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LOS GOBIERNOS Y LA INFLUENCIA DE LAS GRANDES EMPRESAS

TECNOLÓGICAS EN LA ERA DIGITAL

La tecnología no existe de forma aislada; Afecta la forma en que nos relacionamos


entre nosotros, la salud de las economías y la estabilidad de los gobiernos. Uno de
los desafíos más importantes relacionados con la tecnología es el efecto de la
inteligencia artificial en los mercados laborales: un estudio publicado por la
Brookings Institución en 2019 estimó que aproximadamente uno de cada cuatro
trabajos en los EE. UU. era "altamente vulnerable" a la automatización. Es probable
que la COVID-19 acelere esta tendencia, ya que los lugares de trabajo buscan
formas de hacer más con menos contacto humano (y, a menudo, con menos
humanos). Las disrupciones económicas relacionadas con la tecnología tienen
posibles impactos sociales. Algunos pueden ser positivos: la IA puede ayudar a
detectar fraudes financieros, por ejemplo, diagnosticar enfermedades o mejorar la
productividad agrícola. Pero el cambio tecnológico también puede dejar atrás a las
personas más vulnerables. Los gobiernos se enfrentan a la difícil tarea de decidir
cuál es la mejor manera de aprovechar el potencial de las nuevas tecnologías sin
agravar la dislocación social y la exclusión. Deben aceptar las ganancias de
eficiencia que resultan de la tecnología, pero hacerlo con una regulación inteligente
y adaptativa. El "principio de precaución" debe utilizarse en todos los casos: no
esperar hasta que se comprueben los efectos nocivos, antes de promulgar una
regulación para proteger a la sociedad de posibles desventajas. Los gobiernos
tienen un papel importante que desempeñar para mantener al público al tanto de
los cambios tecnológicos que probablemente les afectarán más. La tecnología se
ha convertido en un componente importante de las relaciones internacionales, por
ejemplo; el conflicto comercial entre Estados Unidos y China se debe en parte a los
esfuerzos por controlar el acceso a la innovación más avanzada. Las valoraciones
de mercado y el alcance de las empresas tecnológicas más grandes de EE. UU.,
incluidas Apple, Facebook y Tesla, se han disparado, lo que les ha dado una gran
influencia y les ayuda a rivalizar con los gobiernos en términos de influencia global.
Apple, por ejemplo, superó a todo el índice alemán DAX en términos de valor,
mientras que Tesla, que produce menos de medio millón de coches al año (frente a
los 10 millones de Toyota) se convirtió en el fabricante de automóviles más valioso
del mundo a mediados de 2020. La pandemia de COVID-19 no ha hecho más que
aumentar el tamaño y la influencia de las grandes empresas tecnológicas, lo que ha
suscitado dudas sobre si adoptarán prácticas de responsabilidad corporativa
acordes. La evidencia hasta ahora es mixta. Algunos esfuerzos, como la
contribución de Microsoft a la vivienda asequible en el área de Seattle, han recibido
elogios. Pero algunos críticos argumentan que estos esfuerzos palidecen en
comparación con los ingresos de las empresas, y pueden ser poco más que una
fachada.

RESUMEN

En el contexto de una creciente influencia de las grandes empresas tecnológicas,


los gobiernos enfrentan el desafío de regular y gestionar los efectos del cambio
tecnológico en la sociedad y la economía. La inteligencia artificial y la
automatización plantean preguntas sobre el futuro del empleo, y la pandemia de
COVID-19 ha acelerado la necesidad de adaptación tecnológica. A pesar de los
beneficios de la tecnología, existen riesgos sociales y económicos, especialmente
para las personas más vulnerables. Los gobiernos deben asumir un papel
importante en la protección de la sociedad mediante regulaciones inteligentes y
adaptativas, al tiempo que mantienen al público informado sobre los cambios
tecnológicos y equilibran la influencia de las grandes empresas tecnológicas en el
ámbito global.

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