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TEMA 1: BREVE HISTORIA DE LA TELEVISIÓN (ESPECIALMENTE EN ESPAÑA)

La televisión siempre ha formado parte de nuestra vida. Desde sus inicios, este medio ha ido
evolucionando, pero… ¿Dónde ha quedado la televisión tradicional? Hasta hace poco la
televisión era el núcleo de la mayoría de las casas, ocupando gran parte del tiempo libre y
siendo uno de los principales entretenimientos para los niños. La televisión actual no tiene
nada que ver con las primeras emisiones, pero el gran cambio no se produciría años más
tarde. A finales de la década de los noventa, las nuevas tecnologías transformaron la forma
de ver la televisión. Para entender todos los cambios que se han producido en el consumo,
es necesario entender su historia y cómo hemos llegado al punto en el que estamos hoy en
día.

1956 (Nacimiento RTVE): El 28 de octubre TVE llevó a cabo la primera emisión en


España. Gustavo Pérez Puig el realizador del programa y su equipo se encargaron de poner
en marcha la nueva maquinaria televisiva, sin imaginarse que estaban haciendo historia.
Tras el éxito de esta emisión, el número de receptores se multiplicó y se amplió el tiempo
de emisión, que comenzó siendo tan solo de tres horas diarias. La televisión se convierte en
la principal forma de ocio, aparecen programas como “Martes noche... Fiesta”, “Música y
estrellas” o “El un dos tres”, también programas infantiles como “Un globo, dos globos, tres
globos” o “La bola de cristal”, que dotaban a las emisiones de un carácter generalista. Esta
televisión estaba dedicada a satisfacer los gustos de toda la familia: niños, padres y abuelos
se sentaban juntos a ver la televisión y debían decidir qué iban a ver. Aunque tampoco era
una decisión muy complicada ya que durante muchos años solo disfrutábamos de dos
canales; La 1 con un carácter informativo y años más tarde, La 2, dedicada a la emisión de
espacios culturales. Los avances tecnológicos que se fueron sucediendo, como la
introducción del mando a distancia en los años ochenta o la introducción del color en 1977,
dejaron atónitos a unos espectadores que cada vez se iban familiarizando más con esa nueva
revolución que suponía la llegada de la televisión.

1976 (Llegada del VHS): Los años setenta serían una gran década para el desarrollo del
cine de Hollywood. Se estrenaron películas como Tiburón, El Padrino o La Guerra de las
Galaxias. Comienza la era del video club con la llegada en 1976 del VHS. Por primera vez, se
podían ver desde el sillón de casa las películas que se habían estrenado en el cine unos
meses antes. El VHS apareció como un nuevo sistema de reproducción de vídeo, pero de la
misma forma que el VHS se consolidó ante el Betamax, este sería derrotado por el DVD, que
ocupaba mucho menos espacio y ofrecía mejor calidad de imagen. Las películas que tenían
éxito en taquilla tenían éxito en la venta de VHS, y en ese momento, cuando la película
llegaba a casa, culminaba el proceso de explotación del producto, el llamado “long tail”. Con
la llegada de internet a los hogares, se instaura un nuevo modelo de explotación, el DVD y
el posterior Bluray se reemplazan por las descargas, ahora el contenido puede circular
libremente por la red. Se alarga la vida de los contenidos, el espectador tenía a su disposición
grandes clásicos del cine y películas de estreno a un solo clic. La piratería dificultó durante
años el negocio de la producción cinematográfica, ya que la afluencia de los espectadores a
las salas de exhibiciones disminuyó notablemente, solo los grandes estrenos conseguían
atraer la atención del público.
1989 (Nacimiento FORTA): Durante la legislatura de Felipe González, se aprobaron
varias medidas relacionadas con la radiodifusión. En primer lugar, la “Ley reguladora del
Tercer Canal de Televisión” dio lugar a los canales de ámbito autonómico, mediante los que
el espectador podía conocer de forma mucho más cercana las noticias de su comunidad. Las
primeras en emitir fueron EITB y TV3, más tarde aparecieron: Televisión de Galicia, Canal
Sur Televisión y Telemadrid. En 1989 todas ellas terminaron asociándose con la FORTA, el
organismo público dedicado a su regulación. También se aprobó la “Ley de las Televisiones
Privadas”. Se acordó la salida a concurso de tres licencias, dos de emisión en abierto y una
de pago. Las licencias de emisión en abierto dieron lugar; en primer lugar, a Antena 3, que
comenzó sus emisiones un 25 de 2 enero de 1990 y más tarde a Telecinco que comenzó a
emitir el 3 de marzo de ese mismo año. La tercera licencia fue para Canal +, que inició el
recorrido de la televisión de pago en España. Con parte de la emisión disponible para todos,
concretamente seis horas al día en abierto, los espectadores conocieron una programación
diferente a la que se emitía en las cadenas generalistas: películas norteamericanas, series
como Friends o la emisión en exclusiva de los partidos de fútbol y los combates de boxeo.
La oferta de tantos canales temáticos provocó el inicio de la fragmentación de la audiencia.
La televisión de pago continuó desarrollándose en 1997, con la creación de las plataformas
Canal Satélite y Vía Digital dando paso a la digitalización de la televisión en España, un hecho
progresivo y de gran importancia para los cambios en el consumo audiovisual.
2005 (Llega YouTube): Una vez superado el efecto 2000, los sistemas informáticos
experimentaron un desarrollo mucho más acelerado. Los avances tecnológicos supusieron
una revolución para todos los sectores, incluyendo el sector audiovisual. En 2005 se lanza
YouTube en España. La plataforma apareció como una nueva red social en la que todo el
mundo podía subir su propio contenido, y este se podía visionar desde cualquier lugar y
momento, siempre que se contara con una conexión a internet. El vídeo se convierte en el
concepto fundamental de este nuevo ecosistema audiovisual. Ante el gran número de
visualizaciones que fue capaz de reunir esta plataforma unido a los altos niveles de piratería,
las cadenas de televisión observaron las primeras fugas de espectadores, principalmente
audiencia joven, que se encontraba de forma permanente en internet. Comienza a
enriquecerse la experiencia del consumidor con la segunda pantalla. El consumo de los
contenidos a través de un dispositivo conectado a internet generaba un rastro digital, una
gran cantidad de datos sobre los hábitos del individuo. El Big Data se convierte en el centro
del ecosistema audiovisual, concibiendo al espectador como un continuo generador de
datos.
2010 (Encendido digital): El 11 de julio a las 20:30 de la tarde, las calles de la mayoría
de las ciudades españolas estaban vacías. En ese momento, se jugaba la final del Mundial
de Fútbol, cuya prorroga llegó a alcanzar un total de casi 14 millones de espectadores,
siendo la emisión más vista de la historia de la televisión en España. La cuota de pantalla
que reunió este evento no volvería a producirse, ya que el 3 de abril de este mismo año, se
culminó el llamado “encendido digital”. Esta fuga a lo digital se había producido de forma
progresiva desde el año 2005, pero ahora era la última oportunidad para sintonizar los
televisores a la señal digital. Para las cadenas este cambio a la era digital suponía la
reasignación de los canales. Muchas frecuencias analógicas destinadas a emisiones de
carácter local o provincial quedaron libres, permitiendo la emisión de nuevos canales. La
oferta se multiplica más que nunca, el espectador tiene a su disposición canales temáticos
mucho más especializados, que se adaptaban mucho mejor a sus gustos. El concepto de
competencia televisiva se encontraba en su máximo apogeo hasta el momento.
2014 (Televisión de pago): Tras la fusión de Canal + y Telefónica, aparece por primera
vez en España la plataforma de televisión de pago (por fibra y satélite), Movistar +.
Telefónica comienza a ofrecer a sus clientes la contratación del servicio de llamadas,
internet y televisión, el conocido como Triple Play. Pronto comenzaron a aparecer los
primeros competidores, como Vodafone u Orange, pero lo que distinguió a Movistar + del
resto fue, que desde el año 2011 contaban con un servicio de distribución en streaming
llamado Yomvi. El streaming se convirtió en la base sobre la que operaron el resto de
componentes de este nuevo ecosistema audiovisual. El espectador podía ver sin descargar,
series o películas desde cualquier dispositivo. El contenido se vuelve capaz de superar
cualquier barrera, lo que permitió el consumo audiovisual en salas de espera, en el metro,
de camino al trabajo…La convergencia de internet con la televisión será el punto de inflexión
para el cambio en los hábitos de consumo. Las redes sociales se convierten en el nuevo
espacio de debate sobre los contenidos. Los espectadores que opinaban podían conectar
con otras personas que compartían sus mismos gustos, alimentando un sentimiento de
pertenencia a la comunidad. La nueva Audiencia Social se autoabastece de contenidos
según lo que más se habla en 4 sus círculos de influencia en las redes sociales. La
conversación online comienza a tener una notabilidad relevante para los productores, que
orientan sus decisiones según lo que más se comparte, aparece la llamada Televisión Social.
2015 (Netflix): Netflix aterriza en España. Comienza una competencia férrea entre las
cadenas de televisión, la televisión por cable y la llegada de las empresas OTT. En el año
1997, Netflix comienza con el alquiler de DVD que se enviaban mediante servicio postal a
domicilio. Con la llegada de internet, trasladaron su negocio al comercio online, pero la gran
revolución llegaría en el año 2007 con la introducción del servicio en streaming. Mediante
el mismo funcionamiento, sus suscriptores disponían de un gran catálogo de películas que
podían disfrutar con el pago de una tarifa mensual. Además, Netflix incorporó un sistema
para calificar las películas que el cliente ya había visto, con un sistema gradual de hasta cinco
estrellas, que sería sustituido con el “pulgar arriba” o “pulgar abajo”. Muchos profesionales
defendían que nadie iba a pagar por algo que se podía encontrar fácilmente en internet,
pero la plataforma supo cómo hacerlo. Ofreció a sus suscriptores un valor añadido que la
piratería no podía proporcionarles; la disponibilidad de un catálogo personalizado, sin
publicidad, mucho más seguro y que facilitaba la reproducción, al recordar el minuto en el
que se había abandonado. Netflix colocó al consumidor en el centro de sus decisiones, lo
que les aseguró el éxito cuando en 2011 comenzaron a producir contenido propio. Después
de años monitorizando a sus usuarios, lanzaron la primera serie de éxito probado, House Of
Cards. Gracias al estudio del Big Data, sabían que la serie tendría éxito mucho antes de su
estreno. Otro de los casos que demuestran el éxito de Netflix fue La Casa De Papel. La
emisión de la primera temporada en Antena 3 obtuvo casi dos millones de espectadores.
Sin embargo, la emisión en Netflix de la tercera temporada ha reunido un total de 24
millones de espectadores en todo el mundo.
2016 (Explosión de las plataformas): La ventaja Netflix en el mercado audiovisual
durante su primer año de presencia en España, podía desaparecer con la explosión en 2016
de los nuevos servicios de vídeo bajo demanda. En HBO, el cliente solo tenía que 5 pagar
ocho euros al mes para disfrutar de las series y películas que ofrecía su catálogo. Pero
Netflix, que había apostado por el Binge-watching o maratón seriéfilo, vio tambalear su
estrategia con la llegada de esta nueva plataforma, que optaba por una periodicidad de
estreno diferente. HBO combinó el estreno en bloque y el estreno semanal, especialmente
en su contenido propio. De esta forma eran capaces de concentran grandes cantidades de
audiencia de forma periódica, generando nuevos públicos por el tamaño de la conversación
social que se producía. El mayor ejemplo de su éxito se puede observar con el final de Juego
de Tronos, que consiguió un nuevo récord para la plataforma, un total de 19 millones de
espectadores. Por otro lado, Amazon que ya había llegado a España en 2011 no se quedaría
atrás y lanzó su primer servicio de streaming a finales de 2016. El equipo de Jeff Bezos había
llegado a la conclusión de que si incluían su servicio de Amazon Prime Video con la
suscripción a Amazon Prime las ganancias se multiplicarían. Los intereses comerciales de
Apple no iban muy descaminados cuando decidieron estrenar Apple TV+. Según sus
cálculos, Apple venderá un total de 70 millones de iPhones, a los que les incorporará un año
gratuito de Apple TV+, generando así nuevos suscriptores, que crearán nuevos hábitos de
consumo. Cuando termine su año de gratuidad ya tendrán un nuevo espectador fidelizado.
Otra de las grandes Disney +, que terminó estrenándose en nuestro país el 24 de marzo de
2020, cuenta con una carta importante a su favor, el éxito intergeneracional de su
contenido. Películas que interesan tanto a los adultos como a los niños, que además pueden
consumir nuevas producciones y disponen de todo el universo Marvel a su alcance. En el
poco tiempo que llevan las plataformas de vídeo bajo demanda en nuestro país, han
conseguido que un 53% de la población esté suscrita al menos a un servicio de contenido en
streaming. Las plataformas digitales han sabido aprovechar esta nueva relación que tiene el
espectador con las nuevas tecnologías para mantener su fidelización. Con el estreno
constante de nuevo contenido, principalmente ficción seriada, 6 el espectador pasa mucho
más tiempo dentro de la plataforma, abandonando el consumo de la televisión lineal.

2020: “Con nuestro culto a la satisfacción inmediata, muchos de nosotros hemos


perdido la capacidad de esperar.” - Zygmunt Bauman, filósofo.

El frenético ritmo de vida actual ha convertido la televisión en una forma de escape, un lugar
donde evadirse. El espectador consigue una satisfacción inmediata mediante el consumo de
productos audiovisuales que sabe que no tienen fin. Todo ello, genera una dependencia
hacia el consumo de contenidos de forma constante. El espectador quiere sentirse parte de
la sociedad, formar parte del diálogo consumiendo lo mismo que consume la mayoría, lo
que le hace formar parte de la cultura. Ante este estallido de nuevas formas de visionar los
contenidos, las cadenas generalistas y las grandes empresas de televisión por cable tendrán
que buscar una manera de reorientarse. Su función principal será crear un contenido nuevo
y atractivo para estas nuevas generaciones, cuyo consumo principal es bajo demanda. Crear
contenidos no solo pensando en aquellas personas que ya ven la televisión, sino nuevos
programas que sean capaces de renovar la edad de una audiencia que cada día va
envejeciendo. Sin embargo, los canales de televisión tradicionales cuentan con una carta a
su favor, algo que las plataformas bajo demanda no podrán proporcionar, la emoción del
directo, que convierte a los espectadores parte activa de la retransmisión. Indudablemente
la televisión tradicional convive y convivirá con todas las innovaciones que vayan surgiendo
en el escenario audiovisual. El espectador de hoy tiene completamente asumido su nuevo
papel en la partida, ha cambiado el: “¿qué hay en la tele?”, por el “¿qué voy a ver hoy?”
ANEXO:

En esta infografía se hace un repaso a la (breve) historia del aparato televisor.

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