Está en la página 1de 2

Querida Andrea,

En el rincón de mi corazón, donde la tinta de mis emociones se adhiere con el papel de mis sueños,
encuentro las palabras que anhelan viajar desde mi alma hacia la tuya. No es fácil describir todo lo que
siento, pero quiero que estas líneas sean un puente entre nosotros, una conexión que se forje en la
sinceridad y la verdad.

Amor, esa fuerza mágica que nos ha unido en esta danza de complicidad y cariño. Cada palabra que
pronunciamos, cada risa compartida, son pétalos de las rosas que forman un jardín donde florece
nuestro afecto. El amor es la brújula que guía mis pasos hacia ti, que ilumina mi sendero con la
esperanza de que, juntos, podamos construir algo más allá de lo ordinario, algo extraordinario.

El tiempo, ese enigma que nos envuelve en su manto implacable. Nos recuerda que el pasado ya no es
más que un suspiro en el viento, una historia que no podemos cambiar. El futuro, un lienzo en blanco
que solo la incertidumbre conoce. Pero aquí y ahora, en este preciso instante, se revela el regalo del
presente. Es en este momento donde deseo que sientas mi corazón latir, un palpitar que se sincroniza
con el tuyo.

La muerte, sombra que danza en el horizonte de nuestras vidas. No discrimina, no espera, y nos
confronta con la fragilidad de nuestra existencia. Pero, ¿no es acaso la muerte la que da significado a la
vida? Nos insta a apreciar cada risa, cada lágrima, cada suspiro compartido. Es el recordatorio de que el
tiempo es efímero y que debemos aprovechar cada instante como si fuera un tesoro.

En este viaje que llamamos vida, mi deseo más profundo es explorar sus misterios a tu lado.
Comprender que el amor no es solo una palabra, sino una fuerza que puede superar las pruebas del
tiempo y desafiar a la muerte misma. Quiero ser para ti el faro que ilumina tus días grises y el refugio
en tus noches oscuras.

Sé que hemos tenido nuestras discusiones, pero también sé que el amor trasciende las palabras no
dichas y los malentendidos. Estoy dispuesto a aprender, a crecer, a ser el mejor amigo y amante que
mereces. Quiero construir un futuro donde nuestros corazones, entrelazados como los hilos de una
historia eterna, se enfrenten al tiempo y desafíen a la muerte, todo por estar una vez mas a tu lado.

Con amor y esperanza,


tu querido proton.
Querida musa de mis días,

En el rincón susurrante de mi alma,


donde la brisa del amor acaricia,
te escribo con las letras de mi calma,
confesando un sentir que en mí germina.

Amor, sublime sinfonía que nos envuelve,


entre notas secretas, enlazados corazones,
eres el verso que el tiempo no resuelve,
y en cada estrofa, entretejemos ilusiones.

El reloj, taciturno testigo de nuestra danza,


marca compases que el pasado desdibuja,
en este vals fugaz, la esperanza avanza,
tejiendo en el presente la historia que labra.

La muerte, sombra etérea que nos acecha,


es la musa que danza en nuestro rincón,
cada latido, un alegato que retacha,
desafiando su silueta, forjando un lazo común.

No soy más que un poeta torpe, un soñador,


pero mi pluma busca en el lienzo de tu piel,
tejiendo versos con la fuerza del ardor,
pintando el lienzo del amor que revela.

En cada palabra, anida un suspiro,


un eco que resonará en tu ser,
que acaricie tu esencia como un giro,
y despierte las lágrimas que laten en tu ser.

Así, en este rincón donde el tiempo se desvela,


te ofrezco mi corazón en esta oda silente,
un himno al amor que entre nosotros destella,
una promesa de eternidad en cada latido ferviente.

Con lágrimas que danzan en tus ojos serenos,


te confieso mi amor con la plenitud del arte,
que estas palabras sean como versos eternos,
un lazo que la muerte misma no parte.

Con todo el sentir de este corazón enamorado,

tu querido proton

También podría gustarte