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NUTRIENTES, AMBIENTE Y EL

2 RENDIMIENTO DE LOS CULTIVOS.


Los nutrientes y el ambiente
Todos los nutrientes esenciales requeridos para la producción de alimentos y fibras están
relacionados con la calidad de nuestro ambiente. Colectivamente ellos mejoran el potencial productivo y
la integridad ambiental de los suelos cuando se usan en cantidades adecuadas y en forma balanceada.

Los nutrientes promueven cultivos más vigorosos y productivos, que pueden desarrollar sistemas
radiculares más grandes, abundantes residuos sobre la superficie, cobertura rápida del suelo, eficiencia
del uso de agua y mayor resistencia a condiciones de estrés producidas por sequía, insectos, bajas
temperaturas, etc.

Aún cuando los nutrientes esenciales desempeñan un papel vital en la producción de alimentos y
en la protección del ambiente, algunos de ellos tienen riesgos ambientales cuando no son manejados
adecuadamente. Los dos nutrientes asociados más a menudo con mal manejo y como fuentes de
preocupación ambiental son nitrógeno (N) y fósforo (P).

Nitrógeno
Las pérdidas de N pueden ocurrir con la
erosión del suelo. El N en los residuos de los cultivos,
en los desechos de corral y en otras fracciones
orgánicas (incluyendo la masa microbiana) está sujeto
a erosión superficial y a movimientos con el agua y el
sedimento. La principal preocupación del N en el
ambiente se relaciona con el potencial movimiento
del nitrato(NO3-2) no usado o en exceso a través del
perfil del suelo. hacia el manto freático (lixiviación).
Debido a su carga negativa, el NO3-2 no es atraído a
las diferentes fracciones del suelo y más bien está
libre para percolarse con el agua que se mueve a
través del perfil. La Figura 1 ilustra el movimiento
relativo del NO3-2 en diferentes tipos de suelo.

Todas las fuentes de N manufacturadas, legumi-


nosas, residuos de cultivo, materia orgánica, residuos
de corral se convierten rápidamente en NO 3-2 en el
suelo. Por esta razón, todos ellos están sujetos a
lixiviación al manto friático a menos que sean
Figura 1 El nitrato tiene mayor probabilidad de
utilizados por un cultivo en crecimiento o retenidos lixiviarse en un suelo arenoso que en un suelo
en el suelo en forma de amonio (NH 4) mediante arcilloso.
prácticas de manejo.

Existe poca evidencia científica para recomendar una fuente de N sobre otra por razones
ambientales. Las fuentes orgánicas de N a menudo dejan niveles más altos de NO 3-2 en el suelo, debido a
que, basándose en la tecnología actual, son más difíciles de manejar que los fertilizantes nitrogenados
comerciales.
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Como se describe más adelante en este manual, el N sufre transformaciones en el suelo que
dependen de varios factores entre los que se incluyen humedad, temperatura pH, aireación, etc. Como
resultado general, no existe una ganancia o pérdida neta de N en la naturaleza. El proceso total se conoce
como Ciclo del Nitrógeno y se presenta en la Figura 2.

Las prácticas culturales pueden controlar en gran parte las pérdidas de N en suelos agrícolas.
Esto es deseable desde el punto de vista económico y ambiental. El reducir las pérdidas de N significa
que, más de este nutriente está disponible para la producción de cultivos y menos para movimiento en el
agua superficial o hacia el manto friático.

Figura 2. Ciclo del Nitrógeno

Fósforo
El P ha sido asociado con problemas ambientales principalmente a través de la eutroficación de
lagos y de cuerpos de agua sin movimiento. La eutroficación es la respuesta de un cuerpo de agua al
sobre enriquecimiento con nutrientes. Este enriquecimiento puede ser natural o provocado por el
hombre. Los síntomas de eutroficación son el crecimiento abundante de algas y plantas acuáticas y la de
oxigenación del agua (exclusión del oxigeno).

El hecho de que el P es extremadamente inmóvil en el suelo se discutirá en más adelante. El P es


retenido (adsorbido) fuertemente en suelos ácidos en las superficies de los óxidos e hidróxidos de hierro
(Fe), aluminio (Al) y manganeso (Mn). Es también adsorbido por las superficies de las arcillas y en
suelos calcáreos es precipitado por el calcio (Ca) para producir fosfatos de calcio de varios tipos.

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La adición de P a los cuerpos de agua está casi totalmente asociada con los procesos de erosión
del suelo. El movimiento del P se asocia con la erosión debido a que:
• El P tiene muy baja solubilidad;
• El P se mueve muy poco en los suelos;
• La mayoría de aguas de drenaje tienen una muy baja concentración de P;
• Cuando se controla la erosión y la pérdida de sedimento, se minimiza la pérdida de P.

Potasio, Magnesio Y Azufre


El potasio (K) no tiene efectos nocivos en la
salud o en el ambiente. De hecho, este nutriente
es esencial para la salud de los humanos y
animales. Una dieta humana normal requiere de
la ingestión de 2000 a 6000 miligramos de K
por día, cantidad mucho más alta a la contenida
en las fuentes de agua. El K juega un papel vital
en el ambiente debido a que un suplemento
adecuado de este nutriente es esencial para la
eficiente utilización de N y P, ayudando de esta
forma a mantener estos nutrientes fuera de las
fuentes de agua. La Figura 3 ilustra el efecto del
K en el incremento del rendimiento de algodón.
A medida que se incrementan los rendimientos,
menos N queda en el suelo, reduciendo el
potencial de lixiviación de NO3-2 al manto
friático.
Figura 3. La fertilización balanceada incrementa los
rendimientos de semilla de algodón en Colombia.
El magnesio (Mg) y el azufre (S) no son
de preocupación ambiental. Ambos nutrientes son esenciales para las plantas y a menudo son
suplementados con la fertilización, basándose en el análisis de suelos y en el análisis foliar. Como
cualquier otro nutriente esencial, cuando no están disponibles en adecuadas cantidades pueden reducir la
eficiencia de uso de N y P.

Micronutrientes
Los micronutrientes contribuyen significativamente a la producción de alimentos y de esta forma
a la salud humana. Las aplicaciones de micronutrientes, basadas en análisis de suelos y foliares, tienen
un impacto ambiental positivo a través de su efecto en el rendimiento y en el uso eficiente de otros
nutrientes. La importancia de los micronutrientes se está incrementando a medida que se incrementan
los rendimientos y a medida que la producción agrícola sostenida requiere que sean reemplazados en el
suelo.

Existe a menudo confusión a cerca del cloro (Cl), uno de los micronutrientes esenciales. Se
confunde el cloruro con el clorato, este último, un gas venenoso que nunca se encuentra libre en la
naturaleza. El Cl ocurre en la naturaleza como cloruro en compuestos como el cloruro de sodio (NaCl),
cloruro de potasio (KCl) y sales de otros metales. Los cloruros no han sido asociados con ningún
problema ambiental o de salud. El cloruro de potasio, muriato de potasio, es un importante fertilizante
potásico que contiene alrededor de 47% de Cl. El cloruro de sodio común, tiene más de 60% de Cl.

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Dos objetivos principales para producción rentable y seguridad
ambiental
Se deben considerar dos objetivos distintos en el manejo de los cultivos para asegurar que
adecuadas cantidades de nutrientes sean utilizadas en agricultura para mantener niveles de producción
rentables, minimizando al mismo tiempo cualquier efecto negativo en el ambiente.

Objetivo uno:
Se deben manejar los cultivos buscando óptima eficiencia de los nutrientes, a través del uso de
todas las Prácticas Adecuadas de Manejo (PAM) posibles y con la utilización de sistemas de Manejo
Integrado de Plagas (MIP). En este caso, todos los insumos de la producción están balanceados a niveles
óptimos.

Objetivo dos:
Se deben manejar los cultivos buscando óptima eficiencia de los nutrientes, a través del uso de
las PAM que utilicen técnicas de conservación de suelos y aguas, específicas para cada sitio. Esto
permite optimizar la retención del suelo en su sitio y minimiza las pérdidas por erosión.

Las PAM envuelven prácticas agronómicas y de conservación. El incorporar tecnología basada


en las PAM en la planificación de los sistemas agrícolas es el fundamento para lograr éxito económico y
ambiental. Las PAM son definitivamente especificas para cada sitio, una PAM utilizada exitosamente en
un sitio no necesariamente es efectiva en otro. Las PAM varían para los diferentes cultivos, suelos y
climas. Son prácticas que han sido diseñadas luego de investigación y probadas en campos de
agricultores de modo que contribuyan a alcanzar todo el potencial de producción, a la eficiencia del uso
de los insumos y a la protección ambiental.

Las PAM ayudan a los agricultores a lograr aquellos niveles de rendimiento que tienen los
menores costos unitarios de producción y las menores pérdidas de NO3-2 por lixiviación.

Casi todo el NO3-2 lixiviado en invierno, o en el período de tiempo entre cultivos, proviene de la
mineralización de la materia orgánica. La contribución directa de los fertilizantes nitrogenados a la
lixiviación de NO3-2 es pequeña, cuando se aplica el fertilizante nitrogenado en dosis que no exceden al
óptimo económico.

La producción de
cultivos basada en PAM,
que incluye una adecuada
fertilización para óptimos
rendimientos, incrementa
la acumulación de
residuos y en
consecuencia el potencial
de lixiviación de NO3-2
provenientes de la
mineralización del N en
estos residuos. Sin
embargo, más residuos
significan mayores
contenidos de materia
Figura 4. Fuentes, prácticas agrícolas y destino de los nutrimentos en los 16
sistemas de cultivo.
orgánica en el suelo, lo cual es un factor positivo desde los puntos de vista de fertilidad y ambiental. Las
prácticas de manejo que minimicen el potencial de mineralización de la materia orgánica, como el uso
de cultivos de cobertura, son parte del paquete de PAM. La investigación continua ha demostrado que
la materia orgánica mejora el potencial de rendimiento de los cultivos.

La Figura 4 presenta una visión conceptual de las fuentes, prácticas agrícolas y destino de los en
un sistema de cultivos. Las PAM juegan un rol vital al ayudar a mejorar la eficiencia del uso de los por
el cultivo, al incrementar el reciclamiento de en los residuos y al elevar los niveles de materia orgánica.
Al mismo tiempo, las PAM reducen las pérdidas de nutrimentos por erosión, lixiviación, volatilización,
denitrificación o escorrentía.

El impacto ambiental y la respuesta agronómica resultante de la utilización de cualquier insumo


está determinado, casi totalmente, por el nivel de manejo de todos los otros insumos controlables en un
sistema de producción, así como por el del propio insumo. A medida que se utilizan todas las PAM
posibles para lograr un sistema integrado de manejo, la eficiencia del N y de otros nutrientes mejora,
mientras se reduce la posibilidad de cualquier efecto nocivo en la calidad del agua.

Por ejemplo, los rendimientos se incrementan cuando la aplicación de N es balanceada con la


aplicación de otros nutrientes como P y K. Esto permite que más N entre en la planta y que menos
permanezca en el suelo, reduciendo de esta forma la oportunidad de lixiviación del NO 3-2 al manto
freático.

Las recomendaciones de fertilización basadas en análisis de suelos y/o foliares permiten que los
rendimientos del cultivo se expresen al nivel óptimo económico, nivel que para la mayoría de los
cultivos es también el punto de mayor protección ambiental.

Adopción de planes de manejo para lograr metas de rendimiento


y metas ambientales
1) Definir las metas de rendimiento: Se debe determinar, en forma optimista pero realista, las
metas de rendimiento para cada uno de los cultivos y cada uno de los lotes.
Los requerimientos de nutrientes se incrementan con el rendimiento. La Tabla 2 presenta datos
de absorción de nutrientes por el arroz a tres niveles diferentes de rendimiento. Es una buena PAM el
asegurarse de que los nutrientes estén disponibles en cantidades adecuadas, pero no excesivas, para el
crecimiento del cultivo desde la siembra hasta la maduración.

2) Usar análisis de suelo y análisis foliar.


Estas son las mejores herramientas disponibles para determinar la cantidad y disponibilidad de
los nutrientes en el suelo, así como la cantidad de nutrientes que deben aplicarse para lograr la meta de
rendimiento. Se debe monitorizar frecuentemente las necesidades de nutrientes a través de los análisis de
P, K, S, Mg, micronutrientes y pH. El análisis foliar ayuda a confirmar el diagnóstico de necesidades de
nutrientes y puede identificar necesidades durante el ciclo de crecimiento.

Al momento se están desarrollando análisis más confiables de N en el suelo. Los análisis foliares
de N son una buena herramienta que ayudan a determinar la cantidad de N que debe aplicarse durante el
ciclo de crecimiento cuando se espera utilizar cantidades precisas en forma más eficiente.

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Tabla 2. Los requerimientos de nutrientes por el arroz se incrementan con el incremento en rendimiento.
Absorción de nutrientes, kg/ha
Rendimiento t/ha N P2O5 K2O Mg S
3.5 65 28 97 8 6
7.0 130 56 194 16 12
10.5 195 84 291 24 18

En la Tabla 3 se presentan datos que demuestran como la eficiencia del uso de N se incrementa
10 veces con la fertilización con K, en un suelo deficiente en este nutriente, localizado al Este de Java,
Indonesia. Aún cuando los rendimientos fueron bajos, los datos ilustran la importancia de la fertilización
balanceada en el incremento de la producción y en la protección del ambiente.

Siempre que la deficiencia de P, K y otros nutrientes sea un factor limitante, la fertilización


balanceada puede mejorar los rendimientos y proteger el ambiente. Esto es verdad para todos los
cultivos, arroz, soya, hortalizas, algodón, café, banano, etc.

Tabla 3. El potasio incrementa los rendimientos de maíz y mejora la eficiencia de uso de nitrógeno.
Dosis de fertilizantes kg/ha N del fertilizante, kg/ha
N P2O5 K2O Rendimiento t/ha Removido(1) Remanente en el suelo
100 50 0 0.4 6 94
100 50 50 4.1 61 39
100 50 100 4.2 63 37
(1) grano solamente; no incluye el N de la porción vegetativa y las raíces

Por ejemplo, la Figura 6 ilustra la importancia de la fertilización balanceada en el rendimiento de


varios cultivos en Pakistán. Es importante recordar que a medida que los rendimientos se incrementan,
más N es removido del suelo, reduciendo el potencial de lixiviación de NO3-2 al manto freático.

Figura 6. Efecto de la fertilización balanceada en los


rendimientos de varios cultivos en Pakistán

3) Seguir un plan de conservación.


Las PAM de conservación de suelos y aguas son específicas para cada sitio. Entre las más
importantes se encuentran la labranza cero, terrazas, cultivos en contorno, caminos de agua, rotación de
cultivos, cultivos de cobertura y zanjas de desviación.

Un buen plan de conservación de suelos y aguas para cada finca podría ser el aspecto más
importante en la reducción de la erosión y en el control de las pérdidas de suelo, agua y nutrientes,
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especialmente el P retenido en el sedimento y en las partículas orgánicas. Algunas formas de labranza de
conservación se pueden practicar en casi todos los tipos de agricultura. La Tabla 4 presenta los efectos
positivos de la labranza de conservación en la reducción de la escorrentía superficial y en la reducción
de las pérdidas de sedimento y P. La reducción en escorrentía superficial promueve una mayor
infiltración permitiendo que exista más agua disponible para el cultivo en crecimiento. Las pérdidas
totales de P se reducen apreciablemente debido a que se presentan menores pérdidas de sedimentos.

Tabla 4. La labranza de conservación reduce el volumen de escorrentía superficial, sedimento y pérdidas de P.


Tipo de Volumen de escorrentía Sedimento Pérdida total de P,
labranza litros/ha kg/ha
Convencional 28,5000 155 0.18
Labranza cero 47,000 41 0.01

4) Adopción de PAM en todos los insumos controlables para lograr rendimientos más altos.
Suelos bien fertilizados, junto con otras buenas prácticas de manejo, permiten obtener
rendimientos más altos. Estos altos rendimientos, con su incremento asociado en residuos, tienen un
tremendo efecto positivo en la reducción de escorrentía superficial y de la erosión hídrica y eólica.
Siempre que sea práctico, se debe dejar los residuos en la superficie del suelo para protegerlos de la
erosión.

La fertilidad alta del suelo tiene muchos beneficios:


• Una más rápida cobertura del suelo con la parte vegetativa del cultivo como resultado de una mejor
nutrición. Esto reduce la energía erosiva de las gotas de lluvia, mejora la eficiencia del uso del agua y
reduce la presión de malezas. La disponibilidad de P en las fases iniciales del cultivo es particularmente
importante en el desarrollo y crecimiento de la planta.
• El vigoroso crecimiento de las plantas, tanto en la superficie como de bajo de ella, ayuda a mantener el
suelo en su sitio, mejora la infiltración y el uso eficiente del agua e incrementa los rendimientos. La
Tabla 5 presenta un ejemplo del buen manejo de la fertilidad en los rendimientos de maíz y el uso
eficiente del agua.

Tabla 5. Efecto de la fertilización balanceada en el rendimiento del maíz y en el uso del Agua.
Nivel de eficiencia del fertilizante Rendimiento t/ha kg de grano /cm de agua
Bajo 4.8 75
Medio 9.3 148
Alto 15.0 237

4) Ejecución oportuna de las actividades.


La eficiencia de los fertilizantes y el potencial del rendimiento se incrementan cuando las
aplicaciones se hacen en las épocas de mayor absorción por el cultivo. Se deben considerar aplicaciones
fraccionadas en épocas de crecimiento que correspondan con las más altas demandas de nutrientes por
los cultivos. En algunos suelos de textura gruesa (arenosos) la aplicación fraccionada de N, K, S y
algunos micronutrientes puede también constituir una PAM. Esta práctica permite una utilización más
eficiente de los insumos.

La Figura 7 demuestra que la fertilización balanceada, junto con la oportuna aplicación,


incrementa la producción de banano en alrededor de 1500 cajas exportables por hectárea por año. Se
debe reconocer que cierta pérdida de nutrientes ocurre a pesar del número de aplicaciones fraccionadas.
Sin embargo, la aplicación de fertilizantes no necesariamente incrementa las pérdidas. De hecho, cuando
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se utiliza fertilización balanceada se incrementa la eficiencia y a menudo se reducen las pérdidas de
nutrientes, mejorando de esa forma la economía del agricultor y protegiendo el ambiente.

Figura 7. Efecto de la fertilización balanceada y de


la 5)
aplicación oportuna en el rendimiento de cajas I
exportables de banano en Costa Rica.
n h
ibidores de la Nitrificación.
Los inhibidores de la nitrificación retardan la conversión de amonio (NH 4+) a nitrato (NO3-2).
Cuando se usan con dosis apropiadas de fertilizantes nitrogenados o residuos de corral pueden
incrementar la absorción de N por el cultivo. Los inhibidores retienen el N en el suelo en forma de NH 4+
que es estable y no está sujeto a pérdidas por lixiviación. El NH 4+ permanece en la zona radicular y
puede ser absorbido por el cultivo aun en condiciones de alta humedad donde el NO 3-2 se mueve a capas
profundas fuera del alcance de las raíces. Trabajos de investigación han demostrado que el maíz, trigo,
algodón, sorgo y muchos otros cultivos usan fácilmente el NH 4+ y tienden a usar más N total cuando el
NH4+ está disponible junto con el NO3-2.

El uso de inhibidores de la nitrificación y otras técnicas de estabilización del N son parte de las
PAM que deben ser consideradas si los productos y la tecnología están disponibles en el área.

Estudios conducidos en E.U. con inhibidores de la nitrificación y estabilizadores han


documentado reducciones en la lixiviación de NO3-2 que van del 8 al 27%. Además del beneficio
ambiental, los inhibidores de la nitrificación incrementan el potencial de rendimiento y el uso eficiente
de las aplicaciones de N, lo que es indudablemente un beneficio económico.

6) Localización del fertilizante.


Rendimientos más altos se obtienen no solamente con dosis y métodos de aplicación sino que
también con una buena localización de los fertilizantes en el suelo. La localización apropiada mejora la
disponibilidad de los nutrientes. Algunas de las formas de localización incluyen la aplicación al voleo,
bandas superficiales y profundas y la inyección profunda.

Frecuentemente se observa respuesta del cultivo, en las fases iniciales de crecimiento, a la


aplicación en banda de P. Estas respuestas son más frecuentes en climas fríos o cuando los cultivos se
siembran en suelos fríos. Estas respuestas a menudo aparecen aun en suelos con contenidos altos de P.

En general, las ventajas de la buena localización del fertilizante son:


 Retardo de las reacciones del P y K en el suelo debido a la reducción del contacto entre el suelo y el
fertilizante.
 Localización profunda de los nutrientes en el suelo donde la humedad es menos limitante para la
absorción.
 Menos retención del P en los componentes del suelo debido a la presencia de mayores
concentraciones de amonio en la zona de retención (cuando se aplican N y P juntos).
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 Absorción forzada de amonio causando una condición más ácida en la superficie de las raíces que
favorece la absorción de P.

Consideración final
En conclusión, el uso de adecuadas cantidades de nutrientes para rendimiento óptimo y alta
rentabilidad es también clave para la protección ambiental. Las PAM desarrolladas por medio de
investigación, modificadas y adoptadas en las condiciones especificas de cada sitio, son importantes,
tanto para el uso eficiente de los nutrientes, como para la protección de nuestros recursos suelo y agua.

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