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QUE ES LA VOLUNTAD

La voluntad es la capacidad de un individuo de tomar decisiones y organizar su


propia conducta, es decir, de disponer de sí mismo con autonomía. Por ende, las
cosas que realizamos con voluntad son aquellas que hacemos con plena intención
de hacerlas, al contrario de lo que hacemos involuntariamente.

Esta palabra proviene del latín voluntad, derivado del verbo voló (“querer”), por lo
que está íntimamente vinculada con el deseo, es decir, con lo que nos gustaría
hacer o conseguir, y, por lo tanto, con aquello que nos proponemos.

La voluntad está vinculada siempre a la conciencia, a la lucidez y a las decisiones


propias, de modo que aquello que se realiza bajo estado de coacción, o bajo el
efecto de sustancias, no se considera llevado a cabo de manera voluntaria.

FUERZA DE VOLUNTAD

La fuerza de voluntad es la capacidad de sostener una conducta deseada o de


insistir hasta que algo que uno desea se materialice. En otras palabras, es
la tenacidad, la insistencia, la determinación. Las personas con mucha fuerza de
voluntad son capaces de tomar y sostener decisiones de manera voluntaria y firme,
sin demasiados titubeos y arrepentimientos, y sobre todo sin flaquear y desistir
antes de haber logrado el cometido.

Por ejemplo, se requiere mucha fuerza de voluntad para cambiar los


propios hábitos por otros, ya que una vez que uno está acostumbrado a hacer algo
de manera sostenida, cuesta mucho interrumpir la tradición y fundar una nueva. Por
eso los fumadores, por poner un ejemplo, tienen tanta dificultad para romper el
hábito, incluso sabiendo que les resulta nocivo a ellos y a sus personas cercanas.
A mayor fuerza de voluntad, más fácil será romper y/o sostener hábitos. Sin
embargo, la fuerza de voluntad está vinculada con los niveles de energía psíquica,
de modo que no siempre se tiene la misma capacidad de ejercer la voluntad propia.
Se sabe que la mala alimentación, la falta de sueño y la intranquilidad emocional
tienen un impacto importante en la fuerza de voluntad disponible.

VOLUNTAD EN FILOSOFÍA

Rousseu en su «Contrato Social» priorizó la voluntad del pueblo a la del monarca.

La voluntad ha sido desde épocas antiguas un elemento central en las reflexiones


filosóficas de la humanidad. C.) relacionó la voluntad con la ética, vinculándola la
virtud.

De allí que, en esta tradición filosófica, la idea de la voluntad está íntimamente


vinculada con la de libertad, ya que sólo se ejerce la voluntad cuando somos libres
de elegir por nosotros mismos.

Pensadores posteriores como René Descartes (1596-1650) añaden que sólo se


puede hacer elecciones conscientes cuando se dispone de la información completa
para juzgar, de manera que la voluntad, cuando más ilustrada o educada, más libre
es.

Otros filósofos como Baruch de Spinoza (1632-1677), Immanuel Kant (1724-1804)


y Arthur Schopenhauer (1788-1860) le dedicaron a la voluntad mucha de su obra,
llegando este último a postular que es “la realidad última” que subyace al mundo de
los sentidos.

Por su parte, el francés Jean-Jacques Rousseau (1712-1778) propuso en El


Contrato Social el concepto de la “voluntad general”, que vendría a ser la voluntad
del pueblo, desplazando así en importancia la voluntad del rey, que tradicionalmente
se consideraba como mandato divino, por la voz de las masas, en las que reside el
poder en la democracia moderna.

VOLUNTAD Y DEBER
De esa manera, Kant propone diferenciar entre la voluntad que actúa por deber y la
voluntad que actúa según el deber, esto es, entre quienes siguen las reglas porque
están temerosos del castigo, o porque les han sido impuestas de manera externa,
y aquellos que eligen seguir las reglas, es decir, que optan por actuar conforme a lo
establecido por las normas.

Concluye que la voluntad “santa”, o sea, la que actúa sin verse afectada por
inclinaciones o por tendencias individuales, no es buena porque actúa por deber,
sino que “actúa por deber porque es buena”.

VOLUNTAD EN DERECHO

En el mundo jurídico, se piensa la voluntad como la intención humana, a partir de la


idea de que todo ciudadano es capaz de asumir libremente lo que hace y discernir
las consecuencias jurídicas que ello tendría.
De hecho, una de las cosas que todo juicio penal busca determinar es cuál fue la
voluntad del acusado, más allá de si cometió o no cometió efectivamente el delito;
un delito cometido con plena voluntad de cometerlo es siempre más grave que uno
cometido de manera accidental o coaccionada
INSTITUTO UNIVERSITARIO PANAMERICANO

CATEDRATICO: GALILEO VAZQUEZ MONTERO

ASIGNATURA: ANTROPOLOGIA FILOSOFICA

TEMA: LA VOLUNTAD

ALUMNO (A): ERENDIRA DELGADO HERRERA

GRADO: 1 CUATRIMESTRE

FECHA ENTREGA: 15 DE OCTUBRE DE 2022

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