Está en la página 1de 23

APUNTES

PRIMER
SEMESTRE:
DERECHO
ROMANO
PRIMERA PARTE. HISTORIA DEL DERECHO ROMANO
I. EL PERIODO DE LA CIUDAD: LEY ROMANA (HASTA EL PRIMER TERCERO
DEL SIGLO III a.C.)
Nerea Blanco León

LECCIÓN 3. El ius civile del estado de la ciudad:


1. Las XII Tablas
La Ley de las XII Tablas es una ley de mediados del S. V a.C. que vino a constituir el
fundamento del Ius civile. Es una recopilación de usos y costumbres a la sazón
vigentes. Su importancia se refleja en que los romanos la consideraron “fuente de todo
el Derecho público y privado” o como “compendio de todo el Derecho romano”.
El origen de las XII Tablas se considera como un momento decisivo en las luchas entre patricios
y plebeyos. La plebe exige una equiparación con el patriciado, tanto en el aspecto jurídico
como en el político, social y económico: leyes al alcance de todos, recorte del poder de los
cónsules, cesar la prohibición de contraer matrimonio entre miembros de ambas clases u
poner fin a la triste suerte de los deudores. Estas reivindicaciones cristalizan el año 464 a.C en
la propuesta del tribuno de la plebe Terentilio Arsa de que se nombre una comisión para
redactar una ley respondiendo a esos postulados. El senado se opone a esa moción y han de
pasar años hasta que se venza su resistencia. Una vez superada ésta, se envía a Atenas y a
otras ciudades griegas una embajada de tres personas con el fin de que estudien las leyes allí
vigentes y sobre todo su técnica legislativa. El año 451, suspendidas las magistraturas
ordinarias para evitar cualquier traba, se nombra una comisión de diez personas (decemviri
legibus scribundis), a quienes se transfiere el poder supremo y a quienes se encarga la
redacción de unas leyes. La función conciliadora de los decenviros se cumple a satisfacción de
patricios y plebeyos: gobiernan “democráticamente”, convocando las asambleas populares, se
dejan guiar por los consejos del senado y saben resolver los conflictos de intereses de las dos
clases, administrando justicia con imparcialidad. Además redactan diez tablas de ley justas,
que someten a la aprobación del pueblo. Al acabar el año de su mandato, esparcen el rumor
de que faltan aún dos tablas para completar su labor legislativa. De este modo, logran que se
nombre una segunda comisión de decenviros, de la que forman ya parte tres plebeyos y aquí
las cosas suceden de otro modo. El primer día ya muestran su voluntad de tiranizar al pueblo.
Los decenviros están decididos a detentarlo de por vida y ese año destaca así por el
despotismo mas acabado. Hasta que por fin un acontecimiento acelera la caída: Apio Claudio,
pontifex maximus y presidente del colegio decenviral, enamorado de una hermosa joven
plebeya, Virginia, la hace reivindicar como esclava. El padre solo puede salvarla de la deshonra
hundiéndole un puñal en el pecho. Todo el episodio concluye con una secesión de la plebe,
que provoca la caída de los decenviros, el suicidio de Apio Claudio y la vuelta al régimen
consular. No obstante, los nuevos decenviros han redactado dos tablas injustas, que,
juntamente con las diez compuestas por la primera comisión, son promulgadas por los
cónsules Valerio y Horacio, los restauradores de la libertad, antes de partir para la guerra
contra los enemigos exteriores que amenazan Roma en esos momentos.
La crítica moderna se ha propuesto separar el núcleo de verdad que la tradición contiene, de
los retoques de las épocas posteriores. El historiador Fabio Pictor tiene la gran responsabilidad
de haber tejido la leyenda en torno a unos datos escuetos sobre las Doce Tablas. Es posible
demostrar la falsificación de algunos puntos concretos.

La embajada de Atenas dice que este episodio es un invento de los analistas es un hecho en
que coinciden casi todos los autores modernos; la historiografía griega, en plena época
histórica, no sabe nada de esa embajada romana. En época de Fabio Pictor la lucha entre
Roma y Cartago es una lucha a escala universal y la diplomacia desempeña un papel

2
Nerea Blanco León

fundamental a la hora de conseguir aliados, por lo que una embajada al otro confín del mundo
es un hecho corriente en la época de este autor. Respecto de Virginia, cuando Fabio Pictor
vuelve de Delfos, trae ya a los romanos el remedio infalible para todos sus males. El oráculo
dijo: “Lasciviam avobis prohibetote”. Ese “apartada de vosotros la lujuria” es también la
moraleja que se extrae de la historieta de Virginia. No tiene nada de extraño que Fabio Pictor
inventara un modelo de la castidad virginal: Virginia. En conexión con este hecho, es muy
posible que toda la historia de Apio Claudio y del segundo decenvirato sea una pura invención
de Fabio Pictor, destinada a desprestigiar tanto a los Claudios como a los plebeyos. Los fastos
consulares parecen confirmar esta suposición, pues los nombres de los nuevos decenviros son
casi todos sospechosos.

La fecha trasmitida es probablemente fidedigna. Hay prescripciones concretas que


permiten ver que la fecha que señala la tradición a las XII Tablas es digna de crédito.
Una de ellas es la prescripción que permite vender al deudor insolvente trans Tiberim,
un ciudadano romano no puede ser vendido como esclavo dentro de Roma, al decir
que debe ser vendido trans Tiberim, se está afirmando implícitamente que la margen
derecha del Tíber no es territorio romano. La norma se refiere a una época anterior a
la conquista de la ciudad etrusca de Veyes por parte de Roma. La norma debe ser
anterior al año 396 a.C, lo cual coincide con la fecha transmitida.
Otro indicio muy fuerte en favor de la antigüedad de la Ley de las XII Tablas lo
constituye la importancia concedida a las artes de magia. Las preinscripciones
funerarias hay que situarlas en el mismo ambiente, el abundante material
arqueológico procedente de las tumbas etruscas justifica la preocupación de los
legisladores de las XII Tablas por reprimir el lijo funerario excesivo.
Lo más claro resulta que los plebeyos pretendieran dar seguridad y fijeza al Derecho
mediante una redacción por escrito. El saber a qué atenerse constituye el fondo de la
pretensión de la publicación de la ley para garantizar su aplicación igualitaria. En este
sentido las XII Tablas significan limitar el privilegio que tenían los pontífices al detentar
el monopolio de la jurisprudencia.
El juicio sobre la Ley de las XII Tablas ha oscilado entre dos polos opuestos: se ha
exaltado esta obra como una aportación impresionante del genio jurídico de Roma o
se la ha denigrado por encarnar un primitivismo feroz. Considerada con perspectiva
histórica, representa para su época un progreso indudable. No se trata únicamente
del avance inmenso que supuso fijar el Derecho vigente por escrito. Es la maestría,
casi inconcebible en un pueblo joven, de una técnica legislativa puesta al servicio de la
resolución de un conflicto de intereses entre dos clases sociales.
CONTENIDO:
La ley de las XII Tablas no ha sido directamente transmitida sino que se nos ha
conservado en fragmentos, recogidos en su mayoría en citas de escritores latinos muy
posteriores. El estilo es arcaico, lapidario y de una impresionante plasticidad. Se ha
adoptado una sistemática moderna.

A) Derecho Procesal

3
Nerea Blanco León

Estaba basado en el sistema de las acciones de ley y tiene un carácter formalista y


arcaico. Las acciones de ley consisten en determinadas fórmulas procesales y
actuaciones prescritas a las partes para la defensa del propio derecho. El arcaísmo se
refleja en la supervivencia de la autodefensa (que ha venido a cristalizar en todo un
ritual procesal), y el formalismo en la máxima de que quien se equivocara en la más
mínimo perdía el pleito.
B) Derecho Penal
Presenta un carácter marcadamente privado. El Estado interviene, para restablecer el
orden jurídico violado, únicamente allí donde el delito atente directamente contra él.
Así en el caso de alta traición, de incitar al enemigo a que tome armas contra Roma o
de substraerse del censo para evitar prestar el servicio militar.
Hay dos principios que se interfieren en las XII Tablas: el Talión y la composición.
El Talión supone un progreso frente a una venganza privada incontrolada, en tanto
afirma que la venganza ha de ser proporcionada a la ofensa, es anterior a la
composición. La Ley prescribe el Talión para el caso de lesiones graves que dejan inútil
un miembro fundamental siempre que el ofendido no quiera aceptar la composición.
En cambio, hay composiciones fijas para las lesiones leves y para las injurias.
- La Ley distingue entre homicidio voluntario y malicioso y homicidio casual. En el
primer caso, el asesino queda sometido a la venganza privada; en el segundo, hay
que hacer un derramamiento de sangre para aplacar a los dioses y se sacrifica un
macho cabrío.
- Hay varias clases de hurto. Se puede dar muerte al ladrón sorprendido in flagranti.
En todo caso, se azota al ladrón y se le entrega a la víctima del hurto. En el caso del
hurto nec manifestus es necesario fijar previamente la culpabilidad de éste.
Se concede una gran importancia a las artes de magia, bien sea como delito o
prescribiéndolas a título de pena.
C) Derecho de familia y herencia
La familia romana era agnaticia. Lo decisivo no era el parentesco consanguíneo, sino el
hecho de estar sometidas varias personas a la patria potestas de un paterfamilias
común. Paterfamilias significa jefe de familia.
Hay una norma que se refiere al modo de extinguirse la potestad sobre los
filiifamilias: si un paterfamilias vende tres veces sucesivamente a un hijo, éste queda
libre de la potestad del padre. Esta norma debió de tener su origen en el deseo de
impedir que se explotara excesivamente la capacidad de trabajo de los hijos de
familia.
Se regula la sucesión intestada por el principio de agnaticio. La sucesión intestada sólo
rige subsidiariamente para el caso de que no haya testamento, pues la Ley reconoce
expresamente la posibilidad de disponer mortis causa de los propios bienes. Estas
normas se aplican también a la dación de tutor, que es nombrado por el difunto en su
testamento o por la ley.

4
Nerea Blanco León

D) Derecho de cosas
La Ley separa la propiedad de la posesión, estableciendo el objeto sobre el que
respectivamente pueden recaer: La propiedad tiene por objeto el heredium
(constituido por la casa y el huerto) y el terreno arrebatado al enemigo y distribuido
entre los ciudadanos romanos. De acuerdo con el carácter rural de la época se
regulaba minuciosamente el derecho de vecindad.
Según su mayor o menos importancia económico-social, se agrupan las cosas en res
mancipi (el fundo itálico, los esclavos, los animales de tiro y carga y las servidumbres
mancipi (todas las demás cosas).
El régimen de transmisión de la propiedad se monta sobre esta distinción. Para
transmitir la propiedad de las res mancipi, se requiere la forma solemne de la
mancipatio o de la in iure cessio, mientras que para las res nec mancipi basta la simple
traditio. Además existe la posibilidad de usucapir las res mancipi, adquiridas sin
cumplir las formalidades prescritas por el ius civile y también las cosas, mancipi o nec
mancipi, adquiridas de un no propietario. El plazo es de dos años o uno, según se trate
del fundo o de las demás cosas.
E) Derecho de obligaciones
Débito y responsabilidad se encuentran íntimamente enlazados en el Derecho
moderno En cambio, en el Derecho romano arcaico se encontraban separados y era
imprescindible un acto formal, generador de responsabilidad. A esta finalidad servía el
nexum, un negocio que vinculaba la persona del deudor al acreedor, de modo que
este adquiere un derecho de ejecución sobre el cuerpo de deudor: si el deudor no
cumplía su obligación, el acreedor lo podía vender trans Tiberim (fuera de territorio
del Estado romano), o en caso de que se tratara de varios acreedores, podían matar al
deudor y repartirse su cuerpo.
La ley regula también la sponsio, una promesa de carácter formal que hace surgir una
obligación. Para hacerla efectiva la Ley introdujo la legis actio per iudicis arbitrive
postulationem.
F) Derecho funerario
Algunas prescripciones de la Ley están determinadas a limitar el lujo y la ostentación
en los enterramientos: así la prohibición de plañideras, la de enterrar cadáveres con
objetos de oro, la de pulir la madera destinada a la pira… Su finalidad social es
evidente y contrasta con otras normas de policía administrativa en la misma materia:
así la prohibición de inhumar o incinerar cadáveres dentro del recinto de la ciudad.

2) Evolución jurídica después de les XII Tablas.


La interpretación de los pontífices a la que más tarde seguía la de los juristas y las leyes
votadas en las asambleas populares fueron los cauces porlosque discurrió la evolución
del ius civile después de las XII Tablas.

5
Nerea Blanco León

El colegio de los pontífices (corporación de tipo religioso presidida por el pontifex


maximus) juega un papel fundamental en la vida jurídica de la Roma arcaica, donde las
relaciones entre Religión y Derecho son muy estrechas. Su labor de interpretación del
ius civile y de las XII Tablas fue adecuada a las circunstancias y no exenta de audacia,
aunque siempre formalista, y supo amoldar la Ley a las necesidades de los nuevos
tiempos creando instituciones que se apoyaban en la letra de la Ley. Por ejemplo, de la
norma de las XII Tablas que limitaba al padre de vender al hijo a tres veces, los
pontífices inventaron una complicada combinación de actos jurídicos para conseguir
finalmente la emancipación del hijo.
Los pontífices estaban encargados de la custodia de los formularios procesales y
negociales, secretos, lo que les confería un poder excepcional. Dentro de una
concepción mágica del lenguaje se comprende que todo dependiera del empleo de la
palabra exacta (en las relaciones con los dioses como en la de los hombres entre sí)
para que se produjera el efecto buscado. Al ser los pontífices los únicos que conocían
las fórmulas para procesos y negocios, los particulares tuvieran que recurrir
necesariamente a ellos. El monopolio de los pontífices acabo cuando hacia el año 300
Gneo Flavio, liberto de pontifex maximus Apio Claudio, publicó las fórmulas
mantenidas hasta entonces en secreto.
El otro cauce por el que discurrió la evolución jurídica del ius civile tras la Ley de las XII
Tablas fueron las leyes votadas en las Asambleas populares. La concepción romana de
la Ley difiere de la moderna. Actualmente, arrancando del dogma de la división de
poderes se atribuye al poder legislativo la facultad de elaborar leyes y se llega
prácticamente al monopolio de la Leu en la creación del Derecho. La Ley trata de ser
una regulación, lo más compleja posible, de todos los casos futuros y tiene carácter
abstracto.
La idea romana es completamente diversa. La Ley juega en Roma un papel muy
secundario en la creación del Derecho. Las leyes republicanas suelen tener una
motivación muy concreta y tratan de resolver un conflicto social muy determinada.
Hay que señalar profundas diferencias entre la Ley de las XII Tablas y las leyes
republicanas posteriores, llamadas populares por haber sido aprobadas en las
asambleas populares.
 La Ley de las XII Tablas es una lex data, que proviene de los decenviros a
quienes previamente se ha transferido el poder supremo y con él la facultad de
legislar.
Las leyes posteriores son leges rogatae, propuestas por un magistrado a la
asamblea popular para su aprobación.

 La Ley de las XII Tablas, aunque tiene un carácter fragmentario, y a pesar de


partir de la base de un Derecho consuetudinario, es considerada por los
romanos como “la fuente de todo el Derecho público y privado”.
La legislación republicana posteriores eran puramente coyunturales. Responde
casi siempre a la necesidad de resolver un problema muy concreto. También
resulta frecuente la repetición monótona de las leyes sobre un mismo tema lo
cual es un síntoma claro de su falta de efectividad.

6
Nerea Blanco León

 La Ley de las XII Tablas ofrece un lenguaje claro, conciso y elegante.


Las leyes posteriores contrastan con su estilo farragoso y pedante que
torpemente tratan de prever (sin conseguirlo) todos los posibles casos de
violación de la norma, incluidas de las formas más sutiles (fraude a la ley). La
interpretación literal y la posibilidad de fraude a la ley son dos fenómenos que
van conjuntamente.
Las leyes se votan en los Comicios Centuriados a propuesta de un magistrado que
tenga el derecho a convocar la asamblea para someterle propuestas de ley (ius agendi
cum populo); los plebiscitos en los concilia plebis, a propuesta del tribuno que es quien
tiene el ius agendi cum plebe. Existe la posibilidad de votar a favor de la propuesta (la
cual se llama rogatio), escribiendo entonces en la tablilla del voto V.R. (uti rogas), la
posibilidad de votar en contra, escribiendo entonces en la tablilla A.P. (antiquo iure
probo), o finalmente la posibilidad de abstenerse escribiendo N.L. (non liquet). No
existe la posibilidad de proponer enmiendas.
Realizada la votación se publica el texto legal en unas tablas blanqueadas para general
conocimiento. La Ley consta de praescriptio, rogatio y sanctio.
 La praescriptio contiene datos tales como el nombre del magistrado
proponente, el día de la votación…
 La rogatio es el texto de la ley, el cual, al no haber enmiendas, necesariamente
coincide con la propuesta.
 La sanctio, no es la sanción, tal como se entendería vulgarmente, sino una
curiosa cláusula por la que se garantiza la impunidad al que viole una Ley
antigua para seguir la nueva y que revela el conservadurismo romano con esa
idea, tan extraña para nosotros de la pervivencia del Derecho.
Entre las leyes de la época arcaica destacan:
- La lex Poetelia Papiria de nexis (326 a.C), que vino a abolir la esclavitud por
deudas.
- La lex Hortensia (286 a.C) que declara vinculantes los plebiscitos tanto para
patricios como para plebeyos.
- La lex Aquilia de damno iniuria dato (286 a.C) que regula los daños sobre las cosas,
se trata de un plebiscito citado como la ley en virtud de la equiparación de leyes y
plebiscitos.
La Ley de las XII Tablas no fue nunca derogada por otras posteriores y mantuvo
siempre su valor como origen del derecho propio de los ciudadanos romanos. Pero es
que tampoco las leyes populares fueron objeto de derogación, puesto que el sistema
no conoció un mecanismo derogatorio hasta la época del Imperio.

7
Nerea Blanco León

II. ÉPOCA DEL IMPERIO UNIVERSAL: DERECHOS preclásico y CLÁSICO


(HASTA EL PRIMER TERCIO DEL SIGLO III dC)
LECCIÓN 6. Ius civile, ius gentium, ius honorarium:
1) La contraposición ius civile - ius gentium
En la Antigüedad tuvo vigencia casi ilimitada el principio de la personalidad del
Derecho: cada pueblo vivía según su propio Derecho. El Derecho romano no sólo regía
para los ciudadanos romanos, los extranjeros estaban sistemáticamente excluidos.
El ius civile era el ius civitatis, el Derecho civil en el sentido más estricto de la palabra:
el Derecho de la ciudad, de la civitas como ciudad-Estado, un auténtico Derecho
nacional.
La entrada de Roma en la política y comercio mundiales (expansión como potencia
universal) trajo consigo que las relaciones jurídicas entre romanos y extranjeros fueran
inevitables. En el año 242 a.C se crea en Roma, junto al antiguo pretor (pretor urbano),
un nuevo magistrado, el pretor peregrino, encargado de las controversias que se
susciten bien entre romanos y extranjeros (peregrinos), bien entre los extranjeros
entre sí.
Se plantearon dos problemas a este respecto:
1. ¿Qué Derecho debía de aplicar el pretor peregrino?
Actualmente se hubiera resuelto este problema según las reglas del Derecho
internacional privado, normas de colisión que, caso por caso, remiten al Derecho que
corresponde aplicar.
Pero esta concepción moderna arranca de unos supuestos políticos y jurídicos que
nada tienen que ver con las concepciones romanas. Al contario, los romanos lo que
hicieron fue ir desarrollando gradualmente, a medida que las necesidades lo iban
exigiendo, u nuevo Derecho, que también era Derecho romano y se aplicaba a las
relaciones con extranjeros (ius gentium).
2. ¿Cuál debía de ser el proceso que se aplicara a estas controversias?
Los romanos hubieran podido pensar en el procedimiento de las acciones de Ley pero
esta posibilidad quedaba excluida ya de antemano, toda vez que este procedimiento
pertenecía al ámbito del ius civile y quedaba automáticamente reservado de forma
exclusiva a los ciudadanos romanos.
El pretor peregrino hubo de desarrollar un nuevo procedimiento mucho más flexible
que el de las acciones de Ley y susceptible, por tanto, de amoldarse a las más diversas
situaciones: el proceso formulario. Ya no precisaban las partes repetir unas
determinadas fórmulas procesales preestablecidas, sino que manifestaban libremente
ante el pretor el contenido de sus pretensiones. El pretor redactaba una fórmula
escrita adecuada al caso y al mismo tiempo nombraba un juez privado con la misión de
dictar sentencia tras examinar la cuestión de hecho.

8
Nerea Blanco León

El proceso formulario estuvo destinado por la lex Aebutia, también para los romanos.
Una lex Julia (año 17 a.C.) derogó al antiguo procedimiento de las acciones de Ley y el
proceso formulario fue establecido como obligatorio para los ciudadanos. Constituye
el procedimiento típico del Derecho romano clásico.

2) La contraposición ius civile-ius honorarium.


Ius Civile (Derecho civil) y ius Gentium (Derecho de los extranjeros) son categorías que
se refieren al ámbito de aplicación del Derecho. A las fuentes de producción de este se
refieren por el contario los conceptos ius civile - ius honorarium (Derecho de
magistrados).
El Derecho creado por los magistrados se colocaría frente al ius civile, constituido por
las leyes aprobadas por las asambleas populares. La denominación de ius honorarium
como Derecho de los magistrados se debe a que las magistradas eran gratuitas
(honores), pero puede llamarse también Derecho pretorio.
La finalidad del ius honorarium era la de ayudar, completar y corregir el ius civile. El ius
civile dividió las cosas en res mancipi y res nec mancipi. Para transmitir la propiedad de
las res macipi, las de mayor significación económica y social, era indispensable la forma
solemne de la mancipatio o la in iure cesio. Por el contrario, bastaba para la
transmisión de las res nec mancipi, la simple entrega (traditio). Si una res mancipi era
vendida y meramente entregada, sin realizar la macipatio o la in iure cessio
correspondiente, no se producía transmisión de la propiedad. Por tanto, el vendedor
podía, según el ius civile, ejercitar la acción reivindicatoria y recuperar la cosa de
manos del comprador. Esto no le pareció equitativo al pretor y por ello, concedió al
comprador una excepción procesal, de modo que la pretensión del vendedor no
prosperaba. Lo cual no significa en modo alguno que el pretor adjudicara la propiedad.
Él tenía justamente que reconocer la propiedad del vendedor, de acuerdo con las
normas del ius civile y concederle la acción correspondiente (la acción reivindicadora).
Como el pretor no puede crear Derecho civil, el remedio tiene que ser otro. Y así, el
comprador es mantenido en su adquisición, al concederle el pretor una excepción de la
cosa vendida y entregada. De este modo se respeta el Derecho civil, pero a la vez se
tienen en cuenta las exigencias de la equidad. Tradición y progreso resultan así
armonizadas genialmente. El vendedor era propietario según el Derecho civil y el
comprador según el Derecho pretorio. Pero los romanos, como partían del principio de
que el pretor no puede desconocer el Derecho civil sólo consideraron propiedad a la
del Derecho civil (dominium ex iure Quiritium). Del comprador habría de decir el pretor
que tenia la cosa en “su propio patrimonio” (in bonis habere). De esta forma, la
contraposición ius civile – ius honorarium condujo a un peculiar dualismo de las
instituciones: no solamente la propiedad se escindió en civil (dominium ex iure
Quiritium) y pretoria (in bonis habere), sino también otros fundamentales institutos
jurídicos como la herencia, que podía ser civil (hereditas) y pretoria (bonorum
possessio).
El proceso formulario, nacido en la jurisdicción del pretor peregrino presenta una
característica bipartición:
 La primera fase se desarrolla ante el pretor (in iure: ius designa aquí el sitio
donde “se dice Derecho”).

9
Nerea Blanco León

 Y la segunda ante un juez privado (apud iudicem).


El pretor se ocupaba de las cuestiones jurídicas y el juez de las cuestiones de prueba. A
esta actividad de los magistrados romanos, consistente en preparar un proceso, la
llamaban los romanos iurisdictio. Pero había también otros supuestos de protección
jurídica pretoria que no se fundaban en la iurisdictio del pretor, sino en su imperium.
La creación del Derecho pretorio fue realizada por medio de edictos. Consistían éstos
en bandos, dictados para un asunto concreto (edictos repentinos) o constituían el
programa para todo el año que iba a permanecer el magistrado en su cargo (edictos
perpetuos). No era necesario que cada magistrado confeccionara un edicto totalmente
nuevo y así es como se formó un núcleo de normas que, transmitidas de un edicto a
otro, se mantuvieron como parte inalterable del mismo (edicto translaticio).
Por fin, el emperador Adriano encargó al jurista Salvio Juliano (130 d.C.) la redacción
definitiva del edicto pretorio (Edicto Perpetuo). De esta manera, el edicto fue
codificado y perdió su fuerza creadora de Derecho. Hoy solamente conocemos el
edicto en la redacción de Juliano y nos ha llegado a través de los fragmentos recogidos
en el Digesto de Justiniano, a partir de los comentarios al edicto escritos por los
juristas. Otto Lenel hizo una aguda investigación destinada a la reconstrucción del
Edicto Perpetuo.

3) La pluralidad de estratos jurídicos. El derecho imperial


El ordenamiento jurídico romano consta de una pluralidad de estratos que se han ido
formando históricamente para acabar superponiéndose unos a otros. El hecho de la
coexistencia del viejo y el nuevo Derecho resulta indudablemente extraño para el
observador moderno, acostumbrado a la derogación del Derecho anterior, que viene a
ser sustituido por otro Derecho, con frecuencia radicalmente nuevo. No es esa visión
romana, que tiene acusada idea de la pervivencia del Derecho y deja que las
instituciones mueran por sí mismas con el desuso.
El punto de partida de toda la evolución jurídica lo constituyó el arcaico ius civile,
rígido, formalista que respondía a las elementales necesidades de una pequeña
comunidad agraria como era la Roma primitiva. Frente a él, se sitúa el ius honorarium,
que, como creación de los magistrados jurisdiccionales (singularmente el pretor), es un
Derecho mucho más flexible y moderno, adaptado ya a la vida económica y mercantil
que se había ido desarrollando con la expansión política de Roma. Los juristas se
encuentran antes estos dos estratos (de sistema sólo podría hablarse con relación al
ius civile, por su mayor homogeneidad) y deciden los casos que se les presentan (ej.:
transmisión de la propiedad de una res mancipi por simple traditio), sin confundir las
dos esferas, respetando el dualismo.
Con el Principado se introduce un nuevo y decisivo factor de poder, el Príncipe que,
solapadamente, irá creando también Derecho. Efectivamente, cuando el ius
honorarium agota su vigor y potencia creadora, será el Derecho imperial (ius novum) el
que pasará a dominar toda la evolución y su influencia tenderá a incrementarse con el
auge del absolutismo.

10
Nerea Blanco León

LECCIÓN 7. La jurisprudencia romana:


1) Los inicios
Al principio los pontífices mantenían una posición de monopolio en la jurisprudencia,
que venía dada por su saber secreto. De ahí que emitieran dictámenes (respondere),
redactaran formularios para negocios concretos (cavere) e instruyeran a las partes en
un proceso con determinadas fórmulas orales (agere).
Cuando el año 304 a.C. Gneo Flavio, el liberto del Pontífice Máximo Apio Claudio,
publicó los formularios negociales y procesales vino a tambalearse la privilegiada
posición de los pontífices. El proceso de secularización de la jurisprudencia que
comienza a partir de ahí culmina con Tiberio Coruncanio, primer Pontífice Máximo
plebeyo, que emite ya públicamente sus dictámenes (responsa).
Las funciones de respondere, cavere y agere pasaron así del esotérico círculo de los
pontífices al más amplio de los juristas, quedaron restringidas en un principio casi
exclusivamente al ámbito de la nobleza senatorial.
A los comienzos de la Jurisprudencia romana pertenece el jurista Sexto Elio Peto Cato
(cónsul en el 198), que escribió el primer comentario a la Ley de las XII Tablas.

2) La jurisprudencia republicana
El Derecho romano es un Derecho de juristas. La aportación de los grandes juristas
clásicos no radica en que hayan elaborado conceptos jurídicos abstractos (Ej.: negocio
jurídico y capacidad jurídica), o que hayan constituido un completo y acabado sistema
de conceptos jurídicos. Su aportación estriba en el magistral tratamiento del caso
concreto y en la seguridad con que resolvían los más complicados casos jurídicos. El
Derecho romano es, a diferencia de los modernos ordenamientos jurídicos del
continente europeo, un Derecho casuístico. Ello explica la aversión de los juristas
romanos frente a conceptos abstractos. “In iure civile omnis definitivo periculosa est”,
escribió Javoleno y esta frase es tan cierta para los romanos que ni siquiera se
encuentra en las fuentes una definición del derecho de propiedad.

3) La jurisprudencia clásica.
Se habla de la jurisprudencia clásica tanto para indicar que es la época en que el
Derecho de juristas alcanza su mayor esplendor, como para subrayar la idea de canon,
de modelo del pensamiento jurídico. Lo que hay es que las grandes creaciones de la
jurisprudencia republicana, que destacan por su fuerza creadora, no cristalizan
necesariamente en obras literarias.
Wieacker apunta que no se debería olvidar que la gran jurisprudencia romana
comienza con la segunda guerra púnica. Pero es a partir del Principado cuando los
juristas recogen regularmente por escrito sus aportaciones en libros de Derecho, y
estos juristas del Principado hablan de los de la república como los veteres (los
antiguos).

11
Nerea Blanco León

Resulta preferible destacar que las grandes creaciones de la jurisprudencia clásica son
una respuesta a la situación económico-social del Imperio universal, totalmente
diversa a la del Estado-ciudad de la Roma arcaica.
Es mejor hablar de Derecho preclásico desde las guerras púnicas y de Derecho clásico a
partir del año 130 a.C., fecha de la Ley Aebutia, que permite también a los ciudadanos
romanos litigar entre ellos utilizando el procedimiento formulario.
Para la exposición de la época clásica seguiremos la periodificación de Álvaro d’Ors,
que ofrece la ventaja de ser muy didáctica debido a su esquematismo.
a) Primera etapa clásica (se la puede llamar también etapa helenística o etapa
aristocrática de la jurisprudencia clásica). Comprende desde el año 130 a.C.,
fecha de la lex Aebutia, hasta el comienzo del Principado de Augusto el 30 a.C.

- Se caracteriza por el encuentro de la jurisprudencia romana con la ciencia griega.


Parece clara la influencia directa de la lógica y lingüística estoicas, y mucho más
remoto el influjo de la retórica griega. Hay que advertir que no hay en ningún caso
un calco de modelos griegos, sino una asimilación fecunda y creadora que hace
que las aportaciones de los juristas lleven el sello de lo genuinamente romano.

- Hay que destacar que la mayoría de los juristas de este período pertenecen a la
nobleza senatorial (las excepciones se encuentran al final del período
únicamente). Los juristas forman un estamento que se caracteriza por su
auctoritas, por su prestigio social que dimana de su linaje, de su talante moral y de
su competencia como especialistas. Ejercen su labor gratuitamente, lo cual no
quiere decir desinteresadamente, pues su prestigio les proporciona la popularidad
necesaria para una carrera política brillante.

Entre los grandes juristas de esta época destacan Quinto Mucio Escévola (cónsul el
95 a.C.), Servio Sulpicio Rufo (cónsul el 51 a.C.) y Cayo Aquilio Galo (pretor el 66
a.C.).

 Quinto Mucio Escévola pertenece a una familia de juristas y acusa ya la


influencia de la filosofía griega, de modo que se nos presenta como el primero
que ordenó el Derecho civil por categorías conceptuales.

A la generación inmediatamente posterior pertenecen dos contemporáneos y


amigos de Cicerón: Servio Sulpicio Rufo y Cayo Aquilio Galo.

 Servio, sin duda el jurista más genial de la época es quizá también uno de sus
representantes más característicos ya que procede de una familia patricia y
adopta plenamente los métodos de la ciencia griega.
Cicerón le elogia su profundo conocimiento de la lógica estoica, que enseña a
distribuir un todo en sus partes constitutivas, a explicar lo latente definiéndolo,
a explicitar lo oscuro por medio de la interpretación, a ver primero lo ambiguo
para distinguir después y a tener una regla que sirva para discernir lo verdadero
de lo falso y a ver qué consecuencias se desprenden de unas premisas dadas.

12
Nerea Blanco León

Además, Servio es un profundo conocedor de la lingüística estoica, que utiliza


para resolver problemas jurídicos. Había comenzado el estudio de la retórica
con Cicerón, pero lo abandonó para dedicarse a la jurisprudencia.
De Servio hay que destacar también su fecunda labor de magisterio que se
revela a través de sus múltiples discípulos.

 Cayo Aquilio Galo ha pasado a la historia por ser el creador de la fórmula del
dolo, que de una forma u otra han acogido todos los ordenamientos jurídicos
modernos (arts. 1269 CC español, arts. 1101 y 1102 CC catalán).

b) En la etapa clásica alta, que va desde el Principado de Augusto (30 a.C.) hasta la
redacción del Edicto Perpetuo por obra de Salvio Juliano en tiempos de Adriano
(130 d.C.), la jurisprudencia romana alcanzó su perfección más acabada. Los
rasgos más salientes de este período derivan de la introducción del Principado.
Así, los dos momentos de apogeo que presenta esta época al comienzo y al
final coinciden con el mayor esplendor del Principado (Augusto al inicio y
Trajano y Adriano al final). Además, merced a una innovación de Augusto los
juristas ya no derivarán su auctoritas de su noble linaje, sino de la propia
auctoritas del prínceps. Concede a los juristas escogidos por él, el derecho de
dar respuestas ex auctoritate principis y ello hubo de significar un monopolio
en la actividad de dictaminar públicamente, que quedó reservada a los juristas
del prínceps. Ello implicaba convenir en vinculantes para los tribunales los
dictámenes de estos juristas.

Desde este momento, se estrechó mucho más la unión entre juristas y el


Emperador. Las relaciones de los juristas con el Principado de Augusto eran
diversas; mientras Labeón representaba la oposición republicana, Capitón fue
un fiel seguidor del nuevo régimen. Según la tradición surgieron también en
época de Augusto las famosas escuelas de Derecho de los Proculeyanos y de los
Sabinianos. Su fundación se remonta a la rivalidad entre Labeón y Capitón. Este
antagonismo domina todo el período.

 Fueron Proculeyanos: Labeón, Nerva, Próculo, Neracio y Celso.

 Sabinianos, en cambio: Casio, Sabino, Javoleno y Juliano.

Entre estos juristas destacan sin lugar a duda Publio Juvencio Celso y Publio
Salvio Juliano, cuya actividad se desarrolla bajo Adriano. Celso es un jurista de
temperamento polémico, que le hace llegar ocasionalmente a la agresividad.

Su extraordinario dominio del lenguaje se manifiesta en que con frecuencia


condensa su pensamiento en aforismos y máximas de gran hondura que han
pasado a la literatura jurídica moderna. No menos original y sí mucho más
equilibrado es Juliano. Su fecunda capacidad creadora le hace aparecer a los
ojos de los romanistas modernos como el más grande jurista romano. A más de
una extensa actividad literaria, Juliano tuvo una brillante carrera política,
siendo además el redactor del Edicto Perpetuo.

13
Nerea Blanco León

Las obras de los juristas romanos pueden ser encuadradas en distintos géneros
literarios:
- Libri ad Sabinum. Sabino fue el primero que escribió un comentario al ius civile
(titulado Libri Tres Iuris Civilis); los juristas posteriores solían partir de esta obra
para tratar el ius civile, con lo que sus comentarios sobre esta materia acabaron
recibiendo esta denominación genérica.
- Libri ad edictum. Eran los comentarios a los edictos del pretor.
- Por la índole casuista del Derecho romano surgieron colecciones de casos
prácticos que pueden ser calificados como literatura de problemas. A ellos
pertenecen los responsa (colección de dictámenes reales), quaestiones
(dictámenes emitidos realmente, unidos a casos prácticos imaginarios) y los
digesta (colecciones casuísticas que seguían la ordenación del edicto del pretor).
Celso y Juliano escribieron extensos digesta.
- Menos extendidas estaban en aquella época las monografías y las obras
elementales (Institutiones, regulae…).

c) En la etapa clásica tardía empezó a decaer la potencia creadora de la


jurisprudencia romana. Por otro lado, los juristas estaban casi sin excepción al
servicio del emperador. Al comienzo de esta época encontramos a Pomponio y
Gayo.

 Pomponio fue un espíritu muy productivo que dejó tras de sí grandes obras de
comentarios. De él procede también un corto compendio de la jurisprudencia
romana, que ha llegado hasta nosotros a través del Digesto Justiniano.

 Gayo es importante para nuestros conocimientos de Derecho. No porque fuera un


gran jurista, sino porque sus Institutiones son la única obra clásica que ha llegado a
nosotros casi completa.

Cuando en 1816 Niebuhr descubrió en Verona un palimpsesto con las instituciones


de Gayo, se ensancharon notablemente nuestros conocimientos del Derecho
clásico, ya que las obras clásicas sólo se han conservado fragmentariamente en
algunas colecciones postclásicas; nuestra principal fuente de conocimiento de las
obras de los juristas clásicos son los fragmentos recogidos en el Digesto de
Justiniano.

Responsa y Questiones escribió el famoso jurista Papiniano, que encontró bajo


Caracalla un violento final, al negarse a justificar el asesinato del hermano del
emperador. Ulpiano y Paulo poseen poca fuerza creadora pero, en cambio,
recogieron en sus grandes comentarios (ad Sabinum y ad edictum) las
aportaciones de la jurisprudencia clásica anterior: Paulo y Ulpiano marcan el final
de la época clásica.

14
Nerea Blanco León

LECCIÓN 8. El derecho imperial:


1) Legislación popular y senatorial durante el principado
Como constitución e historia de las fuentes forman una unidad inescindible, aquí se
refleja también el dualismo entre constitución republicana y princeps.
En consonancia con el interés de Augusto de presentarse como el restaurador de la
república, las asambleas populares y plebeyas siguieron detentando la facultad de
votar las leyes y plebiscitos, respectivamente.
El propio Augusto estimuló la actividad legislativa de los comicios e incluso él mismo
propuso numerosas leyes y plebiscitos, tanto en virtud de su condición de cónsul,
como en virtud de su cargo como tribuno de la plebe.
A diferencia de lo que sucede con las leyes de la república, que son esporádicas y de
carácter coyuntural, la legislación de Augusto ofrece una impresionante coherencia
estructural en su intento de planificar diversos aspectos de la vida jurídica romana. Lo
mismo se trata de leyes que reprimen la violencia (leges Iuliae de vi publica et privata),
como de reformas del proceso (Lex Julia iudiciaria) o leyes que tratan de contener la
decadencia demográfica a la vez que a levantar la hundida moral matrimonial (Lex
Julia de adulteriis coercendis, de maritandis ordinibus, lex Papia Poppaea nuptialis) o,
finalmente, de restringir las manumisiones para impedir que elementos de
procedencia exótica lleguen a alcanzar la ciudadanía romana (leges Fufia Caninia y
Aelia Sentía).
Hay que advertir que las leyes matrimoniales de Augusto no alcanzaron su objetivo y
las frecuentes sátiras de los escritores de la época muestran una notable divergencia
entre vigencia y efectividad (entre el texto legislado y la realidad de la vida romana).
La decadencia de las asambleas del pueblo al cambiar los presupuestos de la vida
constitucional fue inevitable. Después de Augusto murieron las asambleas populares
paulatinamente: la última actividad cae aún en el siglo I d.C.
El Senado experimentó así una ampliación de su competencia. Los senadoconsultos
iban dirigidos a los magistrados pero la evolución llevó a atribuir a los senadoconsultos
fuerza análoga a la de la ley. En esta actividad el Senado se vio cada vez más influido
por el princeps. Como éste podía también proponer senadoconsultos con una oratio, la
acumulación de poder condicionó tanto al Senado que el texto finalmente aprobado
coincidía siempre con la propuesta imperial. Así, en el siglo II d.C. se empezó a citar ya
la oratio imperial como ley, en vez de los senadoconsultos.

2) Las constituciones imperiales


Augusto no pretendió asumir abiertamente ninguna facultad legislativa, ya que esto
era incompatible con el dogma de la restauración de la república. No obstante,
mediante discretas y heterogéneas atribuciones el Príncipe llegó a obtener una
posición potente en extremo.

15
Nerea Blanco León

El carácter heterogéneo de estas atribuciones del Príncipe aclara la variedad de su


creación jurídica que cristaliza en:
- Edictos: En principio el Príncipe tenía, al igual que los otros magistrados, el ius
edicendi, el derecho por tanto de emitir edictos. Pero estos edictos no limitaban su
vigencia a un año, sino que valían de por vida y no estaban coartados por la
colegialidad. La conocida Constitutio Antoniniana que extendió la ciudadanía
romana a todos los habitantes del Imperio, era un edicto.

- Decretos: Eran las decisiones judiciales del Príncipe que también podía ser elegido
juez pro los particulares. Mediante su auctoritas adquirieron pronto la fuerza de
crear Derecho pues eran precedentes muy autorizados.

- Rescriptos: Son respuestas del Príncipe a diversas cuestiones jurídicas. Se


manifestaban de dos formas distintas:

 Si el solicitante era una entidad o una personalidad importante entonces el


Príncipe respondía con una carta (epistula).

 Si el solicitante era un particular entonces se añadía a la solicitud una


anotación y la decisión era llevada a conocimiento publico por una
proclama.

La auctoritas del Príncipe suponía también que se consideraran precedentes muy


autorizados para casos similares.

- Mediante los mandatos impartía el Príncipe instrucciones a sus funcionarios.


Tenían al principio solo carácter interno pero con el tiempo cobraron validez
general.
Edictos, decretos, rescriptos y mandatos fueron reunidos bajo el común nombre de
constituciones imperiales. En el siglo II la vigencia análoga a la Ley de estas
constituciones se fundamentaba en que el princeps recibe el poder del pueblo.

III. EL BAJO IMPERIO: DERECHOS posclásica y Justiniano (HASTA EL


SEGUNDO TERCIO DEL SIGLO VI dC)
LECCIÓN 11. La obra jurídica de Justiniano:
1) La época de Justiniano
Aunque Roma cae en poder de los bárbaros el año 476 d.C., el Derecho romano
alcanza un nuevo esplendor en oriente por obra del emperador Justiniano I (527-565
d.C.), quien trasmitirá los valores del Derecho clásico a la posteridad. Ello justifica que
consideremos el fin de su reinado como el cierre de la evolución jurídica romana.

16
Nerea Blanco León

Justiniano nació el año 482 en Macedonia, una provincia periférica de cultura latina, no
griega. Fue llamado a la corte de Bizancio por el emperador Justino I, tío suyo, quien lo
asoció al trono como sucesor.
Fue aclamado emperador de Oriente en el 527 y su reinado duraría treinta y ocho
años. Al acceder al trono tenía ya formado un claro proyecto de gobierno, con el
objetivo de restaurar la unidad del Imperio romano en el triple aspecto político,
religioso y jurídico.
Su esposa, la emperatriz Teodora fue una firme y eficaz colaboradora en su gestión de
gobierno, pese a las connotaciones negativas por haber sido antes actriz profesional.
- En el aspecto político se plantea la recuperación del antiguo territorio del Imperio
de occidente, para lo que envía a un ejército importante al mando de sus
generales Belisario y Narcés. Recupera Italia de los godos, una parte del sur de
Hispania y África de los vándalos, entre otros territorios, pero sus conquistas son
difíciles de estabilizar. El hecho de considerar que los territorios reconquistados
son jurídicamente parte del Imperio tendrá importantes consecuencias, puesto
que envía, también a estos territorios, las diferentes leyes que promulga, entre
ellas las compilaciones.

- En el aspecto religioso, el cristianismo es la única religió oficial y el emperador


ejerce un poder temporal y espiritual, como representante de Dios en la tierra.
Esta responsabilidad considera que le obliga a intervenir en disputas religiosas
para atajar ciertas herejías, disputas que en ocasiones devienen en auténticas
revoluciones. Algunas frases tomadas de las constituciones del emperador
muestran la concepción de su poder: “Como de costumbre, acudimos entonces al
auxilio de Dios inmortal y, tras invocar a la divinidad altísima, pedimos que el
mismo Dios se hiciera autor y presidente de toda la obra”. “Así se terminó todo,
porque nuestro Dios y Señor Jesucristo lo hizo posible para nosotros”.

- En el aspecto jurídico, destaca la compilación justinianea, que representa el punto


culminante en la evolución del Derecho romano. La obra jurídica de Justiniano
consta de una compilación de las constituciones imperiales (Codex), de otra
compilación con extractos de los juristas clásicos (Digesta) y de una obra de
carácter elemental (Instituciones).
La extraordinaria personalidad de Justiniano unida a su evidente acierto en la elección
de sus colaboradores y el fecundo trabajo de las escuelas orientales fueron los factores
decisivos para la trasmisión de los valores del Derecho clásico a la posteridad. El juicio
de casa época histórica sobre las compilaciones de Justiniano ha oscilado entre la
consideración del Derecho clásico como Derecho vigente y su valoración como materia
histórica; consideraciones ambas que estuvieron también presentes en el mismo
Justiniano. Mientras las épocas que veían en el Corpus iuris un libro autoritario de
normas aplicables como Derecho vigente, tendían a subrayar el acto legislativo de
Justiniano, aquellas otras que no veían en la compilación más que un esplendido
monumento histórico, se inclinaban a destacar el mosaico que revelaba a las normas y
los juristas clásicos.

17
Nerea Blanco León

Algunos autores se han fijado en el aspecto histórico, dándole demasiado relieve. Así,
Levy afirma con evidente exageración que “la codificación más influyente en todos los
tiempos no ha tenido verdadera vigencia en ninguna época” y Pringsheim ha
desarrollado esta idea hablando de una tendencia arcaizante de Justiniano.

Pero la decisiva critica de Riccobo no ha arrumbado estas teorías que pueden


considerarse hoy día abandonadas. Con razón: aunque el emperador manifieste su
respeto pro lo antiguo al conservar las inscripciones en los fragmentos de los juristas
clásicos, por ejemplo, tampoco oculta las modificaciones introducidas por razones de
utilidad práctica revistan gran trascendencia. “No todo era conservadurismo en su
actitud legislativa”, dice Fuenteseca, “en muchas cosas decidió viejos problemas
controvertidos en el pensamiento jurídico y se mostró decisionista en puntos
concretos”.

2) El proceso de la compilación, estudio especial del Digest


De los detalles de la compilación estamos enterados por una serie de constituciones de
Justiniano, que:
a) Establecen las directrices para los trabajos legislativos.
b) Publican cada una de las partes ya terminadas de la compilación.
Las constituciones se suelen citar según las palabras en que comienzan.
- Primer código justinianeo: casi tras su subida al poder (528), Justiniano toma la
resolución de realizar una recopilación de las constituciones vigentes. Mediante la
constitutio Haec quae necesario nombra una comisión de expertos encargada de
hacerla, formada principalmente pro altos funcionarios, entre los que estaban
Triboniano, como magister officiorum y además el profesor de Derecho Teófilo. En
poco más de un año estaba terminada la obra, que designamos como el primer
Codex. Fue puesta en vigor por la constitutio Summa rei publicae. De este primer
Codex Justinianus sólo se nos ha conservado un fragmento en un papiro egipcio.

- Con el propósito de resolver cuestiones aisladas, tras la publicación del primer


Codex Justinianus se publicaron algunas leyes que no han llegado hasta nosotros
(Quinquaginta decisiones).

- El Digesto: por la Constitutio Deo auctore del año 530 Triboniano fue encargado de
formar una nueva comisión, que tenía que reunir el Derecho de los juristas (ius) en
una grandiosa recopilación. Esta comisión, formada principalmente por juristas y
abogados del praefectus praetorio, estaba autorizada para acoplar los textos de
los juristas clásicos a las nuevas exigencias de la práctica, introduciendo las
alteraciones que fueran necesarias. Los comisionados trabajaron con tal
entusiasmo que terminaron su trabajo en el corto tiempo de tres años. La obra fue
publicada en el propio año 533 y recibió fuerza legal. Se le dio el nombre de
Digesta (digere= ordenar sistemáticamente) y, en griego, Pandectae (reunir todo).

18
Nerea Blanco León

El Digesto está dividido en cincuenta libros, subdivididos en títulos. Los títulos


contienen fragmentos de escritos de los juristas clásicos.

- Las Instituciones de Justiniano: también bajo la dirección de Triboniano, los


profesores de Derecho Teófilo y Doroteo escribieron un pequeño tratado o
manual jurídico para principiantes, al cual se le dio fuerza legal juntamente con el
Digesto. Las Instituciones están divididas en cuatro libros y los libros en títulos.

- El Código de Justiniano: para armonizar el viejo Codex y las quinquaginta


decisiones con el Digesto, Triboniano, junto con el profesor Doroteo de Berito y
tres abogados, recibió el encargo de elaborar nueva edición del Codex. Este
trabajo fue tan rápido que el Codex refundido (Codex repetitae praelectioni) pudo
ser publicado ya a finales del año 534. El Codex Justianianus se divide en doce
libros; los libros están divididos, a su vez, en títulos, que contienen las
constituciones imperiales por orden cronológico. Tras su promulgación se prohibió
la utilización del primer Codex; cuando nos referimos al Código de Justiniano, la
referencia es siempre a esta segunda edición.
ESPECIAL CONSIDERACIÓN DEL DIGESTO
El Digesto es la fuente más importante de la Historia del Derecho romano. No sólo es
la fuente principal para el Derecho justinianeo, sino que nuestro conocimiento del
Derecho clásico se basa, casi exclusivamente, sobre él.
Nos planteamos dos problemas históricos:
1) El hecho de que una obra tan gigantesca como el Digesto de Justiniano pudiera
surgir en el corto lapso de tiempo de tres años ha dado siempre pábulo a
nuevas hipótesis. Pero hasta hoy permanece inconmovible la tesis de Bluhme,
el cual piensa en una división del trabajo en la elaboración de Digesto. Bluhme
observó una sucesión regular de las inscripciones de los fragmentos, partiendo
de los títulos de verborum significatione y de regulis iuris, en que el fenómeno
se presenta con toda claridad y así, clasificó todos los fragmentos del Digesto
en tres grandes grupos llamadas masa sabinianea, masa edictal y masa
papinianea, por estar encabezadas por los comentarios ad Sabinum, ad
Edictum y la literatura casuística de Papiniano. Esta clasificación coincide, en
líneas generales, con los siguientes tres hechos:

1. El plan de estudios de las escuelas de Derecho.

 La primera masa: coincide con el primer curso, en el que se explicaban


las Instituciones de Gayo y los comentarios sobre los libri singulares del
Edicto.
 La segunda masa: lo hace con el segundo curso, en que se daban los
comentarios sobre la pars prima y la iudiciis, que en el Edicto se
encuentra a la cabeza de la primera sección.
 La tercera masa comienza siempre con los responsa de Papiniano, el
libro fundamental del tercer año, al que seguían las quaestiones de
Paulo en el cuarto año.

19
Nerea Blanco León

2. La contraposición histórica entre ius civile y honorarium,


correspondiendo a la tercera masa, obras de tipo práctico.

3. Recoge los tres tipos de obras: obras sistemáticas, comentarios


exegéticos y monografías.

La impresionante tesis de Bluhme encontró una favorable acogida y hoy día,


transcurrido más siglo y medio desde que se formuló, sigue en pie. Hoffmann
intentó desmentirla, pero su obra póstuma, aun conteniendo argumentos de
una agudeza innegable, sufrió la despiadada crítica de Mommsen y fue
rechazada casi unánimemente. Los trabajos modernos, en este sentido, se
dirigen casi exclusivamente a perfeccionar la tesis de Bluhme. En cambio, la
tesis formulada primero por Hoffman y luego por Peters, de que una
recopilación prejustinianea (predigesto) habría servido de base al Digesto, no
se ha podido imponer.
2) La romanística moderna se ha propuesto:

1. El cometido de separar el Derecho clásico del justinianeo.


2. Esclarecer la evolución jurídica en la época posclásica.
Para lograr ese objetivo, se hace investigación de interpolaciones. La obra de
Gradenwitz, Interpolaciones en las Pandectas (1877) fue la pionera en estas
investigaciones. Los criterios ahí desarrollados para los descubrimientos de las
interpolaciones justinianeas han sido ampliamente depurados por la
romanística.
NOVELAS
Codex, Instituciones y Digesto constituyen el llamado Corpus iuris civilis, la verdadera
obra legislativa de Justiniano. Pero con eso no terminan las reformas legislativas del
emperador, pues, en el curso del tiempo el emperador Justiniano siguió promulgando
numerosas leyes que se conocieron como leyes nuevas por ser posteriores al año 534,
fecha de promulgación del Codex. Estas novelas (novellae = novae leges), modificaron
la administración del Estado e Iglesia, pero también el Derecho privado y el Derecho de
familia y de sucesiones. A diferencia de las leyes contenidas en lagran compilación,
mayoritariamente en latín, éstas fueron redactadas casi todas en lengua griega.
Las novelas no fueron recogidas en una colección oficial, sino que en el curso del
tiempo surgieron varias colecciones privadas:
 La más antigua es el llamado Epitome Juliami, que contiene 124 novelas,
traducidas al latín todas ellas, por lo que se supone que debía ir destinada a
la parte de Italia dominada por los bizantinos.
 La segunda lleva por nombre el Authenticum, por haberse creído sin razón,
en la época de Irnerio, que era el texto original; la importancia de esta
colección estriba en que fue el texto que se aplicó con la recepción del
Derecho romano; en Cataluña se recibieron 99 novelas de esta colección.

20
Nerea Blanco León

 Luego, una colección mucho más completa y perfecta que contiene 168
novelas, las latinas en latín y las griegas en griego.
 Y finalmente, una especie de apéndice conocido como Edicta Justiniani, que
contiene 13 novelas de Justinaino.

LA COMPILACIÓN Y EL DERECHO BIZANTINO


Justiniano estaba tan convencido de la perfección de su obra legislativa que prohibió
totalmente los comentarios. Sólo estaban permitidas traducciones literales al griego,
breves guiones y colecciones de pasajes paralelos. Pero estas medidas no fueron
respetadas y a lo largo del Siglo VI, nació una extensa literatura jurídica redactada en
lengua griega. Constaba preponderantemente de traducciones griegas de pasajes de
Digesto y del Codex y de glosas al Digesto o al Codex. Entre las refundiciones griegas
del Digesto, destacan las de Estéfano, Teófilo, Doroteo, Cirilo y la de un anónimo y,
entre las traducciones del Codex, la de Teleleo. Al profesor de Derecho Teófilo le
debemos una paráfrasis griega a las instituciones de Justiniano que se ha conservado.
A fines de siglo IX tuvo lugar la obra codificadora del emperador de oriente León el Filósofo,
que reúne Digesto, Instituciones y Codex en un texto griego unitario. En vez de hacer una
nueva traducción del Digesto, se utilizó la traducción del Anónimo, pero muy pronto se
añadieron al texto legal los escolios del siglo VI. La ingente obra se dividió en sesenta tomos y
fue llamada con un nombre griego. En el curso del siglo XI experimentó la jurisprudencia un
gran auge. Surgieron nuevas anotaciones que luego también fueron incorporadas como
escolios a los manuscritos.
La historia ulterior de las fuentes del Derecho bizantino lleva a un proceso de reducción, que
termina con Constantino Harmenopoulos (1345). Su extracto en seis libros (Exabiblos) gozó de
una consideración tal que estuvo vigente en Grecia hasta época muy reciente.

SEGUNDA PARTE. INSTITUCIONES DE DERECHO PRIVADO ROMANO

I. PERSONAS
LECCIÓN 12. La persona: 1) conceptos fundamentales: capacidad jurídica,
capacidad de obrar, status; 2) circunstancias modificativas de la capacidad
de obrar.
LECCIÓN 13. Los tres status: 1) status libertatis, posición jurídica del
esclavo; 2) status civitatis; 3) status familiae, ideas generales.
II. COSAS
LECCIÓN 15. Concepto i clases de cosas.

21
Nerea Blanco León

V. DERECHOS REALES
LECCIÓN 25. Derechos Reales: 1) concepto, derechos reales y derechos de
obligación; 2) Clasificación de los derechos reales.
LECCIÓN 26. Posesión: 1) concepto; 2) clases; 3) adquisición y pérdida; 4)
Tutela de posesión.
LECCIÓN 27. La propiedad: 1) concepto; 2) formas, la copropiedad; 3)
Límites de los derechos de propiedad.
LECCIÓN 28. La propiedad (continuación): 4) adquisición derivativa de la
propiedad: mancipatio, en iure cessio y traditio;5) la Usucapión. Apéndice:
referencia a la adquisición original de la propiedad.
LECCIÓN 29. La propiedad (continuación): 6) Protección de la propiedad.
VI. DERECHO DE OBLIGACIONES
LECCIÓN 36. Clasificación de las obligaciones (continuación): 2) Por el
objeto: obligaciones generales, específicas y alternativas; 3) Por los
sujetos: obligaciones ambulatorias, parciarias y acumulativas, estudio
especial de las obligaciones solidarias.
LECCIÓN 39. Incumplimiento de obligaciones: 1) incumplimiento atribuible
al deudor y responsabilidad contractual; 2) La mora.
LECCIÓN 43. Contratos consensuales, estudio especial de la compraventa:
a) concepto (la compraventa como contrato obligacional), b) Obligaciones
del comprador (riesgo del precio a la compraventa), c) Obligaciones del
vendedor (responsabilidad por evicción y responsabilidad por vicios
materiales), d) los pactos sobre la compraventa.
VII. DERECHO DE FAMILIA
LECCIÓN 47. El matrimonio romano: 1) naturaleza y efectos personales; 2)
requisitos e impedimentos matrimoniales, la legislación matrimonial de
Augusto; 3) esponsales, celebración del matrimonio y adquisición de la
manus; 4) disolución del matrimonio.

LECCIÓN 48. Régimen de bienes del matrimonio romano: 1) principios


generales; 2) la dote.

22
Nerea Blanco León

VIII. DERECHO DE SUCESIONES Y DONACIONES


LECCIÓN 51. Conceptos fundamentales: 1) sucesión universal; 2) hereditas
y bonorum posesión; 3) delación de la herencia; 4) principios sucesorios
romanos

23

También podría gustarte