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Historia de la Electricidad

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585 aC. Se cree que el griego Tales de Mileto (624-546 aC) estudia la propiedad que tiene el ámbar (elektron, en griego)
de atraer pequeños objetos cuando se frota (electricidad estática). El fenómeno era entonces sólo una curiosidad sin
ninguna utilidad, como el imán. Transcurrieron más de 2.300 años hasta que la tuvo, 77 generaciones después.
1600. El ingles William Gilbert (1544-1603) encuentra que los cristales de cuarzo y de algunas piedras preciosas tienen
las mismas propiedades eléctricas que el ámbar.
1660. El alemán Otto von Guericke (1602-1686) fue el primero en experimentar en gran escala con la electricidad
estática mediante una máquina de su invención consistente en una esfera de azufre que se hacía girar con una
manivela. Guericke pudo producir descargas eléctricas a través del aire.
1706. El inglés Francis Hauksbee (1666-1713) genera cargas eléctricas, por fricción y de modo más eficiente que la
máquina de Guericke, con una esfera de cristal que se hace girar con una manivela. Esto promueve la experimentación
con los fenómenos eléctricos.
1729. El inglés Stephen Gray, al experimentar con tubos e hilos de diversos materiales, descubre que la electricidad es
capaz de viajar a lo largo de un material a distancias de hasta casi 1.300 m. Propone entonces, por primera vez, que la
electricidad es una sustancia material fácilmente deformable, un fluido. También encuentra que la facilidad con que se
propaga varía en diferentes materiales, lo que le llevó a clasificar las sustancias en conductores y no conductores
(aislantes, como una isla que impide la entrada del mar) de la electricidad.
1733. El francés Charles-François de Cisternay du Fay (1698-1739) descubre que si dos piezas de corcho se electrifican
de la misma manera —las dos con una varilla de vidrio o las dos con una de resina— se repelen entre sí. En cambio, si se
electrifican de modo diferente —una con vidrio, la otra con resina— se repelen. Encuentra así que hay dos tipos
diferentes de electricidad que denomina "vítrea" (la carga eléctrica positiva de hoy) y "resinosa" (la negativa actual).
1745. El holandés Pieter van Musschenbrock (1692-1761) inventa la denominada botella de Leyden (ciudad en cuya
universidad trabajaba), un artefacto capaz de acumular carga eléctrica en mayor cantidad y por tiempos más
prolongados que las máquinas de Guericke y Hauksbee. La botella de Leyden concitó un enorme interés en científicos de
todos los países europeos, donde se divulgó ampliamente.
1752. El estadounidense Benjamin Franklin (1706-1790) propuso la existencia de un solo tipo de carga eléctrica que
podía estar presente en exceso (electricidad positiva) o en defecto (electricidad negativa), aunque no identificó sus
relaciones con las formas "vítrea" y "resinosa". Experimentando con la botella de Leyden, relaciona las chispas y
chasquidos que producía su descarga con los fenómenos naturales del rayo y el trueno. Un día de fuerte tormenta
eléctrica remontó un barrilete con un hilo de seda —un buen conductor de electricidad cuando está húmeda por la
lluvia — del que pendía una llave metálica. Franklin verificó entonces que la llave se cargaba y generaba chispas como
las de su botella de Leyden, a la que pudo cargar con facilidad. El experimento, que fácilmente pudo costarle la vida, lo
inspiró a inventar el pararrayos. A partir de entonces los fenómenos eléctricos empezaron a ser considerados como
fenómenos naturales frecuentes activamente investigados. El pararrayos fue el primer artefacto eléctrico de valor
práctico.
1780. El anatomista italiano Luigi Galvani (1737-1798) descubre que los músculos de una rana muerta se contraen
cuando se descarga sobre ellos la chispa de una botella de Leyden. Encontró que también sucedía lo mismo cuando se
ponían en contacto con dos metales diferentes. Aunque Galvani atribuyó erróneamente el fenómeno a un nuevo tipo de
electricidad que denominó "animal", fue el primero en poner en evidencia que la electricidad tenía un rol en los
fenómenos fisiológicos como los musculares.
1800. El italiano Alessandro Giuseppe Volta (1745-1827) mostró, inspirado por los experimentos de Galvani, que
cuando dos metales diferentes se ponen en contacto se produce un flujo continuo de electricidad, una corriente
eléctrica. Perfeccionó un dispositivo generador de corriente apilando alternadamente discos de cobre, discos de estaño
o zinc y discos de cartón embebido en una solución salina, la "pila" eléctrica. Aunque no era evidente en ese momento,
mostró que una reacción química puede generar electricidad. A partir de ese momento, al disponerse de un dispositivo
generador de electricidad de fácil construcción y uso, los experimentos eléctricos de todo tipo se multiplicaron con
velocidad casi prodigiosa.
1800. El químico inglés William Nicholson (1753-1815) produce por primera vez la disociación del agua en hidrógeno y
oxígeno mediante una corriente eléctrica (electrólisis del agua). Es la primera vez que el pasaje de una corriente
eléctrica provoca una reacción química, el proceso inverso de la pila eléctrica. Estas dos variantes abren las puertas al
nuevo campo de la Electroquímica.
1800. El alemán Johan Wilhelm Ritter (1776-1810) descubre que cuando se hacer pasar una corriente eléctrica a
través de una solución de sulfato de cobre, se deposita cobre metálico sobre el electrodo negativo. Es el primer proceso
de galvanización (Galvanoplastia), técnica muy difundida hoy.
1802. El inglés Humphry Davy (1778-1829), usando una pila eléctrica de mas de 150 elementos —la más grande
construida hasta ese momento— demuestra la primera lámpara eléctrica incandescente, hecha con un una tira delgada
de platino. Tanto la luz que emitía como su duración, eras escasas, por lo que no tuvo uso práctico, pero inició la
búsqueda, que se prolongó durante más de 70 años, de un filamento incandescente práctico.
1807. Davy, usando su poderosa pila, descompone el carbonato de potasio logrando separar, por primera vez, el
elemento químico potasio (símbolo químico K). Usando el mismo método obtiene poco después, también por vez
primera, sodio metálico (Na). Estos descubrimientos, y su éxito del año siguiente en la obtención del bario (Ba),
estroncio (S), calcio (Ca) y magnesio (Mg), inician la consolidación de la Electroquímica como una especialidad
importante de la Química.
1820. El danés Hans Christian Ørsted (1777-1851) halla que una corriente eléctrica puede desviar la aguja de una
brújula. Esto muestra, por primera vez, que hay una relación entre Electricidad y Magnetismo.
1820. El francés André-Marie Ampère (1775-1836) encuentra que 2 alambres delgados paralelos que transportan
corriente, se atraen si las corrientes tiene el mismo sentido y se repelen si tienen sentidos opuestos. El método es la
base de la definición actual de la unidad de corriente eléctrica, el Amperio (símbolo A). También encuentra que una
corriente en espiral (solenoide) atrae como un imán, aumentado su fuerza con cada vuelta adicional de alambre.
1820. El alemán Johann Salomo Christoph Schwigger (1779-1857) construye el primer medidor de la intensidad de
corriente, entonces llamado galvanómetro, hoy amperímetro.
1823. El inglés William Sturgeon (1783-1850) descubre que cuando se coloca una barra de hierro dentro de un
solenoide, la atracción magnética aumenta mucho. Nace así el electroimán.
1827. El húngaro Ányos István Jedlik (1800-1895) arma el primer motor eléctrico de corriente continua con delgas y
conmutador, que usa electroimanes para generar el campo magnético en el que gira un electroimán (véase cómo armar
un motor eléctrico). Su trabajo fue poco divulgado, por lo que su contribuciónes es poco conocida. Desde este momento
se hace posible el desarrollo de aparatos mecánicos propulsados por electricidad, aunque todavía pasarán varios
decenios hasta el desarrollo de los grandes motores eléctricos.
1829. Los solenoides y primeros electroimanes se hacían con alambre desnudo. El estadounidense Joseph Henry
(1797-1878) aisla el alambre, haciendo arrollamientos de varias capas. Esto multiplica enormemente la fuerza de sus
electroimanes, con los que llega a levantar 1 tonelada de hierro.
1831. El inglés Michael Faraday 1791-1867) muestra la existencia del fenómeno inverso al de Ørsted, la generación de
una corriente por un imán. Para ello hace girar un disco de cobre entre los polos de un imán. Aunque poco práctico, es
el primer generador de electricidad no basado en el rozamiento. Inventa, asimismo, el primer transformador eléctrico
haciendo dos arrollamientos de alambre independientes sobre un mismo anillo de hierro. El transformador sería luego
un elemento clave en la distribución de la energía eléctrica a domicilio. Faraday, el autodidacta hijo de un herrero,
continúa los trabajos de Davy, de quien fue asistente de joven. Formula las leyes de la electrólisis (como la denominó) e
introduce los conceptos de electrolito, electrodo, ánodo (del griego camino alto, el electrodo positivo), cátodo (camino
bajo, el electrodo negativo). Los dos últimos términos provienen de la semejanza entre las leyes de los circuitos
eléctricos e hidráulicos (el agua fluye de un lugar alto hacia uno bajo).
1855. Faraday, que no tenía conocimientos avanzados de Matemática, introduce el concepto de líneas de fuerza para
describir de modo gráfico el comportamiento del campo eléctrico. Usa este concepto, todavía útil, de modo
semicuantitativo para explicar la intensidad del campo eléctrico. Actualmente las propiedades de los campos eléctrico,
magnético y gravitatorio se describen mediante el Análisis Vectorial, que confirma las intuiciones de Faraday.
1855. El neurólogo francés Guillaume-Benjamin-Amand Duchenne (1806-1875, más conocido como Duchenne de
Boulogne, por haber nacido en Boulogne-sur-Mer), uno de los fundadores de la electrofisiología y la electroterapia,
pionero de la fotografía médica, encuentra que las corrientes alternas son mucho más efectivas que las continuas para
estimular músculos[1]. Algunos de sus trabajos fueron usados por Darwin en su libro sobre la expresión de las
emociones y por Edison para proponer la silla eléctrica.
1857. El alemán Johann Heinrich Geissler (1815-1879) fabrica tubos con gases a muy baja presión como aire, argón y
neón, a través de los cuales hacer circular corriente eléctrica. Los tubos de Geissler son la base de las actuales lámparas
de neón, las primeras lámparas eléctricas, aunque su uso inicial fue exclusivamente recreativo.
1858. El alemán Julius Plucker (1801-1868), usando tubos de Geissler, estudia el fenómeno de fluorescencia, la
emisión de luz por sustancias que son bombardeadas por cargas eléctricas. Aunque el fenómeno ya había sido
detectado por Faraday en 1921 y por el irlandés George Gabriel Stokes en 1852, Plucker lo describió detalladamente
sentando las bases del estudio de los átomos por métodos eléctricos.
1865. El escocés James Clerk Maxwell encuentra las ecuaciones que llevan su nombre que describen de manera
integral y unificada los fenómenos eléctricos y magnéticos (a partir de entonces denominados electromagnéticos). Estas
ecuaciones describen ondas electromagnéticas cuya velocidad coincide con la de la luz. Se abre entonces el inmenso e
importante campo de las ondas electromagnéticas, de crucial importancia en las comunicaciones (radio, televisión,
microondas, telefonía móvil, WiFi). Las ecuaciones de Maxwell confirman la corrección de las ideas intuitivas de Faraday
sobre los campos eléctrico y magnético.
1867. El alemán Werner Siemens (1816-1892) y el inglés Charles Wheatstone (1802-1875) desarrollan de modo
independiente y casi simultáneo el primer generador de electricidad, o dínamo, capaz de proveer de manera continua
suficiente corriente para aplicaciones prácticas. Siemens, junto con su socio Johann Georg Halske, funda la compañía
Siemens & Halske AG que todavía sigue fabricando dínamos de todo tipo bajo el nombre actual de Siemens AG. El
invento viabiliza las fábricas de electricidad de corriente alterna, las usinas eléctricas que luego construiría Edison.
1879. El estadounidense Thomas Alva Edison (1847-1931) fabrica la primera lámpara eléctrica de filamento
incandescente de distribución comercial. La usa como medio de promover la instalación en las ciudades de usinas
eléctricas de corriente continua para proveer iluminación. Comienza entonces la difusión masiva del uso de la
electricidad, tanto en los hogares como en las industrias y todo tipo de lugares de trabajo.
1880. Edison encuentra que se genera una corriente eléctrica cuando se introduce un electrodo positivo en una
lámpara de filamento incandescente. El llamado Efecto Edison (emisión termiónica de electrones) fue la base de las
válvulas electrónicas que hicieron posible la radio, hoy reemplazadas por dispositivos de estado sólido, como los
transistores.
1881. El francés Lucien Gaulard (1850-1888) y el inglés John Dixon Gibbs (1834-1912) desarrollaron un transformador
de potencia apropiado para redes de distribución eléctrica de corriente alterna. Vendieron su idea a la compañía
Westinghouse, interesada en el desarrollo comercial de esos sistemas. No pudieron, sin embargo, patentar sus ideas por
la oposición de Sebastian Ziani de Ferranti.
1882. Edison inaugura en Londres (en Holborne Viaduct) la primera usina eléctrica de potencia del mundo.
1882-1885. La fábrica Ganz perfecciona transformadores y generadores de corriente alterna para iluminación.
1885. Los ingenieros húngaros Károly Zipernowsky (1860–1939), Miksa Déri (1854–1938) y Ottó Bláthy (1860–1939)
terminan de desarrollar para ella el primer transformador de potencia eficiente[2] En base a este transformador la
fábrica Ganz hace las primeras instalaciones de alumbrado con corriente alterna usando lámparas de arco e
incandescentes.
1885. El estadounidense William Stanley (hijo) (1858-1916), trabajando para la Westinghouse, perfecciona el
transformador de de Gaulard y Gibbs, convirtiéndolo en un dispositivo eficiente y capaz de ser fabricado masivamente.
Este transformador ya tiene el diseño básico de los actuales.
1885-1888. El italiano Galileo Ferraris (1847-1897) inventa el motor asíncrono de corriente alterna basado en el
principio de campo magnético rotativo. Aparentemente de forma independiente, el serbio nacionalizado
estadounidense Nikola Tesla (1856-1943) desarrolla y patenta un artefacto similar.
1886. La empresa Gans construye el sistema de provisión de electricidad (a corriente alterna) de la ciudad de Roma
(Italia).
1887-1891. El inglés, de padre italiano, Sebastian Ziani de Ferranti (1864-1930) desarrolla para la compañía eléctrica
de Londres (Inglaterra) el primer sistema de distribución de corriente alterna de alta tensión con transformadores de
reducción al voltaje domiciliario, similar a los usados en la actualidad.
1888. El italiano Galileo Ferrari (1847-1897) publica por primera vez el diseño de un motor eléctrico de corriente
alterna. La prioridad es disputada, y ganada en los tribunales estadounidenses, por la empresa estadounidense
Westinghouse que había comprado la patente de un motor similar desarrollado por Tesla[3].
1889. La fábrica Ganz desarrolla el primer medidor de corriente alterna en base a las patentes del húngaro Ottó Bláthy
(1860-1939).
1890. El 6 de agosto de 1890 la silla eléctrica es usada por primera vez, en Nueva York (EEUU), para ejecutar a un
condenado a muerte. Fue inventada por Thomas Brown, contratado por Edison, para desacreditar la corriente alterna
de Tesla.
1891-1900. El serbio nacionalizado estadounidense Nikola Tesla (1856-1943) ?
Usina hidroeléctrica
El motor electrostático de Franklin
Los motores electrostáticos están basados en las fuerzas de atracción entre cargas eléctricas de distinto signo y las de
repulsión entre cargas del mismo signo.
El motor electrostático de Franklin consiste esencialmente en una rueda sin llanta que gira en el plano horizontal sobre
cojinetes con un bajo coeficiente de rozamiento. Cada radio de la rueda consiste en una varilla de vidrio con un dedal de
bronce en su extremo.
Para accionar el motor se guardaba una carga electrostática en una botella de Leyden, que es una versión primitiva de
un condensador moderno de alta tensión. Franklin cargaba las botellas con un generador electrostático. Los terminales
de dos botellas de Leyden que poseían cargas de polaridad opuesta, se situaban de manera que fuesen rozados por los
dedales situados en lados opuestos de la rueda giratoria.
Desde cada terminal de la botella de Leyden saltaba una chispa al dedal que pasaba a la distancia mínima y le trasmitía
una carga de la misma polaridad que la del terminal. La fuerza de repulsión entre cargas del mismo signo contribuía a
proporcionar momento a la rueda. Pero también los dedales antes de cambiar de polaridad eran atraídos por el terminal
de la botella de Leyden. El momento total es la suma de los momentos correspondientes a las fuerzas atractivas y
repulsivas.
Existen numerosas variaciones del motor electrostático de Franklin, así como otros modelos mucho más elaborados
como la máquina de Wimshurst
El generador de Van de Graaff
Van de Graaff inventó el generador que lleva su nombre en 1931, con el propósito de producir una diferencia de
potencial muy alta (del orden de 20 millones de volts) para acelerar partículas cargadas que se hacían chocar contra
blancos fijos. Los resultados de las colisiones nos informan de las características de los núcleos del material que
constituye el blanco.El generador de Van de Graaff es un generador de corriente constante, mientas que la batería es un
generador de voltaje constante, lo que cambia es la intensidad dependiendo que los aparatos que se conectan.
El generador de Van de Graaff es muy simple, consta de un motor, dos poleas, una correa o cinta, dos peines o
terminales hechos de finos hilos de cobre y una esfera hueca donde se acumula la carga transportada por la cinta
Introducción
El generador de Van der Graff, GVG, es un aparato utilizado para crear grandes voltajes. En realidad es un electróforo de
funcionamiento continuo.Se basa en los fenómenos de electrización por contacto y en la inducción de carga. Este efecto
es creado por un campo intenso y se asocia a la alta densidad de carga en las puntas.El primer generador electrostático
fue construido por Robert Jamison Van der Graff en el año 1931 y desde entonces no sufrió modificaciones sustanciales.
Existen dos modelos básicos de generador:
el que origina la ionización del aire situado en su parte inferior, frente a la correa, con un generador externo de voltaje
(un aparato diferente conectado a la red eléctrica y que crea un gran voltaje)
el que se basa en el efecto de electrización por contacto. En este modelo el motor externo sólo se emplea para mover
la correa y la electrización se produce por contacto. Podemos moverlo a mano con una manivela y funciona igual que
con el motor.Nosotros vamos a construir y a estudiar uno de este último tipo, que coincide con los generadores
didácticos que existen en los centros docentes.En los dos modelos las cargas creadas se depositan sobre la correa y son
transportadas hasta la parte interna de la cúpula donde, por efecto Faraday, se desplazan hasta la parte externa de la
esfera que puede seguir ganando más y más hasta conseguir una gran carga.

Consta de:
1.- Una esfera metálica hueca en la parte superior.
2.- Una columna aislante de apoyo que no se ve en el diseño de la izquierda, pero que es necesaria para soportar el
montaje.
3.- Dos rodillos de diferentes materiales: el superior, que gira libre arrastrado por la correa y el inferior movido por un
motor conectado a su eje.
4.- Dos "peines" metálicos (superior e inferior) para ionizar el aire. El inferior está conectado a tierra y el superior al
interior de la esfera.
5.- Una correa transportadora de material aislante (el ser de color claro indica que no lleva componentes de carbono
que la harían conductora).
6.- Un motor eléctrico montado sobre una base aislante cuyo eje también es el eje del cilindro inferior. En lugar del
motor se puede poner un engranaje con manivela para mover todo a mano.
Funcionamiento
Una correa transporta la carga eléctrica que se forma en la ionización del aire por el efecto de las puntas del peine
inferior y la deja en la parte interna de la esfera superior.
Veamos el funcionamiento de uno didáctico construido con un rodillo inferior recubierto de moqueta de fibra y el
rodillo superior hecho de metal.El rodillo inferior está fuertemente electrizado (+), por el contacto y separación (no es
un fenómeno de rozamiento) con la superficie interna de la correa de caucho. Se electriza con un tipo de carga que
depende del material de que está hecho y del material de la correa.
El rodillo induce cargas eléctricas opuestas a las suyas en las puntas del "peine" metálico.

El intenso campo eléctrico que se establece entre el rodillo y las puntas del
"peine" situadas a unos milímetros de la banda, ioniza el aire.Los electrones del peine no abandonan el metal pero el
fuerte campo creado arranca electrones al aire convirtiéndolo en plasma.El aire ionizado forma un plasma conductor -
efecto Corona- y al ser repelido por las puntas se convierte en viento eléctrico negativo. El aire se vuelve conductor, los
electrones golpean otras moléculas, las ionizan, y son repelidas por las puntas acabando por depositarse sobre la
superficie externa de la correa
Las cargas eléctricas negativas (moléculas de aire con carga negativa) adheridas a la superficie externa de la correa se
desplazan hacia arriba. Frente a las puntas inferiores el proceso se repite y el suministro de carga está garantizado.
La carga del rodillo inferior es muy intensa porque la carga que se forma al rozar queda acumulada y no se retira,
mientras que las cargas depositadas en la cara externa de la correa se distribuyen en toda la superficie, cubriéndola a
medida que va pasando frente al rodillo. La densidad superficial de carga en la correa es mucho menor que sobre el
rodillo.Por la cara interna de la correa van cargas opuestas a las del cilindro, pero estas no intervienen en los procesos
de carga de la esfera.Recuerda que la correa no es conductora y la carga depositada sobre ella no se mueve sobre su
superficie.
Parte superior.
Supongamos que nuestro generador tiene un rodillo de teflón que se carga negativamente por contacto con la correa.
Este rodillo repele los electrones que llegan por la cara externa de la correa.El peine situado a unos milímetros frente a
la correa tiene un campo eléctrico inducido por la carga del cilindro y de valor intenso por efecto de las puntas. Las
puntas del peine se vuelven positivas y las cargas negativas se van hacia el interior de la esfera.
Un generador de Van der Graff no funciona en el vacío.
La eficacia depende de los materiales de los rodillos y de la correa.El generador puede lograr una carga más alta de la
esfera si el rodillo superior se carga negativamente e induce en el peine cargas positivas que crean un fuerte campo
frente a él y contribuyen a que las cargas negativas se vayan hacia la parte interna de la esfera.
El campo creado en el "peine" por efecto de las puntas ioniza el aire y lo transforma en
plasma con electrones libres chocando con moléculas de aire. Las partículas de aire cargadas positivamente se alejan de
las puntas (viento eléctrico positivo). Las cargas positivas neutralizan la carga de la correa al chocar con ella. La correa da
la vuelta por arriba y baja descargada.El efecto es que las partículas de aire cargadas negativamente se van al peine y le
ceden el electrón que pasa al interior de la esfera metálica de la cúpula que adquiere carga negativa.
Por el efecto Faraday (que explica el por qué se carga tan bien una esfera hueca) toda la carga pasa a la esfera y se
repele situándose en la cara externa. Gracias a esto la esfera sigue cargándose hasta adquirir un gran potencial y la
carga pasa del peine al interior.
Principios en que se basa el generador Van der Graaf
Electrización por frotamiento –triboelectricidad.
Faraday explicó la transmisión de carga a una esfera hueca. Cuando se transfiere carga a una esfera tocando en su
interior, toda la carga pasa a la esfera porque las cargas de igual signo sobre la esfera se repelen y pasan a la superficie
externa. No ocurre lo mismo si tratamos de pasarle carga a una esfera (hueca o maciza) tocando en su cara exterior con
un objeto cargado. De esta manera no pasa toda la carga.
Inducción de cargas.
Viento iónico y motor iónico
En este experimento, pegamos una aguja metálica a la esfera del Van de Graaff y acercamos a ella una vela encendida y
se puede observar cómo se mueve la llama. La persona que esté cercana a la punta se va a ir cargando eléctricamente
(terminará descargándose, pero es inofensivo, ya que la intensidad es baja).
Pegamos una aguja metálica a la esfera y sobre la punta de esta colocamos unas hélices metálicas (pueden hacerse con
papel de aluminio con un agujero en el centro para introducir por ahí la aguja) de forma que estas puedan girar pero no
salgan despedidas (para ello podemos doblar un poco la punta de la aguja
Otro

La Ionización del Aire Se pueden generar voltajes de cientos de miles de voltios con un modelo de demostración de
generador de Van de Graaff. Esto es suficiente para ionizar el aire, que tiene como componentes primarios nitrógeno y
oxígeno. Un campo eléctrico aplicado polarizará las moléculas de aire, y si es suficiente para forzar a los electrones a
salir de las moléculas, esos electrones pueden colisionar con otras moléculas y pueden iniciar una descarga o arco
eléctrico. El voltaje necesario para iniciar un arco depende de la presión y la longitud del espacio, y está modelado por la
ley de Paschen (Wikipedia). Para espacios largos en el aire en STP, el umbral para las descargas de arco se establece a
menudo en 3,4 millones de voltios por metro.Cuando un átomo se ioniza, tenderá a recoger un electrón de reemplazo
que puede caer en cascada a través de los niveles de energía atómica disponibles, emitiendo cuantos de luz
característicos de esas separaciones de niveles. Se observarían en un arco visible en el aire los espectros característicos
de Nitrógeno y Oxígeno.Una carcasa de metal esférica se acerca al generador de van de Graaf, y una chispa de unos 10
cm de largo salta a esa esfera. El voltaje requerido para producir un arco eléctrico a través de un centímetro de aire está
cerca de 30.000 voltios, por lo que este arco puede representar aproximadamente 300.000 voltios producidos por el
Van de Graaf.

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