NUESTRA MISIÓN EN LA TIERRA

Oh, mis amigos, estamos agobiados con incontables actividades en la iglesia, mientras que la
verdadera obra de la Iglesia—la de evangelizar a los perdidos—está casi abandonada. Oswald Smith

NUESTRA MISIÓN ES HACER DISCIPULOS - MATEO 28:19-20, MARCOS 16:15-16

Misión: Obra a la cual se dedica una persona durante toda su vida. En nuestra misión gastamos
nuestra energía, tiempo, esfuerzos, talentos y recursos necesarios con gran gozo y placer.

¿Desea usted con todo su corazón, hacer una diferencia eterna?

Dios nos ha dado una misión simple para cumplir durante nuestro corto tiempo sobre la tierra y esa
es la razón por la cual estamos todavía en la tierra. Santiago 4:14, Efesios 2:10

Jesús llamó a sus discípulos para una tarea específica: Ser pescadores de hombres – Mateo 4:19
Les enseño a ir a donde los “peces” estaban para sacarlos del agua del pecado y de la condenación,
y meterlos en lancha salvavidas de la salvación. Juan 20:21

Así que cada cristiano debe entender que hasta que esté evangelizando activamente y
reproduciéndose en otros discípulos, entonces esta cumpliendo con su misión encargada por Jesús.

En conclusión, un verdadero discípulo de Jesucristo estará buscando activamente a los pecadores

perdidos para guiarlos a la salvación. Romanos 10:13-15, 2 Timoteo 4:5

¿No tienes ningún deseo que otros sean salvos? Entonces, tenlo por seguro, tú mismo no eres
salvo. [Charles H. Spurgeon]

Muchos siervos de Dios entendieron su misión en la tierra:

No tienes nada más importante que hacer, sino ganar almas. Por lo tanto, gasta y gástate en esta
obra. Y ve no sólo a los que te necesitan, sino también a los que te necesitan más... No es asunto
tuyo predicar unas cuantas veces y ya, sino que es ganar a cuantas almas puedas para Cristo; es
traer a todos los pecadores que puedas al arrepentimiento. [John Wesley]

Yo consideraría el hecho de ganar a un alma para Cristo una felicidad más grande que montones de
plata y oro para mí mismo. [Matthew Henry]

NUESTRA MISIÓN DE VIDA ES FÁCIL DE ENTENDER

En 100 años usted va a estar muerto y en la eternidad. ¿Qué le va a importar en aquel entonces?
A. ¿Su carro? B. ¿Su casa? C. ¿Su país de residencia? D. ¿Sus ahorros?
E. ¿Sus títulos? F. ¿Su trabajo? G. ¿Su conocimiento Bíblico? H. ¿La copa mundial?

Las cosas de este mundo no tienen importancia alguna en la eternidad, por lo que no merecen todo
nuestro enfoque, dedicación, energías, tiempo, talentos y vida.

En 100 años, ¿Qué le va importar a sus vecinos, a sus familiares, a sus amigos, a sus compañeros
de trabajo, o aun a las personas desconocidas que le rodean todos los días? Necesitamos guiarlos al
arrepentimiento y conversión a Cristo. Si en 100 años usted está en el cielo, todo lo que sufrió en
esta vida no le va a importar. Más bien, si padeció por hacer la obra que Dios le ha encomendado
tendrá un gozo profundo y gran satisfacción. Lo mejor de todo es que será recompensado.