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en el contexto
educativo
2023
Tabla de contenido
Prólogo ………………………………………………………………….
Capítulo 1:
Inteligencia Emocional en el contexto educativo, una mirada desde la gestión directiva y
administrativa en una institución educativa pública en la ciudad de Pereira.
Capítulo 4:
Desarrollo de competencias emocionales en la educación superior colombiana: una mirada
desde el analfabetismo emocional de las comunidades estudiantiles.
Capítulo 5:
Pensadores universitarios emergentes en la era digital: inteligencia emocional y Tecnologías
de Información y Comunicación en pospandemia.
Reconocimientos:
● Beca Jorge Roa Martínez.
● Matrículas de honor en pregrado.
● Estudiante distinguida UTP.
● Trabajo de grado de maestría con nota sobresaliente.
● Más alto promedio general de grado pregrado en ceremonia: 4.7
● 2º lugar concurso de experiencia significativas docentes de Risaralda.
● Diploma como docente excelencia.
● Ascensos en todas las organizaciones donde he laborado.
p.mosquera@utp.edu.co
Resumen
realiza desde una mirada de la gestión directiva y administrativa en una institución educativa
Educación Nacional y otros referentes teóricos. Asimismo, se presenta una aproximación del
perfil socioemocional que debe tener un directivo docente para administrar una comunidad
educativa, entre las que sobresalen, la comunicación asertiva, la capacidad de escucha activa,
De acuerdo con lo anterior, la respuesta podría ser abarcadora porque dentro del PEI,
está inmerso el plan y el desarrollo del proyecto de vida personal, el cual se trabaja con
Finalmente, se hace una reflexión sobre la pertinencia del cumplimiento de las políticas
todos los niveles de educación formal e informal, bien sea del sector público o privado.
Abstract
conceptually addressed from the approaches of the Ministry of National Education. Likewise,
capacity, critical thinking, management capacity, the ability to recognize problems to their
resolution and decision making. Faced with the above, the following question arises: How,
from the directive and administrative management, is traceability given to the promotion of
The answer could be comprehensive because within the PEI, the plan and
development of the personal life project is immersed, which is worked with teachers,
students, parents, and administrative staff, where issues that develop and enhance
education that formalize emotional training programs at all levels of formal and informal
Introducción
el manejo de las relaciones interpersonales porque gracias a ella, las personas pueden asumir
otras en las interacciones dialógicas, de ahí que poner de relieve la importancia sustantiva del
interconexiones más empáticas con cada uno de los actores educativos que integran las
están entramadas de una manera cohesiva y coherente con la finalidad de poder hacer más
comprensivo el hilo argumental del asunto en cuestión. Asimismo, vale la pena aclarar que, el
documento está imbricado dentro de una tipología híbrida porque dentro de su contenido se
también es relevante indicar que el tema focal del presente texto es la inteligencia emocional,
De acuerdo con el tema objeto de estudio, se dirá que, la gestión directiva como
operativos y financieros, sino también dirigir personas, en este caso, el talento humano, el
cual es crucial en la vida social de las instituciones, siendo una de ellas, la institución
educativa, la cual está integrada por sujetos de aprendizaje que dinamizan los ambientes y
climas escolares. Ahora, la dirección directiva y administrativa del talento humano, reviste el
manejo y el control de una mente racional y emocional, es decir, una educación de las
con los otros y las otras (Goleman, 2021). Como bien se sabe, las gestiones tanto directiva
emocional, dotado de una mente inteligente que le permita tomar decisiones acertadas para
comprender la complejidad que enfrentan a diario los sujetos de aprendizaje al interior del
papel que juegan las emociones en la vida personal es fundamental para correlacionarse con
los demás dentro de un determinado contexto social. Frente a ello, algunas organizaciones
habilidades mentales que un sujeto emplea dentro de su accionar individual y colectivo, ahora
importante indicar que investigaciones realizadas por Rockefeller (2019), Sluyter (1997),
Salovey (1997), Gardner (2018) y Goleman (2021), señalan que la inteligencia emocional, se
abordan dicho núcleo temático con el ánimo de propiciar y fomentar una alfabetización
emocional.
Frente a dicho tema, la escuela colombiana desde sus niveles educativos ha venido
estudiante), la cual se le dio mayor difusión en la pandemia y se trabaja con tres secuencias
didácticas: Conmigo mismo, con los demás y con nuestros desafíos. La tercera, es el
programa Emociones para la Vida, para estudiantes de básica primaria, al igual que, el
anterior se trabaja a través de tres secuencias didácticas: Mi mundo emocional, En los zapatos
En consecuencia, se debe decir que son muchos los Centros (Centro de Estudios del
planetario con el fin de favorecer las relaciones interpersonales de los sujetos de aprendizaje
desde temprana edad, dado que una escuela pacífica, es un contexto armónico, donde se
puede cohabitar con los demás, pensando en un bienestar tanto sociológico como psicológico.
En otras palabras, una escuela ordenada garantiza la convivencia escolar de los unos y de los
otros. Seguidamente, se pasa a profundizar sobre cada una de las subcategorías temáticas.
La casa desordenada
Como docente de aula se añora, algún día poder escalar la cima de lo que muestra la
referente al desempeño para así ocupar un cargo directivo, de esta manera se pudo fungir
como coordinadora académica y disciplinaria, durante doce años, en un cargo directivo que se
inmediato, era como hacerle la tarea y tenía que hacerse lo mejor posible, pero con la
limitante que en la práctica no se contaba con la suficiente libertad y autonomía para hacer
significativos, soñar, proyectar y llegó el día de asumir el gran reto: Ser el directivo en jefe de
mezclan de una manera confusa, porque se llega con ideas pre-concebidas que poco a poco se
van desdibujando por lo complejo del engranaje que supone semejante empresa humana. Tu
Es difícil no preguntarse: ¿en qué entorno se ha metido? Porque con el paso del
comunicativo, al introvertido, al que llega tarde, al que tiene una excusa para todo, al
dadivoso, al que le saca el cuerpo a todo, al que pide permiso por todo y para todo , al que
siempre amanece enfermo los lunes, al que le encanta celebrar los cumpleaños, al que mete
cizaña, al que nunca le gustó nada, al que siempre arregla el internet, al que discute por todo,
al que se ríe a carcajadas, al deportista, al que no le hace gracia nada (amargado) y con
luchando por mantener cierto territorio que de alguna manera les permite perpetuarse en
Esta es la herencia que recibe un directivo docente en una institución del Estado, la
casa revolcada, un panorama que provoca emociones encontradas, pero sin duda un aliciente
para montarse en el barco, tomar el timón e invitar a todos que tomen posición para iniciar a
navegar en alta mar y a partir de allí re-pensarse en una nueva escuela desde una mirada
positiva y acogedora porque desde el corazón todo absolutamente todo es posible, para soñar
y seguir soñando en una escuela con los cimientos aferrados a la tierra y no patas arriba.
Ya cuando todos están en el barco, navegando en alta mar, es hora de poner en orden
a la casa, por tanto, hay que iniciar por el centro para que se movilice la energía y devenga,
dándole sentido a todo, mediada por esa emotividad que da vida, que mantiene expectante a
los otros y a las otras para relacionarse de manera proactiva, donde cada sujeto sea un agente
precisamente desde la gestión directiva donde se debe encaminar el liderazgo que hará
comunidad, de ahí que, se requiere de manera urgente asumir entre todos los agentes
Sin lugar a dudas, este tipo de liderazgo involucra la capacidad de conducir a los
miembros de una comunidad u organización hacia el logro de las metas misionales. Es así
comportamentales en el manual de funciones, que se refieren a las actitudes, los valores, los
Art.2.4.1.5.2.5. Decreto 1075 de 2015, las cuales tienen una incidencia en las habilidades
las emociones para pensar con lucidez y precisión, autorregulación del comportamiento y las
actitudes, capacidad de escucha activa, ser capaz de entender al otro y ponerse en su lugar
llevará a mantener la curiosidad de aprender cosas nuevas en la travesía del día a día.
Otras habilidades no menos importantes que debe desarrollar un líder directivo en una
dificultades, problemas. El entusiasmo que le permitirá tener una actitud positiva y optimista
siempre mirar hacia adelante, poner límites, rodearse de personas proactivas, no engancharse
con cosas insignificantes que quitan tiempo y energía, al contrario, instaurar prioridades para
dar trazabilidad a las acciones importantes y significativas para los procesos. Toma de
sucesos, problemas, proyectos; sus criterios de selección y habilidades para elegir las mejores
muchos autores Gardner (2018), Goleman (2021) y Salovey (1997) que dan cuenta de su
versatilidad y relación intrínseca con los procesos cognitivos los cuales se ponen de
manifiesto en los diferentes escenarios donde cohabita el ser humano siendo mucho más
visible en el contexto educativo, donde hay una comunidad amplia conformada por
Contraloría, Defensoría del Pueblo, Secretaría de Salud, Fiscalía, entidades privadas, entre
Tanto es así que, los postulados de Mayer, Slovey y Caruso (2000), coinciden en
señalar que la inteligencia emocional se debe percibir mínimo de tres formas, como
movimiento cultural, como rasgo de la personalidad y como habilidad mental. Con respecto a
mismo tiempo para trabajar con comunidades indígenas (Embera Chamí), comunidades
afrodescendientes y mestizas donde la cultura, costumbres, modos de vida son diversos. Sin
duda son experiencias de vida enriquecedoras porque se constituye en una forma de aceptar al
inteligencia práctica que ha acrecentado habilidades claves para reconocer problemas en las
de soluciones asertivas.
clima laboral y del aula, que además de favorecer la autenticidad de la comunidad educativa,
son piezas claves para el avance y perfeccionamiento de los diferentes procesos directivos o
espacios laborales se trabaja el proyecto de vida personal, donde se abordan temas sobre
colaborativo, buscar ser más felices, debido proceso en las situaciones conflictivas de
convivencia tanto personales como con estudiantes y comunidad. Conformación del comité
reuniones una vez al mes para realizar actividades recreativas; se da importancia al buen
docente.
inteligencia emocional porque es de vital importancia para que fluyan los procesos asociados
a esta área por cuanto implica interacciones permanentes con la comunidad educativa. Se les
hábitos saludables de trabajo como hacer pausas activas, organización de agenda de trabajo
escolar.
diversas interacciones entre estudiantes y entre éstos y los docentes, las cuales determinan el
académico. Desde esta perspectiva, “la educación emocional puede tener efectos positivos en
la prevención de actos violentos, del consumo de drogas, del estrés, y de estados depresivos”
(Bisquerra, 2001, pág.26). Es por ello que la institución educativa le apuesta a la educación
desde preescolar, básica primaria y secundaria hasta la media académica donde se trabajan
talleres y aplicación de test para elegir de manera asertiva carreras, profesiones y trabajos
emociones, manejo del estrés. En los zapatos de los demás: Toma de perspectiva, empatía,
los que se destacan el consejo de padres, y la escuela de familia, los cuales tienen como
propósito darles herramientas para que protejan y acompañen a sus hijos en las diferentes
institución educativa, la cual consolida una gran alianza desde donde se pretende disminuir
los factores de riesgos a los que se encuentran expuestos niños, niñas y adolescentes para que
las familias desde sus hogares promuevan entornos seguros que proporcionen afectos,
confianza y protección a sus hijos. El trabajo en la escuela de familia se aborda desde dos
tópicos que se complementan, los cuales son: proyecto de vida y cuidado, protección y
atención, promoción y prevención para niños, niñas y adolescentes según las normas
vigentes.
docente en una institución educativa, como máxima autoridad, debe ser un facilitador de
ambientes emocionalmente sanos, poseedor de habilidades comunicativas y capacidad de
escucha, que permitan dinamizar los procesos organizacionales, fortalecer los equipos de
trabajo, atender las diversidades y mantener una dirección efectiva del horizonte institucional.
miembros de la comunidad educativa, sino que también sienta las bases para una sociedad
exige la puesta en marcha de estrategias organizacionales que propendan por mantener una
armonía tanto de los ambientes como de los climas educativos, para ello, es indispensable que
el directivo asuma el rol de agente emocional con una mirada abarcadora de la realidad social
la búsqueda de estrategias para promover una convivencia escolar pacífica que minimice
Asimismo, al adoptar la educación emocional como parte integral del currículo, los
serán agentes de su propio bienestar, sino que también estarán más dispuestos a entender y
niñas y adolescentes con la finalidad de que los sujetos de aprendizaje tengan la capacidad de
activar tanto la mente emocional como la mente racional en situaciones complejas que exigen
Finalmente, la educación de las emociones sienta las bases para un futuro laboral
individuos más capacitados para enfrentar los desafíos del mundo laboral y social.
Referencias bibliográficas
Editorial.
intelligence”. USA.
Estados Unidos.
Capítulo 2
It is aimed at young populations that receive, or should receive, a comprehensive training that
assertively includes emotional education in their learning process. It is assumed that these
initial stages of schooling, base in many ways the essence of the academic and personal
structure of the students, therefore it is unavoidable to continue considering education, devoid
of emotional intelligence. A few decades ago, many authors have submerged us in the world
of education and emotional intelligence, pointing out the unavoidable benefits that it brings
for both actors in education: teacher - student; It is time and time to establish such education
in educational processes.
Todos los seres humanos sin excepción, en el proceso de aprender y formarse desde
tempranas edades, pasan por manos de muchos educadores quienes contribuyen de múltiples
formas a través de sus didácticas y estrategias a dicho proceso de educación y formación; esto
enmarca el hecho que, en dicho proceso, cada persona se vea afectada relativo a las
experiencias vividas con y por la gran cantidad de profesores con los cuales hayan tenido
contacto en las diferentes etapas escolares. Con seguridad, rutinas innumerables y de distintas
connotaciones, para muchos dignas y agradables de recordar, para otros la situación pudiera
ser contraria, en algún momento de su vida estudiantil.
Para recordar un poco el contexto legal en el que está sustentada la educación como
derecho fundamental de todo ciudadano en nuestro país, es necesario citar, que “La
educación formará al colombiano en el respeto a los derechos humanos, a la paz y a la
democracia; y en la práctica del trabajo y la recreación, para el mejoramiento cultural,
científico, tecnológico y para la protección del ambiente” (Constitución política de Colombia
de 1991, en su artículo 67); también se considera que “Toda persona tiene derecho a la
educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción
elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria” (Declaración universal
de los derechos humanos de 1948, en su artículo 26) y finalmente apuntar como “Objeto de
la ley. La educación es un proceso de formación permanente, personal, cultural y social que
se fundamenta en una concepción integral de la persona humana, de su dignidad, de sus
derechos y de sus deberes” ( Ley general de educación 115 de 1994, en el título I artículo 1°)
Con todo lo anterior, es necesario considerar que a pesar de tener garantizado por derecho
propio un lugar en los espacios escolares, no significa esto tener la seguridad de poder
acceder a una educación con calidad plena, dado que, esta depende de diversos aspectos que
competen al estado y a los estamentos encargados directamente de regir, reglamentar y dotar
entre otros, las instituciones educativas para que la educación realmente resulte ser de
calidad; pero aquí entra en juego la creatividad, el amor, los conocimientos y el compromiso
con que el docente de básica primaria asume su rol, para suplir de muchas maneras las
falencias y carencias que por parte de las esferas gubernamentales se hace presente en las
escuelas; son los docentes en muchos casos, con sus grandes esfuerzos de todo tipo, quienes
logran hacer de la educación para los niños, una educación pertinente y contextualizada a las
realidades que circundan la vida de los mismos.
Cuando se menciona el hecho de que todas las personas en sus vidas escolares, toda
carrera y todo profesional requiere de la presencia y participación de la figura del docente, se
hace alusión a la importancia que reviste el rol del maestro en la vida de cada ser humano.
Cada maestro ejerce una gran influencia en sus estudiantes considerando el poder que
trae consigo su quehacer en el aula en su cotidianidad, hecho que se manifiesta en el acto
mismo de motivar y generar imaginación, curiosidad y reflexión; el incentivar y estimular el
potencial individual de cada mente y cada corazón que habita un lugar por un corto lapso de
tiempo o durante meses, en su reducido por lo regular, salón de clases; el rescatar del tedio,
conflictos personales y/o familiares, dudas e indecisiones; el fomentar la ilusión y el deseo de
vivir y reconstruir los sueños que con la fatiga del día a día se suelen empañar; el sufragar en
el caso de algunos estudiantes la alimentación de la cual carecen, para poder enfrentar al
menos con esa necesidad resuelta, su jornada escolar…el rol del maestro encara como se
puede apreciar muchas facetas, no es tan solo un multiplicador o dador de conocimientos…
Su labor por lo tanto, trasciende de lo académico a lo emocional y psicológico.
Lo cierto es que, en el aula escolar quien tenga como profesión la educación o quien
haya ejercido en algún momento de su vida el rol de la enseñanza, ha constatado que limitar
la función en el salón de clase a la exclusividad de la transmisión de conocimientos, es una
falacia; tenemos como sujetos de la educación a personas con diversidad de carácter,
necesidades, intereses, dificultades, fortalezas, etc., limitar la práctica pedagógica sólo al
cumplimiento y desarrollo de planes de estudio, sería el equivalente a ignorar un vasto
universo de estrellas para solo contemplar el suelo que se pisa.
La realidad del docente de básica primaria (y con seguridad de los docentes que tienen
a cargo los grados superiores hasta la docencia universitaria), implica tener en el aula a
estudiantes que llegan a sus clases como se ha mencionado en párrafos anteriores, sin tener
satisfechas ni siguiera sus necesidades fisiológicas de alimentación, esto es, niños y jóvenes
que deben enfrentar una jornada académica sin el sustento alimentario necesario o mínimo
para poder asumir dicha jornada con la disposición requerida para lograr un aprendizaje real;
tener asegurado un cupo en la escuela por derecho propio como ya se ha dicho anteriormente,
no significa tener asegurado los requerimientos más básicos o mínimos en muchos casos,
para lograr que puedan alcanzar el objetivo del aprendizaje…este es otro tipo de argumento
que imposibilita el hecho de ceñirse en el aula al solo hecho de brindar contenidos a los
estudiantes, ¿Cómo ignorar durante el desarrollo de la práctica pedagógica en el aula, a los
niños de los cuales somos conocedores de su paupérrima situación? Sería un acto que se
contrapone absolutamente a los objetivos de una educación integral y con dignidad, un acto
además que solo podría hablar de la insensibilidad y poca humanidad de quien asume estas
posturas en el aula, frente a sus estudiantes y su labor misma.
Los estudiantes del siglo XXI son distintos, se requiere por lo tanto maestros
igualmente distintos, con una formación que sea equitativa y pertinente a las necesidades,
intereses, conflictos y preferencias de los niños en la actualidad. Muchos de ellos, carecen de
figuras de autoridad, modelos y proveedores de cariño y valores, que fortalezcan sus
dimensiones humanas y sociales; infantes huérfanos aún con padres presentes en casa: con el
agravante de la necesidad de trabajar y el uso de los dispositivos tecnológicos que terminan
por desplazar a los niños del mayor interés de los padres. La escuela por lo tanto, y sus
maestros, se convierten para ellos, en los espacios y las personas por quienes son apreciados
y tenidos en cuenta; este argumento revitaliza la imperiosa necesidad de fortalecer la
formación de los maestros en dimensiones más humanas, que suplan las carencias que
experimentan los jóvenes y niños en sus contextos familiares.
Como se puede apreciar, la figura del maestro continúa siendo vital y de gran
importancia en la vida de los seres humanos, desde dimensiones diferentes a la académica, si
así se quiere estimar.
La frase anterior retomada del texto de Bauman, sirve de base para desplegar las
ideas que surgen frente al reto que implica el darle un nuevo comienzo o reinicio al rol
docente de básica primaria en el escenario educativo, basada en el potente y necesario camino
de la inteligencia emocional, del despertar del cerebro emocional que tan adormecido y poco
útil permanece solo hasta el mismo momento en que se logra hacer consciente de su real y
científica presencia…¡Qué existencia tan desperdiciada y poco productiva en pro del
bienestar propio y de los demás!, cualquiera que sea el tiempo vivido lejos de su influencia,
pero igualmente ¡que espléndida vida aguarda! indistintamente, sin importar la cantidad de
tiempo relativo que se pueda disfrutar, bajo su sutil, necesaria y anhelada atribución.
Antes de sumergirnos en el tema que convoca este texto sobre las bondades de la
inteligencia emocional en el contexto educativo, considero importante mencionar
someramente y a manera de provocación sobre el tema, de qué se ocupa cada uno de los tres
cerebros de los cuales se hizo mención anteriormente, el cerebro reptil, el emocional y el
racional: el cerebro reptil es un cerebro centrado en suplir el instinto de supervivencia y
necesidades básicas, no piensa, actúa; el cerebro límbico o emocional es el responsable de
toda actividad creativa, de motivar la acción, de movilizar al ser humano, piensa y siente; y
finalmente el cerebro neocórtex o racional que filtra bastante nuestros impulsos emotivos,
pero al mismo tiempo este cerebro emocional le imprime fuerza.
Hablar de la necesidad de enrutar hacia el norte de la inteligencia emocional, requiere
igualmente plantearse la emancipación de los efectos del cerebro reptiliano, que es por mucho
un asunto complejo, y lo es más aún, cuando se desconoce su presencia y las consecuencias
devastadoras cuando se le delega el timón que dirige las acciones y decisiones… Es
subyugante, amo y señor de la existencia, que se torna pobre, limitante y limitada a su
merced, protagonista de la inconsciencia, cuando se ignora el poder que conlleva.
Cuando se retoma comentarios como los de hace Richard Sennett en Bauman, sobre
imaginarse una vida de impulsos momentáneos, sin hábitos, pienso en una vida basada solo
en la influencia del cerebro reptil, es decir, y como también lo comenta el mismo autor: es
imaginarse una vida insensata, sin más posibilidad que la agresión como respuesta a muchas
de las situaciones cotidianas y con la armadura y herramientas de lo bélico y lo irracional
para vivir.
Como se puede observar, ya existe además del cerebro reptil, un agente externo que
esclaviza y limita igualmente la manera de ver y vivir la vida cotidianamente…la inteligencia
emocional recobra entonces a este punto, gran importancia dado todo el aporte que hace
sobre el autoconocimiento y autocontrol (Daniel Goleman, 1998) solo por citar algunos de los
aspectos que contempla este autor, la gestión y la comprensión de las emociones y la
utilización de las mismas para facilitar el pensamiento (Salovey y Mayer, 1997), las
habilidades sociales y emocionales intrapersonal, interpersonal, manejo de estrés entre otros
(Bar – On, 1988 – 2000) y sobre los que tienen gran afectación de aciertos en el trato de la
vida propia y la de los otros.
Salirse de la zona de confort que propone el cerebro reptil, y que literalmente no lo es,
y atreverse como lo dice Erich Fromm en Bauman (2000), a arriesgarse a dar un paso
adelante y probar su suerte refiriéndose precisamente, a dejar de lado los rituales de vida que
no generan resultados distintos a lo instintivo e impulsivo, sin actos de conciencia y
momentos de pausa para pensar y retomar, es entrar en dinámicas que confluyen en bienestar,
en una vida mejor, más tranquila y asertiva. Dinámicas y herramientas estas que no requieren
una gran inversión, pues consciente o no, el ser humano está provisto de todo lo necesario
(inteligencia emocional), para vivir una vida por todos anhelada: tranquila, próspera y feliz.
Aunque hace ya unas décadas que muchos autores han abierto la posibilidad de
repensar la educación desde otros ángulos más humanos, cierto es que la realidad que
circunda a los contextos educativos, es de resistencia frente al tema de la educación
emocional.
- Por último, dado que la educación debe ser un proceso integral, donde cognición y
emoción constituyen un todo, estos dos componentes del proceso educativo no deben
ser vistos como los extremos de un intervalo que define la vida de las personas, sus
conductas o comportamientos. La cognición y la emoción constituyen un todo
dialéctico, de manera tal que la modificación de uno irremediablemente influye en el
otro y en el todo del que forman parte. Por ello en el aula muchas veces el aprender
depende más de la emoción que de la razón con que se trabajan los objetivos del
aprendizaje, y se actúa sobre los mismos. Todo esto nos conduce a señalar que, si se
gana el corazón del alumno o de la alumna, el aprendizaje está prácticamente
asegurado. (Retana J. A, 2012).
Referencias Bibliográficas.
El propósito de este escrito es reflexionar sobre la labor del docente orientador y provocar
pesquisas sobre el análisis de su labor en el ámbito educativo de las instituciones públicas a
nivel de básica secundaria y media, lo que transversaliza la atención individual en lo
concerniente a la prevención y promoción, la asesoría a la familia, y el acompañamiento a
docentes. En lo cual surge el fomento de herramientas que promuevan el uso asertivo de
emociones, como un espacio medio entre la formación académica y las vivencias propias del
individuo en sus ambientes naturales.
Los aportes de Gardner (1995) y Goleman (1995) llevan a ampliar la lectura del proceso
educativo, al asumir que el componente emocional transversaliza todos los ámbitos de
aplicación del deber ser del proceso enseñanza y aprendizaje, constituyéndose en una
invitación, ésta es evitar ser visto como un acicate propio de la orientación escolar, sino como
un factor que debe ser promovido por todos los agentes que participan en el ámbito escolar.
La labor del docente orientador se encuentra enmarcada en unos retos constantes, uno
de los cuales es la atención individual del estudiante, procurando en términos de Omaira
Lessire(2010):
"… que el joven pueda enfrentar los nuevos retos del factor humano en el mundo de
la globalización, los cuales son traducidos de la siguiente manera: capacidad de
comunicación, flexibilidad ante los obstáculos que se presenten en la vida, dominio de
la información para el manejo de nuevos conocimientos, enfrentar cambios y desafíos,
habilidad para relacionarse con los demás, facilidad de trabajar en equipos, visión
sistemática, aceptación de sí mismo y aceptación de los demás, creer en la capacidad
de otros y capacidad de transformación" lo que reta el ejercicio de la orientación
escolar que parte del individuo mismo, para conocerse y aceptar”( p.8)
Respecto a lo anterior, Autores recientes como Howard Gardner con su teoría de las
inteligencias múltiples tiene mucho que decir, sus estudios se basaron en el estudio sobre la
“naturaleza del potencial humano y su realización” (Fernández R, 2013), en este sentido
refiriéndose a la inteligencia como el potencial biopsicológico para procesar información, que
puede ser estimulado por los ambientes propios de cada individuo, y en este sentido llega a
decir que no todos somos iguales y por tanto promueve un fuerte concepto de diversidad en la
educación, la cual debe adaptarse para potenciar las capacidades individuales.
Por lo anterior, se puede decir que se hace necesario entonces generar una cultura de la
orientación y en tal sentido parece lógico pensar que se deben propiciar espacios con otros
agentes que por su importancia se articulen a objetivos comunes, estos son docentes y
familias.
Dice la UNESCO por medio de la Guía Reconstruir sin ladrillos (2017), anotando la
necesidad de la práctica de las competencias socioemocionales y el importante papel de los
espacios escolares en su desarrollo, “estas competencias socioemocionales requieren de una
práctica constante con el otro, no pueden desarrollarse de manera individual, por tanto, la
escuela es un lugar privilegiado donde confluyen pares que a la vez son diversos. El lugar
perfecto para aprender a convivir.”(pág,25), en consecuencia, siendo la escuela ese espacio de
aprendizaje de convivencia, la orientación escolar es la brújula para promover estas
competencias en niñas, niños, adolescentes y jóvenes, en corresponsabilidad con los demás
actores de la comunidad educativa.
De la asesoría a la familia
Lo anterior conlleva a continuar con la reflexión sobre la labor del docente orientador
que bordea dichas encrucijadas. Marca una serie de tendencias que apoyan el desarrollo
individual, de las habilidades y competencias que sirvan de base para el adecuado
aprovechamiento escolar. Lo que supone la necesidad de realizar un trabajo educativo
dirigido a la población de acudientes, de forma que puedan prevenirse los problemas de
desadaptación y bajo rendimiento escolar, que se evidencian como consecuencia de las
inadecuadas prácticas educativas familiares. O por el contrario por el adecuado uso de la
prácticas educativas de cuidadores a causa de la supervivencia de nuestro repertorio
emocional que “quedaron grabados en nuestros nervios como tendencias innatas y
automáticas del corazón humano” (Goleman, 1995, pág. 40).Y cuando habla de corazón, lo
asume como una convicción diferente al pensar.
Por lo anterior y en miras de una formación integral del proceso educativo, se hace
necesaria la toma de conciencia del proceso de enseñanza-aprendizaje como un acto
reflexivo, relación que conlleve a la necesidad de una enseñanza situada, que centren la
atención con ideas potentes, vinculación de contenidos, clarificación de metas y proporción
de las bases de aplicación auténticas. Estrategias que desde lo académico contribuyen al
reconocimiento de la importancia del clima emocional positivo en cada uno de los miembros
del sistema educativo y en su forma de interacción en la misma, asumiendo así a la
educación como una actividad social.
Conclusiones
Referencias bibliográficas
Capítulo 4
Resumen
El presente texto, pretende ilustrar cómo la humanidad se enfrenta a un reto del que poco se
habla y profundiza, pero que se proyecta como una gran problemática a nivel mundial: el
analfabetismo emocional.
Esta carencia se podría definir como la falta de una correcta educación del mundo de las
emociones y sentimientos (Catret, 2001). Es un término nuevo, reciente y estudiado con
mayor fuerza en este nuevo milenio. Es por ello que, todos los niveles educativos deberán
incursionar en esta problemática actual, y desde sus apuestas por la formación integral,
desplegar estrategias de alto impacto para iniciar con esta prioritaria tarea.
Específicamente el texto abordará cómo la educación superior juega un papel preponderante
en el desarrollo de las competencias socioemocionales de los futuros profesionales, poniendo
de manifiesto lo poco o nada que la actual normativa de Educación Superior en el país
presenta al respecto.
Finalmente, se realiza una reflexión sobre las competencias que a futuro tendrán mayor
impacto en el mundo empresarial, encontrando competencias que pasarán de haber transitado
tímidamente por los currículos universitarios, a ser las protagonistas de todos los modelos
formativos.
Abstract
This text aims to illustrate how humanity faces a challenge that is rarely talked about and
deepened, but that is projected as a major problem worldwide: emotional illiteracy.
This deficiency could be defined as the lack of proper education in the world of emotions and
feelings (Catret, 2001). It is a new, recent term and studied with greater force in this new
millennium. That is why, all educational levels must venture into this current problem, and
from their bets on comprehensive training, deploy high-impact strategies to start with this
priority task.
Specifically, the text will address how higher education plays a leading role in the
development of the socio-emotional skills of future professionals, highlighting how little or
nothing the current Higher Education regulations in the country present in this regard.
Finally, a reflection is made on the competences that in the future will have the greatest
impact in the business world, finding competences that will go from having timidly passed
through the university curricula, to being the protagonists of all the training models.
El llamado tercer mundo siempre ha librado una gran lucha contra el analfabetismo.
Manteniendo un continuado aumento de la alfabetización en las últimas décadas; encontrando
actualmente cifras muy positivas que evidencian que la tasa de alfabetización alcanza el 94%
en adultos y el 98% en jóvenes. Son cifras alentadoras. Pero tal vez, el panorama cambiaría
drásticamente si se centrara la atención en otro tipo de analfabetismo que pudiera ser más
grave que el primero: el analfabetismo emocional. Esta carencia se podría definir como la
falta de una correcta educación del mundo de las emociones y sentimientos (Catret, 2001). Es
un término nuevo, reciente y estudiado con mayor fuerza en este nuevo milenio. Educar
emocionalmente debería ser la base de cualquier nivel formativo, pero llama la atención
como los empresarios y sector real, reclaman cada vez más perfiles y egresados universitarios
que tengan mayores capacidades emocionales y competencias para liderar, tomar decisiones,
negociar, relacionarse y afrontar los cambios constantes y rápidos del mundo contemporáneo;
dando mucho más valor a este tipo de competencias que a las propias competencias y
habilidades técnicas o de conocimiento.
Para el año 2020, el exgobernador de Antioquia Luis Pérez Gutiérrez hacía un duro
llamado a la sociedad:
Una crisis que se evidenció con mayor fuerza tras dos eventos que marcaron a
Colombia en los últimos años: la pandemia y el estallido social del año 2021. ¿Qué papel
había jugado el sector educativo en la formación de jóvenes integrales, líderes, reflexivos y
mentalmente sanos?, ¿Estaban los profesores preparados para ejercer la docencia en este
nuevo contexto?, y un ingrediente más: Quienes toman decisiones, definen estrategias y
regulan el ejercicio de la educación superior en Colombia ¿Eran conscientes de la
importancia de educar integralmente desde un ejercicio responsable?. Evidentemente,
afirmar que las instituciones de educación superior del país han garantizado el desarrollo de
competencias socioemocionales, sería un tema muy debatible.
En el modelo de bienestar que el MEN (2019) establece para las IES (Instituciones de
Educación Superior), tal vez, lo enuncia mucho mejor que el apartado de aspectos
curriculares, sin embargo, estas dos referencias no son suficientes para desplegar modelos
fiables y rigurosos que permitan el objetivo de formar integralmente y desarrollar
competencias en los estudiantes para el manejo de sus emociones, donde lo único que abarca
es el “facilitarle a la comunidad institucional el desarrollo integral de la persona y la
convivencia” (Ministerio de Educación Nacional, 2019).
Muy probablemente sea este olvido en el tiempo, el que pasa hoy factura en el país.
Las famosas llamadas brechas de competencias existentes entre las capacidades de los recién
egresados y el mundo laboral son cada vez más citadas y notorias. No es difícil encontrar
ingenieros que poco o nada saben sobre el manejo de sus emociones, tampoco es difícil
encontrar administradores que sienten morir cuando de defender una idea o hablar en público
se trata; y más grave aún, cada vez es más fácil encontrar profesionales con graves
enfermedades psicológicas, donde la depresión, la ansiedad y el estrés los alejan cada vez
más de la promesa de valor de las universidades; que cuánta habilidad han desarrollado para
escribir tomos completos sobre cómo formar integralmente a sus estudiantes y cómo
garantizan formación basada en el desarrollo de competencias sociales y valores. Muy bien
escritos, eso sí, pero poco aplicables a la realidad.
El panorama a corto plazo pudiera ser aún más crítico. La globalización y los veloces
cambios que la tecnología ha traído en la sociedad, reclamarán a una velocidad cada vez
mayor este tipo de competencias y manejo de emociones. De hecho, en un reciente estudio
del Foro Económico mundial, presenta las competencias y habilidades que serán relevantes y
más demandas al 2025, resaltando que dentro de estas se encuentra la inteligencia emocional:
(FORO ECONÓMICO MUNDIAL, 2020):
Sin embargo, así se hable de que la calidad debe tener como premisa la educación
emocional, nulo o poco es lo que el Ministerio de Educación Nacional (MEN) postula sobre
la educación emocional y su relación con la calidad de la Educación Superior. Importantes
normas que deben seguir las IES se centran en factores de calidad predominados por aspectos
de infraestructura física, tecnológica, medios educativos, hojas de vida de los profesores,
resultados investigativos, contenidos curriculares, pertinencia del programa, entre otros. Pero
¿dónde se da protagonismo a lo emocional?, es evidente la fractura entre el ideal equilibrio y
complementariedad entre razón y emoción, donde el conocimiento y las emociones se
interrelacionan (Sastre & Danvila, 2010). Situación que se agrava si se tiene en cuenta que la
mayoría de los docentes universitarios no tienen como base de formación profesiones
relacionadas con la educación o la pedagogía, sino, que son ingenieros, administradores,
Contadores y economistas, que no están preparados para conectar y educar emocionalmente a
sus estudiantes; formados por escuelas racionalistas donde lo cuantitativo es lo único que
vale; un esquema que al ser el único conocido por el docente, se sigue replicando en el
tiempo:
“las mallas curriculares están cada vez más orientadas a una concepción tecnicista
de la pedagogía, donde los docentes en formación pueden llegar a ser buenos
expertos en los contenidos procedimentales de su especialidad; sin embargo, el
entramado de la formación inicial, en la mayoría de los casos, no considera los
aspectos sociales, afectivos y sobre todo emocionales del proceso de aprendizaje.”
(Costa, Palma, & Salgado, 2021, p.1)
Es así como se puede concluir que se requieren modelos y propuestas académicas que
permitan una educación emocional en las IES, porque a hoy el camino es incierto, y así como
se desarrollan teorías y propuestas para alcanzar altos estándares de calidad, tiene que
concebirse la educación emocional como un factor de calidad como tal, que se desarrolle
desde el inicio de un programa de formación durante los 4 o 5 años de duración del mismo,
sea intra o extracurricularmente, y tome el mismo protagonismo que los conocimiento
teóricos han tenido en la historia. Esto sin olvidar al actor protagónico en el objetivo: el
docente. Sería inconcebible pensar que un educador que desconoce las emociones, su manejo
y desarrollo, pueda formar emocionalmente a sus estudiantes, sería como si un profesor de
matemáticas no supiera matemáticas, pero pretendiera dejar bases sólidas de dicha disciplina.
Tal como concluye García: ”un educador emocionalmente inteligente y un clima favorable en
el aula son factores esenciales para el aprendizaje” (García, 2012).
Referencias bibliográficas
En primera medida, se realiza una descripción bibliográfica del concepto de usabilidad TIC
desde Cobo (2016) a través de un recorrido que inicia en el 2019 previo al confinamiento y se
realiza alrededor de características como conectividad, capacitación y lineamientos del
Ministerio de Educación y Ministerio de Tecnologías de Colombia (2013), para continuar con
un análisis desde la razón de Kant (1781) y Goleman (1995) con el fin de identificar las
relaciones entre la inteligencia emocional y el aprendizaje; finalmente, con base en la
investigación realizada por el grupo de Comunicación Educativa de la Universidad
Tecnológica de Pereira y la revisión bibliográfica, se desarrolla un análisis de las relaciones
emergentes a partir del confinamiento y la formación teleasistida y su impacto en el
desarrollo de clases universitarias actuales, planteando una discusión alrededor de los puntos
en común y distanciamientos en las prácticas educativas.
In this context, the present text endeavors to reflect on the emergent relationships in the realm
of higher education, where ICTs, acting as cognitive bridges, exert a profound influence on
the reinforcement of emotional and cognitive skills, enabling students to tackle challenges
both within and beyond the classroom.
The first step involves a bibliographical account of the concept of ICT usability, tracing back
to Cobo (2016), starting from the pre-confinement era of 2019. This exploration encompasses
critical aspects such as connectivity, training, and guidelines set forth by the Ministry of
Education and the Ministry of Technologies of Colombia (2013). Subsequently, an analysis is
conducted, drawing upon the reasoning of Kant (1781) and Goleman (1995), aiming to
identify the interplay between emotional intelligence and the learning process.
Finally, building upon research conducted by the Educational Communication group at the
Technological University of Pereira and a comprehensive literature review, an analysis of the
emergent relationships stemming from the period of confinement and tele assisted education
is undertaken. This analysis sheds light on their impact on the current university teaching
practices, paving the way for a discussion of commonalities and divergences in educational
approaches.
Este escrito pretende entonces, a partir de una investigación desarrollada por el grupo
de investigación “Comunicación Educativa” y su proyecto “Aula invertida y pantallas: del
aprendizaje heterónomo al aprendizaje autónomo” financiado por la Vicerrectoría de
investigaciones, innovación y extensión de la Universidad Tecnológica de Pereira, reflexionar
alrededor de las habilidades emergentes en estudiantes universitarios posterior a la pandemia,
y para ello, se abordarán temáticas que permitirán discutir alrededor del Pensamiento
emergente en la era digital desde las relaciones del uso y apropiación de las Tecnologías de
Información y Comunicación y la inteligencia emocional para determinar habilidades del
pensamiento que se fortalecen de manera emergente posterior al confinamiento ocasionado
por el COVID-19.
Sin embargo, surgen dudas con este paso de nivel en época de confinamiento frente al
rol de la tecnología en la educación superior específicamente, ¿la tecnología suple las
necesidades de formación propias del contexto?, ¿qué rol adquiere la tecnología en los
procesos de enseñanza durante y posterior a la pandemia?, ¿se considera la tecnología un
puente cognitivo en la educación? Interrogantes que se van respondiendo a medida que
transcurre el tiempo luego del confinamiento y se identifican las nuevas formas de usar la
tecnología para el aprendizaje.
En términos de conectividad y según los más recientes estudios realizados por el
Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en 2020 el país ha tenido
avances positivos encaminados a la meta del Gobierno nacional de conectar el 70 % del país.
En este sentido, El DANE reveló que en 2020 se registró un avance histórico en ampliación
de cobertura al lograr los 9,2 millones de hogares conectados en el territorio nacional, lo que
significa un avance de 56,5 % en el año, superior en 4 puntos al 2019.
Para lograr entender estas características, se deben identificar las formas de uso y
aplicación en el desarrollo de las habilidades cognitivas, informáticas y de comunicación
(Cobo, 2006), que le permitan por un lado al docente realizar su práctica educativa con mayor
eficacia y eficiencia, como son los recursos integrados a las clases:
Imagen 5: ¿Cuáles herramientas se han vinculado en las clases universitarias?
Frente a los criterios de selección de estas herramientas, los docentes tienen como
prioridad:
Es por esta realidad socioemocional, que comenzaron las preocupaciones por las
repercusiones de las emociones de estudiantes y docentes en los procesos de enseñanza y
aprendizaje en el ámbito universitario posterior a la pandemia.
Las emociones predisponen a los individuos a una respuesta organizada en
calidad de valoración primaria (Bisquerra, 2001), esta respuesta puede llegar
a ser controlada como producto de una educación emocional, lo que significa
poder ejercer control sobre la conducta que se manifiesta, pero no sobre la
emoción en sí misma, puesto que las emociones son involuntarias, en tanto las
conductas son el producto de las decisiones tomadas por el individuo.
(Casassus, 2006).
Ante estas preocupaciones que se hicieron más evidentes durante y después del
confinamiento, se comenzó a analizar la influencia del pensamiento, las ideas y las
emociones en las prácticas académicas, y bajo este aspecto Kant (1781), considera que todos
los intereses de la razón, ya sean especulativos o prácticos, se combinan en las tres siguientes
preguntas: ¿Qué puedo saber? ¿Qué debo hacer? ¿Qué puedo esperar?, interrogantes que
permitirán analizar estas relaciones emergentes desde una postura de la razón.
La idea que los estudiantes y docentes son lo que piensan, podría tener validez desde
la perspectiva de cómo los pensamientos influyen en las acciones y comportamientos
individuales, de allí la reflexión sobre las consecuencias de la pandemia para los
comportamientos emergentes en el aula, impactando en la convivencia social e incluso, en las
interacciones entre estudiantes -estudiantes y estudiantes-docente. Así que el determinar si
una estrategia es “buena” o “mala” ya tiene un trasfondo diferente en los escenarios
educativos hoy en día, pues lo vivido durante el confinamiento, termina influyendo desde lo
individual en cada alumno y cada profesor, construyendo nuevas definiciones o conexiones
entre lo emocional y lo educativo.
● Comunicación: las formas para interactuar con los demás y con sí mismo, expresando
sentimientos y pensamientos coherentes con las necesidades individuales y sociales.
● Toma de decisiones: ayuda a reconocer y regular las emociones, lo que puede mejorar
en la capacidad para concentrarse y prestar atención a las actividades diarias.
● Resolución de conflictos: aporta en la comprensión y manejo de emociones negativas
en situaciones de conflicto, lo que puede resultar en el mejoramiento de la capacidad
para resolver problemas y trabajar en equipo para llegar a acuerdos intra e
interpersonales.
Al desarrollar la inteligencia emocional en los actores de los procesos de formación, se
podría entonces reconocer y regular las emociones y pensamientos, no desde lo que se piensa,
sino desde lo que se siente a partir de lo pensado, pues "la inteligencia emocional no se trata
de suprimir o negar las emociones, sino de saber cómo reconocerlas, expresarlas de manera
saludable y manejarlas de manera efectiva" (Goleman, 1995, pp 67).
Gestionar la complejidad al asumir que hay situaciones y acciones dentro del contexto
educativo con los que no se puede tener control y al contrario, sacarle provecho a lo
emergente de otras formas que permitan tener emociones “positivas”.
Aceptar que hay habilidades y destrezas que antes, durante y después de la pandemia
permanecen, que las emociones influyen en los procesos tanto de aprendizaje como de
enseñanza, y que las interacciones sea cual sea el escenario son vitales para los procesos de
formación.
Y por último, repensar la manera en que se desarrollan las habilidades son cambiantes, no
hay una única manera de fortalecerlas, con el cambio constante del mundo y la evolución de
las tecnologías, las habilidades permanecen.
Referencias bibliográficas
El presente ensayo hace un recuento de la política lingüística del inglés en Colombia en los
últimos 17 años. A través del análisis de los resultados en materia de suficiencia en la lengua
inglesa de los estudiantes de los niveles de educación secundaria y universitaria y una
comparación con la suficiencia de los estudiantes del programa de Licenciatura en
Bilingüismo de la Universidad Tecnológica de Pereira, se concluye que la política ha sido
infructuosa debido a que se ha centrado principalmente en el desarrollo cognitivo, pero no en
el desarrollo emocional. El artículo argumenta que el desarrollo emocional es esencial para el
aprendizaje, porque puede potenciar los desafíos con los que a los que posiblemente se
enfrenten los estudiantes en el aula de inglés.
Abstract
This essay recounts the English language policy in Colombia in the last 17 years. Through the
analysis of the results in terms of proficiency in the English language of the students of the
secondary and higher education levels and a comparison with the proficiency of the students
of the Bachelor's Degree in Bilingualism program of the Universidad Tecnológica de Pereira,
it is concluded that the policy has been unsuccessful because it has focused primarily on
cognitive development, but not emotional development. The paper argues that emotional
development is essential for learning because it can enhance the challenges that students are
likely to face in the English classroom.
inglés en Colombia.
del presente siglo, nadie cuestiona. Diferentes autores exponen de manera clara las razones
por las cuales la segunda lengua más aprendida en el mundo es la lengua inglesa (Ibrohimova
& Ziyaboyeva, 2022; Rao, 2019). Es así, como esta necesidad se ha visto reflejada en
Colombia no solo en el número de personas que han aprendido o han empezado a aprender
Sin embargo, como se ampliará más adelante, a pesar de los esfuerzos y adelantos, los niveles
llevado a los académicos a cuestionarse las razones, que tienen diferentes raíces. En el
presente escrito se busca hacer énfasis sobre una de estas razones que, aunque medianamente
explorada, no ha sido integrada dentro de los procesos educativos en segunda lengua. Este
pueda reflejar lo que ocurre con cualquier aprendiz de una segunda lengua.
de Colombia, que plantea las regulaciones en materia de suficiencia en lengua, y establece los
diferentes niveles a desarrollar por los estudiantes a lo largo de su vida escolarizada hasta
llegar a la universidad. La política lingüística del país, planteada en el marco de la Ley
General de Educación - 115 (1994, Congreso de la República de Colombia), plantea que los
Nacional de Inglés 2015-2025/Colombia, Very Well! En este último se confirman los niveles
de suficiencia en lengua inglesa que se han planteado en políticas anteriores, y que se buscan
y C1 para los pregrados en idiomas (niveles según el Marco Común Europeo de Referencia
políticas lingüísticas que están acordes con la normativa nacional en cuanto a los niveles de
suficiencia en inglés que deben tener los licenciados al egresar del programa. Mediante el
Acuerdo No. 15 del 2015, el Consejo Superior Universitario determina que los estudiantes
del programa deben egresar con nivel C1 según el MCERL, que deben demostrar con una
final, el Acuerdo plantea que en cuarto semestre los estudiantes deben demostrar suficiencia
aprueban las asignaturas a las que está ligado el examen, ellos no pueden continuar con su
exposición en horas a la lengua inglesa necesaria para alcanzar el nivel antes mencionado.
Así, los estudiantes de primero a quinto semestre, se exponen a 896 horas en asignaturas con
adelante, se espera que los estudiantes desarrollen la competencia lingüística por medio de la
llevan a cabo en relación con la lectura, escritura, y las demás habilidades del lenguaje. Esta
menos la primera vez que la presentan; esta información viene de los resultados de la prueba
de egreso administrada por el ILEX. Como muestra de lo anterior, en el primer semestre del
2023, de los 68 estudiantes que tomaron el examen, 37 obtuvieron la nota de ‘aprobado’. Esto
alcanzaron el umbral del nivel C1. Cabe aclarar, que el programa cuenta con un porcentaje de
egreso más alto que el porcentaje de la universidad, lo que permite dilucidar que la prueba no
solo sirve como mecanismo de regulación del nivel de inglés de los futuros licenciados, sino
que les sirve a ellos como insumo para implementar actividades de mejora que los ayuden a
dependiendo de cuál sea la dificultad que se presenta en cada caso. De hecho, el análisis del
consecutivo de los resultados muestra que un gran porcentaje de estudiantes que no aprueban
nivel de suficiencia que alcanzan los estudiantes del programa, también se ve reflejado en los
el promedio en esta sección de la prueba fue de 204, sobre 165 de la UTP; y en el 2022, el
promedio fue de 209 sobre 166 del promedio de la Universidad. La gran mayoría de los
estudiantes del programa están situados en el nivel máximo que evalúa la prueba, nivel 4.
La enseñanza y aprendizaje del inglés para los estudiantes del programa, es un tema
supremamente importante no solo porque el inglés es el saber disciplinar que deben adquirir
durante los cinco años de duración de la Licenciatura, sino también porque por medio de
avanzado. Esto, sin duda, suscita la emocionalidad en ellos lo que influye de manera directa
A1 (como se presenta un poco más adelante en este ensayo, la mayoría de estudiantes que se
gradúan de los colegios públicos no alcanzan el nivel requerido B1). Es por esta razón que el
programa está en este momento llevando un proceso de renovación curricular, que se espera
pueda mejorar no solo la malla curricular, sino los procesos de enseñanza y aprendizaje que
¿Qué pasa entonces con la suficiencia en inglés de los estudiantes de otros niveles del
los resultados de las Pruebas Saber 11 (prueba estandarizada administrada por el ICFES)
presentados en el informe Colombia, Very Well! (MEN, 2014), evidencian que solo el 1% de
los estudiantes que egresan del grado 11 de las instituciones públicas alcanzan el nivel
deseado. El panorama es más alentador (esto sólo desde el punto de vista académico ya que
este dato deja ver un problema de justicia social) para los estudiantes que egresan de la
educación privada. El informe presenta que el 28% de los estudiantes de estas instituciones se
gradúan con un nivel B1, mientras que el 52% se gradúa con un nivel B2 +. Esto significa
que el 80% de los estudiantes de instituciones privadas alcanzan el nivel deseado de dominio
del inglés o superior. El panorama no es tampoco positivo para los estudiantes que egresan de
la educación superior: solo el 8% de ellos se gradúa con nivel B2, el 30% con nivel B1 y más
Entre los datos presentados hasta el momento, de los egresados de las IES en
desarrollo de las competencias requeridas en inglés, por lo menos desde la parte técnica: la
mayoría de los egresados de las IES y de los colegios públicos no alcanzan el nivel requerido
por el MEN para cada uno de los niveles. Esto se contrasta con el caso de la Licenciatura,
donde se presenta el caso contrario: las pruebas realizadas por el programa y las pruebas
Saber Pro muestran que los egresados del programa cumplen con el requisito C1 en
resultados no han sido los esperados. Las razones son muy variadas y han sido analizadas y
presentadas por varios autores: la concepción del bilingüismo y los modelos educativos, la
entra un factor común que se replica en los tres contextos macro y micro que describe el
finalmente el nivel C1 que es requisito para la graduación, un poco menos del 50% debe
hacerse cargo de manera autónoma de subsanar las dificultades que tienen para aprobar el
examen, algunas de las cuales están relacionadas con la emocionalidad que les despierta no
solo la prueba en sí, sino también la presión de pasarla para poder graduarse). Este punto
convergente es que, en materia de enseñanza del inglés y de las demás asignaturas del
Zubiría (2013) asegura que, aparte de la dimensión cognitiva, al ser humano lo componen ‘la
comunicativa, social, valorativa y práctica’ (p. 6). El autor asegura que cualquier proceso
educativo debe co-acompañar el desarrollo de todas las dimensiones del ser humano y no solo
trabajar la cognitiva; también presenta que por esta concepción en general, los jóvenes
colombianos al egresar del colegio, no tenemos buenas habilidades para comunicarnos con
desarrollada.
aprendizaje de la lengua como un fin. Esto significa que se ha hecho énfasis en la adquisición
de información sobre la lengua, muchas veces sobre la forma de la lengua (el verbo ‘to be’,
por ejemplo), que, aunque elemental, no deja rol para la utilización de la lengua como un
mismos o de alguien que conocemos, hemos escuchado frases como: ‘yo para el inglés no
sirvo’ o ‘yo no tengo talento para el inglés’ o inclusive que aprender inglés es aprender
y aprendizaje, pero muchas veces esta dimensión es la que tiene un rol protagónico o es la
única que se trabaja, cuando desarrollar otras dimensiones traería beneficios que potencian
los talentos de nuestros estudiantes, los lleven a transitar los años de escolaridad con éxito, y
les deje aprendizajes y habilidades significativos que puedan aplicar en la vida real. El
ingrediente que le falta a la receta para los procesos de aprendizaje exitosos del inglés (y de
Podría pensarse que la IE es un tema que se viene tratando desde hace poco. Sin
embargo, este ha sido un tema ampliamente estudiado desde hace ya muchísimos años; por
ejemplo, Aristóteles y Sócrates fueron unos de los primeros académicos en explorar el papel
mencionar académicos que han llevado a cabo sus trabajos durante los siglos XX y XXI:
Jung, Goleman, Gardner, y Ekman, por mencionar algunos. Su foco de atención no solo se ha
establecido sobre la IE en general y su relación con los procesos educativos, sino también en
comunicativa en la lengua materna. Sin embargo, hasta hace relativamente poco, hacia las
décadas de 1970 y 1980, se hacen los primeros acercamientos para determinar el papel de la
(LE) (Krashen, 1978), ya que en este contexto han primado los procesos cognitivos en
relación con el desarrollo de la habilidad comunicativa. Krashen (1978) plantea su teoría del
comprehensible input, la cual la integra, entre otras hipótesis, la del affective filter: cómo los
aprendizaje de una L2. En la actualidad, autores como Zoltán Dörnyei han realizado extensa
proceso de desarrollo de estas competencias (Dörnyei & Chan, 2013; Dörnyei, 2014; Dörnyei
Colombia: la gestión emocional. Aprender a gestionar las emociones es un aspecto clave para
el proceso de aprendizaje de una L2; esto se da porque los aprendices pueden encontrarse en
frustración o ansiedad. Soriano (2017), argumenta que la gestión de las emociones en los
los estudiantes para proveerles de herramientas que les aseguren poder sobrepasar los
obstáculos afectivos; lo primero que se debe hacer es ayudar a que ellos identifiquen sus
manera individual o colectiva para mitigar las emociones generadas. De igual manera, si los
este no se produce de la noche a la mañana; es decir, el aprender una segunda lengua toma
alta inversión de tiempo en comparación con otras habilidades. Así lo expresan Dewaele &
Sanz (2022) quienes proponen que, para evitar la pérdida de la motivación, el proceso de
aprendizaje debe estar conectado con el disfrute y el aprendizaje significativo. Es por lo
anterior que la gestión de las emociones, como parte de la IE, es elemental para el desarrollo
un tema que culturalmente suscita emociones negativas, lo que conlleva a que los estudiantes
desempeño. Oxford (2017) propone que una IE bien desarrollada, enfocada en el trabajo
presentación de una prueba, sino que también puede ayudar a compensar aspectos
lingüísticos que los estudiantes no tengan muy bien afianzados. El-Tarhuni (2020) concuerda
con Oxford (2017) al proponer que los aspectos emocionales deben ser tenidos en cuenta no
solo en los momentos específicos de presentación de pruebas por parte de los estudiantes,
sino también como parte del proceso de formación en el aula de L2 para que los estudiantes
puedan desarrollar habilidades para reconocer y regular las emociones que puedan aparecer,
Al mismo tiempo, es necesario que los aprendices de lengua entiendan qué pasa a
nivel fisiológico cuando el ser humano está bajo estrés o presión, como puede pasar en
evaluaciones. La psiquiatra Rojas (2018) explica de manera muy detallada que, en todos los
momentos de estrés, el cuerpo libera desde las glándulas suprarrenales dos hormonas
conocidas como adrenalina y cortisol. Las dos hormonas en sí no hacen mal, por el contrario,
son las que hacen mover el individuo para buscar sobrevivir en momentos de peligro ya que
estas hacen que el cuerpo se prepare para afrontar un momento donde, por ejemplo, la vida se
vea amenazada: hace que el corazón bombee sangre más rápido y así los músculos puedan ser
más efectivos, que se abran los conductos de aire para respirar mejor, que los sentidos se
agudizan para estar más alerta a los estímulos externos, etc. Sin embargo, el cortisol no
permite pensar claramente por toda la actividad que genera en el cuerpo. Ahora, pasando a
imaginar que los estudiantes de inglés que estén en las aulas experimenten estrés o presión en
presentación de evaluaciones que les dispare una respuesta tan emocional, como lo puede
hacer, por ejemplo, la prueba C1 que deben aprobar los estudiantes de la Licenciatura en
cortisol y ni hablar de los efectos inflamatorios en el cuerpo que genera esta hormona en los
niveles físico, psicológico y conductual, que se vuelve tóxica cuando se elevan los niveles de
gestión emocional los estudiantes conozcan la química del estrés y la respuesta fisiológica del
cuerpo y que se abordan mecanismos para controlar los niveles de cortisol que puedan afectar
cognitiva del ser humano. Y, aunque esta es elemental, no puede ser la única que se potencie
porque hay otras dimensiones como la emocional que tienen una incidencia directa en el
desempeño de los estudiantes en el aula de clase. Es así como el componente que potenciaría
la competencia emocional en los estudiantes. Con esta, se debe trabajar la gestión emocional,
ya que cuando los aprendices pueden gestionar sus emociones, están mejor preparados para
aprender:
enfrentados.
● Un estudiante que se siente motivado puede estar más dispuesto a aprender inglés. Al
Además, el trabajo sobre la gestión emocional les permite conocerse mejor, conocer sus
posibles respuestas a los estímulos educativos, y encontrar maneras en las que ellos puedan
gestión emocional les permite conocer la respuesta fisiológica de sus cuerpos a situaciones de
estrés que puedan enfrentar en el aula y manejar los niveles de cortisol para que su manera de
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