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FACULTAD DE HUMANIDADES

ESCUELA HISTORIA Y ANTROPOLOGÍA


ASIGNATURA: HIS-011

Neido Novas
Profesor

La segunda republica
Tema

Nayely Montero 100586397


Aided López 100732902
Yohan Rene 100707443
Yesica soto 100722780
Ana Bautista 100731303
Integrantes

09/11/2023
Fecha
Introducción

En este ensayo veremos los siguientes puntos. El período de la Segunda República,


conocido como la República Restaurada, abarcó desde 1865 hasta 1916 y se
caracterizó por varios aspectos importantes:

1. La muerte de Pedro Santana y la eliminación del poder de los "hateros" marcaron


el inicio de esta etapa, aunque los grandes propietarios no desaparecieron por
completo.

2. Se fortaleció una pequeña clase media que fluctuaba entre el liberalismo y el


conservadurismo, desafiando el poder de los grandes propietarios.

3. Persistió la búsqueda de la anexión y el proteccionismo como fenómenos


sintomáticos de la falta de superación ideológica y el orden socioeconómico y cultural.

4. La zona norte del país, incluyendo ciudades como Santiago, Puerto Plata, La Vega
y Moca, ganó preeminencia económica y política.

5. Aparecieron bandos políticos, como el Bando Rojo y el Bando Azul, que estaban
vinculados a caudillos y se caracterizaban por diferencias ideológicas y conservadoras
o liberales.

6. Se buscó la estabilidad sociopolítica apoyada en principios de orden, paz y


progreso, así como el ideal de una constitucionalidad democrática basada en el
sufragio universal.

7. Hubo cambios en el liderazgo político, con figuras como Pedro Antonio Pimentel,
José María Cabral, Gregorio Luperón y Buenaventura Báez desempeñando roles
significativos en este período.

8. Se realizaron elecciones que permitieron el voto de todos los hombres mayores de


18 años, aunque los bandos políticos tendían a votar unilateralmente por sus propios
candidatos.

9. El conflicto político y las revueltas marcaron este período, con cambios en el


gobierno y la alternancia de poder entre los bandos Rojo y Azul.

Esta etapa de la Segunda República se puede dividir en tres ciclos: el ciclo de colores
(1855-1882), la dictadura de Lilís (1882-1899) y el epílogo de la Segunda República
(1899-1916).
Resumen y palabras claves

El período de la Segunda República en la República Dominicana estuvo marcado por


una serie de temas políticos y sociales, incluyendo el nacionalismo, el anexionismo y
el caudillismo. Aquí se describen brevemente estos conceptos:

-Nacionalismo:

Nacionalismo en la Segunda República: En este contexto histórico, el nacionalismo se


refiere al sentimiento de identidad y unidad nacional entre los dominicanos. La lucha
por la independencia y la soberanía nacional frente a las amenazas de anexión
extranjera fortaleció el nacionalismo dominicano.

-Anexionismo:

Anexionismo a España: En el período anterior a la Segunda República, la República


Dominicana estuvo sometida a un breve período de anexión a España (1861-1865).
Durante este tiempo, algunos líderes dominicanos buscaron la reunificación con
España, pero este movimiento encontró resistencia en la población y, eventualmente,
se revirtió.

-Caudillismo:

Caudillos y liderazgo autoritario: El caudillismo se refiere a un sistema político en el


que líderes carismáticos y autoritarios, conocidos como "caudillos," ejercen un control
fuerte sobre el gobierno y la sociedad. En la Segunda República dominicana, figuras
como Ulises Heureaux (Lilís) y Gregorio Luperón destacan como caudillos. Estos
líderes acumularon poder y ejercieron un control centralizado sobre el país durante
sus respectivos mandatos.

En resumen, la Segunda República dominicana fue un período de agitación política y


cambios significativos en la que el nacionalismo fue fundamental para mantener la
independencia del país, el anexionismo a España fue un episodio controvertido, y el
caudillismo desempeñó un papel destacado en la política dominicana, con líderes
fuertes que ejercieron autoridad de manera centralizada.

LOS SEIS AÑOS DE BAEZ: SAMANA, ESTADOS UNIDOS Y HARTMONT

El retorno de Báez puso de manifiesto el poder mayoritario de los Rojos. Báez era un
caudillo de arrastre frente a los demás líderes políticos, y representaba las
aspiraciones de una masa perteneciente a un medio limitado por profundas
deficiencias sociales, económicas e ideológicas.
Este período gubernativo se convirtió en una inescrupulosa vulgar dictadura por la
alteración del mando presidencial. Su constitución fue la de 1854, que establecía el
pequeño parlamento llamado Senado Consultor e ilimitados poderes para el
gobernante que le permitieron a Báez perseguir, arrestar, reprimir y todo tipo de
desmanes, incluyendo el fusilamiento. El tono de su gobierno decorado de demagogia
lo llevó a anunciar "la fortuna" y "el bienestar" para la República. Pero lo que más
define la dictadura que estableció fue la búsqueda de dinero, de lo cual se
desprendieron tres asuntos: la venta de Samaná, la búsqueda de la anexión mismo
estadounidense y los empréstitos.

A lo largo de la Primera República y desde el inicio de la Segunda se hicieron planes


para vender Samaná, pero ninguno fue tan definitivo como los que se plantearon con
Báez; los principales intermediarios fueron William L. Cazneau, que fungía como
Encargado de Negocios de los Estados Unidos, y su socio Joseph W Fabens. La
presencia de los socios y aventureros compaginaba con los principios de "no
colonización, no intervención y no extensión del sistema político europeo en América"
que enunciara la Doctrina Monroe en 1823, y con lo cual se planteó la posibilidad de
que los Estados Unidos desplazaran del Nuevo Mundo a las fuerzas imperialistas
europeas. Para principios de los años de 1860, los Estados Unidos revivieron la
doctrina debido a los afanes expansionistas de naciones de Europa. El presidente
Andrew John-son y su secretario Willian H. Seward consideraron básico que su país
tuviera una base naval en las Antillas, por lo cual pensaron en Samaná como bahía de
condiciones naturales para situar dicha base, y emprendieron negociaciones con el
gobierno de Cabral (1865).

Para entonces los aventureros Cazneau-Fabens habían creado compañías fantasmas


(la American West Indian Company y la Santo Domingo Cotton Company) con las
cuales estafaron a sus propios ciudadanos. Durante su segundo gobierno (1866),
Cabral solicitó a Estados Unidos un préstamo y venta de armas por el valor de 2
millones. Fue cuando se le presentó a Seward la oportunidad de enviar a su hijo
Federico, quien era Subsecretario de Estado, para conducir las negociaciones en un
doble sentido respecto a Samaná. Por una parte, obtener la cesión de la bahía a
cambio de los 2 millones, pagaderos la mitad en efectivo, y la otra mitad en armas y
materiales de guerra: Si no se obtenía la cesión, negociar el arrendamiento de dicha
bahía por unos 30 años, por lo cual se entregarían $10,000 al ratificar el contrato y
$12,000 anuales en oro o municiones de guerra, según la opción del gobierno
dominicano. Tanto para la cesión como para el arrendamiento, la condición era la
soberanía absoluta de los Estados Unidos sobre Samaná. Frente a este plan, Cabral
concibió el suyo que consistía en entregar Sama-ná a Estados Unidos por un plazo de
99 años a cambio de un millón de pesos pagaderos en diferentes anualidades.
Ninguna de las negociaciones se llevó a cabo porque Cabral fue derrocado, y
precisamente una de las causas de su caída fue el haber emprendido ese negoció-
anexionista.

Durante el Gobierno de los Seis años, Báez concertó con el dúo de impostores
Cazneau-Fabens una serie de negocios que incluían estudios geológicos,
exploraciones mineras y el establecimiento de vapores-correo entre Santo Domingo
y Estados L-nidos. Por intermedio de ellos, también preparó Báez un proyecto no sólo
de arrendamiento sino de venta de Samaná, y la anexión de la República a Estados
Unidos. El precio de Samaná consistía en 2 millones pagaderos la mitad en oro y la
otra mitad en arma y municiones. Esta vez los planes tuvieron mayor éxito que en
tiempos de Cabral, ya que se suscribieron dos contratos respecto a la anexión del país
y el arrendamiento de Samaná. En relación al arrendamiento se pidió y recibió un
anticipo de casi $50,000 pagados durante la administración del presidente de los
Estados Unidos, Ulises Grant, quien no sólo contemplaba la anexión del territorio
dominicano, sino también la de Haití. El monetario que se entregó a Báez sería
descontado luego del acuerdo de anexión fuera ratificado por el congreso de la nació
norteamericana.

Para negociar la anexión del país, el presidente Grant envió como agente especial al
General Orville E. Babcock. Su misión era recoger informaciones generales que
sirvieran de base para concluir el acuerdo anexionista. Mientras dura la negociación:
en los Estados Unidos enviaron buques de guerra con el objeto de impedir cualquier
hecho que pusiera en peligro al gobierno de Báez, y por tanto el negocio. El anticipo
entregado al gobierno dominicano permitió que el general Babcock tomara posesión
de Samaná y designara al aventurero Fabens para representar a la nación ocupante.
A pesar del interés de las autoridades ejecutivas de los Estados Unidos y del gobierno
de Báez que quiso demostrar con un dudoso plebiscito que les dominicanos ansiaban
la anexión ésta no se efectuó. La oposición pública, tanto verbal como escrita que
emprendieron nacionalistas como José Gabriel García, encontró la opinión pública de
los Estados Unidos. En el Congreso estadounidense, el senador Charles Summer
impidió que misma fuera aprobada.

Frustrada la anexión al gobierno de los Estados Unidos, Báez buscó arrendar Samaná
a una compañía privada. En 1872 firmó un nuevo contrato con los representantes de
la "Compañía de la Bahía de Samaná". El arrendamiento otorgaba la soberanía sobre
el territorio, sus aguas, islas y cayos circundantes, como el derecho de re-venta del
territorio a la mejor conveniencia de la compañía. El Estado Dominicano recibiría a
cambio 150,000 pesos oro anuales. El acuerdo debía entrar en vigencia para el año
de 1873.

Al mismo tiempo que Báez concertaba todos los negocios: relacionados con la anexión
de la República y el arrendamiento de la Bahía de Samaná, realizaba también un
empréstito que se he definido como "la más colosal estafa de que ha sido víctima el
Estado Dominicano". Este empréstito se realizó a través de un corredor de valores de
Inglaterra llamado Edward Hartmont. Báez entró en relaciones comerciales con este
corredor, y en 1869 se firmó un contrato de préstamo por 420,000 libras esterlinas
que con los intereses acumulados en 25 años ascendería a la suma de 1,472,500 libras
esterlinas. La garantía del préstamo eran las recaudaciones de las aduanas de los
puertos de Santo Domingo y Puerto Plata, como también otros beneficios menores.
Aunque la firma Hartmont se comprometió a pagar 50,000 libras esterlinas el día que
entrara en vigencia el contrato, todavía a comienzos de 1870 Báez únicamente había
recibido 38,095 libras esterlinas, cuando para esa fecha todo el dinero debió haber
sido entregado.

El entusiasmo de la venta de Samaná al gobierno de Estados Unidos llevó a Báez a


romper el contrato con Hartmont, quien entonces era cónsul dominicano en Londres
y realizaba diferentes tipos de negociaciones a nombre de dicho Estado. Hartmont
retuvo los pagarés y poderes en sus manos, pues Báez y los suyos no se los
reclamaron. Con esos pagarés el estafador siguió realizando operaciones con otras
firmas, lo cual daría lugar a reclamaciones de empresas internacionales al Estado
Dominicano con el transcurso del tiempo. Con la anulación del contrato Hartmont, y
con los fracasos de la anexión y venta de Samaná, el gobierno de Báez siguió
buscando dinero por donde fuera, y obteniendo algunos préstamos qué eran utilizados
para el canje del papel moneda nacional y para la compra de armas y municiones que
le servían para mantener el poder frente a las deserciones y brotes de rebelión que
se producían en el territorio. Sin embargo, los años trillados de la dictadura que montó
el "Angel de la Paz" llegaron a su fin. Una revolución tendía a deponerlo.

EL UNIONISMO, LA INESTABILIDAD Y LUPERON

A los pocos meses de montar Báez su dictadura y dedicarse a la búsqueda de los


negocios anexionistas se produjo el levantamiento de Timoteo Ogando junto a sus
hermanos en el paraje Rancho Mateo, que marcó la reacción en contra del gobierno.
Este levantamiento, como otros que le siguieron, fue duramente sofocado, pero
cuando el entreguismo antinacionalista se hizo más visible, la reacción se convirtió en
un movimiento patriótico que asedió el período de los Seis Años. Este asedio fue una
contra ofensiva armada emprendida por Gregorio Luperón y José Maria Cabral,
quienes aprovecharon el derrocamiento del presidente Silvain Salnave para entrar a
Haití. Apoyados en la mediación que facilitaba el nuevo presidente haitiano, general
Nissage Saget, los dos líderes dominicanos emprendieron ofensivas separadas. A
Cabral le correspondió la región Sur y a Luperón la región Norte.
La presencia de Cabral en el Sur levantó el espíritu de la rebelión y dio lugar a
numerosos encuentros con tropas guberna
'mentales. En medio de esas luchas, los soldados de Cabral hicieron prisionero al
expresidente haitiano Salnave quien levantado armas buscaba apoyo del gobierno de
Báez. Salnave y sus seguidores fueron entregados al presidente de Haití quien los
mandó a fusilar. El avance de Cabral se debió constreñido por las fuerzas baecistas.
Para revitalizar la rebelión formó Cabral un gobierno provisional presidido por él, pero
este gobierno no pasó de ser una fórmula en medio de una circunstancia de guerra.
Por otra parte, Luperón condujo su buque El Telégrafo hasta la isla Inagua, donde
recogió un armamento de Estados Unidos enviado por oposito res de Báez. Después
de dejar parte de las armas al presidente Saget y enviar otras a Cabral, inició la
ofensiva por Puerto Plata Samaná, donde formó otro gobierno provisional que él
mismo presidía. Sostener el gobierno provisional y mantener la guerra por mar
requería abastecimientos constantes. Por otra parte, Báez había declarado piratas al
buque y sus tripulantes. El decreto de Báez y el interés anexionista del presidente
Grant Llevaron a que este último dispusiera que fuerzas navales de los Estados Unidos
apresaran a El Telégrafo y a sus hombres, pero Luperón logró evadir la persecución
vendiendo su buque y refugiándose en Islas Turcas. Los obstáculos que enfrentaron
los opositores de Báez no lograron que la lucha decayera. En 1872, miembros del
bando: del gobierno baecista se declararon disidentes y pasaron a la oposición. Este
hecho, unido a una mayor ayuda del presidente de Haití, agilizó los acontecimientos,
dando como resultado el movimiento unionista que luego se convirtió en revolución
con el mismo nombre.

Para el momento en que se puso fin al gobierno de los Seis!


Años, la Segunda República había tenido más de once gobernantes que ejercieron
sus mandatos en situaciones regulares, ocasionales, provisionales o en medio de las
luchas partidaristas que se efectuaron en el período comprendido entre 1865-1874. A
partir de esta última pero no final caída de Báez, el ciclo de la admini stración del
Estado se abría con una perspectiva de convivencia que inclusive alcanzaba al caudillo
derrocado a quien se le garantizaba "la seguridad personal" y la "pleno libertad de
quedarse en el país". Desde enero de 1874 hasta septiembre de 1882 se produce la
última fase del ciclo político de los bandos de colores y en los 7 años que suman esas
fechas sobresalen como gobernantes: Ignacio María González, por el mayor número
de gobiernos que asumió; Ulises Feo. Espaillat, por las características democrát icas
que ensayó su gobierno; y Arturo de Meriño, con quien se produce el ascenso del
bando Azul y el planteamiento del orden, de la paz y del progreso. Frente a ellos el
liderazgo Luperón, cuya ascendencia política comenzó en la Línea Norte durante las
luchas restauradoras, acrecentándose cuando fue nombrado jefe Superior de
Operaciones en la zona de Santo Dom. La trayectoria política de Luperón se explica
en su criterio de "el amor patrio es una virtud", el cual confirma en su celo por asuntos
públicos que le hacen actuar como fiscalizador. Esta tura de vigilante político se
reconfirma frente al peligro anexionista, dejando traslucir su firme concepto
antimperialista. Paria rio del progreso, aspiraba a lograr la estabilidad nacional.

Durante los años que transcurrieron de 1874 a 1882, es no rio el número de gobiernos
que se suceden como resultado de partidarismo personalista que rompió con el
principio de los dichos gobiernos fueron los siguientes:

Gobierno de Ignacio María González. Después de haber sido presidente Provisional


en Puerto Plata, y después de haber compartido el mando con Manuel Cáceres en
Santo Domingo, fu electo presidente Constitucional. Abolió la medida que prevalece
desde los tiempos de Santana acerca de la movilidad ciudadana (ya que para viajar
dentro del país era necesario tener pasaporte rescindió el contrato de arrendamiento
de Samaná. Permitió regreso de los exiliados políticos, incluyendo a Luperón, Cabral
otros. Luego de una actuación moderada, rompió el unionismo para fundar su partido
conocido como el Bando Verde. La búsqueda de créditos extranjeros que
despilfarraba y una serie de medidas arbitrarias llevaron a que Luperón buscara
destituirlo. Con el apoyo de las sociedades "Amantes de la Luz" y "La Liga de la Paz",
González fue denunciado y llevado ante el Congreso para ser obligado a respetar las
leyes. González intentó resistirse, pero: alianza de Rojos y Azules le llevaron a
renunciar el 23 de febrero de 1876. Gobierno del Consejo de secretarios. Asumió
funcione ejecutivas hasta el 29 de abril. El 24 de marzo el Consejo de secretarios
convocó elecciones y obtuvo la presidencia Ulises Francisco Espaillat, favorecido por
Luperón y con los votos a Azules, Rojos y Verdes. Gobierno de Ulises Francisco
Espaillat. Hombre honorable y de principios cívicos, fue opositor y prisionero durante
gobierno de Báez. El 29 de abril asumió el mando en Santo Domingo con un "Gran
Gabinete". Con el respaldo popular, buscó la evolución administración y crear un
ambiente demo ciudadano, sanear la administración y crear un ambiente democrático.
Una fuerte campaña de oposición escrita y armada, en la que intervinieron los bandos
Rojo y Verde frente a la defensa tenaz de los Azules, le llevaron a renunciar a los 5
meses de su elección. Luperón depuso la defensa que realizaba al conocer de la
renuncia se marchó al extranjero.

Gobierno de la Junta Central Gubernativa. Formada por siete ciudadanos, asumió la


administración ejecutiva desde el 5 de octubre en que se produjo la renuncia de
Espaillat hasta el 11 de noviembre de 1876, en que retornó Ignacio Ma. González para
gobernar: nuevamente.

Gobierno "Supremo" de Ignacio María González.


Por cuarta vez asumió el gobierno el líder del bando Verde. Se mantuvo en el poder
durante un mes. Junta Provisional de Gobierno. Presidida por Marcus Cabral,
partidario de la vuelta de Báez y quien con el General Manuel A. Cáceres hizo
renunciar a González. Quinto y último Gobierno de Báez. Dicho gobierno pasó del
mando provisional al mando constitucional. Un movimiento de Azules y, de
permanentes enemigos de Báez como eran Luperón, Benito Monción y Máximo
Grullón, originó una cadena de numerosas sublevaciones que le llevaron a abandonar
el poder.

Gobierno Central Provisional. Organizado por el General Cesáreo Guillermo y


compuesto por caciques o líderes regionales; ejerció un mandato que únicamente
tendió a buscar un gobernante. Al respecto se le ofreció a Gregorio Luperón la
presidencia, pero éste no la aceptó. Se recurrió entonces a González, quien se
juramentó para el 6 de julio de 1878.

Gobierno de Ignacio María González. Debía ejercer según las recomendaciones dadas
por Luperón, en el sentido de que fuera un gobierno conciliatorio, pero se apoyó en
el personalismo y enfrentó una sublevación de los Azules, comandados por Luperón.

Gobiernos simultáneos de González y Deetjen. Como resultado de la sublevación Azul,


Luperón formó en Puerto Plata un gobierno provisional que encabezó Alfredo Deetjen,
mientras González buscó resistir la sublevación que se propagó rápidamente.
Renunció el 2 de septiembre de 1878. Gobierno de Jacinto de Castro. Presidente de
la Suprema Corte, De Castro fue llamado a ocupar el gobierno provisional;

Los caracteres de la dictadura de Lilis, Lilis y la economía del imperio y El final de la


Dictadura

El período de la dictadura de Ulises Heureaux, conocido como Lilís, en la República


Dominicana a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, se caracterizó por varios
aspectos clave:

1. Duración: La dictadura de Lilís tuvo una duración que abarcó desde 1887 hasta
1899, lo que la convierte en un evento político típico del siglo XX dominicano.

2. Cambios Socioeconómicos: Esta dictadura estuvo relacionada con los cambios


socioeconómicos que tuvieron lugar en las décadas finales del siglo XIX en la
República Dominicana.

3. Vinculación con el Imperialismo: La dictadura de Lilís también se vinculó a los


intereses del naciente imperialismo de los Estados Unidos en la región.

4. Selección de Colaboradores: Heureaux fue cuidadoso en la selección de


colaboradores, reclutando líderes de diferentes facciones políticas, como Rojos,
Azules y Verdes, con el objetivo de garantizar la estabilidad política.

5. División de Opositores: Promovió la división entre sus opositores para debilitar


cualquier amenaza contra su régimen y eliminó obstáculos legales y políticos para
consolidar su poder.

6. Uso de la Fuerza: Lilís empleó métodos de coerción y violencia física, así como un
sistema de espionaje a nivel nacional, para mantener el control sobre la población.

7. Apariencia Democrática: Mantuvo una fachada democrática, extendiendo el período


presidencial y justificando la reelección a través de un sistema de votación indirecta.

8. Relaciones Internacionales: Llevó a cabo una hábil diplomacia con potencias


internacionales para obtener concesiones y préstamos, utilizando el dinero para
comprar apoyo y armas.

9. Política Económica Entreguista: La política económica de la dictadura mostró una


tendencia entreguista, otorgando concesiones y privilegios al capital extranjero, lo que
implicó compromisos financieros significativos.

En resumen, la dictadura de Lilís se caracterizó por su duración, su habilidad para


mantenerse en el poder a través de la coerción y la división, su relación con el
imperialismo estadounidense y su política económica entreguista.

La relación entre Ulises Heureaux, conocido como Lilís, y la economía del empréstito
en la República Dominicana durante su dictadura es un aspecto importante de su
gobierno. El empréstito se refiere a la obtención de préstamos o financiamiento a
menudo por parte de gobiernos para financiar proyectos o cubrir gastos
gubernamentales. En el caso de Lilís, esto se relaciona con su estrategia para
mantenerse en el poder y fortalecer su régimen. Algunos puntos clave incluyen:

-Préstamos Externos: Lilís buscó préstamos y acuerdos financieros con potencias


extranjeras y países, particularmente los Estados Unidos y otras naciones europeas.
Estos préstamos eran utilizados para financiar proyectos y cubrir gastos
gubernamentales.

-Diplomacia Financiera. Lilís utilizó una hábil diplomacia financiera, enfrentando a las
naciones entre sí y a los Estados Unidos con otras potencias europeas para obtener
mejores condiciones en los préstamos. Esto le permitió obtener financiamiento
adicional y mantener su régimen.
-Uso de Recursos Financieros: Los fondos obtenidos a través de estos préstamos se
utilizaron para comprar apoyo político y mantener el control sobre la población. Lilís
distribuyó estos recursos para asegurar la lealtad de ciertos sectores y líderes
políticos.

-Entreguismo Económico: La política económica de Lilís se caracterizó por un enfoque


entreguista que implicaba concesiones, favores y privilegios a capitales extranjeros, lo
que a menudo llevó a compromisos económicos significativos.
Conclusión

En este ensayo, se describen los cambios socioeconómicos y políticos en la República


Dominicana durante la Segunda República. Algunos puntos destacados incluyen:

1. Ruina demográfica y agrícola: La República Dominicana comenzó esta etapa con una
población escasa y problemas económicos causados por las turbulencias de la anexión y
restauración.
2. Tenencia de tierras: La tenencia y explotación de tierras variaban en diferentes regiones
del país, desde el latifundio en el Sur y el Este hasta pequeñas propiedades en el Cibao.
3. Problemas monetarios: Hubo problemas con las emisiones de papeletas, desvalorización
de la moneda y descontrol fiscal, lo que redujo la circulación monetaria.
4. Modernización de la industria azucarera: El auge del azúcar trajo cambios significativos
en la economía, como la valorización de las tierras, la demanda de trabajadores y la expansión
de grandes plantaciones.
5. Cambio en la producción ganadera: El desarrollo del azúcar afectó la producción
ganadera en el Este, creando una dependencia de capitalistas extranjeros.
6. El auge del cacao y el café: En el Norte, se fomentó el cultivo de cacao y café en lugar
del tabaco, lo que tuvo un impacto en la economía.
7. Modernización y liderazgo de Ulises Heureaux (Lilís): Ulises Heureaux desempeñó un
papel importante en la modernización de la República Dominicana, promoviendo la
estabilidad, el desarrollo de infraestructura y cambios sociales. Bajo su liderazgo, se produjo
una transferencia curiosa de roles entre hombres y mujeres en la sociedad.
8. Ascenso político de Lilís: Ulises Heureaux, también conocido como Lilís, ascendió en la
política dominicana y fue elegido presidente en 1882 con el respaldo de Gregorio Luperón. Su
gobierno marcó una etapa significativa en la historia del país.

En resumen, Lilís utilizó la diplomacia financiera y la obtención de préstamos extranjeros como


una estrategia para mantenerse en el poder, financiar su régimen y comprar apoyo político.
Sin embargo, esta política económica entreguista también llevó a la República Dominicana a
contraer serios compromisos financieros que tendrían implicaciones a largo plazo en la
economía del país. El final de la dictadura de Lilís se produjo con su asesinato en 1899, lo que
llevó a un período de inestabilidad política y eventualmente a la intervención estadounidense
en la República Dominicana. La ocupación estadounidense duró varios años antes de que se
restableciera un gobierno dominicano independiente.
Bibliografias

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• RODRÍGUEZ DEMORIZI, E., Papeles de Pedro F. Bono. Academia Domi ni cana de la Historia.
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