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INTRODUCCIÓN
Agricultura
Se entiende como "desarrollo" a una condición de vida donde las necesidades primarias de
los grupos sociales logran satisfacerse mediante un uso racional y sostenido de los recursos
y sistemas naturales. La "agricultura" trata sobre toda actividad que se realiza de forma
económica y técnica con respecto al cultivo y cuidado del suelo para la producción de
alimentos, envolviendo a las acciones humanas que transforman al medio ambiente.
La actividad agropecuaria tiene que ayudar a cubrir las necesidades alimentarias de una
población mundial que está en constante aumento y que, en su mayoría, no tiene un acceso
asegurado a los alimentos que se encontrarían primeros en la pirámide alimenticia como
frutas, cereales, verduras y legumbres. Esta actividad tiene un gran recurso, que es el suelo.
La agricultura ayuda a la mantención de un suelo saludable, que además es responsabilidad
del resto de la población, ya que desde ahí salen el 95% de los alimentos que se consumen
diariamente. Lamentablemente, solamente un 11% de los suelos en el planeta son aptos
para el uso agropecuario.
Para mantener y mejorar los sistemas agrícolas, se necesita de una educación base y segura
sobre lo que significan estas actividades, su importancia y uso cotidiano, un desarrollo
constante en las nuevas tecnologías y que éstas sean las apropiadas para poder brindar una
mejor calidad a los alimentos, sin poner en riesgo la salud del individuo, y así lograr el
acceso para aquellos grupos vulnerables.
Se entiende como "seguridad alimentaria" al acceso físico y económico que tengan todas las
personas a una alimentación suficiente, saludable, segura y nutritiva, cubriendo sus
necesidades nutritivas, influida por las preferencias culturales que lleven a una vida sana y
activa. Junto a la seguridad alimentaria se apunta a la producción local y agrícola de los
alimentos, siendo la base para erradicar la pobreza y la hambruna extrema.
Fue en la década de 1970 donde surge este concepto tras una crisis de oferta y demanda
por el crecimiento de la población mundial, afectada a su vez por la pérdida de cosechas en
alimentos básicos y no perecederos, donde este término primero se refería a la producción y
disposición global de los alimentos, cambiando hasta llegar a la definición que se conoce en
la actualidad.
SITUACIÓN ACTUAL
La ONU ha declarado que el hambre aumentó por cuarto año consecutivo, y que, para
finales de 2022, al menos 258 millones de personas en 58 territorios padecieron de hambre
aguda, llegando a 7 países al borde de la inanición. De esta cifra, se estima que, al menos,
35 millones fueron niños menores de 5 años sufriendo malnutrición, con un aumento de
mortalidad infantil a causa de esto, junto a la reducción en los niveles educacionales y la
falta de crecimiento adecuado del organismo. El 27% de esa cifra se encuentra en América
Latina y el Caribe, siendo Haití el país más afectado. Dentro de los Objetivos de Desarrollo
Sostenible para la Agenda 2030, aquellos directamente relacionados con este tópico son:
Hambre Cero, Salud y Bienestar, Fin de la Pobreza, y Ciudades y Comunidades Sostenibles.
Los mayores riesgos que se pueden presentar y que puedan derivar en una inseguridad
alimentaria son la falta de recursos básicos como agua potable o atención sanitaria, la
escasez de fondos económicos y la limitación de recursos naturales. Aquellos territorios más
afectados son justamente quienes están atravesando, en paralelo, una crisis de
desplazamiento en conjunto a la crisis alimentaria, donde se ubican la República
Democrática del Congo con 26 millones de personas, Afganistán con 22 millones, y les
siguen Yemen, Etiopía, Nigeria, Sudán del Sur, Somalia y Sudán hasta las 6 millones de
personas.
Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ONU). "El derecho a la
alimentación adecuada" en
https://www.ohchr.org/sites/default/files/Documents/Publications/FactSheet34sp.pdf