Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Museo del Hombre Dominicano, de Santo Domingo y del Museo de las Casas
de Cuento.
sus propias palabras: “Lo que Marcio esculpe es una realidad enteramente
por ese esfuerzo de volver inteligible algo que se presenta como una multitud
Al comenzar el mes de diciembre del 1914, Juan Isidro Jiménes era presidente
Constitucional de la República. Poco mas de un mes después de su toma de posesión,
Jiménes recibiría ordenes perentorias del gobierno norteamericano de reducir el
ejercito a la mitad, poner todas las actividades fiscales del país en manos de un
contralor norteamericano y colocar todas las comunicaciones, incluyendo los teléfonos,
a las ordenes de un funcionario norteamericano que estaría autorizado para remover y
nombrar empleados; ese funcionario no podría ser destituido sin previa aprobación del
Departamento de Estado.
Vuelvo al despacho. Cojo de una gaveta un pequeño revólver calibre 32, diez cápsulas
para el mismo, y, sacando de entre un paquete, cojo también un cuchillo.... Me tiro a la
calle, ligero, a todo el correr que me permitían mis bríos juveniles de diecisiete años.
En pocos minutos, si no segundos, llego al muelle y veo a la fuerza yanqui
desembarcando, y veo también a una turba de civiles dominicanos que, curiosos, la
contempla al igual que si se tratara de un espectáculo de circo o de cualquier otra
novedad inofensiva y divertida. Al primer vistazo que les dirigí a los invasores, no vi
soldados que me parecieran ser de importante graduación. Pregunto a uno de los
curiosos mirones si entre estos yanquis no había oficiales, y me contesta que los
oficiales se habían ido para la ciudad. Esta contestación, muy lejos de ser verdadera,
estuvo a punto de no dejar salir la acción proyectada en mi mente con la eficacia que
resulto. Como yo creía, con la determinada intención que llevaba contra los invasores,
que no iba a sobrevivir porque esperaba ser muerto por los americanos en la acción,
saco de uno de los bolsillos de la chaqueta un papel y, apoyando en uno de los postes
del alumbrado, escribo la siguiente sentencia:- Muero, pero muero satisfecho por que
es en acto de protesta contra la invasión de mi Patria por fuerzas extranjeras. Vuelvo
el papel al bolsillo. Les paso prudentemente inspección a los soldados que ya se
encontraban sobre el muelle y no me parece ninguno de ellos ser digno de recibir lo
que he ido dispuesto a ofrecerles....Y al fin, frente a una grúa, veo que esta un grupo
de soldados que se distinguían por sus portes, uniformes e insignias, sentados en
torno a una mesa sobre cubierta, charlando, comiendo y bebiendo. Como estos
militares si fueron de mi agrado para que recibieran lo que les había traído, les suelto
un estentóreo grito de: ¡Viva la República Dominicana!Y
cuando permanecían todos confusos y extrañados por oír tan atrevido grito, les suelto
otro sonido mas fuerte que no era solo capaz de herir sus engreidos tímpanos
autiditivos y sus sentimientos de soberbios atropelladores de pueblos débiles, sino
también capaz de herir materialmente en sus corazones: era el sonido de los cinco
disparos hechos con el pequeño revolver y fueron disparados tan rápidamente
rastrillados que parecieron ser uno solo....
En este contexto histórico se desenvuelve la historia del Gavillero Ramon Vieth, alias
el Cuerno. Otros relatos relativo al este periodo historico del pais lo encontramos en
las novelas Over, de Marrero Aristy que trata sobre la desigualdad social y la
explotación laboral de los campesinos en las Plantaciones de Caña de Azúcar, en
poder de empresas norteamericana.
Otra novela sobre dicho periodo es La Mañosa, de Juan Bosh, que plantea el caso de
las luchas intestina por el poder político del país. Durante la ocupación de EEUU
desde el 1916 al 1934, debido al poco apoyo y respaldo que los grupos patrióticos
recibieron, estos grupos debieron cometer fechorías como saqueos, robos, etc. a
campesinos y asendados. Y de esta forma el sentimiento patriótico se empañó por
estas acciones bandalica. Así estos grupos patrióticos, llamados los Gavilleros, fueron
degenerandose y convirtiendose en bandas de violadores y asaltantes. En ese
contexto, Ramon Vieth, ve que todo ha sido en vano, que los campesinos no los
apoyan, están del lado de los interventores, y por esto decide retirarse y se marcha.
Hasta que por razones de salud de Simian, su madre, se ve precisado a volver al
Seibo, donde terminaran sus días frente a un pelotón de fucilamiento.
14. Extrae de la novela que leíste cinco acontecimientos importantes que hayan
ocurrido.
15. La novela que leíste está en: primera persona, 2da persona o 3ra persona.
17. ¿En qué tiempo verbal está narrada la novela? justifica con un ejemplo.
18. ¿Por qué esta novela es de carácter social y por qué pertenece al género
realista?
19. Explique como Simian llegó a la casa donde por años trabajó.
24. Cuál fue el motivo del por qué Antonio emprendió la huida con su madre, en
cuales pueblos o lugares anduvo y cuales hechos pasaban allí?