NOMBRE DEL LIBRO: LA TORRE OSCURA IV: MAGO Y CRISTAL

NOMBRE DEL ALUMNO: VICTOR GUSTAVO ROSETE MARTINEZ

GRADO Y GRUPO: 8 A

NUMERO DE PAGINAS LEIDAS: (INICIO PÁG. 191 – FINAL PÁG 198)

Rhea se da cuenta que la chica se encuentra ya demasiado cerca de la casa, por lo

que cierra la caja, pero no lo hace del todo y la empuja un poco debajo de la cama. Se
alisa el vestido y sale para acudir al encuentro de su segunda cita de aquella noche.

Cambiamos a la perspectiva de la chica, la cual se llama Susan Delgado, está cerca de

la casa de la bruja y como el lugar tiene una pinta bastante tenebrosa ella ha estado
cantando todo el trayecto. Una vez esta parada fuera de la puerta, oye como la bruja le
grita que pare sus berridos ya que se le clavan en el cerebro. La bruja le indica que
pase y cierre la puerta. Susan comenta que ha llegado temprano ya que parte del
camino lo hizo corriendo, comenta que la luna le entro en la sangre como solía decir su
padre. La bruja le recuerda que su padre está muerto, que murió hace cinco años
cuando su propio caballo le arrebato la vida.

Este comentario hace que Susan se comporte algo grosera y diga que seria mejor
terminar este asunto de una vez.

La bruja percibe el cambio de actitud y se deleita en ello, provocando más a la chica.

Susan dice que nunca permite que se hable mal de su padre, la bruja responde que
ella habla como se le da la gana, que cuando empieza, su lengua va por donde quiere.
Susan responde que, en ese caso a veces seria mejor no permitir que empiece.

La bruja se enoja y le grita a Susan que ella debería de reprimir la suya.

Susan intenta relajarse ya que recuerda que necesita de la ayuda de la bruja.

Le ofrece disculpas y le pide que por favor comiencen de nuevo y olviden las dos lo
dicho.
La bruja acepta y extiende su mano para ofrecer un apretón como símbolo de paz.
Susan le da el apretón pero nota que el contacto entre sus manos fue muy corto y que
la expresión molesta del rostro del bruja continua ahí.

La bruja comenta que Susan tiene un amigo muy poderoso en el alcalde y que no le
gustaría tenerlo por enemigo.

La bruja extiende la mano por segunda vez y Susan comprende que esta pidiendo su
pago. Susan le ofrece una bolsa de tela con un nudo, la bruja la vacía y descubre dos
monedas de oro. Mientras la atención de Rhea estaba puesta en las monedas, Susan
voltea la vista hacia lo que asume es la alcoba de la bruja, allí descubre una luz rosada
saliendo de debajo de la cama.

Pasados unos segundos, Rhea le indica que es necesario tener fuego para lo que
llevaran a cabo a continuación. Le dice a Susan que rodee la casa y traiga una brazada
de leña.

Susan hace como le ordenan y mientras piensa que tiene la sensación de levar allí mil
años y que tendrían que transcurrir otros mil antes de que pudiera regresar a casa.