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Programa

tema 2: PROPÓSITO

¡BIENVENIDA A ESTE ESPACIO DE AUTO OBSERVACIÓN


Y REFLEXIÓN INDIVIDUAL!

En la primera sesión hemos aprendido sobre la filosofía del propósito, la cual se basa en tres
premisas:

1. El propósito de todos las personas es el mismo: ser feliz.

2. La felicidad se alcanza al satisfacer nuestras necesidades, especialmente las espirituales:


autorrealización y trascendencia.

3. Lo que debemos descubrir es nuestro propio “camino de propósito”, el cuál es único para cada
persona, y nos moviliza desde donde estamos hoy, hasta dónde queremos ir (nuestro propósito
puede ser vivir una vida con propósito, que nos permita autorrealizarnos y trascender, para
alcanzar la felicidad plena).

Metodología Telos

Para descubrir nuestro propio camino de propósito también hemos conocido la metodología Telos,
la cual nos permitirá entrar en un proceso de autoconocimiento, y así poder reconocer nuestro
lugar en el mundo.

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LOS CUATRO ELEMENTOS DEL TELOS SON:

Autenticidad: foco en la Pasión: foco en lo que


amas, en tus fortalezas y por
conciencia y las emociones.
lo que te pueden pagar.

Sentido: foco en unificar Trascendencia: foco en


nuestra intención con nuestros aquellas virtudes propias
objetivos; hacer nuestro propio nuestras y que ponemos al
relato de vida; sentir que nuestra servicio de algo más grande
vida es significativa. que nosotros mismos.

¿Por dónde empezar?

Todo camino tiene un inicio, y el del propósito no es la excepción. Si bien existen otras maneras
de comenzar, la más común se da cuando la vida nos golpea duramente (una enfermedad o la
pérdida de un ser querido), o cuando decidimos hacernos cargo de nuestra vida, y diseñamos la
manera en que queremos vivir.

A esta última la llamo “búsqueda activa”, y es la más común, la más larga en su recorrido, pero
también la menos dolorosa, ya que no nace de un dolor, sino de una necesidad espiritual. La
búsqueda activa aplica para quienes deciden tomar control de sus vidas, y no descansar hasta
llenar ese vacío que los aqueja.

Se empieza por observar, buscar y experimentar nuevas oportunidades y contextos que nos
parezcan atractivos y que activen nuestra curiosidad. Se trata de un ejercicio gradual de ensayo y
error, en el cual vamos explorando actividades, grupos de amigos, trabajos y, en general,
cualquier tipo de experiencia novedosa.

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Vivir experiencias

La solidaridad, generosidad, colaboración o altruismo son virtudes que nos pueden abrir puertas
para encontrarnos con nuevas vivencias que nos permitan conocernos mejor y reconocer aquellas
actividades y ámbitos que nos pueden llegar a interesar. Por ejemplo, ofrecerse como voluntario
en algún proyecto social, participar en actividades comunitarias en el colegio, la universidad o el
barrio, ayudar a un familiar o amigo en su negocio o emprendimiento, son todas situaciones que
nos sirven para activar nuestra búsqueda.

Los viajes también pueden ser una gran oportunidad para lograr una apertura de mente y
conocimiento de nuevas formas de vivir y concebir la vida.

Sea como sea que elijas empezar tu búsqueda, es fundamental entender que este proceso nace
desde adentro hacia afuera, de la propia necesidad y madurez interior. No puede darse de
manera forzada ni ser impuesto a quienes están en otras etapas y momentos de sus vidas. Por lo
mismo, este deseo de explorar debe surgir de nuestra intención más verdadera y requiere
determinación. También es necesaria la convicción de querer vivir una vida con propósito, aunque
tome tiempo, aunque fracasemos en algunos intentos y aunque nuestro entorno nos haga sentir
que somos unos idealistas o nos quieran convencer de que el esfuerzo, simplemente, no vale la
pena.

En esta búsqueda, es frecuente que comencemos a reevaluar nuestros vínculos (como amistades y
relaciones íntimas), aquello que estudiamos, o nuestro trabajo. También es importante
replantearnos nuestra relación con el dinero, el poder, la fama y todas aquellas formulaciones
preconcebidas sobre lo que se supone que es éxito, y lo que no.

La forma de encontrar aquello que nos brinda sentido, que nos mueve desde lo más profundo,
requiere de una exploración previa del mundo en que vivimos. Un recorrido de nuevas
experiencias que nos vaya revelando aquello que amamos hacer, nuestras fortalezas, cómo
podemos aportar al mundo, y los valores e ideales que defendemos.

La experiencia es una relación entre el sujeto y el mundo externo. Por lo mismo, no se centra en
nosotros mismos, sino en nuestra percepción de la realidad. Implica un proceso de cambio o
transformación. Después de una vivencia —sea buena, mala o regular— nunca volveremos a ser los
mismos. Nos atrevemos a salir de nuestras cómodas certezas para aventurarnos en lo
desconocido y novedoso. Para esto, es importante tener apertura a la experiencia, lo que supone
una actitud abierta ante la vida y ante los acontecimientos que se presentan sin ninguna especie
de prejuicio, y asumiendo la vivencia con tolerancia y sin cerrarla anticipadamente.

Atención: esta búsqueda no está reservada solo para aquellos que quieren cambiar el mundo.
Las historias de búsqueda de propósito son, en su mayoría, de personas comunes y corrientes,
como ustedes o yo; la única diferencia es que queremos hacernos cargo de nuestra vida,
contribuir a algo más grande y replantearnos los cánones tradicionales del éxito.

3
La inspiración

Muchas veces esta búsqueda se inicia al observar a quienes admiramos, personas cuyas vidas
desearíamos o que realizan una actividad que nos parece atractiva. Muchas veces ese examen de
los demás, de aquellos que creemos que tienen una vida deseable o digna de imitar, nos invita a
explorar en su misma dirección. También se puede dar el caso de que admiremos a personas que
no conocemos directamente, pero cuya obra o actividad nos parece extraordinaria y nos hace
sentir una consideración especial hacia ellas. Al admirar a alguien sentimos una mezcla de
atracción y devoción, lo que nos lleva a reconocer valores y cualidades en otros que nos gustaría
adoptar.

Mi experiencia personal

Durante los primeros ocho años de carrera tuve la oportunidad de trabajar con Ximena, una
brillante abogada y con más de cuarenta años de experiencia en la profesión. Ella fue una
inspiración para mí. Era la única mujer de la oficina que había logrado conciliar la excelencia
profesional con su vida familiar. Nunca llegó a ser socia porque ella optó por no serlo, ya que
tenía aptitudes de sobra para eso. En cambio, decidió trabajar una jornada más corta para poder
pasar mayor tiempo con sus hijos.

Además de ser una excelente profesional era, sin duda, la persona más querida de la oficina.
Nunca olvidaba un nombre ni un cumpleaños, y siempre tenía una palabra de aliento cuando veía
que alguno de los jóvenes profesionales de la oficina tenía problemas. Ximena fue más que una
inspiración, fue mi referente, mi pilar. Su ejemplo fue lo que me hizo perseverar en mi trabajo en
los años de más intensa crianza de mis hijas, y me dio la valentía de pedir la disminución de mi
jornada laboral. Ella me mostró que existían caminos diferentes a los que siguen todos los demás
y, mejor aún, que cada uno se arma su propio camino.

Luego de esa etapa de mi vida, fue nuevamente una mujer quien inspiró mis próximos pasos. La
primera vez que tuve el privilegio de participar en una actividad que organizaba la Comunidad
Organizaciones Solidarias, me encontré con Alejandra, unas de las mujeres más extraordinarias
que he conocido. Ella fue quien creó esta comunidad de fundaciones y corporaciones, y logró
posicionarlas en el país como un actor relevante en la sociedad. Su convicción y profesionalismo,
pero sobre todo la pasión con que comunica y contagia la conciencia social a su alrededor, me
cautivaron por completo. Era tan auténtico lo que transmitía, que era impensable no sumarse a sus
iniciativas.

Alejandra hizo revivir en mí todos los sueños de justicia y solidaridad de mi adolescencia. Me


hizo volver a soñar y recordar qué es aquello que me generaba sentido. La idea de llegar a ser
como ella me motivaba de una manera que ninguna abogada, jueza o política jamás estuvo cerca
de hacerme sentir. Hice todo lo que estaba a mi alcance para conocer más de sus proyectos,
incluso tuve la suerte de conocerla y compartir proyectos juntas con la aspiración de llegar a
irradiar, algún día, la misma convicción y autenticidad que ella.

¿Y tú, te has puesto a pensar?

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¿Estás buscando tu camino de propósito activamente, o vas a esperar que algún dolor te haga
despertar?

¿Estás buscando vivir nuevas experiencias?

¿Qué personas te inspiran?

Te invito a realizar el “Test de Inspiración”

¿Has conocido a alguien del que puedas decir “yo quiero esa vida para mí”?

¿Tienes algún familiar al cual respetas y te gustaría seguir su ejemplo?

5
¿Existe alguna persona que hayas visto o escuchado y sientes que todo lo que dice te hace
sentido?

¿A quién, de entre tus conocidos, asocias con tu ideal de éxito?

¿Por qué admiras a esa persona?

6
¿Qué es lo que te inspira de ella?

¿Crees que puedes fijarte un objetivo y metas que te conduzcan en una dirección similar a esa
persona?

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