El origen de las señales de tráfico

Las primeras señales de tráfico de la historia (Figura1.1.1) datan de la época

del Imperio Romano; fueron ellos los primeros en señalizar su red de vías. Se
trataba de columnas de piedra que daban informaciones como dónde
desembocaba la vía, su nombre y la distancia restante hasta el lugar de
destino. Su red de calzadas conectaba todas las poblaciones del Imperio con su
capital, de ahí el famoso dicho de “Todos los caminos llevan a Roma”.

Figura 1.1.1 El mapa de Peutinger

Casi hasta el siglo XX la señalética creada por los romanos varió poco, aunque
cada país desarrollaba sus propios símbolos como se muestra en la Figura
1.1.2. Fue con la llegada del automóvil cuando se inició el caos y la necesidad
de establecer una normativa de circulación que evitara los numerosos
accidentes que se producían. Además, las señales que ya existían cambiaban
según el país, lo que generaba confusión entre los conductores que cruzaban
de uno a otro.
Figura 1.1.2

Así, en 1908 se celebra el Congreso Internacional de Carreteras, en Roma,

donde se establecen los patrones básicos de señalización. En 1909, 9 países
europeos se reúnen para diseñar 4 símbolos mostrados en la figura 1.1.3 que
marquen la pauta.

Figura 1.1.3

La popularización del automóvil hizo que se hiciera imprescindible ampliar

las normativas, por lo que en 1968 se celebra la Convención de Viena, que da
lugar al Tratado sobre circulación por carretera. Los objetivos principales de
esta reunión eran estandarizar las normas de tráfico, facilitar el tránsito
internacional por carretera y aumentar la seguridad vial. El resultado de este
encuentro fue la estandarización de la normativa para Europa Occidental.
Actualmente, toda Europa y parte de Asia y África se rigen por este modelo
Figura 1.1.4.
Figura 1.1.4

En Estados Unidos se estableció un sistema propio que se extendió por toda

América, Oceanía y algunos países de África, aunque, a partir de la década de
los 60, el país norteamericano adopta también los signos internacionales
Figura 1.1.5.
 Figura 1.1.5

En la época anterior a la Revolución Industrial, las señales se tallaban en

piedra o madera. Posteriormente, se empezaron a utilizar diferentes metales
(Figura 1.1.6) y aleaciones, probando con diferentes materiales que dieran
lugar a la señalización óptima, también por la noche, hasta llegar a las señales
de tráfico actuales.

Figura 1.1.6
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