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EXPEDIENTE : 00701-2014-0-0201-JR-FC-01
MATERIA : DECLARACION DE UNION DE HECHO
JUEZ : HENOSTROZA SUAREZ, JESUS E.
ESPECIALISTA : DIAZ JAMANCA, ROSA
MINISTERIO PUBLICO : FISCALIA MIXTA DE INDEPENEDENCIA,
DEMANDADO : PEREZ LEON, EUSTAQUIO AGAPITO
DEMANDANTE : ANAYA TARAZONA, SANTA ANTONIA
SENTENCIA
RESOLUCIÓN N° 26
Huaraz, Tres de Noviembre
Del año dos mil quince. –
VISTOS: Dado cuenta, con el presente proceso para
emitir sentencia, en los seguidos por doña SANTA ANTONIA ANAYA TARAZONA,
sobre RECONOCIMIENTO DE UNION DE HECHO y accesoriamente la formación
de una Facción de Inventario de Bienes, la misma que la dirige contra EUSTAQUIO
AGAPITO PEREZ LEON.
ANTECEDENTES:
1. Que, por escrito de fojas setenta a ochenta y tres, subsanado a foja
noventa y uno, doña Santa Anaya Tarazona interpone demanda sobre
Declaración de Unión de Hecho que ha mantenido con su conviviente
Eustaquio Agapito Pérez León, exponiendo como fundamentos fácticos de
su pretensión que, las partes en el año 1983 decidieron iniciar una
relación de hecho, instalándose en una vivienda ubicada en el Jr.
Francisco de Zela N°425 (que posteriormente cambió a 443 y 449) en el
Distrito de Independencia, Huaraz; posteriormente se mudaron al Jr.
Pomabamba N° 348, del mismo Distrito. Refiere en ese orden, que
durante dicha unión llevaron una vida en común, desarrollando sus
actividades personales, económicas y sociales como si tuvieran la
condición de casados, cumpliendo los deberos y derechos que emanan
del matrimonio. Además, refiere, que la unión era pública y de
conocimiento de sus familiares, amigos y vecinos.
2. Afirma de la misma manera, que antes de iniciar la Unión de Hecho,
procrearon dos hijos de nombre Susy Edith de 38 años de edad, Alex
Nilton de 35 años y la última durante la conviviencia, llamada Mely
Margoth de 22 años de edad. Señala por otro lado que durante esta unión
adquirieron diferentes bienes tales como: a) El 24 de junio de 1988 un lote
de terreno urbano, ubicado en el margen izquierdo del Rio Quilcay, de la
ciudad de Huaraz, con un área de 140 metros cuadrados; b) El 22 de
febrero del año 2000 un lote de terreno ubicado en el Jr. Pomabamba con
un área de 505.08 m2; c) El 05 de junio un lote de terreno ubicado en la
tercera cuadra del Jr. Pomabamba con un área de 433 metros cuadrados;
d) El 11 de mayo del año 2001, un lote de terreno ubicado en el Pasaje
Zarumilla s/n paraje Ucanán, con un área de 133.50 m2; e) El 23 de abril
del año 1999, un lote de terreno denominado “Cotu” ubicado en la
carretera Huaraz – Caraz, Distrito y Provincia de Carhuaz con un área de
1034.05 m2 ; El 10 de febrero del año 2000, un lote de terreno
denominado “Cotu” ubicado en la carretera Huaraz – Caraz , con un área
de 196 m2; g) El 17 de junio del año dos mil tres, un lote de terreno
ubicado en la carretera Huaraz – Caraz, con un área de 275 m2; h) Un
vehículo de placa B7T848 Camioneta Pickup, Marca Nissan año 1988
inscrito en la partida Registral N° 50634289-SUNARP – HUARAZ;
además de doscientos cincuenta cabezas de ganado ovino, cuarenta y
siete de ganado vacuno, conforme la constancia expedida por el Teniente
Gobernador del Centro Poblado de Mesapampa. De igual forma señala
que durante su unión iniciaron un negocio de venta de lubricantes y
repuestos automotrices, ubicado en el Jr. Francisco de Zela N°245,
Independencia – Huaraz. En razón a ello solicitaron préstamos de dinero
al Banco de Crédito del Perú en tres oportunidades por la suma de
S/.80,000.00 nuevos soles, en cuyos créditos la demandada se constituyó
como fiadora solidaria por ser el beneficio y los riesgos en común.
3. En el curso de lo redactado manifiesta que, durante la unión de hecho,
participaban en la vida social y eventos importantes de sus amigos, es así
que en varias oportunidades fueron padrinos de bautizo y matrimonio. De
igual forma participaban en fiestas patronales y supieron realizar viajes
con sus hijos. también refiere que el demandado abandonó el hogar
donde convivían, hecho que declaró ante la Policía Nacional el 16 de junio
del año 2005, como consta en el Certificado de Ocurrencias de la
Comisaria Sectorial PNP Huaraz. En dicho documento también dejó
constancia que el abandono sería a causa de que el demandado tenía
una relación con otra mujer, hecho que fue corroborado ya que el año
2007 se enteró que ya tenía otro hijo de nombre Eustaquio Víctor Pérez
Rivera, faltando a los deberes que le asistía. Finalmente reafirma que con
el demandado tuvo una relación similar a la matrimonial, cumpliendo
hasta su fenecimiento con los deberes y derechos que nacen de ello, por
lo que solicita que judicialmente se declare dicha unión de hecho
mantenido durante 22 años, que abarca de 1983 hasta el año 2005.
CONTESTACION DE LA DEMANDA:
1.- Que, por escrito de fecha dos de setiembre del año dos mil catorce, el
demandado absuelve el traslado solicitando se declare infundada o
improcedente bajo el fundamento de que es falso que haya convivido con la
demandante por el tiempo que alega, mucho menos existe bienes comunes
como falsamente indica, de modo que los bienes adquiridos son a título personal
que los hizo durante su soltería, que no son a bienes comunes ni mucho menos
susceptibles de gananciales como erróneamente pretende la demandante.
2.- Refiere que con la demandante jamás decidieron iniciar una relación de
hecho en los lugares que indica, lo cierto es que por circunstancias del destino y
cuando era estudiante conoció a la actora en el año 1978 cuando ella ya tenía
dos hijos de nombres Marco Eduardo Robles Anaya y Susy Edith, habidos de su
convivencia con don Eduardo Emiliano Robles Tello, a quien le interpuso una
demanda de alimentos con fecha 10 de noviembre de 1976 a favor de su hijo
Marco Antonio y que posteriormente amplió su demanda a favor de Susy Edith
con fecha 12 de octubre de 1977, conforme es de verse de los escritos de fojas
noventa y cinco a noventa y nueve, en la que mediante sentencia de fecha seis
de enero del año 1978, que corre en copia a fojas cien y ciento uno, el Juzgado
Mixto de Recuay Falló declarando fundada su demanda, ordenando que el
demandado acuda con una pensión de alimentos de mil doscientos soles oro
para dichos hijos Marco Antonio y Susy Edith. En este extremo refiere, que por
circunstancias del destino procreó con la demandada a su hijo Alex Nilton Pérez
Anaya, quien nació el 24 de marzo del año 1979; ante lo cual posteriormente, el
21 de junio del año 1979 dicha demandada le interpuso una demanda de
alimentos por el mencionado hijo ante el Juzgado Mixto de Recuay, en cuya
oportunidad llegaron a celebrar un acuerdo como es de verse del documento
transcrito que corre de fojas ciento siete a ciento nueve, donde consensuaron de
que el referido hijo le entregaría apenas naciera, lo cual ocurrió pero luego le fue
devuelto, y otros antecedentes de la demandante que se indican en dicho
documento; proceso en el cual se declaró fundada en parte la demanda
ordenándose el pago inclusive de los gastos pre y post natales, así tal cómo
concluyó; por lo que en ese sentido, asevera de que la demanda y su persona
jamás tuvieron una vida en común ni estuvieron en condición de casados para
cumplir los deberes y derechos del matrimonio.
3.- Sostiene por otra parte, que Susy Edith es hija de la demandada con su
conviviente Eduardo Emiliano Robles Tello y por ende en la fecha y ante el
Juzgado referido como se ha indicado en el punto dos, obtuvo una sentencia
favorable de alimentos, sin embargo lo que sucedió es que por súplicas de la
demandante, la reconoció como su hija a dicha persona en el año 1993, sin ser
el padre biológico, por otro lado refiere que su hijo Alex Nilton nació en 24 de
marzo del año 1979 como se ha indicado; sin embargo la demandante
contraviniendo a la verdad y adjuntando una partida de nacimiento falsa refiere
que su hijo ha nacido el 24 de marzo del año 1980, con ello una vez más se
demuestra la conducta desleal de la demandante. Así mismo señala que a su
hija Mely Margot la procrearon después de once años, quien nace el 25 de
setiembre del año 1992, a quien reconoce el ocho de enero del año 2014, con lo
que acredita que jamás hubo convivencia pues de ser así hubiese reconocido a
su hija al momento de su nacimiento.
4.- Reafirma categóricamente, que los bienes adquiridos fueron a título personal,
producto de su esfuerzo, puesto que de no ser así al menos uno de los bienes
estaría a nombre de ambos, señala por ello que él como profesional es quien se
dedicó a los negocios, lo cual acredita con facturas y guías de remisión de los
Establecimientos Comerciales en el Jr. Francisco de Zela 443 y 779, de igual
forma presenta el reporte de la Sunat vía EQUIFAX que acredita lo que sostiene
entre otros documentos. Por otro lado manifiesta que como muestra de la
inexistencia de la supuesta convivencia entre la demandante y el recurrente,
cada uno han adquirido bienes a título personal, dedicándose cada quien a su
actividad personal; siendo en el caso del suscrito sobre el punto cuatro y con
respecto a la demandante lo acredita con el reporte extraído del internet vía
EQUIFAX en la que la actora se dedica al negocio desde el año 1993, de igual
forma con la constancia suministrada copia simple – SUNAT, así como se
acredita con la copia de la solicitud, Certificado de Compatibilidad para Licencia
de Funcionamiento y Certificado de Autorización Municipal de Apertura y
Funcionamiento de Establecimientos, lo cuales reflejan desde mucho antes su
dedicación al negocio y a título personal, es mas; en la actualidad dice que
cuenta con un Establecimiento Comercial denominado Lubricantes “Huascarán”,
que viene funcionando en su inmueble, ubicado en el Jr. Pomabamba N°348, de
igual forma la demandante adquiere a título personal un inmueble –Puesto
Comercial en el primer piso del Mercado Central de Huaraz, luego
supuestamente hace una trasferencia a favor de su hija Susy Edith, reiterando
que todo ello es muestra de que no existió la supuesta convivencia que reclama
su contraparte.
5.- Que respecto a los fundamentos 3.4 de las cuestiones de hecho de la
demanda, indica que el documento referido por la demandante no es suficiente
para acreditar la convivencia sostenida, ya que no reúne los presupuestos
exigidos por las normas Constitucional y Sustantivas, pues, el haber sido fiadora
del crédito, no crea convicción al Juzgador, lo mismo sucede con lo indicado en
el punto 3.5 del fundamento de hecho de la demanda ya que, como es común y
corriente acudir a las reuniones familiares y otros eventos de manera fueron
padrinos en varias oportunidades por suplica de los interesados, entre tanto las
partida de bautizo y de matrimonio así como las tomas fotográficas adjuntadas
en su demanda no son medios probatorios suficientes que avalen la supuesta
convivencia, lo mismo sucede en el punto 3.6 del fundamento de hecho de la
demanda, el haber hecho una denuncia ante la Policía Nacional, no acredita su
pretensión resultando insuficiente pues ni siquiera existe una constatación
policial, por lo que no habiendo convivido con la demandante decidió formar su
hogar. Asimismo, el punto 3.7 resulta falso ya que la pretensión debe ser
desestimada por no acreditarse de manera suficiente que garantice la supuesta
convivencia.
FUNDAMENTACION FACTICA Y JURIDICA. -
PRIMERO.- Que, la pretensión incoada en autos por doña Santa Antonia Anaya
Tarazona está dirigida para que el Poder Judicial de acuerdo a su competencia y
facultades orgánicas efectúe la Declaración confirmatoria de la Unión de Hecho y
accesoriamente la formación de una Facción de Inventario de Bienes, respecto a
su convivencia con el demandado don Eustaquio Agapito Pérez León desde el
año mil novecientos ochenta y tres hasta el año dos mil cinco; lo que permitirá
hacerse apreciación de actuados dentro de la muestra de que se trata de un
asunto que apareja notoria complejidad, procurando dejarse en claro o
resuelto a mérito de los medios probatorios concurrentes que han sido
presentados por ambas partes.
SEGUNDO.- Que, para llegar a un entendimiento y valoración razonada de lo
que implica la presente causa, partamos de dos conceptos elementales sobre lo
que son la familia y la unión de hecho; en cuanto a la primera, dentro de su
definición sustancial como órgano o célula fundamental del Estado, tiene hoy en
día una connotación y realidad distinta a esa concepción tradicional que
prácticamente trastoca las estructuras mismas de su institucionalidad;
esto, debido a las excluyentes transformaciones que el mundo moderno va
imponiendo como nuevos paradigmas y nuevas interrelaciones entre los
hombres y sus múltiples formas de coexistencia, entre los que se cuentan
por urgentes la Unión de hecho o la constitución de nuevas familias, que
antes eran de apreciación y hasta conceptualización atípica, pero hoy son
protegidas por el Estado en un esfuerzo de ubicarlos en la equidad o igualdad
constitucional, del que ya no es ajeno el mismo Derecho Comparado. Por
consiguiente; si hablamos del ecumenismo familia, tenemos que reportar esta
realidad y necesidad de adecuarlo hacia lo útil y necesario para la paz social,
fuere lo que fuere su modalidad, antes que iluminar las rampas del
individualismo cegados aún por el egoísmo trivial; en tal entendido, si el Estado
como en la mayor extensión del mundo viene cimentando la uniformidad de
valores en todas la uniones lícitas de parejas, llamándolas a todas con el mismo
concepto jurídico de familia, ello implica que la unión de hecho siendo parte de
tal engranaje y en consonancia con lo que pregona el Neo constitucionalismo
sobre la igualdad diferenciada, no está al margen de ese contexto tutelado
legítimamente. En cuanto a dicha institución fáctica; sabido es que ésta es tan
antiquísima de tipificación en la coexistencia familiar, que el Derecho Natural
contaminado por el sistema Canónico a lo largo de los siglos lo fue postergando
con las ritualidades y formalidades del misticismo platónico, hasta llegar a
nosotros con el liberalismo y colonialismo como un desahogo económico y
moral, que civilistamente ha tenido que bregar con sus postulados en cada
época, hasta llegar ahora al mismo grado del poder jurídico del Matrimonio en
tanto no contraviene el orden establecido y justifica el principio fundamental de
igualdad ante la ley de la persona humana que recoge el inciso 2. del artículo 2°
de nuestra Carta Magna.
TERCERO.- Que, el artículo 5° de la Carta Fundamental establece que la
unión estable de un varón y una mujer, libres de impedimento matrimonial,
que forman un hogar de hecho, da lugar a una comunidad de bienes sujeta
al régimen de la sociedad de gananciales en cuanto sea aplicable; en ese
norte, el artículo 326° del Código Civil institucionalizando la unión de hecho,
prescribe en su primer párrafo, que “La unión de hecho, voluntariamente
realizada y mantenida por un varón y una mujer, libres de impedimento
matrimonial, para alcanzar finalidades y cumplir deberes semejantes a los
del matrimonio, origina una sociedad de bienes que se sujeta al régimen de
sociedad de gananciales, en cuanto le fuere aplicable, siempre que dicha
unión haya durado por lo menos dos años continuos...”; teniendo en
cuenta estas dos premisas, es de reconocer como se dice por Jurisprudencia
que “... necesariamente debe mediar una declaración judicial que determine
tal situación fáctica (unión de hecho), pues es indudable que para arribar a
dicho convencimiento ineludiblemente debe ser debatido en sede
judicial...” ; en consecuencia, debemos proceder a buscar la acreditación o
inexistencia de la posesión constante de ese estado, teniendo en cuenta el
aporte y admisión de los medios probatorios de ambas partes
CUARTO.- Que, dentro de los parámetros normativos indicados en el punto
precedente tenemos que la unión de hecho merece una protección jurídica
excepcional, requiriendo el cumplimiento de ciertos elementos integrantes
para su configuración y así distinguirla de una simple relación circunstancial,
consistiendo la misma en una comunidad de lecho, de habitación y de vida,
la que debe ser susceptible de público conocimiento, vale decir notoria; y,
la carencia de uno de los requisitos incidirá en los efectos jurídicos que interesan
a terceros - léase a Alex Plácido en Consecuencias de la probanza de la unión de hecho-
efectos personales y patrimoniales, en Actualidad Jurídica N° 136. Lima, Gaceta Jurídica,
pág. 50-54-.
QUINTO.- Que, admitiendo tales términos, pasamos a desarrollar los puntos
controvertidos fijados en el presente proceso, consistiendo el primero en:
“Determinar si entre la demandante Santa Antonia Anaya Tarazona y
Eustaquio Agapito Pérez León constituyeron una unión de hecho desde el
año mil novecientos ochenta y tres hasta el año dos mil cinco ” , a este
respecto se tiene por entendido que la unión de hecho es una composición
familiar de forma voluntaria que realizan y mantienen un varón y una mujer libres
de impedimento matrimonial, todo ello con la finalidad de cumplir con deberes
semejantes a los que registra el matrimonio; frente a esta premisa encontramos
la afirmación de la demandante en su escrito postulatorio que con el demandado
inició la unión de hecho en el año mil novecientos ochenta y tres, versión que el
demandado al absolver lo incoado lo niega pero deja entrever que el veinticuatro
de marzo del mil novecientos setenta y nueve y no mil novecientos ochenta
como señala su contra parte, nació el hijo procreado por ambos de nombre Alex
Nilton Pérez Anaya; se entiende que ello ocurrió en circunstancias de relaciones
aun no afirmadas como expresa la misma emplazante en su escrito postulatorio,
dando lugar a que el veintiuno de julio de dicho año dicha actora le instaurara un
proceso de alimentos en el Juzgado Mixto de Recuay con el expediente número
109-1979, cuya copia de la demanda aparece de fojas ciento cinco a ciento seis,
lo que permite distinguir que para mil novescientos ochenta y tres como sostiene
el demandante, el acercamiento entre ambos era evidente, lo cual se puede
corroborar con uno de los últimos escritos presentados por el mismo
demandado que aparece a fojas cuatrocientos diecinueve con fecha veintinueve
de mayo del año en curso, donde en el numeral uno propone como punto
controvertido que el año dos mil cuatro se produjo la separación de la pareja por
mutuo acuerdo y por incomprensión de caracteres y en el numeral cuatro
considera que no le corresponde una pensión alimenticia a su ex conviviente
demandante por encontrarse separados más de diez años a la fecha.