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Las algas son capaces de crecer en un amplio rango de condiciones por la que
se las encuentra en cualquier zona del planeta: dentro de plantas acuáticas,
sobre sustrato artificial como madera o botellas, en lagunas, ciénagas,
pantanos, nieve, lagos de agua dulce o salina, sobre rocas, etc. Por lo que no es
difícil encontrar zonas para cultivarlas.
En principio, al igual que las plantas, las algas necesitan de tres componentes
básicos para su crecimiento: luz solar, CO2 y agua. Encontrar cepas de algas
para hacerlas crecer no es difícil, pero es complicado encontrar cepas que
permitan la producción de biodiésel debido a que este tipo de algas necesitan
de un alto mantenimiento y por otro lado se contaminan fácilmente con otras
especies.
Debido a que las algas necesitan de luz celular, CO2 y agua para crecer, pueden
ser cultivadas en estanques y lagos. A estos tipos de cultivos se los llaman
“sistemas abiertos”. El riesgo de este tipo de sistemas de cultivos es la alta
probabilidad de ser contaminados por otros tipos de algas, ya que las algas que
tienen el mayor componente en aceite no necesariamente son las que más
rápido crecen, por lo que algunas cepas de algas contaminantes podrían invadir
masivamente el cultivo. Por otro lado en este sistema se tienen poco control
frente a condiciones ambientales tales como temperatura del agua, CO2,
intensidad lumínica, por lo que el crecimiento del cultivo depende de las
condiciones del medio y en general se produce en los meses más cálidos. En
general, para el cultivo en sistemas abiertos se buscan cepas que puedan
crecer bajo condiciones en las que otros organismos les resultaría difícil
desarrollarse como Ph altos o bajos, T º especificas, requerimientos nutritivos
específicos, etc. Es por esta razón que solo pocas especies fueron cultivadas
con éxito en este tipo de sistemas. La ventaja que tienen los sistemas abiertos
es que son muy baratos y fáciles de construir ya que básicamente lo que se
hace es construir estanques o piletones en el suelo.
Un sistema alternativo para el crecimiento de algas es mediante invernaderos
(Fig. 1), también en estanque. Aunque se reduce el área de cultivo se solucionan
muchos problemas que poseen los sistemas abiertos: menor probabilidad de
contaminación por especies no deseadas, pueden cultivarse un mayor numero
de especies, el periodo de cultivo es mayor ya que hay control de la
temperatura y puede incrementarse la cantidad de C02 en el ambiente, con lo
que también aumentaría la tasa de crecimiento de las algas.
Los estanques poseen sistemas que permiten a las algas mantenerse en
movimiento en el medio, de forma que todas reciban la misma cantidad de luz y
nutrientes. Por otro lado se renueva continuamente la cantidad de C02 y
nutrientes del medio.
Otro tipo de sistemas cerrados de cultivos son los Fotobiorreactores los que
incorporan luz blanca y natural y donde las condiciones son mas controladas
que en los sistemas abiertos. Son sistemas muy costosos pero que tienen un
alto rendimiento en cuanto a la producción de aceite de algas. Algunos tipos de
fotobiorreactores son:
• Tubos plásticos o de vidrio de forma triangular (Fig. 2 y 3): Gases como C02 y
O2 se hacen fluir desde la parte baja de la hipotenusa y algas con medio de
cultivo se hacen fluir en el sentido opuesto.
• Biobutanol: puede ser obtenido a partir de algas como las diatomeas utilizando
solamente una biorrefineria junto con luz solar. Posee algunos Km. por galón
mas que la gasolina en base a petróleo.
• Metano: a través del cultivo de algas puede obtenerse diversos polímeros que
se pueden descomponer dando como resultado metano.
Conclusión
Debido a la cada vez mayor escasez de petróleo, se hace imperante buscar
nuevas fuentes de energía renovables. Muchos países están experimentando
con la producción de biocombustibles en base a cultivos agrícolas
convencionales, como los monocultivos de soja o maíz. Pero los monocultivos
pueden afectar al medio ambiente. Las plantaciones de soja en Argentina están
desplazando los bosques de quebracho del Chaco. Las plantaciones de palma
aceitera han sido responsables de un 87% de la deforestación Indonesia y
Malasia. Al comenzar a utilizarse suelo agrario para el cultivo directo de
biocombustibles se ha comenzado a producir un efecto de competencia entre la
producción de comida y la de biocombustibles, resultando en el . Un caso de
este efecto se ha dado en Argentina con la producción de carne de vaca, ya que
se ha comenzado a utilizar los pastos con los que se crían a las vacas para el
desarrollo de biocombustibles, con lo que se incremento el precio de la carne.
Los países industrializados tienen la intención de utilizar los suelos de países
subdesarrollados para el desarrollo de monocultivos, ya que en este caso el
costo del biocombustible seria mas bajo, por lo que es probable que las grandes
empresas de los países centrales se adueñen de grandes extensiones de tierra
y de mano de obra barata en estos países y de esta manera despreocuparse por
el impacto ambiental.
Mientras muchas empresas están produciendo biocombustibles a partir de
monocultivos de plantas, existen otras que están apostando a una nueva fuente
de biocombustible: el biodiésel en base a algas. La producción de biodiésel a
partir de algas se encuentra aun en una fase de experimentación. Son pocas las
pruebas que se han hecho en base a este, pero las que se realizaron han sido
exitosas. Esto se debe a que la producción de aceite a partir de algas es mucho
mayor que la que se obtiene de otras fuentes como la soja. Por otro lado poseen
un amplio rango de zonas de crecimiento, por lo que pueden cultivarse en
lugares donde no provoquen alteraciones al ecosistema o a la cadena
alimenticia. Pueden crecer cerca de desagües de aguas servidas y cerca de
chimeneas de centrales eléctricas, con el potencial de convertir los
contaminantes en lípidos y luego estos ser utilizados para la producción de
biodiésel. Este procedimiento también reduce las emisiones de carbono y de
compuestos nitrogenados a la atmósfera. Debido a que el cultivo de algas se
lleva a cabo en lagos o estanques, no se explota la tierra necesaria para el
cultivo de vegetales que pueden ser utilizados como alimentos y no se alteraría
el precio de estos ni su disponibilidad.
Un ejemplo del amplio rango de zonas de crecimiento de las algas es el
descubrimiento en diciembre del 2006 de diatomeas en la Antártida a 20 metros
de profundidad (http://www.oilgae.com/blog/2007/01/diatoms-under-millions-of-
years-of-ice.html). Sin embargo, las terrestres son menos comunes que las
acuáticas y se las encuentra generalmente en lugares húmedos.
Uno de los problemas a resolver con respecto al cultivo de algas es encontrar
una cepa que contengan un alto contenido en lípidos, que no necesite muchos
requerimientos para crecer rápido y que su mantenimiento sea de bajo costo.
Por esta razón la mayor parte de las investigaciones se están haciendo en base
a microalgas como diatomeas y cianobacterias aunque otros laboratorios están
realizando investigaciones para extraer aceites de macroalgas ya que estas
crecen más rápido y tienen mayor contenido de aceite. Lo que las empresas
están buscando son algas que puedan utilizarse para la producción de biodiésel
a gran escala. Se piensa que las biocombustibles en base a algas son los únicos
que pueden reemplazar los combustibles en base a petróleo, ya que para
reemplazar la demanda de combustibles derivado de petróleo hoy en día se
necesitaría un gran porcentaje de la tierra cultivable solo para producir
biodiésel. Si en cambio el petrodiesel fuera reemplazado por el biodiésel
producido a partir de algas, debido a su alta producción de aceites por acre de
cultivo, se necesitarían diez millones de acres de tierra para producir biodiésel
que reemplace en su totalidad el petrodiesel utilizado hoy en día en los EEUU
por ejemplo. Es solo el 1% de la tierra que se utiliza actualmente en este país
para agricultura y pastoreo. Aun faltan algunos aspectos por desarrollar para
que esto la producción masiva de biodiésel:
• Capacidad para cultivar cepas de alta producción de aceites a gran escala:
esto implica identificar las cepas de alta producción de aceites así como buscar
los mejores métodos para el cultivo de estas cepas
• Capacidad para extraer este aceite a gran escala: Las algas no son lo
suficientemente fibrosas como para prensar-las, y la extracción más viable es
de forma química.
• Capacidad para convertir aceite a biodiésel a gran escala: Solamente hay una
empresa que haya sido capaz de producir suficiente combustible, Aquaflow en
Nueva Zelanda, y aún quedan muchas preguntas que responder, como cual es la
especie de alga que produce más aceite, cómo se puede hacer que crezca de la
mejor forma posible, cual es la mejor forma de extraer el aceite