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Monseñor Lefebvre
Un obispo
en la tormenta
Editorial
Sólo el cielo lo sabe
Q
ueridos hermanos, queridos batirse. Hay un combate en la vida, pero
religiosos, queridísimos fieles, sobre todo un combate para conquistar
queridos amigos: la eternidad, lo cual implica muchas co-
Mi intención es hablarles de las cua- sas.
lidades de la milicia espiritual, cristiana, Por ello se necesita un espíritu com-
católica, de las condiciones que debe bativo. ¿Qué se requiere de parte de un
revestir el combate por la fe y evidente- soldado? Por supuesto que sea capaz de
mente decirles algunas palabras sobre la luchar, de batirse, que sea animoso, va-
situación de la Hermandad en relación liente.
con Roma. Ese texto muy corto hace referencia a
En el libro de Job está dicho: Militia una Providencia, pues tanto un soldado
est vita hominis super terram et sicut como un mercenario están al servicio de
dies mercenarii dies ejus (Job 7, 1). La un señor, por lo tanto combatimos por
vida del hombre sobre la tierra es un Dios, combatimos por nuestro Señor
tiempo de combate, y sus días son como Jesucristo. Nuestro Señor Jesucristo es
los del mercenario. Es la Escritura, es nuestro Jefe, nuestro Señor, pero Él es
Job quien nos da esta figura muy inte- también el señor de la historia, y su Pro-
resante. videncia gobierna todas las circunstan-
Si la vida de todo hombre sobre la cias particulares.
tierra es un combate, con más razón la San Juan de la Cruz dice que todo es
vida del católico, del cristiano bautiza- Providencia, en el sentido de que todo
do, confirmado y por lo tanto enrolado lo que nos ocurre nos es enviado de una
en este combate por Cristo Rey. Y yo di- forma enteramente consciente y querida
ría que si la vida de todo cristiano es un por la Providencia.
combate, la vida del cristiano de hoy es
por excelencia una lucha, un combate, Una visión sobrenatural del com-
un tiempo de servicio. bate de la fe
En esa frase encontramos enunciada
la necesidad del combate, es necesario, Así un soldado, un mercenario lu-
es nuestra condición, y ello no es nuevo, chan y combaten por una victoria, y si
siempre y en todas partes ha hecho falta la vida aquí abajo es un combate, ello
4 Lecciones útiles de la prueba sufrida
quiere decir que la victoria no es de esta pide a nosotros es defender el bien que
tierra. Si toda nuestra vida es un comba- tenemos y no ser vencidos.
te, ello quiere decir que nuestra victoria
está en la Eternidad. Las enseñanzas del cardenal Pie
Creo que hace falta que conservemos
esta visión de Fe sobrenatural del com- Hay un texto del cardenal Pie que
bate. querría leerles; está lleno de Fe, de ense-
Luchamos en esta vida en la tierra ñanzas, y está admirablemente bien ex-
por una corona eterna. Pero no es para presado: «El sabio de Idumea ha dicho:
desmovilizarnos, pues un cristiano, un “La vida del hombre sobre la tierra es
católico sabe que el combate se lleva a un combate” (Job, VII, 1) y esta verdad
cabo en esta vida, que es muy real, que no se aplica menos a las sociedades que
hace falta batirse. Mas sabiendo que la a los individuos. Compuesto de dos sus-
victoria definitiva se sitúa en la Eterni- tancias esencialmente distintas, todo
dad, por decirlo así no tenemos verda- hijo de Adán lleva en sus seno, como
deramente necesidad de victoria en esta la esposa de Isaac, dos hombres que se
vida, si Dios no lo quiere, ya que nuestra contradicen y se combaten (Génesis,
victoria, en última instancia, es conquis- XXV, 22). Esos dos hombres o, si quie-
tar la Eternidad para nosotros igual que ren ustedes, esas dos naturalezas tienen
para los nuestros. tendencias e inclinaciones contrarias.
Además, ese pequeño versículo de Arrastrado por la ley de los sentidos,
Job nos muestra otros aspectos de este el hombre terrestre está en perpetua
combate, por ejemplo: es penoso –pe- insurrección contra el hombre celeste,
noso, en el sentido etimológico de la pa- regido por la ley del espíritu (Gálatas,
labra–, el combate por la Fe, el combate V, 17): antagonismo profundo, y que no
espiritual, sobrenatural, supone sufri- podría terminar aquí abajo sino por la
mientos y pruebas, contradicciones, e defección vergonzosa del espíritu, en-
incluso derrotas en esta vida. tregando las armas a la carne y librán-
Santa Teresa de Jesús tiene un tex- dose a su discreción».
to bellísimo donde dice que lo que se le Así pues la sola manera de llegar a la
pide al cristiano no es vencer sino lu- paz en ese combate, por lo tanto al paci-
char, o más bien muestra que el hecho fismo, es la victoria de la carne, y si no
de combatir por la Fe es ya la victoria del queremos esa paz, estamos obligados a
cristiano. combatir hasta nuestra muerte; puesto
Y un autor decía: De hecho Dios no que el triunfo está más allá. Es preci-
exige de nosotros la victoria, pero exige samente lo que el cardenal Pie quiere
de nosotros que no seamos vencidos. decirnos: «Digámoslo pues, herma-
Reflexión muy interesante, ven ustedes nos míos, la vida del hombre sobre la
que pueden muy bien aplicar todo eso a tierra, la vida de la virtud, la vida del
esta crisis de la Iglesia. deber, es la noble coalición, es la san-
Dios no nos ordena vencer, es Él ta cruzada de todas las facultades de
quien da la victoria, si quiere, cuando nuestra alma, sostenida por el refuerzo
quiere, como quiere. Ello no le cuesta de la gracia, su aliada, contra todas las
absolutamente nada. Pero lo que nos fuerzas reunidas de la carne, del mun-
Lecciones útiles de la prueba sufrida 5
do y del infierno: “Militia est vita homi- mayor desgracia que puede caer sobre
nis super terram”». una nación, es el armisticio entre esas
Es un combate para nosotros, pero dos potencias adversas. Ese armisticio
es también un combate social, público: se vio en el paganismo.
«Ahora bien, si se pasa a considerar Y el Espíritu Santo, que nos ha pin-
esos mismos elementos rivales, esas tado el cuadro de todas las infamias
mismas fuerzas enemigas, ya no en el sociales y domésticas que resultaban de
hombre individual sino en esa reunión aquella monstruosa capitulación (Sap.,
de los hombres que se llama la XIV), termina su retrato con
sociedad, entonces la lucha este último rasgo: que
cobra proporciones ma- los hombres, viviendo
yores». Y el obispo de sin pensarlo en ese
Poitiers cita la Es- marasmo mil ve-
critura, el Génesis: ces más mortífero
«“Los dos hijos que la guerra,
que se enfrentan se engañaban
y entrechocan hasta dar el
en tu seno, dice nombre de paz
el Señor a Re- a males tan nu-
beca, son dos merosos y tan
naciones; tus grandes». Es
dos hijos serán exactamente la
dos pueblos, uno situación actual,
de los cuales será ¿no es así? ¡La
domado por el paz, la paz, la paz!
otro y deberá obe- «Insensibilidad
decerle” (Gen., XXV, funesta, prosigue el
23). Así, hermanos cardenal Pie, que no
míos, el género humano era sino la de la muer-
se compone de dos pue- te, paz lúgubre que habría
blos, el pueblo del espíritu y que comparar al silencioso y
el pueblo de la Luis Fernando Deseado Eduardo Pie (1815-1880), más cono- tranquilo tra-
materia; uno, cido como el cardenal Pie, sintió muy joven vocación para bajo del gusa-
el sacerdocio y no tardó en ser nombrado vicario general
en el cual pare- de Chartres. Ocupaba este cargo cuando fue preconizado no que roe el
ce personificar- obispo de Poitiers (1849), y regentó esta diócesis cerca de cadáver en el
se el alma con un tercio de siglo, habiendo dado durante este tiempo
grandes pruebas de firmeza de carácter. En un Mandement
sepulcro».
todo lo que tie- censuró la conducta de Napoleón III con respecto al Vatica- «El género
ne de noble y de no, por lo cual en 1861 fue denunciado al Consejo de Esta-
do. Tomó parte en el Concilio Vaticano I, y en esta ocasión
humano lan-
elevado; otro, y como presidente de la Comisión De fide, presentó una guidecía en
que represen- relación en favor de la definición como artículo de fe de ese estado de
la infalibilidad pontificia. León XIII le otorgó el capelo car-
ta la carne con denalicio en 1879. En sus polémicas religiosas, Instructions abajamiento y
todo lo que tie- synodales, Homélies y Lettres pastorales, reveló profundos de postración
conocimientos teológicos y condiciones notables de pole-
ne de grosero y mista, mostrándose siempre un campeón de los derechos moral, cuan-
de terrestre. La de la Santa Sede. Sus obras se publicaron entre 1868 y 1879. do el Hijo de
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Dios vino a la tierra, aportando no la pantosa de la Iglesia, en esta apostasía.
paz sino la espada (Mat., X, 34). Esa Por ello voy a pasar ahora a algunas re-
espada del espíritu que Dios creador flexiones sobre nuestra reciente batalla,
había puesto en las manos del hombre la que hemos atravesado el año pasado,
para combatir contra la carne y que extremadamente difícil, no a decir ver-
el hombre había dejado caer ignomi- dad a causa del enemigo, que es el mis-
niosamente de sus manos, Jesucristo, mo que siempre, sino a causa de las dife-
como se ha dicho antes
que yo , la ha recogido
del innoble polvo donde
había dormido largo
tiempo; después, tras
haberla empapado en
Su sangre, tras haber-
la como ensayado en
Su propio cuerpo, Él la
devolvió más tajante
y más penetrante que
nunca al nuevo pueblo
que Él había venido a
fundar en la tierra. Y
entonces recomenzó en
el seno de la humanidad, para no ter- rencias que Seminario de Zaitzkofen
minar sino con el mundo, el antagonis- han existido entre nosotros, diferencias
mo del espíritu y de la carne: “Non veni completamente lógicas, explicables, hu-
pacem mittere, sed gladium”». manas, pues no hay que rasgarse las ves-
Es un largo texto del cardenal Pie, tiduras porque descubrimos que somos
pero verán que se podría decir que todo hombres. Tenemos los mismo límites
está en él, todo está dicho, y muy bien que los demás, quiero decir en la raíz,
dicho. La necesidad de ese combate de desde el pecado original: la ignorancia,
que habla Job, la palabra de Dios, no es la malicia, la debilidad.
un combate solamente interior, indivi- Aquello que ha hecho toda la difi-
dual, encerrado en el hogar doméstico, cultad de lo ocurrido durante el pasado
o en la escuela, es un combate también año escolar, es precisamente eso en la
esencialmente social, político y religioso, práctica: las dificultades o las pruebas
Y hay los dos espíritus, hay las dos entre nosotros, que son por otro lado
ciudades. En este combate ineluctable las más difíciles y las más dolorosas.
debemos enrolarnos, debemos conti- Por ello no hay que tomarlas a la ligera,
nuarlo. y todavía menos resolverlas a la ligera.
A mi modo de ver, este cuadro les Es como un pequeño conflicto familiar,
permite comprender bien en qué consis- hay ciertamente que resolverlo con mu-
te el combate de la Fe, el combate cató- cha delicadeza, mucha caridad, mucha
lico, el combate cristiano en la ciudad, el prudencia, mucha finura, pero hay que
combate de la tradición en esta crisis es- resolverlo ¡por supuesto!
Lecciones útiles de la prueba sufrida 7
Breve reseña histórica de nuestras nal) de la Hermandad presentada en el
relaciones con Roma mes de abril, y fue después de Pentecos-
tés cuando recibimos una primera res-
Quiero decirles lo que pienso, puesto puesta de la Congregación para la Doc-
que en esta crisis se oyen muchas opi- trina de la Fe.
niones diferentes, voces divergentes, y Y en esa respuesta las autoridades
puede que haya todavía recaídas, por romanas nos decían claramente que
eso me he dicho que hacía falta que co- rechazaban, que no aceptaban nuestra
nocieran al menos mi parecer. Voy pues propuesta, y hacían varias correcciones
a retomar rápidamente algunos hechos que equivalían a decirnos: hay que acep-
para explicarme, hacer algo de reseña tar el Concilio Vaticano II, hay que acep-
histórica, a partir del final de la cruzada tar la licitud de la nueva misa, hay que
del rosario, aquella cruzada de oracio- aceptar el magisterio vivo, es decir que
nes cuyo objeto era ofrecer doce millo- ellos son los intérpretes auténticos de
la Tradición, de modo
que ellos dicen lo que
es Tradición y lo que
no es Tradición; hay
que aceptar el nuevo
Código, etc. He ahí su
respuesta.
Después, y yo es-
timo que fue una
respuesta de la Pro-
videncia, se produjo
el nombramiento de
Mons. Müller. Le han
nombrado al frente de
la Congregación para
Mons. Felley recibió una carta del Papa en la que la Doctrina de la Fe, y asimismo como
confirmaba la respuesta de la Congregación de
la Fe. Recordaba, resumiéndolas en tres puntos, presidente de la Comisión Ecclesia Dei,
sus exigencias, sus condiciones sine qua non la que se encarga de todos aquellos vin-
para un reconocimiento canónico:
1) Reconocer que el magisterio vivo es el intér- culados a Ecclesia Dei y la cual está en
prete auténtico de la Tradición, es decir las au- contacto con la Hermandad de San Pío
toridades romanas;
2) Que el Concilio Vaticano II está en perfecto
X. ¡Pues bien! Este obispo que ha sido
acuerdo con la Tradición, que hay que aceptarlo; nombrado al frente de ese dicasterio y
3) Que debemos aceptar la validez y la licitud de de la Comisión Ecclesia Dei, –más allá
la nueva misa.
del hecho de que ponía en duda varias
nes de rosarios, cruzada que se terminó verdades de Fe– es hoy el guardián de la
en Pentecostés este año. Fue después Fe. Es, digámoslo, un viejo conocido de
del final de la cruzada cuando recibimos la Hermandad, puesto que era obispo de
tres respuestas, una tras otra, de parte Ratisbona, diócesis donde se encuentra
de Roma. En aquel momento teníamos nuestro seminario de Zaitzkofen, y que
la propuesta (de una declaración doctri- ya habíamos tenido con él dificultades,
8 Lecciones útiles de la prueba sufrida
enfrentamientos. Hace tres años había gundo mensaje. Por ello, a fin de tener la
incluso amenazado con la excomunión conciencia tranquila Mons. Fellay deci-
al obispo que iba a realizar las ordena- dió escribir al Papa para saber si era ver-
ciones en Zaitzkofen, que resulta que era daderamente su respuesta, su parecer.
yo. Me amenazó así con la excomunión Y justo antes del Capítulo, durante el
igual que a los diáconos que iban a reci- retiro que lo precedió, Monseñor recibió
bir el sacerdocio, los nuevos sacerdotes. una respuesta –era la primera vez que
Después tergiversó los hechos, pero es había una respuesta del Papa a Mons.
alguien que no nos estima, que no nos Fellay– y el domingo nos dijo en la mesa,
quiere, está claro, y ya
dijo que los obispos
de la Hermandad no
tienen sino una cosa
que hacer: deponer su
episcopado en las ma-
nos del Santo Padre e
ir a encerrarse en un
convento. Es por cier-
to bastante cruel ¿no
es así? Después ha di-
cho muy simplemente
que no tenemos más
que aceptar el Concilio
y eso es todo. No había
nada más que discutir.
Mientras que espe-
rábamos la luz del Espíritu Santo, tuvi- El Novus Ordo fue examinado directamente por
los cardenales Ottaviani y Bacci, quienes lo hi-
mos esa respuesta. cieron examinar asimismo por los expertos del
Después, antes del Capítulo General, Santo Oficio. Los cardenales manifestaron que
se sentían “en la obligación de expresar” ciertas
nuestro Superior General había escrito consideraciones sobre el Novus Ordo porque
al Papa para saber si era verdaderamen- se apartaba “de manera impresionante” de la
teología católica relativa al sacrificio de la santa
te su respuesta, ya que en gran parte el misa que el concilio de Trento había definido in-
problema que hemos conocido venía del falible e irrevocablemente. Era la constatación
de la ruptura o discontinuidad que se daba en-
hecho de que había un doble mensaje de tre la misa de tradición apostólica y la misa de
Roma. Pablo VI.
Ciertas autoridades nos decían: la
respuesta de la Congregación de la Fe es al final del retiro: pues bien, he recibido
oficial, hacen su trabajo, pero no la ten- una carta del Papa en la que confirma
gan en cuenta, hay que archivarla; de to- que la respuesta de la Congregación de
das formas queremos un acuerdo, que- la Fe es ciertamente su respuesta, que él
remos reconocerles como son ustedes. la ha aprobado. Y recuerda, resumién-
Pero la respuesta de la Congregación dolas en tres puntos, sus exigencias, sus
y el nombramiento de Mons. Müller no condiciones sine qua non para un reco-
iban en ese sentido, en el sentido del se- nocimiento canónico:
Lecciones útiles de la prueba sufrida 9
1) Reconocer que el magisterio vivo cer ciertas cosas, y hay elementos que es-
es el intérprete auténtico de la Tradi- tán indicados en la Declaración final, son
ción, es decir las autoridades romanas; las condiciones que ustedes conocen. Lo
2) Que el Concilio Vaticano II está en que yo puedo decirles es que la Divina
perfecto acuerdo con la Tradición, que Providencia nos ha asistido durante el
hay que aceptarlo; Capítulo de una forma clara y tangible.
3) Que debemos aceptar la validez y Se desenvolvió muy bien, se lo digo
la licitud de la nueva misa. a ustedes de modo muy sencillo, pudi-
Han puesto licitud –probablemente mos hablar tranquilamente, libremen-
en francés esa palabra tiene un sentido te, abiertamente, pudimos abordar los
un poco ambiguo-, para ellos eso quie- problemas cruciales, aunque hayamos
re decir simplemente legal, que tiene las debido dejar los otros, los que estaban
formas legales, pero en el lenguaje ca- previstos en el programa inicial. Nos
nónico es mucho más profundo, quiere tomamos todo el tiempo necesario para
decir que es una verdadera ley, que tiene discutir y confrontamos los puntos de
fuerza de ley. Sin embargo la Iglesia no vista, como corresponde entre los miem-
puede tener leyes contrarias a la fe cató- bros de una misma congregación, de un
lica. Y nosotros siempre hemos impug- mismo ejército. Eso no supone un pro-
nado, en ese sentido, la legalidad de la blema, la Hermandad no es una escuela
reforma litúrgica y de la nueva misa, ya de jovencitas ¿no es así? De modo que si
que no puede tener fuerza de ley en la algunas veces hay discusiones entre no-
Iglesia, es imposible porque es contraria sotros, no hay tampoco que hacer de eso
a la Fe, porque con ella destruyen la Fe, una gran historia. Lean al cardenal Pie
y ellos ciertamente han escrito validez y cuando mantiene discusiones públicas
licitud. con obispos, en Francia, en el siglo XIX.
Dicho de otra forma, ven ustedes que Las justifica, explica por qué, dice que
había que ceder y traicionar respecto de es un combate, ¡y eso es todo! Vale decir
todo lo esencial de nuestro combate – que tampoco hay que considerarlo un
ese combate de las dos ciudades, de los drama. El drama sería abandonar la Fe,
dos espíritus-. Entonces evidentemen- pero que haya discusiones sobre cues-
te, llegados a ese punto, la Divina Pro- tiones de oportunidad prudencial acer-
videncia nos había marcado el camino ca de esto o de aquello, eso es normal.
del Capítulo. Era Roma quien decía: no, Hay aspectos diferentes, hay tempera-
permanecemos en el plano doctrinal, y mentos, hay situaciones… Es extrema-
ustedes aceptan todo lo que han recha- damente complicado, no se puede sacar
zado hasta el presente. la espada para cortar el nudo gordiano
diciendo: ya está, he resuelto la cues-
El Capítulo General (9-14 de julio tión con un solo golpe, ¡no! El Capítulo
de 2012) se desarrolló como les digo, y creo que
verdaderamente hemos extraído leccio-
A continuación se celebró el Capítu- nes útiles de las pruebas que hemos su-
lo, no puedo darles demasiadas precisio- frido, incluso aunque no sea perfecto, lo
nes, estamos obligados al secreto, pero el cual es otro aspecto que hay que tener
propio Mons. Fellay ha dado ya a cono- en cuenta. En nuestra vida, todo ocurre
10 Lecciones útiles de la prueba sufrida
en la imperfección; ¡lean la historia de la to después, bastante rápidamente, que
Iglesia! No hay que pedir una perfección la distinción entre condiciones sine qua
que no es de este mundo, sino que hay non y condiciones deseables no era muy
que tener la mirada fija en lo esencial, exacta, ni… deseable. De hecho, para no-
sobre lo que cuenta; después se puede sotros, entre las condiciones que hemos
pasar por muchas cosas. En la vida, ¿no indicado como deseables hay condicio-
hacen así en familia? Sí, lo hacen. Si no nes sine qua non, pero más bien en el
nada aguanta en este mundo, en esta orden práctico, canónico, concreto. Esas
vida, e incluso entre nosotros. condiciones la Casa General de la Her-
Algunos se inquietan: ¡Ah! Sí, pero mandad las había pedido a Roma, y en
¡ay! – Hay que ver la complejidad del su mayor parte –después de múltiples
problema, de la situación. Y no olvide- enredos y de numerosas idas y venidas-
mos que hay también la parte de las pa- Roma estaba dispuesta a concederlas, e
siones. Existen incluso entre nosotros. incluso actualmente. Pero la finalidad
Todo eso para decirles que, en mi opi- del Capítulo, su preocupación era defi-
nión, no hay que ser quisquillosos acer- nir bien no lo que es una consecuencia,
ca de esas cuestiones. Hay que ver si lo lo que va a seguirse, sino lo esencial pre-
esencial está ahí o no. vio que no habíamos definido bien hasta
A mi modo de ver, verdaderamente el presente. Dicho de otra manera, en el
hemos superado la crisis, la hemos deja- caso de un papa, de un próximo papa
do atrás, y como hacía falta, sobre todo que verdaderamente quisiera hacer un
en las medidas prácticas, gracias a las acuerdo con la Hermandad, cuáles son
discusiones que nos han permitido cla- las condiciones de orden doctrinal, que
rificar puntos entre nosotros, pesar bien tocan a la doctrina, a la fidelidad a la
los argumentos, bajo todos los aspectos, Fe, a la Tradición, a la confesión pública
distinguirlos, llegar a una clarividencia de la Fe, y aun a la pública resistencia
más perfecta, lucidez sobre la situación, opuesta a los que difunden los errores,
lo cual es la ventaja de las pruebas si incluso tratándose de autoridades ecle-
de ellas se extraen lecciones. A partir siásticas. Sobre ese punto hemos defini-
de esas discusiones extremadamente do con mucha precisión las dos prime-
importantes y ricas, hemos estableci- ras condiciones sine qua non.
do condiciones que podrían permitir Y es evidente que todo se encierra en
contemplar hipotéticamente una nor- esto. Voy a releérselas a ustedes.
malización canónica y a ese propósito, La primera: “Libertad de guardar,
si reflexionan bien, lo que se ha hecho transmitir y enseñar la sana doctrina
equivalía a tomar toda la cuestión doc- del magisterio constante de la Iglesia
trinal y litúrgica para hacer de ella una y de la verdad inmutable de la Tradi-
condición práctica. ción divina”. Esto puede parecer sin
duda un lenguaje algo difícil, de hecho
Las condiciones para una eventual es extremadamente preciso. “Guardar”,
normalización canónica eso quiere decir que tengamos tal ga-
rantía en una normalización por parte
Es seguro que, como les decía, no es del papa que nos reconociera. En otras
perfecto, y nosotros mismos hemos vis- palabras: asegurarnos, en un acuerdo
Lecciones útiles de la prueba sufrida 11
por escrito, de poder guardar, transmi- modernismo, del liberalismo, del Con-
tir y enseñar la santa doctrina, la santa cilio Vaticano II y sus consecuencias”.
doctrina del magisterio constante. Por- Creo que difícilmente se puede añadir
que las autoridades romanas tienen una alguna cosa. Todo está aquí. Se trata de
noción evolutiva del magisterio, y si se una libertad de confesar la verdad y de
dice “magisterio” ello no basta, si se dice atacar públicamente los errores, una li-
“magisterio de siempre” sigue siendo bertad de enseñar públicamente las ver-
dudoso en su lenguaje, por ello hemos dades negadas o disueltas, pero también
de oponerse públicamente a los
que difunden los errores, inclu-
so autoridades eclesiásticas.
¿Qué errores? Los errores
modernistas, liberales, los del
Concilio Vaticano II y de las re-
formas que salieron de él o de
sus consecuencias en el orden
doctrinal, litúrgico o canónico.
Todo está aquí. Incluso una re-
sistencia pública, hasta cierto
punto, al nuevo Código de De-
recho Canónico, en la medida
en que está penetrado del espí-
ritu colegial, ecuménico, perso-
nalista, etc. Todo está aquí.
Después, segunda parte:
“El uso exclusivo de la liturgia
“Libertad de guardar, transmitir y enseñar la de 1962”, por lo tanto toda la liturgia de
sana doctrina del magisterio constante de la
Iglesia y de la verdad inmutable de la Tradición 1962, no solamente la misa, todo, in-
divina”. Se trata de una libertad de confesar la cluso el Pontifical. Guardar la práctica
verdad y de atacar públicamente los errores,
una libertad de enseñar públicamente las ver-
sacramental que tenemos actualmen-
dades negadas o disueltas, pero también de te, incluso en relación con el Orden, la
oponerse públicamente a los que difunden los Confirmación y el Matrimonio. Ven aquí
errores, incluso autoridades eclesiásticas.
que hemos incluido ciertos aspectos de
precisado “Verdad inmutable de la Tra- la práctica sacramental y canónica que
dición divina”. ¿Por qué “Verdad inmu- nos son necesarios para tener verdade-
table”? Porque para ellos la tradición ramente, en el caso de un acuerdo o de
es viva… Ven pues ustedes que es muy un reconocimiento, la libertad práctica
preciso, gracias a la experiencia de las y real en una situación que continuaría
discusiones que hemos tenido durante siendo más o menos modernista. Reor-
casi año y medio con la comisión roma- denamos si hace falta, reconfirmamos, y
na. Prosigamos con este primer punto: para los matrimonios no aceptamos evi-
“Libertad de defender la verdad, corre- dentemente nuevas causas de nulidad.
gir, reprender incluso públicamente a A continuación, siempre en las con-
los fautores de errores o novedades del diciones sine qua non: garantía de al
12 Lecciones útiles de la prueba sufrida
menos un obispo, aquí
está, ya les decía que
no es perfecto, por-
que todos estamos de
acuerdo en la Herman-
dad en pedir varios
obispos auxiliares, una
prelatura, estamos to-
dos de acuerdo, no hay
problema, no era el
problema antes y no lo
es ahora. No hay pues
que ser quisquillosos
acerca de esto.
Por el contrario,
hemos definido bien lo
que era un problema
porque no estaba ne-
tamente definido por
nuestro lado, y tam-
bién porque había un
doble mensaje de parte
«Vivimos una crisis de la Iglesia sin precedentes.
de Roma. Crisis que toca a su esencia, a su misma subs-
Igualmente se ha decidido en ese Ca- tancia, que es el Santo Sacrificio de la Misa y el
sacerdocio católico, dos misterios esencialmen-
pítulo que si algún día la Casa General te unidos porque, sin el sacerdocio, no hay Sa-
llegase a algo válido e interesante con crificio de la Misa, y por consiguiente ninguna
forma de culto. Asimismo sobre esta base se
estas condiciones, habría un Capítulo construye el Reino social de Nuestro Señor Je-
deliberativo, lo cual quiere decir que su sucristo. [...] Es doloroso constatar la lamentable
decisión vincula necesariamente (a los ceguera de tantos hermanos en el episcopado y
en el sacerdocio, que no ven o no quieren ver la
miembros de la Hermandad). Cuando crisis actual ni la necesidad de resistir al moder-
hay un capítulo consultivo, se pide con- nismo reinante, a fin de ser fieles a la misión que
Dios nos ha confiado. Quiero manifestar aquí mi
sejo, pero después la autoridad decide adhesión sincera y profunda a la posición de su
libremente. Un capítulo deliberativo Excelencia Monseñor Marcel Lefebvre, dictada
por su fidelidad a la Iglesia de todos los siglos. El
significa que la decisión tomada por la y yo hemos bebido en la misma fuente que es la
mayoría absoluta –la mitad más uno, lo de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana.
que nos ha parecido razonable-, esa de- (Declaración de Mons. de Castro Mayer con mo-
tivo de la consagración del 30 de junio de 1988)
cisión será seguida por la Hermandad.
Como ha probado el reciente capí-
tulo, el día en que hemos podido hablar ficiente para aprobar eventualmente lo
entre nosotros, como hacía falta, hemos que se habrá podido obtener de Roma.
superado el problema de las faltas de Pues es casi imposible que por mayoría,
entendimiento que hemos conocido. Es el Superior de la Hermandad –después
evidente que un capítulo deliberativo de una discusión franca, un análisis a
constituye una medida muy sabia y su- fondo de todos los aspectos, de todos
Lecciones útiles de la prueba sufrida 13
los pormenores-, es impensable que la las discusiones, a veces las contradiccio-
mayoría se equivoque en una materia nes, hemos llegado a una mejor com-
prudencial. prensión de la realidad, a una mejor de-
En esta vida no hay ninguna garan- finición. La posición de la Hermandad
tía absoluta, porque cada cual –comen- es mucho más precisa y lúcida ahora
zando por uno mismo- no tiene todas que hace seis meses, es mucho mejor,
las garantías sobre lo que hará mañana. pues no excluimos la posibilidad de que
De tal modo un Capítulo es ampliamen- la vía elegida por la Providencia para un
te suficiente para salir del atolladero retorno a la Fe se opere por la conver-
en que estábamos, pues si lo examinan sión primero, por el retorno a la doc-
bien nuestro último Capítulo ha puesto trina de un papa y de una parte de los
exactamente las mismas condiciones cardenales, de ningún modo excluimos
que Roma pero en el sentido contrario: eso. No es más difícil que la otra vía, la
exigen de nosotros tal cosa, nosotros la vía práctica. Pero, de manera muy sen-
contraria. Evidentemente la posibilidad cilla, nos hemos dicho: pongamos que
de un acuerdo se aleja y sobre todo el no hay primero un retorno de parte de
riesgo de un mal acuerdo, a mi modo Roma, de un próximo papa a la Tradi-
de ver, está definitivamente descarta- ción, en la teología, en los principios, en
do. Definitivamente, eso quiere decir no la Fe, en las enseñanzas, en ese caso en
para siempre pero sí por esta vez. que un papa querría solamente permitir
Hemos evitado también una división la Tradición, cuáles son las condiciones
entre nosotros, lo cual no es poco, había que nos autorizarían a aceptar una nor-
por supuesto que pensar en ello y com- malización canónica, con vistas al bien
prender que íbamos a dividirnos todos, que podríamos hacer en la Iglesia y que
en la Hermandad, en las congregaciones, es considerable –eso no hay que negarlo
en las familias y, como somos más bien tampoco.
temibles en el combate, nos habríamos En mi opinión, es una mejora en el
desgarrado entre nosotros con qué fuer- mismo sentido. Hemos definido bien
za, con qué constancia, ¡imagínenselo! cuáles serían las condiciones que po-
Esa era ciertamente la realidad. Pero drían protegernos totalmente en la fe
gracias a esta comprensión entre noso- y en el combate integral por la fe. Mas
tros, gracias a esta decisión, incluso aun- conjeturar sobre el futuro pertenece a la
que es imperfecta, hemos superado una profecía o a la adivinación, no sabemos
división que habría sido una forma de lo que Dios va a enviarnos. Les presento
deshonor para lo que defendemos, para un caso teórico, una hipótesis, supon-
la verdadera Fe, para nuestro combate, gamos que mañana hay un papa en la
para los que nos han precedido, Mons. situación actual pero que él mismo no
Lefebvre y Mons. de Castro Mayer. es modernista en su teología, en su pen-
samiento, en su corazón, y que quiere
Condiciones con vistas al bien que verdaderamente regresar a la Tradición,
podríamos hacer en la Iglesia pero que le falta un poco de convicción,
ya que si para resistir, y ustedes lo saben
A continuación, como les digo, gra- bien, hace falta mucha convicción para
cias a lo que hemos vivido, las pruebas, resistir en la verdadera Fe y perseverar,
14 Lecciones útiles de la prueba sufrida
para hacer frente a todo el modernis- a nuestros ojos las cuestiones canónicas
mo que infecta la Iglesia hace falta una son un montoncillo de detalles. Porque
convicción verdaderamente heroica. si un papa quisiera concedernos los dos
Supongamos que no tiene esa
convicción, o que esté bastante
convencido pero que sea débil,
temeroso, condicionado por sus
allegados –les presento así casos
que ofrece la historia de la Igle-
sia, ha habido obispos y papas de
ese tipo. Ha habido papas muy
buenos en doctrina pero que eran
muy malos en sus costumbres, y
viceversa papas débiles, igual que
ha habido muy buenos papas que
se equivocaron, ahora decimos
que se equivocaron en ciertas de-
cisiones históricas que tuvieron
consecuencias enormes.
De ese modo en la eventua-
lidad de un papa que no tuviera
la convicción, la fortaleza o los
medios de enderezar él mismo
la situación actual de la Iglesia,
en esta crisis de la Fe podría muy
bien servirse de nosotros como
punta de lanza, podría muy bien
«“Porque eras agradable a Dios, era necesario
darnos las condiciones requeridas para que te llegase la prueba”» (Tobías 12, 13) [...] Pero
que pudiéramos, nosotros, ser la punta hay muchas enseñanzas en una prueba, y se po-
dría decir que son las debilidades y los defectos
de lanza contra este absceso. Y por otra de todos nosotros los que aparecen con toda
parte, reflexionando bien, si un papa un su desnudez en las pruebas. De modo que cada
día nos acordase estas condiciones, se- cual debe extraer una enseñanza para sí mismo,
y para corregirse y no volver a cometer los mis-
ría él quien daría el primer golpe contra mos errores, pues con frecuencia incluso defen-
el edificio del Concilio Vaticano II y de diendo una buena causa lo hacemos muy mal.
Hay que aprender lecciones de humildad, es una
la Iglesia conciliar, puesto que por ese cura de humildad, y tanto mejor, ya que esto
mismo hecho admitiría ya que el Conci- nos llama a la vigilancia. Quizá dormitamos, no
transmitimos bastante bien a las generaciones
lio contiene errores, que se puede recha- futuras el espíritu del combate, quizá hay que
zarlo y que hay que volver a la Tradición. recurrir más a Dios, quizá nos hace falta más pa-
Tan pronto como un papa tomase en ciencia, fortaleza, esperanza en el combate.
El buey y la mula
Dime de qué presumes y te diré de qué careces. Esta expresión de la sabiduría
popular encuentra aplicación en el Concilio Vaticano II que autoproclamado
“pastoral” ha sembrado el desconcierto y la confusión en dosis masivas. Nada
menos pastoral, por cierto. Sobre una de las últimas manifestaciones de ese
sembrar la confusión y el desconcierto traemos hoy a nuestras páginas esta
carta que envió a la redacción una de nuestras lectoras y en la que vemos la
expresión sincera y fundada del sentir de los católicos de a pie.
El concilio Vaticano II, en palabras del cardenal En la controversia modernista esta do-
Suenens, fue una Revolución Francesa dentro de
la Iglesia. Quizás sea Congar el que mejor ha de-
ble frontera ha sido una vez más refor-
finido la obra del Vaticano II: «El Concilio liquidó zada y fortificada (…)
lo que yo llamaría la incondicionalidad del sis- Por “mundo” se entiende en el fondo el
tema. Entiendo por “sistema” todo un conjun-
to muy coherente de ideas transmitidas por la
espíritu de los tiempos modernos frente
enseñanza de las universidades romanas, codifi- al cual la conciencia de grupo en la Igle-
cadas por el derecho canónico, protegidas por sia se resentía como un sujeto separado
una vigilancia rígida y bastante eficaz en tiem-
pos de Pío XII, con rendición de cuentas, llama- (sufriendo del complejo de gueto), que
das al orden, sumisión de los escritos a censuras tras una guerra, sangrienta o fría, bus-
romanas, etc.; en resumen, todo un “sistema”. caba el diálogo y la cooperación. (…)
Pues bien, por obra del Concilio ha sido desin-
tegrado». Congar llama «incondicionalidad del Démonos por satisfechos dejando cons-
sistema» a lo que debería llamar el depósito re- tancia aquí de que el texto (de Gaudium
velado, la fe, los sacramentos y la jurisdicción de et Spes) tiene un papel de un contra-
la Iglesia católica, el reino de Jesucristo en la tie-
rra, que es el único que tiene las promesas de la Syllabus en la medida en que representa
vida eterna. Él que, desde hacía años, se las inge- un intento de reconciliación oficial de
niaba para colocar su verdadera dinamita bajo el
sillón de los escribas, podía sentirse orgulloso de
la Iglesia con el mundo tal como se pre-
que el Concilio hubiera renunciado a su misión senta desde 1789(14).
de proteger el depósito y enseñar urbi et orbi la
fe y los medios de salvación. Como el niño que Es lo que opinaba también Monseñor
siente un placer malsano en destruir, pareciera Marcel Lefebvre: “El Concilio ha sido la
que Congar no experimenta mayor gozo que en
ver dilapidado el tesoro de la Iglesia y destruida
reconciliación de la Iglesia con la Revo-
la unidad del Cuerpo místico de Cristo. lución”, es decir con ello ha intentado la
síntesis.
fuerzas determinantes del siglo XIX: los Mas el Cardenal explicaba el motivo
componentes científicos (filosóficos y de esta reconciliación: los jerarcas mo-
exegéticos) y políticos del liberalismo. dernistas de los años cincuenta no po-
28 ¿Qué es un concilio pastoral? (II)
dían soportar que la Iglesia se encontra- líneas la intención primordial del Conci-
se separada del mundo, que tuviese que lio, según Gaudium et Spes y Verdade-
combatirlo, que se la considerase como ra y falsa reforma. La palabra problema
su enemiga, incluso que fuese excluida “encierra exactamente ese enfrenta-
de la construcción de este mundo
sin tener audiencia en sus asam-
bleas. El equívoco entre el mun-
do enemigo de Cristo al que no
se quería ya combatir, el mundo
que había que convertir y que no
se sabía convertir y el mundo sin
más en el que se debía vivir ce-
gaba la mirada de estos jerarcas.
Desde entonces, desprovistos de
referencia alguna y habiendo per-
dido la sabiduría, sin inteligencia
desde el punto de vista espiritual,
¿qué solución realmente católica
y magisterial podían proponer,
en la asamblea conciliar, para cu-
rar su “complejo de gueto”, res-
pecto a este enfrentamiento entre
la Iglesia y el “mundo”? Pregun-
témonos de nuevo una cuestión
que viene al caso: ¿qué es un ma-
gisterio que quiere curar un com-
plejo psicológico?
A
lo largo de esta sección de Tradición católica nos esforzamos por demostrar,
con ejemplos concretos y de fácil verificación, que la presunta oposición entre
catolicismo y progreso científico es una completa falsedad. Pero falsedad que,
como en otros casos, ha sido un éxito de propaganda y se ha introducido en las men-
tes de la mayoría de sus destinatarios. Para estas victimas inconscientes de una pro-
paganda engañosa el progreso científico se ha tropezado siempre con la oposición de
los eclesiásticos y ha tenido que abrirse paso soportando siempre la persecución que
contra él desencadenó la persecución fanática de la máquina inquisitorial.
Sólo la ignorancia en el mejor de los casos
y la mala fe en el peor puede explicar que se-
mejante mentalidad se mantenga en pie sin
importarle al parecer demasiado hechos como
que Antoine Laurent Lavoisier (1743-1794) el
fundador de la moderna química fuera conde-
nado a muerte y guillotinado no precisamente
por la inquisición sino por un “tribunal” de la
Francia revolucionaria y que la incomprensión
que rodeó toda su vida y algunos años después
de su muerte los trabajos del fundador de la
Genética Gregorio Mendel (1822-
1884), que además era religioso
agustino, no procedieran de inquisi-
ción alguna sino de científicos con-
temporáneos suyos.
Hoy nos ocupamos del caso de
Galileo Galilei (1564-1642) conside-
rado por Wikipedia como “el mejor
ejemplo de conflicto entre religión
y ciencia en la sociedad occidental”.
Y sí que es el “mejor caso” pero no
de conflicto alguno sino de una fal-
sedad en la que creen no pocos ca-
Galileo Galilei y su tumba en la catedral de Florencia.
tólicos hasta el punto de que no sa-
biendo qué hacer con su Historia –por estar compuesta de hechos tan “vergonzosos”
como éste– acaban no sabiendo qué hacer con su fe.
Por los límites que hemos fijado a estos artículos nos limitamos a unas observa-
ciones del P. Jorge Loring y del periodista italiano Mauro Faverzani, que recoge lo
42 Un falso conflicto: el caso Galileo
publicado sobre el astrónomo por el cotidiano alemán Die Welt el 3 de noviembre
del presente año. Concluiremos con aquella parte de la ajetreada vida del científico
de Pisa a la que hacemos alusión en el título de este modesto trabajo.
«La Iglesia, en aquel momento, juzgó a Galileo como los mejores astrónomos de
su tiempo. Todos los que estudian los argumentos de Galileo afirman que él no pro-
baba su hipótesis. Por eso no convenció a Tycho Brahe (1546-1601) contemporáneo
suyo que siguió siendo geocentrista como Tolomeo (c. 100 – c.170)… Galileo fue
condenado por su insistencia en interpretar la Escritura. La Iglesia le dijo que se li-
mitara a presentar sus ideas como una hipótesis científica y no quiso hacer caso (1).
»Vale la pena recordar en qué consistió la “condena”. Nada de cárcel y, por tan-
to, nada de tortura o aislamiento o censura
alguna hasta el punto que la considerada su
obra maestra –Discursos y demostraciones
matemáticas en torno a dos nuevas cien-
cias- fue publicada cinco años después de
la sentencia. Solamente el rezo de los siete
salmos penitenciales cada semana a lo lar-
go de tres años, obligación que el imputado
delegó, con aprobación eclesiástica, en su
hija monja, Sor María Celeste» (2).
Concluyamos con lo que justifica el título
del presente artículo.
Galileo Galilei tuvo tres hijos de los que
dos fueron monjas clarisas en el mismo mo-
nasterio con los nombres de Sor Arcángela y
Sor María Celeste y un hijo llamado Vincen- P. Cosme Galilei, C. M.
zo. El dato de las dos hijas monjas tiene un
valor relativo en cuanto que el astrónomo, cuya vida personal no fue precisamente
modélica, no se casó con Marina Gamba que era la madre de las tres criaturas y al
ser esta ilegítimas no era fácil para ellas el acceso al matrimonio. Distinto es el caso
de Vincenzo Galilei que sí fue legitimado y se casó con Setillia Bocchineri y uno de
cuyos hijos, nieto por tanto del astrónomo, sería el P. Cosme Galilei religioso paul y
fundador de la casa de su Congregación en Nápoles en 1668.
Vincenzo tuvo otros hijos además del citado Cosme. Uno de ellos Carlo Galilei se
casó con Alessandra Pancetti de la que tuvo tres hijos Setillia, Vincenzo y Polissena.
Y aquí hay otro dato seguro con el que concluimos nuestra enumeración sobre la
descendencia religiosa del “mejor ejemplo de conflicto entre religión y ciencia en la
sociedad occidental” (3). Vincenzo Galilei se casó con Rosa Perosio de la que tuvo dos
hijos uno de los cuales Carlo Galilei fue religioso servita (4). m
El pasado 6 de octu-
bre Mons. Fellay ordenó
varios subdiáconos en la
Reja, de los cuales uno es-
pañol y conocido de nues-
tros lectores, José Ma-
ría Jiménez. Ha dado el
“paso” que lo separa de-
finitivamente del mundo
(en la ceremonia el can-
didato da un paso hacia
adelante, físicamente). El
candidato hace también
implícitamente el voto
de castidad. Desde ahora
puede cantar la epístola
y asistir al diácono en la
44 Crónica de la Hermandad en España
misa solemne. Nuestro querido seminarista será ordenado diácono el próximo 22 de
diciembre. Lo confiamos a sus oraciones.
l Reunión de sacerdotes en El
Álamo - 23 a 25 de octubre
l Confirmaciones - 4 de
noviembre
Apenas se había ido Mons. Fellay cuando llegaba el Padre Marc Alain Nely, se-
gundo asistente de la Hermandad. Predicó una tanda de ejercicios espirituales a
las Siervas de Jesús Sacerdote, en el convento de Griñón, y pudo aprovechar para
perfeccionar su español.
Una vez más la imagen de la Inmaculada, patrona de España, pudo ser llevada en
procesión por las calles de la capital este 8 de diciembre. Estuvo presente nuestro
nuevo padre capuchino Fray Diego, quien tuvo el honor de predicar el 8 de diciem-
bre. Al día siguiente celebró una primera misa en Madrid seguida del tradicional
besamanos indulgenciado.
La esperábamos hace 4 años y por fin llegó: la película, o mejor dicho documen-
tal, que relata la vida de Mons Lefebvre, el obispo que se opusó a la revolución en la
Iglesia. Esta obra, que pueden desde ahora conseguir en DVD por el módico precio
de 10 €, se presentó en el Ateneo de Madrid. m
49
l También en Guernica. El 6 de
septiembre la Iglesia católica y la Iglesia
ortodoxa firmaron un contrato en virtud
del cual la diócesis de Bilbao cede a los
ortodoxos el templo de San Bartolomé,
en el barrio Lorategieta de la ciudad viz-
en análisis de sociología religiosa, el 60% caína. El local «será ocupado por la co-
de los católicos de su diócesis creen que lonia de rumanos, rusos, ucranianos y
Jesucristo cometió pecados a lo largo de moldavos que se acogen al rito ortodoxo
su vida (vid. USA Today, 4 de mayo de en la comarca y que hasta ahora tenían
2012). «Es preocupante el número de fie- que desplazarse hasta los centros de cul-
les que tienen una comprensión muy des- to de otras localidades», decía El Correo
viada, seriamente desviada, sobre quién el día 16. Y es que, como explica la pági-
es Jesús, porque Jesús es el fundamento na web diocesana, «ante la petición de
de nuestro ser como católicos». Además los cristianos ortodoxos de un centro de
de “preocuparse”, sería conveniente algo culto para ellos en Gernika, se planteó
de autocrítica. La hace con gran sensatez en el equipo ministerial y en el consejo
una de sus feligresas, la directora de edu- pastoral de la iglesia de Gernika la po-
cación religiosa de la parroquia de Cristo sibilidad de cederles, con una pequeña
Rey en Haddonfield: «Les hemos enseña- renta, la iglesia de Lorategieta, tenien-
do a los niños que Jesús era sólo huma- do en cuenta que la parroquia de San
no, que era normal. Les hemos dicho que Bartolomé tiene un templo parroquial
tuvo una infancia como la suya. Así que renovado relativamente cerca para la
piensan que eso incluye el pecado». Y tie- gente del barrio». Dice el comunicado
ne toda la razón. La sensiblería con la que que la cesión será “con una pequeña ren-
se explica la infancia de Nuestro Señor, ta”, pero esa renta no consiste sólo en di-
50 La primavera del postconcilio
nero, hay también un pago senta un signo visible de la
en especie: la fe claudicada. preocupación compartida
por la misión de transmitir
l La monseñora. Du- el mensaje del Evangelio al
rante la XIII Asamblea Ge- mundo contemporáneo».
neral Ordinaria del Sínodo Hay un pequeño detalle:
de los Obispos reciente- los metodistas –dejadas
mente celebrado en el Va- aparte las intenciones-, no
ticano, llamó la atención transmiten el mensaje del
una foto: una mujer con al- Evangelio. La prueba es que
zacuellos y con color y pec- cometen un error tan gro-
toral propio de obispo se seramente antievangélico
sentaba al lado del arzobis- como atribuirse un orden
po de León (México), José sacerdotal del que son in-
Guadalupe Martín Rábago. Se trata de la capaces por voluntad del mismo Cristo,
norteamericana Sarah F. Davis, vicepre- como incluso Juan Pablo II afirmó cuan-
sidenta del Consejo Metodista Mundial, do descartó la posibilidad de la ordena-
cuyo nombre figura en el listado ofreci- ción de mujeres. Pero es sabido que ante
do por la Santa Sede tras las siglas S.E. el ecumenismo, la coherencia y la lógica
(Su Excelencia) reservadas al resto de desaparecen como por ensalmo.
los miembros sinodales. Es decir, que el
protocolo vaticano la considera obispa. l La payasada fetén. En los nú-
Según The Christian Recorder, órgano meros circo-litúrgicos de Fátima y Apa-
de la Iglesia Episcopaliana Metodista recida que relatábamos en la anterior
Africana, afiliada a dicha organización, edición de Tradición Católica salían
el secretario del Pontificio Consejo para prestidigitadores y trapecistas, y hablá-
la Promoción de la Unidad de los Cristia- bamos de “payasadas”. Un lector des-
nos, Brian Farrell, le escribió una carta a conocido nos recriminó la extensión del
monseñora Davis para invitarla al Sínodo, término “payaso” a números circenses
donde le decía: «Su participación repre- que nada tienen que ver con el sano arte
de hacer reír a los demás, y en
particular a los niños. La ver-
dad es que tiene razón. Eso sí,
no tenemos ninguna razón para
suponer que dicho comunican-
te anónimo fuese Giancarlo
Maria Bregantini, arzobispo de
Campobasso-Boiano (Italia),
celoso de que no le hubiésemos
incluido en la relación. Porque
el 2 de diciembre, en la llamada
fiesta del Ciao que se celebró en
La primavera del postconcilio 51