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INTRODUCCIÓN

El nombre de carbón activado se aplica a una serie de carbones porosos


preparados artificialmente, a través de un proceso de carbonización, para que
exhiban un elevado grado de porosidad y una alta superficie interna. Es un
adsorbente muy versátil ya que el tamaño y la distribución de sus poros en la
estructura carbonosa pueden ser controlados para satisfacer las necesidades
de tecnología actual y futura.

Los carbones activados comerciales son preparados a partir de


materiales precursores con un alto contenido en carbono, especialmente
materiales orgánicos como, madera, huesos o semillas de frutos, cáscaras de
semillas de frutos, carbón mineral, breas, turba y coque. La elección del
precursor es fundamentalmente una función de su disponibilidad, precio y
pureza, pero el proceso de fabricación y la posible aplicación del producto final
deben ser igualmente tomados en cuenta.

La importancia de estos productos radica en su gran variedad de


aplicaciones para eliminar componentes no deseados en agua y aire debido a
su gran potencial adsorbente, además de eliminar componentes por adsorción
el carbón activado también es capaz de eliminar componentes por reacción
química en la superficie del carbón funcionando como catalizador.

Como en el caso de cualquier producto industrial, las distintas


propiedades del carbón activado se evalúan a través de métodos analíticos que
han sido normalizados por diversas asociaciones. La mayoría de los
productores los aplican con el objeto de estandarizar y de permitir al usuario la
comparación de las especificaciones de diversos carbones.
La ASTM (American Standard for testing and materials) de Estados
Unidos es el organismo cuyos procedimientos de evaluación sigue la mayoría
de los fabricantes de carbón activado. Sin embargo, existen otros a los que
comúnmente se hace referencia. Entre ellos está AWWA (American Water
Works Association) estadounidense, la DIN (Deutsche Industrie Norme) de
Alemania, entre otras. En México, la Dirección General de Normas de la
Secretaria de Comercio y Fomento Industrial (SECOFI) también ha publicado
métodos de análisis oficiales.

Un carbón activado que se retira del proceso en el que se utilizó, se


denomina carbón agotado, independientemente de que se deseche o de que
se vaya a reactivar.

El principal mecanismo por medio del cual se retienen contaminantes


orgánicos en la superficie del carbón activado granular es el de la adsorción
física y, como tal, es reversible. La teoría de adsorción señala que al cambiar
las condiciones en las que se encuentra el carbón, se podrá lograr la desorción
o desprendimiento de los adsorbatos retenidos, dejando libre la superficie del
carbón activado.

En lo que respecta al almacenaje y uso del carbón activado podemos


decir que al almacenarse de manera adecuada, tiene una vida de estante
indefinida. No es tóxico y es relativamente no inflamable. Si se moja o se daña
al ser almacenado de manera inadecuada, generalmente puede secarse o
restaurarse fácilmente.

En general, el crecimiento futuro del uso del carbón activado estará muy
influenciado por las cada vez más exigentes legislaciones de protección del
medio ambiente, y con el empleo de este producto para controlar la
contaminación del agua y del aire, por lo que el auge de la industria y la
diversidad de procesos existentes y en desarrollo requieren cada vez más
especificidad y especialización. El carbón activado, adsorbente por excelencia,
tiene un amplio espectro de acción, siendo el objetivo de investigadores y
productores la creación de nuevos productos de acción selectiva.

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