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Titulo: EL HOMBRE QUE SORPRENDIO AL SEÑOR


Tema: Cualidades de un Hombre de Fe.
Texto Clave: Lucas 7.1-10
INTRODUCCIÓN
Que es un Centurión: Oficial romano que mandaba 100 soldados. Casi todos los centuriones eran
romanos y soldados profesionales. Constituían la columna vertebral del ejército romano. el
capitán romano a cargo de mantener el orden en Capernaum.
Los centuriones romanos en el Nuevo Testamento son hombres, en general, de alto calibre y de
carácter admirable y los Ciudadano Más prominentes.

En el Nuevo Testamento se mencionan a menudo a los centuriones. Encontramos 4 historias de


ellos:
1. El comandante de los soldados que crucificaron a Jesús fue el primero en atribuir a este el
título de «Hijo de Dios» (Mc 15.39, 44) 
2. CORNELIO, prosélito judío, fue la primicia del cristianismo entre los gentiles (Hch 10).
3. El centurión Julio cumplió con su deber y salvó la vida de Pablo (Hch 27.1).
4. Y el Centurión, el hombre que sorprendió al Señor. La historia se narra en Lucas 7.1–10. Abra
su Biblia y lea este pasaje, observe con detenimiento el razonamiento del centurión en el
diálogo con Jesús.

DESARROLLO
Jesús honró grandemente a este centurión, pues se maravilló de sus cualidades. Se le ha
llamado «el hombre que sorprendió al Señor».
1. • Era un hombre sorprendente por su filantropía y devoción (v.3,4)
a. (Amaba a su siervo enfermo; la mayoría de los amos romanos hubieran dejado
morir a un esclavo enfermo).
b. (Amaba al pueblo del Señor; la mayoría de los romanos odiaban la rebeldía judía).
Este centurión ejerció influencia sobre los ancianos judíos, para los cuales construyó
una sinagoga, a que persuadieran a Jesús a sanar a su siervo.
c. Tal compasión viniendo de un militar romano lo señalaba como un hombre de
bondad inusual y de carácter profundo.

2. • Era un hombre sorprendente por su generosidad (v.4)


a. (le construyó a los judíos una sinagoga con su dinero por su cuenta).
b. La posición que ocupaba no le exigía semejante generosidad. Los ancianos judíos
llegaron a decir que él amaba la nación judía.
c. Muchos romanos cultos ya no tomaban en serio a los dioses del paganismo; algunos
habían adoptado la fe judía. Este centurión, aunque tal vez no era proselitista del
judaísmo, sin duda lo respetaba y al mismo tiempo creía con sinceridad en Jesús.

3. • Era un hombre sorprendente por su humildad (v.6,7ª)


a. (los líderes judíos, que lo enviaron a ver a Jesús, declararon que era digno de recibir
ayuda; el centurión se consideraba indigno de que Jesús entrara a su casa).
b. En su mensaje a Jesús, el centurión dijo: «Señor, no te molestes, pues no soy digno
de que entres bajo mi techo». Lo dijo a pesar de ser uno de los ciudadanos más
prominentes de Capernaum.
4. Era un hombre sorprendente por su entendimiento de los principios de autoridad (v.8)
a. Entendió de manera sorprendente que uno sólo puede entender la autoridad sobre
otros cuando uno mismo está sometido a la autoridad, o sea cuando uno opera bajo
la misma.
b. Como oficial militar, tenía autoridad absoluta sobre sus soldados pero él también
estaba bajo autoridad de su superior.
c. Se dice que en la disciplina militar romana los soldados podrían marchar hacia un
barranco a menos que oyeran al oficial decir: «¡Alto!» Sin embargo, los oficiales
sabios no sobrepasaban su esfera de autoridad .
d. El centurión podría esperar obediencia perfecta de sus soldados; al mismo tiempo
estaba preparado para dar el mismo respeto a los que estaban sobre él. El centurión
estaba listo para darle a Jesús la obediencia completa
e. (comparó la autoridad de Jesús sobre la naturaleza con la suya sobre sus soldados;
por lo cual podía entender el poder de Jesús de sanar con el poder de la palabra).
f. El sólo estaba esperando la orden, esperaría la Palabra de Jesús que daría la orden
en el plano espiritual que cambiaria su situación en el plano físico.
5. Era un hombre que tenía una fe sorprendente (v.9)
a. Comprendió que Jesús tenía la autoridad y el poder para decir la palabra y sanar a
su esclavo a la distancia
b. No había otro con mayor fe que la que había en toda Israel.
c. Yo creo que este hombre conocía y había leído el Salmo 107.19-20
d. Así como la palabra del centurión era terminante sobre sus soldados; la palabra de
Jesús sobre todas las fuerzas de la naturaleza y sobre toda clase de circunstancia
también lo es.

CONCLUSIÓN
a. Jesús dijo del centurión: «Os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe». Así como
la mujer que toco el manto de Jesús sabía que se sanaría por completo y que
necesitaba un toque físico para liberar su fe; al centurión sólo le bastó la palabra de
Jesús a la distancia para la sanidad de su siervo.
b. Aunque el centurión no recibió a Jesús en su hogar, lo recibió en su corazón y en su
vida.
c. Ya Jesús nos ha dado su palabra de sanidad; sólo tenemos que pedir, creer y recibir.
¡Señor, danos una fe como la del centurión!

Texto de Ofrenda: Proverbio3.9.

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