Mónica vive con su papa, su mamá y su hámster bigotes.
Todos los sábados por la mañana su papá la lleva al parque que está cerca de su casa, es un parque grande; Con muchos niños con quien jugar pero lo que más le gusta a Mónica es hacer castillos de arena junto con su hámster bigotes. Ellos mezclan agua con arena en sus cubos, les dan unos toques mágicos con la pala y el rastrillo y así se crean unos fantásticos castillos de arena. Por eso el parque es el lugar favorito de Mónica y bigotes. Pero el día de hoy Mónica y bigotes han jugado por bastante tiempo en la arena y su papa le dijo: -mmm es tiempo de ir a casa. Y Mónica respondió: -¿Cómo? Yo quiero quedarme un ratito más. Y su papa respondió -pero va es hora de irnos Mónica, vamos vamos. Y Mónica respondió e -¡No quiero! -yo se que no te gusta dejar de jugar-. Respondió el padre Y Mónica se puso pero muy muy enojada y respondió -¡no no y no!- Cuando su padre intento agarrarla, Mónica sintió un calor muy fuerte en la barriga y el calor se subió por todo su cuerpo y empezó a llorar apretando sus puños y su cabeza empezó a crecer y crecer de pronto su cabeza se incho como un globo enorme y sintio que sus pies despegaban del suelo, empezó a subir un poco a poco. Bigotes se encontraba muy preocupado por su amiga Mónica por que se seguía enojando y su cabeza se hinchaba más, su papá la miro que iba flotando y cuando estaba a punto de llegar a los arboles la agarro de su pie para que no subiera más. -Uf menos mal- dijo Mónica sintiendo la mano de su padre y ella sintió un gran alivio porque tiene un gran miedo a las alturas y su cabeza como arte de magia se fue desinflando. Y cuando Mónica estaba en el suelo se calmó un poco y su papa le pregunto: -Mónica ¿Qué te hizo enojar tanto?- y ella respondió -es que no quiero irme- Su papá respondió: -se que estas disfrutando pero es hora de irnos, ahora vamos a casa. Le dio su mano y fueron hacia su casa pero Mónica seguía con su enojo y bigotes se llevó un gran susto cuando vio que a Mónica se le iba hinchando la cara y empezaba a elevarse Bigotes con gran expresión dijo: -¡madre mía!-Y corrió a esconderse detrás del castillo. Ya en casa bigotes se atrevió a preguntarle a Mónica: -¿se te a pasado el coraje?-Y Mónica respondió: -es que no quería venirme a casa-Y bigotes respondió: -es que te pusiste muy mal en el parque- Ella respondió: -la verdad no sabía que es lo que me pasaba- -me asusté mucho, parecías un gran ogro- le dijo bigotes -también me dio mucho miedo- dijo Mónica -ya no quiero salir Volando otra vez- Mónica salió corriendo a abrazar a sus padres y su papá con cariño le dijo: - tranquila Mónica No estaba ahí para ayudarte, yo sabía que poco a poco se te pasaría el enojo. Y Mónica con algo de temor pregunto: - ¿y me va a pasar otra vez?- su papá respondió -no cariño es algo normal que te enojes pero debes de respetar cuando mamá o papá digan vamos a casa y recuerda que no cambiaremos de opinión Aunque te enojes- Y así Mónica aprendió esta pequeña lección.