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Causas de la Segunda Guerra Mundial

Como toda guerra, la Segunda Guerra Mundial se debió a razones variadas y complejas, que
pueden resumirse en:

 Los términos del tratado de Versalles. La rendición de Alemania y sus aliados al


término de la Primera Guerra Mundial les impuso un tratado de rendición
incondicional sumamente opresivo, que le impedía a la nación devastada por la guerra
volver a tener un ejército, le arrebataba el control de sus colonias africanas y le
imponía una deuda impagable con los países victoriosos.
 El surgimiento del fascismo. Adolfo Hitler en Alemania (nazismo) y Benito Musolini en
Italia (fascismo), principalmente, aprovecharon el descontento popular y construyeron
movimientos nacionalistas extremistas, buscando recuperar las glorias nacionales
mediante la militarización de amplios sectores sociales, la instauración del
totalitarismo y la expansión de las fronteras nacionales.
 Las tensiones chino-japonesas. Después de la Primera Guerra Sino-japonesa (1894-
1895), Japón se había convertido en una potencia imperial que no veía con buenos
ojos a China y la Unión Soviética. Aprovechando en 1932 la debilidad en que la Guerra
Civil entre comunistas y republicanos había dejado a China, Japón inició una Segunda
Guerra Sino-japonesa y ocupó Manchuria, expandiéndose luego por el Asia menor
hasta verse enfrentado por los Estados Unidos.
 La invasión alemana de Polonia. Alemania inició su expansión territorial tomando
Austria y parte de Checoeslovaquia, sin que hubiera mayores conflictos. Cuando en
1939 Hitler estableció un pacto con la URSS para repartirse el territorio polaco y
procedió a invadirlo, las naciones occidentales europeas le declararon la guerra, dando
inicio al conflicto como tal.

Mauricio Meschoulam

Analista internacional

Tres lecciones, al menos, deberíamos aprender de la Segunda Guerra Mundial:

 La primera, no es imposible que, dadas ciertas circunstancias, las mayores potencias


del momento tomen la decisión de enfrascarse en un conflicto bélico de dimensiones
nunca antes vistas hasta ese punto de la historia, a pesar del daño material y humano
que saben que van a tener que sufrir. Asumir que un conflicto armado entre
superpotencias es imposible debido a que evitarán padecer circunstancias nunca antes
experimentadas o debido a que hasta ese punto nunca se ha vivido nada similar, es no
aprender de esta lección.
 La segunda, una vez activada la espiral de violencia, el ser humano puede mostrar una
capacidad de destrucción y muerte que no es imaginable en tiempos de paz. La propia
dinámica del conflicto armado puede llevarle a cometer atrocidades masivas que
quizás, fuera de esa dinámica, nunca serían consideradas, con tal de doblegar a su
enemigo.
 Y eso nos lleva a una tercera lección: el ser humano también tiene la capacidad de
tomar conciencia y diseñar o rediseñar los arreglos institucionales a nivel internacional
para al menos intentar reducir las posibilidades de un conflicto armado de semejantes
proporciones o coadyuvar en labores de paz donde sea posible. La fundación de la
Organización de las Naciones Unidas es también un producto no sólo de aquel
conflicto bélico, sino de la concientización de que debemos hacer más para evitar que
las alianzas, las amenazas y otras dinámicas perversas nos arrastren a sacar lo peor de
nosotros mismos.

Aprender estas lecciones supone adaptarlas a nuestro presente y tomar acción donde sea
necesario para no tener que experimentar —nuevamente— en carne propia las consecuencias
de dejar a los demonios sueltos. La lógica racional indica que nadie pulsará el botón rojo de
una guerra nuclear porque eso, entre otras cosas, provocará la devastación propia; sería un
acto suicida. Sin embargo, la Segunda guerra Mundial, sus espirales ascendentes de violencia y
el tamaño de sus masacres, nos enseñan que no todo lo que decidimos se basa en la lógica
racional. No asumamos que no tenemos demonios sueltos en este siglo XXI o que, debido a los
avances tecnológicos y a la capacidad de destrucción con que hoy contamos, un
enfrentamiento entre las mayores potencias debe ser completamente descartado.

Fernando Neira Orjuela

CIALC-UNAM

Institucionalmente, la guerra favoreció la creación de organismos internacionales de gran


presencia política en la región en la actualidad como fue el caso de la Organización de Estados
Americanos (OEA) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en 1948.

En el campo económico fueron fuertes los efectos, ya que obligó a que la actividad productiva
tuviese dos caminos; producir para exportar, así como generar una dinámica de desarrollo de
comercio al interior de los propios países. Con ello, se modificó toda la estructura de mercados
tradicionales que prevalecía en la región.

Quizás una de las consecuencias que más afectos negativos ha tenido hasta nuestros días, es
que nos convertimos en el campo de batalla de la lucha ideológica de la guerra fría.

(Expansión alemana y japonesa

La Alemania nazi y el imperio del Japón desataron la Segunda Guerra Mundial, con la intención
de establecer, por medio de la conquista militar, un dominio permanente sobre Europa y Asia,
respectivamente. Estas dos naciones fueron los miembros más importantes de la sociedad del
Eje, que se basó en el anticomunismo y en la insatisfacción con el orden mundial después de la
Primera Guerra Mundial.

Bajo el liderazgo del dictador Adolf Hitler, la Alemania nazi se enfocó en la adquisición de un
vasto y nuevo imperio de “espacio vital” (Lebensraum) en Europa Oriental y en la Unión
Soviética. El liderazgo nazi calculaba que la realización de la hegemonía alemana en Europa
exigiría un conflicto bélico, y comenzó a planificar una guerra europea desde el día en que los
nazis subieron al poder a finales de enero de 1933.

El imperio japonés seguía una política de conquista militar con el apoyo de su emperador, la
jerarquía militar y muchos miembros de la élite culta que buscaban el dominio y la influencia
de Japón en todo el este de Asia y el Océano Pacífico. En 1936, Alemania y Japón formaron un
frente anticomunista contra la Unión Soviética. Ese mismo año, la Italia fascista y la Alemania
nazi formaron la alianza del Eje, poco después de que Italia terminara su brutal y exitosa
conquista de Etiopía.

Japón había iniciado su política de conquistas militares invadiendo el territorio chino de


Manchuria en septiembre de 1931. Seis años más tarde, en julio de 1937, Japón invadió el
territorio de China y desató la Segunda Guerra Mundial en Asia.) Esto no estoy segura si
poner..

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