Para Santo Tomás de Aquino la voluntad se diferencia de lo natural pero no es opuesta,

antes bien, ambas proceden de un principio intrínseco pero la voluntad tiene una mayor

intimidad. Lo voluntario hace referencia a una mayor autoposesión, de acuerdo con esto el

acto procede del agente mismo y se realiza por medio del fin en cuanto al fin, lo cual

permite a la voluntad ser propia únicamente de las personas y no de los animales. Por otro

lado en cuanto a la postura de Duns Escoto, este hace referencia mas hacia que la

racionalidad se asocia con la voluntad y la naturalización con el intelecto, no se encuentra

contenido ni relacionado el uno con el otro como lo es para Santo Tomás de Aquino.

También, para Escoto la naturaleza es lo opuesto a la voluntad, debido a que es una

potencia pasiva que se inclina hacia el acto o forma que recibe, siendo de esta forma

extrínseca y no intrínseca. Esto afecta la comprensión de la libertad en el sentido en que

para Duns Escoto la libertad no se puede considerar un apetito, ya sea natural o elícito y

esto es debido a que no se puede obrar de forma específicamente natural. En cambio para

Santo Tomás de Aquino la voluntad si es considerada un apetito y tiene actos elícitos

naturales y sigue siendo libre, porque la libertad se refiere a lo específico de la voluntad.