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Hasta cuando Señor “LIBROS DE HABACUC”

Ahora sí hermanos, vamos a abrocharnos el cinturón, la semana pasada fue de introducción,


aunque no pudimos ver más de lo que traía y aparte, lo poco o mucho que se habló, pudiéramos
decir que no se logró comprender, debido a la lluvia intensa que nos hizo hasta levantarnos de
nuestros lugares, hubo llanto de niños, jóvenes y uno que otro tuvo que mojarse. Pero con la
ayuda de Dios, esperamos poder introducirnos bien a la Palabra de Dios.

Vamos a ir a la Palabra del Señor y reconozco que vengo con mucho temor en el corazón, porque
para mí es un desafío realmente predicar este este libro, creo que estaré dando un alrededor de 8
mensajes, incluyendo la introducción, que es un libro corto, pero estoy seguro que el Señor va a
tratar temas muy importantes para nosotros y muy edificantes.

Así que les invito a abrir sus biblias en el libro de Habacuc en el capítulo 1 y hoy vamos a estar
trabajando en los versículos 1 al 4.

1 Profecía que tuvo en visión el profeta Habacuc.


// 2 ¿Hasta cuándo, oh Señor, pediré ayuda, y no escucharás, clamaré a ti: ¡Violencia! y no
salvarás? //
3 ¿Por qué me haces ver la iniquidad, y me haces mirar la opresión? La destrucción y la violencia
están delante de mí, hay rencilla y surge discordia.
4 Por eso no se cumple la ley y nunca prevalece la justicia. Pues el impío asedia al justo; por eso
sale pervertida la justicia.

Vamos a leer el versículo 2 otra vez, porque es en esa pregunta que nos vamos a centrar en esta
tarde, “¿Hasta cuándo, oh Señor, pediré ayuda, y no escucharás, clamaré a ti: ¡Violencia! y no
salvarás?”

Vamos a orar:

Hermanos hoy empezamos ya nuestro libro, la semana pasada estuvimos trabajando la


introducción y me gustaría además decirle que quizá tendremos la estupenda dicha de poder
escuchar de boca de otros hermanos la Palabra de Dios, por eso mientras me toque predicar a mí
los domingo por la tarde, estaremos estudiando el libro de Habacuc y los hermanos en su turno
predicaran quizá de otra cosa o tal vez nos toque la fortuna de poder introducirnos en la serie que
ellos llevaban en las instalaciones pasadas.

Y para entender lo que pasará el sermón siguiente, es necesario que no falten, porque si van de
cada dos sermones, es posible que ese sermón del medio sea necesario para hacer de enlace entre
ambos.

La semana pasada hicimos la introducción y estoy seguro que la mayoría lo deben haber visto
chocante para nuestros corazones, entender esa cara de Dios que, muchas veces no es expuesta en
los púlpitos, porque por lo regular se habla de:

 Dios que solamente cuida, ama, protege; pero se nos olvida de Dios que castiga.
 Dios lleno de gracia y misericordia, pero se nos olvida el Dios de ira.
 Dios que perdona, pero se nos olvida que Dios condena.
Hasta cuando Señor “LIBROS DE HABACUC”

y ese Dios está en la Escritura. Nuestro deber como pastores, como predicadores; es conocer a
Dios principalmente.

Hermanos cuando a mí me preguntan ¿cuál es mi mayor responsabilidad como predicador de una


iglesia? es conocer al Dios de la iglesia.

 Yo tengo que enseñar al pueblo a caminar con Dios.


 Yo tengo que enseñar al pueblo a conocer a Dios.
 Yo tengo que enseñar al pueblo a adorar a Dios.

Solamente trataremos bien nuestra relación con Dios si conocemos bien a Dios.

Hoy en día cantamos a Dios pero ¿nos hemos preguntado si cantamos del modo que le agrada?
Hoy en día hacemos muchas cosas para Dios en las iglesias; es común hacer teatros, hacemos
escuelitas bíblicas, femeniles, campamentos, hacemos todo tipo de actividades, pero la pregunta
que nos tenemos que hacer siempre es ¿le agrada a Dios?

Dios es el centro de la iglesia, no somos nosotros. Hermanos, no estamos reunidos por nosotros,
estamos reunidos por el Rey, estamos reunidos por causa de Dios. Si fuera por nosotros, nos
podíamos ver en casa, tomar un café, salir a un paseo, ir a hacer alguna actividad lúdica y
entretenernos, pero:
 nos reunimos por Él,
 para cantarle a Él,
 oramos a Él,
 predicamos de su Santa Palabra;
 vivimos para Él,
 nos consagramos para Él,
 caminamos para Él,

Todo lo que hacemos es para Él:

36 Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.
Romanos 11:36

17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús,
dando gracias a Dios Padre por medio de él. Colosenses 3:17

Pero solo podemos tener una garantía y es que, si conocemos a Dios, haremos las cosas como a
Dios le agradan.

Hermano el no conocer a Dios puede llevarte a hacer cosas con la mejor intención, pero que no
son de su agrado, es decir, imagínate que tú quieres organizarme a mí una fiesta sorpresa y no me
conoces, tú puedes hacer la comida que no me gusta, invitar a personas que no son de mi agrado,
organizar algo que no me agrada, tienes la mejor intención, que es agradarme, pero no lo has
hecho porque no me conoces y entonces has hecho algo con buena intención, pero que no es de
mi agrado, es de lo que tú pensabas que me agradaría, porque seguramente a ti te agrada, por eso
el Señor en una ocasión dice:
Hasta cuando Señor “LIBROS DE HABACUC”

Has hecho todo esto y he guardado silencio; ¿acaso piensas que soy como tú? Pero ahora voy a
reprenderte; cara a cara voy a denunciarte. Salmos 50:21

El Señor no es como nosotros, no es un hombre “es que a mí me gusta” ok, pero no eres Dios y
Dios ya ha revelado lo que a Él le agrada en su Palabra.

Nuestro mayor deber como predicadores es, conocer a Dios y presentar a ese Dios a la iglesia, para
que cada uno viva su vida en relación a ese Dios, sabiendo que su matrimonio y todo lo que hace
va a ser para su agrado.

Cuando la semana pasada predicaba la introducción de este mensaje, intentaba traer esa realidad
completa de Dios, tenemos que hablar de todo el consejo de Dios, de todo el carácter de Dios, de
las partes buenas, pero también de las partes que no nos agradan.

En una ocasión estaba bromeando con unos hermanos en el salón de la escuela infantil, en una
iglesia de otro estado. En el salón de los niños de hay un dibujo muy bonito del arca de Noé,
cuando nosotros vemos un dibujo del arca de Noé ¿que encontramos? siempre: el mar, el arcoíris,
el arca y los animales felices en el arca sonriendo; ese es el típico dibujo para los niños, el dibujo
estaba precioso, pero yo a modo de broma le dije a una hermana “me faltan elementos en el
dibujo, me faltan cadáveres flotando en el agua” los niños deben saber la verdad. Me dijo la
hermana “pero vas a traumatizar a los niños, ya no van a querer ir a la escuelita”.

Pero cuando le hablemos del arca de Noé a nuestros a nuestros hijos, debemos entender algo, está
bonito que Dios salvó a Noé, su familia y los animales, pero ¿qué pasó con el resto de la
humanidad? esa es una realidad que deben conocer nuestros hijos. Puedes decírselo con tacto,
puedes decírselo como quieras, pero deben saber que fueron los únicos que sobrevivieron y que
toda la humanidad fue sometida a la ira de Dios.

Debemos predicar todo el consejo de Dios, debemos predicar que Dios saco a su pueblo de la
esclavitud de Egipto “gloria a Dios” pero que ese pueblo fue rebelde y se los tragó en el desierto
“gloria a Dios”.

Debemos predicar todo el consejo de Dios, debemos predicar que Jesús murió por nuestros
pecados y eso no es una historia solo de amor, es una historia de justicia, donde alguien tuvo que
sufrir hasta la muerte y agonizar por lo que significa el pecado para Dios y el libro de Habacuc nos
va a traer la cara completa de Dios, nos va a traer a:

 un Dios justo, un Dios que castiga, pero luego también nos va a traer a un Dios que tiene
misericordia por la misma persona.

Las dos cosas están en este libro y son las que nos debemos preguntar y conocer a lo largo de toda
esta serie.

Cuando nosotros estudiamos los libros proféticos, cuando vamos a hablar de profecía,
normalmente entendemos que la profecía suele empezar con un “así dice el Señor” verdad, uno va
a empezar una profecía y lo primero que espera es “el Señor hablando al profeta, diciéndole al
Hasta cuando Señor “LIBROS DE HABACUC”

pueblo, así dice el Señor” y vamos a ver qué dice Dios; pero en este caso la profecía no empieza
así, no empieza con Dios hablando al pueblo, empieza con una pregunta del profeta hacia Dios.

El libro de Habacuc no es el típico mensaje profético de Dios a la nación, es un diálogo, es como


una oración y un diálogo entre el profeta y Dios, un profeta que se queja porque no entiende
algunas cosas y un dios que le responde un profeta que volverá a responder y un Dios que le
volverá a responder y finalmente un profeta que cantará a Dios después de haber entendido todo.

Y esta interacción entre Dios y un hombre, me recuerda a otra escena bíblica similar en otro
tiempo, donde un hombre no entendía el actuar de Dios y de pronte se quejó y le pidió a Dios un
cara a cara y Dios se los concedió y al final vemos reconociendo a Dios como el ser Supremo de
sabiduría y que solo Él sabía porque hace las cosas y que delante de Él, nosotros solo somos como
gusanos ¿recuerdas quién es?

Pero volviendo al texto; el texto empieza con un “hasta cuándo”.

La semana pasada vimos o intentamos ver, y vamos a hacer un poco de introducción rápida, como
Habacuc habría vivido los buenos tiempos de Israel, los años dorados, por decirlo de alguna
manera.

El tiempo de Josías:

33 Y Josías quitó todas las abominaciones de todas las tierras que pertenecían a los hijos de Israel,
e hizo que todos los que se encontraban en Israel sirvieran al Señor su Dios. Mientras él vivió no se
apartaron de seguir al Señor, Dios de sus padres.
2 Crónicas 34:33

Habacuc probablemente sería muy jovencito, quizá un niño, pero vivió ese tiempo, Habacuc sabe
de esto, quizá ha experimentado lo que es ver a la nación adorando al Señor. Este rey quitó todas
las abominaciones, destruyó todos los ídolos, consumió toda la idolatría que había sido levantada y
llevó al pueblo a adorar al Señor, llevó al pueblo a consagrarse al Señor, tanto que la Escritura dice
que “mientras el rey estuvo, todo el pueblo sirvió a Dios”.

Qué importante lo que hizo este rey, que como sabemos, luego fue elogiado hasta el punto que se
hacían canciones en su nombre:

Entonces Jeremías entonó una elegía por Josías. Y todos los cantores y cantoras en sus
lamentaciones hablan de Josías hasta hoy. Y las establecieron como ordenanza en Israel; he aquí,
también están escritas en las Lamentaciones.
2 Crónicas 35:25 LBLA

Habacuc probablemente vivió ese tiempo, en el que el pueblo se había vuelto al Señor, adoraba al
Señor, se había rendido al Señor, pero, sin embargo, Habacuc no sólo vivió esa parte, Habacuc vivió
lo que vino luego, tras la muerte de Josías, vivió la época de la decadencia.

El tiempo de Joacaz:
Hasta cuando Señor “LIBROS DE HABACUC”

31 Joacaz tenía veintitrés años cuando comenzó a reinar, y reinó tres meses en Jerusalén. El
nombre de su madre era Hamutal, hija de Jeremías, de Libna. 32 E hizo lo malo ante los ojos del
Señor, conforme a todo lo que habían hecho sus padres.
2 Reyes 23:31-32 LBLA

Cuando Josías se va y deja al pueblo adorando a Dios, sirviendo al Señor, honrando al Señor, viene
detrás alguien y tira a la basura, literalmente, todo el trabajo de un rey.

Es doloroso trabajar años, años y años, para conseguir arreglar un estropicio y que las personas se
vuelvan al Señor y que alguien venga y lo destroce, no en un año, en tres meses. El trabajo de años
de un rey, de poner los ojos de un pueblo en un Dios, estropeado en tres meses.

Alguien me dijo una vez que “Para levantarse, uno tarda mucho, pero para caer es un instante” y es
verdad; tú te puedes estar guardando toda una vida y destrozar tu matrimonio en una noche, por
eso somos llamados a velar constantemente a orar constantemente.

36 Por eso, estén siempre alerta. Oren en todo momento, para que puedan escapar de todas las
cosas terribles que van a suceder. Así podrán estar conmigo, el Hijo del hombre.»
Lucas 21:36 TLA

Hermano, no se le puede dar tregua, ni al mundo, ni a la carne, ni al diablo, satanás no va a


descansar mientras estés en esta tierra; tu carne no va a descansar mientras estés en esta tierra; tú
y yo no tenemos derecho a descansar mientras estemos en esta tierra.

Estamos en guerra y todo lo que podemos conquistar en un año, buscando al Señor, lo podemos
estropearen en un mes de vacaciones, donde decidimos no congregar y solo disfrutar de otras
cosas; el mal carácter vuelve, la fe se enfría, todo lo que habíamos alcanzado, con meses y meses
de disciplina, de ayuno, de oración y de búsqueda, se viene en un poco de tiempo, abajo; con un
tiempo relajado.

Hermano, eso es lo que pasa, un rey que, durante tiempo y tiempo, años y años, levanta la nación
para mirar al Señor, en tres meses viene alguien y a hace lo malo ante los ojos de Dios y quien
sigue después sigue sus pasos:

El tiempo de Joacim:

36 Joacim tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén.
2 Reyes 23:36 LBLA

Ahí estaba Habacuc, en ese tiempo estaba ministrando, es el tiempo en el que Habacuc está
presente como profeta.

El nombre de su madre era Zebuda, hija de Pedaías, de Ruma. 37 E hizo lo malo ante los ojos del
Señor, conforme a todo lo que habían hecho sus padres.
2 Reyes 23:36-37 LBLA
Hasta cuando Señor “LIBROS DE HABACUC”

Así que, así como Habacuc ha vivido, quizá, los años dorados, el final del tiempo de esplendor de la
nación, donde la nación está firme espiritualmente y honrando al Señor, ahora Habacuc está
sumergido en el tiempo, quizá, de mayor decadencia del pueblo de Dios.

La muerte del profeta Urías.

Hermano, la maldad del pueblo de Dios llegaba a tal nivel, que hasta los profetas erán asesinados.

20 Y hubo también un hombre que profetizó en el nombre del Señor, Urías, hijo de Semaías de
Quiriat-jearim, el cual profetizó contra esta ciudad y contra esta tierra palabras semejantes a todas
las de Jeremías. 21 Cuando el rey Joacim y todos sus valientes y todos los jefes oyeron sus
palabras…

¿Quién oyó sus palabras? el rey, el rey teóricamente es el rey del pueblo de Dios y está oyendo
palabras que vienen de Dios, pero ¿cómo acepta ese rey esas palabras?

21 Cuando el rey Joacim y todos sus valientes y todos los jefes oyeron sus palabras, el rey procuró
matarlo; pero Urías se enteró, tuvo miedo, huyó y se fue a Egipto. 22 Entonces el rey Joacim envió
hombres a Egipto: a Elnatán, hijo de Acbor, y a otros hombres con él, a Egipto. 23 Y trajeron a Urías
de Egipto y lo llevaron al rey Joacim, quien lo mató a espada y echó su cadáver a la fosa común.

Ahí está Habacuc, Jeremías y Habacuc son profetas contemporáneos y ahí estaba otro profeta
llamado Urías. ¿Qué creen ustedes que le dijo Urías al rey? “rey, Dios está contentísimo, Dios está
feliz, a Dios le encanta ver al pueblo en pecado, a Dios le encanta ver al pueblo andando a su
manera, a Dios le encanta ver al pueblo torcido, a Dios le encanta ver al pueblo en idolatría” no, el
profeta habló profecías similares a las de Jeremías, eran profecías contra el rey, eran profecías que
alertaban y acusaban sobre el pecado, porque eso es lo que hacían los profetas del Señor, los
profetas del Señor eran la voz que Dios usaba para enderezar el camino del pueblo.

Hoy la gente, cuando piensa en profetas, parece que solo piensa en alguien que le va a revelar el
futuro, confunden un profeta con alguien que le va a echar las cartas “con quién me voy a casar,
donde tengo que vivir; haber profeta ore por mí porque no sé si ese hombre es para mí, si esa
mujer es para mí” pero eso no es lo que hacían los profetas que vemos aquí, desceban encaminar
los pies del pueblo, por eso todos eran perseguidos como Urías.

Hermano, Urías se fue y el rey lo odio tanto que, fue a buscarlo hasta Egipto, mando traerlo de
Egipto para matarlo y lo echó a una fosa común, como cualquiera, cuando era una de las voces del
Señor para la nación.

Hermano, los profetas del Señor siempre han sido guiados y los buenos predicadores del Señor, a
lo largo de la historia, seguirán siendo guiados.

El día de mayor preocupación de un predicador, es el día que sea querido por todos, el día que un
predicador sea alabado por los hombres, abrazado por los hombres y querido por hombres
carnales, impíos y mundanos, se debe preocupar; porque el verdadero predicador va a exponer la
Palabra de Dios, va a atacar el pecado, el corazón del hombre, y muchos se van a rebelar contra él,
van a odiar al mensajero ¿Por qué creen que querían matar a Jesús?
Hasta cuando Señor “LIBROS DE HABACUC”

Algunos piensan que lo querían matar porque Jesús toleraba el pecado y los religiosos querían vivir
en santidad, les daba mucha rabia y lo quisieron matar, no, lo quisieron matar porque eran
hipócritas, porque eran falsos, porque tenían doble vida, porque tenían doble moral y Jesús sacaba
toda la basura a la luz los llamaba: hipócritas, traidores, a los fariseos personas que lavaban el vaso
por fuera pero por dentro estaban muertos y así como el rey quiso callar a los profetas, esos
hombres quisieron matar a Jesús y Jesús hablando a sus discípulos en una ocasión habla así,
aludiendo a los profetas:

Regocijaos y alegraos, porque vuestra recompensa en los cielos es grande, porque así persiguieron
a los profetas que fueron antes que vosotros.
Mateo 5:12 LBLA

Pero preocúpate si el mundo te ama, porque, cómo nos van a amar si denunciamos su pecado,
cuando le digas que están mal, si hoy, nadie en la carne, sobre todo, tolera ser corregido, si a
nosotros que somos creyentes nos cuesta aceptar la disciplina, la corrección, imagínate al que está
en la carne, al que sigue muerto en sus delitos y pecados y ama el pecado y quiere seguir pecando
con una conciencia deliberada, va a odiar que lo denuncies.

Y eso es lo que estaba viviendo Habacuc, un pueblo que le había dado la espalda a Dios, un pueblo
que estaba pecando contra Dios y un rey que estaba haciendo lo malo a los ojos de Dios, incluso
que mataba a un profeta que denunciaba el pecado y ahí se encontraba Habacuc, viendo reyes
matar a los profetas, viendo al pueblo prostituyéndose con rameras, viendo gente en idolatría
adorando a Baal, viendo al pueblo de Dios pecando de mil maneras contra el Señor y Habacuc está
viendo eso ¿qué sentimiento trae eso al corazón de un siervo de Dios?

Hermano, el siervo de Dios sufre cuando ve la decadencia moral y espiritual de las personas,
cuando sobre todo vea el pueblo de Dios mal, porque el sufrimiento mayor de Habacuc no estaba
porque el mundo hacía lo que el mundo hace, el sufrimiento de Habacuc era mayormente porque
el pueblo de Dios no estaba haciendo lo que el pueblo de Dios debía hacer.

Cuando yo veo pecado en el mundo me pongo triste, pero no espero del mundo otra cosa ¿Quién
espera que el mundo viva en santidad, quien espera que el mundo obedezca a Dios? cuando
vemos el mundo prostituirse no esperamos otra cosa, es lo propio del mundo, pero el siervo de
Dios sufre cuando ve el pecado llegar al pueblo de Dios, al pueblo que teóricamente ha sido
redimido para vivir para la gloria del Señor y empieza a ver que la línea divisoria entre la forma de
vivir del mundo y la forma de vivir del pueblo está cada vez más difusa.

Y hermano ¿porque esa palabra sirve para nosotros? porque estamos viviendo tiempos en que se
ha introducido un evangelio extraño que hace entender a las personas que se puede ser creyente y
vivir como el mundo, tenemos iglesias llenas de pecado, congregaciones donde el pecado no solo
es permitido, es tolerado, donde el pecado no es corregido y además se anima a las personas a la
inmoralidad.

Hoy ya no importa cómo viven las personas, como viven al grito de “Dios sólo quiere el corazón” y
cuando alguien alza la voz contra estas cosas, le llaman el religioso, el fanático, el raro, el
amargado, el que todo lo interpreta mal, pero déjame decirte una cosa, en la palabra hay una cosa
que veo muy clara y es:
Hasta cuando Señor “LIBROS DE HABACUC”

14 Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.


Mateo 22:14

Ser el bicho raro, cuando vivimos la Palabra no es algo que deba preocuparme, porque
normalmente el pueblo de Dios ha sido el bicho raro, yo me preocuparé el día que sea uno más de
los muchos, pero “muchos son llamados, pocos son escogidos”:

13 Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la
perdición, y muchos son los que entran por ella; 14 porque estrecha es la puerta, y angosto el
camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.
(Mateo 7:13)

Hermano que nos llamen bichos raros, religiosos, fanáticos, exagerados, no importa, los discípulos
fueron los bichos raros de su época; Jeremías fue el raro de su época; Elías fue el profeta tachado
como raro de su época, también odiado; pero todos los que la gente los veía como bichos raros, el
Señor los llamaba “profetas”, los llamaba “siervos” los llamaban “mi pueblo”.

No vamos a tolerar que, en esta iglesia, al menos mientras Dios me tenga aquí, mientras haya
aliento en mis pulmones, no se va a permitir que el evangelio diluido, que hace pensar a las
personas que se puede vivir en pecado y llamarse hijo de Dios, entre por estas puertas.

El que practica el pecado es del diablo y punto, y no lo dije yo lo dijo el apóstol Juan:

8 El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto
apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.
1 Juan 3:8

El Apóstol Pedro nos recuerda que el Señor dijo y lo vimos el martes pasado en la mañana en el
libro de Números:

porque escrito está: Sed santos, porque Yo soy santo.


1 Pedro 1:16

También lo dice el escritor a los Hebreos:

Buscad la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
Hebreos 12:14

El Señor Jesús, muy animosamente lo dice:

29 Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se
pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. 30 Y si tu mano
derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus
miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
Mateo 5:29-30

No lo dije yo, lo dice el Señor Jesucristo, siempre seremos bichos raros para la gloriade Dios.
Hasta cuando Señor “LIBROS DE HABACUC”

No digo que seremos perfectos, pero lucharemos por vivir como el pueblo de Dios debe vivir, y
hermano, nos debe doler ver lo que está pasando en la iglesia, el siervo de Dios, el que conoce a
Dios y sabe que es santo, debe dolerle ver todas las cosas que pasan hoy en las iglesias.

Gracias a algunos hermanos de otros países como Will Graham, Edgar Escobar, Jahaziel Rodríguez,
entre otros, que van subiendo noticias del mundo cristiano, me vuelve loco tanto que publican:
una pastora atea en Canadá con montón de unciones raras: el chicle ungido, el jabón ungido, el
aceite ungido, la sal ungida, el agua ungida, la arena del Sahara ungida, un montón de cosas
extrañas, un montón de mensajes extraños, un montón de movimientos extraños; prostitución en
la iglesia, corrupción en la iglesia, pastores trans, show drag queen en la iglesia.

Y algunos pretenden “es que deberías mirar a otro lado” me hace gracia cuando las personas te
dicen “tú céntrate en predicar el evangelio” esa es la voz del diablo. Es la voz del diablo la que te
dice “no te metas con ellos, tu predica el evangelio” ¿porque Jesús apuntó a los hipócritas?
¿porque Jesús sacó a la luz a los escribas y fariseos? podía haberse quedado por los pecadores sin
más. Hay que hacer las dos cosas: hay que predicar al que está perdido y hay que denunciar al que
está torcido; ambas cosas están en la Escritura, pero el siervo de Dios sufre cuando ve la
decadencia espiritual y moral del pueblo.

Quién me diera que mi cabeza se hiciera agua, y mis ojos fuente de lágrimas, para que yo llorara
día y noche por los muertos de la hija de mi pueblo. 2 Quién me diera en el desierto un albergue de
caminantes, para dejar a mi pueblo y alejarme de ellos. Porque todos ellos son adúlteros, una
asamblea de traidores.
Jeremías 9:1-2

No está hablando de un pueblo pagano, dice “quién me diera en el desierto… para dejar a mi
pueblo y alejarme de ellos” es el pueblo de Dios y la descripción de Jeremías es porque todos se
han vuelto unos adúlteros. La palabra adúltero tienes que entenderla desde un punto de vista
espiritual; no dice que todos se han ido con otro hombre o con otra mujer, se refiere que han
cambiado a Dios por otros dioses.

¿Qué siente Jeremías? “me quiero ir de aquí, me siento raro entre ellos, ya no los reconozco, ya no
caminan, ya no viven como mi pueblo, me quiero ir al desierto” pero no lo dice como un arrogante,
que se cree superior o mejor que otros, lo dice porque sufre.

Imagínate ir a un culto y ver que el que predica está en pecado, el que canta está en pecado, los
miembros están en pecado y todos alzando manos fingiendo que están bien ante Dios. Él sufre al
ver eso, él mira a todos lados y dice “nadie dice nada, vamos a seguir así, a quien creen que
engañamos” porque Dios está aquí, Él no ve todo.

¿Sabían que hay muchos hermanos en algunas iglesias sufriendo? Y tú comprando perfumes,
zapatos, ropa que solo te vas a poner una vez, bolsos, herramienta que ni siquiera sabes usar y que
ni siquiera vas a usar, y hay hermanos que van y piensan “nadie va a decir nada, hasta cuándo va a
seguir eso” y por eso muchos acaban saliendo en busca de otro lugar, porque sabes que tú no los
puedes cambiar, sabes que tú no puedes cambiar su corazón, sabes que tú no puedes cambiar sus
vidas, por eso Jeremías dice “yo me iría al desierto” pero Dios no le deja, porque sigue siendo su
pueblo.
Hasta cuando Señor “LIBROS DE HABACUC”

Hermano, Dios nunca cambio de pueblo, Dios ha tratado con su pueblo a lo largo de la historia, ese
era el pueblo de Dios, pero tú dirás “pero mira cómo viven” bueno, pues mira la carta a los
corintios, esa es la iglesia de Dios:

2 a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos
con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos
y nuestro.
1 Corintios 1:2

Pero más adelante vemos que había problemas fuertes tales como el de un hijo acostándose con la
esposa de su padre, pero no solo eso, sino que en el capitulo 11:17-22 vemos a los hermanos
divididos, participando de la Cena del Señor a su manera. Claro, que en los versos 29 al 32 vemos a
Dios actuando con disciplina y castigo, como con su pueblo, pero dice Pablo en el capítulo 10:

Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y
todos pasaron el mar; 2 y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, 3 y todos
comieron el mismo alimento espiritual, 4 y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque
bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo. 5 Pero de los más de ellos no se
agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto.6 Mas estas cosas sucedieron como
ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron.
1 Corintios 10:1-6

Pero es la iglesia pablo se refiere a ellos como “santos llamados del Señor” es tan fatal, pero es el
pueblo. El profeta piensa “yo estoy sufriendo, yo me iría de aquí, no aguanto ver esto” pero Dios lo
tiene ahí, porque alguien tiene que seguir hablando, porque la única esperanza del pueblo es, que
un día la Palabra de Dios, ministrada por el Espíritu Santo, obre en los corazones.

Hermano, yo prefiero a un pecador aquí dentro, que ahí fuera; porque ahí afuera no está siendo
confrontado con la verdad, aquí dentro por lo menos tengo una esperanza que un día, el sermón
golpee su corazón y el Espíritu Santo haga la obra. No dejes de traer a incrédulos aquí, confía en el
poder de la Palabra.

Hoy pueden ser un valle de huesos secos y mañana será un gran ejército, todo depende de la obra
que haga el Señor, pero no es tolerar, es decir “ojalá vengan, ojalá escuchen y ojalá Dios obre” pero
no aceptarlo con una sonrisa.

Hermano, el corazón de los profetas lloraba al ver al pueblo, tu corazón y el mío debería llorar al
pensar en la iglesia del Señor.

Hermano ¿cómo te sientes tú aparecen cantantes como Camilo, Jesús Adrián Romero, Marcos
Witt, diciendo que son creyentes? ¿cómo te sientes tú cuando ves a cantantes como Justin Bieber y
Selena Gómez que viven haciendo video clips semidesnudos, diciendo “yo soy cristiano y me
bautizaron en Hillsong”? ¿cómo te sientes cuando aparecen falsos profetas como Maldonado, Cash
Luna y predican ese evangelio de risa y de prosperidad? y tú sabes que los del mundo los miran y
nos meten a todos en el mismo costal.

Cuando las personas me preguntan ¿a qué te dedicas? soy predicador de una iglesia, parece que
me ven el símbolo de pesos en los ojos, piensan “un vago que se enriquece a costa de los demás” y
Hasta cuando Señor “LIBROS DE HABACUC”

yo tengo mi conciencia tranquila, pero es lo que ellos han provocado. Los falsos son los que
provocan que mucha gente diga “la iglesia está llena de hipócritas”.

Deberíamos sufrir al ver la condición del pueblo de Dios, deberíamos llorar al ver lo que está
pasando en la iglesia. Hay veces que entran ganas de decir “los dejo, no me siento identificado con
ninguno, cada quien hace lo que quiere, viven como quieren, todos faltan, nadie se compromete,
parecen niños, me iría a un monte a buscar al Señor, como lo hizo San Agusti de Hipona en sus
últimos años, solo” pero no puedes, porque sabes que siguen siendo hermanos.

¿HASTA CUÁNDO, OH SEÑOR?

Y es ahí, en ese contexto, en el que se levanta la voz del profeta Habacuc y grita “¿hasta cuándo
Señor?”

La expresión “¿hasta cuándo?” en este texto, tiene un tono de queja. Habacuc está reclamando a
Dios, pero no siempre tiene un tono negativo como el de Habacuc, por ejemplo:

Mi alma también está muy angustiada; y tú, oh Señor, ¿hasta cuándo?


Salmo 6:3

¿Hasta cuándo, oh Señor? ¿Me olvidarás para siempre?


¿Hasta cuándo esconderás de mí tu rostro?
2 ¿Hasta cuándo he de tomar consejo en mi alma,
teniendo pesar en mi corazón todo el día?
¿Hasta cuándo mi enemigo se enaltecerá sobre mí?
Salmo 13:1-2

Hermanos en los salmos es común ver una expresión de “hasta cuando” y no siempre es algo que
se queja a Dios, es de un corazón que sufre.

 Es normal estar pasando por un tratamiento de quimioterapia con el pelo caído, sufriendo
y decir Señor “hasta cuándo”.
 Es normal estar sufriendo alguna circunstancia en la vida y clamar al Señor “hasta cuándo”.

No con un tono de queja o murmurando al Señor, no quejándote de que el Señor te esté dejando
pasar por ahí, pero sufriendo y diciendo “Señor, soy débil, no sé hasta dónde darán mis fuerzas, no
sé hasta donde aguantaré, no sé hasta dónde podré seguir ¿hasta cuándo Señor pasaré por esto?
¿cuánto durará esta enfermedad? ¿cuánto durará esta situación? ¿cuánto durará esta prueba? es
normal, es más, es al Señor al que debemos levantar nuestras quejas, nuestro dolor, nuestro
sufrimiento; los salmos están llenos de expresiones de “hasta cuándo”, de personas que están
sufriendo y le preguntan al Señor “¿cuánto más va a durar” no quejándose de porque ellos, pero
diciéndole al Señor que están sufriendo.

Pero el tono de Habacuc es diferente, él se está quejando y su oración que es así:

2b “te pido que me ayudes, pero tú no me escuchas; ¿cuándo vas a hacerme caso? Te he rogado
que acabes con la violencia, pero tú no haces nada.
Hasta cuando Señor “LIBROS DE HABACUC”

3 ¿Por qué me obligas a ver tanta violencia e injusticia? Por todas partes veo sólo pleitos y peleas;
por todas partes veo sólo violencia y destrucción.
4 Nadie obedece tus mandamientos, nadie es justo con nadie. Los malvados maltratan a los
buenos, y por todas partes hay injusticia.
Habacuc 2:2b-4

Habacuc está mirando a su alrededor y dice que hay:


 Rencillas,
 Discordia,
 La ley no se está cumpliendo,
 El impío está gobernando,
 El impío está oprimiendo al justo,

Todo lo que ve Habacuc es pecado, maldad, blasfemia, desobediencia, es un pueblo de espaldas al


Señor y Habacuc dice es:

“¿hasta cuándo clamare y no escucharás;

Habacuc está reclamando dos cosas:

a) Número uno: La inactividad de Dios.

Literalmente, Habacuc está quejándose porque Dios no hace nada “hasta cuando pediré
ayuda y no dirás nada” “hasta cuando demandare violencia y salvarás”. La expresión “no
salvarás” significa “no vendrás el rescate”. Habacuc se está quejando porque todo eso pasa
y Dios no hace nada. En el salmo 83:1 hay una expresión que podemos entender mejor:

Oh Dios, no permanezcas en silencio;


no calles, oh Dios, ni te quedes quieto.

Habacuc está clamando al Señor “haz algo, ponle fin a esto ya, arréglalo, es tu pueblo, eres
Dios, eres santo y eres soberano, eres todopoderoso, fulmina lo que tengas que fulminar y
endereza lo que tengas que enderezar, pero haz algo” y ¿saben qué hace Dios? no hace
nada.

Seguro que esa oración no es de ese momento, seguro que ese clamor es, un día y otro día
y otro día; quizá un mes y otro mes; quizá un año y otro año: y el Señor no hace nada, pero
Habacuc no solo se está quejando de que ve que Dios no hace nada,

b) Número dos: El silencio de Dios.

Además de que se queja de que ve que Dios no hace nada, también se queja de que no
dice nada; porque no solo no está actuando, sino que está en silencio.

El Salmo 35:22-23 dice así:

22 Tú lo has visto, Señor, no calles; Señor, no estés lejos de mí.


23 Despierta y levántate para mi defensa y para mi causa, Dios mío y Señor mío.
Hasta cuando Señor “LIBROS DE HABACUC”

Es como si el salmista y Habacuc estuvieran diciendo:


 ¿no ves lo que están haciendo?
 ¿no ves lo que está pasando?
 ¿no ves cómo está la iglesia?
 ¿no ves cómo está el pueblo?
 ¿no ves todo el pecado?
 ¿no ves toda la injusticia?
 ¿no ves toda la maldad?

Y no haces nada.

Es como si tú estuvieras en la calle, delante un banco y vieras a un grupo de cuatro


asaltantes entrar al banco a atracar el banco y justo en la puerta, un grupo de policías
parados y tú sacudieras al policía diciendo “están robando, se están llevando todo, están
apuntando con pistolas a las personas y ustedes son los únicos que pueden hacer algo” y
los policías se quedarán quietos; daría coraje, rabia.

Habacuc se está quejando así, Habacuc sabe que el único que puede cambiar el panorama
es Dios.

¿Acaso creen que un predicador cambiara la iglesia? ¿acaso creen que Paul Washer, John F.
MacArthur, Sugel Michelén, ni Jonathan Edwards, ni Charles Spurgeon cambio la iglesia, ni
ningún predicador de hoy cambiara la iglesia? Cuando vemos el sufrimiento, la injusticia, el
pecado y la decadencia actual, no recurrimos a los hombres, recurrimos a Dios, porque
sabemos que el único que puede cambiar el panorama es el Señor.

Hermano, no vayas a buscar en los hombres las cosas que solo puede arreglar Dios, la
angustia de tu alma sólo la puedes satisfacer Dios; el dolor de tu corazón sólo lo puede
sanar Dios; las heridas sin cerrar sólo las puede cicatrizar Dios; el perdón que te cuesta dar,
sólo lo puede hacer Dios; el pecado que te cuesta soltar sólo lo puede hacer Dios; la
tentación que te cuesta evitar, sólo lo puede hacer Dios; apóyate en los hermanos, busca
consejo en los hermanos, pero recuerda que solo Dios puede hacer las cosas.

No pongas tu fe en los hermanos, no pongas tu fe en los pastores, no pongas tu fe en los


predicadores, busca consejo de sus pastores, busca la guía de tus pastores y honra a tus
pastores, pero creerle a Dios, Él es el que cambia, Él es el que transforma y Habacuc sufre,
porque el único que puede cambiar al pueblo no está diciendo nada.

Cuando el profeta Ezequiel se encuentra en el valle de huesos secos y Dios le pregunta:

3 Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes.
Ezequiel 37:3

Es decir, yo no puedo dar vida a huesos secos, pero tú si puedes. La predicación no cambia
vidas, es Dios que obra a través de la predicación; es como cuando decimos la frase:

La oración eficaz del justo puede mucho.


Hasta cuando Señor “LIBROS DE HABACUC”

Santiago 5:16

Y automáticamente decimos “la oración tiene poder” no, hay poder en Dios que responde
la oración; hay poder en Dios que obra a través de la predicación; el poder no está en lo
que hacemos, el poder está en el Dios que obra a través de lo que hacemos, mi oración no
tiene poder, pero mi oración está dirigida a aquel que todo lo puede.

La expresión “la oración del justo puede mucho” no es porque la oración del justo tiene
poder, es porque el justo clama y el Todopoderoso oye.

Habacuc sabe que solo Dios puede hacer algo, pero lo que está viendo en Dios es inactividad, es
silencio.

A veces te puede haber pasado:

 Te están criticando, clamas al Señor y ves que no pasa nada;


 Te han traicionado, te han hecho algo malo, tú no les habías hecho nada y clamas al Señor
y ves que no hace nada.

Pues déjame decirte algo, a lo largo de tu vida van a haber momentos que vas a clamar y va a
parecer que Dios hace silencio; a lo largo de tu vida va a haber momentos que vas a clamar y te va
a parecer que Dios no está haciendo nada, pero hermano, es que el Señor solo hace las cosas
cuando quiere, no cuando pides.

Que Dios no esté diciendo nada o que Dios no esté haciendo nada, no significa que Dios te esté
ignorando, significa que Dios es soberano y hará lo que quiera, cuando quiera, como quiera y si
quiere, porque es Dios. Romanos 9:14-24

Habacuc está reclamando al Señor y diciendo “¿hasta cuándo vas a permitir esto, hasta cuándo vas
a consentir esto, hasta cuándo vas a dejar que todo esto pase, sin hacer nada y sin decir nada? y el
Señor de momento no le dice nada, sigue en silencio ¿Cuál sería la respuesta de usted? “hasta que
Dios quiera”.

Porque lo que está pasando, no es culpa de Dios; es como si tu hijo infringe la ley y va corriendo a
ti “papá, papá, líbrame de ese problema” ¿Cuál sería tu respuesta? “hijo, te metiste allí y te voy a
dejar un poco para que aprendas la lección, te voy a dejar que veas un poco el abismo en el que te
estás metiendo para que tengas más cuidado la próxima vez” tú lo haces porque le amas y quieres
que tu hijo aprenda, a veces el Señor ha dejado a su pueblo al borde del abismo para que su
pueblo aprenda las consecuencias de darle la espalda a su Señor.

Tristemente, a lo largo de la biblia, vemos que somos un pueblo que, a pesar de eso, no
aprendemos. Muchas hermanos, en la pandemia, se quejaron porque quitamos los servicios
dominicales y reconocieron el valor de lo que era tener una iglesia y valor de estar con los
hermanos, aprendimos mucho el valor de los domingos, solos en casa, pero ¿cuánto nos duró esa
lección? Hoy día siguen faltando, hasta cuando le daremos el verdadero valor de:

haced completo mi gozo, siendo del mismo sentir, conservando el mismo amor, unidos en espíritu,
dedicados a un mismo propósito. Filipenses 2:2 LBLA
Hasta cuando Señor “LIBROS DE HABACUC”

¿ A cuántos se les olvidara mañana que perdieron un padre, una madre, un hijo, que Dios les
enseñó muchas cosas con ellos? ¿cuánto? porque el pueblo es así.

El pueblo está mal, los castigo porque han adorado otros dioses, “Señor perdónanos” ok, dos días
después, el pueblo vuelve al mismo pecado. Hermano, eso nos tiene que servir como aprendizaje.

DESEO Y CELO POR LA JUSTICIA Y SANTIDAD DE DIOS.

El profeta sufre, pero hermanos, el profeta no se está quejando como una persona arrogante,
porque él es bueno y el resto malo, el profeta se está quejando porque, lo que está siendo
insultado es la santidad de Dios.

El problema de un profeta no era lo que le dijeran a él, era lo que le hacían a Dios. Miren estos
salmos y estos salmos están en la biblia:

Acábalos en tu furor, acábalos, para que ya no existan;


para que los hombres sepan que Dios gobierna en Jacob,
hasta los confines de la tierra. (Selah)
Salmos 59:13 LBLA

¿Alguien ha orado así por mi?

8 Oh hija de Babilonia, la devastada,


bienaventurado el que te devuelva
el pago con que nos pagaste.
9 Bienaventurado será el que tome y estrelle tus pequeños
contra la peña.
Salmo 137:8-9 LBLA

Qué bonito deseo para alguien “ojalá venga un ejército y tome tus bebés y los reviente contra una
piedra” eso está en la biblia. Los salmos son inspirados por Dios, el mismo Dios que inspiró “el
Señor es mi pastor y nada me faltará” inspiró esto también, esto no es “se nos ha colado un salmo
inspirado por los hombres” no:

16 Toda la Escritura es inspirada por Dios…


2 Timoteo 3:16

Ya se que no nos gusta leer estas cosas, porque no conseguimos entender, cómo alguien puede
orar a sí.

Caigan sobre ellos carbones encendidos;


sean arrojados en el fuego,
en abismos profundos de donde no se puedan levantar.
Salmo 140:10 LBLA
Hasta cuando Señor “LIBROS DE HABACUC”

Estas son oraciones de siervos, reyes y profetas de Dios; es el pueblo de Dios orando al Señor; es lo
que nosotros conocemos como salmos imprecatorios.

No conseguimos entender esto ¿Por qué? porque parece que contradice un mandato de Jesús:

44 Pero ahora yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los maltratan.
Mateo 5:44 TLA

La mayoría de veces que leemos los salmos imprecatorios, quien había sido ofendido no éramos
nosotros era Dios. Esos salmos no se están quejando porque alguien ha tenido un choque personal
contra otra persona, la mayoría de veces, a pesar de que algunos salmos pueden nacer de malos
corazones, porque pueden ser hombres de Dios, pero siguen siendo hombres; pero la gran mayoría
de veces, estos salmos reflejan el dolor de un corazón que ve como Dios es pisoteado.

Nosotros hemos sido enseñados que debemos amar a nuestros enemigos y es cierto, pero:
 ¿cómo te sientes cuando te enteras que mujeres están en la calle gritando “queremos
abortar libremente, queremos matar a los bebés en el vientre”?
 ¿cómo te sientes cuando una mujer sale en la televisión y dice “ahora que el aborto ha
sido legalizado, lo primero que haré será, embarazarme para poder abortar gratuitamente,
libremente en mi país”?
 ¿cómo te sientes cuando presentadores de televisión o políticos salen a blasfemar en el
nombre de tu Dios?
 ¿cómo te sientes cómo te sientes cuando ves que los gobernadores promueven leyes que
favorece a la pedofilia, dejando que, dentro de nada, hombres de 60 años anden con niñas
de 10 años y los veremos en la calle, que no sabremos si es una nieta con el abuelo o un
hombre con su mujer?
 ¿cómo te sientes al ver que tú dices algo y eres un retrógrada machista y homófobo, pero
si a ellos se les antoja, en carnaval se disfrazan de monja o de Jesús y hacen burla?
 ¿cómo te sientes cuando el mundo critica el cristianismo y todos lo aplauden y si el
cristianismo llama el pecado por su nombre, somos los enemigos de la nación?
 ¿cómo te sientes cuando el mundo escupe a Dios?
 ¿cómo te sientes cuando el gobierno escupe a Dios?
 ¿cómo te sientes cuando ves que todas las leyes son contra Dios? eutanasia, que se
mueran cuando quieran, Dios no vale nada; el hombre decide la vida y la muerte; el
hombre decide quién nace y quién no nace; el hombre decide.

¿cómo te sientes al ver todo eso? ¿cómo te sientes en medio de un pueblo que se ríe en la cara de
Dios, que se burla de Dios, que se mofa de Dios? ¿cómo te sientes?

El problema de estos hombres no era que estaban atentando contra ellos mismos, el problema de
esos hombres es que, estaban atentando contra Dios y su pueblo; estaban clamando por justicia.

Porque ¿quién vengara la sangre de cada bebé asesinado en el vientre? ¿quién vengara la sangre
de cada niño violado y asesinado por sus padres? ¿Quién vengara la sangre de los más pequeños?
estaban clamando por justicia.
Hasta cuando Señor “LIBROS DE HABACUC”

¿cómo te sientes cuando nuestros hermanos son degollados en la china, nuestros hermanos son
encerrados en una iglesia en Nigeria, con la llave por fuera y prendiéndole fuego a la iglesia con
mujeres, predicadores y niños dentro? ¿Quién vengara su sangre?

Un policía norteamericano mata a un afroamericano y salen calles revolucionadas en televisión,


pero queman vivos a nuestros hermanos en Nigeria y el mundo hace silencio ¿Quién vengara su
sangre? ¿Quién habla por ellos? ¿Quién protesta por ellos?

Eso es lo que sentían los salmistas, sufren cuando se están burlando de Dios, cuando están pisando
al pueblo de Dios, cuando están atacando al pueblo de Dios sufren y le piden a Dios que haga
justicia.

Hermano los salmistas no son los únicos que usaron un lenguaje con un tono vengativo de justicia:

29 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque edificáis los sepulcros de los profetas y
adornáis los monumentos de los justos, 30 y decís: «Si nosotros hubiéramos vivido en los días de
nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en derramar la sangre de los profetas». 31 Así
que dais testimonio en contra de vosotros mismos, que sois hijos de los que asesinaron a los
profetas. 32 Llenad, pues, la medida de la culpa de vuestros padres. 33 ¡Serpientes! ¡Camada de
víboras! ¿Cómo escaparéis del juicio del infierno? 34 Por tanto, mirad, yo os envío profetas, sabios
y escribas: de ellos, a unos los mataréis y crucificaréis, y a otros los azotaréis en vuestras sinagogas
y los perseguiréis de ciudad en ciudad, 35 para que recaiga sobre vosotros la culpa de toda la
sangre justa derramada sobre la tierra, desde la sangre del justo Abel hasta la sangre de Zacarías,
hijo de Berequías, a quien asesinasteis entre el templo y el altar. 36 En verdad os digo que todo
esto vendrá sobre esta generación.
Mateo 23:29-33 LBLA

¿Quién dijo esto? el Señor Jesús. Es el Señor Jesús declarando el juicio contra ellos “vas a pagar por
lo que han hecho” eso es lo que está diciendo Jesús.

 Dios es misericordioso, pero ha visto lo que has hecho.


 Dios es misericordioso, pero ha visto como has matado a sus profetas;
 Dios es misericordioso, pero ha visto cómo has torturado a su pueblo;
 Dios es misericordioso y de Dios nadie se burla.

Ninguna blasfemia contra Dios quedará en pie el día del juicio, ninguna, aquel día todos serán
juzgados bajo la santa justicia e ira de Dios. Nadie quedará en pie ante el Señor.

El Señor Jesús, cuando le atacaban a él, hacía silencio, cuando se burlaban de él, cuando se metían
con él, cuando se reían de él, hacía silencio; pero ¿Cómo se puso el Señor, cuando llega y ve los
cambistas en el templo? eso es lo que pasa en esos salmos; “métete conmigo, pero no te burles
del Santo, de nosotros decir lo que quieras, somos pecadores, somos hombres, fallamos y nos
equivocamos, criticarnos si quieres, búrlate de nosotros, pero no te burles de Dios”.

El celo de esos salmos, el celo de Jesús, el celo de los profetas, el celo de Habacuc, es el celo por la
santidad de Dios; no importa lo que los pecadores hacen ahí afuera, pero esto representa a Dios,
debemos tener temor, debemos andar en santidad, debemos obedecer, porque si no, mejor no
decir que somos cristianos. Es como “no avergoncemos a Dios”.
Hasta cuando Señor “LIBROS DE HABACUC”

Es ese celo, Dios no puede ser avergonzado ¿que mal nos ha hecho, qué injusticia nos ha
cometido?:
 Nos libró de Egipto;
 Mandó el maná;
 Nos protege;
 Te ha dado vida;
 Hace latir tu corazón;
 Tu hijo está vivo por la gracia de Dios;
 Tu matrimonio sigue ahí, por la gracia de Dios;
 Tus ojos ven por la gracia de Dios;

Él merece honra, reverencia, obediencia y ese es el celo de esos salmos, “Señor ¿hasta cuándo
permitirá que se burlen de ti? ¿hasta cuándo permitirás que se sigan llamando iglesia? ¿hasta
cuánto permitirás que sigan blasfemando esos falsos profetas diciendo “así dice el Señor” cuando
no son tus siervos? Señor ¿hasta cuándo? has justicia Señor.

Atención hermanos, porque debemos tener mucho cuidado ¿Por qué? porque nosotros somos
pecadores y a veces nosotros clamamos justicia divina movido con un poco de malas motivaciones
del corazón.

Una vez un hermano que corrigió a otro hermano, recibió de este hermano un recadito debajo de
su puerta que decía “quiero que sepas que yo también oro los salmos imprecatorios” y el hermano
dijo “ya se a lo que se refiere”.

Yo no suelo orar esos salmos, porque sé que mi corazón muchas veces tiene la justicia un poco
nublada, porque muchas veces yo estoy motivado por mis emociones; estos hombres estaban
inspirados por Dios.

¿Qué enseñanza he aprendido en mi vida? y es la que aplico, entender que la venganza está en las
manos de Dios, no en las mías.

Mía es la venganza y la retribución;


a su tiempo el pie de ellos resbalará,
porque el día de su calamidad está cerca,
ya se apresura lo que les está preparado».
Deuteronomio 32:35 LBLA

19 Amados, nunca os venguéis vosotros mismos, sino dad lugar a la ira de Dios, porque escrito
está: Mia es la venganza, yo pagare, dice el Señor.
Romanos 12:19 LBLA

hermanos a veces nosotros estamos con una justicia nublada por nuestras malas emociones malos
sentimientos, por nuestras heridas, por eso debemos entregar todo lo que pasa en las manos del
Señor, pero podemos clamar al Señor y decirle “Señor, esto ven mis ojos, esto está pasando y eso
está en tus manos; tú decides hacer con cada uno”.
Hasta cuando Señor “LIBROS DE HABACUC”

¿Quién soy yo para determinar el destino de un ser humano? ¿quién soy yo para determinar quién
merece infierno y quién merece gloria eterna? ¿quién soy yo, si yo he sido redimido y también era
uno de los que le daba la espalda a Dios? Pero los santos claman por justicia a lo largo de la biblia,
mira:

9 Cuando el Cordero abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido
muertos a causa de la palabra de Dios y del testimonio que habían mantenido; 10 y clamaban a
gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, oh Señor santo y verdadero, esperarás para juzgar y vengar
nuestra sangre de los que moran en la tierra? 11 Y se les dio a cada uno una vestidura blanca; y se
les dijo que descansaran un poco más de tiempo, hasta que se completara también el número de
sus consiervos y de sus hermanos que habrían de ser muertos como ellos lo habían sido.
Apocalipsis 6:9-11 LBLA

Gente había muerto por la Palabra y le están diciendo al Señor “¿hasta cuándo vas a permitir que
los que nos matan sigan campantes?” y el Señor les dice “espera un poco, falta todavía gente,
incluso, por morir por mí y cuando ya estén todos, haré lo que tengo que hacer”.

Hermano, nuestra esperanza no está en que Dios haga algo hoy, nuestra esperanza está en que,
Dios va a hacer algo, es una diferencia.

Vemos todo esto y nos podemos preguntar ¿hasta cuándo? pero Dios no promete que hara algo
hoy o mañana, pero hay una promesa, Dios va a hacer justicia:

13 Por tanto, así dice el Señor Dios:


He aquí, mis siervos comerán, mas vosotros tendréis hambre;
he aquí, mis siervos beberán, mas vosotros tendréis sed;
he aquí, mis siervos se alegrarán, mas vosotros seréis avergonzados;
14 he aquí, mis siervos darán gritos de júbilo con corazón alegre,
mas vosotros clamaréis con corazón triste,
y con espíritu quebrantado gemiréis.
15 Y dejaréis vuestro nombre como maldición a mis escogidos;
el Señor Dios te matará,
pero mis siervos serán llamados por otro nombre.
16 Porque el que es bendecido en la tierra,
será bendecido por el Dios de la verdad;
y el que jura en la tierra,
jurará por el Dios de la verdad;
porque han sido olvidadas las angustias primeras,
y porque están ocultas a mis ojos.
Isaías 65:13-16 LBLA

Hermano, un día Dios hará justicia, un día Dios va a dar a cada uno según sus obras, nosotros
vamos a llorar aquí, reiremos allá; nosotros estaremos angustiados aquí, tendremos gozo allá;
nosotros podremos sufrir un poco de tiempo aquí, pero los leves sufrimientos de este tiempo
presente, no se comparan al peso de gloria que nos espera; ellos reirán aquí, sufrirán mañana;
ellos se mofarán aquí, mañana sufrirán; ellos hoy se reirán y dirán “dónde está su Dios, nos
burlamos de él y nada hace, nos reímos de él y nada pasa, vivimos en pecado, acaso me castiga” si
fuera santo ¿no me castigaría? ¿si esto fuera pecado no haría algo? pero tú sabes que el día del
Hasta cuando Señor “LIBROS DE HABACUC”

juicio llega y que Dios ha prometido que pagará a cada uno conforme a sus obras y nadie va a
escapar del juicio de Dios, absolutamente nadie, ni tú, ni yo.

La única diferencia es que tú y yo, nos hemos arrepentido de nuestros pecados, hemos humillado
nuestros corazones ante Él y hemos puesto nuestra fe en la obediencia de Cristo, en su muerte y
en su resurrección.

Ya no nos burlamos de Dios, intentamos vivir para su gloria, fallamos a veces, caemos, nos
equivocamos, pero intentamos honrarle con nuestra vida y ahora nos duele ver, quizá lo que antes
aplaudíamos, ahora nos da tristeza lo que antes nos daba alegría; pero lo que más duele, pero es
una realidad, es que:

BIEN Y MAL ESTARÁN JUNTOS HASTA LA SIEGA.

El impío y el justo, el mal y el bien, van a estar juntos hasta el día de la cosecha. Nosotros vamos a
estar juntos con los impíos hasta el día de la siega:

36 Entonces dejó a la multitud y entró en la casa. Y se le acercaron sus discípulos, diciendo:


Explícanos la parábola de la cizaña del campo. 37 Y respondiendo Él, dijo: El que siembra la buena
semilla es el Hijo del Hombre, 38 y el campo es el mundo; y la buena semilla son los hijos del reino,
y la cizaña son los hijos del maligno; 39 y el enemigo que la sembró es el diablo, y la siega es el fin
del mundo, y los segadores son los ángeles. 40 Por tanto, así como la cizaña se recoge y se quema
en el fuego, de la misma manera será en el fin del mundo. 41 El Hijo del Hombre enviará a sus
ángeles, y recogerán de su reino a todos los que son piedra de tropiezo y a los que hacen iniquidad;
42 y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el crujir de dientes. 43 Entonces los justos
resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos, que oiga.
Mateo 13:36-43 LBLA

Yo clamó a Dios, yo ruego a Dios, pero yo espero el gran día del Señor. Yo no espero que aquí las
leyes cambien, es más, cada ley nueva no me sorprende en absoluto, me duele, rompe mi corazón,
ver como pervierten a los niños, como destrozan la vida humana, como dejan sin valor la vida de
alguien, hasta el punto de decir “no es una persona, porque apenas tiene días”; me duele cuando
el pueblo de Dios, que dice ser el pueblo de Dios le da la espalda a Dios, desobedece a Dios, peca
contra Dios y los púlpitos, donde teóricamente deben estar los hombres que sirven en el altar, los
más honroso, temerosos del Señor, que con reverencia a su Palabra y su verdad, deberían enseñar
a la iglesia donde sirven, se mofan de Dios, hablan en su nombre, sin Dios haber hablado.

Nuestro corazón sufre, hermano el título del sermón no es “¿hasta cuando Señor?” por tu dolor
personal o porque tú estás triste y quieres que estar alegre; el título del sermón es “¿hasta cuando
Señor?” porque nos duele ver como se burlan de Dios, nos duele mirar por la ventana de nuestra
casa y no ver una gota de bondad en las calles donde vivimos y nuestro corazón clama al Señor
“¿hasta cuando Señor?”.

Pero el Señor nos enseña algo “esperad un poco más, la siega esta cerca y aquel día ustedes
estarán con las ovejas, venid benditos de mi Padre, a ese lugar que he preparado para vosotros y
ese día hare justicia y a ellos los pondré a mi izquierda y los enviaré al infierno que prepare para
satanás y sus ángeles”
Hasta cuando Señor “LIBROS DE HABACUC”

Hermano, ora en el Señor, espera en el Señor y recuerda esta frase, cuando te vayas hoy:

Pase lo que pase, aunque Dios parezca que no te escucha, aunque Dios parezca que no hace
nada y aunque Dios parezca que esté tolerando algo, incluso contra ti o contra Él, Dios es justo y
el juicio está cerca.

Solo da gracias, porque tú ya has degustado de su misericordia y si puedes, predica, porque eso sí
podemos hacer y esperemos en el Señor que otros puedan disfrutar de esa misma gracia y
misericordia también. Y los que lo rechacen, el diluvio no será nada comparado con la eternidad
que les espera.

Vamos a orar.

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