La generación refaccionaria en la política local se refiere al crédito que procede de dinero
invertido en fabricar o reparar algo, con provecho no solamente a quien pertenece, sino también para otros acreedores o interesados en ello. En un rápido recuento de la burocracia de primer nivel que estructura el equipo de gobierno. En la secretaria Particular se encuentra un excandidato a la gubernatura del PRD. En la secretaria de Gobierno un expresidente del PAN. En desarrollo Económico un familiar de un grupo familiar empresarial de Chiautempan. Lo mismo ocurre en la secretaria de Turismo, una descendiente de hacendados. En Infraestructura un descendiente del priista-perredista-morenista sobrino de Sánchez Piedras. Recorra los nombres y descubrirá que todos pertenecen en línea tercera o cuarta de algún grupo o su grupo político priistas descendientes de algunos de los grupos que han vivido de la ubre gubernamental desde que la revolución se institucionaliza. Las líneas de parentesco sanguíneo o civil, lo llevarán a algún descendiente de<los burócratas revolucionarios, los hacendados, los licenciados, los herederos del corporativismo, los sobrinos del Zorro plateado. La actual administración esta integrada por desprendimientos de todos los partidos políticos. En toda la estructur se encuentra con piezas incrustadas del PRI, PAN, PRD, PVEM, PT, etc. etc. Una clase política que no tiene identidad, ni proyecto porque son piezas de refacción que se fueron recogiendo o comprando a lo largo de una larga travesía por alcanzar la gubernatura de la entidad. Nadie puede negar que la administración estatal tiene un proyecto: el de la IV transformación que se reproduce a imagen y semejanza de la presidencia de la república con una sesgo propio basado en el asistencialismo. Pero como clase político carecen de identidad. Porque no son un grupo, no tiene elementos que les otorguen identidad, ni doctrina, ni principios, ni programas. Porque todos forman parte de un crédito refaccionario.