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EL RESPETO EN LA FAMILIA

Efesios 6:2-4 Nueva Versión Internacional.


«Honra a tu padre y a tu madre que es el primer mandamiento con promesa, para
que te vaya bien y disfrutes de una larga vida en la tierra». Y ustedes, padres, no
hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor.
HONRAR: Mostrar respeto y consideración hacia una persona.
INTRODUCCIÓN:
El respeto: es «la consideración y valoración especial que se le tiene a alguien.
También es uno de los valores fundamentales que el ser humano debe tener
siempre presente a la hora de interactuar con personas de su entorno.
Respetar es un valor de alta importancia para todo ser humano.
Si alguien no es respetuoso, automáticamente se está ganando problemas con
otras personas. Alguien dijo: “El respeto al derecho ajeno es la paz”. Cuando
una pareja de esposos no viven en paz, cuando no hay paz entre padres e hijos,
entre hermanos; sin duda alguna podemos decir que en ese hogar no se practica
el respeto. Y donde no hay respeto, no hay paz, y se desarrollan una serie de
sentimientos y actitudes que desagradan a Dios como: odios, rencores, malos
entendidos, pleitos, gritos, violencia, ofensas, insultos, groserías, etc…
El respeto se refleja en cada aspecto de nuestra relación con los demás, y tiene
que comenzar con nosotros mismos, como dice el apóstol Pablo: “Si es posible,
en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los
hombres” (Romanos 12:18).
Hermanos, nadie se va hacer cargo de enseñar a nuestra familia el respeto. Ni los
colegios ni ninguna institución; ni siquiera la iglesia porque no podemos estar
presentes en cada familia para cuidar que cada integrante sea respetuoso. Nos
toca a nosotros como padres enseñar directamente a nuestros hijos el respeto no
solo entre familia sino el respeto hacia los demás.
VIDEO
1. EL RESPETO DE LOS HIJOS A LOS PADRES.
Éxodo 20:12
Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que
Jehová tu Dios te da.

El respeto de los hijos hacia los padres, implica actitudes como la honra, pues el
hijo que honra a padre y madre los trata siempre con respeto, con cortesía con
amabilidad y muestra aprecio por ellos. Expresa su sentir con amor aunque no
esté totalmente de acuerdo y respeta la dignidad de sus padres.
Debemos honrar a nuestros padres toda la vida, no es un mandamiento que
caduca cuando llegamos a los 18 años. Al cumplirlo no solo bendecimos a
nuestros padres sino que nosotros también recibimos bendición.
El apóstol Pablo retomando el quinto de los Diez Mandamientos, enseña a los
cristianos de Efeso:
“obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. / Honra a tu
padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; / para que te
vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra” (Efesios 6:2).
Si en la familia hay un anciano también hay que respetarlo. La palabra de Dios
nos dice:
“Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios
tendrás temor. Yo Jehová” (Levítico 19:32).

2. EL RESPETO DE LOS PADRES A LOS HIJOS


Efesios 6:4 Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la
disciplina e instrucción del Señor.
Pablo ahora habla directamente a los padres. Les dice una cosa que no deben
hacer y otra que sí.
 No hagan enojar a sus hijos: Los padres no deben provocar a sus hijos al
enojo sino que han de respetar su sensibilidad emocional y el proceso
natural hacia la madurez. ¿Cómo hacemos esto? No debemos imponer
cargas que los niños no puedan llevar exigiéndoles comportamientos o
actitudes de adultos, ya que son niños y están en la etapa de formación.
Debemos como padres, ayudar a nuestros hijos, orientándolos
corrigiéndoles, pero no exigiéndoles que actúen de forma perfecta ya que el
aprendizaje del niño es un proceso.
La actitud de los padres hacia los hijos debe ser de amor, respeto y aprecio
durante toda la vida porque nuestros hijos son un regalo de Dios.
Salmo 127:3-4
He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del
vientre.
 Críenlos según la disciplina e instrucción del Señor: Los padres deben
disciplinar e instruir a sus hijos teniendo siempre en cuenta su valor y
dignidad como seres humanos.
A veces pensamos que los niños no merecen un saludo, que no tienen derecho
a opinar, no merecen atención.
Ninguna disciplina debe humillar con palabras o hechos, menospreciar al
hijo o compararlos con otras personas. (Usted es un bobo, un tarado, no
sirve para nada).No….nuestros hijos son únicos.
La disciplina e instrucción se hará como Dios hace con cada uno de
nosotros: con amor, con respeto, resaltando sus cualidades y alentando el
potencial de bien que hay en ellos.
Los padres deben enseñar a sus hijos el respeto en la familia con el
ejemplo, viviendo vidas genuinas y verdaderas, que glorifiquen y honren a
Dios; pues ésta, es la mejor forma de que ellos sean respetuosos como
hijos, hermanos, y en todas las áreas en que ellos se muevan: como nietos,
primos, como alumnos, como trabajadores, etc.
3. EL RESPETO ENTRE HERMANOS
Cuando no hay respeto entonces se ofende."El hermano ofendido es más tenaz
que una ciudad fuerte, y la contienda de los hermanos son como los cerrojos de
alcázar." Proverbios 18:19.
Si notamos, se compara las contiendas entre hermanos como cerrojos de la
alcázar (estructura fortificada, o cárcel de máxima seguridad) son muy fuertes.
¿Por qué son las peleas de los hermanos?
Las causas más comunes son: Por celos y envidia; estos son sentimientos que
producen odio.
La historia de José es un vivo ejemplo. Muestra que José fue vendido, por sus
propios hermanos como esclavo a causa de los celos y la envidia, la cual había
producido tanto odio, que los hermanos aborrecieron a José hasta la muerte.
Pero vemos que José a pesar de todo el daño que le hicieron sus hermanos, Dios
lo ayudó a perdonarlos completamente.
Génesis 45:15 Y besó a todos sus hermanos, y lloró sobre ellos; y después sus
hermanos hablaron con él.
"La cordura del hombre detiene su furor, y su honra es pasar por alto la ofensa."
Proverbios 19:11.
Eso fue lo que hizo José, pasó por alto la maldad de sus hermanos.
Otro claro ejemplo es el perdón que le otorgó Esaú a su hermano Jacob. Todo
comenzó por la ambición de la herencia, Jacob con engaños usurpó la heredad de
Esaú, y aunque Esaú nunca más la pudo recuperar, si recuperó la amistad y el
cariño de Jacob.
"Pero Esaú corrió a su encuentro y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó
y lloraron" Génesis 33:4.
4. EL RESPETO ENTRE ESPOSOS
La falta de respeto entre esposos provoca tensiones y amargos conflictos. Un rey
sabio escribió una vez:
Proverbios 17:1 “Mejor es un bocado seco, y en paz, que casa de contiendas
llena de provisiones”.

1° Pedro 3:7 “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando
honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la
vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”

Igualmente, “la esposa debe tenerle profundo respeto a su esposo”


Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y
la mujer respete a su marido. Efesios 5:33

En la familia debemos evitar lo que el apóstol Pablo les indica a los Efesios
cuando les dice:
“Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda
malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos
a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo” (Efesios 4:31,32),
Y cuando dice:
“ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen,
…” (Efesios 5:4).
El respeto en la familia se pierde cuando, papá y mamá se gritan el uno al otro ya
sea cuando se encuentran solos, delante de la gente, o de los hijos.
También es una falta de respeto familiar cuando unos a otros se ofenden con
palabras groseras, insultantes, discriminantes y ofensivas.etc… Es una falta de
respeto cuando papá y mamá se burlan, y hablan mal de la gente, hermanos, y
familiares, pastores. Etc.
Amados hermanos, en la familia es donde debemos comenzar a practicar el
respeto mutuo, y así ganaremos el respeto de nuestros hijos, y ellos aprenderán a
respetar a toda la gente.
CONCLUSIÓN
Pero sobre todas las cosas, seamos primeramente respetuosos comenzando con
nuestra propia familia, con la esposa, con el esposo, con el padre, con la madre,
con los hijos o hijas, con los abuelitos, etc… y así aprenderemos a respetar a los
profesores, autoridades, patrones, hermanos de la iglesia etc.
“Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al
rey. Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente
a los buenos y afables, sino también a los difíciles de soportar.

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