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Física cuántica e inteligencia.

Resumen:

Español.

Estamos aprendiendo cada vez más sobre la física cuántica y cómo la física
moderna está ampliando nuestra comprensión de la vida cotidiana, de nosotros
mismos y de nuestra relación con el mundo. La física cuántica abre nuevos
Caminos. La relación entre materia y conciencia y sus principios (dualismo
corpuscular-onda, coherencia, la no localidad, la incertidumbre, etc.) pueden
enseñarnos muchos secretos previamente desconocidos; en dado que la dualidad
mente-cuerpo es un reflejo de la dualidad onda-partícula; cómo la conciencia del
observador cambia los resultados de los experimentos; cómo la coherencia del
terapeuta afecta al paciente;
El corazón está lejos; libre albedrío, etc.

Ingles.

We are learning more and more about quantum physics and how modern physics
is expanding our understanding of everyday life, ourselves, and our relationship to
the world. Quantum physics breaks new ground. The relationship between matter
and consciousness and its principles (corpuscular-wave dualism, coherence,
non-locality, uncertainty, etc.) can teach us many previously unknown secrets; in
Since the mind-body duality is a reflection of the wave-particle duality; how the
consciousness of the observer changes the results of the experiments; how the
therapist's coherence affects the patient;
The heart is far away; free will etc

© Físico pasante. Stiven David Mejia Nuñez | Universidad de los Andes


Introducción

En los últimos años, se han publicado muchos artículos informativos sobre la


física cuántica y cómo la física moderna puede ampliar nuestra comprensión de la
vida cotidiana y ayudarnos a comprender mejor nuestra relación con nosotros
mismos, con los demás y con el mundo en general. La física cuántica abre una
nueva perspectiva sobre la relación entre materia y conciencia, alejándonos de la
idea de que los seres humanos somos de alguna manera víctimas de lo que sucede
en el universo, ajenos a las fuerzas evolutivas, sin ningún papel que desempeñar
en los acontecimientos de la vida y sin relación con las fuerzas inexorables que
impulsan el mundo. La mecánica cuántica nos abre a una nueva relación que nos
llevará a una verdadera "asociación" con el universo. Esto está profundamente
conectado con el sentimiento de comenzar a comprender cómo una falta de
armonía en nuestro ser, que a veces se manifiesta como una enfermedad, ya no es
sólo un "accidente" o una "oportunidad" y nos ayuda a avanzar hacia una
comprensión más profunda de cómo funciona nuestra vida. la conciencia
funciona. , nuestros pensamientos y sentimientos conscientes e inconscientes, son
moduladores de nuestra realidad mental, emocional e incluso física.

Materia y energía.

La revolución filosófica y científica del siglo XVII desarrolló la duda cartesiana y


el nacimiento de la física clásica o newtoniana. El paradigma newtoniano nació e
influye profundamente en la forma en que nos percibimos a nosotros mismos y

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nuestra relación con el mundo. Este paradigma se basa en la forma en que Newton
entendía el universo: como una gran máquina. Gran parte de nuestro acercamiento
a nosotros mismos se basa en el modelo newtoniano de comprensión de la
realidad, un modelo mecanicista que interpreta al ser humano como una compleja
“máquina biológica” en la que el corazón es visto como una bomba, el riñón como
un filtro, el cerebro como una bomba. un ordenador, etc. Esta visión mecanicista
nos ha permitido profundizar mucho en el estudio de nuestra constitución
superficial, y cuando decimos superficial no le estamos dando la connotación de
menor importancia, sino que nos referimos a la parte más material o física. de
nosotros mismos. Y en este ámbito hemos logrado y seguimos logrando
maravillosos avances, llegando a límites inimaginables. Incluso si es sólo una
“parte” de nuestra realidad. Todos pensamos que el Ser Humano es mucho más
que una máquina compleja, la suma de órganos físicos, intercambios y reacciones
químicas o enzimáticas, etc. Hay algo más que da Vida y anima nuestro ser. Esta
energía, fuerza vital o como la llamó Hipócrates Vis Natura Medicatrix, término
que utilizó para designar la fuerza interna que poseemos para nuestro buen
funcionamiento y que da Vida a la vida. Aún no hemos integrado esta concepción
mecanicista newtoniana con la que nos llegó de otro eminente físico, Albert
Einstein, quien estableció una relación entre materia y energía, plasmándola en su
famosa ecuación:

E= m x c2
(Energía= masa x velocidad de la luz al cuadrado)

De esto podemos deducir que materia y energía son una doble expresión de una
misma Sustancia Universal y que el ser humano, así como somos materia también
es energía, y que materia y energía son intercambiables. Cada partícula puede
estar asociada a un equivalente energético o, en otras palabras, cada entidad del

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universo tiene su propio contenido energético. La materia no es más que energía
condensada, y cuando nos adentramos en el mundo subatómico (el mundo de la
física cuántica), la materia visible constituye sólo una milmillonésima parte del
universo. Los experimentos de física de partículas han demostrado que en el plano
de las partículas elementales toda la materia es energía. Además, sabemos que a
medida que penetramos cada vez más profundamente en el átomo, en el propio
núcleo atómico, donde la fuerza creativa es palpable, todos los patrones de energía
se encuentran en la forma de una red de energía que interactúa. El aspecto energía
y el aspecto materia son, por tanto, dos partes de una misma realidad, de ahí la
famosa dualidad onda-partícula. Así, analizando al ser humano tanto desde el
punto de vista de la materia (aspecto partícula) como de la energía (aspecto onda),
abrimos una nueva perspectiva sobre nuestra constitución y el origen de nuestros
malestares, su abordaje y las formas de restablecer su equilibrio

Medicina energética.

Toda medicina energética se basa en este hecho fundamental: el ser humano es un


sistema dinámico de energías en continua interacción, y al utilizar formas
especializadas de energía que actúan por resonancia en el sistema energético sutil
del hombre, tienen la posibilidad de devolverlo a su estado original. su estado
original. original. equilibrio natural. . La teoría energética de la homeopatía
sugiere que los seres humanos se parecen a los electrones del átomo. Los
subsistemas energéticos del cuerpo ocupan diferentes modos vibratorios, que
podrían denominarse orbes de salud o enfermedad. Para el ser humano cuyos
componentes energéticos se encuentran en una órbita de malestar, el suministro de
energía sutil en la frecuencia adecuada puede ayudar al organismo a pasar a una
nueva órbita o a un estado de salud estable. El secreto está en aportar la cantidad
necesaria de energía sutil a través de algún tipo de resonancia, como medicina

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homeopática, esencias florales, piedras preciosas, cristales, cromoterapia, etc. en
forma de vibraciones sutiles que inciden directamente en el organismo. El paso de
Newton a Einstein y la posterior incorporación de la nueva perspectiva que nos
abre al mundo subatómico y a la física cuántica es, en términos muy generales, el
“cambio de paradigma” tan presente en la actualidad. Un cambio de paradigma
(del paradigma, modelo griego), hacia un nuevo marco de pensamiento, un nuevo
marco para comprender y explicar algunos aspectos de la realidad, y hacia una
forma más amplia e inclusiva de abordar y centrarse en viejos problemas. Muchos
autores se han centrado en el análisis de este cambio de paradigma, y quizás uno
de los más importantes sea Marilyn Ferguson, autora de The Aquarius
Conspiracy, en el que desarrolla y profundiza el análisis de la transformación en
curso. en los diferentes ámbitos de nuestra sociedad –que incluyen la política, la
economía, la medicina, la educación, las relaciones humanas, la familia…-, como
resultado de la evolución de la conciencia humana.

Es importante tener en cuenta que este cambio no implica la negación de lo


anterior, sino la incorporación de un nuevo enfoque que amplía nuestras
posibilidades. En el futuro, el conocimiento y estudio de nuestro sistema
energético y su constitución podría resultar de gran importancia. Además, este
nuevo enfoque también nos permite aceptar e incorporar conceptos ya presentes
en las filosofías y la medicina orientales. Antiguos tratados de acupuntura, como
el Nei King y So Ouenn (que data del 2800 a. C.), o el 1 Ching, ya predecían algo
más que la materia, y tenían en cuenta las leyes que rigen la transformación
recíproca entre materia y energía. . Por lo tanto, a medida que nos acerquemos al
estudio y comprensión de nuestra constitución, distinguiremos entre una parte
material o física y una parte material o física energética o sutil (el aspecto
partícula) que corresponde a nuestro cuerpo físico. Es la parte de nuestra
Constitución que mejor conocemos, la parte con la que estamos más
familiarizados y con la que más nos identificamos. Poco podemos decir sobre ella
que no sepamos ya. Podemos actuar básicamente con técnicas convencionales
como la cirugía y la farmacología. La parte energética o sutil (aspecto

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ondulatorio) que se compone de diferentes elementos no visibles a nuestros ojos
físicos, pero no por ello menos importantes. Allí ubicamos las emociones, el
espíritu y nuestra dimensión superior o espiritual.
También incluye lo que se conoce como cuerpo energético holográfico o cuerpo
vital, donde se ubican los meridianos de acupuntura, nadis y los centros
energéticos de la medicina ayurvédica y tibetana (también llamados chacras).

La física cuántica.

La física cuántica abre nuevos caminos para nosotros, incluso si la “visión del
mundo newtoniana” que todavía domina nuestras vidas y pensamientos ya no está
a la vanguardia del pensamiento físico creativo. La física cuántica penetra en el
microcosmos del átomo y describe lo que sucede en este mundo interior de todo lo
que vemos y somos. Todo el mundo de la materia, incluidos nuestros cuerpos, está
formado por átomos y sus componentes más pequeños. Las leyes que gobiernan
estas frágiles partículas de la realidad fundamental son estudiadas por la física
cuántica y sus leyes afectan nuestra vida diaria. Por ejemplo, un fotón o “partícula
de luz” cambia la sensibilidad del nervio óptico. El comportamiento de los
electrones está determinado por el principio de incertidumbre de Heisenberg, y
este principio juega un papel decisivo en la aparición o no de errores genéticos, en
la aparición o no de cierto tipo de enfermedades, también participa en el proceso
de envejecimiento, y también en el proceso mismo. de la evolución. se considera
igualmente afectado. El principio de incertidumbre no tiene nada que ver con los
avances en los sistemas de detección y su instrumentación. Vivimos en un mundo
de probabilidades, y esta experiencia expresa el hecho de que siempre hay una
relación indeterminada entre el observador y el sistema observado, y que el hecho
mismo de observar algo te perturba de forma impredecible. A nivel cuántico no se
puede decir que no exista nada especial en un lugar fijo, porque todo está inmerso
en un “mar de posibilidades” y el ser humano consciente es el puente entre el
mundo cotidiano y el mundo de la física cuántica. Según Danah Zohar, la

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conciencia, al igual que la materia, surge del mundo cuántico; y las dos,
conciencia y materia, al ser muy diferentes entre sí, tienen su punto de encuentro
en la realidad cuántica. Nuestros patrones de pensamiento, nuestras relaciones con
nosotros mismos, con los demás y con el mundo, podrían explicarse por las
mismas leyes y patrones de comportamiento que gobiernan el mundo de los
electrones y los fotones. Del modelo mecanicista determinista newtoniano del
siglo XVIII, pasamos al modelo cuántico indeterminista, en el que el presente no
puede conocerse en todos sus detalles y existe una interacción entre el observador
y lo observado, trascendiendo la ley de causa a efecto y situándose en un mundo
subjetivo donde la percepción es un elemento fundamental y donde el
comportamiento de las partículas depende del observador y del tipo de diseño del
estudio. Algunas características básicas de la física cuántica son:

▪ Dualidad onda-partícula.
▪ Coherencia: propiedad del mundo cuántico.
▪ No localidad.
▪ Indeterminación.

Coherencia: propiedad del mundo cuántico.

Es la esencia del magnetismo, la luz láser, los estados mentales de conciencia


altamente coherentes, etc. El concepto de "campo" juega un papel importante en
las interacciones de todos los sistemas de la naturaleza. Cada cuerpo genera un
“campo” a su alrededor que modifica las propiedades del espacio circundante. La
física ya no considera sólo la materia y sus partículas, sino que admite que el
“campo” juega un papel importante en las interacciones de todos los sistemas. El
campo creado está intrínsecamente ligado a las cuatro fuerzas fundamentales:
fuerza gravitacional, fuerza electromagnética, fuerza nuclear débil, fuerza nuclear
fuerte. Estas fuerzas controlan el comportamiento de toda la materia y los
fenómenos biológicos, químicos y nucleares. Gracias a estas fuerzas, todo
permanece maravillosamente coherente y unido. En el siglo XVII, Isaac Newton

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generalizó el concepto de atracción gravitacional en la ley de la gravitación
universal. Todos los objetos materiales se atraen entre sí. La materia tiene la
propiedad de que cada partícula con masa ejerce una fuerza de atracción sobre
todas las demás partículas con masa en el universo.

Esta fuerza es responsable de la atracción y cohesión de todos los cuerpos


celestes. Durante la primera mitad del siglo XIX se hicieron muchos
descubrimientos fundamentales sobre la electricidad y el magnetismo. Uno de los
investigadores más importantes fue Hans Christian Oersted, profesor de física en
Copenhague, quien en 1820 descubrió la relación entre la electricidad y el
magnetismo. La fuerza electromagnética está formada por dos campos
estrechamente relacionados: el campo eléctrico y el campo magnético. Los imanes
nos muestran la existencia de líneas de fuerza magnéticas que forman un campo y
cómo los cuerpos con cargas diferentes se atraen y los que tienen cargas idénticas
se repelen. Con este ejemplo vemos cómo el "campo" ordena la disposición de las
partículas, un molde invisible de lo que luego toma forma física. Nuestro planeta
tiene un campo magnético de unos 500 miligauss y todos los seres humanos
estamos sujetos a sus efectos. Pero no sólo la Tierra, sino también el Sol y la
Luna, como masas en movimiento, tienen sus propios campos electromagnéticos
que nos afectan continuamente, y no sólo a nosotros, sino a todo el sistema solar.
Sabemos que si dividimos un imán en dos, cada lado terminará con un imán más
pequeño con nuevos polos. Esta propiedad magnética es una característica que
reside en la propia materia, en sus átomos. Por tanto, el magnetismo está
estrechamente relacionado con la existencia misma de los átomos: son los
electrones atómicos con su espín los que generan campos magnéticos durante su
rotación. Spin significa espín y es una propiedad cuántica de una partícula. Por
tanto, los átomos y las moléculas pueden representarse como pequeños imanes. En
una barra de hierro no magnetizada, los átomos están dispuestos al azar y las
partes magnéticas de los átomos se cancelan entre sí porque los átomos están
dispuestos al azar en todas las direcciones.

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En un imán o una barra magnética, todos sus átomos están orientados y ordenados
en el espacio; cada átomo contribuye, con sus polos, a los efectos magnéticos que
se suman para formar un imán. Por tanto, lo que diferencia una barra de hierro no
magnetizada de un imán es la disposición ordenada o desordenada de sus
partículas. La coherencia, el orden, la armonía son fundamentales para crear un
imán que tenga la propiedad de ser atractivo y ordenado. El corazón produce el
campo electromagnético más fuerte del cuerpo. Es un oscilador eléctrico maestro.
Corresponde al cuarto centro de energía, un centro de síntesis que genera un
potencial eléctrico cinco mil veces mayor que todos los campos eléctricos del
cuerpo. Incluso a tres metros, el campo magnético de nuestro corazón envuelve a
nuestros pacientes.

Cuando centramos nuestra conciencia en el corazón, puede ocurrir una


armonización de todo nuestro campo electromagnético. Creamos armonía o
desarmonía, dependiendo de nuestro estado de conciencia. La confianza interior
nace en el corazón y esa confianza interior se expresa en forma de coherencia.
Cuando el corazón se contrae, transporta una onda sonora, una onda de calor, una
onda de presión, una onda magnética. Transmite toda una serie de información o
frecuencias que literalmente bañan todo el organismo. Cuando hay un cambio en
el corazón, hay un cambio en cada célula del cuerpo y ¿qué causa un cambio en la
frecuencia cardíaca? Las emociones

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Todas las emociones son hijas del miedo o del amor. Hay dos fisiologías: la
fisiología del Amor y la fisiología del Miedo. El Arte de la Terapia consiste en
salvar la fisiología del Amor. Una de las primeras reglas de la relación médico-
paciente es estar en el “aquí y ahora”, estar en el presente. Escuchar con todos
nuestros sentidos. Es necesario resonar con el interlocutor. Crear una atmósfera de
confianza. La confianza es un imán que permite la relación y elimina la reacción
de huida, de miedo, de huida.

Cuando centramos nuestra conciencia en el corazón, hay una armonización de


todo nuestro campo electromagnético (que incluye lo que sostenemos con los
brazos abiertos), ya que el corazón es el oscilador magnético maestro. Nuestros
dos hemisferios cerebrales armonizan en frecuencia a. (alfa), superficial y
profundamente, armonizando el sistema límbico que gestiona nuestro potencial
emocional. En este estado de conciencia, a medida que un imán armoniza el
otorgamiento, se produce una mayor coherencia y el terapeuta, que está en
sintonía, también lleva al paciente a la coherencia. Un terapeuta en este estado
emite un campo magnético pulsado muy débil a través de sus manos a 7,8 ciclos
por segundo o 7,8 Herz. Y esto es muy importante porque la pulsación del campo
magnético terrestre fluctúa de 0,1 a 30 ciclos por segundo, pero también la
frecuencia más importante de pulsación del campo magnético terrestre es 7,8 Herz
o ciclos por segundo. Así, un terapeuta conscientemente sintonizado es capaz de
restaurar la vibración perdida de 7,8 ciclos por segundo en el paciente y
reconectarlo en armonía con la Tierra. La sincronización entre terapeuta y
paciente permite la resonancia y la comunicación entre ellos. En este estado, las
imágenes terapéuticas pueden ser transmitidas coherentemente por el cerebro del
terapeuta al paciente, lo que puede tener un profundo impacto fisiológico y efecto
terapéutico. De ahí la importancia de las técnicas de relajación (que nos llevan al
estado alfa) y posterior visualización.

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No localidad.
Explicar acciones a distancia (experimento de Einstein-Podolski-Rosen). Aquí, la
física cuántica se abre a la conciencia de que existe una transmisión instantánea de
información en el mundo subatómico, desarrollando el principio de no localidad.
En 1982, Alain Aspect midió la polarización de pares de fotones de baja energía
emitidos por una sola fuente y demostró que cada fotón "sabía" instantáneamente
lo que había hecho su compañero. Es como si cada punto de la estructura espacio-
temporal contuviera la información de todo el sistema. Así nació la idea del
universo como un enorme holograma cósmico en el que fluiría una cantidad
ilimitada de información. Con el holograma tenemos un modelo único para
entender la estructura energética del universo y la multidimensionalidad del ser
humano. En 1947, el físico Denis Gabor describió el principio matemático del
holograma, descubrimiento que más tarde le valdría el Premio Nobel. La
holografía es una técnica fotográfica para la obtención de imágenes
tridimensionales, llamadas hologramas. Un holograma es en realidad una imagen
tridimensional. Pero otra propiedad muy importante del holograma es que
cortando un trozo de película holográfica y proyectando una luz láser sobre este
fragmento, obtenemos una imagen de todo el objeto y no sólo del fragmento
cortado. La imagen del objeto se obtiene intacta y tridimensional; Este es el
principio holográfico: “cada parte contiene el todo y el todo está contenido en
cada parte”. Este concepto está revolucionando el campo de la ciencia y el
pensamiento. En esta dirección trabajan muchos científicos, entre los que destacan
dos figuras: el neurocirujano Karl Pribran y el físico David Bohn. Karl Pribran ha
estudiado la memoria y la función cerebral y sus estudios le han llevado a la
conclusión de que, en muchos sentidos, nuestro cerebro funciona como un
holograma. Si nuestro cerebro funciona como tal, podemos acceder a un Todo

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mayor, un campo o, como él dice, “una esfera de frecuencia holística”, en la que
se trascienden los límites del espacio y el tiempo. Podemos conectarnos a un
estado de conciencia en el que podemos acceder al Todo, a la Unidad, al no
espacio y al no tiempo, abarcando las experiencias místicas de la Unidad tan
universalmente descritas por místicos y sabios a lo largo de los siglos. Por otro
lado, el físico inglés David Bohn se ocupó de la física subatómica y del potencial
cuántico, y sus estudios le llevaron a la conclusión de que las entidades físicas
materiales que parecen separadas en el espacio y el tiempo están unificadas, en un
campo unificado, unidas en un vínculo subyacente. . o, como él dice, en forma
"implícita". Para él existen dos dimensiones o esferas. Esfera de manifestación o
“esfera explícita”, donde se separan cosas y acontecimientos, donde participan el
espacio y el tiempo; y la esfera de no manifestación o "esfera implícita", que se
encuentra debajo de la apariencia, donde las cosas y los eventos no tienen espacio,
tiempo, son únicos e indivisos. La conexión con esta esfera explicaría a su vez las
experiencias místicas de unidad.

Indeterminación.

El mundo cuántico es indefinido. Y este principio de indeterminismo (el principio


de incertidumbre de Heisenberg) también se manifiesta en la fisiología de nuestro
cerebro, concretamente en la conexión sináptica, en el espacio sináptico. El
espacio esmáptico mide entre 200 y 300 Á (Amstrom), una distancia tan pequeña
que entra dentro de las dimensiones del mundo subatómico y, por tanto, está
sujeta a las leyes de la física cuántica. Este espacio es la zona de la inseguridad
mental. El principio de incertidumbre de Heisenberg lleva mucho tiempo
arraigado en el lenguaje de sociólogos y psicólogos, que describen cualquier
cambio rápido como un "salto cuántico". Para comprender la conciencia, la
neurofisiología requiere actualmente considerar los fenómenos de la física
cuántica. Los investigadores que buscan desentrañar los misterios de la

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interacción mente-materia se centran en estudiar los eventos cuánticos que ocurren
dentro y entre las neuronas del cerebro. El espacio entre dos neuronas, la
hendidura sináptica, es tan pequeño, entre 200 y 300 A, que entra dentro del
dominio de la física cuántica. Entonces sucede algo muy importante.
En la década de 1970, el neurólogo John C. Eccles y otros neurólogos
proporcionaron datos sobre la influencia de la mente impermanente sobre la
materia estática. Eccles señaló que la vesícula sináptica, que almacena
neurotransmisores, es una estructura aproximadamente esférica con un diámetro
de 400 A. Eddington estudió estas vesículas y concluyó que el principio de
incertidumbre de la física cuántica era aplicable a un objeto de este tamaño y
calculó que la incertidumbre era de aproximadamente 50 A por milisegundo. Y
este valor es sumamente importante y significativo porque 50 A podría ser el
orden de magnitud con el que la conciencia podría haber actuado en interacción
con los mecanismos neurofisiológicos del cerebro. En otras palabras, 50Á puede
ser la medida del "libre albedrío" o de la "influencia espiritual". Física Cuántica,
Conciencia, Coherencia, Campo Electromagnético, Núcleo: Oscilador Magnético
Principal, Resonancia, Inducción, Campo Unificado, No Localidad, Principio de
Incertidumbre, Incertidumbre,… quizás todos estos sean conceptos que están
empezando a resonar en nuestra conciencia; puertas que se abren ante nosotros;
Guías que nos permiten acceder un poco mejor a las maravillas de nuestro ser y de
toda la creación. Nos encontramos ante la posibilidad de dar un “salto cuántico”
en nuestra conciencia y entrar en una nueva trayectoria donde la armonía, la paz y
la coherencia sean parte de nuestra fisiología y de nuestra existencia.
Quizás podamos entender que la fuerza nuclear débil, esa fuerza electromagnética
casi un millón de veces más débil que la fuerza nuclear fuerte, sea la encargada de
convertir un neutrón en un protón, es decir. h. la fuerza nuclear débil explica
cierto tipo de radiactividad. elementos, y esta interacción es responsable de
convertir un neutrón en un protón, un electrón y un antineutrino. Un antineutrino
es una partícula subatómica que puede moverse a través de la tierra como si fuera
el espacio vacío, y su fuente principal es el sol, fuente de vida. Quizás estemos
empezando a comprender que en el corazón del átomo, en los protones y

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neutrones, actúa una maravillosa fuerza de cohesión. Esa fuerza que mantiene
unidos a los quarks, y que tiene un poder inmenso, ¡1039 veces más fuerte que la
fuerza de la gravedad!, y que los responsables de esta cohesión son los gluones,
que unen y unen absolutamente todo, y que es expresión directa de La energía más
sublime es la energía de la vida: la energía del amor.

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Bibliografía recomendada.

• Zohar D. El Yo cuántico. Best Seller Edivisión, 1 997.

• Chopra D. Curación Cuántica". Plaza y Janés, 1991.

• Capra F. El Tao de la Física. Luis Cárcamo editor, 1992.

• Wilber, Bohm, Pribram et al. El Paradigma Holográfico. Editorial Kairos,


1991 .

• Pearsa ll P. El código del corazón. Editorial Edaf, 1998.

• Carvajal J. Cuadernos de Bioenergética del hombre. W 1 ¿Qué es la


Bioenergética? Ediciones Nestinar, 1999.

• VV.AA. Misterios de la Física Cuántica. Investigación y Ciencia (tema 1


0), 1 997.

• Ferguson M. La Conspiración de Acuario. Editorial Kairos, 1 994.

• Rickards. Cambridge Ilustrado Física. Editorial Grijalbo, 1 988.

• Nogués l. De lo Físico a lo Sutil. Editorial Didaco, 2001

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