Está en la página 1de 5

El calendario “perfecto” de 364

días de la secta de Qumrán


Investigadores de la Universidad de Haifa descifran uno de los dos
últimos manuscritos que aún seguían siendo un misterio

Uno de los manuscritos de Qumrán


Wikipedia

DAVID RUIZ MARULL


23/01/2018 13:30 Actualizado a 23/01/2018 18:35

Los esenios eran una comunidad enigmática. Esta hermandad judía se


estableció alrededor del siglo II antes de Cristo, poco después de
la Revuelta de los macabeos, una rebelión ocurrida entre los años 167 y
160 a.C. contra el imperio seléucida, de costumbres griegas y élites
macedonias. Parte de este grupo se estableció en el valle de Qumrán, en el
desierto de Judea, lo que ahora seria Cisjordania.

En una terraza a unos dos kilómetros del mar Muerto, sobre los
acantilados, cerca del oasis de Ayin Feshja, los esenios vivieron en una
fortaleza ubicada cerca de un conjunto de cuevas. Tras siglos olvidados,
su legado salió a la luz en 1946, cuando unos pastores beduinos
descubrieron accidentalmente una serie de manuscritos escritos en hebreo
y arameo (y unos pocos en griego).

Los esenios eran una comunidad enigmática que se estableció en Qumrán,


lo que ahora sería Cisjordania
Durante los siguientes años fueron aparecieron textos en distintas grutas
de la región hasta llegar a los 900 que se conocen actualmente. Estos
documentos constituyen el texto bíblico más antiguo encontrado hasta la
fecha. Se hallaron unas 200 copias fragmentadas de los libros de la Bíblia
hebrea e incluso un ejemplar completo del libro de Isaías. Pero no solo
había textos religiosos.

Entre los manuscritos se encontraban normas y oraciones específicas de


los esenios y alejadas del canon de Tanaj (lo que los cristianos entienden
como el Antiguo Testamento). Y también había calendarios como el que
acaba de ser descifrado por investigadores de la Universidad de Haifa, que
se han pasado todo un año reconstruyendo minuciosamente más de 60
pequeñas secciones (algunas de apenas un centímetro cuadrado) escritas
en un código secreto.

Ruinas de la fortaleza de los esenios en Qumrán


Wikipedia
La práctica totalidad de los rollos de Qumrán hace años que fueron
restaurados, interpretados y publicados. Ahora, con la aportación de los
profesores Eshbal Ratson y Jonathan Ben-Dov se ha logrado desentrañar
uno de los dos últimos que se mantenían impenetrables. El texto explica el
calendario único de 364 días utilizado por los miembros de la secta del
desierto de Judea, incluido el descubrimiento por primera vez del nombre
que daban los esenios a los días especiales que marcaban las transiciones
entre las cuatro estaciones.

“Los miembros de la hermandad de Qumrán, que se referían a sí mismos


como la comunidad de Yahad (Juntos), eran un grupo fanático que vivía
una vida ermitaña en el desierto y se enfrentaba a la persecución del poder
dominante de la época. Escribieron numerosos rollos, incluyendo un
pequeño número escrito en código”, apuntan los investigadores.
Las cuevas donde se encontraron los manuscritos
Wikipedia
Su calendario de 364 días fue la causa de un feroz debate entre los
diferentes grupos judíos durante el periodo del Segundo Templo (entre el
530 a.C. y el 70 d.C.). “El calendario lunar, que sigue el judaísmo hasta
nuestros días, requiere una gran cantidad de decisiones humanas. La gente
debe mirar las estrellas y la luna e informar sobre sus observaciones, y
alguien debe estar facultado para decidir sobre el nuevo mes y la
aplicación de los años bisiestos”, explican Ratson y Ben-Dov en un
comunicado.

“El calendario de 364 días, por el contrario, era perfecto. Como este
número se puede dividir por cuatro y por siete, las ocasiones especiales
siempre caen en el mismo día. Esto evita la necesidad de decidir, por
ejemplo, qué sucede cuando una determinada ocasión cae en sábado,
como sucede a menudo en el calendario lunar. El calendario de Qumran
no cambia, y parece haber incorporado las creencias de los miembros de
esta comunidad con respecto a la perfección y la santidad“, añaden.

El calendario de 364 días era perfecto porque las ocasiones especiales


siempre caen en el mismo día

El pergamino descifrado describe las principales fechas de la secta. Habla,


por ejemplo, de dos ocasiones especiales que no se mencionan en la
Biblia pero que ya se conocían gracias a un pergamino del templo de
Qumrán: las fiestas de Vino Nuevo y Aceite Nuevo. Estas datas
constituían una extensión del festival de Shavuot, que conmemora
cuando Dios la entregó la Torá a Moisés en el Monte Sinaí. Las tres
fiestas tienen exactamente 50 días entre cada una de ellas.

Los investigadores de la Universidad de Haifa se encontraron, además,


con un hecho sorprendente. Sabían por rollos anteriores que los esenios
celebraban la transición entre las estaciones, pero hasta ahora nadie había
encontrado como llamaban a esos días especiales. El texto descifrado, sin
embargo, revela que la hermandad se refería a estas fechas con la
palabra Tekufah, que en hebreo actual significa “período”.

El pergamino descifrado describe las principales fechas de la secta como


las fiestas de Vino Nuevo y Aceite Nuevo

“Este término es habitual en la literatura rabínica posterior y en los


mosaicos que datan del período talmúdico, y podríamos haber supuesto
que también se usaría con este significado en los rollos, pero esta es la
primera vez que se revela”, explican Ratson y Ben-Dov. Ambos
investigadores creen que un escriba se vio obligado a corregir los errores
cometidos por la persona que escribió originalmente el pergamino y
agregó la información que faltaba entre las columnas del texto.

“El rollo está escrito en código, pero su contenido es simple y conocido, y


no había ninguna razón para ocultarlo. Esta práctica también se encuentra
en muchos lugares fuera de Israel, donde los líderes escriben en código
secreto, incluso cuando se discuten asuntos universalmente conocidos,
como un reflejo de su estatus”, concluyen.

El rollo está escrito en código, pero su contenido es simple y conocido, y


no había razón para ocultarlo
Uno de los manuscritos de Qumrán
Wikipedia

También podría gustarte