Está en la página 1de 4

ENSAYO DEL DESARROLLO CANÓNICO DE CRÓNICAS, ESDRAS Y NEHEMÍAS A LA

LUZ DE LA SEPTUAGINTA

Cuando hablamos del canon del Antiguo Testamento y de cómo, cuándo y quién lo definió, es
importante tener en cuenta que
existe una tradición judaica y que en el Talmud judío se afirma, que Esdras, quien dirigía al
pueblo al final del exilio en Babilonia, emprendió la recopilación y el cuidado del texto de la Ley
y los Profetas.

Esdras, además de ser caudillo del regreso de la esclavitud en Babilonia, era sacerdote,
escriba, perito en la Ley, instruido, apto y fiel.

Recordemos que en Esdras capítulo 7, se observa que hubo mucha consideración en la Corte
persa, al punto de que el rey Artajerjes (465-425 a.C) le dio cartas, dinero y toda clase de
auxilios, para que se dirigiera a Jerusalén a la cabeza de judíos desterrados que quisieron
volver a su país (aprox. 457 a.C.).

Se dice que Esdras escribió los libros de Crónicas, Esdras y una parte de Nehemías, también
reunió y revisó los libros de la ley, los profetas y los salmos, que hoy forman nuestro canon,
ayudado por Nehemías y probablemente por el profeta Malaquías.

Cuando buscamos esta historia, también observamos que se habla de la Gran Sinanoga y se
dice que fue ayudado por ella. Era algo así como un colegio de eruditos que entendían hebreo
y arameo (lengua caldea en que fue escrito un capítulo de Daniel y el libro de Esdras).

Fue sorprendente para mí cuando encontré en la historia que existe un primer canon llamado
"El canon de Esdras".

Mi intención con este ensayo es mostrar la fidelidad de Dios para conservar y cuidar las
sagradas escrituras, colocando en cada etapa de la historia, personas, grupos y todos los
recursos para el desarrollo del canon bíblico:

“Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para
siempre.” (Isaías 40:8)

Quiero en este ensayo destacar los siguientes sucesos:

1. El doctor DAVID KIMCHI (Conocido por el acrónimo hebreo, rabino medieval,


comentarista bíblico, filósofo, y gramático y el rabino ELIAS LEVITA (Que fue un
gramático, erudito y poeta hebreo renacentist), ambos judíos, dijeron en el "Massoreth
Hammassoreth", que es una exposición de las notas masoréticas sobre la Biblia hebrea,
o el antiguo aparato crítico del Antiguo Testamento en hebreo, que la colección
definitiva del canon del Antiguo Testamento fue completada por Esdras y los miembros
de la Gran Sinagoga.
2. Cuenta la tradición que se cerró el canon de Esdras con Malaquías (597 a.C), último
libro, que precisamente por eso es llamado: El sello de los profetas.
a. Tito Flavio Josefo, quien fue un historiador judeoromano del siglo I, dice que
desde Artajerjes (424 a.C), nadie había agregado ni quitado nada al canon
bíblico. Y en esa recopilación no estaban los libros Apócrifos.El Talmud judío
afirma que Esdras, quien dirigía al pueblo al final del exilio en Babilonia,
emprendió la recopilación y el cuidado del texto de la Ley y los Profetas.
También sugiere que se convocó una “gran sinagoga” (asamblea) y que por
algunos años toda la Ley, los Profetas y los Escritos fueron examinados y
evaluados. Además de la obra de Esdras mismo, muchos estudiosos han
sugerido que miembros de esta gran asamblea hicieron trabajo editorial.
3. Un rabino llamado Yochanan ben Zakkai (siglo I a.C. año 70), obtuvo permiso de las
autoridades romanas para abrir una academia rabínica en Jamnia en la que se discutió
el contenido del canon inspirado. “los libros que decidieron reconocer como canónicos
ya eran generalmente aceptados, aunque se habían levantado preguntas sobre ellos.
Los que rehusaron aceptar nunca habían sido incluidos. Nunca expurgaron del canon
ningún libro previamente aceptado”
4. Los incluyeron en la lista o canon, porque ya estaban reconocidos como inspirados por
Dios, autoritativos, y lo habían sido, en la mayoría de los casos, ya por siglos.
5. Filón de Alejandría (Filósofo judío helenizado nacido alrededor del año 20 a. C. en
Alejandría, contemporáneo al inicio de la era cristiana), aceptó el canon del Antiguo
Testamento en la forma reconocida hoy. Lo mismo ocurre con Flavio Josefo, autor del
siglo primero.
6. En 1947, cuando los eruditos se encontraban especulando sobre los la veracidad del
canon del Antiguo Testamento y si la septuaginta estaba o no llena de errores y que tan
graves eran frente a la doctrina, un pastor árabe descubrió accidentalmente unos rollos
antiguos de origen judío cerca de la comunidad Qumran en Palestina. Aquellos rollos,
juntamente con otros numerosos rollos hallados más tarde en la misma región, han
llegado a ser conocidos como “Los rollos del Mar Muerto” o la “Librería de Qumran.” Los
textos del Antiguo Testamento encontrados entre estos rollos databan de cientos de
años antes de cualquier otro manuscrito ya conocido del Antiguo Testamento.
Esos manuscritos confirmaron que hubo manuscritos hebreos más antiguos que
textualmente concuerdan más con la Septuaginta. Por consiguiente, la Septuaginta no
era una traducción ilegítima del texto masorético. Más bien, parece ser una traducción
fiel de otro tipo de texto, un texto que probablemente sería más antiguo que el prototipo
del texto masorético. Pero lo más importante es que por nada afectan verdades
espirituales. Ellos principalmente afectan el vocablo de numerosos pasajes del Antiguo
Testamento.

CONCLUSIONES
Ahora bien, leyendo esta recopilación de datos y reconociendo que ha sido nuestro Señor,
quien en cada libro del Antiguo Testamento, ha hecho que esté reflejado Él y una infinidad de
profecías mesiánicas, puedo concluir que se ha preservado y garantizado el canon del Antiguo
Testamento, que se han protegido y resguardado sus escritos sagrados en lugares sagrados,
así como los indica no sólo la tradición judía, sino la misma palabra de Dios.

El haber elaborado este trabajo y ante la exigencia de involucrar poetas contemporáneo,


reconociendo mi incapacidad para leer y entender la poesía, llamado también "Metrofobia", sin
querer decir con esto que no toda sea inentendible o complicada. Haho un gran esfuerzo por
juntar poesía con algo tan histórico y crítico como es este tema y solo se me ocurre traer a
colación el siguiente escrito de Gabriela Mistral, ganadora del premio Nobel de Literatura,
donde hace una hermosa confesión de fe y de Amor a las Sagradas Escrituras en las primeras
y últimas páginas de una Biblia Reina-Valera:

LIBRO MÍO,
Libro en cualquier tiempo y en cualquier hora,
bueno y amigo para mi corazón,
fuerte, poderoso compañero.
Tú me has enseñado la inmensa belleza
y el sencillo candor, la verdad terrible
y sencilla en breves cantos.
Mis mejores amigos no han sido
gentes de mis tiempos;
han sido los que tú me diste:
David, Rut, Job, Raquel y María.
Con los míos éstos son mis gentes,
los que rondan en mi corazón
y en mis oraciones,
los que me ayudan a amar y a bien padecer.

Por David amé el canto,


merecedor de la amargura humana.
En Eclesiastés hallé mi viejo gemido
de la vanidad de la vida,
y tan mío ha llegado a ser vuestro acento
que ya ni sé cuándo digo mi queja
y cuándo repito solamente la de vuestros dolores.
Nunca me fatigaste,
como los poemas de los hombres.
Siempre eres fresco, recién conocido,
como la hierba de julio, y tu sinceridad
es la única en que no hallo peligro,
mancha disimulada de mentiras.
Tu desnudez asusta a los hipócritas
y tu pureza es odiosa a los libertinos.
YO TE AMO TODO,
DESDE EL NARDO DE LA PARÁBOLA
HASTA EL ADJETIVO CRUDO DE LOS NÚMEROS.

Y ahora voy a acudir a la prosa de ésta misma autora cuando dijo:

“Santa Biblia, canción de cuna de los pueblos, eterna nodriza con candor y sabiduría, te
necesito para siempre. No me dejes. Siempre seré demasiado niña para que me parezcas
ingenua; siempre me bastarás hasta colmar mi vaso hambriento de Dios."

Creo que no tengo nada más que decir al respecto y que esto en lugar de hacerme dudar de la
veracidad de las escrituras me llenan de seguridad, orgullo y amor hacia Dios.

También podría gustarte