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INTRODUCCION
Desde tiempo inmemorable las técnicas del cultivo de la tierra han pasado de
cultura en cultura, para asi obtener alimentos brindado por la naturaleza. De tal
forma que el uso de viveros no es solo una técnica moderna ni mucho menos
reciente. Pero a través del tiempo los viveros han adquirido un valor más
amplio en la cual se utiliza para la producción de plantas, además controlar los
efectos de los depredadores y enfermedades que dañan a la plántula en su
etapa de mayor vulnerabilidad.
TIPOS
Viveros permanentes:
Llamados también Fijos, son aquellos que producen grandes cantidades de
plantas todos los años. Requiere de infraestructura formal (bodegas,
invernaderos, etc.) bastante sólida. Además los viveros permanentes son
aquellos que se crean en zonas estratégicas para el cultivo de los
diferentes tipos de plantas y árboles, y su duración no tiene límite.
Viveros temporales:
Llamados también volantes, son viveros pequeños que se establecen en el
mismo lugar a realizar la plantación, por una temporada. Sin embargo se
ubican en zonas no tan accesible a los medios de transportes, pero
generalmente se utilizan para el cultivo de árboles.
UMBRÁCULOS
Además, Los umbráculos son en todos los casos estructuras más económicas
que los invernaderos y en zonas calurosas o de inviernos suaves permiten
cultivar de forma más eficiente que con otras estructuras con cubierta cerrada
de plástico.
TIPOS:
Para realizar con éxito un semillero de Café, recuerda que se debe proveer a la
semilla, las condiciones óptimas e insumos que ésta necesita para su
germinación, emergencia y alcance el desarrollo necesario para el trasplante.
En cuanto a los materiales para la elaboración del semillero también puedes
utilizar un recipiente de unos 15 a 20 cm de profundidad que se puedes dividir
en cuadros de unos 4 cm cada uno y ponerle una tapa para que evite el acceso
de la luz y las semillas estén protegidas del viento, los pájaros e insectos.
Ubicación del vivero: Este debe ser un lugar con buen acceso para el traslado
de materiales. Tener acceso a agua apta para el riego del vivero y aplicación
de insumos agrícolas.
Almácigo al suelo: El terreno debe ser plano o poco inclinado y protegido del
efecto de los vientos. Los suelos deben ser fértiles, profundos y con buen
drenaje. Debe existir disponibilidad de agua para riego y para preparar las
aplicaciones de fungicidas y foliares.
Riego: Una buena semilla de cebolla inicia su germinación entre tres y cuatro
días después de la siembra, pudiendo variar, dependiendo de la calidad del
material. Una buena suplencia de agua es fundamental para el éxito del
semillero. La frecuencia del riego va a depender del tipo de suelo y de las
condiciones climáticas.
Almácigo y trasplante: Lleva mayor mano de obra, pero el cultivo es más
uniforme pues se seleccionarán los plantines, que tengan 15-18cm de altura y
6-8 mm de diámetro. El objetivo es obtener la mayor cantidad de plantines
posibles por kilo de semilla y que éstos sean sanos y fuertes.
En esta etapa se debe prestar mucha atención ya que desde aquí se comienza
a definir el rendimiento.
Además, debe tenerse en cuenta que un vivero no deben faltar el agua para
regar continuamente las plantas que se van a obtener, por lo que también debe
protegerse del viento y otros agentes, y teniendo en cuenta el tamaño del
vivero que se lleva a cabo, eso dependerá de la cantidad de planta que desee
producir.