9 Meses de Embarazo

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Evolución del feto en tu interior

¡Vaya cambios experimenta el feto en estos meses! Te los


contamos con todo detalle para que empieces a conocerle antes
de nacer. Pregunta a tu médico en qué semana estás,
comprueba que lo que te ocurre a ti les pasa a otras muchas
futuras mamás y averigua cómo es tu hijo, qué peso y tamaño
tiene, qué hace, cómo se siente....

Primer mes de embarazo


Hasta que la menstruación no se te retrase no hay forma de
adivinar que en tu interior se está formando una nueva vida.
El órgano que albergará al niño, el útero o matriz, es un
músculo con un hueco en su interior, la cavidad uterina, que
conecta con la vagina a través del cuello o cervix y con los
ovarios izquierdo y derecho a través de las trompas de falopio.

Segundo mes
Anque todavía no se te note nada que estás embarazada, es posible que
empieces a necesitar una talla más de sujetador. Tus pechos
están muy sensibles y su aureola se ha oscurecido. Tu útero ha
crecido de tamaño, lo que aumenta tus ganas de orinar. El flujo
vaginal es ahora más intenso y blanquecino y puedes tener
dolores de cabeza ocasionales. Si tienes náusas, este mes
serán más frecuentes.

Tercer mes

Cambios de humor, mayor sensibilidad a los olores fuertes...


¿Puede ser lo que estás pensando? Sí, tu hijo empieza a
hacerse notar.
Aunque tú no puedes notarlo, el embrión ya se mueve con
impulsos espasmódicos, signo de que en su cerebro ya hay
células nerviosas. En sus bracitos, aún sin huesos, se forma
ahora el doblez de los codos y luego el de las muñecas. Y en
las manos palmípedas surgen cuatro depresiones, origen de los cinco dedos. Lo
mismo ocurre días después en las piernas y en los pies.

Cuarto mes
En tu interior tu hijo evoluciona a toda pastilla. ¿Quieres descubrir
qué hace ahora?
Gesticula con la boca, abre y cierra la mano... En su cerebro hay
un desarrollo impresionante, cada minuto se crean 10.000
neuronas nuevas, que se van conectando, y así el feto va
teniendo un mayor control de sus movimientos. Bajo su piel se
forman los bulbos pilosos del cabello, de las cejas y, en la
hendidura de los párpados, de las pestañas. Ya tiene los órganos
internos de niño o de niña y en estos días las glándulas sexuales.

Quinto mes
Un momento indescriptible: el de sentir las primeras pataditas de
tu hijo. Ahora empiezas, de verdad, a creerte que vas a ser
madre.
La vida de tu futuro hijo se ha vuelto más interesante: oye los
sonidos del interior de tu cuerpo (tus intestinos, tu corazón, tu
voz), que hacen vibrar el líquido amniótico, y percibe a través de
los párpados la claridad rojiza que inunda el útero cuando el sol
o cualquier luz te ilumina el vientre. Otra novedad es la puesta
en marcha de la glándula tiroides, que funciona gracias al yodo
(por eso debes tomar sal yodada y pescado)

Sexto mes
¡Pero qué mayor se está haciendo ya tu hijo! Los cambios que
va experimentando son espectaculares.
Una de las cosas que más le gustan es tragar líquido
amniótico, sobre todo cuando comes algo dulce: lo deglute, lo
saborea (pone “cara de asco” si comiste algo amargo, como
espárragos), el líquido pasa a su estómago, los riñones lo
filtran, pues ya funcionan, y lo secreta de nuevo en el agua
amniótica en forma de pis (estéril).
Séptimo mes
Tu cuerpo empieza a prepararse para el parto, aunque todavía
falta tiempo.
El cerebro fetal va a experimentar un desarrollo espectacular.
En esta semana se empiezan a formar los pliegues
característicos de la corteza, incrementándose la cantidad de
tejido cerebral. Las células grises siguen reproduciéndose y
van migrando hasta la zona del cerebro que les corresponde
ocupar. Una vez allí, las neuronas despliegan sus
ramificaciones para comunicarse unas con otras, mediante
chispazos eléctricos,

Octavo mes
Ya estás deseando conocer a tu bebé. Ten paciencia, todavía le
quedan por hacer algunos cambios antes de nacer.
igila que no os falte; la placenta lo envía en grandes cantidades
al feto porque sus huesos se están solidificando y creciendo. Las
células grasas también trabajan, creando adipocitos, con lo que
su piel se vuelve más mate y su cuerpo se pone redondito. Le ha
brotado pelo en la cabeza (o no, algunos nacen peloncetes). Sus
cejas, cubiertas de lanugo, parecen de Papá Noel.

Noveno mes
¡Por fin llega el mes más esperado, que culminará con el
momento más emocionante de tu vida: ese en el que el médico
pondrá a tu hijo en tus brazos.
Tu “nasciturus” está muy incómodo, oprimido por el útero. Y la
placenta ya no le alimenta ni le oxigena bien. Tiene que nacer y
te envía señales hormonales de aviso. Tu útero empieza a
contraerse por su parte superior, empujando al niño hacia abajo.
Durante la contracción, el corazón del bebé se acelera, pasa de
80-120 pulsaciones a 140-180, y después se tranquiliza. Estáis
de parto. Ten calma y paciencia, porque os va a llevar bastantes horas. Seguro
que piensas que vuestro esfuerzo compartido ha merecido la pena cuando al fin lo
tengas en tus brazos.

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