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Rapunzel

En un pueblo alejado de la ciudad vive Rapunzel, una chica de 16 años que reside junto
a sus 3 hermanos y su madre, una mujer humilde, insegura y ambiciosa. Rapunzel es
una chica alegre, sencilla y con la intención de salir adelante para poder ayudar a su
madre y a sus hermanitos. Sin embargo, su madre no permitía que ella tenga una vida
mejor, ya que la maltrataba y le decía que nunca podría salir de esa vida, palabras que
afectaban mucho a Rapunzel y la limitaban a soñar en grande. Su madre creció en un
hogar muy pobre y carente de afecto y quería que su hija llevara la misma vida, ya que
ella no fue capaz de progresar.
Su madre no permitía que Rapunzel estudiara, no la dejaba salir y mucho menos tener
amigos ni vida social. Quería que su hija se hiciera cargo de los quehaceres de la casa y
de sus hermanos, dejándola encerrada en casa.
Un día, aprovechando que su madre había salido, Rapunzel, cansada de esa vida, tomó
la decisión de escaparse de su casa. En un descuido, su madre había dejado las llaves de
repuesto en un lugar visible. Caminando llegó a un lugar donde había muchos jóvenes
de su misma edad, que estaban reunidos divirtiéndose, algo que llamó su atención, y
decidió acercarse. Fue entonces cuando un chico, Flynn, se le acercó y le preguntó por
su nombre, invitándola a unirse a su grupo de amigos.
Ella se puso muy contenta de compartir y divertirse con
chicos de su edad, algo que no había hecho antes.
Rapunzel se volvió especialmente cercana a Flynn, y él
le tomó mucho cariño. Rapunzel le comentó que ya se
tenía que ir a casa rápidamente antes de que llegara su
madre, y Flynn se ofreció a acompañarla. Camino a
casa, su madre se la encontró, muy enojada, comenzó a
insultar y humillar a su hija, diciéndole: “¿Quién te dio
autorización para salir de la casa? Una muchacha como
tú tiene que saber ubicarse y conocer su lugar. No quiero que esto se vuelva a repetir, y
mucho menos que estés hablando con alguien.”
Entrando a casa, su madre comenzó a agredirla físicamente sin control, frente a sus
hermanos, causando mucha rabia en Rapunzel. Fue entonces cuando ella decidió
escaparse nuevamente. Flynn, preocupado por ella, fue en su búsqueda. Rapunzel, triste
y enfurecida, comenzó a contarle cómo vivía bajo las reglas de su madre, y Flynn le
hizo entender que los comportamientos de su madre eran un delito y un riesgo para ella
y sus hermanos. Por lo que tomó la decisión de denunciar a su madre.
Rapunzel, después de reunir toda su valentía para denunciar a su madre por maltrato y
agresión física y psicológica, recibió la noticia de que debía designar un apoderado que
se hiciera cargo de ella y de sus hermanos, ya que, al ser menor de edad, no podía
mantenerlos por sí misma. Sin conocer a ningún familiar, ya que su madre nunca había
mencionado parientes, se vio enfrentada a la posibilidad de que sus hermanos y ella
terminaran en un orfanato.
Sin embargo, la vida de Rapunzel dio un giro inesperado cuando una mujer, que resultó
ser su tía, finalmente los encontró después de años de búsqueda incansable de su
hermana y sobrina. La cual, al descubrir todo lo que había ocurrido, se conmovió
profundamente al darse cuenta de que también tenía a tres sobrinos más en su vida.
A pesar de este inesperado reencuentro, la bondadosa Sra. García continuó ofreciéndose
para ser el apoderado de Rapunzel y sus hermanos. Con lágrimas en los ojos, Rapunzel
aceptó la ayuda de la Sra. García, quien se convirtió en un verdadero ángel guardián en
sus vidas.
La Sra. García no solo cuidó de Rapunzel y sus hermanos, sino que les brindó un hogar
lleno de amor, apoyo y estabilidad. Además, le ofreció a Rapunzel la oportunidad de
estudiar y vivir una vida similar a la de otros chicos de su edad, permitiéndole forjar un
futuro lleno de promesas.
Juntos, construyeron un futuro mejor, lejos de la sombra del abuso. Rapunzel encontró
la fuerza para sanar y, con el tiempo, se convirtió en una inspiración para muchos al
superar los desafíos de su pasado. Su tía, por otro lado, se convirtió en un pilar
fundamental en sus vidas, brindándoles apoyo emocional y oportunidades para crecer.
Rapunzel también expresó su profunda gratitud hacia
Flynn, quien desempeñó un papel crucial en su proceso
de recuperación. Su amistad con Flynn le ayudó a
superar el miedo y la dependencia que había tenido
hacia su madre, y juntos construyeron una relación
especial.
Esta historia nos recuerda que, incluso en los momentos
más oscuros, siempre hay personas dispuestas a extender una mano amiga y cambiar el
curso de nuestras vidas.

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