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TESIS.
Nuestra opinión es que no hay otra vida después de la muerte. Una vez que la persona
fallece todo se acaba.
Argumentos:
Para entregar un primer argumento se recurrirá a lo que han expresado algunas personas
destacadas por su intelecto y aporte a los conocimientos científicos.
En primer lugar, mencionaremos la opinión de Stephen Hawking, el destacado físico que
expresó: “Pienso que creer en la vida después de la muerte es una ilusión”. Según el físico
teórico, no hay vida después de la muerte, nos apagamos igual que una máquina.
Por otra parte, un estudio realizado por una Universidad de Cambridge afirma que las
personas que experimentan “La luz al final del túnel” se deben a la llamada “parálisis del
sueño”, donde la explicación de esto es que el oxígeno y el flujo sanguíneo no llegan a los
ojos en su totalidad, lo que quiere decir que la persona no se ha muerto aún, pero está en
proceso de aquello.
Por eso es lógico llamar a estas visiones como “experiencias cercanas a la muerte”. Esto es
muy común entre las personas ya que es un proceso de muerte largo, en donde dura unos
minutos hasta que la persona realmente muere y ya no hay vuelta atrás. Su existencia
cesó y ahora le toca vivir a otra persona que está recién naciendo. ¿No creen que sería
egoísta que el ser humano sea tan importante como para no morir nunca y que su
presencia perdure hasta siempre o hasta que “decida” irse? algo que evidentemente no
podemos hacer en nuestra única realidad.
Desde el punto de vista del Psicoanálisis, Sigmund Freud afirma que ver fantasmas no es
algo sobrenatural o especial, sino el resultado de un dolor profundo y de tener una fuerte
conexión con una persona que murió. Se trata de una especie de mecanismo de defensa
para lidiar mejor con la pérdida. William Dewi Rees realizó un estudio en 1972 de viudas
y viudos galeses, donde encontró algo similar a Freud, que las personas presentan este
tipo de visiones cuando están pasando por un momento de dolor y duelo.
CONCLUSIÓN