo
que su inexistencia supone la ausencia de
un requisito intrínseco de admisibilidad (cfr.
CSJN, Fallos: 330:1918).
Estar legitimado en una causa determina-
da significa tener derecho a que se resuelva
sobre las peticiones formuladas en la de-
manda, es decir, sobre la existencia o inexis-
tencia del derecho material pretendido, ya
sea por sentencia favorable o desfavorable.
La falta de legitimación, en consecuencia,
no solo puede articularse respecto de quie-
nes no son los titulares de la relación jurídica
sustancial debatida, sino también cuando se
carece de un interés jurídico tutelable. Por
eso, se configura la falta de legitimación para
obrar cuando el actor o el demandado no
son las personas especialmente habilitadas
para asumir tales calidades con referencia
a la materia concreta sobre la que versa el
proceso (cfr. Fassi, “Código Procesal Civil y
Comercial de la Nación...”, Astrea, T. I, p. 598;
Falcón, “Código Procesal Civil y Comercial
de la Nación. Anotado. Concordado. Co-
mentado”, Abeledo-Perrot, t. III, p. 42). Por lo
tanto, cuando una de las partes carece de esa
calidad, no será posible tomar una decisión
sustancial, desde que los adversarios no son
las personas idóneas para discutir el objeto
concreto del litigio (cfr. Fassi, “Código Proce-
sal Civil y...”, Astrea, T. 1, p. 598; Fenochietto
y Arazi, “Código Procesal Civil y...”, Astrea,
T., p. 210; CNCiv., Sala C, “Cartoceti c. Tte.
Plaza SA Línea 141 s/ds. y ps.”, sentencia del
28/08/2019).
VII. Trasladados tales conceptos a una
situación como la referida en el apartado
V), en línea con lo indicado en el apartado
VI), debe necesariamente concluirse que
los abuelos maternos de B. carecen de ap-
titud para reclamar un régimen de cuidado
como el desplegado en la demanda, por lo
que la excepción de falta de legitimación
activa debe ser inequívocamente declara-
da atendible.
VIII. Por último, si bien los abuelos ma-
ternos apelaron la imposición de costas
dispuesta en el pronunciamiento atacado,
no desarrollaron la fundamentación sobre
la que respaldan ese cuestionamiento ni es-
pecificaron cuál sería, a su juicio, la decisión
correcta.
Tampoco modificaron la falta del indis-
pensable memorial sobre dicho tópico al ser
notificados de la providencia del 26 de no-
viembre de 2022 que tuvo por cumplida esa
carga con las consideraciones expresadas al
momento de articular la apelación, en don-
de no efectuaron ninguna reflexión sobre las
costas del proceso.
Con estas condiciones, el recurso intenta-
do contra la imposición de costas debe en-
tenderse desierto, de acuerdo con lo previsto
por el Art. 246 del Cód. Proc. Civ. y Com. de
la Nación.
Por todo lo expuesto, se resuelve: Recha-
zar el recurso de apelación articulado por
la señora C. A. I. B. y el señor E. M. K., y, en
consecuencia, confirmar la decisión impug-
nada. Las costas de esta incidencia se im-
ponen a los apelantes vencidos en función
del principio general que rige en la materia
sobre la base ausencia de mérito con enti-
dad suficiente para apartarse de esa regla
(Art. 68, segunda parte, del Cód. Proc. Civ. y
Com. de la Nación). Regístrese, notifíquese
en forma electrónica a los interesados y a la
Sra. Defensora de Cámara, publíquese y de-
vuélvase al juzgado de origen. La difusión
de este pronunciamiento queda sujeta a las
condiciones previstas por el Art. 164, parte
final, del Cód. Proc. Civ. y Com. de la Na-
ción y a las prohibiciones establecidas por la
Ley 20.056. — Pablo Tripoli. — Juan M. Con-
verset. — Omar L. Díaz Solimine.

Edictos
El Juzgado Nacional de Primera Ins-
tancia en lo Civil y Comercial Federal
Nº 5, a cargo del Dr. Patricio Mara-
niello, Secretaría Nº 9 a mi cargo, sito
en Libertad 731 piso 10º de Capital
Federal, hace saber que ALINA OVS-
YANNIKOVA, DNI Nº 754351251 de
nacionalidad Federación Rusa y de
ocupación arquitecta, ha iniciado los
trámites tendientes a la obtención
de la Ciudadanía Rusa. Cualquier
persona que tuviere conocimiento
de algún acontecimiento que pudie-
re obstar a dicha concesión, deberá
hacer saber su oposición fundada al
Juzgado. Publíquese por dos veces.
Buenos Aires, 13 de noviembre de
2023
N. Javier Salituri, sec.
LA LEY: I. 11/12/23 V. 12/12/23
Ante el Juzgado Nacional de Primera
Instancia en lo Civil y Comercial Fe-
deral Nº 10, Secretaría Nº 19, sito en
Libertad 731 9º piso de esta ciudad,
tramite el pedido de ciudadanía ar-
gentina de la Sra. EMILIIA SHARA-
FAIDINOVA de nacionalidad rusa con
PAS 754056844 según el expediente
“SHARAFAIDINOVA EMILIIA s/SO-
LICITUD DE CARTA DE CIUDADA-
NÍA” Exp. Nº 19366/2022. Por ello
cualquier persona que tuviere cono-
cimiento de algún acontecimiento
que estimara podría obstar a dicha
concesión, deberá hacerlo saber a
este Juzgado. Publíquese por dos
días.
Buenos Aires, 24 de octubre de 2023
María Lucila Koon, sec.
LA LEY: I. 11/12/23 V. 12/12/23
8775/2009 GUTIERREZ CHUQUI-
RAY DIANA ERCILIA s/SOLICITUD
DE CARTA DE CIUDADANÍA. El Juz-
gado Nacional de Primera Instancia
en lo Civil y Comercial Federal Nº 2,
Secretaría Nº 4 interinamente a mi
cargo, de Capital Federal, informa
que GUTIÉRREZ CHUQUIRAY DIANA
ERCILIA, DNI Nº 93.667.588, solicitó
la declaración de Carta de Ciudada-
nía Argentina. Cualquier persona que
conozca algún impedimento para la
concesión del beneficio, podrá hacer-
lo saber a través del Ministerio Públi-
co. Publíquese por dos días dentro de
un plazo de quince días.
Buenos Aires, 9 de octubre de 2023
Constanza Belén Francingues, sec.
LA LEY: I. 11/12/23 V. 11/12/23
10493/2022. VILORIA ESTANGA,
JOHANY ALEXANDER s/SOLICITUD
DE CARTA DE CIUDADANÍA. El Juz-
gado Nacional de Primera Instancia
en lo Civil y Comercial Federal Nº 2,
Secretaría Nº 3 interinamente a mi
cargo, de Capital Federal, informa
que VILORIA ESTANGA, JOHANY
ALEXANDER, DNI Nº 95669994,
venezolano, solicitó la declaración
de Carta de Ciudadanía Argentina.
Cualquier persona que conozca al-
gún impedimento para la concesión
del beneficio, podrá hacerlo saber a
través del Ministerio Público. Publí-
quese por dos días dentro de un pla-
zo de quince días.
Buenos Aires, 31 de octubre de 2023
Luciana Montorfano, sec.
LA LEY: I. 11/12/23 V. 11/12/23
El Juzgado Nacional de Primera Ins-
tancia en lo Civil y Comercial Federal
Nº 8 a cargo del Dr. Marcelo Gota,
secretaría Nº 16 a mi cargo, sito en Li-
bertad 731 7º Piso de Capital Federal,
hace saber que ESTEPHANIE JES-
MAR TAMAYO ABARCA de nacionali-
dad venezolana con DNI 95.390.481
ha peticionado la concesión de la
ciudadanía argentina, a fin de que los
interesados hagan saber a este Juz-
gado las circunstancias que pudiesen
obstar a dicho pedido.
Publíquese por dos días.
Buenos Aires, 9 de octubre de 2023
Sebastián A. Ferrero, sec.
LA LEY: I. 11/12/23 V. 11/12/23
El Juzgado Nacional de Primera Ins-
tancia en lo Civil y Comercial Federal
Nº 1 a cargo de la Dra. Silvina A. Bra-
camonte, Secretaría Nº 2 a mi cargo,
sito en Libertad 731 9º piso de Capi-
tal Federal, hace saber que DANILO
ALEJANDRO RIVEROS GUZMÁN de
nacionalidad colombiana con DNI
95.380.569 ha peticionado la conce-
sión de la ciudadanía argentina, a fin
de que los interesados hagan saber a
este Juzgado las circunstancias que
pudiesen obstar a dicho pedido. Pu-
blíquese por dos días.
Buenos Aires, 4 de agosto de 2023
Emiliano Wigutow, sec.
LA LEY: I. 11/12/23 V. 11/12/23
5751/2023. TEJERINA SERRUDO,
REINA MAGELA s/SOLICITUD DE
CARTA DE CIUDADANÍA. El Juzgado
Nacional de Primera Instancia en lo
Civil y Comercial Federal Nº 2, Secre-
taría Nº 3 interinamente a mi cargo,
de Capital Federal, informa que TE-
JERINA SERRUDO, REINA MAGELA,
DNI Nº 95855222, boliviana, solicitó
la declaración de Carta de Ciudada-
nía Argentina. Cualquier persona que
conozca algún impedimento para la
concesión del beneficio, podrá hacer-
lo saber a través del Ministerio Públi-
co. Publíquese por dos días dentro de
un plazo de quince días.
Buenos Aires, 10 de octubre de 2023
Luciana Montorfano, sec.
LA LEY: I. 11/12/23 V. 11/12/23
El Juzgado Nacional de Primera Ins-
tancia en lo Civil y
Comercial Federal Nº 7, a cargo de
Dr. Javier Pico Terrero, Secretaría
Nº 14, a mi cargo, sito en Libertad
731, 6 piso de la Capital Federal, co-
munica que el Sr. NIKOLAY KONTSE-
VOY con Pasaporte Nº 76 6220523
19 de diciembre, nacida el de 1989
en Moscú, Federación de Rusia, ha
solicitado la declaración de la ciuda-
danía argentina. Cualquier persona
que tuviere conocimiento de algún
acontecimiento que pudiere obstar a
dicha concesión, deberá hacer saber
su oposición fundada al Juzgado. El
presente se publica a los efectos del
art. 11 de la ley 346. Publíquese por
dos días dentro de un plazo de quin-
ce días.
Buenos Aires, 6 de noviembre de
2023
Carlos Mallo, sec.
LA LEY: I. 11/12/23 V. 11/12/23
El Juzgado Nacional de 1ª Inst. en
lo Civ. y Com. Fed. Nº 11, Secretaría
Nº 22, sito en Libertad 731, 7º piso, de
esta Capital, hace saber que BELKYS
VIRGINIA ROSALES COLMENARES,
cuyo DNI es el Nº 95.948.446, naci-
da en Municipio San Cristóbal, Esta-
do Tachira, ha solicitado la ciudada-
nía argentina. Quien conozca algún
impedimento para la concesión del
beneficio, podrá comunicarlo a través
del Ministerio Público. Publíquese
por dos días, en un lapso de quince
días.
Buenos Aires, 13 de noviembre de
2023
Alejandro J. Nobili, juez fed.
LA LEY: I. 11/12/23 V. 11/12/23
2681/2021. PERDOMO MONTERO,
MARINEL ANALI s/SOLICITUD DE
CARTA DE CIUDADANIA. El Juzgado
Nacional de Primera Instancia en lo
Civil y Comercial Federal Nº 2, Se-
cretaría Nº 3 interinamente a mi car-
go, de Capital Federal, informa que
PERDOMO MONTERO, MARINEL
ANALI, DNI Nº 95828468, venezo-
lana, solicitó la declaración de Carta
de Ciudadanía Argentina. Cualquier
persona que conozca algún impedi-
mento para la concesión del benefi-
cio, podrá hacerlo saber a través del
Ministerio Público. Publíquese por
dos días dentro de un plazo de quin-
ce días.
Buenos Aires, 24 de octubre de 2023
Luciana Montorfano, sec.
LA LEY: I. 11/12/23 V. 11/12/23
13016/2021. GARCÍA DUQUE, YULEI-
MA ANDREA s/SOLICITUD DE CAR-
TA DE CIUDADANÍA. El Juzgado Na-
cional de Primera Instancia en lo Civil
y Comercial Federal Nº 2, Secretaría
Nº 4 interinamente a mi cargo, de
Capital Federal, informa que GAR-
CÍA DUQUE, YULEIMA ANDREA, DNI
Nº 95.776.976, solicitó la declaración
de Carta de Ciudadanía Argentina.
Cualquier persona que conozca al-
gún impedimento para la concesión
del beneficio, podrá hacerlo saber a
través del Ministerio Público. Publí-
quese por dos días dentro de un pla-
zo de quince días.
Buenos Aires, 25 de septiembre de
2023
Constanza Belén Francingues, sec.
LA LEY: I. 11/12/23 V. 11/12/23
Ante el Juzgado Nacional de Primera
Instancia en lo Civil y Comercial Fe-
deral Nº 10, Secretaría Nº 20, sito en
Libertad 731 9º piso de esta ciudad,
tramita el pedido de ciudadanía ar-
gentina del Sr. STANISLAU PATSKE-
VICH de nacionalidad bielorrusa con
PAS 3406472 según el expediente
“PATSKEVICH STANISLAU s/SOLI-
CITUD DE CARTA DE CIUDADANÍA”
Exp. Nº 357/2023. Por ello cualquier
persona que tuviere conocimiento de
algún acontecimiento que estimara
podría obstar a dicha concesión, de-
berá hacerlo saber a este Juzgado.
Publíquese por dos días.
Buenos Aires, 23 de agosto de 2023
Matías M. Abraham, sec.
LA LEY: I. 07/12/23 V. 11/12/23
Ante el Juzgado Nacional de Prime-
ra Instancia en lo Civil y Comercial
Federal Nº 10, Secretaría Nº 19, sito
en Libertad 731 9º piso de esta ciu-
dad, tramita el pedido de ciudadanía
argentina del Sr. DANIL MILITSKII
de nacionalidad rusa con pasaporte
Nº 659318294 según el expedien-
te “MILITSKIII, DANIL s/SOLICI-
TUD DE CARTA DE CIUDADANÍA”
Exp. Nº 5682/2023. Por ello cualquier
persona que tuviere conocimiento de
algún acontecimiento que estimara
podría obstar a dicha concesión, de-
berá hacerlo saber a este Juzgado.
Publíquese por dos días.
Buenos Aires, 3 de agosto de 2023
María Lucila Koon, sec.
LA LEY: I. 07/12/23 V. 11/12/23

Director Editorial: Fulvio G. Santarelli PROPIEDAD DE LA LEY S.A.E. e I. linkedin.com/showcase/thom-

Administración, Comercialización y Redacción: Thomsonreuterslaley
Jefa de Redacción: Yamila Cagliero son-reuters-argentina-legal/ Centro de atención
Editores: Tucumán 1471 (C. P. 1050 AAC) al cliente:
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TRLaLey thomsonreuters.com.ar/es/solu-
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ciones-legales/blog-legal.html
Jonathan A. Linovich Marlene Slattery Provincia de Buenos Aires.
Suplemento Innovación & Derecho
Director: Demetrio Alejandro Chamatropulos
Diciembre de 2023 - Nº 6 ISSN: 2953-4305 - RNPI: En trámite

Edición Especial:
Innovación, Inclusión y Sustentabilidad
¿Por qué lo publicamos? Vínculos y perspectivas de la innovación,
Presentación la inclusión y la sostenibilidad” (*)

Sheila Abed
de la edición Abogada por la Universidad Nacional de Asunción. Máster en Derecho Ambiental por la Universidad de Limoges
y Doctora en Derecho por la Universidad de Buenos Aires. Exministra de Justicia del Paraguay. Exconsejera de
Demetrio Alejandro la Entidad Binacional Yacyretá (EBY). Expresidente de la Comisión Mundial de Derecho Ambiental de la Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Chamatropulos
Continúa en p. 2
Doctor en Derecho (UBA) –Tesis calificada por
unanimidad como Sobresaliente sobre Cien-
cias del Comportamiento, Neurociencias, Filo-
sofía, Inteligencia Artificial, Cronobiología y Derecho–. Magíster
en Derecho del Trabajo y Relaciones Laborales Internacionales
(UNTREF). Magíster en Derecho Empresario (ESEADE). Aboga-
Desastres ambientales y desigualdades
do (UNT). Profesor de Grado (UNSTA). Director de la Licencia-
tura en Ciencias del Comportamiento y del Centro de Estudios
de Ciencias del Comportamiento –CECC– (UNSTA). Director del
invisibles: innovar para la equidad
Suplemento periódico “Innovación & Derecho” del Diario La Ley Pamela Tolosa
de Thomson Reuters. Profesor de Posgrado en distintas univer-
sidades argentinas y del exterior. Director de la Diplomatura en Abogada. Magíster en Economía. Decana del Departamento de Derecho, Universidad Nacional del Sur (UNS),
Derecho & Innovación (UNT). Director del Posgrado sobre Pro- Bahía Blanca, Argentina. Investigadora del Programa de Derecho, Economía y Comportamiento de la UNS.
tección del Consumidor y de la Competencia en los Mercados Continúa en p. 2
(Univ. Torcuato Di Tella). Autor de varios libros (entre ellos “Esta-
tuto del Consumidor Comentado”, tres ediciones, en dos tomos;
“Los Daños Punitivos en la Argentina” y “El Deber de Informa-
ción frente a las decisiones no racionales de los consumidores”).
Actual Relator de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia
de Tucumán.
El desarrollo sostenible puede transformar
Bienvenidos a la sexta y última edición del año 2023 (di- las ciudades y la resiliencia energética
puede ser la clave inteligente
ciembre) del Suplemento “Innovación & Derecho” (Nº 19 en
total) que acompaña periódicamente al Diario La Ley desde
hace más de tres años ya. El tiempo pasa (y se percibe) rá-
pido...
María Teresa Mancini
Decidimos cerrar nuestro trabajo anual con una edición Especialista en Administración, Derecho y Economía del Medio Ambiente, Escuela de Posgrado Ciudad Argenti-
especial dedicada a un eje temático que ya encontró su tip- na, Universidad Carlos III de Madrid y en sistema de gestión medioambiental Universidad Autónoma de Barcelo-
ping point (Malcolm Gladwell dixit) y que nadie sabe dónde na. Docente Universitaria UBA, ITBA. Coordinadora de la Diplomatura en Ambiente, Tecnología y Derecho ITBA.
terminará (o recomenzará...).
Continúa en p. 6
La referencia es a la innovación y sus entrecruzamientos
con la inclusión y la sustentabilidad. La responsabilidad de
aportar contenidos recayó en esta oportunidad en un grupo
de mujeres académicas que aportan un intangible: los lazos
de amistad que las unen y se potencian en cada proyecto
Alfabetización Algorítmica Verde
que llevan adelante de manera conjunta, fundamentalmen- Rosana Corti
te, en los tópicos relacionados con el ambiente. Me tomo el
atrevimiento de llamarlas con cariño y respeto, como alguna Abogada y Magíster en Magistratura y Derecho Judicial por la Universidad Austral. Funcionaria de la Justicia
vez escuché que les decían en un Congreso: Las “Five Fav”. Federal de Misiones. Especialista y Profesora de Derecho Ambiental. Miembro Académico de la Fundación Expo-
Es que lo anecdótico también enaltece y resignifica el valor terra. Fundadora de la Fundación Mujeres por la Acción Climática. Profesora en la Diplomatura de Innovación y
técnico... Gestión Judicial Tecnológica de la Universidad Champagnat. Maestrando en Inteligencia Artificial en la European
Union of Private Higher Education.
Sheila Abed presenta el eje en cuestión y allí reflexiona:
Continúa en p. 7
“La comunidad jurídica tiene la obligación de anticiparse,
tiene la obligación de aprender, de entender, de debatir y de
llenar de contenido ético esta nueva realidad. No solo debe
ser importado y en este punto es interesante el papel del de-
recho como creador del pacto de comportamiento de los se-
Generación plateada
Sobre cómo pensar el futuro desde la inclusión
res humanos que generalmente se puede hacer ese manual
de instrucciones, pero para ello hay que prepararse. Hay que

y la sustentabilidad. Desafíos y oportunidades

prepararse con la mente abierta, porque hay cosas que llega-
ron para quedarse”.

Luego, Pamela Tolosa aborda lo referido al desafío de in-

novar sin perder el norte de la equidad frente a los desastres Lorena González Rodríguez
ambientales. Dice Pamela: “La noción de innovación suele Abogada, especialista en Derecho de Daños. Coordinadora y docente de la carrera de especialización en Derecho
de Daños de la Facultad de Derecho de la UBA. Especialista en Compliance UCEMA-CIPCC.
Continúa en p. 2
Especial para La Ley. Derechos reservados (Ley 11.723)
Continúa en p. 10
CORREO
ARGENTINO FRANQUEO A PAGAR

CENTRAL B CUENTA N° 10269F1

2 | Diciembre de 2023
Demetrio Alejandro Chamatropulos
Viene de p. 1
asociarse a incluir tecnologías sofisticadas.
Sin embargo, en ciertas situaciones, la inno-
vación que se requiere implica un cambio
sistemático en las prácticas institucionales
asociadas a procesos de toma de decisión.
Ciertos detalles que hacen a innovar en as-
pectos del proceso de toma de decisión pue-
den implicar cambios sustanciales. Pueden
permitir superar estados de hipocognición,
minimizar sesgos cognitivos y evitar errores
indeseados. Nunca es tarde para innovar... si
se trata de modificar nuestras prácticas en
pos de reducir las desigualdades, generar
más inclusión y desarrollo sostenible”.
A continuación, se encuentra el trabajo de
Teresa Mancini, quien, al tratar la problemá-
Sheila Abed
Viene de p. 1
La civilización humana ha estado en cam-
bio todo el tiempo y cada cambio tecnológi-
co importante significó el fin de una era y el
comienzo de otra.
Un ejemplo de ello son las casas roboti-
zadas y el famoso chiste del señor que entra
y dice “Siri prendeme las luces” y entonces
Alexa le dice “¿quién es Siri?”, como un modo
de reírnos del mundo del futuro que eviden-
temente nos va a sorprender y desafiar.
Pero, estas tecnologías, también son he-
rramientas para un mundo más conectado,
inclusivo y sostenible.
De todas maneras, en marzo de este año,
en varios sitios, pero también en el Congreso
Especial para La Ley. Derechos reservados (Ley 11.723)
(*) Conferencia pronunciada en el IX Congreso Am-
biental-Facultad de Derecho de la Universidad de Bue-
nos Aires, 8 y 9 de junio de 2023.
Pamela Tolosa
Viene de p. 1
I. Introducción
“Fatema Begum escuchó la advertencia
de evacuación cuando el ciclón Sidr se
hizo sentir en la costa suroeste de Ban-
gladesh en 2007. Pero no salió hasta que
su casa comenzó a inundarse. El refugio
más cercano estaba a sólo cinco metros
de distancia. Sin embargo, en la oscuridad
y con el agua que subía rápidamente, esa
pequeña distancia pareció que se trataba
de kilómetros. Con dos niños pequeños a
cuestas, tuvo que luchar para llegar. Si bien
lo logró arribando completamente empa-
pada, se sintió afortunada de estar viva”.
Así comienza la descripción de lo vivido
por Fatema Begum en la publicación del
Banco Mundial que difunde un estudio
realizado juntamente con la Asociación
Internacional de Fomento (AIF) (1), cuyo
objetivo principal es reunir pruebas sobre
cómo considerar el tema del género en el
riesgo de desastres y las respuestas poste-
riores a una catástrofe.
Fatema, al igual que otras mujeres, descri-
bió su dura experiencia a los investigadores
que intentan determinar de qué manera se
pueden mejorar las probabilidades de su-
Especial para La Ley. Derechos reservados (Ley 11.723)
(1) “Mejorar las posibilidades de supervivencia de
mujeres frente a desastres naturales”, Banco Mundial,
Suplemento Innovación & Derecho
tica de las ciudades inteligentes y sosteni-
bles, expresa: “Las ciudades que aprenden
de sus habitantes son las más inteligentes. El
foco está en las personas y en cómo afrontar
los desafíos respetando la cultura, su histo-
ria, el ambiente, las capacidades de sus re-
cursos. Ser, además, resilientes propone po-
tenciar las lecciones aprendidas, entender y
accionar sobre nuevos escenarios, superar
limitaciones y mejorar expectativas a futuro”.
Rosana Corti asume el desafío de analizar
los “algoritmos verdes”. Afirma la autora: “El
escenario que planteamos con los Algoritmos
Verdes es un camino para conciliar la transi-
ción digital y la ecológica. Uno de los mayores
retos de este tiempo. Para ello, debemos pro-
mover debates amplios, realistas, que inclu-
yan tanto sus bondades como sus externali-
dades negativas. Es la única manera de ver lo
que está en juego y tomar mejores decisiones
de los Estados Unidos, Sam Altman (CEO de
ChatGPT), Elon Musk y otros actores, solici-
taron regulaciones para lo que consideran la
innovación tecnológica más grande de todos
los tiempos. Y recomendaron crear una “eti-
queta nutricional” para conocer lo que va-
mos a consumir.
Entonces los expertos dicen: la inteli-
gencia artificial a la que arribamos hoy en
día es fruto del acervo humano, es fruto de
científicos, artistas, juristas, escritores, que
se magnifica a través de las posibilidades de
los algoritmos y los códigos artificiales. Y no
precisamente creando conocimiento o cien-
cia nueva. Muchos expertos dicen que toda-
vía no es creativa y esa es la preocupación:
hacia dónde vamos, ya que eventualmente
llegará ese desprendimiento en el cual la
creatividad no siempre provenga de fuentes
humanas.
Por ello también, dentro de las preocupa-
ciones que tenemos —también claramente
hay oportunidades— muchos alegan que se
limita a repetir los arquetipos. En algunos
casos los más tóxicos. Entonces claramente
la confiabilidad de estos sistemas todavía
SUMARIO: I. Introducción.— II. La desigualdad de género y su incidencia en las consecuencias de los problemas ambientales.— III.
¿Por qué las consecuencias de la desigualdad de género aún son invisibles?— IV. Innovar para la igualdad y la inclusión en las políticas
ambientales.— V. Comentario final.
pervivencia de las mujeres en uno de los paí-
ses más propensos a desastres del planeta; y
donde las mujeres han muerto en mucho
mayor número que los hombres.
En el año 1970, antes de que existieran
los sistemas de alerta temprana y de segui-
miento de tormentas por satélite, el enor-
me ciclón Bhola causó unas 300.000 vícti-
mas en Bangladesh. Uno de los aspectos
más llamativos de dicha tormenta fue que
hubo 1 víctima fatal masculina por cada
14 víctimas femeninas. Unos 37 años más
tarde, cuando tuvo lugar el ciclón Sidr, la
proporción de muertes entre varones y mu-
jeres fue la siguiente: 1 hombre por cada 5
mujeres. Es decir, si bien bajó, la cantidad
de víctimas fatales femeninas siguió siendo
muy superior en relación con las víctimas
fatales masculinas.
Entre las dos tormentas, Bangladesh se
convirtió en un modelo de preparación en
casos de desastre. Se construyeron cerca de
3500 refugios contra ciclones con la ayuda
de asociados (2). Una de las estrategias más
efectivas fue hacer participar a las mujeres,
dicen los expertos en riesgo de desastres.
La mayoría de ellas estaba en el hogar, era
diciembre 2013: https://www.bancomundial.org/es/
news/feature/2013/12/12/improving-women-disas-
ters.
colectivas. Tal vez, tendríamos que empezar a
pensar que los programas informáticos ven-
gan con una etiqueta energética, como los
alimentos y electrodomésticos, para que sea-
mos conscientes del consumo que hay detrás
y el impacto que genera en el ambiente”.
Por último, cierra Lorena González Rodrí-
guez con un artículo sobre la denominada
“Generación Plateada” y su impacto en la in-
novación (y viceversa). Lorena sostiene: “El
avance de la innovación unida al desarrollo
tecnológico ha producido un cambio radical
en la manera de planificar nuestras vidas y,
en buena medida, ha contribuido a que sea-
mos más longevos. Los descubrimientos en
materia de salud, la globalización y el mundo
hiperconectado son un dato para considerar
en esta tendencia que aumenta y se consoli-
da. Vivimos más. La pregunta es ¿cómo ha-
cemos para vivir mejor esta prolongación? Y
está en evolución y es algo que se debe te-
ner en mente y debe ser objeto de preocu-
pación.
Pero una parte interesante es que mu-
chos pensadores alegan que la inteligencia
humana también es artificial. Y aquí se en-
cuentra un punto ya que dicen “el desarro-
llo de prejuicios culturales y esquemas de
conocimiento aprehendidos, hereditarios,
puede compararse con una programación
cifrada. A partir de los datos del peso de la
historia y sus discursos dominantes de cada
época”.
Si uno se pone a pensar, ello es así. Un
niño nace con “poca información”, pero
luego le van diciendo quién es, dónde na-
ció, y todo ello es un contenido que podría
significar también una programación cifra-
da. Esto puede traer análisis de la mano de
la filosofía del derecho respecto de estas
cuestiones.
Pero sin dudas, la cultura es algo que asi-
milamos de manera orgánica. La responsa-
bilidad de esta transformación de lo que se
viene, cómo lo vamos a utilizar, cuáles van a
responsable de los niños, niñas, adoles-
centes y ancianos, y permanecía aislada
cultural y socialmente. Murieron durante
los ciclones porque no estaban entrenadas
para la evacuación o porque tuvieron que
ocuparse de otros antes que de sí mismas.
Muchas de ellas no querían evacuar sus
hogares sin su esposo u otro varón que las
acompañara.
Aunque los obstáculos aún persisten, lo
cierto es que hacer participar activamente
a las mujeres en el diseño de políticas de
prevención, reconstrucción y recuperación
frente a los desastres ambientales fue clave
para advertir problemas que eran totalmen-
te invisibles hasta entonces. Entrevistarlas,
escucharlas, recopilar datos, permitió visibi-
lizar desigualdades de género y tomar con-
ciencia de la mayor vulnerabilidad a la que
las mujeres estaban expuestas. Luego, tomar
acciones para dar soluciones a esos proble-
mas.
Lo que muestra este estudio del Banco
Mundial en Bangladesh es solo un ejem-
plo de cómo la falta de igualdad de género
determina que los impactos negativos de
los desastres ambientales repercutan de un
(2) Se desarrolló, entre otras cosas, el “Proyecto de
Reconstrucción de Emergencia después de Ciclones”
con apoyo de la Asociación Internacional de Fomen-
¿qué rol cumple o debería asumir el derecho
para aportar herramientas a este bienestar?”.
Bonus track: Lore ha sido la verdadera lo-
comotora para dar lugar a esta edición espe-
cial. Sin su empuje y talento esto no hubiese
sido posible. ¡Gracias miles a ella!
Agradecemos especialmente entonces a
las “Cinco Fantásticas” (al conocerlas me
tomo el atrevimiento de llamar así a su ma-
ravilloso grupo de trabajo).
Esperamos que pueda disfrutar del conte-
nido de esta edición de cierre de año tanto
como nosotros.
¡Hasta 2024!
Cita online: TR LALEY AR/DOC/2826/2023
ser sus límites, es algo nuestro y no va a ser
precisamente de unos elementos tecnoló-
gicos que no están suficientemente eman-
cipados, sino de los seres humanos que
controlan, de los medios de producción, las
redes sociales, la palabra slogan y hasta los
enchufes porque la electricidad es algo muy
importante.
Con esto lo que quiere decir es que
Frankenstein, el monstruo, no tiene la culpa
siempre de todo.
La comunidad jurídica tiene la obligación
de anticiparse, tiene la obligación de apren-
der, de entender, de debatir y de llenar de
contenido ético esta nueva realidad. No solo
debe ser importado y en este punto es inte-
resante el papel del derecho como creador
del pacto de comportamiento de los seres
humanos que generalmente se puede hacer
ese manual de instrucciones, pero para ello
hay que prepararse. Hay que prepararse con
la mente abierta, porque hay cosas que lle-
garon para quedarse.
Cita online: TR LALEY AR/DOC/2827/2023
modo diferente en las mujeres y niñas. Estas
representan el sector de la población más
perjudicado ante desastres ambientales. Y es
solo un ejemplo, entre tantos otros, que deja
en evidencia que diseñar políticas ambien-
tales sin considerar la desigualdad de género
es un grave error.
Sin embargo, estas desigualdades aún si-
guen siendo invisibles para muchas perso-
nas que toman decisiones de políticas públi-
cas. A pesar de los esfuerzos de numerosas
instituciones por visibilizar esta problemáti-
ca. En estas líneas, en primer lugar, expon-
dré sucintamente tres de los ejemplos más
emblemáticos en relación con el impacto
negativo de la desigualdad de género frente
a problemas ambientales. En segundo lugar,
me referiré a algunos de los obstáculos que
existen para que las desigualdades de géne-
ro sean visibles para quienes toman decisio-
nes de políticas públicas. Ciertos aportes de
la Economía del Comportamiento resultan
útiles en este punto para explicar las razones
subyacentes del problema. Por último, plan-
tearé algunas estrategias para innovar en la
forma de diseñar e implementar políticas
ambientales y visibilizar las desigualdades
de género.
to y el Banco Mundial. Ver: https://projects.banco-
mundial.org/es/projects-operations/project-detail/
P122014?lang=es.

II. La desigualdad de género y su incidencia
en las consecuencias de los problemas am-
bientales
En un estudio realizado por ONU Mujeres
en el año 2020 (3), se afirma que la violencia
de género y la desigualdad estructural limi-
ta las capacidades de las comunidades para
adaptarse a los efectos del cambio climático,
así como para alcanzar la paz y la seguridad
sostenibles. Que el cambio climático pone
en grave riesgo a millones de personas en
todo el mundo, especialmente a las muje-
res y las niñas, que son tradicionalmente las
proveedoras de comida, agua y energía, pero
cuentan con menos recursos para adaptarse
a las condiciones cambiantes. En el prólo-
go, Inger Andersen, Directora Ejecutiva del
Programa de Naciones Unidas para el Medio
Ambiente señala que “estas dinámicas de
género aún son relativamente desconocidas
a nivel internacional (…) Este informe de-
muestra la conexión intrínseca entre género,
clima y seguridad”.
Desde una perspectiva de género, los
impactos desiguales del cambio climático
están fuertemente vinculados a la desigual-
dad socioeconómica y a la persistencia de la
pobreza (4). En el año 2019, según los datos
del Observatorio de Igualdad de Género de
América Latina y el Caribe (OIG) por cada
100 hombres viviendo en hogares pobres,
habían 112.7 mujeres en similar situación.
La pandemia y sus consecuencias econó-
micas han profundizado la pobreza y la
desigualdad: las mujeres se han visto espe-
cialmente afectadas frente a la fuerte caída
de la actividad económica en sectores clave
para la ocupación laboral femenina como
son el turismo, la manufactura, el comercio
y el trabajo doméstico remunerado. Esto ha
resultado en una contundente salida de las
mujeres de la fuerza laboral con una caída
en la tasa de participación laboral femenina
que representa un retroceso de 10 años en la
región latinoamericana y se proyecta un in-
cremento en el número de mujeres que vivi-
rán en situación de pobreza (5).
En este contexto, los efectos del cambio
climático pueden profundizar las desigual-
dades de género ya existentes. A continua-
ción, mencionaré tres dimensiones diferen-
tes de esta problemática.
II.1. Profundización de la división sexual
del trabajo e inequitativa organización social
del cuidado
En América Latina y el Caribe, las encues-
tas de uso del tiempo que se han realizado
en diversos países confirman la persistente
y desequilibrada división sexual del traba-
jo y la inequitativa organización social del
cuidado. De acuerdo con los datos de las
encuestas recopilados en el OIG, las ten-
dencias indican que las mujeres dedican
más tiempo al trabajo no remunerado con
(3) Publicado el 9/6/2020 en https://news.un.org/
es/story/2020/06/1475742.
(4) El Panel Intergubernamental de Cambio Climático
(en adelante, IPCC) destacó en el año 2014 que “Las dife-
rencias en vulnerabilidad y exposición surgen de factores
no climáticos y de desigualdades multidimensionales a
menudo producidas por procesos de desarrollo desigua-
les. Estas diferencias dan forma a los riesgos diferencia-
les del cambio climático... Las personas que están margi-
nadas social, económica, cultural, política, institucional
o de otra manera son especialmente vulnerables al cam-
bio climático y también a algunas respuestas de adapta-
ción y mitigación... Esta vulnerabilidad aumentada rara
vez se debe a una sola causa. Más bien, es el producto
de la intersección de procesos sociales que dan como
resultado desigualdades en el estado socioeconómico y
los ingresos, así como en la exposición. Dichos procesos
sociales incluyen, por ejemplo, la discriminación basada
en el género, la clase, el origen étnico, la edad y la (dis)
capacidad”, publicado en: https://www.ipcc.ch/site/as-
sets/uploads/2018/03/WGIIAR5_SPM_Top_Level_Fin-
dings_es-1.pdf.
Suplemento Innovación & Derecho
un promedio de dos tercios de su tiempo en
esta actividad y un tercio de su tiempo de-
dicado al trabajo remunerado, mientras que
en el caso de los hombres la tendencia se
invierte con un tercio de su tiempo dedica-
do al trabajo no remunerado y dos tercios al
trabajo remunerado.
Esta realidad determina que las mujeres
tengan menos posibilidades de acceder a
trabajos remunerados que les garanticen
su subsistencia y autonomía económica.
Por lo tanto, que estén expuestas en mayor
proporción a la pobreza y a la violencia en
todas sus formas. La falta de autonomía eco-
nómica y el hecho de saber que otras perso-
nas dependen directamente de ellas para su
subsistencia determinan que muchas muje-
res permanezcan en ámbitos en los que son
víctimas de violencia constantemente. Tam-
bién, que sean excluidas sistemáticamente
de la posibilidad de acceder a la propiedad
de la tierra para progresar, aun en zonas ru-
rales en las que son las mujeres las principa-
les organizadoras e impulsoras del trabajo
de producción.
Por otra parte, que se asigne culturalmen-
te la responsabilidad del trabajo doméstico
a las mujeres, determina que sean las prin-
cipales responsables de la alimentación fa-
miliar, así como de la recolección de agua y
leña. La escasez o la dificultad de acceder a
estos recursos pueden tener serias implican-
cias desde una perspectiva de género, pues
exige un aumento del tiempo dedicado a di-
cha tarea, profundizando las desigualdades
estructurales.
Las consecuencias del cambio climático,
el impacto de los desastres ambientales y de
la escasez de recursos profundizan signifi-
cativamente las inequidades que surgen de
esta realidad y conspiran contra la posibili-
dad de reducir la desigualdad estructural.
II.2. Aumento de la violencia contra las
mujeres y niñas
Los datos a nivel mundial muestran que,
ocurrido un desastre natural, posteriormen-
te aumentan significativamente los casos de
violencia contra las mujeres y niñas (6). Por
ejemplo, según un informe del Alto Comi-
sionado de Naciones Unidas para los Dere-
chos Humanos (ACNUDH), después de que
dos ciclones tropicales azotaran Vanuatu en
el año 2011, aumentaron en un 300 por cien-
to los casos de violencia doméstica (7).
La Agenda 2030 para el Desarrollo Soste-
nible (Agenda 2030) y los Objetivos de De-
sarrollo Sostenible (ODS) apuntan a hacer
realidad los derechos humanos de todas
las personas y lograr la igualdad de género
y el empoderamiento de todas las mujeres
y niñas, tanto como un objetivo en sí mis-
mo (ODS 5), como un medio para alcan-
zar los restantes. Según la Agenda 2030 las
(5) AGUILAR REVELO, Lorena, “La igualdad de gé-
nero ante el cambio climático ¿Qué pueden hacer los
mecanismos para el adelanto de las mujeres en Amé-
rica Latina y del Caribe?”, Naciones Unidas - CEPAL,
Serie 159 Asuntos de Género, Santiago de Chile, 2021,
pp. 12-13. Disponible en: https://www.cepal.org/es/
publicaciones/46996-la-igualdad-genero-cambio-
climatico-que-pueden-hacer-mecanismos-adelanto-
mujeres.
(6) CASTAÑEDA CAMEY, Itza - SABATER, Laura -
OWREN, Cate - BOYER JAMIE WEN, Emmet, “Víncu-
los entre la violencia de género y el medio ambiente: la
violencia de la desigualdad”, Gland, Suiza, UICN, 2020,
disponible en: https://portals.iucn.org/library/sites/li-
brary/files/documents/2020-002-Es.pdf.
(7) “Protecting the Human Rights of Internally Displa-
ced Persons in Natural Disasters. Challenges in the Pa-
cific”, United Nations Human Rights, Office of the High
Commissioner of Human Rights, april 2011, disponible
en: https://pacific.ohchr.org/docs/IDP_report.pdf.
(8) AGUILAR REVELO, Lorena, “La igualdad de género
ante el cambio climático...”, ob. cit., p. 7.
desigualdades de género y su expresión en
la violencia y discriminación hacia las mu-
jeres y las niñas siguen siendo uno de los
marcadores de vulneración de derechos
humanos más persistentes y estructurales
en el mundo, por lo que es necesario redu-
cir las desigualdades con el fin de lograr los
demás ODS y otros objetivos acordados in-
ternacionalmente para el desarrollo y la paz
sostenibles (8).
Algunos estudios realizados en América
Latina y el Caribe han demostrado el au-
mento de la violencia contra las mujeres en
situaciones de escasez de recursos y por las
presiones y amenazas ambientales. La vio-
lencia por razón de género en contra de las
mujeres actúa como barrera para la conser-
vación basada en derechos y el desarrollo
sostenible equitativo y efectivo (9). Por tal
motivo, la Sede Subregional para el Caribe
de la Comisión Económica para América
Latina y el Caribe (CEPAL) plantea que la
recopilación de datos específicos sobre la
violencia contra las mujeres y la violencia
de género en situaciones de desplazamien-
to por desastres y migración ambiental, así
como en los países de destino, sigue siendo
una prioridad clave. Un problema que se
advierte al respecto es el subregistro de ca-
sos de violencia contra las mujeres especial-
mente en los países del Caribe (10).
La pandemia agravó significativamente el
problema de la violencia doméstica contra
mujeres, niñas, niños y adolescentes. En este
sentido, en febrero de 2021, la Mesa Directi-
va de la Conferencia Regional sobre la Mujer
de América Latina y el Caribe, en su sexagé-
sima reunión, reconoció que “la pandemia
provocada por la enfermedad por corona-
virus (COVID-19) tiene efectos sin prece-
dentes en el desarrollo sostenible en sus tres
dimensiones —económica, social y ambien-
tal— que han llevado a la mayor contracción
de la actividad económica en la historia de
la región, con un impacto desproporciona-
damente alto en las mujeres y las niñas al
profundizar los nudos estructurales de la
desigualdad de género”. Asimismo, exhortó
a que las políticas de respuesta y recupera-
ción a la pandemia de COVID-19 incorporen
perspectiva de género, incluyan la participa-
ción de las mujeres en su diseño y ejecución
y contribuyan a superar las múltiples e inte-
rrelacionadas formas de violencia, discrimi-
nación, exclusión y desigualdad que afectan
de manera desproporcionada a las mujeres
en toda su diversidad (11).
La elaboración de este documento tuvo
como objetivo apoyar a los gobiernos en la
implementación de los acuerdos alcanzados
en el marco del compromiso de Santiago
durante la XIV Conferencia Regional sobre
la Mujer de América Latina y el Caribe (12),
en conjunto con los acuerdos internacio-
nales relacionados con el cambio climático
y la igualdad de género. Se focalizó en re-
(9) CASTAÑEDA CAMEY, Itza - SABATER, Laura -
OWREN, Cate - BOYER JAMIE WEN, Emmet, “Vínculos
entre la violencia de género y el medio ambiente...”, ob. cit.
(10) AGUILAR REVELO, Lorena, “La igualdad de géne-
ro ante el cambio climático...”, ob. cit., p. 26.
(11) https://www.cepal.org/es/noticias/cancilleres-
altas-autoridades-america-latina-caribe-suscriben-de-
claracion-politica.
(12) Los compromisos asumidos en la XIV Confe-
rencia Regional sobre la Mujer de América Latina y
el Caribe, conocidos como los compromisos de San-
tiago, se encuentran disponibles en: https://www.
cepal.org/es/publicaciones/46468-compromiso-
santiago-xiv-conferencia-regional-la-mujer-ameri-
ca-latina-caribe.
(13) Los Mecanismos para el Adelanto de la Mujer
(MAM) son instrumentos institucionales para dirigir y
coordinar las políticas de igualdad de género en los Es-
tados de América Latina y el Caribe. En América Latina,
los mecanismos para el adelanto de la mujer (MAM) se
crearon entre la década de 1980 e inicios de los años
noventa como entidades con diverso grado de institu-
Diciembre de 2023 | 3
comendar acciones para permitirles a los
Mecanismos para el Adelanto de las Mujeres
(MAM) (13) avanzar en la integración de la
perspectiva de género en los instrumentos
de política pública, así como en las acciones
de implementación frente al cambio climá-
tico, para que, como entes rectores y/o ges-
tores de la implementación de las políticas
públicas en favor de la igualdad de género y
la autonomía de las mujeres, puedan invo-
lucrarse de manera más activa y ejercer un
rol de liderazgo transformador en los proce-
sos de respuesta relacionados con el cambio
climático tanto en el ámbito nacional como
internacional (14).
II.3. Falta de acceso al agua potable y a
energía limpia para cocinar
Según datos oficiales de Naciones Unidas,
más de 700 millones de personas carecen de
agua potable en el mundo. Pero este hecho
afecta de manera desproporcionada a las
mujeres y las niñas. ¿Por qué? Las mujeres y
las niñas son quienes soportan la mayor car-
ga de la recogida de agua en los países en de-
sarrollo (15). En América Latina y del Caribe,
esto afecta principalmente a las mujeres que
viven en áreas rurales, donde los servicios
de agua potable son considerablemente más
bajos que en las áreas urbanas. En el caso de
África, un análisis de 25 países reveló que el
71% de las personas que recogen agua en la
región son mujeres y niñas.
En general, la carga de la recolección de
agua da como resultado tres tipos de impac-
to negativo en las mujeres y niñas: a) Pérdi-
da del tiempo productivo para actividades
generadoras de ingresos; b) Implicaciones
en la salud; c) Mayor riesgo de violencia de
género.
Por un lado, el tiempo invertido en ir
a buscar agua es un obstáculo para que
las mujeres adultas puedan realizar acti-
vidades generadoras de ingresos. Y, en el
caso de las niñas y adolescentes, les quita
tiempo que podrían dedicar a estudiar y/o
aprender un oficio. Según datos de la Orga-
nización de las Naciones Unidas para la Ali-
mentación y la Agricultura (FAO), debido a
factores como el trabajo doméstico no re-
munerado, el cuidado y el trabajo agrícola,
“alrededor del 40% de las mujeres mayores
de 15 años no tienen ingresos propios a pe-
sar de trabajar a diario” (16).
Por otro lado, el esfuerzo físico de reco-
ger agua y, en algunos casos, recorrer largas
distancias para llevarla a sus hogares, usual-
mente es causa de deterioro de su salud físi-
ca. Por ejemplo, pueden aparecer problemas
en la columna vertebral. También pueden
experimentar estrés por la escasez de agua.
Por su rol habitual de cuidadoras, asimis-
mo, corren mayor riesgo de experimentar
angustia psicológica y sobrecarga, durante y
después de la contaminación del agua. Esto
cionalidad, y hasta hoy el nivel de institucionalidad y
jerarquía de estos organismos dentro de la propia bu-
rocracia estatal es muy diverso. En América Latina el
60% de los países poseen MAM de alto nivel —lo que
significa que estos han recibido rango institucional de
Ministerio o su titular tiene rango de Ministra o Minis-
tro, con plena participación en el Gabinete—. Ver al res-
pecto: Observatorio de Igualdad de Género para Amé-
rica Latina y el Caribe, Naciones Unidas: https://oig.
cepal.org/es/indicadores/nivel-jerarquico-mecanis-
mos-adelanto-la-mujer-mam; y ONU Mujeres: https://
www.unwomen.org/es/news/in-focus/end-violence-
against-women/2014/mechanisms.
(14) AGUILAR REVELO, Lorena, “La igualdad de géne-
ro ante el cambio climático...”, ob. cit., p. 10.
(15) Ver al respecto: Global Gender and Environment
Outlook (GGEO), UNEP, 2016; disponible en: https://
www.unep.org/resources/report/global-gender-and-
environment-outlook-ggeo.
(16) FAO, 2017. Rural women - a key asset for growth in
Latin America and the Caribbean. http://www.fao.org/
inaction/agronoticias/detail/en/c/501669/.
4 | Diciembre de 2023
es especialmente relevante si se tiene en
cuenta que aproximadamente medio millón
de niños y niñas mueren cada año debido a
enfermedades diarreicas, frecuentemente
causadas por agua no potable y saneamiento
deficiente (17).
En otro orden, las distancias que recorren
las mujeres para conseguir agua, especial-
mente en zonas sin protección, las hacen
más vulnerables a la violencia. La perspec-
tiva global de género de las Naciones Unidas
de 2016 (18) señala, además, que “caminar a
lugares remotos para recoger agua para be-
ber, cocinar y lavar la ropa, o para las instala-
ciones sanitarias, particularmente después
del anochecer, pone a las mujeres y niñas en
riesgo de acoso, agresión sexual y violación”.
En cuanto a la falta de energía limpia para
cocinar, según datos de la Organización
Mundial de la Salud (OMS), aproximada-
mente 2400 millones de personas todavía
cocinan con combustibles sólidos como
madera, desechos de cultivos, estiércol de
animales y carbón (19). En América Latina
y el Caribe, según datos del Banco Mundial,
en el año 2016 se estimaba que 90 millones
de personas, alrededor del 13% de la pobla-
ción todavía dependían de combustibles só-
lidos para cocinar, principalmente debido a
la falta de acceso y los altos precios de otras
tecnologías más limpias, pero también a fac-
tores culturales. Este problema implica una
amenaza para el ambiente y también para
la salud de las comunidades y las personas
expuestas. Se estima que en todo el mundo
la contaminación del aire doméstico fue res-
ponsable de aproximadamente 3,2 millones
de muertes por año en el año 2020, inclui-
das más de 237.000 muertes de niños y niñas
menores de 5 años, debido a enfermedades
y complicaciones relacionadas con el uso de
combustibles sólidos para cocinar.
Entre las complicaciones de salud cau-
sadas por la contaminación del aire en
interiores, se encuentran la neumonía, la
enfermedad pulmonar obstructiva crónica,
los accidentes cerebrovasculares y el cáncer
de pulmón. Además, la carga de transpor-
tar leña pesada durante largas distancias
puede provocar daños musculoesqueléti-
cos. Dado que en la mayoría de los países
en desarrollo las mujeres todavía están en
su mayoría a cargo de cocinar y alimentar
a sus familias, resultan ser las principales
afectadas. Es decir que, ser mayoritaria-
mente responsable de las actividades del
hogar, no solo limita a las mujeres para de-
sarrollar otros aspectos de la vida cotidiana,
como las actividades económicas o el tiem-
po libre, sino que también, en este contex-
to, afecta negativamente a su salud (20). Las
mujeres, especialmente de bajos ingresos y
que habitan zonas rurales, están expues-
tas a la contaminación del aire interior to-
dos los días y durante horas consecutivas,
lo que tiene graves efectos en su salud. La
OMS estima que las mujeres expuestas al
humo de combustibles sólidos tienen en
promedio dos veces más probabilidades de
desarrollar enfermedades pulmonares obs-
(17) “Género y ambiente: un análisis preliminar de bre-
chas y oportunidades en América Latina y del Caribe”,
Documento de Análisis, XXII Reunión del Foro de Minis-
tros de Medio Ambiente de América Latina y el Caribe,
febrero 2021, pp. 40-41. Disponible en: https://wedocs.
unep.org/bitstream/handle/20.500.11822/34929/
GEN_ES.pdf?sequence=2&isAllowed=y.
(18) Global Gender and Environment Outlook (GGEO),
ob. cit.
(19) Dato publicado por la OMS: https://www.who.
int/news-room/fact-sheets/detail/household-air-pollu-
tion-and-health.
(20) “Género y ambiente...”, ob. cit., p. 45.
(21) OMS, 2018, Fact Sheet: https://www.who.int/
news-room/fact-sheets/detail/householdair-pollution-
and-health.
(22) WU, Kaidi -and DUNNING, David (2018), “Hypo-
cognition: Making Sense of the Landscape Beyond One’s
Suplemento Innovación & Derecho
tructivas que otras mujeres. Esto también
afecta de manera desproporcionada a be-
bés, niñas y niños pequeños, de los cuales
las mujeres son responsables (21), lo que les
genera una carga adicional de cuidado.
III. ¿Por qué las consecuencias de la des-
igualdad de género aún son invisibles?
Usualmente es difícil que las realidades
expuestas en el apartado anterior sean perci-
bidas adecuadamente por quienes diseñan
políticas públicas ambientales. La desigual-
dad de género y su incidencia en las conse-
cuencias de los problemas ambientales no
es un tema central en las agendas de quienes
llevan adelante políticas ambientales en la
mayoría de los países de occidente. A pesar
del esfuerzo de numerosas instituciones in-
ternacionales por visibilizar el tema y de que
la equidad de género fue incluida dentro de
la Agenda 2030 y los ODS.
Las consecuencias de la desigualdad de
género son mayormente invisibles aun en
muchos ámbitos. Como también son invi-
sibles las consecuencias de los estereotipos
de género. Y es muy difícil (y muchas veces
imposible) percibir adecuadamente lo que
no vemos. Existen numerosos estudios del
comportamiento que lo demuestran. Peor
aún, algunos estudios también demuestran
que cuando nos hacen ver aquello que no
veíamos, o no hacen conocer aquello que
no conocíamos, no siempre somos capaces
de percibir adecuadamente de qué se trata
o qué implicancias tiene. Al contrario, fre-
cuentemente nos formamos una idea dis-
torsionada si se trata de una situación que
nunca experimentamos de manera directa,
pero creemos comprenderlo perfectamente;
es decir, tenemos la ilusión de entender.
Uno de los fenómenos asociados a este
problema se estudia en la psicología cogni-
tiva con el nombre de hipocognición (22).
Esta noción fue introducida en las ciencias
del comportamiento modernas por el an-
tropólogo Robert Levy en el año 1973, en un
estudio sobre la sociedad en Tahití (23). Levy
notó que cuando los tahitianos sufrían una
pérdida dolorosa, no expresaban sentir pena
ni dolor ni hacían duelo durante un tiempo.
En realidad, ellos no tenían un concepto para
expresar tal sentimiento; en cambio, descri-
bían su tristeza y angustia vagamente como
enfermedad, malestar o sensación extraña.
La ausencia de una palabra específica para
expresar la idea de “pena” generaba en su
cultura un vacío conceptual que tenía impac-
to en su comportamiento.
La noción de hipocognición se refiere a la
falta de una representación cognitiva o lin-
güística de un concepto. Algunos autores
utilizan la historia de la novela “Panilandia:
una novela de muchas dimensiones”, de Ab-
bott (24), para explicar la idea gráficamen-
te. El mundo de Panilandia es un mundo
bidimensional. El narrador es un cuadrado
(Cuadrado A) que cuenta algunas de las im-
plicancias de su vida en dos dimensiones.
En un sueño, Cuadrado A visita un mundo
Conceptual”, Review of General Psychology March 2018,
DOI: 10.1037/gpr0000126, p. 2. Disponible en: https://
www.researchgate.net/publication/319974334.
(23) LEVY, Robert, “Tahitians. Mind and experience in
the Society Islands”, University of Chicago Press, 1973.
(24) El título original en inglés es Flatland: A Roman-
ce of Many Dimensions (traducida al español como Pla-
nilandia: Una novela de muchas dimensiones), de Edwin
Abbott Abbott, publicada en Reino Unido en 1884.
(25) PARK, Crystal C., “Making Sense of the Mea-
ning Literature: An Integrative Review of Meaning
Making and Its Effects on Adjustment to Stressful Life
Events”, Psychological Bulletin 136[2]:257-301; March
2010, disponible en: https://www.researchgate.net/
publication/41654706_Making_Sense_of_the_Mea-
ning_Literature_An_Integrative_Review_of_Mea-
ning_Making_and_Its_Effects_on_Adjustment_to_
Stressful_Life_Events; KAHNEMAN, Daniel, “Pensar
unidimensional llamado Linealandia e in-
tenta convencer al rey de ese lugar acerca de
la existencia de una segunda dimensión, la
cual no puede ser entendida por los habitan-
tes de Linealandia. Luego, Cuadrado A reci-
be la visita de una esfera tridimensional, de
la cual no puede comprender la existencia
hasta ver la tercera dimensión por sí mismo.
La dificultad que enfrentan los personajes
bidimensionales de la novela para compren-
der ideas tridimensionales, o los personajes
unidimensionales para comprender ideas
bidimensionales, se asocia a la noción de hi-
pocognición.
En psicología cognitiva se suele afirmar
que si las personas basan las interpreta-
ciones de sus circunstancias en marcos
cognitivos fácilmente disponibles (25), los
marcos que las personas no tienen limitan
el alcance de los entendimientos posibles.
Los acontecimientos humanos frecuente-
mente no giran en torno a las ideas que tie-
nen las personas, sino a nociones para las
que no tienen idea. Las personas no tienen
conocimiento de todos los conceptos que es
posible conocer. Hay innumerables ideas y
nociones que se encuentran más allá de sus
horizontes personales y culturales de expe-
riencia. Sin embargo, la ignorancia de estos
conceptos dirige la interpretación de las cir-
cunstancias y las decisiones a las que llegan
las personas. Luego, si se trata de personas
que toman decisiones públicas, pueden co-
meter graves errores.
Una de las consecuencias de la hipocog-
nición es que las personas que usualmente
cuentan con una situación social privilegia-
da no perciben dicho privilegio. No obstan-
te, dicha situación de privilegio condiciona
su forma de ver el mundo en diversos sen-
tidos. Por ejemplo, en un estudio empírico
relacionado con este tema, se mostraba a
quienes participaban, hombres y mujeres,
una lista de elementos que pueden ser uti-
lizados para tomar medidas de seguridad
personal. En la lista se incluyeron, además,
entremezclados, otros objetos que no tenían
nada que ver con medidas de seguridad.
Luego, se les pedía que recordaran tantos
objetos que estaban en la lista como pudie-
ran, pero al formular la solicitud, no se hacía
mención explícita a “objetos de seguridad”
ni “medidas de protección personal”, solo
se pedía a quienes participaban recordar
todos los objetos de la lista del mejor modo
posible. La hipótesis era que si los hombres
tenían un concepto claro sobre el privilegio
masculino que implica no estar expuestos a
ciertos riesgos (por ejemplo, no tener nece-
sidad de estar especialmente preocupados
sobre cómo defenderse de un ataque en la
calle), deberían ser capaces de recordar las
instancias asociadas a tales riesgos. Por el
contrario, si los hombres tenían un conoci-
miento escaso de los objetos de protección
usualmente llevados por las mujeres y poca
conciencia del riesgo que perciben estas en
la calle, solo serían capaces de verlos como
objetos dentro de la lista, sin prestar especial
atención a ellos, y mostrar poca memoria
para recordarlos (26).
Rápido, Pensar Despacio”, Debate, Buenos Aires,
2012, pp. 473-490.
(26) WU, Kaidi and DUNNING, David, “Hypocognition
and the Invisibility of Social Privilege”, February 2020,
DOI:10.31234/osf.io/5ge79. Disponible en: https://www.
researchgate.net/publication/339298381_Hypocogni-
tion_and_the_Invisibility_of_Social_Privilege.
(27) WU, Kaidi and DUNNING, David, “Hypocognition:
Making sense of...”, ob. cit.
(28) En otro sentido, muy diferente, el fenómeno de
hipocognición ayuda a comprender, entre otras tantas
cosas, por qué en los primeros meses de la pandemia y
confinamiento, proliferaron artículos en los medios de
comunicación y comentarios en las redes sociales acer-
ca de que muchos hombres habían descubierto la carga
que implicaban las tareas domésticas y las tareas de cui-
dado de las que generalmente se hacían cargo las mu-
jeres —sus parejas, esposas, o empleadas domésticas—.
En efecto, como resultado del estudio, se
encontró que los hombres recordaban mu-
chos menos objetos de protección personal
comparado con el caso de las mujeres. Poste-
riormente, se les preguntó a los participantes
que describan libremente instancias de dis-
criminación contra las mujeres y, en este caso,
los hombres pudieron enumerar un número
mucho más reducido de situaciones que las
expuestas por las mujeres (27). La conclusión
preliminar de los investigadores al respecto
fue que la hipocognición del privilegio so-
cial masculino por parte de los participantes
hombres, no solo se manifestó por la ausencia
de un concepto esquematizado de defensa
propia contra un ataque personal, sino que,
además, más ampliamente, a través de la au-
sencia de conocimiento de situaciones de dis-
criminación de género cotidianas (28).
Luego, si quienes toman decisiones de polí-
ticas ambientales no sufren, en forma directa,
las consecuencias de la desigualdad de géne-
ro, difícilmente puedan tenerlas presentes en
su agenda. Tampoco si las desconocen y no las
ven. Serán personas en estado hipocognitivo.
Las desigualdades de género no estarán en
sus marcos disponibles y no se integrarán al
análisis de los problemas que traten. Y no se-
rán conscientes de su ausencia. Quienes han
estudiado en profundidad el fenómeno de la
hipocognición afirman que es en gran medi-
da invisible para quienes la padecen (29). Un
individuo no puede sentir la falta de recono-
cimiento de un concepto por la sencilla razón
de que carece de ese concepto. Los seres hu-
manos usualmente no vemos nuestros errores
de omisión en la comprensión y clasificación
porque carecemos de la base de conocimien-
tos necesaria para reconocer cosas fuera de
nuestro alcance (30). Este fenómeno ha sido
denominado por Kahneman como “lo que ves
es todo lo que hay” (31); también suele deno-
minarse la ilusión de entender o la ilusión de
totalidad (32).
Es frecuente que los temas relacionados
con desigualdades de género no se vinculen
a la política ambiental. Que se incluyan en
ámbitos diferentes de estudio y de gestión.
Por ejemplo, que se incluyan en asignaturas
separadas en un plan de estudios de una ca-
rrera universitaria o se asignen a ministerios
diferentes dentro de un gobierno. Y esto cons-
pira para superar el estado de hipocognición
al respecto. En Argentina, por ejemplo, si bien
desde el año 2019 la Ley Micaela (33) exige
que los funcionarios y funcionarias públicas
se capaciten en materia de género, las capaci-
taciones usualmente son muy introductorias
y abordan temas vinculados a la desigualdad
de género de manera general. No es usual
que se organicen las capacitaciones, en cada
dependencia del Estado, de acuerdo con el
perfil y las temáticas puntuales vinculadas a
la gestión de ese sector.
Esto explica, en parte, por qué las des-
igualdades de género aún siguen siendo in-
visibles en las agendas de políticas ambien-
tales en muchos países occidentales. Cuan-
do las personas que toman decisiones sobre
problemáticas ambientales son hipocogni-
Es muy difícil que alguien se haga una idea adecuada del
tiempo que implica hacerse cargo de dichas tareas de
manera exclusiva si nunca lo hizo y, en muchos casos, ni
lo vieron.
(29) DUNNING, David, “The Dunning-Kruger effect:
On being ignorant of one’s own ignorance”, in J. Olson
& M. P. Zanna (Eds.), “Advances in experimental social
psychology”, vol. 44, pp. 247-296, New York, NY: El-
sevier. http://dx.doi.org/10.1016/B978-0-12-385522-
0.00005-6, citado por WU, Kaidi and DUNNING, David,
“Hypocognition: Making sense of...”, ob. cit.
(30) WU, Kaidi and DUNNING, David, “Hypocognition:
Making sense of...”, ob. cit.
(31) KAHNEMAN, Daniel, “Pensar Rápido, Pensar
Despacio”, ob. cit., pp. 117-119.
(32) KAHNEMAN, Daniel, “Pensar Rápido, Pensar
Despacio”, ob. cit., pp. 206-271.
(33) Ley 27.499, promulgada el 10/01/2019.

tivas en relación con el impacto diferencial
que dichos problemas tienen en las mujeres,
serán incapaces de comprender adecuada-
mente sus consecuencias y de pensar en so-
luciones adecuadas. Al mismo tiempo, serán
incapaces de adoptar estrategias para visibi-
lizar la desigualdad.
IV. Innovar para la igualdad y la inclusión en
las políticas ambientales
Si se pretende visibilizar las desigualdades
que aún persisten invisibles en las agendas
de políticas ambientales, superar el estado
hipocognitivo sobre el tema en relación con
quienes toman decisiones en dicho ámbito,
es necesario innovar. El enfoque llamado De-
recho, Economía y Comportamiento (DEC)
brinda aportes interesantes para diseñar es-
trategias de políticas públicas que permitan
lidiar con el problema de las desigualdades
invisibles (34). Se basa en las contribuciones
de la psicología cognitiva para predecir la
conducta e intenta influir en esta de acuerdo
con ciertos objetivos socialmente deseables.
Desde este enfoque, es posible plantear
tres estrategias de innovación en materia de
diseño e implementación de políticas pú-
blicas ambientales a los fines de identificar
desigualdades de género, analizar sus con-
secuencias y tratar de erradicarlas en el fu-
turo. Como se verá, ninguna apunta a incluir
tecnologías sofisticadas en la toma de deci-
siones ni a cambiar radicalmente las prácti-
cas de quienes toman decisiones públicas.
Al contrario, se trata de innovaciones que
implican pequeños cambios de estrategias
en diversas instancias del proceso de toma
de decisiones, que apuntan a prestar más
atención a las desigualdades, a activar la
reflexión sobre las consecuencias negativas
para determinadas personas debido al géne-
ro, a poner el foco en el impacto diferencial
que ciertas acciones pueden tener (35).
La primera se relaciona con incluir datos
de género en todas las decisiones de políti-
ca ambiental. La segunda, con garantizar la
diversidad en los equipos de decisión y ar-
ticular mecanismos de participación de las
mujeres afectadas. La tercera, con la capa-
citación en perspectiva de género. A conti-
nuación, explicaré sucintamente a qué me
refiero en cada caso.
IV.1. Incluir datos de género
Contar con datos de género es fundamen-
tal para visibilizar desigualdades, para tomar
decisiones fomentando la equidad, para me-
dir el impacto de las decisiones y detectar
posibles consecuencias diferenciales debido
al género. Las tecnologías actuales brindan
herramientas útiles, de fácil acceso y bajo
costo para recolectar datos, sistematizarlos,
analizarlos y hacer medición de impacto. Sin
embargo, la falta de datos de género y am-
biente es una constante en la mayoría de las
regiones en desarrollo.
En el Documento de Análisis de la XXII
Reunión del Foro de Ministros de Medio
Ambiente de América Latina y el Caribe (36)
se dejó constancia de que: “La recopilación,
difusión y aplicación limitada de estadísticas
de género y medio ambiente, incluso a nivel
nacional, afecta el conocimiento y la capa-
cidad de los tomadores de decisiones y de
los profesionales, para desarrollar y adoptar
políticas y programas bien informados y efi-
(34) BOHNET, Iris (2016), What works. Gender equa-
lity by design, Harvard University Press, Fourth Printing
2018, pp. 103-122.
(35) Estas propuestas podrían encuadrarse en lo que
se conoce como nudges, en el campo de la Economía del
Comportamiento. Según Thaler y Sunstein, un nudge “es
cualquier aspecto de la arquitectura de la decisión que
altera la conducta de las personas de un modo predeci-
ble sin prohibir ninguna opción o cambiar significativa-
mente sus incentivos económicos. Para contar como un
Suplemento Innovación & Derecho
caces en todos los niveles (UN Environment,
2016). A través del proceso de elaboración
de este documento, varias áreas donde no
se disponía de información desagregada, se
identificaron utilizando datos disponibles
no desagregados, así como investigaciones
en otras regiones del mundo. Estas posibles
brechas existentes necesitan más investi-
gación para comprender realmente la pro-
fundidad de problemas como los efectos de
los sistemas de saneamiento deficientes; los
patrones de consumo y producción sosteni-
bles; el uso del transporte público; el acceso
a los alimentos; la nutrición y la seguridad
alimentaria; y la vulnerabilidad diferenciada
a la contaminación del aire urbano, todos
los cuales han demostrado tener efectos di-
ferentes en mujeres y hombres, en regiones
como Asia y África”. Asimismo, se señala que
muchos de los Acuerdos Ambientales Mul-
tilaterales (AAM) “han adoptado Planes de
Acción de Género (GAP por sus siglas en in-
glés) que fomentan, o exigen, la recopilación
de datos desglosados por sexo y el uso de in-
dicadores de género. A pesar de estos esfuer-
zos, ningún proceso ha alcanzado la paridad
de género en las secretarías y órganos de las
convenciones; y las Partes a menudo siguen
informando insuficientemente, sobre todo
de manera sustantiva, sobre la información
específica de género, dentro de los mecanis-
mos de presentación de informes” (37).
El documento citado, además, establece
expresamente entre sus recomendaciones
la siguiente: “Fortalecer las capacidades na-
cionales en las áreas de recopilación, eva-
luación y desglose de datos, para identificar
y caracterizar adecuadamente las brechas
existentes y mejorar la igualdad de género y
el empoderamiento de la mujer, para com-
prender las disparidades actuales y luego
desarrollar políticas y programas basados
en evidencia. Los datos desglosados tam-
bién mejorarían el seguimiento de las polí-
ticas públicas y los proyectos, identificando
buenas prácticas e impactos significativos.
Promover la conciencia y la sensibilización
es el primer paso para integrar con éxito un
enfoque de género, más allá de las mencio-
nes técnicas dentro de la política. Los datos
son esenciales para estos procesos, incluido
la recopilación de información desglosada
por sexo, para establecer cómo las mujeres
y los hombres interactúan y dependen de
sus entornos. Aunque se han identificado
varias brechas específicas con los datos dis-
ponibles, existe la necesidad de desarrollar
más investigación en el área; así como las
estadísticas y la información que puedan
respaldar la identificación de las brechas
de desigualdad en temas como el consumo
y la producción sostenibles; la gestión de la
biodiversidad, el uso de los recursos natura-
les, entre otros. En este sentido, se pueden
establecer sinergias directas con la produc-
ción y seguimiento de los indicadores de la
Iniciativa Latinoamericana y Caribeña para
el Desarrollo Sostenible (ILAC), que ya con-
sideran la posibilidad de desagregación por
sexo” (38).
En este sentido, el informe de Lorena
Aguilar Revelo publicado por la CEPAL, tam-
bién pone énfasis en la importancia de con-
tar con datos en relación con el nexo género
y ambiente y los desafíos aún pendientes en
relación con este tema. Puntualmente, entre
otras cosas, señala: “En la última década se
han dado avances en la generación de esta-
dísticas desagregadas por sexo en las esferas
nudge, la intervención debe poder evitarse de una mane-
ra fácil y sin implicar un gran costo”, en THALER, Richard
- SUNSTEIN, Cass R., “Nudge. Improving decisions about
health, wealth and happiness”, Penguin Books, United
States of America, p. 6.
(36) “Género y Ambiente...”, ob. cit., p. 51.
(37) “Género y Ambiente...”, ob. cit., p. 52.
(38) “Género y Ambiente...”, ob. cit., p. 53.
(39) AGUILAR REVELO, Lorena, “La igualdad de gé-
nero ante el cambio climático...”, ob. cit., pp. 24-25.
social, económica y política, pero los datos
ambientales rara vez se desagregan por sexo
a nivel nacional, regional y mundial. Exis-
ten enormes desafíos y retos con relación
a la generación y la disponibilidad de esta-
dísticas e indicadores de género en el sector
ambiental, que obstaculizan un desarrollo
sostenible más justo, equitativo e inclusivo
no solo en América Latina y el Caribe, sino
en todo el mundo. Hay limitaciones que van
desde la falta de estándares globales, hasta
la falta de institucionalización de las estadís-
ticas ambientales y para el caso del vínculo
con género, la falta de un diálogo multiac-
tor (entre los MAM, las oficinas nacionales
de estadísticas y los ministerios sectoriales)
para establecer necesidades de información.
Adicionalmente muchos sistemas o pro-
cesos no están diseñados para capturar las
complejidades de las interacciones socioe-
conómicas y ambientales en los territorios;
hay una falta de datos de calidad —ya que
muchas veces no se basan en estándares o
pueden ser inexactos—; y en aquellos casos
que se cuentan con datos, no se utilizan y su
difusión es limitada” (39).
Una referencia que puede resultar útil para
impulsar el desarrollo de estadísticas e indi-
cadores de género ante el cambio climático es
el reporte llevado a cabo por la Unión Inter-
nacional para la Conservación de la Naturale-
za (UICN) y el Programa de las Naciones Uni-
das para el Medio Ambiente (PNUMA) (40).
Concretamente, contiene una propuesta de
18 indicadores de género y ambiente para su
inclusión en el conjunto más amplio de in-
dicadores de género en las áreas focales del
derecho a la tierra, los recursos naturales y la
biodiversidad; acceso a alimentos, energía,
agua y saneamiento; cambio climático, pro-
ducción y consumo sostenibles y salud; y mu-
jeres en la toma de decisiones ambientales a
todos los niveles (41).
Algunas ideas que se han propuesto para
contribuir a la producción sistemática de
datos con relación a género y ambiente, se
vinculan con: elaborar y adicionar preguntas
relevantes al género en las encuestas relacio-
nadas con desastres ambientales; registrar
de manera consistente el sexo, género y otras
variables asociadas a la interseccionalidad e
interculturalidad en las fuentes de datos ad-
ministrativos relacionadas con el ambiente
(registros de la propiedad, pago por servicios
ambientales, concesiones de explotación de
recursos naturales, etc.); hacer acuerdos es-
tratégicos con el ámbito académico, las or-
ganizaciones de la sociedad civil y el sector
privado para generar datos sobre género y
ambiente a través de investigaciones científi-
cas y utilizando las tecnologías emergentes;
adoptar la práctica de exigir la utilización de
datos para informar las políticas, estrategias,
medidas y acciones con perspectiva de gé-
nero contra el cambio climático; capacitar a
las personas responsables de la formulación
de políticas para que sean capaces de com-
prender dónde encontrar, cómo interpretar
y utilizar los datos sobre el nexo entre género
y cambio climático (42).
IV.2. Diversidad en los equipos que toman
decisiones y mecanismos de participación de
las mujeres afectadas (o potencialmente afec-
tadas)
La conformación de equipos de trabajo
con diversidad (de género y representa-
ción de las minorías) contribuye a corregir
(40) AGUILAR REVELO, Lorena, “La igualdad de gé-
nero ante el cambio climático...”, ob. cit., pp. 27.
(41) Disponible en: https://portals.iucn.org/library/
node/48344.
(42) AGUILAR REVELO, Lorena, “La igualdad de gé-
nero ante el cambio climático...”, ob. cit., pp. 28-29.
(43) SIGMAN, Mariano, “El poder de las palabras”, De-
bate, Buenos Aires, 2022, pp. 47-55 y pp. 61-81.
(44) SLOVIC, Paul - WEBER, Elke U. (2002), “Percep-
tion of risk posed by extreme events”, paper presentado en
Diciembre de 2023 | 5
sesgos cognitivos al momento de decidir.
Cuando personas que tienen realidades, ex-
periencias y miradas diferentes discuten un
problema, es más probable que se minimi-
cen los errores basados en hipocognición o
sesgos cognitivos. Cada persona ve el pro-
blema desde sus marcos disponibles, lo in-
terpreta según los conceptos que considera
relevantes en relación con las circunstancias
implicadas, lo comprende en ese contexto
que se vincula, en parte, a su conocimiento
y experiencia personales. La pluralidad de
miradas, la conversación (43), intercambio
y debate desde diversos enfoques minimiza
los errores y la falta de atención a las des-
igualdades (44).
Por otra parte, garantizar mecanismos
que permitan la participación de las muje-
res afectadas (o potencialmente afectadas)
por un desastre ambiental o expuestas a la
contaminación, escucharlas, conocer su
realidad y experiencias, aumenta la proba-
bilidad de que las desigualdades de género
sean tenidas en cuenta al momento de to-
mar decisiones de política pública. Permite
corregir estados hipocognitivos por parte de
personas que intervienen en el proceso de
toma de decisiones y nunca sufrieron con-
secuencias de la desigualdad, ni experimen-
taron situaciones de violencia, ni sintieron
amenazas por escasez de recursos o falta de
oportunidades, ni conocen la exclusión.
La mujer y el medio ambiente es una de
las esferas de especiales preocupaciones
identificadas en la Declaración y Plataforma
de Acción de Beijing adoptada por los y las
líderes mundiales en el marco de la IV Con-
ferencia Mundial sobre la Mujer de la ONU,
en el año 1995. Los objetivos señalados por
la Plataforma incluían la participación activa
de las mujeres en todos los niveles de adop-
ción de decisiones sobre el medio ambiente,
la integración de sus preocupaciones y sus
perspectivas en políticas y programas, y el
establecimiento de métodos de evaluación
de la repercusión de las políticas de desarro-
llo y ambientales en las mujeres. Específica-
mente, en el documento “La Mujer y el Me-
dio Ambiente” (45), el primer objetivo estra-
tégico es “involucrar activamente a las mu-
jeres en la toma de decisiones ambientales a
todos los niveles”. Sin embargo, pasaron casi
treinta años y aún es una deuda pendiente
en muchos países de occidente. Por eso, ga-
rantizar la participación de mujeres en todas
las instancias de decisión y, en particular, es-
cuchar a quienes resultan particularmente
afectadas, es una estrategia innovadora en
este campo en la mayoría de los países.
IV.3. Capacitar en destrezas para aplicar
perspectiva de género
Si quienes toman decisiones de políticas
públicas no poseen destrezas para identi-
ficar estereotipos de género, reconocer las
desigualdades estructurales que generan y
adoptar estrategias para erradicarlos, resulta
primordial capacitar a esas personas, entre-
narlas para el desarrollo de dichas destrezas.
Fue en la IV Conferencia Mundial de la
Mujer, Beijing 1995, que se introdujo por
primera vez en documentos internaciona-
les la noción de perspectiva de género. Se
relacionó, concretamente, con identificar
estereotipos de género, reconocer las des-
igualdades que generan y modificar las cir-
cunstancias que los perpetúan (46). Años
la Conferencia Risk Management strategies in an Uncertain
World, Palisades, New York, april 12-13, 2002, disponible en:
https://www.researchgate.net/publication/209805350_
Perception_of_Risk_Posed_by_Extreme_Events.
(45) Disponible en: https://www.un.org/women-
watch/daw/beijing/platform/environ.htm.
(46) Ver Declaración y Plataforma de Acción de Bei-
jing, disponible en: https://documents-dds-ny.un.org/
doc/UNDOC/GEN/N96/273/04/PDF/N9627304.
pdf?OpenElement.
6 | Diciembre de 2023
más tarde, algunos países, como es el caso
de Argentina con la Ley Micaela, dispusieron
la capacitación obligatoria para funcionarios
del Estado en materia de género. Sin embar-
go, el concepto de “perspectiva de género”
aun es desconocido por muchos. Y más allá
de que se conozca la noción, su aplicación
adecuada requiere el desarrollo de destrezas
para llevar a cabo la tarea de identificar es-
tereotipos, reconocer las desigualdades que
generan y erradicarlos, en todos los ámbitos
de decisión pública de un modo adecuado.
Y superar el estado hipocognitivo de quienes
toman decisiones en este campo.
Precisamente, en el documento “La Mujer
y el Medio Ambiente” de dicha conferen-
cia (47), el objetivo estratégico segundo es
“integrar las preocupaciones y perspectivas
de género en las políticas y programas para
el desarrollo sostenible”. Aún falta mucho
para hacer en este sentido. Se requiere crea-
tividad e innovación también en la forma de
poner en práctica capacitaciones basadas en
la enseñanza de destrezas para aplicar pers-
pectiva de género en la toma de decisiones.
(47) Disponible en: https://www.un.org/women-
watch/daw/beijing/platform/environ.htm.
María Teresa Mancini
Viene de p. 1
“Si el desarrollo sostenible no comienza
en las ciudades, simplemente no funcionará.
Las ciudades tienen que marcar el rumbo”.
Maurice Strong, Secretario General Adjun-
to de las Naciones Unidas, 1992.
I. Introducción
Las ciudades inteligentes son aquellas que
logran entender y transformarse constante-
mente a partir del conocimiento aprendido.
El desafío, siempre, es que además sean in-
clusivas, seguras, sostenibles, innovadoras y
resilientes (1).
En ese proceso la innovación y las tecno-
logías aplicadas al bienestar se potencian sin
perder la idea de desarrollo sostenible.
Agrego el concepto de resiliencia, ya
que un escenario futuro ideal es aquel que
aprende del pasado para construir un mejor
futuro. La resiliencia es una capacidad, la de
asumir con flexibilidad situaciones pertur-
badoras y sobreponerse, creando nuevos y
mejores espacios. No quiero decir que consi-
dere al presente o el pasado como perturba-
dor, lo que creo es que en un futuro se cons-
truye con aprendizaje y este nos debe llevar
siempre a mejores escenarios.
Naciones Unidas en su #ODS 9 propo-
ne, entre otras acciones, la importancia de
desarrollar infraestructuras fiables, soste-
nibles, resilientes y de calidad, haciendo
hincapié en el acceso asequible y equitativo
para todos.
Así, el desarrollo tecnológico necesaria-
mente debe tener, desde el diseño, premisas
de inclusión, sostenibilidad, compromiso
colectivo, todo de manera comunitaria. Se-
gún la Comisión Económica para América
Latina y el Caribe (CEPAL) se debe avanzar
en la construcción de “ciudades cuidadoras”,
donde el Estado, el mercado, las familias, la
comunidad, los hombres y las mujeres se ha-
Especial para La Ley. Derechos reservados (Ley 11.723)
(1) La Resiliencia es el proceso y la capacidad de
adaptación a situaciones adversas, afrontarlas y trans-
formarlas obteniendo resultados positivos. Las pertur-
baciones, en el ambiente y los ecosistemas, pueden
ser naturales o provocadas por el ser humano median-
Suplemento Innovación & Derecho
La enseñanza de destrezas requiere es-
trategias diferentes a la enseñanza de con-
tenidos y aun se observa que no existen su-
ficientes ofertas en este sentido, vinculadas
a capacitaciones en materia de género. Se
trata de enseñar a hacer, de un entrenamien-
to en ciertas habilidades específicas. Si bien
existen algunas capacitaciones en perspecti-
va de género que apuntan a dicho objetivo
y lo logran adecuadamente, en gran medida
las capacitaciones en género se focalizan en
transmitir contenidos (48). Aquí también se
debe innovar. Se requieren capacitaciones
que apunten específicamente al desarrollo
de destrezas para aplicar la perspectiva de
género de manera transversal, en todas las
políticas y programas para el desarrollo sos-
tenible, por parte de los funcionarios y fun-
cionarias y sus equipos de trabajo.
V. Comentario final
Pasaron ya casi 30 años de la IV Confe-
rencia Mundial de la Mujer de Beijing, en la
que se elaboró, entre otras cosas, el docu-
mento “La Mujer y el Medio Ambiente”. Si
(48) En Argentina existen algunas iniciativas en ese
sentido. Entre otras cosas, el Programa Ambiente, Gé-
SUMARIO: I. Introducción.— II. Nuestro escenario actual. Las ciudades y su impacto ambiental.— III. Energía.— IV. La gestión energé-
tica sostenible.— V. Ciudades Inteligentes.— VI. Colofón.
gan cargo, en un contexto de corresponsabi-
lidad y solidaridad, para lograr un desarrollo
social en equidad.
II. Nuestro escenario actual. Las ciudades y
su impacto ambiental
El 55% de la población mundial vive en
ciudades (2), las que ocupan solo el 3% de
la superficie terrestre, pero representan del
60% al 80% del consumo de energía, más del
60 % del uso de recursos y generan al menos
el 70% de las emisiones de carbono. Hoy 733
millones de personas no tienen acceso a la
electricidad, lo que representa aproximada-
mente a una de cada diez personas en todo
el mundo (3).
Las ciudades son un eslabón estratégico
para encarar acciones para el desarrollo sos-
tenible y la reducción de emisiones de car-
bono, con la oportunidad de verificación de
acciones de resiliencia y adaptación (4).
Ningún país ha logrado aún la combina-
ción de un desarrollo humano muy alto con
una huella ecológica ligera, 1200 millones
de personas en 111 países en desarrollo vi-
ven en una pobreza multidimensional agu-
da. Según datos del INDEC los resultados
del primer semestre del año 2023 corres-
pondientes al total de aglomerados urba-
nos, registraron que el porcentaje de hoga-
res por debajo de la línea de pobreza (LP)
alcanzó el 29,6%; en ellos reside el 40,1% de
las personas (5).
La rápida urbanización y la carga ambien-
tal que significan las ciudades está ejercien-
do presión sobre la cobertura de las nece-
sidades básicas, el acceso al agua dulce, la
energía, aumento del consumo y la crítica
gestión de los residuos y las aguas residua-
les, el cuidado del entorno y su biodiver-
sidad, entre otros. Este escenario sumado
a los efectos del cambio climático impone
necesidades de mitigaciones y adaptaciones
urgentes.
te distintas formas de contaminación. La Resiliencia
ambiental se manifiesta en la capacidad de un ecosis-
tema para mantener funciones y procesos clave ante
tensiones o presiones, al resistirse y luego adaptarse
al cambio.
(2) Cifra que se prevé que aumente al 70 % para el
bien hubo progresos importantes aún fal-
ta muchísimo por hacer. La inclusión de la
equidad de género dentro de los objetivos
de desarrollo sostenible de la Agenda 2030
constituye una señal de que, a pesar de los
esfuerzos realizados por diversas institucio-
nes internacionales, la desigualdad de géne-
ro es un problema aún muy grave e invisible.
Y que genera consecuencias diferenciales
de los problemas ambientales que deben te-
nerse en cuenta en las agendas de políticas
públicas.
Los estudios del comportamiento de-
muestran cuán difícil es comprender ade-
cuadamente un problema que se descono-
ce, una situación que nunca se experimentó,
que escapa completamente a nuestros mar-
cos cognitivos disponibles. Pero también
nos brindan aportes para innovar en estrate-
gias que permitan visibilizar las desigualda-
des. Adoptar la práctica de producir datos de
género y utilizarlos para respaldar todas las
decisiones de política ambiental; conformar
equipos de trabajo que garanticen la diversi-
dad y, a su vez, diseñar mecanismos institu-
nero y Desarrollo y algunas acciones impulsadas en ese
marco. Ver, al respecto: https://www.argentina.gob.ar/
La Organización de las Naciones Unidas pro-
pone para el año 2030, a través del #ODS 11 (6),
algunas metas transversales para las ciudades,
como ser, asegurar el acceso de todas las perso-
nas a viviendas y servicios básicos adecuados,
seguros y asequibles; lograr sistemas de trans-
porte accesibles y sostenibles; aumentar la ur-
banización inclusiva y sostenible; fomentar las
acciones de mitigación del cambio climático y
la adaptación a él.
Este esquema supone la necesidad de
avanzar hacia estrategias que prevean todos
los factores que impactan en las ciudades,
haciendo foco en las personas para lograr
ciudades “sostenibles” en el amplio concep-
to contemplando sus tres dimensiones: la
ambiental, la social y la económica. Hacer
foco, también, en la estrategia de la autosu-
ficiencia para la preservación del ambiente
satisfaciendo además las necesidades socia-
les y económicas.
Las políticas públicas ambientales, deben
representar las variables planteadas, tenien-
do en cuenta que la sostenibilidad así enten-
dida, requiere la gestión de los recursos de
manera transversal, con alcance y garantía
de acceso a todos los habitantes, incluso de
manera intergeneracional.
III. Energía
Una de las variables que impactan en las
ciudades, su entorno, equidad, y sostenibili-
dad, es el acceso a la energía. Como ya indi-
caba, las ciudades representan entre el 60 al
80% de consumo energético. Asimismo, no
todos los que viven en las ciudades pueden
acceder de la misma manera a la energía. A
nivel global el 13% de la población aún no
tiene acceso a servicios modernos de electri-
cidad y eso se traslada a las ciudades y a sus
entornos periféricos. La falta de acceso segu-
ro a la energía supone riesgos para la salud.
Las Naciones Unidas, con el objetivo de
propiciar oportunidades para los más po-
año 2050.
(3) https://unstats.un.org/sdgs/report/2023/The-
Sustainable-Development-Goals-Report-2023_Spa-
nish.pdf Energy Access | United Nations Development
Programme.
(4) Cambio climático. Naciones Unidas.
cionales que den participación a las mujeres
afectadas en las decisiones; entrenar en des-
trezas que permitan aplicar la perspectiva de
género en su ámbito a quienes toman deci-
siones y asesoran en políticas ambientales,
son tres estrategias que contribuyen a hacer
visibles las desigualdades.
La noción de innovación suele asociarse a
incluir tecnologías sofisticadas. Sin embar-
go, en ciertas situaciones, la innovación que
se requiere implica un cambio sistemático
en las prácticas institucionales asociadas a
procesos de toma de decisión. Ciertos de-
talles que hacen a innovar en aspectos del
proceso de toma de decisión pueden impli-
car cambios sustanciales. Pueden permitir
superar estados de hipocognición, minimi-
zar sesgos cognitivos y evitar errores inde-
seados. Nunca es tarde para innovar... si se
trata de modificar nuestras prácticas en pos
de reducir las desigualdades, generar más
inclusión y desarrollo sostenible.
Cita online: TR LALEY AR/DOC/2828/2023
ambiente/accion/generos.
bres del mundo y mejorar la vida de las per-
sonas, propugna el acceso a energía limpia,
confiable y asequible #ODS 7.
IV. La gestión energética sostenible
Los desafíos económicos y ambientales,
como el aumento de la eficiencia energética
y la gestión de los recursos, resultan indiscu-
tibles. La generación resiliente de estas ac-
ciones implica un aprendizaje, donde toma-
mos decisiones de acuerdo con las lecciones
aprendidas y son las políticas públicas trans-
versales las que pueden hacer la diferencia.
Soluciones de desarrollo integradas impul-
sadas de acuerdo con las prioridades de la
agenda pública.
Entre los objetivos del citado #ODS 7, se
encuentra el que propone de aquí al año
2030, aumentar sustancialmente la propor-
ción de energías renovables en la combina-
ción energética mundial y llegar a duplicar la
mejora en la eficiencia energética. Está claro
que la innovación y gestión estratégica tec-
nológica constituyen la herramienta clave
para lograrlo.
Según los resultados del Inventario Nacio-
nal de Gases de Efecto Invernadero (GEI) de
Argentina (MAyDS, 2019), por su origen, se
dividen en un 53 % de las emisiones de gases
de efecto invernadero corresponden al sec-
tor energético; 37 % en agricultura, ganade-
ría, silvicultura y otros usos de la tierra; 6 %
en procesos industriales; y 4 % de residuos.
Según las últimas mediciones del Instituto
Nacional de Estadística y Censos (INDEC),
la generación neta de energía eléctrica del
Sistema Interconectado Nacional, muestra,
en el segundo trimestre del año 2023, una
disminución del 7,1% respecto a igual perío-
do del año 2022, relacionada a una menor
generación de energía eléctrica de fuente
térmica e hidráulica. Véase que no tenemos
mediciones que revelen relación estadística
de la energía renovable.
(5) Incidencia de la pobreza y la indigencia en 31 aglo-
merados urbanos. Primer semestre de 2023.
(6) Objetivo 11: Lograr que las ciudades sean más in-
clusivas, seguras, resilientes y sostenibles.

Según las Naciones Unidas, para garanti-
zar que todos puedan acceder a la energía
eléctrica para el año 2030, debemos acelerar
la electrificación, aumentar las inversiones
en energía renovable, mejorar la eficiencia
energética y desarrollar políticas y marcos
regulatorios apropiados.
La resiliencia energética debe ser parte de
toda política sostenible. El gran desafío para
lograrlo es potenciar lecciones vividas, viene
de la mano de la superación de tres factores
claves. El primero, lograr el acceso universal
a servicios energéticos asequibles, fiables y
modernos, el segundo y consecuente, re-
quiere desarrollar acciones que tiendan al
fomento de las energías renovables, no solo
para prevenir y mitigar efectos ambientales,
sino para lograr acciones que tiendan a un
abastecimiento autónomo y por último lo-
grar todas estas acciones con una estrategia
de planificación público-privada. Tres facto-
res que se requieren interconectados.
¿Tener en cuenta estos tres factores alcan-
za?, ¿Por dónde empezar en una ciudad?
Tenemos actividades determinantes que im-
pactan en el consumo energético de las ur-
bes, como ser: la red eléctrica, el transporte
y la edificación.
Se requiere que el Estado promueva, me-
joras tecnológicas, programas de capaci-
tación e información para que los usuarios
puedan aprovechar y apropiarse de estas
tecnologías. Las políticas públicas deben es-
tar alineadas.
El desarrollo tecnológico e industrial es
importante al momento de establecer pau-
tas que imponen cambios duraderos y que,
como ya se dijo, sean equitativos. La innova-
ción es la clave al momento de definir políti-
cas públicas que tengan en cuenta todos los
aspectos y que además sean a largo plazo.
Ahora bien, en el marco planteado, el
desafío de las ciudades y sus habitantes es
lograr mejores oportunidades sociales y
ambientales para todos (equidad); la inno-
vación sobre los recursos disponibles es una
de las vías estratégicas que se viene imple-
mentando para avanzar en esta dirección.
La innovación no solo debe ser tecnológi-
ca, sino que debe ser social y debe buscar la
(7) https://www.un.org/es/chronicle/article/la-ener-
gia-urbana-sostenible-es-el-futuro.
Rosana Corti
Viene de p. 1
I. Prefacio. Una advertencia
El filósofo coreano más popular de estos
tiempos Byung-Chul Han habla del mundo
de hoy, describe que “corremos detrás de la
información sin alcanzar un saber. Toma-
mos nota de todo sin obtener un conoci-
miento. Viajamos a todas partes sin adquirir
una experiencia. Nos comunicamos conti-
nuamente sin participar en una comunidad.
Almacenamos grandes cantidades de datos
sin recuerdos que conservar. Acumulamos
amigos y seguidores sin encontrarnos con el
otro. La información crea así una forma de
vida sin permanencia y duración” (1).
En el orden digital al despertar miramos el
tiempo en el celular para decidir la prenda de
Especial para La Ley. Derechos reservados (Ley 11.723)
(1) BYUNG-CHUL, Han, “No-Cosas. Quiebres del mun-
do de hoy”.
(2) Nuestra vida en datos año 2023, disponible al
09/11/2023 en: https://blog.acens.com/infografias/
que-pasa-en-internet-en-un-minuto-2023-infografia/.
(3) Frank La Rue, informe del Relator Especial sobre la
Suplemento Innovación & Derecho
sostenibilidad de cada proyecto o servicio a
través de políticas que garanticen la conti-
nuidad de los proyectos.
V. Ciudades Inteligentes
Como veremos más adelante todos los de-
safíos planteados se relacionan con la idea
de lograr una Ciudad Inteligente.
Para seguir sobre el foco de la energía ve-
mos que ciudades de todo el mundo están
innovando al gestionar acciones para utili-
zar un 100% de energía limpia: Copenhague
se ha comprometido a convertirse en ciudad
neutra en carbono para el año 2025; Múnich
tiene previsto obtener el 100% de su electri-
cidad a partir de energías renovables en el
año 2025 (7).
Ciudades como Reikiavik, en Islandia,
donde la energía deriva básicamente de
fuentes hidroeléctricas y geotérmicas, están
impulsando automóviles y tránsito libres de
combustibles fósiles para el año 2040, con
acciones para que el transporte público pase
del 4% al 12% y la proporción de peatones
y ciclistas pase del 19% a más del 30% en el
año 2030 (8).
En un escenario local, la Ciudad de Bue-
nos Aires en su Plan de Acción Climática
expone que “el uso de la electricidad im-
plica el 31% de nuestras emisiones” esta-
bleciendo el desafío de alcanzar la carbo-
no neutralidad para el año 2050 (9), im-
pulsado diversas acciones como el cambio
del 100% de luminarias en sus calles, pla-
zas y veredas por luces LED, informando
reducciones en más del 50% del consumo
energético.
San Francisco, mediante su Plan de Ac-
ción Climática (10), propone la inversión en
diversas fuentes de energía renovable, como
la energía solar, la eólica y la geotérmica y
acciones que tiendan a eliminar las emisio-
nes de todos los edificios para el año 2040
mediante la electrificación y el uso de ener-
gía 100% renovable.
Todas estas ciudades están ranqueadas
como “Ciudades Inteligentes”, ya eviden-
cian una transformación permanente, los
cambios que se encaran en ellas buscan
mejoras para la calidad de vida de sus ha-
(8) Reykjavík Carbon Neutral by 2040. Reykjavik.
(9) Tercer Plan de Acción Climática 2050 (2021-2025).
SUMARIO: I. Prefacio. Una advertencia.— II. El personaje del año.— III. La necesidad de una sostenibilidad inteligente.— IV. Un cielo
al rojo vivo.— V. Hora de Excavar.— VI. Una visión artificial sostenible.— VII. Algoritmos Verdes.— VIII. La oportunidad de la Inteligencia
Artificial Verde.— IX. Un llamado a la acción.— X. Y llegamos al final.
vestir. Las noticias se leen en la computadora,
se chequea el correo electrónico en la tablet; el
día incluye gestiones con el celular en el banco,
reservas, sumado a millones de mensajes por
WhatsApp.
En un minuto de Internet ocurren muchas
cosas, 241.2 millones de mails enviados, 18.8
millones de mensajes de textos, 10.4 millo-
nes de visitas en Instagram, 6.3 millones de
videoconferencias en Zoom, 2.4 millones de
búsquedas en Google (2).
Como vemos, una parte importante de
nuestra vida ya se desarrolla en esa red.
Recordemos que fue en el año 2011 cuan-
do el reportero especial de las Naciones
Unidas declaró que el acceso a Internet
promoción y protección del derecho a la libertad de opi-
nión y de expresión, Consejo de Derechos Humanos, 17º
período de sesiones, tema 3 de la agenda, Asamblea Ge-
neral de las Naciones Unidas, 16 de mayo de 2011. Dispo-
nible https://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/
BDL/2015/10048.pdf.
(4) Digital 2023, disponible en: https://datareportal.
bitantes a través del uso estratégico de los
recursos existentes y de manera sostenible
y equitativa.
Asimismo, son ciudades que escuchan
y aprenden de sus ciudadanos y los go-
biernos toman decisiones sobre la base
de dicha información. En ellas se busca
integrar la economía, las personas, la mo-
vilidad, el ambiente, el gobierno y, de este
modo, crear ecosistemas de innovación,
que aprovechan el uso de las tecnologías
de información y comunicación, buscando
mejorar la eficiencia y sostenibilidad en la
prestación de los servicios públicos. Es de-
cir, la tecnología es una herramienta que,
además, funciona como un potenciador
para lograr eficiencia equitativa y soste-
nible de las acciones de las ciudades y sus
gobiernos.
Si vamos a preparar una ciudad para ser
inteligente, sin dudas, debemos hacer foco
en las personas y en cómo afrontar los de-
safíos respetando la cultura, su historia, el
ambiente, las capacidades de sus recursos y
fomentar el acceso equitativo a estos y a las
tecnologías. Además, es necesario propiciar
la cooperación con otras ciudades poten-
ciando las experiencias.
Cómo identificar características de una
Ciudad Inteligente o de aquellas que están
camino a serlo, propongo tener en cuenta
algunos factores:
Ciudades sostenibles: Es una ciudad con
un desarrollo consciente con el entorno, en
respeto con la naturaleza y en búsqueda de
una mejor calidad de vida para las genera-
ciones presentes y futuras.
Ciudades inclusivas: Una ciudad que hace
foco en las personas, donde el progreso so-
cial y económico contempla todos los as-
pectos de la vida en sociedad y donde nadie
queda afuera de ese proyecto.
Ciudades resilientes: Ciudades con una
alta capacidad de recuperación positiva, po-
tenciando permanentemente sus oportuni-
dades.
Ciudades seguras: Ciudades que buscan
garantizar el acceso universal a los servicios
y espacios públicos seguros.
Buenos Aires Ciudad.
(10) Plan de Acción Climática de San Francisco
era un derecho humano, argumentando
que esta herramienta había pasado a ser
“un medio fundamental para que las per-
sonas ejerzan su derecho a la libertad de
opinión y de expresión” (3), ocupando de
esa manera la misma posición reservada a
las necesidades básicas de la vida huma-
na.
Más de 8000 millones de personas en el
mundo según Naciones Unidas y del infor-
me digital mundial de este año, el 92% ac-
ceden a Internet por sus teléfonos móviles,
con un promedio general de más de 6 horas
37 minutos conectados a la web. Este docu-
mento de Digital 2023 (4) posiciona a los ar-
gentinos en un promedio general de más de
9 horas conectados a Internet.
com/reports/digital-2023-argentina (fecha de consulta:
01/08/2023).
(5) https://www.se.com/ww/en/insights/sustainabi-
lity/sustainability-research-institute/ (fecha de consulta:
01/08/2023). Un estudio interesante es el de Economía
Digital e Impacto Climático, del instituto europeo Schnei-
der Electric Sustainability Research donde resaltan que, si
Diciembre de 2023 | 7
Ciudades innovadoras: Son ciudades que
potencian las estructuras para mejorar la in-
fraestructura, la sostenibilidad, la movilidad,
el acceso a los servicios y todo desafío que
la sociedad requiera para una mejor calidad
de vida.
¿Cuál es el rol del derecho ambiental en
este escenario? Se trata de un derecho per-
sonalísimo, derecho humano, cuyos valo-
res fundantes son la paz, la solidaridad y la
cooperación constituyéndose en un bien
jurídico colectivo. Este reconocimiento fue
una innovación en sí misma para el sistema
jurídico. Regular para que las estrategias de
innovación en las ciudades sean duraderas
y sostenibles se constituye en un elemento
fundante, ya que es una forma de garantizar
otra variable, la equidad ambiental.
VI. Colofón
Como ya expuse la rápida urbanización y
la carga ambiental que significan las ciuda-
des, está ejerciendo presión sobre la cober-
tura de las necesidades básicas, ahora bien,
está claro que el mundo avanza y por eso de-
bemos afrontar cada nueva etapa evolutiva
con un análisis profundo, valiéndonos de to-
das las herramientas posibles. A medida que
la tecnología siga avanzando, la humanidad
tendrá más oportunidades, siempre que sea
equitativo su acceso.
La innovación se presenta en las ciuda-
des para que su comunidad pueda evolu-
cionar y desarrollarse de modo inteligen-
te. Esto solo será posible si los beneficios
involucran y alcanzan a toda esta comu-
nidad. En otros términos, el gran desafío
es lograr una innovación colaborativa,
tecnológica, que contribuya a superar las
desigualdades.
Las ciudades que aprenden de sus habi-
tantes son las más inteligentes. El foco está
en las personas y en cómo afrontar los desa-
fíos respetando la cultura, su historia, el am-
biente, las capacidades de sus recursos. Ser
además, resilientes propone potenciar las
lecciones aprendidas, entender y accionar
sobre nuevos escenarios, superar limitacio-
nes y mejorar expectativas a futuro.
Cita online: TR LALEY AR/DOC/2829/2023
(Homepage Spanish).
¿Y cuál es el problema? Como no podía ser
de otra manera, en ese tiempo generamos
muchos datos que provoca un costo compu-
tacional que se va multiplicando cada 3 me-
ses. Ese costo computacional se transforma
en costo energético, que son emisiones de
carbono.
En el año 2030, diferentes estudios (5) se-
ñalan que las TIC, las tecnologías de la infor-
mación y comunicación, dentro de las cuales
está el software y por supuesto la Inteligencia
Artificial (IA) serán responsables de más
de veinte por ciento del consumo global de
energía.
Estamos en un momento decisivo. Tan
crucial como fue la era atómica. No lo digo
bien la predicción del consumo eléctrico no es alentado-
ra debido a su huella de carbono, a medida que la gene-
ración de electricidad se haga de manera más limpia las
emisiones no aumentarán más de 26 por ciento. Además,
el impacto que tendrá el sector TIC en la huella de car-
bono podría ser mucho menor de lo indicado en cifras,
ya que actores como Amazon, AT&T, Google, Microsoft,
8 | Diciembre de 2023
yo, lo dice Naciones Unidas (6). Es por eso
por lo que necesitamos las bases del cono-
cimiento para comprender mejor la función
de la IA en el mundo; porque es una herra-
mienta disruptiva, transversal, se la puede
usar en todos los ámbitos para lo que que-
ramos y es nuestra responsabilidad hacerlo
de una manera inteligentemente sostenible.
Todavía existe un grupo muy reducido de
personas involucradas en este ecosistema.
Necesitamos diversidad, que todos aporte-
mos y participemos de la reflexión colectiva
para enriquecer a la tecnología y hacer una
Inteligencia Artificial más verde e inclusiva.
La crisis planetaria, caracterizada por el
cambio climático, la pérdida de la biodiver-
sidad, la contaminación y residuos, es la ma-
yor amenaza mundial en el siglo XXI. El ca-
lentamiento global nos recordara con cada
desastre, las malas decisiones que tomemos.
Todavía tenemos la ocasión de contribuir
de manera decisiva al cambio de paradigma
que buscamos, si esta revolución la gestio-
namos bien.
II. El personaje del año
Quizás algunos todavía se preguntan so-
bre la IA. Porque no la vemos y está en todas
partes. Su penetración es imparable. Todos
los días, sin saberlo, está tomando decisio-
nes por nosotros y dependemos más —y
para más cosas—, de ella. Desbloquear el
celular con la cara es un tipo de IA. Y no va-
mos a encontrar una definición (7) consen-
suada entre los expertos de este campo y
siempre girará en entorno a máquinas que
piensan (8). Ya en el año 1950, Alan Turing
predijo que “para el fin de siglo el uso de
palabras y opiniones generales razonadas
habrá cambiado tanto que uno podrá hablar
de máquinas pensantes sin esperar a que lo
contradigan” (9).
La gente suele asociar la IA con coches au-
tónomos, reconocimiento facial automático,
asistentes por voz como Siri o Alexa, robot
con rasgos humanos que representan emo-
ciones como Ameca y Sophia, o los transfor-
madores generativos preentrenados conoci-
dos por todos como ChatGPT4.
Al mismo tiempo, la IA no solo son estos
casos de uso tan popular que mencionamos,
sino que se encuentra en lugares mucho me-
nos perceptibles a simple vista. Por ejemplo:
los bancos usan Inteligencia Artificial para
ver si tiene que conceder un préstamo a un
solicitante. Para ello prepararon previamen-
te un programa que procesa muchos datos
de la persona. En función de todos esos da-
tos, el Sistema de Inteligencia Artificial dará
Orange, Verizon se comprometieron a descarbonizar sus
operaciones en los próximos años y disminuir en cincuen-
ta por ciento su huella para el año 2030. Lo que significa
que, a pesar de un significativo aumento de la demanda
mundial de electricidad en relación con las Tecnologías
de la Información, es probable que su impacto ambiental
sea menos de lo que se espera.
(6) Naciones Unidas: “Estrategias del secretario gene-
ral de Naciones Unidas”, disponible al 01/08/2023 en:
https://www.un.org/en/newtechnologies/images/pdf/
SGs-Strategy-on-New-Technologies-ES.pdf.
(7) El término “inteligencia artificial”, así como hoy
lo conocemos, fue popularizado y empleado por prime-
ra vez en público en el año 1956 en la Conferencia Dart-
mouth Summer Research Project on Artificial Intelligence
sobre inteligencia artificial de la Universidad de Dar-
mouth College de Estados Unidos. En el año 1978 el in-
vestigador británico Donald Michie describió a la Inteli-
gencia Artificial como el refinamiento del conocimiento,
donde “se puede producir una confiabilidad y competen-
cia en la codificación que supera con creces el nivel más
alto que un ser humano experto y sin ayuda haya podido,
o quizá incluso pueda algún día, alcanzar”.
(8) MCCARTHY, John, “What is Artificial Intelligen-
ce?”, Stanford University, 2004.
(9) TURING, Alan, “Computing Machinery and Inte-
Suplemento Innovación & Derecho
un resultado con base en su experiencia, au-
tomatizando este proceso de concesión de
un préstamo.
La Real Academia Española (RAE) cata-
logó a la “Inteligencia Artificial” como la
palabra del año (10), su acceso se está demo-
cratizando cada vez más y todos vamos a sa-
ber y a tener que utilizarla en un tiempo no
muy lejano para el disfrute de sus ventajas.
Así como lo fue el primer teléfono móvil (11),
algo complejo de manejar en sus inicios y
que usaban muy pocas personas. Hoy, hay
más celulares que personas en el mundo.
La IA es la tecnología más transformado-
ra a la que se enfrenta la sociedad a nivel
mundial y al ser una herramienta tecnoló-
gica transversal, aplica en todos los ámbitos
del desarrollo sostenible. Al mismo tiempo,
hay que evitar que se convierta en parte del
problema ambiental, por lo que es esencial
encontrar formas de utilizar los recursos que
nos brinda el planeta de manera más efi-
ciente.
III. La necesidad de una sostenibilidad in-
teligente
Hoy en día la vida contemporánea se de-
fine por reuniones de zoom, maratones de
Netflix, búsquedas en Google, videoclips de
YouTube, TikTok, Instagram, Facebook, X,
archivos guardados en la nube y todo esto
tiene un costo, a simple vista invisible para
los usuarios.
No hay dudas de que hay muchos bene-
ficios en la vida en línea. Al mismo tiempo,
los costos ambientales son innegables. Ne-
cesitamos concientizar del impacto que los
sistemas software basados en Inteligencia
Artificial, tienen en el ambiente.
En la Green Digital Conference (12), ce-
lebrada en noviembre del año pasado en
Bilbao, se aportaron datos que señalan que
cada minuto del día se ven en el mundo
452.000 horas de Netflix, que equivalen a
cinco millones de kilómetros recorridos en
auto; 127 vueltas al mundo generando tone-
ladas de CO2.
Lo que llamamos nube, por ejemplo, no
flota en el aire; ese lugar aparentemente
etéreo donde se almacenan los detalles de
tu vida digital tiene un alto costo para el
ambiente. Son un sinnúmero de servidores
informáticos individuales ejecutándose en
miles de almacenes de datos en todo el mun-
do. No pueden fallar, perderíamos el acceso
a correos electrónicos, nuestras fotografías o
la presentación de una tesis (13). Es por eso
por lo que los servidores deben funcionar
las 24 horas del día, los 365 días del año; lo
lligence”, en Revista Mind, octubre 1950, 1a ed., pp. 433-
460, disponible en: https://doi.org/10.1093/mind/
lix.236.433.
(10) La Real Academia Española, catalogó a la IA
como la palabra del año, teniendo en cuenta la impor-
tancia que tuvo durante los últimos doce meses y si bien
el término está en el diccionario desde el año 1992, es-
tos últimos meses la inteligencia artificial pasó de ser un
término en manos de expertos y desarrolladores, a con-
vertirse en una herramienta que está al alcance de todos
los usuarios. FundéuRAE (2022): Inteligencia artificial es
la expresión del 2022 para la FundéuRAE. https://www.
fundeu.es/recomendacion/inteligencia-artificial-es-la-
expresion-del-2022-para-la-fundeurae/.Real Acade-
mia Española: Lengua Española e inteligencia artificial.
https://www.rae.es/leia-lengua-espanola-e-inteligen-
cia-artificial.
(11) El origen de la palabra “celularis” proviene del la-
tín y significa “relativo a las células”. El creador del pri-
mer celular fue Martin Cooper en el año 1973, quien era
socio del directivo de MOTOROLA eh hizo la primera lla-
mada del planeta por su MOTOROLA DYNATAC 8000x,
que pesaba 800 gramos y tenía una medida de 33 centí-
metros de alto, 4,5 de ancho y 8,9 de grosor. Estuvo dis-
ponible para todo el mundo recién en el año 1983.
(12) Green Digital Conference: https://greendigital-
que consume muchísima energía, agua (14)
y otros recursos de la tierra para mantener la
nube a flote, ya que está hecha de rocas, litio
en salmuera y petróleo crudo.
En A Prehistory of the Cloud, Tung-Hui Hu
escribe que “la nube es una tecnología de ex-
tracción intensiva de recursos, que convierte
agua y electricidad en poder computacional,
dejando tras de sí una cuantiosa cantidad de
daños medioambientales que luego oculta a
la vista” (15).
Si bien la industria ha hecho algunos es-
fuerzos para aumentar el uso de energías
renovables y que los centros de datos sean
eficientes energéticamente, la huella de car-
bono de la infraestructura computacional
del mundo ya superado con creces a la del
sector aéreo y sigue en aumento.
Resulta difícil dejar de preguntarse en esta
revolución, si la IA y la computación plane-
taria en general son buenas o malas para el
planeta, si somos literalmente analfabetos
tecnológicos. Esto no quiere decir que ten-
gamos que ser programadores profesiona-
les, ni ser especialistas o tener un doctorado
en la materia. Menos prohibir su uso. Si no,
de informarnos, educar y sensibilizar. Crear
conciencia del impacto de la huella ecológi-
ca digital y empezar a mitigarla. Porque la re-
volución que estamos atravesando tiene más
que ver con cosas que no se ven y que ne-
cesitamos aprender. Al profundizar, vemos
cómo se cruza con el cambio climático y la
desinformación, reforzando la importancia
de encontrar alternativas para empezar a
utilizar y vivir esta era digital con responsa-
bilidad ambiental.
IV. Un cielo al rojo vivo
A medida que la tecnología avanza y que
la IA se va haciendo más precisa, también va
aumentando la cantidad de recursos que se
necesita para hacerla funcionar, a lo que de-
nominamos Inteligencia Artificial roja (16),
desde la óptica de la sostenibilidad.
Al mirar de cerca la capacidad computa-
cional que se necesita para construir mo-
delos de IA, podemos ver el alto costo que
significa para el planeta el deseo de aumen-
tar de manera exponencial la velocidad y la
precisión (17). Investigadores de la Univer-
sidad de Massachusetts delinearon algunas
estimaciones para cuantificar los costos
ambientales ejecutando modelos de Inte-
ligencia Artificial durante miles de horas
computacionales, donde descubrieron que
entrenar a un solo modelo producía más de
660.000 toneladas de emisiones de dióxido
de carbono; el equivalente a toda la vida útil
de cinco automóviles a gasolina en Estados
conference.eus/una-hora-viendo-netflix-equivale-al-
co2-que-emite-un-coche-recorriendo-12km/.
(13) El Data Center más grande hasta el momento es
el de China Telecom Data Center-Inner Mongolia Infor-
mation Park con aproximadamente un millón de metros
cuadrados. Imágenes disponibles en https://www.aras-
technologies.com/201.
(14) Alrededor del 20% de los centros de datos en Es-
tados Unidos están ubicados en cuencas hidrográficas
vulnerables, que se encuentran en sequía activa o en un
estado severo de estrés hídrico. CNN: “Una cuarta parte
de la humanidad se enfrenta a un estrés hídrico extremo,
y está a punto de empeorar, según un nuevo informe”:
https://cnnespanol.cnn.com/2023/08/16/cuarta-par-
te-humanidad-enfrenta-estres-hidrico-extremo-a-pun-
to-empeorar-nuevo-informe-trax/.
(15) TUNG-HUI, Hu, A Prehistory of the Cloud, Cam-
bridge, MIT Press, 2015, p. 146.
(16) Inteligencia artificial roja: prioriza el rendimiento
de los algoritmos sin importar su demanda computacio-
nal y, por ende, su consumo energético.
(17) CRAWFORD, Kate, “Atlas de la Inteligencia Artifi-
cial, Poder, Política y costos planetarios”, Fondo de Cultu-
ra Económica, 2022, 1ª edición, p. 75.
(18) E. STRUBELL, Emma - GANESH, Ananya - Mc-
CALLUM, Andrew, “Consideraciones energéticas y po-
Unidos incluida su fabricación. O a 125 via-
jes de ida y vuelta en vuelo desde Nueva York
a Beijing (18). El tan viral ChatGPT4 ha ne-
cesitado muchísimos recursos para llegar a
ser lo que es, algunas estimaciones sobre el
modelo anterior, GPT3 (19), hablan de con-
sumos equivalentes a la misma cantidad de
electricidad usados por 136 casas danesas
al año (20). Esto contribuye a desmitificar
la sensación de ver a todo este ecosistema
como algo abstracto, fuera de nuestro cam-
po visual, cuando en realidad es una cons-
trucción material que afecta el ambiente.
V. Hora de Excavar
¿Sabemos de qué está hecha verdadera-
mente la Inteligencia Artificial? El ciclo de
vida de estos sistemas, desde su nacimiento
hasta su muerte, tiene mucho de nosotros
y del planeta de lo que se sabe en general.
Es que la creación de los sistemas de Inteli-
gencia Artificial, como la enorme red com-
putacional, dependen en primer lugar de la
explotación de recursos energéticos y mine-
rales del planeta, más mano de obra huma-
na y datos a gran escala, sí, largos pasillos de
centros de datos que devoran cantidades in-
mensas de energía.
La investigadora Kate Crawford en su libro
“Atlas of lA. Power, Politics, and the Plane-
tary Costas of Artificial Intelligence” nos in-
troduce en un viaje a los lugares que revelan
de qué está hecha verdaderamente la IA.
Como las minas de litio de Nevada (21), uno
de los tantos lugares de extracción mineral
que se precisa para abastecer de energía a
todo el ecosistema planetario computacio-
nal contemporáneo y de gran interés para
los magnates de la tecnología, por un moti-
vo, las baterías recargables. Las baterías de
los celulares tienen aproximadamente 8,5
gramos de litio y una vida útil muy limita-
da que al ser usadas son descartadas como
residuo (22). Otro lugar muy deseable para
las baterías recargables de iones de litio es el
lago Saltón de Saltón Sea, a 321km al este de
Los Ángeles, que sustentara el crecimiento
de los coches eléctricos en los EE.UU. (23).
Hay otros rincones del mundo desde don-
de se extrae la materia para crear la IA y de
donde se alimenta la industria tecnológica,
como el Salar del suroeste boliviano, el lugar
más rico en litio del mundo, seguido por el
noroeste de Argentina (24), como Fénix en
Catamarca y Olaroz en Jujuy, finalizando
con Chile y los desiertos de Australia Occi-
dental, mayor productor del mundo.
Las baterías recargables de iones de li-
tio son la base de Internet, la computación
global incluida la IA dependen de ella y son
fundamentales para la existencia de los dis-
líticas para el aprendizaje profundo en la PNL”, arXiv,
05 de junio de 2019, Florencia, Italia: https://arxiv.org/
abs/1906.02243.
(19) MIT Technology Review, We’re getting a better idea
of AI’s true carbon footprint, disponible en: https://www.
technologyreview.com/2022/11/14/1063192/were-get-
ting-a-better-idea-of-ais-true-carbon-footprint/?utm_
campaign=site_visitor.unpaid.engagement&utm_
medium=social&utm_source=Twitter.
(20) Entrevista a BOLÓN, Verónica, Profesora e in-
vestigadora en Inteligencia Artificial en la Universidad
de La Coruña, disponible en: https://www.lne.es/astu-
rias/2023/04/26/inteligencia-artificial-conquistado-
campos-humanos-86498677.amp.html.
(21) La mina de litio de Silver Peak, ubicada en el valle
Clayton, pueblo más antiguo del Estado de Nevada, Es-
tados Unidos.
(22) MIT Technology Review, Batería de iones de li-
tio, disponible en: https://www.technologyreview.
com/2012/06/19/185373/lithium-ion-battery/.
(23) CNN: litio en lago Salto, disponible en: https://
edition.cnn.com/videos/spanish/2023/05/29/salton-
sea-litio-mike-valerio-pkg-dig.cnn.
(24) El litio en Argentina, disponible en: https://www.
infobae.com/opinion/2023/04/01/el-potencial-del-li-
tio-en-la-argentina/.

positivos móviles, las computadoras por-
tátiles, los asistentes virtuales y centros de
datos. La extracción minera de litio en nues-
tro país, por ejemplo, requiere perforar pro-
fundamente en el salar para poder llegar a la
salmuera donde contiene el mineral que los
alimenta. El agua salada se bombea a unas
grandes piscinas en la superficie y se deja
evaporar durante meses; su resultado, una
solución rica en litio.
Al mismo tiempo, para producir carbona-
to de litio —ese polvo blanco que se exporta
a las fábricas de baterías en el extranjero—,
se usan litros y litros de agua dulce. Para
cada tonelada de litio se necesitan dos mi-
llones de litros de agua. Esto significa que,
para construir la batería de un coche eléctri-
co, que tiene un promedio de ocho kilos de
litio, se necesitan 16.000 litros de agua (25).
De hecho, mucho de nuestra vida está en
la nube, o en el celular, sin que tengamos
idea de los costos que implica, menos que se
construye utilizando elementos que exigie-
ron miles de años para formarse dentro de
la Tierra.
Desde nuestro trabajo, vida privada, tiem-
po libre, todo, ocurre en las redes computa-
cionales, donde generamos constantemente
emisiones de carbono y a las que accedemos
desde nuestros dispositivos, cuyo núcleo se
compone de litio, el mineral más valioso de
estos tiempos, llamado “oro blanco” (26) y a
ser el sustituto al petróleo para fomentar la
economía verde.
Entonces, no se trata de dejar de usar la IA
porque ya está incorporada en nuestras vi-
das, sino de ser capaces de hacerlo de una
manera eficiente y sostenible. El cambio
climático impacta severamente a la humani-
dad, solo tenemos que ver las noticias para
ser testigos del aumento de fenómenos cli-
máticos extremos, y la digitalización sigue
siendo fuerte, lo que significa que su papel
dentro de nuestra existencia solo aumenta-
rá. No tenemos más remedio de buscar ma-
neras para contrarrestar lo que provoca, sa-
ber de dónde viene y dónde podría llevarnos
en las próximas décadas.
Nos enfrentamos a un nuevo enemigo
que es la catástrofe ambiental, generadora
de una crisis que afecta a los ricos y a los
pobres, a los partidos de izquierda y a los
de derecha, a jóvenes y adultos, a los hom-
bres y a las mujeres, a los que viven en las
ciudades y a quienes habitan los campos,
ya que no habrá distinciones ni lugar don-
de esconderse si el planeta explota (27). La
conclusión es clara, urge encontrar una so-
lución desde todas las perspectivas, inclui-
da la IA, porque uno de los principales de-
safíos en este momento es crear conciencia
y fomentar la inversión a una Inteligencia
Artificial ecológica.
VI. Una visión artificial sostenible
Omnipresente en nuestro día a día, desde
las búsquedas por Internet hasta la navega-
ción por GPS se apoyan en motores de Inte-
ligencia Artificial que, a partir del entrena-
miento de los algoritmos y el procesamiento
de los datos, consumen enormes cantidades
de energía insostenible a largo plazo.
(25) La lucha del agua en el triángulo del litio, dispo-
nible en: https://www.saraditomaso.com/2023/05/28/
la-lucha-por-el-agua-en-el-triangulo-del-litio/.
(26) Litio, el oro blanco del siglo XXI: disponible en:
https://www.fan.org.ar/noticias/litio-el-oro-blanco-
del-siglo-xxi/.
(27) LORENZETTI, Ricardo L., “El nuevo Enemigo”. El
colapso ambiental”, Ed. Sudamericana, 2021, 1ª edición,
p. 17
(28) La creación del primer algoritmo se lo debe-
mos a la británica Augusta Ada King, considerada la
primera programadora de la historia por haber publi-
cado lo que se reconoce hoy como el primer algorit-
Suplemento Innovación & Derecho
El hecho de que miles de millones de per-
sonas en el mundo accedamos a Internet to-
dos los días significa que contamos con una
construcción de telecomunicaciones nunca
vista hasta el momento, que genera grandes
cantidades de datos almacenados en gigan-
tescos centros de datos, que junto a la pro-
ducción masiva de dispositivos electrónicos,
son unos de los problemas fundamentales
que representan un alto grado de contami-
nación y una mayor huella de carbono, ade-
más del consumo significativo de electrici-
dad en todo el planeta.
Es fundamental que la IA se desarrolle de
manera responsable, teniendo en cuenta las
tres dimensiones del desarrollo sostenible
de Naciones Unidas, la económica, social
y ambiental. Una de las formas es hacerla
más verde, es decir diseñar y operar de una
manera que minimice el impacto ambiental
que dejan los procesos informáticos en el
planeta. De esta manera se podrá maximizar
todos los beneficios que tiene la IA para el
desarrollo humano.
VII. Algoritmos Verdes
Dentro de todas las posibilidades de re-
ducir la huella de carbono y acortar los pro-
blemas de sostenibilidad es la Inteligencia
Artificial ecológica que da paso a una pro-
gramación de algoritmos que llamamos ver-
des, que minimizan el impacto ambiental
que dejan los procesos informáticos en el
planeta.
La palabra Algoritmo es un concepto que
suena mucho ahora, pero tiene más de 200
años (28). Es un conjunto metódico de pa-
sos, un protocolo que se debe seguir para
alcanzar un resultado. Comparando con
una receta de cocina, “es la receta que escri-
bimos para que el ordenador la entienda y
haga el plato”.
Al mismo tiempo, hay muchas maneras
de programar una funcionalidad —como
muchas maneras de hacer el mismo plato—.
Cuando los expertos en IA —programado-
res/ingenieros—, tienen que programar/en-
trenar los algoritmos —que son aquellos ca-
paces de gestionar esas grandes cantidades
de datos para tomar decisiones—, lo hacen
de una determinada manera que consumen
grandes cantidades de energía, lo que pro-
voca inevitablemente la emisión de dióxido
de carbono a la atmósfera. Por este motivo
se buscan alternativas para que esos algorit-
mos consuman la menor cantidad de ener-
gía y que sean los más ecológicos posibles.
Entonces, cuando hablamos de Algorit-
mos Verdes podemos entenderlos y aplicar-
los de dos maneras. Por un lado, desde la óp-
tica de su diseño, llamados también “Green
in AI”, son aquellos algoritmos que hacen un
mejor uso de los recursos desde su concep-
ción. Es decir, un consumo más responsable
y eficiente de los recursos energéticos desde
su nacimiento; se crean y se los entrena de
forma sostenible, con directrices de inclu-
sión y respeto por el planeta y, consecuen-
temente, su funcionamiento —sin perder
efectividad—, genera una huella de carbono
menor. Por el otro, desde su objetivo o pro-
pósito, “Green by AI”, aquellos algoritmos
que sirven para mejorar la sostenibilidad y
mo destinado a ser procesado por una máquina. Para
conocer más sobre ella: https://historia.nationalgeo-
graphic.com.es/a/ada-lovelace-visionaria-hija-lord-
byron_15864.
(29) Doctora en Ingeniería Informática y Catedrática
de Lenguas y Sistemas Informáticos de la Universidad
de Castilla-La Mancha. Directora del área de Algoritmos
Verdes de OdiseIA, el Observatorio del Impacto Social y
Ético de la Inteligencia Artificial. En el año 2023 apare-
ce en el ranking de The Best Computer Science Scientists
de España, realizado por Research.com, en el que úni-
camente se incluyen once mujeres. Desde abril de 2023
es uno de los doce miembros del Comité Español para la
que aprovechando su capacidad predicti-
va desarrollan soluciones tecnológicas que
dan respuestas a los retos de la emergencia
planetaria, como la predicción de catástro-
fes naturales y la optimización y/o gestión
de recursos, que comentaremos en el título
siguiente.
Explica Coral Calero (29) —catedrática
de lenguajes y sistemas informáticos de la
Universidad de Castilla La Mancha—, que
la mejor manera de entender a un algoritmo
verde desde la vertiente del diseño y el entre-
namiento es comparando con un sándwich
mixto, puedes ir a la heladera a tomar cada
uno de los ingredientes por separado, dando
una vuelta por el armario del pan, o puedes
directamente tomar todo lo que necesitas en
tu primera visita al refrigerador, ahorrando
trabajo (30).
El Grupo de Investigación Alarcos, de la
línea Green and Sustainable software (31), ha
hecho un experimento real de medición de
consumo que la industria de la IA debe ser
consciente. El trabajo consistió en evaluar el
consumo energético del entrenamiento de
un modelo de regresión logística, aplicando
tres algoritmos diferentes para optimizar el
tiempo. Los resultados fueron sorprenden-
tes. Una diferencia del 9% en la precisión del
resultado, puede conllevar una diferencia
de 30 veces más el consumo. Este primer re-
sultado arrojó que se requiere 30 veces más
de consumo energético para tener 9 puntos
más de precisión. Comparando con los otros
dos, que tenían un comportamiento prác-
ticamente igual, con una diferencia del 2%
entre cada uno de ellos, pero generando la
mitad de ese consumo (32).
Con este trabajo se trató de reflejar la
importancia del uso racional y medido de
la tecnología para una reducción del con-
sumo de energía. También debemos desta-
car que los desarrolladores deben pensar
dónde está el umbral de precisión que se
necesita alcanzar, porque con base en esto,
las opciones pueden ser unas u otras al se-
leccionar la tecnología con la que se va a
trabajar, para generar un menor impacto
ambiental.
El Centro en Tecnologías de la Informa-
ción y las Comunicaciones (CITIC), de la
Universidad de Coruña, España, lidera un
estudio pionero en Galicia para hacer más
sostenibles los procesos de la Tecnología de
la Información (TI). Se utilizan diferentes
estrategias para conseguir que los algorit-
mos emitan menos dióxido de carbono a la
atmósfera, la primera, consiste en adaptar-
los para que puedan ejecutarse utilizando
un número reducido de bits. Es decir, una
cifra menor a la habitual, que es de 64 bits, y
que utilizan la mayoría de los procesadores.
Sin embargo, esta reducción también tiene
sus inconvenientes que implica una pér-
dida de precisión en las operaciones que
realizan los algoritmos, desventaja que se
está estudiando hoy en día, como también
la posibilidad de acortar el proceso de en-
trenamiento del algoritmo, que haya menos
iteraciones, menos parámetros y también
menos capas (33).
Si bien los algoritmos verdes son más teo-
ría que práctica, aplicarlos tanto desde el
Ética de la Investigación del Ministerio de Ciencia e Inno-
vación.
(30) Algoritmos verdes: el camino hacia una Inteligen-
cia Artificial más sostenible: https://www.abc.es/antro-
pia/algoritmos-verdes-camino-inteligencia-artificial-
sostenible-20230303071448-nt.html.
(31) https://alarcos.esi.uclm.es/.
(32) Session 1 Sustainable Algorithms & Green
Analytics del AIAMSummit22, disponible en: https://
www.youtube.com/watch?v=8jccvHXR-AU.
(33) Algoritmos vs. Cambio climático: así la inteli-
gencia artificial combate el gasto energético; dispo-
nible en: https://www.gciencia.com/conece-citic/al-
Diciembre de 2023 | 9
punto de vista de su diseño como, que las
emisiones de carbono de Internet, y en par-
ticular de la IA, sean las más bajas posibles,
puede ser un espaldarazo importante para
mitigar la huella de carbono. Sin olvidar que
la investigación científica es esencial para
traer el cambio en un futuro cercano y es-
tablecer protocolos de actuación o guías de
mejores prácticas tanto para los expertos
como para los usuarios.
VIII. La oportunidad de la Inteligencia Arti-
ficial Verde
Diferentes experimentos, como los que
brevemente pudimos ver hasta acá, demues-
tran que la programación de algoritmos
verdes va a impulsar a la IA como motor de
innovación para reducir el gasto energético
y hacer que la tecnología —cada vez más
esencial en la vida cotidiana— sea lo más
sostenible posible.
La importancia está en cómo utilicemos
la tecnología y cómo tratemos al planeta.
Veamos entonces algunas herramientas de
la Green AI vinculadas al consumo sustenta-
ble. Algunos usos más comunes en este cam-
po son los sistemas de domótica inteligente
en viviendas o instituciones, para reducir y
optimizar el consumo de energía, como los
que encontramos en los edificios o casas in-
teligentes.
El Tribunal de Cuentas de la ciudad de Po-
sadas, Provincia de Misiones, tiene un pro-
grama basado en IA que controla el sistema
de refrigeración, iluminación, computado-
res, impresoras, máquinas de agua, sistemas
de alarmas y seguridad, teniendo en cuenta
la temperatura exterior, horarios, días, canti-
dad de personas. Con esta automatización,
se consigue reducir y optimizar el consumo
energético, generar una mejor calidad de
vida para sus usuarios y, a su vez medir la
huella de carbono en edificios públicos (34).
Otro ejemplo de combinación de tecno-
logía para proteger al ambiente es el desa-
rrollado por la empresa Agro Sustentable de
Biotecnología Orgánica de Argentina (35),
que a través del desarrollo de un sistema de
software basado en IA para drones agrícolas,
logró que las 6 horas por hectárea que tarda-
ba un colono misionero aplicando sus pro-
ductos —con mochila manualmente—, de
la mano de la tecnología, lo pueda realizar
en 1 hora —15 hectárea—, minimizando la
exposición con los productos y permitien-
do la posibilidad de tener más tiempo libre
para destinar a otras actividades. A su vez,
estos drones anticiparán factores climáticos
realizando alertas tempranas, mapeos de las
parcelas y plantaciones, control de plagas y
llegarán a lugares de difícil acceso para los
productores.
También se usa IA para determinar la cali-
dad del agua y alertar en caso de contamina-
ción. Este es el caso del proyecto que lidera
la científica e investigadora María Silvia Vera
Laceiras del CONICET junto al Laboratorio
de Citogenética General y Monitoreo Am-
biental, del Instituto de Biología Subtropical
de la UNaM, en el cual, utiliza biomarcado-
res genéticos, mediante algoritmos que de-
tecta el ADN de peces de agua dulce conta-
minados (36).
goritmos-vs-cambio-climatico-intelixencia-artificial-
gasto-enerxetico/.
(34) Domótica en edificios públicos, 27/05/2023
d i s p o n i b le e n h t t p s : / / w w w. i p ro fe s i o n a l . c o m /
actualidad/382048-crea-edificios-inteligentes-en-ar-
gentina-cuanto-puede-ahorrarse.
(35) Agro Tech, disponible en https://agro-sustenta-
ble.com/agrotech/
(36) Implementan IA para clasificar biomarcado-
res y alertar contaminación del agua, 06/06/2023,
d i s p o n i b le e n h t t p s : / / w w w.t e l a m . c o m . a r/
notas/202306/630360-biomarcadores-agua-conta-
minacion-software.html.
10 | Diciembre de 2023
IX. Un llamado a la acción
La ciencia es clara, si los niveles de emi-
siones actuales se mantienen igual, quema-
remos en un par de años el presupuesto de
carbono establecido por el Sexto Informe de
Evaluación (AR6), del Panel Interguberna-
mental sobre Cambio Climático (IPCC) (37),
el organismo científico con más autoridad
del mundo deja claro que el mundo necesita
reducir a la mitad las emisiones de GEI para
el año 2030 y alcanzar las cero emisiones ne-
tas de CO2 a mediados de siglo, para garan-
tizar la vida en la tierra.
En casi 8 mil páginas, el AR6 detalla las
devastadoras consecuencias del aumento
de las emisiones de gases de efecto inverna-
dero en todo el mundo, así como los riesgos
cada vez más peligrosos e irreversibles que
enfrentaremos si no cambiamos de rumbo,
para asegurar un futuro seguro y habitable.
Sin embargo, este informe nos recuerda que
jamás hemos tenido más información sobre
la gravedad de la emergencia planetaria (38)
y de sus impactos, o sobre lo que se debe ha-
cer para minimizar la intensificación de las
fatalidades.
No queda un segundo por perder. El pro-
blema del impacto ambiental de la IA, como
del software y del uso, más el almacena-
miento de quintillones de bytes de los da-
tos, es tan serio que es ya un requisito para
los Objetivos de los Desarrollos Sostenibles
pautados por la agenda 2030 de la ONU (39).
No solo encontramos su fundamento en los
ODS 9 (industria, innovación e infraestruc-
tura), 12 (garantizar modalidad de consumo
y producción responsables), 13 (acción por
el clima), 15 (vida de ecosistemas terrestres),
donde hacen un llamado para prácticas más
sostenibles en el uso de los recursos natura-
les del planeta, sino, también, en el derecho
humano a tener un medioambiente limpio,
saludable y sostenible, reconocido como tal
por el Consejo de Derechos Humanos de la
ONU en su resolución 76/300 del 08 de octu-
bre de 2021 (40).
La nueva Exhortación Apostólica Laudate
Deum sobre la crisis climática publicada este
4 de octubre del 2023 puja en este mismo
sentido, al llamar a la reconciliación con el
mundo que nos alberga.
(37) Informe de síntesis del sexto informe de evalua-
ción del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el
Cambio Climático, marzo 2023, disponible en: https://
www.ipcc.ch/ar6-syr/.
(38) Así lo denomina la Organización de las Naciones
Unidas, emergencia caracterizada por la crisis climática,
la pérdida de la biodiversidad, la contaminación y los re-
siduos.
(39) Naciones Unidas: Sostenibilidad https://www.
un.org/es/impacto-académico/sostenibilidad.
(40) Entre los hitos más relevantes para conseguir este
reconocimiento encontramos la Conferencia de Estocol-
SUMARIO: I. El tiempo como recurso escaso.— II. Generación plateada.— III. Innovación.— IV. Innovación tecnológica.— V. Inno-
Lorena González Rodríguez vación sostenible.— VI. Generación plateada e innovación sostenible.— VII. Integración entre la innovación, la sustentabilidad y el
Viene de p. 1 mercado plateado.— VIII. Nuevos consumidores, más posibilidades.— IX. La generación plateada como consumidor de bienes y
servicios.— X. Nuevas demandas, nuevas ofertas.— XI. Consumo digital.— XII. La protección de los datos.— XIII. Crédito al consumo
y sobreendeudamiento.— XIV. Acceso al consumo sustentable.— XV. Inteligencia Artificial y generación plateada.— XVI. Ciudades sostenibles.— XVII. El futuro y la función pre-
ventiva de la responsabilidad civil.— XVIII. Desafíos y oportunidades.— XIX. Consideraciones finales.
“¿De qué otra forma se puede amenazar
que no sea de muerte? Lo interesante, lo
original, sería que alguien lo amenace a uno
con la inmortalidad” (1)
I. El tiempo como recurso escaso
El tiempo es quizás el más escaso de los re-
cursos, ya que una vez transcurrido no pue-
de reponerse, recomponerse o sustituirse.
Especial para La Ley. Derechos reservados (Ley 11.723)
(1) BORGES, Jorge Luis, Biografía Verbal (1988) por Ro-
berto Alifano, p. 23.
Suplemento Innovación & Derecho
Después de ocho años de la Carta Encí-
clica Laudato si’ y viendo que no hubo re-
acciones suficientes mientras el mundo se
va desmoronando, el Papa Francisco trata
en el primero de los seis capítulos del nuevo
documento sobre “la crisis climática global”,
advierte que el cambio climático es inne-
gable y sus efectos se hacen cada vez más
evidentes “a pesar de algunos intentos de
minimizarlos o ridiculizarlos” (LD 6). Ade-
más, lamenta que la principal causa de este
problema es la actividad humana y añade
que, si bien no podemos corregir tales da-
ños, todavía podemos tomar medidas para
evitar daños aún más graves en el futuro. En
el segundo capítulo, el Santo Padre aborda
el “paradigma tecnocrático” y subraya que
la naturaleza no es un recurso para explotar
sin fin, por lo que exhorta a reconocer que la
ambición desmedida no es sostenible ética-
mente (LD28) (41).
Ahora, más que nunca, resuenan los di-
chos de aquellos 17 expertos del Massa-
chusetts Institute of Technology (MIT), en el
histórico informe del Club de Roma titulado
“Los límites del crecimiento”: que la tierra
es finita, limitada (42). En aquel documento
que hablaba sobre la evolución ambiental
del planeta, se publicó una gran cantidad
de datos y modelos predictivos acerca del
fin de los recursos no renovables y posibles
escenarios futuros para la humanidad “se-
gún las opciones derivadas del ejercicio de
nuestra propia libertad”. Nos advirtió que, si
elegíamos continuar con los disvalores del
hiperconsumo y la destrucción de la natura-
leza, encontraríamos los límites de la propia
naturaleza. Hoy, a más de 50 años (1972),
estamos viviendo la confirmación de aquel
escenario.
¿Qué más necesitamos saber para darnos
cuenta de que los recursos naturales que re-
quiere la tecnología no son ilimitados? como
el litio, el silicio y tantos otros. De ahí la im-
portancia y necesidad de crear una Inteli-
gencia Artificial verde y sostenible, la cual,
a través de nuevos algoritmos, más verdes,
van a permitir una mejora en los procesos,
un ahorro importante de energía y una me-
nor o casi nula contaminación.
El primer paso para garantizar que las
nuevas tecnologías sean sostenibles es que
mo de 1972, la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro de
1992, pasando por los compromisos que han adquirido
los Estados desde el año 2000 con los Objetivos del Mi-
lenio, el Protocolo de Kyoto, hasta llegar a la firma del
Acuerdo de París, en el año 2016.
(41) Exhortación Apostólica del Papa Francisco - Di-
casterio para el Servicio del Desarrollo Humano In-
tegral, disponible al 09/11/2023 en https://www.va-
tican.va/content/francesco/es/apost_exhortations/
documents/20231004-laudate-deum.html.
(42) Los Límites del Crecimiento, disponible en https://
www.clubderoma.org.ar/post/los-l%C3%ADmites-del-
El paso del tiempo, el envejecimiento y el
fin de la vida son temas que han convocado
a las más diversas especialidades y grupos,
por diferentes razones desde el principio de
los tiempos y con mucho más vigor y visibili-
dad en nuestros días.
El interés de la comunidad internacio-
nal sobre estos temas no ha sido la excep-
ción.
(2) Plan de Acción Internacional de Viena sobre el En-
vejecimiento Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento.
26 julio a 6 de agosto de 1982, Viena, Austria.
los desarrolladores construyan con el ob-
jetivo de cero emisiones netas en mente y
sean transparentes en cuanto al consumo
de energía de las herramientas que crean.
A ello debemos sumar nuestras acciones in-
dividuales, la responsabilidad que tenemos
como usuarios. Eso incluye a informarnos
para tomar mejores decisiones. Además, el
desarrollo de los algoritmos verdes requiere
tanto del compromiso de las grandes empre-
sas tecnológicas como de políticas públicas
que motiven la investigación y la innovación
con un enfoque dirigido a reducir el impacto
en los recursos energéticos del planeta.
Los algoritmos verdes podrían ser el futu-
ro de un escenario en el que, se empiecen a
crear leyes y reglamentos sobre una IA res-
petuosa con el ambiente, que aporte solu-
ciones a los desafíos planetarios y donde se
considere el consumo energético.
España marco un norte a seguir, lanzó este
año, el Plan Nacional de Algoritmos Ver-
des (43) desde el Ministerio de Asuntos Eco-
nómicos y Transformación Digital para im-
pulsar una “inteligencia artificial respetuosa
con el medioambiente y que aporte solucio-
nes inteligentes a los desafíos ecológicos”.
Siguiendo una línea similar en cuanto
a planes estratégicos que tomen en cuen-
ta el ambiente, Egipto (44), por ejemplo,
publicó recientemente pautas éticas y res-
ponsable en torno a la Inteligencia Artifi-
cial, donde todos los proyectos de IA del
gobierno deben estar precedidos por una
evaluación de impacto ambiental antes de
ser aprobados.
Las recomendaciones de la UNESCO so-
bre la IA (45) —primer marco mundial sobre
ética de la Inteligencia Artificial, aprobado
en noviembre de 2021—, por su parte, men-
ciona entre sus principios el de “Sostenibi-
lidad”. Señala que el medioambiente y los
ecosistemas deberían ser reconocidos, pro-
tegidos y promovidos a lo largo del ciclo de
vida de los sistemas de IA.
La Unión Europea está en la etapa final
de la primera normativa del mundo sobre
IA (46), donde la protección del ambiente
es uno de los intereses fundamentales a
perseguir.
crecimiento.
(43) PNAV: Programa Nacional de Algoritmos Ver-
des, disponible al 09/11/2023 en https://portal.mi-
neco.gob.es/RecursosNoticia/mineco/prensa/noti-
cias/2022/20221213_plan_algoritmos_verdes.pdf.
(44) The National Council for Artificial Intelligence:
Egyptian Charter for Responsible AI 2023 v1.0, pp. 1/5.
(45) Recomendación sobre la Ética de la Inteligencia
Artificial, disponible al 09/11/2023 en unesdoc.unesco.
org.
(46) Textos aprobados, Ley de Inteligencia Artificial
de la UE, miércoles 14 de junio de 2023, disponible en
Ya en el año 1982 “...las naciones reunidas
en la Asamblea Mundial sobre el Envejeci-
miento, conscientes de que un número cre-
ciente de sus habitantes es de edad avanza-
da, y habiendo considerado la preocupación
común por el envejecimiento y, a la luz de
ello, el logro de la longevidad y el desafío y
las posibilidades que ese logro entraña”, de-
cidieron los puntos básicos a formular y apli-
car en políticas a los niveles internacional,
regional y nacional para realzar la vida de las
personas de edad como individuos, a fin de
que, espiritual y físicamente, disfruten plena
y libremente de sus años avanzados en paz,
salud y seguridad (2).
Concretamente, documentos con bue-
nas intenciones podemos encontrar mu-
chos, como lo fue la Declaración de Blet-
chley (47) el pasado 1 de noviembre, pero lo
cierto es que, el problema de la legislación
de la IA en general es complejo, porque no
es local, regional, sino transfronterizo, in-
ternacional y como sucede con la mayoría
de los avances, las leyes van un poco por
detrás. Necesitamos una legislación en la
materia, pero no solo a un nivel ético y le-
gal, sino sobre su impacto en el entorno del
planeta.
X. Y llegamos al final
La Inteligencia Artificial trae nuevas opor-
tunidades, pero también riesgos. Como de-
cía Marie Curie (48), “En la vida, no hay nada
que temer, solo hay que comprender”. Ahora
es el momento de comprender más, para
que temamos menos.
A lo largo de este artículo intentamos con-
cientizar acerca del impacto que tiene la IA
en el planeta. El escenario que planteamos
con los Algoritmos Verdes es un camino para
conciliar la transición digital y la ecológica.
Uno de los mayores retos de este tiempo.
Para ello, debemos promover debates am-
plios, realistas, que incluyan tanto sus bon-
dades como sus externalidades negativas. Es
la única manera de ver lo que está en juego y
tomar mejores decisiones colectivas. Tal vez,
tendríamos que empezar a pensar que los
programas informáticos vengan con una eti-
queta energética, como los alimentos y elec-
trodomésticos, para que seamos conscientes
del consumo que hay detrás y el impacto que
genera en el ambiente.
Gestionar esta crisis mientras construimos
el futuro nos llena de desafíos. Este nuevo
ecosistema nos exige reentrenarnos tecno-
lógicamente, aprender nuevas habilidades
como competencias digitales, participar en
el desarrollo de una IA sostenible, apostar
por el software ecológico y los algoritmos
verdes, practicar la sobriedad o ayunos digi-
tales para reducir nuestra huella de carbono,
y así, alcanzar un futuro digital al servicio de
las personas y del planeta.
Cita online: TR LALEY AR/DOC/2830/2023
https://www.europarl.europa.eu.
(47) Primer Acuerdo Mundial, 28 países que buscan
el desarrollo responsable de la IA, celebrado en Buc-
kinghamshire, Inglaterra. Entre los Estados participan-
tes se encuentran Estados Unidos, China, los que forman
la Unión Europea, Brasil, India, Japón, Emiratos Árabes
Unidos, Arabia Saudí, Irlanda, Kenia, Nigeria.
(48) Primera mujer de la historia en ganar un Premio
Nobel y única persona en ganarlo dos veces en distintas
especialidades científicas: Física y Química. Desarrolla-
dora de la teoría de la radioactividad.
En ese momento, se calculó que, en el año
1950 había alrededor de 200 millones de
personas de 60 o más años de edad en todo
el mundo. Ya en el año 1975, su número ha-
bía aumentado a 350 millones.
Las proyecciones demográficas de las Na-
ciones Unidas para el año 2000 indicaban
que ese número aumentaría a 590 millones
y que para el año 2025 sería de más de 1100
millones, lo que significaba un aumento del
224% a contar del año 1975.
Se preveía que durante ese mismo perío-
do la población total mundial aumentaría

de 4100 millones a 8200 millones, o sea, un
102%. Por lo tanto, en 45 años desde la rea-
lización del informe, (o sea en el año 2027)
las personas de edad avanzada constituirán
el 13,7% de la población mundial (3).
En un trabajo posterior, titulado “Perspec-
tivas de la población mundial 2019”, se esti-
mó que para el año 2050, una de cada seis
personas en el mundo tendrá más de 65 años
(16%), más que la proporción de una de cada
11 en el año 2019 (9%). Para el año 2050, una
de cada cuatro personas que viven en Euro-
pa y América del Norte podría tener 65 años
o más. En el año 2018, por primera vez en la
historia, las personas de 65 años o más su-
peraron en número a los niños menores de
cinco años en todo el mundo. Se estima que
el número de personas de 80 años o más as-
cenderá a 426 millones en el año 2050.
En Latinoamérica, según un estudio reali-
zado por la Corporación Andina de Fomento
(CAF), durante los próximos 30 años, el por-
centaje de latinoamericanos mayores de 65
años se duplicará, alcanzando el 18% de la
población, mientras que los latinoamerica-
nos de 80 años en adelante pasarán del 2% al
5% en el año 2050 (4).
La República Argentina es uno de los paí-
ses con población más envejecida en Amé-
rica Latina y el Caribe, y continúa enveje-
ciendo a un ritmo acelerado. La población
de 60 años y más representaba el 15,7% de
la población total en el año 2020, casi 7,1
millones de personas. En ese momento se
proyectaba que esta proporción continuara
incrementándose, llegando al 22% en el año
2050, unos 12,5 millones de personas (5).
Esta breve reseña, pretende demostrar la
importancia del tema a nivel mundial, las cir-
cunstancias en las que esta transformación
demográfica está produciéndose, los cambios
profundos e irreversibles del marco concep-
tual en el que estructuramos nuestro modo
de pensar la edad, el envejecimiento y los de-
safíos jurídicos que estos cambios represen-
tan y que pueden impactar de modo positivo
en materia de sostenibilidad e inclusión.
Uno de los primeros cambios a los que nos
referiremos es a una nueva visión de “nues-
tra relación con la edad” juntamente con los
cambios que la segunda mitad del siglo XXI
está generando en muchos de otros espa-
cios (6), entre los cuales se encuentran los
tópicos de este artículo.
De acuerdo con los informes que reseña-
mos, nuestras vidas son ahora mucho más
extensas y esta tendencia se encuentra lejos
de revertirse. En consecuencia, y de la mano
de la innovación sumada a la tecnología, las
instituciones y los modelos jurídicos que
hemos construido, hasta ahora, resultan sin
dudas, incididos por esta realidad.
Nos encontramos ante enormes desafíos
sociales, económicos, tecnológicos y am-
(3) Ob. Cit. I-Introducción, A. Antecedentes demográ-
ficos. Punto 7
(4) Fuente: Los sistemas de pensiones y salud en Améri-
ca Latina, CAF 2020.
(5) Envejecimiento y atención a la dependencia en Ar-
gentina. Publicación BID.
(6) DE PAOLI, Miriam - BALMACEDA, Tomás, “Genera-
ción Invisible”, Galerna, Buenos Aires, 2022, p. 19.
(7) DE PAOLI, Miriam - BALMACEDA, Tomás, ob. cit.
(8) Tsunami LATAM (sección nuevos lentes).
(9) Por ejemplo con la publicación del libro “Primavera
silenciosa” de Rachel Carson, el discurso de Kennedy en
agosto de 1962 en él dice que “por definición, consumi-
dores somos todos”. Mensajes que se verían posterior-
mente plasmados en las conferencias internacionales en
la materia.
(10) SANTAGATA, Fernanda, “Generación sil-
ver: ¿Cómo es hoy trabajar para los +55?”, Errejus
20/09/2023 ¿Cómo es el mundo laboral de las personas
próximas a jubilarse o que ya se encuentran en esa etapa
de la vida?
Suplemento Innovación & Derecho
bientales que nos enfrentan, al mismo tiem-
po que se modifican los comportamientos
de un grupo que “carece de modelos de en-
vejecimiento en los que inspirarse” (7).
II. Generación plateada
Se denomina “generación plateada”, al
conjunto de personas nacidas entre los años
1946 y 1964. Quienes hoy se encuentran en
la franja etaria que va desde los 59 a los 77
años, los llamados baby boomers, “cuestio-
naron la cultura dominante y fomentaron
los movimientos sociales por la libertad y la
igualdad, ...fueron los responsables del mo-
vimiento hippie y la cultura alternativa” (8),
del nacimiento de los movimientos ambien-
talistas y de consumidores (9), surgida a par-
tir de la explosión demográfica posterior a la
Segunda Guerra Mundial (10).
En palabras del futurista Gerd Leonhard,
fueron los protagonistas de un cambio de pa-
radigma global, que se produjo entre 1968-
1973, similar al que, según sus estimaciones
estamos atravesando en el año 2023 (11).
Con la misma impronta de cambio y adap-
tación, descendiendo en el rango etario, se
encuentra la generación nacida entre los años
1965 y 1979 (12), quienes hemos sido testigos
de la globalización, vimos caer el muro de Ber-
lín, pasamos de la TV en blanco y negro a la
TV a color, del teléfono fijo a la telefonía móvil.
Llegaron a nuestras manos las primeras com-
putadoras de escritorio, notebooks y tablets.
Fuimos testigos del nacimiento de Internet y
pasamos en poco tiempo de “archivar” en pa-
pel o guardar contenido en “la nube”.
En estas reflexiones nos referiremos a am-
bos grupos como “generación plateada” y
estudiaremos su impacto en el tema que nos
convoca por su fuerza de tracción en materia
de innovación, sustentabilidad e inclusión.
III. Innovación
La innovación es un proceso de descu-
brimiento constante de la forma de reorgani-
zar el mundo que no surge por casualidad ni
es producto solo de nuevos conocimientos.
Se considera como un fenómeno ilimitado
porque incluso sobre lo que ya existe, se pue-
den encontrar formas mejorar en términos
de rapidez, eficiencia económica y mejoras
en general (13).
En este sentido, el “Manual de Oslo sobre
Innovación” (14), la define como un proceso
continuo (15), la concepción e implantación
de cambios significativos en un producto o
un proceso mediante la aplicación de nue-
vos conocimientos y tecnología (16).
El ejemplo más popular de la innovación
como proceso de optimización de recursos
existentes suele ser la historia de la valija con
ruedas, adjudicada a Bernard Sadow (que
llegó 5000 años después de la ideación de
la rueda, un año más tarde de la proeza de
(11) “We are entering an era that will bring sweeping
global paradigm changes —much like 1968—1973, 2023-
2025 we will see considerable chaos and confusion, but
very likely also bring a strange, new ‘belle epoque’ with
mind-boggling opportunities such as the shift from the
fossil fuel economy to the green economy. The Millen-
nials are coming into power, and they will drive the glo-
bal mega-shift from a focus on ECONOMY to a focus
on PLANET. Disponible en https://www.youtube.com/
watch?v=SDru4wR9DP8
(12) También denominada “generación invisible o ge-
neración X”.
(13) RIDLEY, Matt, “Claves de la innovación”, Antoni
Bosch Editor, S.A., 2021.
(14) En este caso está referido a la actividad de las em-
presas.
(15) Manual de Oslo, Directrices para la Recogida e
Interpretación de Información Relativa a Innovación,
https://www.madrid.org/bvirtual/BVCM001708.pdf.
(16) https://hdiunlp.files.wordpress.com/2010/04/
resumen-manual-de-oslo-innovacion.pdf.
la NASA y se terminó patentando en el año
1972) (17). Ambos recursos existían, pero,
por diferentes razones que exceden el mar-
co de este trabajo, no habían encontrado su
momento de “Eureka”.
Posteriormente, Robert W. Plath, piloto de
avión de la compañía estadounidense Nor-
thwest Airlines, patentó en el año 1989 el
bulto de equipaje que más solemos utilizar
en los viajes: la maleta con ruedas y un man-
go de aluminio para sujetarla (18).
Este ejemplo intenta demostrar que el
concepto de innovación es una cuestión que
implica dinamismo, cambio, integración de
procesos y oportunidad.
Dentro de las teorías de la innovación,
Joseph Schumpeter, ha influido indudable-
mente, afirmando que la destrucción crea-
dora que se genera en estos procesos diná-
micos lleva al reemplazo de teorías antiguas
por nuevas teorías, clasificando las innova-
ciones en “radicales” —cuando llevan a un
cambio brusco— e “incrementales” a aque-
llas que conducen continuamente a proce-
sos de cambio.
En este orden, propuso una lista de cinco
tipos de innovaciones en las empresas:
(i) Introducción de nuevos productos;
(ii) Introducción de nuevos métodos de
producción;
(iii) Apertura de nuevos mercados;
(iv) Desarrollo de nuevas fuentes de abas-
tecimiento de materias primas u otros recur-
sos;
(v) Creación de nuevas estructuras de
mercado en un sector (19).
Asimismo, los distintos tipos de innova-
ción se pueden clasificar de acuerdo con su
naturaleza o sector. Por ejemplo: innovación
tecnológica, sostenible o social.
Tomaremos algunas de ellas en los acápi-
tes que continúan.
IV. Innovación tecnológica
Se ha definido a la Innovación Tecnológica
como un proceso de cambio a nivel técnico a
científico que se realiza en un bien o servicio.
Ejemplos de este tipo de innovación son: In-
ternet, el GPS, los teléfonos móviles, los dispo-
sitivos “inteligente”, la banca móvil, los robots
domésticos, la realidad virtual, las proyeccio-
nes 3D y todos los desarrollos vinculados con
la Inteligencia Artificial (IA) generativa.
V. Innovación sostenible
Este tipo de innovación está necesaria-
mente ligada al consumo sostenible y a la
producción limpia, establecida por el ODS
(17) https://www.lanacion.com.ar/economia/valijas-
con-rueditas-hongos-magicos-y-la-compleja-relacion-
entre-ideologia-e-innovacion-nid21112021/. El autor
documenta este suceso, pero además agrega que “La
historia sería perfecta si no fuera por un detalle: es falsa.
En su último libro sobre innovación, La madre de las in-
venciones: cómo buenas ideas fueron ignoradas en una
economía hecha para los hombres. Katrine Marcal cuen-
ta cómo se sorprendió al encontrar una foto de una mu-
jer llevando una valija con rueditas en un diario de 1952.
Cuando se puso a investigar advirtió que la ocurrencia
databa de fines del siglo XlX, pero que como se la consi-
deraba un accesorio para damas, nunca llegó al mercado
masivo”.
(18) https://verne.elpais.com/verne/2018/07/27/ar-
ticulo/1532683214_702013.html
(19) Manual de Oslo, Directrices para la Recogida e
Interpretación de Información Relativa a Innovación, ob.
cit.
(20) Este objetivo resultó consolidado en la Agenda
2030 para el Desarrollo Sostenible, específicamente en
Diciembre de 2023 | 11
12 tendiente a “garantizar modalidades de
consumo y producción sostenibles” (20).
Se trata de abordar los desafíos económi-
cos, ambientales y sociales a través del uso
de nuevas tecnologías vinculadas con los
instrumentos de protección del ambiente y
en atención al cumplimiento de los compro-
misos asumidos por la comunidad interna-
cional en la lucha contra el cambio climáti-
co, la desertificación y la escasez de deter-
minadas materias primas. Se trata de crear
esquemas resilientes que aseguren rentabi-
lidad y viabilidad ecológica.
Podemos mencionar como ejemplos de
innovación sostenible a: la migración de ma-
trices energéticas hacia las energías renova-
bles, los sistemas de gestión y trazabilidad de
turismo sostenible, la reducción en la gene-
ración de residuos o la valorización de esos
residuos a través de procesos tecnológicos,
la optimización del uso de materias primas
en la producción de bienes, los medios para
alcanzar la neutralidad en las emisiones de
carbono y el residuo cero, mejorar la circula-
ridad, la reutilización de los productos e im-
pulsar la eficiencia energética y la novedosa
noción de comunidad energética (21).
La ingeniería verde, el aumento de los ser-
vicios de postventa tendientes a prolongar
la vida útil de los bienes que se colocan en
el mercado, la gestión eficaz de repuestos, la
capacitación del personal a cargo, el cum-
plimiento de estándares ESG (por sus siglas
en inglés Enviromental, Social and Gover-
nance) y de los parámetros establecidos en
el llamado Compliance de segunda genera-
ción, robustecen las herramientas de imple-
mentación de la innovación sostenible.
“Omnipresente en nuestro día a día, desde
las búsquedas por Internet hasta la navegación
por GPS se apoyan en motores de Inteligencia
Artificial que, a partir del entrenamiento de
los algoritmos y el procesamiento de los datos,
consumen enormes cantidades de energía in-
sostenible a largo plazo” (22). Una manera de
reducirlo, es la programación de algoritmos
verdes desde su diseño para utilizar menos
energía o para la generación de actividades
que tiendan a reducir la huella de carbono di-
señando productos y procesos más eficientes
desde el punto de vista ambiental (23).
VI. Generación plateada e innovación sos-
tenible
“La apropiación es un factor importante
para la innovación, dado que los resultados
de la investigación y las nuevas tecnologías
tienen frecuentemente características de bien
público, es decir, el coste de ponerlos a dispo-
sición de un gran número de usuarios es bajo
en comparación con sus costes de desarrollo.
Una vez difundida, no se les puede negar a
otros usuarios el acceso a la innovación” (24).
Nos hemos referido con anterioridad a
los cinco tipos de innovación enunciadas
el ODS 12 y sus 8 Metas asociadas. Ampliamos en GON-
ZÁLEZ RODRÍGUEZ, Lorena, “La sustentabilidad y el
consumo”, en PICASSO-VÁZQUEZ FERREYRA, Ley de
Defensa del Consumidor. Comentada y anotada, LA LEY,
Buenos Aires, 2011, ps. 123 a 163; TOLOSA, Pamela -
MANCINI, María Teresa - GONZÁLEZ RODRÍGUEZ, Lore-
na, “El principio de acceso al consumo sustentable y de-
ber de información en las relaciones de consumo: a pro-
pósito del nuevo Código Civil y Comercial argentino”, Re-
vista Crítica de Derecho Privado, Nº12, ISSN: 1510-8090,
Montevideo, Uruguay, 2015, pp. 157-176.
(21) Las Comunidades Energéticas son comunidades,
formadas por agrupación de socios, que producen, con-
sumen y comparten su propia energía renovable de for-
ma independiente.
(22) CORTI, Rosana, “Algoritmos Verdes”, en prensa.
(23) Por ejemplos domótica para casas, edificio o ser-
vicios de monitoreo de espacios o grupos.
(24) Manual de Oslo, Directrices para la Recogida e
Interpretación de Información Relativa a Innovación,
ob. cit.
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por Schumpeter y no nos resulta un dato
de menor consideración, el hecho de que
las innovaciones vinculadas con la gene-
ración plateada puedan encuadrar en to-
das ellas.
La prolongación del tiempo de vida, con
poblaciones activas en edades más longevas
debe ser estudiado desde dos ópticas dife-
rentes: como productores y como consumi-
dores de productos y servicios.
A esa visión debe agregársele que, en los
tiempos postpandemia, ha aumentado en
general la tasa de actividad emprendedora
en personas de mayores de 45 años, y espe-
cialmente mujeres, ya sea porque el mercado
laboral aún no está preparado para emplear
esa fuerza de trabajo o porque la experiencia
y los intereses de este grupo hacen que pre-
fieran la actividad autónoma por sobre los
vínculos en relación de dependencia.
Si a estas circunstancias, le sumamos el
dato —no menor— de que buena parte o
casi toda la generación plateada ha sabido
gozar de las mieles de una producción o un
consumo sustentable aun cuando esta cali-
ficación no era de ningún modo imprescin-
dible o vital a la hora de encarar un proceso
industrial, comercial o tecnológico, podría-
mos estar ante la situación ideal de produc-
ción limpia o consumo sustentable, por de-
finición.
La nueva demografía nos pone delante
“el reto y las oportunidades de reinventar
la sociedad, la economía y los mercados.
Las empresas de hoy y los negocios del fu-
turo deben adaptarse y orientarse para dar
respuesta a las necesidades y a las deman-
das” (25) de la generación plateada, que
implica una transformación de la oferta
segmentada, innovadora y acorde al nuevo
contexto.
VII. Integración entre la innovación, la sus-
tentabilidad y el mercado plateado
Anteriormente mencionamos que la in-
novación puede darse, siguiendo a Schum-
peter, de cinco maneras diferentes: a través
de la introducción de nuevos productos,
de nuevos métodos de producción, nuevos
mercados, nuevas fuentes de abastecimien-
to de materias primas u otros recursos, o
creación de nuevas estructuras de mercado
en un sector.
Nos resulta claro, en este punto, que la
necesidad de nuevos productos, ante la de-
manda del mercado “plateado”, que tenga
como parámetro de producción a la susten-
tabilidad, permitiría claramente abastecer
esta nueva estructura con nuevas fuentes de
materias primas atravesadas necesariamen-
te por la innovación tecnológica, en una in-
terpretación integradora.
VIII. Nuevos consumidores, más posibilida-
des
El consumo de las personas de más de 50
años mueve 15 billones de dólares anual-
mente en todo el mundo. Representan más
de un tercio de la población y son responsa-
bles por la mitad del consumo global.
En un reciente estudio realizado en Lati-
noamérica que ya referenciamos (26), el 87%
(25) ALCAIDE, Juan Carlos, “Silver Economy”.
(26) Tsunami Latam, ob. cit.
(27) ALCAIDE, Juan Carlos, “Silver Economy”, ob. cit.,
p. 45.
(28) WIERZBA, Sandra M., “Responsabilidad civil
y automatización: hacia nuevos paradigmas”, La Ley,
02/08/2023, 1, TR LALEY AR/DOC/1602/2023.
(29) BYUN-CHUL, Han, “No Cosas, quiebres del mun-
do de hoy”, Taurus, Buenos Aires, 2023, 7ª. Edición.
(30) Art. 42, CN; arts. 5, 6, 10 entre otros de la LDC;
art. 1110 del Cód. Civ. y Com.; art. 40 de la LDC y 1740 del
Suplemento Innovación & Derecho
por ciento de los latinoamericanos accede a
Internet todos los días. De este porcentaje, el
73% tiene más de 65 años.
El 67% de ese grupo ha realizado compras
por las webs en el último año y de esa pro-
porción, el 55% tiene más de 55 años.
Independientemente de la magnitud del
grupo, la tendencia parecería ser clara: esta-
mos ante un consumidor extremadamente
diferente de las generaciones que nos pre-
cedieron.
Podríamos hablar, por ejemplo, de la tran-
sición paulatina hacia un consumidor digi-
tal, que prioriza su salud, autonomía e inde-
pendencia financiera.
Los consumos se asocian a una madurez
con salud inclinada al ocio, al turismo, cultu-
ra, experiencias vitales y socialización (27).
IX. La generación plateada como consumi-
dor de bienes y servicios
En esta instancia, el interrogante no se
plantea en relación con la necesidad de pro-
ductos o la posibilidad de consumo de la ge-
neración plateada, sino en la configuración
de herramientas o interrogantes jurídicos a
los que debamos atender para que este gru-
po cuente con la estructura que le permita
efectivizar esa posibilidad.
Si bien es cierto que las cuestiones sobre
las que ilustraremos a continuación resultan
comunes a todos los grupos de consumido-
res, expondremos cómo inciden o podrían
incidir específicamente en la generación
plateada de modo específico.
X. Nuevas demandas, nuevas ofertas
Actualmente, el acceso a la conectividad,
las redes, los procesos automatizados y la IA
generativa, “ha llevado a que la existencia
humana se manifieste de manera bifronte:
en el tradicional mundo físico y a su vez en
el universo virtual. De hecho, el ser humano
se comunica, se educa, trabaja y consume
bienes y servicios en ambos entornos, bene-
ficiándose del ensanchamiento de posibili-
dades que tal escenario ofrece” (28).
XI. Consumo digital
“Como cazadores de información nos vol-
vemos ciegos para las cosas silenciosas, dis-
cretas, incluidas las habituales, las menudas
y las comunes, que no nos estimulan, pero
nos anclan en el ser... No vivimos en un reino
de violencia sino en un reino de información
que se hace pasar por libertad” (29).
Dentro de las garantías esenciales de los
consumidores y usuarios de bienes y servi-
cios, se encuentra la de recibir información
clara, veraz, adecuada y asertiva acerca de
los productos que se ofrecen en el mercado
alcanzado por esa regulación, estableciendo
obligaciones y previendo consecuencias en
casos de incumplimiento (30).
Hasta aquí la vida real, en el tráfico habi-
tual, pero ¿qué ocurre cuando la mayoría de
nuestra contratación sucede necesariamen-
te en el universo virtual, a través de contratos
de adhesión y celebrados de un modo “casi
imperceptible”? (31).
Cód. Civ. y Com.
(31) Ver conferencia de Ricardo Lorenzetti en el Con-
greso de Derecho del Consumidor, UNR, septiembre
2023.
(32) Ver https://observatoriodemedios.uca.edu.ar/
we-are-social-2023-los-datos-sobre-la-argentina-en-
materia-digital/.
(33) WIERZBA, Sandra M., “Responsabilidad civil...”,
ob. cit.
(34) SYLVESTER, Pablo, “La modernización del dere-
cho de protección de datos personales a nivel global y en
La respuesta es clara: ocurre lo mismo. La
regulación puede aplicarse sin problemas
para caracterizar y clasificar los contratos y
sus efectos.
Aunque las tendencias en medición de
costumbres en materia digital están regis-
tradas solo hasta un punto de la generación
plateada (32), ya dijimos que la mayoría de
las personas mayores de 65 años realiza ope-
raciones a través de Internet, en una curva
ascendente, lo que implica que el público
que contrata ha ampliado sus fronteras y las
plataformas digitales se transformaron en
los nuevos supermercados o shoppings.
Esto no parecería ser un inconveniente
hasta que se incurre en algunos de los su-
puestos en los cuales estos usuarios deben
realizar reclamos por el mismo medio, por
cuestiones vinculadas con incumplimientos
contractuales, protección de datos o respon-
sabilidad civil por daños ocasionados en el
consumo, sea de carácter individual o colec-
tivo.
La reflexión necesaria, en torno a este
tema, parecería conducirnos a que la ge-
neración plateada, resultaría un grupo de
consumidores en transición desde el mundo
real al mundo virtual. Luego, es interesante
analizar si hasta que la tendencia se conso-
lide podemos hablar de ciertas condiciones
de vulnerabilidad que requieran protección
especial, sin olvidar que cada caso puede
presentar matices propios (33).
XII. La protección de los datos
Nos encontramos en una era en la que los
datos, “incluyendo los de carácter personal,
son uno de los principales insumos de las
empresas” con independencia de su rubro
de actividad. Especialmente, en la llamada
Economía del Conocimiento, se procesan
gigantescas cantidades de datos, que permi-
ten conocer nuestras preferencias y eventua-
les necesidades, en diversas materias tales
como salud, entretenimiento, teletrabajo,
finanzas y ocio, solo por mencionar algu-
nas (34).
El manejo y la protección de esos datos es
un gran desafío y un derecho fundamental.
En diciembre de 2016, el Parlamento y el
Consejo de la Unión Europea (UE) acorda-
ron el Reglamento General de Protección de
Datos de la UE, propuesto por primera vez
en el año 2012, y a partir del 25 de mayo de
2018, está vigente.
El Reglamento General de Protección
de Datos (siglas en inglés GDPR) ofrece un
marco para la protección de datos con ma-
yores obligaciones para las organizaciones,
y su alcance es muy amplio. Es aplicable a
cualquier organización —sin importar dón-
de resida— que ofrezca intencionalmente
bienes o servicios a la Unión Europea, o que
monitoree el comportamiento de las perso-
nas dentro de la UE (35).
En los Estados Unidos, existen leyes de
privacidad integrales promulgadas en dife-
rentes Estados y con diferentes fechas de vi-
gencia (algunas diferidas en el tiempo): Ca-
lifornia, Colorado, Connecticut; Delaware,
Iowa, Montana, Oregón, Tennessee, Texas,
Utah, Virginia (36).
la Argentina”, Sup. Innovación y Derecho, 2023 (octubre),
1,TRLALEY AR/DOC/2385/2023.
(35) https://iapp.org/resources/topics/eu-gdpr/.
(36) https://iapp.org/resources/article/us-state-pri-
vacy-legislation-tracker/.
(37) SYLVESTER, Pablo, ob. cit.
(38) JAPAZE, María Belén, en Código Civil y Comercial
de la Nación y leyes especiales comentado con perspecti-
va de género (Tomo 8) - Directoras: HERRERA, Marisa -
DE LA TORRE, Natalia, Ediciones del Sur, Buenos Aires,
2023.
Latinoamérica ha seguido en general el
modelo de protección de datos europeo, a
través de sistemas apoyados en una ley que
regula la materia de forma general, basados
en los principios del consentimiento infor-
mado, de las distintas categorías de datos y
de la instauración de una autoridad de con-
trol específica (37).
XIII. Crédito al consumo y sobreendeuda-
miento
El tema del crédito al consumo y el sobre-
endeudamiento se ha estudiado, con espe-
cial atención a los grupos vulnerables.
Consideramos que la interpretación, has-
ta ahora realizada, con orientación hacia la
perspectiva de género, puede extenderse en
función de la inclusión y la diversidad etaria.
Así, “concurriendo los elementos defini-
torios de la categoría, la aplicación del régi-
men protectorio de las y los consumidores es
actualmente indiscutida... En esta temática,
se renueva la exhortación del diálogo de las
fuentes normativas implicadas” tales como
la correspondencia entre la Ley de Defensa
del Consumidor, el Código Civil y Comer-
cial —sin agotarse en ellas— y la regulación
específica en cada caso específico (38).
La jurisprudencia, ya antes de la entrada
en vigencia del Código Civil y Comercial, se
pronunció en favor de la protección de los
consumidores frente a la actividad desple-
gada por los bancos y entidades financieras,
vinculada con la inclusión financiera, el trato
digno, la transparencia en la actividad, la re-
gulación de cláusulas abusivas en contratos
predispuestos, la promoción de préstamos
responsables y la adopción de medidas pre-
ventivas tendientes a aplicar los mandatos
constitucionales y convencionales previstos
para su ámbito de actuación.
Casos de especial interés (39) son aquellos
en los que se evalúa la condición de la enti-
dad bancaria como prestador de un servicio
profesional experto y en mejor capacidad de
evaluar la capacidad de pago de la solicitan-
te de un préstamo. En todas las situaciones
llevadas a la justicia, se consideró que “la au-
tonomía privada y la protección de a los inte-
reses del acreedor, ceden cuando se constata
una violación de garantías constitucionales
y más aún, una situación de vulnerabilidad
agravada” (En el caso, edad avanzada y dis-
capacidad) (40).
A los efectos de esta propuesta de re-
flexión, la consideración de la situación de
vulnerabilidad por edad que lleva necesaria-
mente a replantearse la inclusión financiera
de estos consumidores que, por resultar —en
este momento— un grupo en transición de-
bido a un cambio demográfico nos obligará
a repensar el sistema de crédito y probable-
mente de seguridad social existente.
XIV. Acceso al consumo sustentable
El consumo sustentable ha sido definido
como: “El uso de bienes y servicios que res-
ponden a necesidades básicas y proporcio-
nan una mejor calidad de vida, al mismo
tiempo que minimizan el uso de recursos
naturales, materiales tóxicos y emisiones
de desperdicios y contaminantes sobre el
ciclo de vida, de tal manera que no se po-
(39) JAPAZE, María Belén, ob. cit., ps. 757 y 758.
(40) CCiv. y Comercial Común, Sala II, Concepción,
22/09/2021, “Albarracín Yolanda c. Banco Macro SA
Sucursal Juan Bautista Alberdi s/amparo); CNCom.,
Sala C, 21/05/2019, “Felo, Elena Y. c. Banco Piano
SA s/sumarísimo; Juzg. 1ª inst. Civil y Comercial, 6ª
Nom., Rosario, julio de 2021, “Fernández, Fecunda
M. c. Banco Piano SA y otro s/demanda de derecho de
consumo”.

nen en riesgo las necesidades de futuras
generaciones” (41).
En el ordenamiento jurídico argentino, el
Código Civil y Comercial, en el art. 1094, pri-
mer párrafo, dispone:
“Art. 1094.— Interpretación y prelación
normativa. Las normas que regulan las re-
laciones de consumo deben ser aplicadas e
interpretadas conforme con el principio de
protección del consumidor y el de acceso al
consumo sustentable”.
Esta norma implicó una novedad signifi-
cativa en el ordenamiento jurídico argenti-
no, en tanto incorporó por primera vez el re-
conocimiento explícito al acceso al consumo
sustentable como un principio general de
interpretación de las relaciones de consumo.
Ahora bien, ¿cuáles son las implicancias
de introducir el principio al consumo sus-
tentable en el estatuto protectorio del con-
sumidor?
Sin lugar a dudas, dos cuestiones de fun-
damental importancia en el tema que nos
ocupa: 1) La solidaridad intergeneracional;
y 2) La colaboración multigeneracional, am-
bos pilares necesarios para la correcta inte-
gración de la generación plateada a los nue-
vos patrones y modalidades de consumo.
Por otro lado, y en conjunto con la promo-
ción de modalidades sostenibles de produc-
ción, los instrumentos de financiamiento
verde, la mirada de inclusión en la gober-
nanza corporativa y el cumplimiento de los
estándares vinculados con el compliance de
segunda generación (42), completan el cir-
cuito de acceso al consumo sustentable, solo
por mencionar algunos elementos.
XV. Inteligencia Artificial y generación pla-
teada
Desde hace un tiempo el mundo es testi-
go de una suerte de “explosión” de la IA en
distintos campos científicos y, más concre-
tamente, en la vida cotidiana. Por ejemplo,
detectar tempranamente algunas enferme-
dades, mejorar significativamente la predic-
ción de terremotos, tsunamis y otros desas-
tres naturales, conducir vehículos con más
seguridad y tecnología, reproducir o “crear”
obras con el mismo estilo de artistas céle-
bres, escribir guiones o historias, componer
música, detectar enfermedades en cultivos
con la finalidad de evitar su contagio, reco-
nocer emociones en fotografías y en la voz
humana, entre otras ilimitadas posibilidades
que crecen día a día (43).
El segmento de población mayor de 45
años, si bien no es uno de aquellos a los que
más se dirige la publicidad, sí resulta ser uno
de los más interesantes para la industria tec-
nológica.
Con un mercado cada vez más orientado
hacia el bienestar y la calidad de vida, y un
grupo humano de adultos mayores con más
posibilidades de acceso, los gadgets tecnoló-
gicos que monitorean la salud, programan
(41) Ampliamos en GONZÁLEZ RODRÍGUEZ, Lore-
na - TOLOSA, Pamela, “Principio de consumo susten-
table: implicancias en relación con el deber de informa-
ción y herramientas para su eficacia”. Sup. Especial Co-
mentarios al Anteproyecto de LDC, 161, TR LALEY AR/
DOC/601/2019.
(42) En concreto, la Ley 11/2018, de 28 de diciembre,
por la que se modifica el Código de Comercio, aproba-
do por Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio, y
la Ley 22/2015, de 20 de julio, de Auditoría de Cuentas,
en materia de información no financiera y diversidad. En
materia de igualdad se requiere a esas empresas que,
además de facilitar información sobre medidas de igual-
dad entre hombres y mujeres, brecha salarial, etc., deta-
llen las medidas de gestión de la diversidad adoptadas.
(43) CHAMATROPULOS, Demetrio A., “Inteligencia
Suplemento Innovación & Derecho
alarmas y facilitan el ejercicio diario se han
convertido en un nicho de mercado nada
despreciable (44). La denominada “Silver
economy” (45) está considerada como la
economía del futuro.
XVI. Ciudades sostenibles
Las ciudades inteligentes son aquellas que
logran entender y transformarse constante-
mente a partir del conocimiento aprendido.
El desafío, siempre, es que además sean in-
clusivas, seguras, sostenibles, innovadoras y
resilientes (46).
Las ciudades están ocupadas por más del
50% de la población mundial (47), “las que
ocupan solo el 3% de la superficie terrestre,
pero representan del 60% al 80% del consu-
mo de energía” (48), más del 60 % del uso de
recursos generan al menos el 70% de las emi-
siones de carbono. Hoy 733 millones de per-
sonas no tienen acceso a la electricidad, lo
que representa aproximadamente a una de
cada diez personas en todo el mundo (49).
La agenda 2030, establece algunas metas
relacionadas con el acceso a la vivienda y a
los servicios básicos adecuados, seguros y
asequibles; a la urbanización inclusiva, al
transporte y a la adaptación y mitigación
del cambio climático, mediante estos ele-
mentos.
Los Objetivos del Desarrollo Sostenible,
se refieren en el número 11 a las ciudades
y asentamientos humanos inclusivos, se-
guros, resilientes y sostenibles, incluyendo
específicamente a las personas mayores: en
la meta 11.2 sobre los sistemas de transporte
cuando hace referencia a la “especial aten-
ción a las necesidades de las personas en
situación de vulnerabilidad, las mujeres, los
niños, las personas con discapacidad y las
personas de edad” y en la meta 11.7 sobre el
acceso a zonas verdes y a espacios públicos
seguros “en particular para las mujeres y los
niños, las personas de edad y las personas
con discapacidad”.
XVII. El futuro y la función preventiva de la
responsabilidad civil (50)
Si existe una función de la responsabilidad
civil que se vincule directamente con el futu-
ro y con alguna posibilidad de influir en su
devenir, sin dudas es la de prevención.
Tal como apunta Fernando Sagarna en
su obra referida al tema, “...la realidad so-
cial condujo a que la responsabilidad civil
contuviera una nueva finalidad, hace apro-
ximadamente tres décadas, la denominada
función preventiva”, que, “...juega y, a su vez,
deberá asumir un rol preponderante a la
hora de proteger a la persona humana. Sin
la prevención como conductora, no se logra
la manifestación del ser en una sociedad de
presiones constantes, de consumo excesivo
en desmedro de los derechos más queridos,
(los “más caros”).
La irrupción de la innovación asociada a
las nuevas tecnologías demandadas por un
mercado en constante cambio hace que la
Artificial, prevención de daños y acceso al consumo sus-
tentable”, La Ley 04/10/2017, 1 - LA LEY, 2017-E, 1044,
TR LALEY AR/DOC/2550/2017.
(44) La Inteligencia Artificial, el Big Data, los chat-
bots y asistentes de voz, el Internet de las cosas (IoT) y
la robótica, la realidad virtual y la realidad aumentada,
la biotecnología o las plataformas tecnológicas pueden
ayudar a crear nuevos productos y servicios para atender
las necesidades de las personas mayores mediante pla-
taformas de monitoreo y alerta temprana de determina-
das circunstancias.
(45) La silver economy o economía plateada incluye
todas aquellas actividades económicas, productos y ser-
vicios destinados a satisfacer las necesidades de los ma-
yores de 50 años.
(46) MANCINI, Teresa, “El desarrollo sostenible puede
función preventiva tenga especial relevancia
en relación con la aplicación de esas nuevas
tecnologías en situaciones de emergencias
climáticas o desastres naturales (51), o en
este caso, un grupo humano en particular.
Por ejemplo, el daño ambiental que puede
ocasionar el desarrollo de una aplicación
relacionada con la “silver economy”, o el
eventual daño a la salud o a la protección de
datos personales derivada del desarrollo de
alguna aplicación de monitoreo, domótica
o robótica pensada para el cuidado de los
adultos mayores.
XVIII. Desafíos y oportunidades
“Vivimos en una época en la que puedes
cambiar tu nombre y tu género. ¿Por qué no
puedo decidir mi edad?” (52), con estas pa-
labras Emile Ratelband, un holandés de 69
años se presentó ante una Corte en la ciu-
dad oriental de Arnhem y pidió que lo dejen
cambiar su edad a 49 años. Sostuvo que se
sentía discriminado por su edad, que según
él afecta sus posibilidades de empleo y tam-
bién de éxito en la aplicación de citas Tinder.
“Cuando tengo 69, estoy limitado. Si tengo
49, entonces puedo comprar una casa nue-
va, manejar un auto diferente. Puedo traba-
jar más”, dijo.
Este caso que se planteó ante un Tribunal
holandés y que no tuvo una acogida favora-
ble (53), nos muestra que la visión del paso
del tiempo no tiene aún un contorno valioso,
ni parecería gozar de “buena prensa”, salvo
excepciones.
Se ha dicho que “el derecho actual nos
muestra que ser viejos significa vivir atados
a una triple situación de vulnerabilidad: por
un lado, la dinámica social que estereotipa
a las personas mayores y las debilita. Así, lo
frecuente es asociar la vejez con la enferme-
dad, incapacidad y debilidad.
Por otra parte, el sistema normativo no
ofrece un marco de protección adecuado
para este grupo social y a estos factores
que determinan que los adultos mayores
se encuentren en condición de vulnera-
bilidad podrían agregarse dos realidades
sociológicas actuales: el multigeneracio-
nalismo que ha generado que en la actua-
lidad sea común la convivencia de dos o
más generaciones (abuelos, hijos, nietos),
y el modelo social líquido enunciado por
Bauman, que observa que en la actualidad
los vínculos sociales en general y fami-
liares en particular son de carácter cam-
biantes, desestructurados, livianos y poco
comprometidos” (54).
Si bien esta afirmación tiene componentes
de una realidad actual, el dinamismo que la
situación está adquiriendo de la mano de la
innovación y la aceleración del crecimiento
de la generación de adultos mayores, obliga
a pensar en algunas posibilidades de mejora.
Al respecto, Fredi Vivas (55), nos habla de
un esquema de trabajo para una IA respon-
sable que nos resulta valioso y trasladable a
nuestro ámbito de trabajo.
transformar las ciudades y la resiliencia energética pue-
de ser la clave inteligente”.
(47) Cifra que se prevé que aumente al 70 % para el
año 2050. https://unstats.un.org/sdgs/report/2023/
The-Sustainable-Development-Goals-Report-2023_
Spanish.pdf.
(48) MANCINI, Teresa, “El desarrollo sostenible”, ob.
cit.
(49) Energy Access | United Nations Development Pro-
gramme
(50) Sobre el tema ver SAGARNA, Fernando Alfre-
do, “La función preventiva de la responsabilidad civil”,
La Ley, Buenos Aires, 2022, 2ª edición; TOLOSA, Pame-
la, “Función de prevención y la acción preventiva de da-
ños en el nuevo proyecto de Código Civil y Comercial”,
RCyS2012-XII, 14, TR LALEY AR/DOC/5487/2012.
Diciembre de 2023 | 13
El primer punto que destaca tiene que ver
con la educación y afirma que contraria-
mente a lo que se suele creer, el primer paso
para que el desarrollo de la IA no cause un
daño a la humanidad, no tiene que ver exac-
tamente con los algoritmos que desarrolla-
mos, sino con las personas que los utilizan,
la difusión y la educación sobre el tema.
La segunda cuestión radica en la multidis-
ciplinariedad, que permite realizar IA más
responsable y con mejores resultados.
El tercer punto se vincula con procesos
antisesgos que, en el proceso de programa-
ción de algoritmos consideren las cuestio-
nes éticas además de las necesidades técni-
cas. Dice que probablemente no se consiga
evitarlos pero que se pueda comenzar a mi-
tigarlos.
Finalmente, el último y cuarto pun-
to —muy llamativo hasta en palabras del
propio autor— nos dice que tenemos que
“hacer el bien” y lo relaciona con la rápida
escalabilidad de los productos y servicios
que se desarrollan, con un enfoque respon-
sable que no mire solamente el rédito eco-
nómico sino las consecuencias a largo plazo
de la actividad.
Salvando las distancias entre su especiali-
dad y la nuestra, considero que la aplicación
de todos estos supuestos en una futura re-
gulación del tema que nos ocupa puede ser
muy beneficiosa en términos económicos,
sociales y ambientales
XIX. Consideraciones finales
A lo largo de este trabajo, intentamos mos-
trar cómo el paso del tiempo impacta en to-
dos los ámbitos de la vida social, económica
y ambiental tanto en nuestras relaciones mi-
cro como en lo macro, en la organización de
los grupos, las cuestiones del discurrir dia-
rio, como en las políticas públicas de nivel
local, regional e internacional.
El avance de la innovación unida al desa-
rrollo tecnológico ha producido un cambio
radical en la manera de planificar nuestras
vidas y, en buena medida, ha contribuido
a que seamos más longevos. Los descubri-
mientos en materia de salud, la globaliza-
ción y el mundo hiperconectado son un dato
para considerar en esta tendencia que au-
menta y se consolida.
Vivimos más. La pregunta es ¿cómo hace-
mos para vivir mejor esta prolongación? Y
¿qué rol cumple o debería asumir el derecho
para aportar herramientas a este bienestar?
Hemos planteado algunas de esas posibi-
lidades. Invitamos, ahora, al lector a consi-
derar otras, teniendo la variable del futuro
con la persona humana en forma integral
en su eje central, y con la convicción de
que —en palabras de Alan Turing— “aque-
llos que pueden imaginar cualquier cosa,
pueden crear lo imposible”.
Cita online: TR LALEY AR/DOC/2831/2023
(51) TOLOSA, Pamela, “Desastres ambientales y des-
igualdades invisibles: innovar para la equidad”.
( 5 2 ) h t t p s : / / w w w. b b c . c o m / m u n d o/ n o t i -
cias-46145019.
(53) https://www.bbc.com/news/world-euro-
pe-46425774. El Tribunal argumentó que no existían ba-
ses legales para realizar tal cambio.
(54) SAN JUAN, Alejandro, “Tutela Jurídica de los
Adultos Mayores: Vulnerabilidad y Protección Legal a
partir de la Convención Interamericana sobre la Protec-
ción de los Derechos Humanos de las Personas Mayores,
en Temas de Derecho Laboral y de la Seguridad Social /
Número: 2018 (5-mayo), 421-428, Erreius.
(55) VIVAS, Fredi, ”¿Cómo piensan las máquinas? In-
teligencia Artificial para humanos”, Buenos Aires, Galer-
na, 2023.
14 | Diciembre de 2023
Comité consultivo
Hugo A. Acciarri
Director del Programa
de Derecho, Economía
y Comportamiento, UNS, Bahía Blanca.
Carlos Amunátegui
Profesor titular de la Pontificia
Universidad Católica de Chile.
Armando Andruet (h.)
Miembro de la Academia Nacional
de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba
y de la Academia Argentina
de Ética en Medicina.
Platino 2017: Divulgación científica. Premio
Isabel Cornejo Plaza
Investigadora en IID,
Univ. Autónoma de Chile.
Lorenzo Cotino Hueso
Catedrático de Derecho Constitucional
Universidad de Valencia (España). Director
de Regulación y Derechos en OdiseIA.
laboratorio en Neurociencias, ambos de la
Juan G. Corvalán
Doctor en Ciencias Jurídicas (USAL).
Director del Laboratorio de Innovación e
Inteligencia Artificial y del Programa de
Actualización en Inteligencia Artificial y
Derecho, Facultad de Derecho, UBA.
Cecilia Danesi
Profesora e investigadora
en Inteligencia Artificial,
Derecho y Género
Director Editorial: Fulvio G. Santarelli
Jefa de Redacción: Yamila Cagliero
Editores:
Nicolás R. Acerbi Elia Reátegui Hehn
Valderrama Érica Rodríguez
Jonathan A. Linovich Marlene Slattery
Suplemento Innovación & Derecho
Graciela Frigerio
Doctora en Ciencias de la Educación
(Universidad de Paris V). Presidenta
de la Fundación Centro de Estudios
Multidisciplinarios (CEM). Directora del
Doctorado en Educación de la UNER.
Melina Furman
Doctora en Educación por Columbia
University. Profesora Asociada de la
Escuela de Educación
de la Universidad de San Andrés
e Investigadora del Conicet.
Diego Golombek
Doctor en Ciencias Biológicas (UBA),
Profesor Titular (UNQ), Investigador
Superior (Conicet), Director Ejecutivo
del Instituto Nacional de Educación
Tecnológica (INET), Premio Konex de
Kalinga/Unesco 2015 (máxima distinción
mundial en divulgación científica).
Luz González Gadea
Doctora en Neurociencias de la
Universidad Nacional de Córdoba,
profesora a cargo del seminario
“Neurociencias y Derecho” y miembro del
Univ. Torcuato Di Tella
Andrés Hatum
Doctor en Management
and Organization, University
of Warwick (Inglaterra). Profesor
de Management & Organization,
Univ. Torcuato Di Tella e IAE.
Agustín Ibáñez
Director del Centro de Neurociencias
Cognitivas de la Universidad de San
Andrés, Investigador de Conicet y Senior
Atlantic Fellow del Global Brain Health
Institute UCSF.
PROPIEDAD DE LA LEY S.A.E. e I.
Administración, Comercialización y Redacción:
Tucumán 1471 (C. P. 1050 AAC)
Bs. As. República Argentina
Impreso en La Ley, Rivadavia 130, Avellaneda,
Provincia de Buenos Aires.
Eleonora Lamm
Doctora en Derecho y Bioética. Walter Sosa Escudero
Subdirectora de Derechos Humanos de la
Suprema Corte de Mendoza. Doctor en Economía (University of
Illinois at Urbana-Champaign). Profesor
Plenario y Director del Departamento
de Economía de la Universidad de
San Andrés. Investigador principal del
Conicet. Miembro Titular de la Academia
Nacional de Ciencias Económicas.
Joaquín Navajas
Director del Laboratorio de Neurociencia
de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT).
Profesor e investigador en la Escuela
de Negocios de UTDT e investigador de
Conicet. Doctor de Neurociencia de la Gonzalo Sozzo
Universidad de Leicester (Reino Unido) y Profesor de Derecho Privado de la
Licenciado en Física por la Universidad de
Buenos Aires. Universidad Nacional del Litoral. Director
del Instituto de Estudios Avanzados del
Litoral.
Daniel Pastor
Doctor en Derecho UBA. Catedrático de
Derecho Penal UBA. Codirector
del Instituto de Neurociencias y Derecho Silvia Stang
INECO. Secretario de investigación UBA.
Licenciada en Periodismo, a cargo de la
Director del Laboratorio de Innovación e sección dominical “Economía y Negocios”
Inteligencia Artificial UBA.
del Diario La Nación. Primer premio
Adepa en las categorías Judicial (2010
y 2019), Economía (2014, 2017 y 2019) y
Solidaridad Social (2016 y 2018).
Teresa Rodríguez
De Las Heras Ballell
Profesora titular de derecho mercantil
en la Universidad Carlos III de Madrid.
Sir Roy Goode Scholar en UNIDROIT, Pamela Tolosa
Roma, 2021-2022. Miembro del grupo
de expertos de la comisión europea sobre Abogada. Magíster en Economía.
New Technologies and Liability Decana del Departamento de Derecho
de la Universidad Nacional del Sur
(UNS). Investigadora del Programa de
Derecho, Economía y Comportamiento
de la UNS.
Isoia Salazar
Fundadora y presidenta del Observatorio
del Impacto Social y Ético de la
Inteligencia Artificial (OdiseIA). Miembro
del equipo de expertos del Observatorio Teresa Torralva
de Inteligencia Artificial del Parlamento
Europeo. Doctora en Neurociencias. Directora e
Investigadora de Fundación INECO.
Galo Soler Illia
Doctor en Química (Universidad de Sandra M. Wierzba
Buenos Aires). Director del Instituto de Doctora en Derecho (UBA). Profesora
Nanosistemas (Universidad Nacional Titular de Derecho Civil e Investigadora
de San Martín). Investigador del
Conicet. Premio Konex de Platino 2013 de la Facultad de Derecho de la
(Nanotecnología). Universidad de Buenos Aires.
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