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El ejercicio de gobierno necesita tener una fuerza política que pueda conducir y organizar
los apoyos, no tiene que ser necesariamente un solo partido, puede ser un núcleo que
actué como un “estado mayor”, desde donde se dirija la estrategia política y los reajustes
que se harán a la misma durante el próximo quinquenio.
Pedro Castillo solo no podrá gobernar, sería irresponsable que ceda a las presiones de la
derecha y sus medios de comunicación que quieren obligarlo a romper con el partido que
lo llevó de candidato (Perú Libre) y con el líder de dicha agrupación (Vladimir Cerron),
esto no solo sería desleal, sino también desastroso en términos políticos ya que perdería
parte de su bancada y estaría prácticamente secuestrado o condicionado por la derecha
del Congreso.
El propio partido Perú Libre tiene en su interior dos corrientes visibles, una ligada al
magisterio, que tiene como líder a Castillo, este sector tiene un carácter gremial y
reivindicativo, y otra corriente – mayoritaria - de Perú Libre es más ideológica y tiene
como referente a Cerron; estos dos sectores internos también se expresan en la futura
bancada congresal, y seguro tendrán discrepancias y diversas lecturas de la realidad así
como distintos objetivos a mediano y largo plazo, ello obligará que resuelvan sus
contradicciones porque ambas corrientes se necesitan.
Pero lo anterior nos indica que no solo basta la bancada y el partido para gobernar,
Castillo debe incorporar a sectores afines que sumen capacidades y fuerzas, en ello sus
aliados naturales son la izquierda y el movimiento social.
Podríamos aplicar la metáfora de una “mesa de cuatro patas” donde cada una de estas
(las patas de la mesa) serían los pilares en los que se apoyaría el futuro gobierno, es
decir que podría ser su “estado mayor”, y estaría compuesto por:
2. El partido Perú Libre, cuya fuerza política ha crecido a raíz de las últimas
elecciones, tiene una estructura nacional y además dirige mayoritariamente la
bancada congresal, proyectándose a tener una mayor fuerza electoral en los
próximos comicios regionales y municipales del 2022.
En esta “mesa de cuatro patas” se puede dirigir el país los próximos 5 años, la unidad de
estos actores políticos será fundamental, desde este núcleo se pueden planificar ampliar
alianzas o llegar a acuerdos concretos con el centro político (Partido Morado, Acción
Popular, Somos Perú, etc.)
Lo peor que podría pasar sería caer en el sectarismo, creer que el gobierno es
exclusivamente de Perú Libre - como a veces expresan algunos radicalizados
congresistas y dirigentes - o también cometer el error - al que la derecha pretende llevar a
Pedro Castillo - de gobernar prescindiendo del partido que lo acogió y sumando
tecnócratas “independientes”, es decir repetir la historia de Ollanta Humala, que ya
sabemos cómo lamentablemente termino.
*Docente Universitario.