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La Araucana

Una de las características principales de los poemas épicos es la de narrar las hazañas
de un pueblo y en forma más específica la de un héroe que represente las aspiraciones
nacionales de ese pueblo; la naciente literatura hispanoamericana colonial rompió con ese
modelo al publicar, en 1574, en la ciudad de Madrid, el poema La Araucana. Su
autor Alonso de Ercilla y Zúñiga, planteó un enigma: un poema épico sin protagonista. De
acuerdo con Fernando Alegría el enigma no sería tal, no se trataría de un poema sin
protagonista, sino por el contrario, su protagonista sería colectivo, el pueblo español y el
pueblo mapuche estrechados en un mortal combate, la Guerra de Arauco.
Dedicada a Felipe II, La Araucana debe su título a una doncella de La Imperial. En aquella
ciudad, don Juan de Pineda y Alonso de Ercilla se trenzaron en una disputa que terminó
con el dictamen del Gobernador García Hurtado de Mendoza, que ambos serían
ejecutados al amanecer. Los nobles preocupados acudieron a una joven que el
Gobernador miraba con notoria simpatía. La niña, acompañada de otra mujer habría
llegado hasta él, obteniendo el perdón. En su honor, el poeta habría titulado el poema "La
Araucana", en género femenino.
El poema consta de tres partes, compuestas en octavas reales (versos de once sílabas
métricas en los que los seis primeros versos riman en forma alternada en tanto que los
dos últimos van pareados), comienza con un exordio, es decir, una estrofa introductoria
de carácter moral o sentencioso. Si bien la propositio inicial: "No las damas, amor, no
gentilezas de caballeros enamorados, ni las muestras, regalos y ternezas de amorosos
afectos y cuidados; mas el valor, los hechos, las proezas de aquellos españoles
esforzados que a la cerviz de Arauco no domada pusieron duro yugo por la espada",
acota la trama no por eso excluye la introducción de numerosos episodios amorosos
protagonizados por mapuches, que transgreden los cánones del género, y si a esto
sumamos el hecho de que el poeta, a medida que avanza el texto, va variando su visión
heroica de la guerra, por una más bien trágica y desencantada, La Araucana podría
considerarse como un gozne entre una épica ya agónica, que ha perdido su credibilidad y
se hace por lo tanto inverosímil como propuesta textual, para dar lugar a un género
híbrido entre el testimonio, la autobiografía y la novela como es El cautiverio feliz de
Pineda y Bascuñan, donde ya sólo queda un paso para que nuestra literatura se integre
en la novela, que instala un mundo más ambiguo y de mayores posibilidades expresivas
en Latinoamérica.
Aun cuando sus tres partes hayan sido publicadas en Madrid en 1574, 1578 y 1589,
respectivamente, fueron escritas en suelo chileno, según dice su autor, en cortezas de
árbol, trozos de cuero y de algunas cartas. La Primera Parte contiene los sucesos
anteriores a la llegada de Ercilla a Chile, período que de acuerdo con lo señalado por su
autor, fue laboriosamente reconstituido a través de conversaciones sostenidas con
antiguos soldados. Ordenados en forma cronológica, fija las fechas con escrupulosa
precisión. Las dos partes siguientes fueron escritas durante las penosas campañas de
Arauco, anotando cada noche los acontecimientos del día. De ahí el valor histórico que ha
sido atribuido a su obra y el que haya sido tomada como ejemplo por los cronistas
posteriores, entre ellos Pedro de Oña y su Arauco Domado, y que Diego Barros Arana la
considere la primera historia de Chile.
Leonardo da Vinci was a Florentine polymath of the Italian Renaissance. He was at the
same time a painter, anatomist, architect, paleontologist, botanist, writer, sculptor,
philosopher, engineer, inventor, musician, poet and urban planner. He died accompanied
by Francesco Melzi, 4 to whom he bequeathed his projects, designs and paintings.2 After
spending his childhood in his hometown, Leonardo studied with the Florentine painter
Andrea de Verrocchio. His first important works were created in Milan in the service of
Duke Ludovico Sforza. He then worked in Rome, Bologna and Venice, and spent his last
years in France, at the invitation of King Francis I.

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