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Resumen
La educomunicación hoy enfrenta el desafío de incidir en la des-ciudadanización, pro-
ceso que se ha extendido en el escenario mediático-digital contemporáneo, en gran
parte influenciado por los algoritmos que excluyen a los ciudadanos de la comprensión
de su mundo cercano y de las posibilidades para intervenir en él. En este contexto aquí
se presenta un análisis de lo que esta condición supone para una reinvención de la ciu-
dadanía en y a través de sus interacciones mediático-digitales cotidianas.
Palabras clave
Educomunicación, ciudadanía, medios, redes, interacción mediática, interacción
digital.
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Redes sociales y ciudadanía · Grupo Comunicar Ediciones · https://doi.org/10.3916/Alfamed2020
1. La (des)ciudadanización contemporánea
Si antes era el consumo de información de medios masivos sobre todo y el acatamiento de instrucciones
de los sistemas educativos, incluido el sistema familiar, así como el involucramiento explicito en temas
públicos, la vinculación a movimientos sociales y la participación en vivo en eventos de calle algunos de
los modos más generalizados para forjarse como ciudadanos, hoy son cada vez más las interacciones en
redes sociales y en eventos virtuales los escenarios preferentes, desde y a partir de los cuales se construye
ciudadanía.
Lo anterior tiene diversas consecuencias y plantea varios desafíos, tanto para la ciudadanización misma, al
eclipsar el involucramiento político, social y cultural directo, como para los ciudadanos en formación, que
se mueven en escenarios regidos por algoritmos, o sea escenarios predefinidos desde coordenadas inalcan-
zables para los propios ciudadanos.
Pero, sobre todo, las condiciones mediático-digitales desafían a la educomunicación contemporánea a re-
pensarse y repensar las estrategias pedagógicas y los ámbitos de incidencia que puedan ser más fructíferos
para empoderar desde ahí a los internautas (Orozco & Corona, 2019).
Para decirlo de otra manera, y siguiendo a García-Canclini (2020), hemos estado y seguimos estando, en
un proceso de des-ciudadanización cada vez más marcado en la medida en que los escenarios tradicionales
de creación, gestión y expresión de ciudadanía se han vuelto los escenarios digitales.
La educomunicación contemporánea, entonces, se percibe como una estrategia para la conformación de
una nueva ciudadanía que tiene las plataformas de Internet y las redes socio digitales como los escenarios
principales para su constitución.
Entre otras cosas, lo que está en juego de fondo para la re-ciudadanización hoy, es mucho más que solo
nuevos desafíos pedagógico-didácticos o informáticos y tecnológicos para la creatividad y la planeación de
aprendizajes mediático-digitales.
El desafío mayor consiste en reinventarse como ciudadanos en esas condiciones mediático-digitales con-
temporáneas.
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La reinvención que se requiere en la concepción del escenario para los cambios trastoca otras convicciones
fundamentales para reaccionar en la vida. Por ejemplo, dejando atrás la trillada idea de que estamos en una
época de grandes cambios (casi en todas las épocas hay muchos cambios y algunos grandes) por la convic-
ción de que: estamos en un gran cambio de época como
lo sostienen y proponen Martín-Barbero y Rey (1991)
que es algo muy distinto, de donde se debe desprender
"Es así como al interactuar con los
la consecuencia de que no se trata solo de hacer más,
variados lenguajes en redes sociales,
o hacerlo mejor que antes, sino de hacer otras cosas e
los cuales incluyen palabras, fotos,
incidir en y desde otras coordenadas sobre la realidad.
videos, música, dibujos, sonidos y más,
Y esto cuestiona sustancialmente la importancia y ne-
se construyen discursos multilenguaje,
cesidad de un pensamiento meramente sumativo que
complejos que ya de por sí resultan
se glorifica contando los cambios, aunque dispersos,
difíciles para su propio intercambio
acumulando información per se y desde esfuerzos sepa-
coherente, y resultan más aún para
rados. La necesidad mayor hoy, aunque quizá siempre lo
ponerlos en cuestión".
haya sido, es la de integrar un pensamiento abarcador,
entendiendo por tal un pensamiento integrador, ya que
lo que anuncia una concepción de cambio de época es
precisamente eso, un cambio del desde donde diseñar y realizar las interacciones, hasta del cómo hacerlo y,
no menos importante, del hacia dónde dirigir el propio cambio.
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el poder hacer evidente la misma conformación de los discursos, no solo lo que significan o proponen, sino
en la manera en que interactúan con los propios internautas. Lo cual se puede lograr al analizar cómo se
articula el recuento, como se sustenta el argumento, que tipo de lógica de organización privilegia, que es-
conde o no hace explicito, etcétera. Para ello es necesario que una educomunicación contemporánea asuma
a los ciudadanos como interlocutores. Simplemente como eso. Y eso es o sería la condición sine qua non
para interactuar con ellos. Y lo que esto significa es que los ciudadanos no se asuman en la comunicación
hacia ellos por aquello que los distingue unos de otros, los
clasifica o los condena como ser estudiantes, asalariados, o
"Descubrir el tono o el hilo conductor personas dependientes, desconfiables, hombres o mujeres,
y las conclusiones de un discurso es amigos o enemigos, blancos, negros o indígenas, sumisos
esencial para situarse como interlocutor o tontos, etcétera. Todos los adjetivos sobran, porque cada
uno marca, involuntaria o inconscientemente, y produce
pensante y eventualmente crítico".
diferencias. Toda diferenciación implica una carga signi-
ficante cultural, histórica, ideológica o política. Por eso,
y contradiciendo pedagogías especializantes dirigidas a lo
que nos divide como ciudadanos videntes, en vez de a lo que nos une, la estrategia pedagógica debe ser
igual para todos. Asumir a los otros como interlocutores supone entrar en relaciones de pares basadas en lo
comunicativo, no en las condiciones que ubican a los otros en determinadas posiciones.
En la sociedad de hoy se cruzan muchos discursos cargados de significado, que no son necesariamente
evidentes a primera vista, escucha o lectura. Por esto, en los proyectos y programas de educomunicación
hay que usar herramientas analíticas para distinguir y evidenciar diferentes sentidos en los discursos y a
partir de ellos hacer evidente lo que realmente quieren comunicar a los ciudadanos. El principio en esto es
que analizando la forma se llega al fondo, y ese es el que debe evidenciarse. Por ejemplo, para analizar un
discurso populista, un educomunicador debe hacerlo evidente y resaltar que el sentido dominante es para
el bien de todos. O en un discurso autoritario, que exige obediencia o seguimiento, hay que explicitar a
los interlocutores que el sentido y el tono que lo impregna es hay que hacer esto o hacer evidente que un
discurso sumiso frente al poder o los gobernantes o autoridades lleva un sentido de fatalidad: no tenemos
alternativa o uno conciliador: busquemos juntos una solución, o uno democrático todos contamos igual,
o uno discriminatorio no todos somos iguales- no esperemos lo mismo o uno racista los blancos son más
inteligentes o un discurso de género, los hombres somos superiores o un discurso clasista el quien tiene más
manda o uno de superioridad cultural la cultura de occidente es lo más desarrollada o de religión: cuidado
con los librepensadores o ateos o un discurso machista, hay que controlar a la mujeres, o uno intimidato-
rio: cuidado con las consecuencias, o uno conformista: está bien ni modo. O un discurso pro-capitalista: el
mercado es la clave del desarrollo, etc.
Descubrir el tono o el hilo conductor y las conclusiones de un discurso es esencial para situarse como in-
terlocutor pensante y eventualmente crítico. Poder practicar este tipo de análisis, en un momento histórico
en el que los discursos de todo tipo nos inundan, es tener una clave pedagógico-política para no dejarse
impactar o impresionar, convencer o engañar de maneras sutiles.
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6. Escribir para ser leídos
Es quizá la mejor motivación y a la vez gratificación, de cualquier esfuerzo de escritura. Motivación que ha
existido siempre y que se ha enfocado en escribir cartas a los seres queridos o escribir en un periódico para
los lectores, o en revistas o simplemente para hacer un libro.
En las redes sociales actuales, la escritura llega a ser hasta compulsiva, y es justamente porque los usuarios,
convertidos en interlocutores, se saben leídos por otros. Frente a esto, ¿cuál es la racionalidad escolar para la
escritura? ¿Escribir las respuestas correctas en un examen? La inmensa mayoría de lo que se hace leer a los
estudiantes en la escuela está escrito por otros. Es ajeno.
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de época» no con una época de grandes cambios. Esto reclama, como se ha tratado de mostrar aquí, un
cambio de mentalidad, no solo de ideas, en el análisis de lo educativo y de lo comunicativo, de lo digital y
de lo que debe ser la ciudadanía. Pero sobre todo en el esfuerzo por una re-ciudadanización contemporánea.
Referencias
García-Canclini, N. (2020). Ciudadanos reemplazados por algoritmos. Universidad de Guadalajara.
Jenkins, H. (2009). Convergence Culture. La cultura de la convergencia de los medios de comunicación. Paidós.
Johnson, S. (2005). Everything bad is good for you. Riverhead books.
Martín-Barbero, J., & Rey, G. (1999). Los ejercicios del ver: Hegemonía audiovisual y ficción televisiva. Gedisa.
Orozco-Gómez, G., & Corona-Rodríguez, J.M. (2019). Media Literacy in contemporary learning-based societies: Challenges for
new ways of education. In J.C. Mateus, P. Andrada, M.T. Quiroz (Eds.), Media education in Latin America. Routledge.
https://doi.org/doi.org/10.4324/9780429244469
Orozco-Gómez, G. (2019). Educación y comunicación hoy, su gran desafío y su gran escenario. In F. Aranguren, B. Bustamante,
& H.J. Riveros (Eds.), Siglo XXI: Innovar desde el cambio. Universidad Distrital Francisco José De Caldas.
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