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CUARTA ETAPA DE LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO

La cuarta etapa de la lucha de independencia de México tuvo lugar a principios del siglo
XIX, específicamente desde 1815 hasta 1821. Después de la derrota de los insurgentes
en la tercera etapa, el movimiento independentista parecía haber sido sofocado. Sin
embargo, un cambio de rumbo se avecinaba.

Durante esta etapa, personajes clave como José María Morelos y Vicente Guerrero
emergieron para liderar la lucha contra el dominio español. Morelos, uno de los líderes
más destacados, tomó el mando tras la muerte de Miguel Hidalgo y Costilla en 1811.
Bajo su liderazgo, el movimiento independentista adoptó una nueva estrategia de
guerrilla, adaptándose a las condiciones geográficas y lanzando ataques sorpresa contra
las fuerzas realistas.

La cuarta etapa también se caracterizó por numerosas batallas y enfrentamientos entre


los insurgentes y las fuerzas españolas. Destaca la Batalla de Puente de Calderón en
1811, donde el ejército insurgente dirigido por Morelos fue derrotado por las tropas
realistas. A pesar de las numerosas derrotas que sufrieron los insurgentes, su lucha
persistió.

En 1813, Morelos convocó al Congreso de Chilpancingo, donde se promulgó el primer


documento constitucional de México, conocido como los Sentimientos de la Nación. Este
documento planteaba una serie de demandas que buscaban la independencia, la
igualdad social y política, y la abolición de la esclavitud. Además, sentó las bases para
una futura organización política y social en caso de alcanzar la independencia.

La cuarta etapa llegó a su punto de inflexión en 1820 con el estallido de la revolución


liberal en España. Esto llevó a que los españoles adoptaran la Constitución de 1812, que
garantizaba ciertos derechos y libertades. Estos acontecimientos debilitaron la posición
española en América y alentaron a los independentistas mexicanos a intensificar su
lucha.

Finalmente, en 1821, el Ejército Trigarante, liderado por Agustín de Iturbide y Vicente


Guerrero, se unió para formar una alianza y proclamar el Plan de Iguala. Este plan
buscaba la independencia de México y ofrecía la creación de una monarquía
constitucional encabezada por un príncipe europeo, aunque después de una serie de
eventos, Iturbide se proclamó Emperador.

Como resultado de esta alianza, se firmaron los Tratados de Córdoba, que garantizaron
la independencia de México y pusieron fin a una larga y ardua lucha. Esto marcó el fin
de la cuarta etapa de la lucha de independencia de México y el comienzo de una nueva
era para el país.

En resumen, la cuarta etapa de la lucha de independencia de México estuvo marcada


por valientes líderes insurgentes, batallas cruciales y eventos políticos determinantes. A
pesar de los obstáculos y las derrotas, los insurgentes perseveraron y finalmente
lograron la independencia que tanto anhelaban. Este período representó un hito
importante en la historia mexicana y sentó las bases para la construcción de un nuevo
país.

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