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“Donde acecha la serpiente” (serie Narrativa Ac- indefectiblemente en las cercanías de una y otra ru-
tual de Ediciones Occidente) es el séptimo libro de
Hugo Correa. Un número cabalístico, dice él. Un li-
bro lleno de simbología, decimos nosotros, en el
cual Correa se aparta del ámbito de la ciencia fic-
ción, donde alcanzó logros notables, para meterse
nada menos que con el diablo.
Historia satánica, está presidida de comienzo a
fin por el demonio que adopta la forma de un chivo
negro y también otros contornos más suaves y
atractivos, como el de una rubia maravillosa que
Antonio hace del nudismo una suerte de traje de batalla. La
RoJ=%mei acompaña una hija adolescente, tan linda como
ella, pero con el adicional atractivo de su frescura
, juvenil.
1 La pareja madre-hija, acompañadas del infalta-
ble chivo negro, adoptan distintos nombres a lo lar-
go del tiempo en que transcurre la historia, pero
siempre su personalidad es la misma: una muy de-
senfadada conducta sexual que condimenta las dos-
cientas noventa y cinco páginas de la novela con la
sal y pimienta del erotismo bien equilibrado, de
modo de no precipitarse a los abismos de la por-
nografía.
Y otro símbolo zoológico: tres tórtolas merodean
bia, poniendo coto a sus audacias y desmanes.
Víctima de ellas, un hombre de 52 años, Eduar-
do, quien desde la cuna se ve asediado por las ru-
bias diablesas: hasta la matrona que le da la bien-
venida al planeta es una de ellas.
Hugo Correa emparenta al demonio con el sexo y
el terrorismo. Las tres tórtolas, en cambio, enseña
del bien, tienen que ver con la religión católica; aun
cuando no se libra de las acechanzas satánicas un
cura norteamericano de población que brinda ayu-
da a los izquierdistas perseguidos.
El mérito de esta novela reside en la amenidad.
Hugo Correa tiene oficio y es entretenido. Su narra-
ción se sigue con facilidad y entusiasma, captura al
lector en la magia del relato.
Como en todo buen libro, uno quiere saber qué
Ocurre con el protagonista, qué le sucede al final:
¿podrá escapar a la fina malla erótica que le tien-
den las diablesas? ¿Serán más poderosas las tres
tórtolas que el imponente chivo negro?
No lo vamos a contar. Cuando usted tenga el li-
bro en sus manos y recorra sus páginas de ágil lec-
tura, encontrará las respuestas.

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