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LA REVOLUCIÓN MEXICANA
¿QUÉ IMPORTANCIA TUVO LA MÚSICA EN LA REVOLUCIÓN MEXICANA?
Diversos géneros musicales, como el corrido, se utilizaron para contar historias sobre héroes
revolucionarios, batallas y eventos clave.
Fue una herramienta para movilizar a las masas y unificar a los diferentes grupos revolucionarios,
ya que, las letras de muchas canciones abordaban temas políticos y sociales, criticando la opresión
y la injusticia que llevaron a la revolución. De esta manera, sirvió como un medio para registrar la
historia de la revolución.
La música de esta época fue variada y reflejó la diversidad cultural de México. Algunos de los
géneros y estilos musicales más destacados durante la Revolución Mexicana incluyeron:
Corridos, canciones Rancheras (expresaban las luchas y las aspiraciones de la población rural), valses
y polkas; aunque menos asociados directamente con la revolución, estos géneros fueron
influenciados por las tradiciones europeas y se fusionaron con elementos musicales mexicanos.
Himnos Revolucionarios y, por último, música de banda, la cual a menudo acompañaba a los
soldados en el campo de batalla.
Además, la danza ofreció un espacio para que las mujeres expresaran sus experiencias y
contribuciones a la causa revolucionaria.
El jarabe tapatío: el jarabe tapatío es un baile tradicional de la región de Jalisco en México. Durante
la Revolución Mexicana, este baile se popularizó en todo el país y se convirtió en una forma
importante de celebración en eventos sociales como bodas y fiestas. El jarabe tapatío se realiza en
parejas, y los bailarines realizan movimientos coordinados al ritmo de la música.
El corrido: es un tipo de música popular en México que narra historias de héroes y heroínas
populares.
“La Cucaracha” es una de las canciones que más se reconocen en el mundo como mexicana. Ganó
popularidad durante la dictadura de Victoriano Huerta, cuando en los ejércitos constitucionalistas
la cantaban porque se dice que el dictador gustaba de fumar marihuana. Se considera que esta
canción tiene su origen en la España de la reconquista.
“La Marcha de Zacatecas” fue compuesta en 1892 por Genaro Godina, luego que él y el también
compositor Fernando Villalpando entablaron una competencia para componerle una marcha
marcial al gobernador de Zacatecas. Godina ganó, mientras Villalpando, para demostrar que no
había rencor fue el encargado de la instrumentalización. Ha sido considerado como el segundo
himno nacional y se dice que el emperador Negus de Etiopía le solicitó al General Lázaro Cárdenas
hacer de esta pieza el himno de su reino, petición que el presidente rechazó.
“La Adelita” es una canción muy popular que Antonio del Río Armenta, capitán de la División del
Norte, le compuso a la enfermera Adela Pérez Velarde. El corrido se hizo popular rápidamente y
de la mano del ejército villista se dio a conocer en todo el país.
¿CÓMO SE LLAMA LA MÚSICA DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA?
La música asociada con la Revolución Mexicana incluye varios géneros y estilos, pero uno de los
más destacados es el corrido, ya que los corridos se utilizaron para contar historias sobre héroes
revolucionarios, eventos clave y batallas.
Los corridos revolucionarios eran composiciones que se cantaban y transmitían de boca en boca,
contando las experiencias de la gente común y los protagonistas de la lucha revolucionaria.
Además de los corridos, también se incluyen otros géneros musicales en la música asociada con la
Revolución Mexicana, como rancheras, valses, polkas y música de banda.
Estos géneros contribuyeron a la riqueza y diversidad musical de la época, cada uno llevando
consigo su propio estilo y contexto cultural.
Violín: usados en corridos y música regional, se usaba junto con la guitarra para crear armonías y
melodías.
El acordeón, guitarrón, bajo sexto, entre otros, se combinaban para crear la rica paleta musical que
acompañaba y documentaba la Revolución Mexicana.
Algunos de los instrumentos comúnmente asociados con los cantos revolucionarios incluyen:
Guitarra y violín (que realiza la expresión de las letras y le da un carácter distintivo a la música),
acordeón (una textura sonora única y se asocia con la música norteña)
Trompeta (se usa en composiciones para enfatizar ciertos momentos o para crear un ambiente más
festivo), percusiones, guitarrón, entre otros).
En general, la combinación de estos instrumentos crea una paleta sonora rica y variada que
acompaña y fortalece los mensajes políticos y sociales presentes en los cantos revolucionarios.
Las formas de baile variaban según la región y las tradiciones locales, pero había ciertos estilos y
movimientos que eran comunes en las celebraciones y eventos de la época.
Los bailes de salón eran populares en las áreas urbanas y en eventos sociales. Durante estos bailes,
la gente bailaba vals, danzón y otros estilos de baile de salón populares en ese momento. Estos
eventos proporcionaban un espacio para la interacción social y la expresión cultural.
El Jarabe Tapatío es uno de los bailes folklóricos más emblemáticos de México y ha sido parte de
la tradición cultural mucho antes de la Revolución.
Aunque no era exclusivo de ese período, el Jarabe Tapatío continuó siendo popular y se realizaba
en eventos festivos y celebraciones.
Finalmente, en diversas regiones de México, la gente practicaba danzas regionales que reflejaban
la identidad cultural local. Estas danzas a menudo incluían trajes tradicionales y movimientos
específicos que representaban la historia y las tradiciones de la región.
La danza se convirtió así en una herramienta cultural y artística que contribuyó a la construcción de
la identidad nacional y al fortalecimiento del espíritu revolucionario.
La danza revolucionaria no se refiere a un estilo específico de danza, sino más bien al papel que la
danza desempeñó en el contexto de movimientos revolucionarios, sirviendo como medio de
expresión, resistencia cultural y narrativa histórica.
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