ENTRELAZADOS EN EL ALMA DIGITAL

Whatshapp
Grupos Virtuales
Más Allá de las Pantallas, Laten Amistades que Resuenan en el Corazón
Una Oda a la Conexión en la Era Digital

LOS AMIGOS COMO TÚ, COMO YO

Por: Félix TICO Goidas (2023)

En el vasto telar de la vida, donde los hilos

del destino amarran las existencias, emergen
amistades que trascienden el tiempo y el espacio.
Los amigos, como tú, como yo, son esos tesoros que
perduran de toda la vida, se cruzan en nuestro
camino sin previo aviso y se graban en el alma de
manera imborrable. Hoy, en este rincón del universo,
en un escenario virtual; regreso y me cruzo contigo,
amigo de siempre. No es casualidad, es la danza
misteriosa de la vida que nos reúne una vez más. Me embarga la alegría de
encontrarte en esta travesía, recordando que en esta tierra, bajo el mismo cielo, vive
un amigo como tú.

Los amigos así, esos que no se ven con frecuencia, son como gemas raras y
preciosas. Cada encuentro se convierte en una celebración, un festejo que resuena
con risas compartidas, historias entrelazadas y complicidad inquebrantable. Como tú,
como yo, somos testigos de la magia que esconde la amistad verdadera. Nuestra vida
es así, un viaje que nos lleva por caminos sinuosos. Viajamos, cantamos, lloramos y
reímos, siguiendo un destino incierto. Ganamos, perdemos, pero siempre avanzamos
juntos. Como dos almas errantes, compartimos un destino que es nuestro y solo
nuestro. A veces somos distintos por las vueltas y revueltas de la vida. Aunque el
tiempo nos transforme, la esencia de lo que compartimos perdura. En ti y en mí, hay
un parecido que va más allá de las apariencias, una conexión profunda que desafía las
vicisitudes del tiempo.

Al final, cuando las luces de la vida comienzan a menguar, los amigos no se

olvidan de sus amigos. Esta es la promesa inquebrantable de la amistad genuina. En
el vasto océano del tiempo, nuestra conexión perdura, trascendiendo las estaciones y
desafíos. Así, en esta oda a la amistad, celebremos la maravilla de tener amigos como
tú, como yo. En cada nota de esta melodía compartida, en cada verso de esta poesía
viva, encontramos la esencia misma de la camaradería que ilumina nuestro viaje.
Brindemos por la amistad eterna, por los amigos que no se olvidan, por aquellos que,
como tú y como yo, siguen siendo los mismos en el corazón, sin importar las vueltas
de la vida. ¡Vente conmigo, amigo, que este viaje de la vida es nuestro destino
compartido!

Ahora bien, trasladar esa amistad a nuevos escenarios virtuales; y hasta

construir amistad sin haberla conocido de manera tangible… Es otra cosa…? Pues,
entre vínculos virtuales y amistades reales, se teje una telaraña en nuestras vidas con
el fenómeno de los grupos de Whatshapp o Telegram u otros muchos escenarios
virtuales, que se erigen como hilos invisibles donde se conectan corazones; amistades
que florecen en el reino virtual…! Aunque las palabras viajen a través de pantallas, la
esencia de la verdadera amistad persiste, dejando entrever los efectos poéticos de
estas conexiones modernas. En estos escenarios, las palabras bailan en la pantalla,
creando un lienzo de diálogos entrelazados. La verdadera amistad, esa chispa que
enciende la conexión, se manifiesta en cada emoticón, en cada respuesta que resuena
como un eco virtual. Con la Magia de la Inmediatez, aunque distantes
geográficamente, las respuestas en Whatshapp desafían la lejanía física. En un
parpadeo digital, compartimos risas, consuelo y experiencias, desdibujando las
fronteras entre lo tangible y lo efímero.

De allí, el intercambio constante, las palabras bien escritas adquieren poderes

mágicos (Son necesarias las EVERGITADAS). Se convierten en bálsamo para el
alma, en risas que resuenan incluso a través de la fría pantalla. La poesía se
encuentra en la habilidad de transformar simples mensajes en conexiones profundas.
Detrás de la pantalla, se forma una red invisible de apoyo. En los grupos de
Whatshapp, la verdadera amistad se manifiesta como un rayo en la tormenta,
brindando fuerza y consuelo cuando las palabras no pueden cruzar la distancia física.
Aunque la amistad florezca en lo digital, sus ecos se hacen sentir en la realidad
tangible. Los lazos virtuales se entrelazan con nuestras vidas, creando recuerdos
compartidos que trascienden el reino de los emoticonos, gráficos, imágenes, fotos,
videos y las palabras escritas.

En la reflexión sobre estas amistades cibernéticas, surge una verdad poética:

la verdadera amistad no se limita a la cercanía física… En los grupos de Whatshapp,
encontramos un espacio donde las risas y los suspiros viajan a través de cables y
ondas, pero su impacto es tan real como el latido de un corazón. Así, en este rincón
digital donde convergen nuestras historias, celebremos la magia de las verdaderas
amistades. Que cada mensaje sea una estrofa en el poema colectivo de nuestras
vidas, y que los grupos de Whatshapp sigan siendo un testamento moderno de que,
incluso en la era digital, las conexiones reales son la esencia de la verdadera amistad.

Por: Félix TICO Goidas (2023)

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