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El origen del conflicto

La guerra en curso entre Rusia y Ucrania responde al objetivo estratégico de Moscú de tener
control sobre ese vecino país, el cual en los últimos años se fue alejando de la órbita rusa y
acercándose a la Unión Europea y la OTAN. La ampliación de la Alianza Atlántica, mediante
sus sucesivas ampliaciones en el centro y este de Europa, a las fronteras con Rusia sitúan el
presente conflicto en un marco de confrontación entre Rusia y la OTAN, la cual actúa de modo
indirecto mediante el envío de armas. Se abordan en este documento varios temas de reflexión
para entender el conflicto, con un recorrido general del desacuerdo ruso-ucraniano. Finalmente
se examinan diversos escenarios que podrían presentarse en el corto y mediano plazo.

¿Por qué Rusia no quiere que Ucrania entre en la OTAN?


Ucrania es el segundo país más grande de Europa, y desde 1991 es independiente. Sin embargo,
que entre en la OTAN no forma parte de los planes de Putin.

La guerra entre Ucrania y Rusia sigue latente y la cumbre de la OTAN celebrada en España
durante estos días puede decidir el rumbo del conflicto en los próximos años. Uno de los
objetivos del país gobernado por Zelénski es entrar en la Alianza Atlántica, sin embargo, este
deseo no forma parte de los planes de Putin. Su vasto país ya está rodeado por el oeste por
países afines a Estados Unidos y la Unión Europea. La salida al mar a cargo de un gobierno
occidental miembro de la OTAN es algo que destierran por completo, pese a que la península de
Crimea esté bajo su dominio.

La expansión de la OTAN hacia el este de Europa en las décadas de 1990 y los años 2000, para
incluir países como Polonia, Lituania, Letonia y Estonia elevó el miedo en Moscú. En Rusia ven
a la OTAN como una organización afín que defiende los intereses de los Estados Unidos en la
región, por lo que si Ucrania formase parte de la OTAN supondría limitar al mínimo la
soberanía e influencia de Rusia sobre el país.

El origen del conflicto


El inicio de todo tiene su origen hace más de 30 años, cuando en 1991 se disuelve la Unión
Soviética y sus territorios se convierten en repúblicas independientes. Una posición reforzada de
Ucrania con la OTAN implica la pérdida directa de la influencia de Rusia sobre este país.
También ocurre al contrario, un triunfo para Rusia es una pequeña derrota para la Unión
Europea.

La OTAN, mientras tanto, no ha acogido a Ucrania para ser uno más de los aliados, algo a lo
que el país aspira y que desde Moscú no se ve con buenos ojos. En 2014 esta rivalidad va un
paso más allá con las protestas en las calles de Kyev de miles de ucranianos proeuropeos en
contra del presidente Víctor Yanukóvich, más afín a las ideas del Kremlin. Unos
enfrentamientos que acabaron con la huida de Yanukóvich.

En ese momento Vladimir Putin aprovechó para invadir Crimea, en el sur de Ucrania. Una zona
estratégica, pues es la salida de Rusia al Mar Negro. Perdido tras la Segunda Guerra Mundial, el
objetivo siempre fue recuperarlo. Esta invasión ha generado, desde entonces, protestas y
sanciones económicas contra Rusia, además de peticiones para devolver dicho territorio: Putin
asegura que nunca lo hará.

Como se ha mencionado anteriormente, también entra en la ecuación la zona del Donbass,


Lugansk y Donetsk, dos puntos calientes a los que Putin apunta ahora el foco con esta
declaración de reconocimiento de su independencia de Ucrania.

¿Qué funciones tiene la OTAN?


La finalidad de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) es garantizar la libertad y
la seguridad de los países miembros mediante acciones políticas y militares, así como el
compromiso de resolución pacífica de controversias.

El artículo 5 de la OTAN establece que, si un país que forma parte de la OTAN es atacado, el
resto de países miembros saldrán en su defensa, ya que es como si atacaran a todos. En caso de
que se estime oportuno se incluye el “empleo de la fuerza armada” para restablecer la seguridad
en el Atlántico Norte. No obstante, la Alianza Atlántica solo ha invocado una vez dicho artículo.
Fue en el año 2001, tras el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre.

INTRODUCCIÓN
El actual conflicto bélico entre Rusia y Ucrania ha llegado a una alta tensión entre Moscú y la
Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN); una situación que afecta no solo a la
región, sino también a Estados Unidos y a todo el mundo. El control total de Ucrania, es
fundamental para la estabilidad y objetivos estratégicos de Rusia. La aproximación cada vez
mayor, mediante las sucesivas ampliaciones de la OTAN, hacia las fronteras rusas por parte de
la fuerza militar de esta organización encabezada por Estados Unidos ha creado un escenario
muy tenso. Este escenario resulta inadmisible para Rusia, ya que tendría a su antiguo enemigo
de la Guerra Fría en los límites de su territorio. El problema principal –el problema de fondo–
no es solo el conflicto entre Rusia y Ucrania, sino el que mantienen Rusia y la OTAN-Estados
Unidos. El posible aprovechamiento de Ucrania como un territorio que permita acercar una
amenaza para la seguridad de Rusia altera la situación geopolítica y estratégica de la región.

FACTORES EN EL CONFLICTO

El factor geográfico ucraniano Ucrania se constituyó en su forma actual a mediados del siglo
XX. El pueblo ucraniano, dividido entre Polonia y Rusia, y luego Austria, no fue reunido en su
marco nacional hasta después de la Segunda Guerra Mundial. País de los confines (‘Ukraïna’
significa país de la frontera), sin límites naturales, Ucrania estuvo desprovista durante mucho
tiempo de un perímetro claro. Dos características de su geografía influyeron sobre su historia:
la apertura a las estepas de Asia Central y la presencia de dos vecinos potentes, Rusia y Polonia
(Laroussilhe, 2002).
Inicio de la Guerra Rusia-Ucrania en 2022

Antes de la invasión, Rusia envió más de 100.000 hombres a las fronteras con Ucrania, desde el
Este, el Norte y el Sur, argumentando inicialmente que se trataba solo de ejercicios militares
(BBC, 2022). A finales de 2021 y comienzos de 2022, la tensión fue creciendo a medida que
aumentó la amenaza de invasión por parte de Rusia. Los organismos internacionales, los
gobiernos y los medios de comunicación internacionales interpretaron que solo se presentaría
un efecto de disuasión en las fronteras, pero desafortunadamente se materializó un rápido
ataque e invasión. Actualmente el conflicto se encuentra en una encrucijada, visualizándose
lejana su solución, aun cuando existan diversos países y organismos internacionales
interesados en buscar una mediación y solución.

El 24 de febrero del 2022, Rusia invadió a Ucrania, su país vecino, iniciando un conflicto que
puso en jaque a toda Europa y que ha tenido consecuencias graves, entre ellas la salida de
Ucrania de más de 7 millones de personas, que se han buscado refugio en diversos países
europeos. L

Los efectos de este conflicto impactan también en ámbitos como la energía, la alimentación y
la economía global, que experimenta un aumento de la inflación como consecuencia de la
guerra (Ramzy, 2022). El presidente ruso, Vladímir Putin, justificó la invasión de Ucrania, en
ataques que utilizaron misiles de crucero lanzados desde territorio ruso, asegurando que
buscaba proteger del ejército ucraniano a las regiones separatistas en el Este del país, las
cuales cuentan con nacionalidad rusa, advirtiendo de consecuencias “inmediatas” si alguien
intentaba enfrentarse a Rusia.

El mandatario de Ucrania, Volodymyr Zelensky, denunció ante la comunidad internacional la


agresión y anunció la ruptura inmediata de todo tipo de relaciones con el gobierno ruso. La
Unión Europea describió esta situación como "uno de los episodios más graves en Europa
desde la Segunda Guerra Mundial" y prometió imponer sanciones "masivas" contra Rusia
(Mundo, 2022).

Con motivo de la invasión, Rusia se ha apoderado de diversas áreas ucranianas y la guerra se


ha enquistado en su máxima intensidad en la zona del Donbass. Su evolución es incierta y
nadie sabe cuál será la resolución y el desenlace del conflicto. La comunidad internacional mira
con temor a Rusia y su líder, Vladímir Putin, mientras que Ucrania, con el apoyo de diferentes
países, trata de resistir en un conflicto que revive los peores momentos de las guerras
europeas del siglo XX.

CONCLUSIONES

El conflicto Rusia-Ucrania debe entenderse como una problemática regional que viene de lejos
(más de 300 años) y que tiene profundas raíces históricas. Como resultado de los análisis
efectuados y a fin de dar seguimiento a su evolución, se presentan diversos escenarios, los
cuales se podrían materializar en el corto o medio plazo, destacando los siguientes:

1. Rusia puede poner fin al conflicto y firmar un tratado de paz con Ucrania, si bien este
escenario se torna complicado e inviable, toda vez que la decisión de Rusia de iniciar una
invasión a Ucrania fue para recuperar un territorio donde tiene sus intereses mayores en
materia de seguridad y ha sido su orgullo nacional histórico.

2. Ucrania puede rendirse y ceder a las pretensiones de Rusia, por no contar con los medios y
recursos para seguir combatiendo por haberse disminuido el apoyo de la comunidad
internacional, específicamente de los Estados Unidos y de la Unión Europea.

3. Rusia buscará por todos los medios controlar Ucrania de modo efectivo y tenerla en su área
de influencia. Se trata de un país con pasado soviético y regiones de habla y etnia rusa,
llamado por los propios soviéticos “la pequeña Rusia” y considerado “la entrada a Europa”.
Asimismo, Rusia intentará alejar toda pretensión de la OTAN de algún tipo de acercamiento al
área de influencia rusa, manteniendo el territorio ucraniano como un país tampón.

4. La Unión Europea y la OTAN continuarán apoyando el conflicto y presionando la región, con


la posibilidad de incorporar a Ucrania a su propia área de influencia.

5. El conflicto puede complicarse por las estrictas sanciones impuestas a Rusia y la negativa de
esta potencia de retirarse de Ucrania, iniciando nuevamente un escenario de Guerra Fría, lo
cual supondría un gran atraso para toda Europa,

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