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Perlas Escondidas en el libro de

1 Reyes

En 1 Reyes 19:3, la mención de que en cierto momento Elías tuvo “tanto miedo
que salió huyendo por su vida”, es una gran fuente de ánimo, porque nos hace
caer en cuenta que sentir miedo y ceder al temor al hombre, no nos hace menos
eles a Jehová, por lo que son sentimientos humanos que nos pueden abrumar en
un momento dado, pero no determinan nuestra fe y valor, porque que no tienen el
poder de contrarrestar el temor a Jehová, ósea, el amor y respeto que sentimos
hacia Jehová, que nos motiva a no querer hacer nada que le desagrade.

En 1 Reyes 19:4, al usar la exclamación ¡basta ya!, Elías denota que él “ya tuvo
su ciente y ya no daba para más”. Y así de deprimidos hay muchos hoy, que
también han perdido las ganas de vivir y ven la muerte como la única salida a su
sufrimiento. Por lo tanto, este ejemplo bíblico nos deja ver que el sufrimiento
emocional es algo muy real y muy serio. Por lo que es importante no ignorar los
gritos de auxilio de quienes lo padecen, porque de verdad sienten que ya no dan
para más, y ese sentimiento podría hasta llevarlos a atentar contra sus vidas.

En 1 Reyes 19:4, Elías le pidió a Jehová que le quitara la vida. Pero al analizar sus
circunstancias, nos damos cuenta que sus palabras fueron el resultado de la
acumulación de la a icción y desconsuelo que vivió de forma prolongada.
Sentimientos parecidos derivados de la impotencia y desesperación, los tienen hoy
día quienes padecen de una enfermedad crónica. Por lo que este ejemplo nos
ayuda a darnos cuenta que estas personas suelen tener pensamientos negativos que
les impiden darse cuenta de lo que en verdad necesitan. Y por eso se requiere ser
ágiles para poder ayudarlos a encarar esas emociones.

De acuerdo con 1 Reyes 19:5-8, el ángel de Jehová fue observador y le proveyó


ayuda práctica a Elías, dandole pan recién hecho y agua, sin haberle preguntado
de antemano qué quería. Esto nos enseña que para ayudar a alguien, no siempre es
necesario preguntarle qué necesita. Por lo que podemos imitar al ángel de Jehová,
si somos observadores y en lugar de preguntarle a la persona qué necesita o qué
quiere que hagamos por ella, nos preguntamos a nosotros mismos: “Si yo estuviera
en su lugar, ¿qué cosas necesitaría yo o qué me gustaría que hicieran por mí?”.

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Perlas Escondidas en el libro de
1 Reyes

Según 1 Reyes 19:5-8, gracias a la perspicacia que Jehová le dio, el ángel pudo
percibir que Elías no tendría fuerzas propias para seguir, si no se alimentaba de
antemano. Saber esto nos deja ver que Jehová conoce nuestras limitaciones físicas,
y está dispuesto a darnos lo que necesitamos para enfrentar las di cultades que nos
agobian, al proveernos lo necesario para que nuestro cuerpo obtenga la energía
que necesita para tener la fuerza física que requiere.

1 Reyes 19:8 dice que después de que Elías comió y bebió lo que el ángel le
suministró como alimento físico, este pudo recuperar las fuerzas físicas. Esto deja
ver que aunque es importante proveerle alimento espiritual a otros y orar por ellos,
como cristianos debemos también aseguremos que nuestros hermanos en la fe
tengan lo necesario para cubrir sus necesidades físicas, ya que de esto depende
que tengan la energía y fuerza necesaria para desempeñar tareas importantes en su
servicio a Jehová.

1 Reyes 19:9, 10 revela que Elías sentía que su labor en el servicio a Jehová
durante años había sido en vano, ya que el pueblo seguía demostrando falta de fe
en Jehová y eliminando a todo aquel que practicara la adoración verdadera. Lo
mismo sienten hoy día hermanos que se han esforzado al máximo en el ministerio,
y aún así las personas del territorio muestran poco o ningún interés en el mensaje
del Reino. Pero con este texto, Jehová les deja saber que la labor no es vano
porque Él se ja en nuestros esfuerzos y en nuestro aguante.

En 1 Reyes 19:9, 13, vemos que en dos ocaciones, Jehová le dio a Elías la
oportunidad de desahogarse con Él. De esto aprendemos que, incluso cuando le
preguntamos a alguien directamente sobre sus inquietudes, puede que al principio
duden en mencionarnos todo lo que en realidad les agobia. Por lo que debemos
imitar a Jehová en este aspecto, y esforzarnos por crearles oportunidades en las que
ellos nos puedan abrir sus corazones y se desahoguen con nosotros, de tal forma
que logremos tener la oportunidad de demostrarles nuestro “cariño fraternal”.

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Perlas Escondidas en el libro de
1 Reyes

De acuerdo con 1 Reyes 19:9-18, Elías le abrió su corazón a Jehová, y esto


permitió que Jehová lo consolara. Del mismo modo, solo cuando le abrimos
nuestro corazón a Jehová en oración y le expresamos nuestros sentimientos más
profundos, le damos a Jehová la oportunidad de actuar a nuestro favor y
consolarnos. Por eso es importante que nunca dejemos de orar aunque nos
sintamos tristes y agobiados.

1 Reyes 19:9-18 deja ver que la oración no es una simple ayuda o terapia
psicológica como piensan algunos. Estos versículos dejan ver que la plática que
tuvo Elí con Jehová le produjo resultados tangibles, reales, y bene ciosos para él.
Algo así como la ley de causa y efecto. Por lo tanto, solo después de abrirle nuestro
corazón a Jehová en oración y expresarle nuestros sentimientos más profundos,
podemos esperar el efecto de que Jehová realice algo que podemos percibir y que
nos da fortaleza.

1 Reyes 19:10, 14 dejan ver que Elías tenía la sensación como de que a los que
hacían el bien les iba mal o que los malos le ganaban a los buenos. Lo cual es
paralela a la pregunta común que escuchamos de: “¿por qué le pasan cosas malas
a la gente buena?”. Así que esta parte del relato nos puede ser útil en el ministerio,
como ejemplo que muestra que incluso personas eles a Dios, se sintieron
desamparadas e insatisfechas por la situación que les tocó vivir debido a sus
esfuerzos por servir a Jehová de la manera correcta.

1 Reyes 19:12 dice que después de ver los sucesos naturales que mostraban el
espectacular poder de Dios sobre la naturaleza, acto seguido, a Elías se le habla
con “una voz calmada y baja”. Esta forma calmada de hablar, sin duda tuvo en
Elías un efecto tranquilizador. De esto aprendemos que cuando tratamos de calmar
y dar consuelo a alguien que haya pasado por un evento traumático, debemos
dirigirnos a ellos de forma calmada, de modo que nuestra habla sea constructiva y
tenga un efecto tranquilizante que ayude a sanar.

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Perlas Escondidas en el libro de
1 Reyes

1 Reyes 19:15-17 nos muestra que Jehová tenía un plan bien detallado que
garantizaba un cambio favorable para su pueblo y un alivio para los que se
aferraron a la adoración verdadera en tiempos turbulentos. Esto nos recuerda que
hoy día también Jehová tiene un plan bien detallado que ha puesto en marcha para
solucionar los problemas que agobian a sus siervos eles. Por lo que saber esto nos
da la determinación de seguir resistiendo a cualquier presión, con la certeza de
que el triunfo del plan de Jehová está más que garantizado.

En 1 Reyes 19:18, Jehová alivió los sentimientos de soledad de Elías, dejándole


saber que en Israel aún quedaban 7 000 personas que no se habían inclinado ante
Baal. Este detalle es de gran ayuda para los jóvenes cristianos que pudieran sentirse
solos e incomprendidos al pensar que quizás son los únicos en su colegio que
respetan las normas de Jehová. Por lo tanto, sabiendo que conocer que no están
solos les puede infundir valor, deben sentirse motivados a añadir a su estudio
personal, leer en jw.org las experiencias de otros jóvenes cristianos que comparten
sus sentimientos y di cultades.

Desde su visión limitada Elías pensó que él era el único profeta de Jehová que
quedaba, pero en 1 Reyes 19:18, Jehová le noti ca que “en Israel aún quedaban
7000 personas que no se habían inclinado ante Baal”. Esto nos enseña que nuestra
visión y perspectiva de las cosas es muy muy limitada, por lo que aveces nuestra
percepción en un asunto puede que no sea tan grave como lo imaginamos. Por eso
es bueno que evitemos juzgar una situación enfocándonos en todo lo malo que
pudiera pasar, porque esto puede llevarnos a ser nuestra propia piedra de tropiezo.

En 1 Reyes 19:19-21, cuando Eliseo aceptó el ofrecimiento de seguir a Elías, él


pidió que se le diera un poco de tiempo para “besar a su padre y a su madre”
antes de irse. Con este gesto demostró que sabía que aceptar esa nueva asignación
que le permitiría hacer más en el servicio a Jehová, no lo exhumaba de mostrarle
honra a sus padres. Su actitud nos enseña que aún cuando aceptamos participar en
una asignación que nos permite hacer más en el servicio a Jehová, no debemos
desatender las necesidades físicas y emocionales de nuestros padres.

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Perlas Escondidas en el libro de
1 Reyes

En 1 Reyes 20:11, las palabras de Acab a Benhadad diciéndole que “el que se
pone la armadura no debería cantar victoria como el que ya se la está quitando”,
habla sobre el jactarse antes de tiempo, y nos enseña que cuando encaramos una
nueva tarea, tenemos que evitar la con anza excesiva del jactancioso, porque
actuar así es un acto de presunción y de orgullo, que da a entender que no
necesitamos de la ayuda de Jehová para ejercer nuestra labor con éxito.

Aunque era de conocimiento común que al igual que los sirios, la gente de Israel
también adoraba a muchos dioses, según leemos en 1 Reyes 20:23, cuando el rey
Acab de Israel derrotó al ejército de Siria, los sirios le adjuntaron la derrota
directamente a Jehová y lo reconocieron como el Dios que pelea por Israel. Esto
me deja ver que una vez que formamos parte de la organización de Jehová, su
nombre se vuelve una etiqueta permanente sobre nosotros a los ojos de la gente
del mundo. Por lo tanto debemos asegurarnos de siempre portar ese nombre con
dignidad.

1 Reyes 20:27, 28 mencionan que en comparación con el imponente campamento


sirio, “la gente de Israel parecía dos rebañitos de cabras”, y que Jehová estaba
decidido a mostrar que ni las condiciones geográ cas ni esa desigualdad militar,
tendrían voz ni voto en el resultado de la victoria que él ya tenía asegurada. Esto
nos recuerda que no hay poder humano ni en la naturaleza que puedan afectar el
poder de Jehová, y por lo tanto la derrota aplastante que él ya ha determinado para
este mundo, es un hecho garantizado.

Según vemos en 1 Reyes 20:31, 32, al rey de Siria le tocó tragarse sus palabras
después de todo el alarde que hizo de sí mismo. Su experiencia nos enseña que
debemos cuidarnos de tener “excesiva con anza en uno mismo”. No solo debido
a que el futuro siempre es incierto, sino también porque esto puede impedir que
obremos con buen juicio, y por ende hacer que lo que hagamos de mal resultado.
Es tal como dice Proverbios 18:12, que la soberbia hace que la persona acabe
estrellada y humillada.

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Perlas Escondidas en el libro de
1 Reyes

En 1 Reyes 20:34, en lugar de obedecer a Jehová, Acab accedió a formar una


alianza con Siria que fomentaría el comercio en Damasco. A simple vista, dicho
trato favorecería a la gente de Israel. Pero la verdad es que fue un desacato a la
orden de Jehová. De la misma manera, si nos enfocamos en los bene cios
materiales que nos puede aportar cierta decisión, al igual que Acab estamos siendo
materialistas al anteponer las cosas materiales a las espirituales, lo cual nos llevará
a poner en tela de juicio los mandatos de Jehová.

1 Reyes 20:43 dice que “el rey Acab de Israel volvió a su hogar en Samaria
decaído y de mal humor” cuando cayó en cuenta que a pesar de la victoria,
tendría que sufrir el castigo por no haber matado al rey de Siria, tal cual como se le
indicó. Su ejemplo nos debe servir de lección para que tengamos una visión clara
de cómo nos vamos a sentir al nal del día si tratamos los mandatos de Jehová
como si fueran una mesa de buffet, en la escogemos por nosotros mismos que
obedecer y que no. Actuar así al desobedecer de forma deliberada, solo hará que
nos sintamos decaídos y perdamos el gozo al servirle a Jehová.

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