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¿Qué haces en un día de diario?

Pues todos los días son iguales, siempre ando con prisas: me levanto de
la cama a las siete de la mañana y me ducho a correr; luego, me visto y le
digo a la niña que haga lo mismo. A las ocho, después de tomar el
almuerzo, cojo el coche y lo dejo en el colegio de paso que voy para el
trabajo. - ¿Y no entras algo tarde?
Es que solicité la conciliación de la vida familiar y laboral; si no, no me da
tiempo de llevar a la niña al colegio. Ficho a las nueve y también salgo
una hora más tarde, a las cuatro. La niña come en el comedor escolar y
luego la recoge una vecina y la lleva a su casa. Allí está con la hija de ella
hasta que llego yo, hacia las cuatro y media. - ¿Y no es muy tarde para
cenar tú?
Pues sí, pero como ya tomé algo a la hora del café, voy tirando. La
comida ya la dejo hecha desde la víspera y así solo tengo que calentarla
en el microondas. - Así es todo, no sé cómo das abasto con el hambre.
¿Y por la tarde?
Pues por la tarde llevo a la niña a la piscina o a las actividades
extraescolares. A la vuelta, hago los quehaceres de la casa y le ayudo con
los deberes, si los tiene. Por la noche la ducho y después de cenar la
mando a la cama, pero yo aún tengo que cocinar algo para la cena del día
siguiente. Cuando acabo casi no me tengo en pie. - Vaya ritmo; así, no
me extraña que estés en los huesos. ¿Y no tienes quien te ayude?
Sí, tengo una asistenta que viene tres horas todos los días, pero aún así
siempre queda algo por hacer: poner la lavadora, tender la ropa y así. - Y
luego, el padre de la niña?
Es que Noelia es adoptada. Y mi familia vive fuera, así que solo puedo
contar conmigo y nadie más, ya ves. No paro un segundo, pero estoy
contenta, porque la niña compensa todo eso. - Pero en el fin de semana
descansarás, ¿no es cierto?
Y cuando tengo algo de tiempo. Vamos al zoológico a ver a los osos o
arreglamos el jardín. Ahora, por ejemplo, tengo que cortar las ramas a la
manzana. Claro que también hay que ir al supermercado, así que no
vayas a pensar que estoy mucho más libre. - ¡Huy, perdón, ¿interrumpo?
María, era para decirte que vamos al cine hoy por la tarde; ¿vienes con
nosotros? También vienen Antía y Luisa y luego podemos ir a tomar algo
por ahí. - Ay, no, que no tengo tiempo...

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